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FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE ARTES Y LETRAS
1
Introducción
De un tiempo a esta parte el híbrido movimiento conocido como Lira Popular, ha recibido
la atención de varios estudiosos que desde distintas disciplinas han creído poder encontrar
allí material para la historia, la crítica, la teoría social, el folklore, los estudios de género,
etc.1
Es así como ya existen las compilaciones de dos de los más destacados representantes de
este movimiento: Daniel Meneses y Rosa Araneda2. No obstante, y a pesar de que
mayoritariamente se le considera el más ejemplar de los poetas populares, aún no se realiza
ni una compilación definitiva de la obra de Bernardino Guajardo, ni se ha realizado un
estudio que la encare en su totalidad. El texto de Maximiliano Salinas La actitud religiosa
del poeta popular chileno Bernardino Guajardo, 1812-1886 (1982. Anales de la Facultad
de Teología, vol. 33, 207-228), es el único acercamiento que conocemos a la obra en
particular del poeta, pues sólo se le ha estudiado como miembro de la Lira en antologías
colectivas3.
1
Sólo por citar algunos mencionamos: Palma Alvarado, Daniel (2006). “La ley pareja no es dura"
representaciones de la criminalidad y la justicia en la Lira Popular chilena”, en Historia No 39, Vol. I, enero-
junio 2006: 177-229; Salinas Campos, Maximiliano (2004). “Allende, Juan Rafael, “El Pequén”, y los rasgos
carnavalescos de la literatura popular chilena del siglo XIX”, en Historia No 37, Vol. I, enero-junio 2004:
207-236; Tala Ruiz, Pamela (2001). “Género y memoria en la lira popular”, en Cyberhumanitatis Nº 19.
Disponible en http://www2.cyberhumanitatis.uchile.cl/19/ptalaruiz.html.
2
Navarrete Micaela, Palma Daniel (Compil.) (2008) “Los diablos son los mortales. La obra del poeta popular
Daniel Meneses”. Santiago: Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares de la Biblioteca Nacional;
Centro de Investigaciones Diego Barros Arana. Navarrete Micaela (Compil.) (1998). “Aunque no soy
literaria: Rosa Araneda en la poesía popular del siglo XIX”. Santiago: Biblioteca Nacional, Archivo de
Literatura Oral y Tradiciones Populares.
3
Acevedo Hernández, Antonio ([1933] 2015). Los cantores populares chilenos. Santiago: Ediciones Tácitas.
Muñoz, Diego (compil.) (1972). Poesía popular chilena. Santiago: Quimantú. Uribe Echeverría, Juan (1973).
Tipos y cuadros de costumbres en la poesía popular del siglo XIX. Santiago: Pineda Libros. Uribe Echeverría,
Juan (1974). Flor de Canto a lo humano. Santiago: Gabriela Mistral.
2
de Chilenismos de 1875, ejemplificó con la poesía de Guajardo, en el entendido que el
poeta era un hablante chileno ejemplar.
Para ello, y ante la estrechez de tiempo y recursos para un estudio más concienzudo,
basamos nuestro criterio de vigencia en tres indicadores, a saber:
1) Diccionarios, ocupamos en este trabajo el de la RAE, dos de los más utilizados en
Internet y uno de chilenismos;
2) La acepción que a los vocablos de nuestro corpus se le da en las entradas de búsqueda de
Google Chile. Es decir, entramos a Google, digitamos una palabra, buscamos con la opción
“paginas de Chile” y miramos con que significación aparece en las entradas la palabra
buscada;
3) Finalmente, nuestra experiencia como hablantes cultos.
Marco Teórico
A continuación intentaremos delimitar nuestro ámbito de trabajo, el Español hablado en
Chile y en particular los chilenismos, a la vez que dar a conocer a los personajes en él
implicados: Zorobabel Rodríguez y Bernardino Guajardo. Procuraremos, también, delimitar
las condiciones materiales y simbólicas en que la poesía de Guajardo se produce, a partir de
una caracterización del movimiento conocido como Lira Popular.
3
adquirió así características diferenciales en los distintos grupos sociales y/o regionales,
características que forman parte de la identidad sociocultural del hablante.
Pero al mismo tiempo el proceso fue unitario, pues los nuevos vocablos y giros idiomáticos
que se generaron en este enraizamiento del español en América, se acomodan en lo posible
a una gramática castellana en ciernes. A pesar de los provincialismos, los habitantes de los
países de habla hispana pudieron seguir comunicándose sin mucho esfuerzo. Esta fuerza
generadora no se ha perdido ni se perderá, pues el habla es una entidad movediza y
variable. Es la dialectología la rama de la lingüística que se preocupa de la varianza
geográfica y sociolingüística de una lengua.
Para Gustavo Rodríguez, esta variedad de habla del español en los distintos lugares donde
este es lengua materna, es sólo variedad de norma. Esto significa que: “todos los
hispanohablantes manejamos el mismo sistema de signos, pero con diversidad de estilo.
Este estilo corresponde a la norma específica y esta norma específica hace que el español
americano sea distinto al de España” (Rodríguez, 1979: 19).
Las peculiaridades del español americano, sus regionalismos o provincialismos, han dado
en llamarse “americanismos”. Entre las definiciones que da la Real Academia de la Lengua
tenemos:
Americanismo.
5. m. Vocablo, giro, rasgo fonético, gramatical o semántico que pertenece a alguna lengua
indígena de América o proviene de ella.
6. m. Vocablo, giro, rasgo fonético, gramatical o semántico peculiar o procedente del
español hablado en algún país de América.
Sin adentrarnos en las sutilezas que implica tratar de determinar él o los criterios que
determinarían la configuración de un ismo (lugar de origen, área de difusión geográfica,
4
difusión social, permanencia, etc.), acogeremos la definición de chilenismo dada por
Ambrosio Rabanales: “toda expresión oral, escrita o somatolálica originada en Chile
desde cualquier punto de vista gramatical, por los chilenos que hablan español como
lengua propia o por los extranjeros que han asimilado el español de Chile”. (Tomado de
Montes, 1954: 26)
Los estudios del español hablado en Chile se inician con la serie de artículos que Andrés
Bello publica, entre 1833 y 1834, en el semanario El Araucano, bajo el título “Advertencias
sobre el uso de la lengua castellana dirigidas a los padres de familia, profesores de 1os
colegios y maestros de escuelas”. A esta obra se suma en 1860, el trabajo de Valentín
Gormaz titulado “Correcciones lexicográficas sobre la lengua castellana en Chile”
(Valparaíso: Imprenta del Comercio). Estas obras no pretenden ser un cuadro sistemático
del habla chilena, sino que se limitan a señalar vicios de pronunciación, incorrecciones
morfológicas, sintácticas o léxicas. Al respecto dice Oroz que tales obras “poseen hoy
solamente un valor histórico como testimonios de diferentes etapas en la evolución del
castellano en nuestro país” (1966: 27).
Afirma Medina (1928) que las peculiaridades del lenguaje chileno tienen dos fuente: 1) las
voces de origen indígena (principalmente quechua, aymará y mapuche); 2) palabras
propiamente españolas, algunas olvidadas en la Península y otras acomodadas a sus
necesidades y circunstancias.
En opinión de Lenz (1940: 43), quien primero se ocupa “sistemáticamente del lenguaje
vulgar”, es Zorobabel Rodríguez (1839-1901), al editar en Santiago, en 1875, su
“Diccionario de chilenismos”.
Posterior a la obra de Zorobabel Rodríguez son muchos los autores que han encarado las
tareas de recopilar chilenismos y de caracterizar el habla del español en Chile. Entre estos
cabe nombrar a Manuel Antonio Román (1858-1920), Aníbal Echeverría y Reyes (1864-
1931), José Toribio Medina (1852-1930), Rodolfo Lenz (1863-1938), Rodolfo Oroz (1895-
1997), Ambrosio Rabanales (1917-2010).
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El Diccionario de Chilenismo de Zorobabel Rodríguez
El objetivo de tal diccionario era realizar una lista “sino completa bastante numerosa de los
provincialismos que se usan en Chile, con su etimología cierta o probable, con ejemplos de
escritores nacionales que muestren su verdadera significación, y con los equivalentes
castizos, apoyados también en pasajes de los clásicos españoles” (Zorobabel Rodríguez,
1875: VIII). Advertía también el autor, que no incluiría en esta primera edición del
diccionario aquellas voces indígenas que dan lugar a nombres de animales, plantas o
lugares.
Ya se dijo que Rodríguez ejemplificó con escritores chilenos y españoles, siendo los
escritores nacionales más citados Vicuña Mackenna, Jotabeche, Alberto Blest Gana y el
poeta popular Bernardino Guajardo.
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No es sólo un fenómeno literario, sino una expresión híbrida y fronteriza, que se desplaza
entra la música, la literatura, el folklore y la comunicación popular. El destino de la poesía
popular, incluso de aquella que estaba impresa, era ser cantada o voceada en público, no en
privado.
Manifiesta la existencia a fines del siglo XIX de una cultura popular compleja y
multiforme, en la que confluyen una conciencia tradicional y ritual que tiende a reproducir
las pautas heredadas del mundo campesino, una conciencia crítica que cuestiona el orden
social vigente y una conciencia de integración que resemantiza elementos de la cultura
ilustrada hegemónica.
En la Lira se mezcla lírica, narrativa, canto y crónica. Su temática abarca todos los tópicos
del canto “a lo humano” y “lo divino”. Tuvo una gran repercusión durante la guerra civil de
1891. En su etapa final tendió hacia lo que hoy conocemos como prensas “roja” y
“amarilla”.
Dentro de los más nombrados representantes de este movimiento está Bernardino Guajardo.
Para Rodolfo Lenz (1919: 622) es “el más importante de los poetas populares… El único…
que merece dentro de su esfera el nombre de poeta… merecería que su nombre se
conservara en la literatura chilena”.
Uribe-Echevarría (1974: 17) lo llama: “el más famoso y posiblemente el más antiguo de los
poetas populares de nombre conocido en la segunda mitad del siglo XIX”.
Leonardo Eliz (1889) afirma que nació en Caupolicán en 1801. Raúl Silva Castro dice que
fue en 1810 (Uribe-Echevarría, 1984).
En su obra, Guajardo se declara natural de Pelequén y no da fecha sobre su nacimiento pero
sí indicios: durante el periodo de Reconquista tenía 2 años. Así, Guajardo debe haber
nacido en 1812, fecha que es la que asume Maximiliano Salinas (1982).
Luego de una vida disipada y producto de una incipiente ceguera decide dedicarse
exclusivamente a la poesía popular.
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Sus primeros versos fueron a propósito de la invasión española a Chile (1865/66).
Uno de los primeros teóricos serios en notar a Guajardo fue Zorobabel Rodríguez, quien le
dedica un artículo en el Diario La Estrella de Chile, en el año 1873 4. Dice allí: “es en la
actualidad el más aplaudido representante de la poesía popular en nuestro país… ha visto
agotarse en no mucho tiempo diez ediciones de algunas de sus coplas y puede con razón
decir al más empingorotado de nuestros vates: ¡soy en Chile el único poeta que vive de sus
versos!” (Tomado de Cornejo, 2013: 523).
Entendiéndolo como expresión fiel del alma y la palabra del pueblo, Rodríguez incluyó en
su Diccionario de Chilenismos (1875) 35 composiciones de Guajardo a modo de ejemplo.
Al cantar la Guerra del Pacífico, Guajardo alcanza su mayor fama como poeta popular.
Fama que es, aún, mítica.
Silva Castro (1954): “Es el más renombrado de todos (los poetas populares)… muchos de
los conocedores de esta forma del ingenio nativo, no vacilan en proclamarle también el
más perfecto de los modelos”.
4
El artículo en cuestión es “Dos poetas de poncho: Bernardino Gallardo (sic) y Juan Morales” aparecido en el
periódico católico y conservador La Estrella de Chile (números 304, 305, 307, 308 y 309) del 3 al 7 de agosto
de 1873 (Uribe Echeverría, 1974). Reproducido completo en Cornejo, 2013.
8
Acevedo Hernández (1933): “Aún hoy los viejos lo recuerdan con más que admiración, con
devoción; con él perdieron su más hermosa realidad; él era el oráculo, la sonrisa, el
consejo, todo… Llegó a ser tan popular que aún hoy día los ancianos lo conducen a uno a
una cité que hay en independencia frente a Nueva de Matte, y le dicen confidencialmente:
Aquí vivió Ño Bernardino”.
Leonardo Eliz (1889): “sus innumerables canciones son conocidas de todos los pueblos de
Chile… y pueden calcularse en más de 200.000 versos los que dejó escritos”.
De ideas conservadoras, Guajardo criticó tanto la Ley de Cementerios Laicos (1883) como
la de Matrimonio Civil (1884) dictadas bajo el gobierno de Domingo Santa María (1881-
1886).
El último testimonio que se conserva de alguien que lo conociera en vida, es el que en 1958
Flora Leyva, a la época de 91 años, le diera a Violeta Parra para su programa radial.
Raúl Silva Castro (1954): “era alto, enjuto de carnes, tuerto de un ojo y del otro no muy
bueno… En 1873, tenía como 55 años y marchaba siempre con la colección de sus obras
bajo el brazo. Las vendía a 5 cts. cada una y a veces vendía hasta un peso diario. Vivía con
su familia”.
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Metodología
Nuestro método de estudio es bastante sencillo. Para cada una de las voces del corpus en
cuestión, buscaremos e incluiremos la definición que da la RAE. Cotejaremos también las
definiciones de dos de los más consultados diccionarios de Internet, tales son:
a) thefreedictionary.com (http://es.thefreedictionary.com), que basa sus definiciones en el
Diccionario Manual de la Lengua Española Vox (Larousse Editorial 2007).
b) wordreference.com (http://www.wordreference.com), basado en el Diccionario de la
Lengua Española (Espasa-Calpe 2005).
Incluiremos una o ambas de las definiciones de estas páginas sólo si aportan algún matiz
distinto a la definición de la RAE.
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Análisis del Corpus lexicográfico
ABASTERO (7)
Rodríguez dice que abastero es el proveedor de reses o carnes vivas (carnicero: vendedor
de carnes muertas).
“Primero es el abastero
que en reses hace gran gasto
y con ellas da el abasto
a todo Santiago entero.” (De todas artes).
VOX: abastero, -ra s. m. y f. Amér. Persona que abastece o provee de frutas, hortalizas,
ganado y otros géneros de consumo.
Propone como sinónimos en Chile y Cuba: abastecedor, proveedor, aprovisionador,
suministrador, municionero.
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ABOMBADO (8)
Rodríguez da dos acepciones: 1. Perder en parte la lucidez de las facultades mentales; 2.
Ebrio, achispado.
Comentario: Esta voz aún se usa para designar cierto estado de perturbación mental (tener
la cabeza abombada), no así su acepción de ebrio. En Google los primeros resultados
aluden a esfericidad.
AVÍO (45)
“La montura, enjalma, pellones y demás piezas que usan nuestros guasos (sic) en vez de
silla de montar a caballo”.
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a caballo al cielo voy
si Dios me presta el avío”. (Los espolones del diablo).
RAE: De aviar.
1. m. Prevención, apresto.
2. m. Entre pastores y gente de campo, provisión que se lleva al hato para alimentarse
durante el tiempo que se tarda en volver al pueblo o cortijo.
3. m. Conveniencia, interés o provecho personal. Ir a su avío Hacer su avío
4. m. Am. Préstamo en dinero o efectos, que se hace a los labradores, ganaderos o mineros.
5. m. pl. coloq. Utensilios necesarios para algo. Avíos de escribir, de coser, de afeitar.
Comentario: Esta voz no nos resulta cercana, no obstante, está plenamente vigente en
cierto ámbito rural, como lo demuestra la siguiente afirmación obtenida de una página Web
turística del Lago Ranco (Región de Los Lagos): “En Río Bueno está la única fábrica de
avíos existente en el país. El avío constituye la base de la montura, elemento fundamental
para cabalgar”.
(http://www.huelladelranco.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=52&Itemi
d=67).
BAJUJO (53)
“Por lo bajo, para denotar con maña y disimulo es muy castizo. No así por lo bajujo, que
lleva en sí algo de picaresco, y que en conversación familiar suele emplear en Chile de vez
en cuando la gente bien instruida”.
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VOX: nf. Por lo bajo: De manera oculta y sin el conocimiento de los demás.
Comentario: Nos parece que esta expresión se ha perdido del todo. Lo generalizado es
decir por lo bajo para referirse a algo oculto o disimulado. Google remite sólo a una página,
relativa a genealogías de caballos de rodeo. Bajujo es el nombre de un caballo nacido en
1938.
RAE: bolsear.
1. tr. C. Rica, Guat., Hond. y Méx. Quitarle a alguien furtivamente lo que tenga de valor.
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2. prnl. Hond. Desembolsar dinero.
VOX: bolsear v. tr. Amér. Central, Méx. Robar algo del bolsillo de alguien.
Comentario: Esta voz, con la acepción que da Rodríguez, está plenamente vigente y
creemos la entiende cualquier chileno. Google ratifica su vigencia. Sinónimo de bolsear es
pechar. La expresión conseguir algo de bolsa ha trocado en conseguir algo a la bolsa.
CÁBULA (74)
Rodríguez dice que cábula es maña, treta, ardid, artificio. Sería corrupción de cábala, que
en sentido recto significa tradición y doctrina recibida, y en el figurado “el arte vano y
ridículo que profesan los judíos valiéndose de anagramas, trasposiciones y combinaciones
de las palabras y letras de la Sagrada Escritura para averiguar sus sentidos y misterios”.
Cabulero(a) es quien abunda en tretas y ardides para lograr su intento embaucando a los
demás.
VOX: nf.
ESPASA-CALPE: Cábula.
1. f. amer. Ardid, maña para lograr algo.
2. amer. Cábala, conjetura.
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Comentario: No es una voz corriente en nuestro medio, creemos que está en desuso.
Google no aporta mucho al respecto. En la Web jergasdehablahispana.org, encontramos lo
siguiente:
“Resultados con "cábula" en México
1) (f.) mentira, engaño.
2) (sust. invariable en género/adj.) bromista pesado, burlón.
3) (sust. invariable en género) malviviente, vago”.
(http://www.jergasdehablahispana.org/index.php?pais=M%E9xico&palabra=c%E1bula&ti
pobusqueda=1)
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1. m. Am. cuerno (prolongación ósea).
2. m. Am. Mer. Cubilete de cuerno.
3. m. Bol. y Col. Juego de dados.
4. m. Chile y Guat. cuerna (vaso de cuerno).
5. m. Chile y Perú. maula (cosa inútil y despreciable).
6. m. Chile. Encargo o trabajo fatigoso e inoportuno.
7. m. jerg. Col. Cigarrillo de mariguana.
8. m. Ec. Chascarrillo, generalmente obsceno.
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quien quiera salir de duda
y tómese una calduda
a ver si quita la gana.
una fábrica arribana
las trabajaba con peras;
más por ciertas vinagreras
Paralizó su trabajo,
y a esta la echaron abajo
las fábricas pequeneras.”
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CARIÑO (92)
Se usa como sinónimo de presente, regalo.
RAE: 1. m. Inclinación de amor o buen afecto que se siente hacia alguien o algo.
2. m. Manifestación de dicho sentimiento. U. m. en pl.
3. m. Añoranza, nostalgia.
4. m. Esmero, afición con que se hace una labor o se trata una cosa.
5. m. Regalo, obsequio.
Comentario: Este vocablo tiene aún vigencia. Se usa la expresión hacerle un cariñito a
alguien para referir el haberle regalado algo.
El DEREB define: “cariño: De uso común, su significado más amplio es inclinación de
amor o afecto que se siente hacia una persona o cosa; por extensión, se aplica como
expresión de afecto, traer un regalo o atención a un visitante, ofreciéndole bebida o comida,
es hacer un cariño”.
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que no alcanza a dar abasto,
pero, en salvando su gasto,
a muchos les da y les fía” (El vendedor).
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artesanal; en otro sentido, se le utiliza para designar a un cliente habitual en el comercio de
las poblaciones”.
COMBO (113)
Dice Rodríguez que combo es un “pesado y tosco martillo de fierro”, usado por herreros y
mineros. Equivalente a almadana (sic, ¿almádena?).
Comentario: Voz aún vigente en la acepción de Rodríguez. A ella se han agregado los
significados 2 y 6 de la segunda acepción de la RAE.
El DEREB define: “combo: De uso común, viene de la voz de origen quechua k’umpa,
mazo de piedra; se aplica como golpe de puños, puñetazo. En el medio laboral, es
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herramienta que se usa para demoler; en el ambiente minero, es una herramienta que usa el
contratista; en el medio comercial, es un paquete con diversos productos juntos, a modo de
oferta”.
CONTRAPESO (119)
De igual significado que cominillo. “Como el que está con un cominillo, el que siente un
contrapeso anda inquieto por alguna duda que le mortifica o eventualidad que teme”.
RAE: 1. m. Peso que se pone a la parte contraria de otro para que queden en equilibrio.
2. m. Cosa que se considera y estima suficiente para equilibrar o moderar otra que
prepondera y excede.
3. m. Añadidura que se echa para completar el peso de carne, del pescado, etc.
4. m. balancín (palo largo de los volatineros).
5. m. Moneda o cizalla que en las fábricas de moneda se refundía, pesaba y acuñaba de
nuevo.
Comentario: Voz en desuso como sinónimo de cominillo. Esta última voz aún se emplea
pero con un sentido distinto al que se desprende del texto de Rodríguez.
COSTINO, A (124)
Dice Rodríguez que costino (a) se refiere sólo a las personas o animales provenientes de la
costa. Para los objetos inanimados se usa costanero.
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han quebrantado la alianza
deponiendo su confianza
en los caciques costinos
o mejor dicho abajinos
que eran del gobierno aliados” (Rebelión de los indios salvajes)
CUARTAGUEAR (132)
Verbo formado a partir de la voz cuartago, que designa al caballo de paso. “se aplica a los
que, caminando, mueven las piernas semejantemente a los caballos de aquella especie”.
RAE: nf.
VOX: nf.
ESPASA-CALPE: nf.
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Comentario: Voz completamente en desuso. No figura en ninguno de los diccionarios y
Google no entrega resultado alguno. Cuartago tampoco es expresión corriente actualmente
en Chile. Google, para cuartago, da como resultado entradas que remiten a textos antiguos.
CULERO (135).
Especie de faja de cuero usada por los mineros de la época para cubrirse las asentaderas.
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Comentario: Nos parece que es voz en desuso, no obstante el DEREB define: “culero: De
uso en el medio minero, viene de culo, del latín culus, nalgas; trapos viejos puestos en las
posaderas”.
Google entrega entradas que remiten en su mayoría a homosexual.
CURARSE (136).
Embriagarse.
RAE: Curar.
(Del lat. curāre, cuidar).
1. tr. Aplicar con éxito a un paciente los remedios correspondientes a la remisión de una
lesión o dolencia. U. t. c. prnl.
2. tr. Disponer o costear lo necesario para la curación de un enfermo.
3. tr. Sanar las dolencias o pasiones del alma.
4. tr. Remediar un mal.
5. tr. Preparar la carne o el pescado por medio de la sal, el humo, etc., para que, perdiendo
la humedad, se conserve por mucho tiempo.
6. tr. Curtir y preparar una piel para usos industriales.
7. tr. Conservar entre cieno y agua o al aire libre, según el uso para que estén destinadas, las
maderas cortadas mucho tiempo antes de ser usadas.
8. tr. Beneficiar los hilos y los lienzos para que se blanqueen.
9. tr. Secar o preparar convenientemente algo para su conservación.
10. tr. Cuba y Ven. Preparar la hoja del tabaco sometiéndola a un proceso especial.
11. intr. sanar (recobrar la salud). U. t. c. prnl.
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12. intr. Cuidar de algo, poner cuidado. Lo dijo sin curar DE aducir pruebas. U. t. c. prnl.
Siguió adelante sin curarse DE los obstáculos.
13. prnl. coloq. NO Arg., Bol. y Chile. embriagarse (perder el dominio de sí por beber en
exceso).
Comentario: Voz con plena vigencia en la acepción que da Rodríguez así lo corrobora el
DEREB y Google. Curar se emplea en Chile en la mayoría de los significados que le
asigna la RAE.
CHONCHON (170-171)
Ave mitológica de costumbres nocturnas, agorera de desgracias.
“A mi también me ha pasado
que dijo un amigo fino
allí viene Bernardino
¿cómo del me burlaré?
al hablarlo le diré
¡pasa chonchón tu camino! (El chonchon pasajero).
RAE: nf.
VOX: nf.
ESPASA-CALPE: nf.
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CHUECO (175)
Se llama chueco a lo que en castellano es torcido, “y muy particularmente a la persona que
tiene piernas como estevas, a la española estevadas, patituertas”.
ESPASA-CALPE: chueco, ca
1.adj. amer. De piernas arqueadas.
2.amer. Torcido, ladeado.
3.amer. Zurdo.
4.amer. col. Tramposo.
Comentario: No es muy usada en nuestro entorno para referir a quien tenga las piernas
arqueadas. Se usa más en los significados 2 y 4 de la RAE. En Google mayormente se la
usa para designar falta de rectitud en el obrar.
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El DERB define: “chueco: De uso común, probable derivación de la voz vasca txoko, hueso
redondeado que encaja en otro, como el fémur en la cadera; apodo dado a individuo que
tiene las piernas arqueadas; persona inconsecuente, que defrauda con su conducta”.
DE (179-180)
Rodríguez da cuatro usos de la preposición de y en tres de ellos acude a Guajardo para
ejemplificar. A saber:
b.- En la locución campesina de efectivo, que designa algo que “sucede sin interrupción,
constante y permanentemente”.
c.- En la expresión de no, que equivale a la frase para el caso en que así no suceda.
“Y me darán el premio
si es de ley; de no paciencia” (Repartición de premios de los años a los meses).
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Comentario: Al tratarse de expresiones y no de palabras, los diccionarios nos han sido de
poca utilidad. Tampoco Google las procesa como tales. Basados sólo en nuestra
experiencia, creemos que sólo el primero de los usos podría estar vigente, esto es, de en
reemplazo de la expresión tan luego como. Aunque creemos que la expresión actual, de uso
bastante limitado y más bien literario, es en de que y no solamente de y es, nos parece, en
reemplazo de desde que. Hay una famosa tonada de Luis Bahamondes (1915-1978) que
tiene el siguiente verso: “en de que te vi, que te quiero”.
Comentario: Nos parece que desparejo ya no se usa. Disparejo tiene aún la significación
que le asigna Rodríguez. También se usa en el sentido de la RAE. En Google la inclinación
es hacia este último.
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“Si estoy refiriendo un verso
se para el tonto de firme
A tacharme i a decirme
que es falsa lo que converso” (Los tachadores).
RAE: firme.
(Del lat. vulg. firmis, lat. firmus).
1. adj. Estable, fuerte, que no se mueve ni vacila.
2. adj. Entero, constante, que no se deja dominar ni abatir.
3. m. Capa sólida de terreno, sobre la que se puede cimentar.
4. m. Capa de guijo o de piedra machacada que sirve para consolidar el piso de una
carretera.
5. m. Cuba. Terreno virgen.
6. m. pl. Mil. Postura que consiste en estar parado con los tacones juntos, los pies en
escuadra y los brazos rígidos pegados al cuerpo.
7. adv. m. Con firmeza, con valor, con violencia.
de firme.
1. loc. adv. Con constancia y ardor, sin parar.
2. loc. adv. Con solidez.
3. loc. adv. Recia, violentamente.
Comentario: No es expresión usada en nuestro entorno. Nos parece que está en desuso.
Google no aclara mucho.
“Quítate de mi presencia,
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contestó el loro con prosa:
deja, lora fastidiosa,
de fregarme la paciencia” (Celos de la lora a1 loro).
RAE: fregar.
(Del lat. fricāre, frotar, restregar).
1. tr. Restregar con fuerza una cosa con otra.
2. tr. Limpiar algo restregándolo con un estropajo, un cepillo, etc., empapado en agua y
jabón u otro líquido adecuado.
3. tr. coloq. Am. Fastidiar, molestar, jorobar. U. t. c. prnl.
4. tr. vulg. C. Rica, Hond., Méx. y Ven. Causar daño o perjuicio a alguien. U. t. c. prnl.
Comentario: Voz vigente en el uso que entrega Rodríguez. Valdría agregar que en la
actualidad algo fregado es, en algunos casos, algo complicado, de difícil solución. Google
entrega tanto las acepciones de la RAE como la de Rodríguez.
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RAE: No figura fullingue.
fuñingue.
1. adj. Chile y Cuba. Dicho de una persona: débil, tímida o enclenque.
2. adj. Cuba. Dicho de un animal: débil (de poco vigor).
FUTRE (227).
Rodríguez afirma que es sinónimo de paquete: “caballero de caudal y de buen gusto que se
compone y acicala”. No obstante, el futre es, más bien, un mal remedo de paquete. Es en
boca del pueblo que ambas palabras se equiparan, significando “hombre de levita, vestido
decentemente”.
RAE: futre.
(Del fr. foutre).
1. m. And. y Am. Mer. lechuguino (hombre joven que se compone mucho).
2. m. And. y Am. Mer. Persona vestida con atildamiento.
32
Comentario: Voz aún vigente pero con el sentido un tanto cambiado. El DEREB la registra
como: “futre: De uso en el medio campesino, viene del francés foutre; se usa para designar
en forma despectiva al patrón de un fundo; también es un sinónimo de petimetre.
GLORIADO (231)
Bebida hecha a base de agua caliente, aguardiente y azúcar quemada.
RAE: gloriado.
(Del part. de gloriarse).
1. m. Am. Cen. y Am. Mer. Especie de ponche hecho con aguardiente.
33
y hasta un guaso de Viluco
corriéndola con el cuco
se la llevó por el llano” (La pobrecita de mi Juana).
Comentario: Voz vigente, aunque en nuestros días no designa al hombre de a caballo sino
más bien al campesino. Es de notar que tanto Rodríguez como los diccionarios usen la
grafía guaso y no huaso como acostumbra a escribirse en la actualidad en Chile. Es esta
una palabra bastante polémica en cuanto a su origen, pero un detalle de tal discusión excede
los alcances de este trabajo.
Derivados son:
34
Guatón (panzón, barrigudo); Guatero (quien vende guatitas de vaca o cordero); Como
guata (dícese de cosas muy suaves, lacias y peladas); Hablar de guatón (hablar por hablar,
sin son ni ton); Tenderse de guata (tenderse a la bartola).
RAE:
Guata (1).
(Del fr. ouate).
1. f. Lámina gruesa de algodón en rama, engomada por ambas caras, que sirve para
acolchados o como material de relleno.
Guata (2).
(Del mapuche huata).
1. f. coloq. NO Arg., Bol., Chile, Ec. y Perú. Barriga, vientre, panza.
Comentario: Voz vigente en las acepciones que entrega Rodríguez. En cuanto a las
derivaciones, guatón (ona) aún se utiliza, no así guatero, voz que actualmente designa una
“Bolsa de material flexible que, llena de agua caliente, se usa para calentar la cama o
alguna parte del cuerpo” (RAE). En lo que se refiere a las expresiones:
Como guata, no se usa en el sentido que le asigna Rodríguez, quedar como guata es
actualmente quedar muy borracho.
Hablar de guatón, nos parece que se ha perdido.
Tenderse de guata, aún se usa en el sentido que le da Rodríguez, aunque actualmente la
expresión para designar despreocupación es tenderse de guata al sol.
El DEREB la registra como sigue:
35
Guata: De uso común, viene de la voz mapuche, watha que significa panza, barriga; de ella
derivan las palabras guatón, guatusi, enguatao, guatero, guatazo, etc. En el medio juvenil,
es el nombre que se da a una muchacha poco atractiva, algo gorda.
RAE: gustar.
(Del lat. gustāre).
1. tr. Sentir y percibir el sabor de las cosas.
2. tr. experimentar (probar).
3. intr. Agradar, parecer bien.
4. intr. Dicho de una persona: Resultar atractiva a otra.
5. intr. Desear, querer y tener complacencia en algo.
Comentario: Voz perdida en la acepción que entrega Rodríguez. Así lo ratifica Google.
Todas las otras significaciones de la RAE tienen vigencia.
INTER (265)
En lugar de mientras. Se usa sólo o antepuesto a tanto (intertanto).
36
le formó con sumo amor
de una costilla su esposa” (Fin de la Creación).
RAE: inter-.
(Del lat. inter).
1. pref. Significa 'entre' o 'en medio'.
2. pref. Significa 'entre varios'.
IR (267).
En Chile, ir indica “la propensión de alguno a hacer tal o cual cosa”. Rodríguez
ejemplifica, sin mencionar al autor, con los siguientes versos:
Cita también las frases ir a peor, ir a mejor, para señalar el empeoramiento o convalecencia
de alguna enfermedad.
37
Comentario: Para esta voz no nos han sido muy útiles los diccionarios. La acepción que da
Rodríguez es aún usada pero en un ámbito más bien literario. En cuanto a las expresiones ir
a peor, ir a mejor, no nos son muy familiares aunque Google muestra que están aún en uso.
LACHO, A (271-272).
Rodríguez propone su origen en el aymará gualaicho (alegre, travieso).
“El lacho es el amartelado galán, el pisaverde, y a veces también el Tenorio y el
Montecristo del mundo de los campos y chinganas”.
Se usa también en femenino, “y entonces se toma siempre en mala parte”.
RAE: lacho.
1. m. Chile. Amante, galán.
2. m. Chile. Hombre enamoradizo.
38
¡Ve como tienen los lesos
Rodeado a Pedro Urdemales!” (Los tachadores).
lesera.
1. f. coloq. Chile. tontería (dicho o hecho tonto).
2. f. coloq. Chile. Asunto sin importancia.
39
tienen su venta especial” (De todas artes).
40
salió diciendo la lora,
yo veré si vas ahora
a odiarme, loro borracho” (Celos de la lora al loro).
RAE: odio.
(Del lat. odĭum).
1. m. Antipatía y aversión hacia algo o hacia alguien cuyo mal se desea.
odiar.
1. tr. Tener odio.
PEGUAL (361)
“Especie de cincha de cuero con una argolla metálica que sirve para amarrar el lazo, y
sujetar con él a los animales enlazados”.
RAE: pegual.
(De pihuela, con cruce de apegualar, apiolar).
1. m. Am. Mer. Cincha con argollas para sujetar los animales cogidos con lazo o para
transportar objetos pesados
41
PETARDAEARSE (368)
Petardearse es engañarse, “sufrir un petardo”.
RAE: petardear.
1. tr. Mil. Batir una puerta con petardos.
2. tr. p. us. Estafar, engañar, pedir algo de prestado con ánimo de no volverlo.
ESPASA-CALPE: petardear
1. intr. Hacer algo un ruido como de petardazo.
Comentario: No es voz que nos sea familiar en la acepción de Rodríguez, que recoge la
RAE. La creemos en desuso en Chile. En Google encontramos la acepción de ESPASA-
CALPE.
PILILO (374)
Sinónimo de roto: calificativo que designa “a los individuos de la última clase, a los mas
pobres desaliñados y zaparrastrosos”.
42
Comentario: Palabra aún vigente, así lo muestra Google, pero creemos que de uso no muy
extendido. El DEREB la define como: “pililo: De uso común, palabra de origen incierto;
individuo andrajoso, insignificante, pobre y rasca”.
PITAR (379).
Sinónimo de fumar.
43
Comentario: Voz en uso en la acepción de Rodríguez. Actualmente ha adquirido otros
significados rescatados por el DEREB: “pitar: De uso en el medio delictual, voz
onomatopeya; es perjudicar, engañar, quitar o robar un objeto o dinero, se usa la expresión
me lo pitié, cuando se reconoce un robo, agresión o crimen. Estar pitiao puede significar
que te robaron o incluso que te violaron”. No hemos oído emplear esta voz en la
significación 6 de la RAE.
44
que pretende a una mujer; ser el pololo(a) de alguien, es haber conseguido ya algunos de
sus favores. También tiene la significación de trabajo esporádico.
POSTRERO, A (386).
Este adjetivo es usado en Chile como adverbio, sinónimo de después.
PREVENIR (388)
Se usa, por semejanza, en reemplazo de provenir.
45
RAE: prevenir.
(Del lat. praevenīre).
1. tr. Preparar, aparejar y disponer con anticipación lo necesario para un fin.
2. tr. Prever, ver, conocer de antemano o con anticipación un daño o perjuicio.
3. tr. Precaver, evitar, estorbar o impedir algo.
4. tr. Advertir, informar o avisar a alguien de algo.
5. tr. Imbuir, impresionar, preocupar a alguien, induciéndole a prejuzgar personas o cosas.
6. tr. Anticiparse a un inconveniente, dificultad u objeción.
7. prnl. Disponer con anticipación, prepararse de antemano para algo.
Comentario: Nos parece que este reemplazo (prevenir por provenir) no se efectúa en la
actualidad, o se realiza en círculos de muy bajo nivel educacional.
Comentario: Tratándose de una expresión poco han ayudado los diccionarios. Google
muestra que la acepción que entrega Rodríguez está aún vigente.
PUYA (394-395)
Dice Rodríguez que la locución dar puya es usada “ya como una interjección para animar
a los que riñen, ya para expresar el acto mismo de reñir”.
46
“Después llegó la patrulla
haciendo parar el canto
y ellos se enojaron tanto
que se formó una gran bulla:
comenzaron a dar puya
quebrando hasta las clavijas” (Un lazo de verijas).
Puya (2).
(Del mapuche puuya).
1. f. Bol. y Chile. Planta de la familia de las Bromeliáceas, de que existen varias especies.
Su altura varía de dos a cinco metros. Tiene hojas tendidas, verdes y blancas en la cara
inferior, flores amarillas y en alguna especie azules, con largos pétalos que se arrollan en
espiral al secarse.
Comentario: Hemos escuchado esta voz en la acepción de Rodríguez pero bastante a los
lejos y sólo en ambientes rurales. El DEREB define: “puyar: De uso en el medio
campesino, viene de la voz de origen mapuche puuya; bregar, esforzarse, trabajar con
ahínco”. Tampoco no es muy familiar este uso.
Google muestra un mayoritario uso de puya para designar una planta (puya chilensis)
conocida como chagual, cardón o montera.
47
RANCHO, ERÍA (406-407)
Se usa rancho con la acepción de choza, cabaña pajiza. Ranchería es el conjunto de
ranchos.
RAE: rancho.
(De rancharse).
1. m. Comida que se hace para muchos en común, y que generalmente se reduce a un solo
guisado; p. ej., la que se da a los soldados y a los presos.
2. m. Conjunto de personas que toman a un tiempo esta comida.
3. m. Lugar fuera de poblado, donde se albergan diversas familias o personas. Rancho de
gitanos, de pastores.
4. m. Choza o casa pobre con techumbre de ramas o paja, fuera de poblado.
5. m. coloq. Unión familiar de algunas personas separadas de otras, que se juntan a hablar o
tratar alguna materia o negocio particular.
6. m. Mar. Lugar determinado en las embarcaciones, donde se aloja a los individuos de la
dotación. Rancho del armero.
7. m. Mar. Cada una de las divisiones que se hacen de la marinería para el buen orden y
disciplina en los buques de guerra, para alternarse en las faenas y servicios por ranchos.
8. m. Mar. Provisión de comida que embarca el comandante o los individuos que forman
rancho o están arranchados.
9. m. And. Finca de labor de menos extensión que el cortijo y por lo común con vivienda.
48
Comentario: Voz plenamente vigente en la acepción de Rodríguez. Google muestra que la
palabra rancho ha sido masivamente adoptada por la industria gastronómica y turística.
Creemos que para este caso se basa en la significación 9 de la RAE, también muy extendida
en Chile.
RASCARSE (408).
Embriagarse, emborracharse. El sustantivo correspondiente es rasca (embriaguez).
RAE: rascar.
(Del lat. rasicāre, raer, de rasus).
1. tr. Refregar o frotar fuertemente la piel con algo agudo o áspero, y por lo regular con las
uñas. U. t. c. prnl.
2. tr. arañar (raspar, herir ligeramente con las uñas).
3. tr. Limpiar algo con un rascador o una rasqueta.
4. tr. Producir sonido estridente al tocar con el arco un instrumento de cuerda.
5. tr. coloq. Ven. embriagar (causar embriaguez). U. t. c. prnl.
6. prnl. coloq. Ur. haraganear.
49
RECAUDO, ERO, A (412)
Se llama recaudo “a las legumbres que se ofrecen en venta en los mercados”. Quienes las
venden son las recauderas.
“Pasemos al recaudero,
fruteros y pescadores,
polleros y vendedores
de perdices…” (De todas artes).
RAE: recaudo.
1. m. Acción de recaudar.
2. m. Precaución, cuidado.
3. m. El Salv. y Méx. Aderezo líquido y espeso usado para condimentar carnes.
4. m. ant. Documento que justifica las partidas de una cuenta.
recaudero, ra.
1. m. y f. Méx. Persona que tiene una recaudería.
Comentario: Nos parece que esta voz en la acepción de Rodríguez se ha perdido. Vale
notar que la RAE señala que en México se llama recaudero al dueño de una recaudería,
palabra esta última sinónimo de especiería (tienda de especies), pues se produce alguna
cercanía con la acepción de Rodríguez. Recaudo es en Chile, nos parece, abrigo, cobijo,
lugar seguro, tal como en la expresión a buen recaudo que señala la RAE. Google no
entrega resultados para recaudo.
50
Hacerse el zorro rengo es “disimular astutamente, encubrir con achaques de vejez,
enfermedad u otros semejantes las miras que se tienen”.
Comentario: En Chile, actualmente rengo es la forma culta de llamar al cojo, sin distinción
de la causa de su cojera. En Google el pueblo de nombre Rengo monopoliza las entradas de
búsqueda.
RICO (424)
Entre los huasos, rico es el hacendado.
51
1. adj. Adinerado, hacendado o acaudalado. U. t. c. s.
2. adj. Abundante, opulento y pingüe.
3. adj. Dicho de un terreno: fértil. Ricas tierras de labor.
4. adj. Lujoso, o de mucho valor o precio. Las paredes estaban cubiertas de ricos tapices.
5. adj. Gustoso, sabroso, agradable.
6. adj. Muy bueno en su línea.
7. adj. coloq. Dicho especialmente de un niño: Bonito y a la vez gracioso, encantador. ¡Qué
niños más ricos tiene!
8. adj. coloq. U. aplicado a las personas como expresión de cariño. U. t. en sent. irón. o
despect.
9. adj. desus. Noble o de alto linaje, o de conocida y estimable bondad. Era u. t. c. s.
Comentario: Aún se emplea en Chile la voz rico para designar a las personas adineradas.
También es muy frecuente en la significación 5 de la RAE. Google así lo ratifica.
52
Comentario: No nos es familiar esta expresión. Google muestra que aún se emplea en la
acepción que le da Rodríguez. En la edición del 12 de agosto de 2005, en la sección “la
ficha pop”, del Diario La Cuarta se lee:
TENDALADA (452)
Semejante a la voz española tendalera “descompostura y desorden de las cosas que se
dejan tendidas por el suelo”.
“Dejando la tendalada
de godos en esos llanos, (los de Maipo)
los que libraron huyeron
con su jefe don Mariano
Para nunca más volver,
y Chile quedó en descanso” (Romance de su vida).
RAE: tendalada.
1. f. Am. tendal (cuerpos o cosas que han quedado tendidos).
tendal.
(De tender).
1. m. toldo (cubierta de tela para hacer sombra).
2. m. Conjunto de cosas tendidas para que se sequen.
3. m. Trozo largo y ancho de lienzo, que se pone debajo de los olivos para que caigan en él
las aceitunas cuando se recogen.
4. m. Secadero de frutos.
53
5. m. Ast., Cantb. y Sal. tendedero.
6. m. Ext. Cada uno de los dos maderos laterales del lecho de la carreta.
7. m. Arg., Bol., Chile, Par. y Ur. Gran cantidad de cuerpos o cosas que por causa violenta
han quedado tendidos.
8. m. Ec. En las haciendas de la costa, sitio destinado para asolear las almendras de cacao.
9. m. ant. Lugar cubierto en donde se esquilaba el ganado.
TRENZARSE (464).
“Por tomarse cuerpo a cuerpo, a brazo partido”.
RAE: trenzar.
(Del lat. trinitiāre, de trini, de tres).
1. tr. Hacer trenzas.
2. intr. Danza y Equit. Hacer trenzados.
Comentario: Voz vigente en la acepción que da Rodríguez. Google así lo ratifica, aunque
en la actualidad se usa mayormente la expresión trenzarse a golpes.
54
VERIJA (476)
Para Rodríguez es una corrupción de la voz española vedija, y se emplea como sinónimo de
ijada o ijar “cualquiera de las dos cavidades que hay entre las costillas falsas y el vientre
inferior del cuerpo animal”.
“Y a1 guaso me le robaron
hasta el lazo de verijas” (El lazo de verijas).
RAE: verija.
(Del lat. virilĭa, pl. n. de virīlis, viril).
1. f. Región de las partes pudendas.
VOX: verija
f. anat. Pubis (parte del vientre).
Comentario: Si bien la acepción que da Rodríguez aún está en uso, Google así lo muestra,
es la acepción de la RAE, nos parece, la más extendida, refiriéndose, eso sí, a las partes
pudendas masculinas.
VINAGRERA (477)
Se emplea para referirse a la acidez del estómago.
55
5. f. pl. Pieza de madera, metal o cristal con dos o más ampolletas o frascos para solo aceite
y vinagre, o para estos y otros condimentos, la cual se emplea en el servicio de la mesa de
comer.
Comentario: Voz aún empleada en la acepción que da Rodríguez. Google así lo corrobora.
RAE: nf.
Comentario: Este verbo no nos resulta familiar. Google muestra que está vigente en tanto
recuerdo pero no en uso. El DEREB define: “zorzalear: De uso en el medio campesino,
viene de zorzal; es obtener dinero mediante engaño, fingiendo un apuro, es sinónimo de
sablear”.
Resumen
1) ABASTERO (7)
Incorporada por la RAE y al parecer vigente
2) ABOMBADO (8)
56
Para este caso el diccionario VOX se acerca más a uno de los sentidos de Rodríguez que el
de la RAE. Voz vigente en una de sus acepciones.
3) AVÍO (45)
Voz vigente pero no incorporada por la RAE.
4) BAJUJO (53)
Voz perdida y no incorporada por la RAE.
5) BOLSEAR, BOLSERO, BOLSEO, DE BOLSA (64)
Voz vigente. La RAE no representa el sentido que se le da en Chile.
6) CÁBULA (74)
Nos parece que no está vigente. Es curioso que ESPASA-CALPE la recoja y la RAE no.
Interesante es, si aceptamos con Rodríguez que se trata de un chilenismo, su
desplazamiento hacia México
7) CACHO, AR, ADA, UDO, UDA (77-78)
Voz vigente aunque con adiciones. La RAE ha aceptado casi todos los significados.
8) CALDUDA o CALDÚA (80-81)
Voz vigente pero con limitantes. Recogida por la RAE.
9) CARIÑO (92)
Voz vigente. Recogida por la RAE.
10) CASERO, ERA, ERÍA (101-102)
Voz vigente, no así la derivación casería. Recogida por la RAE.
11) COMBO (113)
Voz en uso pero ampliada en su sentido. La RAE recoge estos significados.
12) COSTINO, A (124)
Voz vigente. Recogida por la RAE.
13) CUARTAGUEAR (132)
Voz perdida. No recogida por la RAE.
14) CULERO (135).
Voz en desuso. No recogida por la RAE.
15) CURARSE (136).
Voz vigente. Recogida por la RAE.
16) CHONCHON (170-171)
57
Voz vigente pero ampliada. No recogida por la RAE en ninguna acepción.
17) CHUECO (175)
Voz en uso aunque trocada y ampliada. Recogida por la RAE.
18) DE (179-180)
De, en reemplazo de la expresión tan luego como: tiene cierta vigencia. La expresión de
efectivo no.
19) DISPAREJO, DESPAREJO (194).
Voz vigente. No recogida por la RAE.
20) FIRME (de) (217).
Voz en desuso. Recogida por la RAE.
21) FREGAR, ADO, A, AZON (220-221).
Voz vigente aunque ampliada. Recogida por la RAE.
22) FULLINGUE ó FUÑINGUE (225-226).
Voz al parecer vigente. Recogida en parte por la RAE.
23) FUTRE (227).
Voz vigente. Recogida en parte por la RAE.
24) GLORIADO (231)
Voz vigente. Recogida por la RAE.
25) GUASO, A, ERIA (241-242)
Voz vigente aunque con distinta ortografía. Recogida por la RAE.
26) GUATA, ON, ONA, ERO, ERA (242-243)
Voz vigente aunque ampliada. Recogida en parte por la RAE.
27) GUSTAR, ADOR, ORA (244-245)
Voz en desuso. No recogida por la RAE.
28) INTER (265)
Voz en parte vigente. Recogida en parte por la RAE.
29) IR (267).
Expresiones al parecer vigentes.
30) LACHO, A (271-272).
Voz vigente. Recogida por la RAE.
31) LESO, A, URA, EAR (279-280).
58
Voz vigente. Recogida por la RAE.
32) MATE, ERO, A (308-309)
Voz vigente aunque ampliada. Recogida por la RAE.
33) ODIO, ODIAR (334).
Voz vigente. No recogida por la RAE.
34) PEGUAL (361)
Voz vigente. Recogida por la RAE.
35) PETARDAEARSE (368)
Voz en desuso. No recogida por la RAE.
36) PILILO (374)
Voz vigente. Recogida por la RAE.
37) PITAR (379).
Voz vigente aunque ampliada. Recogida por la RAE.
38) POLOLO, POLOLEAR (381-382).
Voz en uso aunque con modificaciones. Recogida por la RAE.
39) POSTRERO, A (386).
Voz en desuso. No recogida por la RAE.
40) PREVENIR (388)
Voz en desuso. No recogida por la RAE.
41 PROPIO (lo) (389)
Voz vigente.
42) PUYA (394-395)
Voz de uso limitado. La RAE no recoge la acepción de Rodríguez.
43) RANCHO, ERÍA (406-407)
Voz vigente. Recogida por la RAE.
44) RASCARSE (408).
Voz en desuso en la acepción de Rodríguez. No la recoge la RAE.
45) RECAUDO, ERO, A (412)
Voz en desuso en la acepción de Rodríguez. No la recoge la RAE.
46) RENGO, RENGUEAR (419)
Voz vigente. Recogida por la RAE.
59
47) RICO (424)
Voz vigente. Recogida por la RAE.
48) TALCA, TALQUINA (la) (449)
Expresión al parecer vigente. No la recoge la RAE.
49) TENDALADA (452)
Voz vigente. Recogida por la RAE.
50) TRENZARSE (464).
Voz vigente. No recogida por la RAE.
51) VERIJA (476)
Voz en uso aunque modificada. Recogida por la RAE.
52) VINAGRERA (477)
Voz vigente. No recogida por la RAE.
53) ZORZALEAR, ERO, A (486-487)
Voz en desuso. No recogida por la RAE.
Tenemos pues, que de las 53 palabras que forman nuestro corpus, 41 tienen aún cierta o
plena vigencia. Tenemos también que 28 de estas palabras figuran en el Diccionario de la
RAE.
Al parecer, de poder suceder que de improviso nos encontráramos con Guajardo, no nos
sería tan difícil entendernos. El habla, queremos creer, funciona en constante expansión,
pero siempre desde cierto acervo basal que le permite mantenerse a la par que evolucionar.
Referencias
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de poncho” de Zorobabel Rodríguez”. En: Revista de Dialectología y Tradiciones
Populares, Vol. LXVIII, N° 2, 517-548.
Eliz, Leonardo (1889). Musas chilenas. Siluetas líricas y biográficas sobre los más
distinguidos poetas nacionales. Santiago: Imprenta de La Unión.
60
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Rodolfo: El español en Chile. Biblioteca de Dialectología Hispanoamericana VI, Instituto
de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires: 7-48.
Lira Urquieta, Pedro (1969). Vocablos académicos y chilenismos. Santiago: Edit. Andrés
Bello
Medina, José T. (1928). Chilenismos, apuntes lexicográficos. Santiago: Soc. Imp. y Lit.
Universo.
Montes, José Joaquín (1954). “Reseña a Ambrosio Rabanales: Introducción al estudio del
español de Chile. Santiago de Chile, Editorial Universitaria”, en Thesaurus, Tomo X.
Núms. 1, 2 y 3: 425-428.
Salinas, Maximiliano (1982): “La actitud religiosa del poeta popular chileno Bernardino
Guajardo, 1812-1886”. Separata de Anales de la Facultad de Teología, Vol. XXXIII, 207-
228. Pontificia Universidad Católica de Chile.
Silva Castro, Raúl (1954): “Nociones históricas sobre la décima glosada”. En: Anales de la
Universidad de Chile, N° 93, 49-59.
Uribe Echevarría, Juan (1973). Tipos y cuadros de costumbres en la poesía popular del
siglo XIX. Santiago: Pineda Libros.
Uribe Echevarría, Juan (1974). Flor de canto a lo humano. Santiago: Editora Nacional
Gabriela Mistral.
Uribe Echevarría, Juan (1984). “La Poesía Popular y las diferencias limítrofes entre Chile y
Argentina”. En: Anales de la Universidad de Chile, Quinta Serie, N° 5, 477-501.
61
ÍNDICE
Introducción…………………………………………………………….. 2
Marco Teórico………………………………………………………….. 4
El español hablado en Chile: los chilenismos y su estudio…….. 4
El Diccionario de Chilenismo de Zorobabel Rodríguez……….. 6
Bernardino Guajardo (1812-1886) y la Lira Popular (1866-1930). 7
Metodología……………………………………………………………… 11
Análisis del Corpus lexicográfico………………………………... 12
Resumen………………………………………………………………….. 57
Referencias……………………………………………………………….. 61
62