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UNIVERSIDAD DE LA SERENA

FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE ARTES Y LETRAS

Vigencia de los chilenismos que Zorobabel Rodríguez, en su Diccionario


de 1875, ejemplifica con la poesía de Bernardino Guajardo
Trabajo de investigación para el ramo Lenguaje y Sociedad
Magíster Interdisciplinario en Estudios Latinoamericanos

Autor: Marco Parra M.

Docente: Herman Carvajal

1
Introducción

De un tiempo a esta parte el híbrido movimiento conocido como Lira Popular, ha recibido
la atención de varios estudiosos que desde distintas disciplinas han creído poder encontrar
allí material para la historia, la crítica, la teoría social, el folklore, los estudios de género,
etc.1

Es así como ya existen las compilaciones de dos de los más destacados representantes de
este movimiento: Daniel Meneses y Rosa Araneda2. No obstante, y a pesar de que
mayoritariamente se le considera el más ejemplar de los poetas populares, aún no se realiza
ni una compilación definitiva de la obra de Bernardino Guajardo, ni se ha realizado un
estudio que la encare en su totalidad. El texto de Maximiliano Salinas La actitud religiosa
del poeta popular chileno Bernardino Guajardo, 1812-1886 (1982. Anales de la Facultad
de Teología, vol. 33, 207-228), es el único acercamiento que conocemos a la obra en
particular del poeta, pues sólo se le ha estudiado como miembro de la Lira en antologías
colectivas3.

En esta oportunidad intentaremos acercarnos al habla de Bernardino Guajardo, básicamente


a su léxico. Nos valdremos para ello de un corpus lexicográfico establecido hace más de
140 años. En efecto, tomaremos los vocablos que Zorobabel Rodríguez, en su Diccionario

1
Sólo por citar algunos mencionamos: Palma Alvarado, Daniel (2006). “La ley pareja no es dura"
representaciones de la criminalidad y la justicia en la Lira Popular chilena”, en Historia No 39, Vol. I, enero-
junio 2006: 177-229; Salinas Campos, Maximiliano (2004). “Allende, Juan Rafael, “El Pequén”, y los rasgos
carnavalescos de la literatura popular chilena del siglo XIX”, en Historia No 37, Vol. I, enero-junio 2004:
207-236; Tala Ruiz, Pamela (2001). “Género y memoria en la lira popular”, en Cyberhumanitatis Nº 19.
Disponible en http://www2.cyberhumanitatis.uchile.cl/19/ptalaruiz.html.
2
Navarrete Micaela, Palma Daniel (Compil.) (2008) “Los diablos son los mortales. La obra del poeta popular
Daniel Meneses”. Santiago: Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares de la Biblioteca Nacional;
Centro de Investigaciones Diego Barros Arana. Navarrete Micaela (Compil.) (1998). “Aunque no soy
literaria: Rosa Araneda en la poesía popular del siglo XIX”. Santiago: Biblioteca Nacional, Archivo de
Literatura Oral y Tradiciones Populares.
3
Acevedo Hernández, Antonio ([1933] 2015). Los cantores populares chilenos. Santiago: Ediciones Tácitas.
Muñoz, Diego (compil.) (1972). Poesía popular chilena. Santiago: Quimantú. Uribe Echeverría, Juan (1973).
Tipos y cuadros de costumbres en la poesía popular del siglo XIX. Santiago: Pineda Libros. Uribe Echeverría,
Juan (1974). Flor de Canto a lo humano. Santiago: Gabriela Mistral.

2
de Chilenismos de 1875, ejemplificó con la poesía de Guajardo, en el entendido que el
poeta era un hablante chileno ejemplar.

Nuestra intención es evaluar, de manera muy superficial, la vigencia, pérdida o mutación de


sentido de tales voces, pudiendo establecer, así, algunos referentes acerca de la evolución
de nuestra lengua.

Para ello, y ante la estrechez de tiempo y recursos para un estudio más concienzudo,
basamos nuestro criterio de vigencia en tres indicadores, a saber:
1) Diccionarios, ocupamos en este trabajo el de la RAE, dos de los más utilizados en
Internet y uno de chilenismos;
2) La acepción que a los vocablos de nuestro corpus se le da en las entradas de búsqueda de
Google Chile. Es decir, entramos a Google, digitamos una palabra, buscamos con la opción
“paginas de Chile” y miramos con que significación aparece en las entradas la palabra
buscada;
3) Finalmente, nuestra experiencia como hablantes cultos.

De esta manera es que intentaremos determinar el status actual de tales palabras.

Marco Teórico
A continuación intentaremos delimitar nuestro ámbito de trabajo, el Español hablado en
Chile y en particular los chilenismos, a la vez que dar a conocer a los personajes en él
implicados: Zorobabel Rodríguez y Bernardino Guajardo. Procuraremos, también, delimitar
las condiciones materiales y simbólicas en que la poesía de Guajardo se produce, a partir de
una caracterización del movimiento conocido como Lira Popular.

El español hablado en Chile: los chilenismos y su estudio.


Desde la llegada al Nuevo Mundo el idioma castellano se practicó de manera diversa y
unitaria al mismo tiempo. Diversa, pues cada región americana le imprimió su cotidianidad,
en donde se mezclaron voces indígenas y castellanas de manera diversa y en muy diversos
escenarios sociales y culturales, cada uno con su forma de expresar y comunicar. El habla

3
adquirió así características diferenciales en los distintos grupos sociales y/o regionales,
características que forman parte de la identidad sociocultural del hablante.
Pero al mismo tiempo el proceso fue unitario, pues los nuevos vocablos y giros idiomáticos
que se generaron en este enraizamiento del español en América, se acomodan en lo posible
a una gramática castellana en ciernes. A pesar de los provincialismos, los habitantes de los
países de habla hispana pudieron seguir comunicándose sin mucho esfuerzo. Esta fuerza
generadora no se ha perdido ni se perderá, pues el habla es una entidad movediza y
variable. Es la dialectología la rama de la lingüística que se preocupa de la varianza
geográfica y sociolingüística de una lengua.

Para Gustavo Rodríguez, esta variedad de habla del español en los distintos lugares donde
este es lengua materna, es sólo variedad de norma. Esto significa que: “todos los
hispanohablantes manejamos el mismo sistema de signos, pero con diversidad de estilo.
Este estilo corresponde a la norma específica y esta norma específica hace que el español
americano sea distinto al de España” (Rodríguez, 1979: 19).

Las peculiaridades del español americano, sus regionalismos o provincialismos, han dado
en llamarse “americanismos”. Entre las definiciones que da la Real Academia de la Lengua
tenemos:

Americanismo.
5. m. Vocablo, giro, rasgo fonético, gramatical o semántico que pertenece a alguna lengua
indígena de América o proviene de ella.
6. m. Vocablo, giro, rasgo fonético, gramatical o semántico peculiar o procedente del
español hablado en algún país de América.

Ahora bien, las diversas definiciones que la RAE da de argentinismo, chilenismo,


peruanismo, etc., corresponden a la de americanismo, con la sola variación del gentilicio.

Sin adentrarnos en las sutilezas que implica tratar de determinar él o los criterios que
determinarían la configuración de un ismo (lugar de origen, área de difusión geográfica,

4
difusión social, permanencia, etc.), acogeremos la definición de chilenismo dada por
Ambrosio Rabanales: “toda expresión oral, escrita o somatolálica originada en Chile
desde cualquier punto de vista gramatical, por los chilenos que hablan español como
lengua propia o por los extranjeros que han asimilado el español de Chile”. (Tomado de
Montes, 1954: 26)

Los estudios del español hablado en Chile se inician con la serie de artículos que Andrés
Bello publica, entre 1833 y 1834, en el semanario El Araucano, bajo el título “Advertencias
sobre el uso de la lengua castellana dirigidas a los padres de familia, profesores de 1os
colegios y maestros de escuelas”. A esta obra se suma en 1860, el trabajo de Valentín
Gormaz titulado “Correcciones lexicográficas sobre la lengua castellana en Chile”
(Valparaíso: Imprenta del Comercio). Estas obras no pretenden ser un cuadro sistemático
del habla chilena, sino que se limitan a señalar vicios de pronunciación, incorrecciones
morfológicas, sintácticas o léxicas. Al respecto dice Oroz que tales obras “poseen hoy
solamente un valor histórico como testimonios de diferentes etapas en la evolución del
castellano en nuestro país” (1966: 27).

Afirma Medina (1928) que las peculiaridades del lenguaje chileno tienen dos fuente: 1) las
voces de origen indígena (principalmente quechua, aymará y mapuche); 2) palabras
propiamente españolas, algunas olvidadas en la Península y otras acomodadas a sus
necesidades y circunstancias.

En opinión de Lenz (1940: 43), quien primero se ocupa “sistemáticamente del lenguaje
vulgar”, es Zorobabel Rodríguez (1839-1901), al editar en Santiago, en 1875, su
“Diccionario de chilenismos”.

Posterior a la obra de Zorobabel Rodríguez son muchos los autores que han encarado las
tareas de recopilar chilenismos y de caracterizar el habla del español en Chile. Entre estos
cabe nombrar a Manuel Antonio Román (1858-1920), Aníbal Echeverría y Reyes (1864-
1931), José Toribio Medina (1852-1930), Rodolfo Lenz (1863-1938), Rodolfo Oroz (1895-
1997), Ambrosio Rabanales (1917-2010).

5
El Diccionario de Chilenismo de Zorobabel Rodríguez
El objetivo de tal diccionario era realizar una lista “sino completa bastante numerosa de los
provincialismos que se usan en Chile, con su etimología cierta o probable, con ejemplos de
escritores nacionales que muestren su verdadera significación, y con los equivalentes
castizos, apoyados también en pasajes de los clásicos españoles” (Zorobabel Rodríguez,
1875: VIII). Advertía también el autor, que no incluiría en esta primera edición del
diccionario aquellas voces indígenas que dan lugar a nombres de animales, plantas o
lugares.

Dice Medina que el diccionario de Zorobabel Rodríguez es “piedra fundamental para el


conocimiento de nuestro idioma en este país” (1928: IX), no obstante lamenta el excesivo
puritanismo de Rodríguez que lo llevó a considerar el español de Chile como una mera
demostración de incorrecciones y barbarismos. Cree que el asombro de Rodríguez sería
extremo, al ver como la Real Academia acogió en su léxico una gran cantidad de voces y
giros condenados por él. Lira Urquieta (1969) por su parte, valora al libro como conjunto,
pero señala su poco peso científico.

El estilo de la obra de Zorobabel Rodríguez es bastante peculiar, pues a pesar de


presentarse como diccionario, está lleno de citas picarescas y coloridas descripciones de
costumbres: “Las fiestas populares, sobre todo, vienen comentadas con lujo de detalles”
(Lira, 1969: 76).

Ya se dijo que Rodríguez ejemplificó con escritores chilenos y españoles, siendo los
escritores nacionales más citados Vicuña Mackenna, Jotabeche, Alberto Blest Gana y el
poeta popular Bernardino Guajardo.

Bernardino Guajardo (1812-1886) y la Lira Popular (1866-1930).


Con el nombre de Lira Popular se conocen los pliegos sueltos impresos que surgieron en
Chile hacia 1866 y que se mantuvieron hasta alrededor de 1930. En ellos los poetas
populares publicaron y vendieron sus poesías, principalmente en décimas pero también en
forma de romance, tonada, cueca, etc.

6
No es sólo un fenómeno literario, sino una expresión híbrida y fronteriza, que se desplaza
entra la música, la literatura, el folklore y la comunicación popular. El destino de la poesía
popular, incluso de aquella que estaba impresa, era ser cantada o voceada en público, no en
privado.
Manifiesta la existencia a fines del siglo XIX de una cultura popular compleja y
multiforme, en la que confluyen una conciencia tradicional y ritual que tiende a reproducir
las pautas heredadas del mundo campesino, una conciencia crítica que cuestiona el orden
social vigente y una conciencia de integración que resemantiza elementos de la cultura
ilustrada hegemónica.
En la Lira se mezcla lírica, narrativa, canto y crónica. Su temática abarca todos los tópicos
del canto “a lo humano” y “lo divino”. Tuvo una gran repercusión durante la guerra civil de
1891. En su etapa final tendió hacia lo que hoy conocemos como prensas “roja” y
“amarilla”.

Dentro de los más nombrados representantes de este movimiento está Bernardino Guajardo.

Para Rodolfo Lenz (1919: 622) es “el más importante de los poetas populares… El único…
que merece dentro de su esfera el nombre de poeta… merecería que su nombre se
conservara en la literatura chilena”.
Uribe-Echevarría (1974: 17) lo llama: “el más famoso y posiblemente el más antiguo de los
poetas populares de nombre conocido en la segunda mitad del siglo XIX”.

Leonardo Eliz (1889) afirma que nació en Caupolicán en 1801. Raúl Silva Castro dice que
fue en 1810 (Uribe-Echevarría, 1984).
En su obra, Guajardo se declara natural de Pelequén y no da fecha sobre su nacimiento pero
sí indicios: durante el periodo de Reconquista tenía 2 años. Así, Guajardo debe haber
nacido en 1812, fecha que es la que asume Maximiliano Salinas (1982).

Luego de una vida disipada y producto de una incipiente ceguera decide dedicarse
exclusivamente a la poesía popular.

7
Sus primeros versos fueron a propósito de la invasión española a Chile (1865/66).

Uno de los primeros teóricos serios en notar a Guajardo fue Zorobabel Rodríguez, quien le
dedica un artículo en el Diario La Estrella de Chile, en el año 1873 4. Dice allí: “es en la
actualidad el más aplaudido representante de la poesía popular en nuestro país… ha visto
agotarse en no mucho tiempo diez ediciones de algunas de sus coplas y puede con razón
decir al más empingorotado de nuestros vates: ¡soy en Chile el único poeta que vive de sus
versos!” (Tomado de Cornejo, 2013: 523).

Entendiéndolo como expresión fiel del alma y la palabra del pueblo, Rodríguez incluyó en
su Diccionario de Chilenismos (1875) 35 composiciones de Guajardo a modo de ejemplo.

Al cantar la Guerra del Pacífico, Guajardo alcanza su mayor fama como poeta popular.
Fama que es, aún, mítica.

Citamos algunas alusiones:

Silva Castro (1954): “Es el más renombrado de todos (los poetas populares)… muchos de
los conocedores de esta forma del ingenio nativo, no vacilan en proclamarle también el
más perfecto de los modelos”.

Pedro Balmaceda (1889): “¿Quién no conoce de nombre siquiera, a Bernardino


Guajardo?... El anuncio de la poesía de Guajardo circulaba por la mañana, en la plaza de
abastos, a la hora de las cocineras, y a la tarde, se podía observar a un grupo de hombres,
acurrucados en un rincón cualquiera de una calle o de un edificio, en construcción, con el
cigarro prendido y leyendo pausadamente, como para saborear hasta la menor idea, el
sentimiento más insignificante de su pequeño Homero”.

4
El artículo en cuestión es “Dos poetas de poncho: Bernardino Gallardo (sic) y Juan Morales” aparecido en el
periódico católico y conservador La Estrella de Chile (números 304, 305, 307, 308 y 309) del 3 al 7 de agosto
de 1873 (Uribe Echeverría, 1974). Reproducido completo en Cornejo, 2013.

8
Acevedo Hernández (1933): “Aún hoy los viejos lo recuerdan con más que admiración, con
devoción; con él perdieron su más hermosa realidad; él era el oráculo, la sonrisa, el
consejo, todo… Llegó a ser tan popular que aún hoy día los ancianos lo conducen a uno a
una cité que hay en independencia frente a Nueva de Matte, y le dicen confidencialmente:
Aquí vivió Ño Bernardino”.

Leonardo Eliz (1889): “sus innumerables canciones son conocidas de todos los pueblos de
Chile… y pueden calcularse en más de 200.000 versos los que dejó escritos”.

Guajardo es el poeta popular más folclorizado de Chile (Dannemann 1995).

De ideas conservadoras, Guajardo criticó tanto la Ley de Cementerios Laicos (1883) como
la de Matrimonio Civil (1884) dictadas bajo el gobierno de Domingo Santa María (1881-
1886).

Uribe-Echevarría (1979): “(Guajardo) es un trozo de chilenidad decimonónica. A excepción


de sus versos dedicados a la guerra, su canto es dulce y resignado. Guajardo representa al
pueblo humilde y respetuoso del orden tradicional impuesto por los señores”.
Murió en 1886.

El último testimonio que se conserva de alguien que lo conociera en vida, es el que en 1958
Flora Leyva, a la época de 91 años, le diera a Violeta Parra para su programa radial.

En entrevista de 1966 Nicanor Parra lo reconoce como una de sus influencias.

Raúl Silva Castro (1954): “era alto, enjuto de carnes, tuerto de un ojo y del otro no muy
bueno… En 1873, tenía como 55 años y marchaba siempre con la colección de sus obras
bajo el brazo. Las vendía a 5 cts. cada una y a veces vendía hasta un peso diario. Vivía con
su familia”.

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Metodología

Nuestro método de estudio es bastante sencillo. Para cada una de las voces del corpus en
cuestión, buscaremos e incluiremos la definición que da la RAE. Cotejaremos también las
definiciones de dos de los más consultados diccionarios de Internet, tales son:
a) thefreedictionary.com (http://es.thefreedictionary.com), que basa sus definiciones en el
Diccionario Manual de la Lengua Española Vox (Larousse Editorial 2007).
b) wordreference.com (http://www.wordreference.com), basado en el Diccionario de la
Lengua Española (Espasa-Calpe 2005).
Incluiremos una o ambas de las definiciones de estas páginas sólo si aportan algún matiz
distinto a la definición de la RAE.

También usaremos, cuando sea posible, el Diccionario Enciclopédico de la Región del


Biobio (http://www.diccionario.ngehuin.cl), pues aunque no se trata de un diccionario de
chilenismos que abarque todo el país, es un proyecto que se supone actualizado y vigente.

La presentación de trabajo será la siguiente:


I.- Se presentará el vocablo con mayúscula y en negrita. El número entre paréntesis alude a
la o las páginas del Diccionario de Rodríguez donde se trata el término;
II.- Inmediatamente después vendrá la definición de Rodríguez, ya sea textualmente o
parafraseada por nosotros;
III.- Luego se presentará el verso de Guajardo que Rodríguez ocupa como ejemplo de la
acepción del chilenismo;
IV.- A continuación se incluirán las definiciones de la RAE y/o los diccionarios
mencionados, identificados como RAE, VOX y ESPASA-CALPE respectivamente;
V.- Finalmente vendrá un comentario donde expondremos nuestra opinión sobre el status
de cada vocablo en cuestión.

10
Análisis del Corpus lexicográfico

ABASTERO (7)
Rodríguez dice que abastero es el proveedor de reses o carnes vivas (carnicero: vendedor
de carnes muertas).

“Primero es el abastero
que en reses hace gran gasto
y con ellas da el abasto
a todo Santiago entero.” (De todas artes).

RAE: (De abastar).


1. m. Chile. Comprador de reses vivas, destinadas al matadero.

VOX: abastero, -ra s. m. y f. Amér. Persona que abastece o provee de frutas, hortalizas,
ganado y otros géneros de consumo.
Propone como sinónimos en Chile y Cuba: abastecedor, proveedor, aprovisionador,
suministrador, municionero.

Comentario: Desconocemos si en ferias ganaderas o actividades de ese tipo sigue


empleándose el término. En nuestro entorno cercano el vocablo se usa para designar un
corte de carne vacuna y las primeras opciones al buscar en Google tienen esa acepción. En
el Diccionario Enciclopédico de la Región del Biobio (en adelante DEREB) se da la
siguiente definición:
“abastero: De uso común, derivado de abastecer; se refiere al comprador de ganado vivo,
quien luego de faenarlo, lo distribuye en las carnicerías; por extensión, cierta parte del
animal”.

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ABOMBADO (8)
Rodríguez da dos acepciones: 1. Perder en parte la lucidez de las facultades mentales; 2.
Ebrio, achispado.

“El que líquido ha tomado


de noche por fantasía
amanece al otro día
atónito y abombado” (El gustador)

RAE: abombado, da. (Del part. de abombar 1 y 2).


1. adj. Am. Tonto, falto o escaso de entendimiento o razón. U. t. c. s.
2. adj. Curvado, convexo, que tiene forma esférica.

VOX: abombado, -da


adj. De figura convexa.
(Amér.) Díc. del que tiene la cabeza cargada y no puede pensar con claridad.
(Amér.) Ebrio, aturdido.

Comentario: Esta voz aún se usa para designar cierto estado de perturbación mental (tener
la cabeza abombada), no así su acepción de ebrio. En Google los primeros resultados
aluden a esfericidad.

AVÍO (45)
“La montura, enjalma, pellones y demás piezas que usan nuestros guasos (sic) en vez de
silla de montar a caballo”.

“Mi verdadera confianza


está en el padre querido
que a todos ha redimido,
y desde que su hijo soy

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a caballo al cielo voy
si Dios me presta el avío”. (Los espolones del diablo).

RAE: De aviar.
1. m. Prevención, apresto.
2. m. Entre pastores y gente de campo, provisión que se lleva al hato para alimentarse
durante el tiempo que se tarda en volver al pueblo o cortijo.
3. m. Conveniencia, interés o provecho personal. Ir a su avío Hacer su avío
4. m. Am. Préstamo en dinero o efectos, que se hace a los labradores, ganaderos o mineros.
5. m. pl. coloq. Utensilios necesarios para algo. Avíos de escribir, de coser, de afeitar.

Comentario: Esta voz no nos resulta cercana, no obstante, está plenamente vigente en
cierto ámbito rural, como lo demuestra la siguiente afirmación obtenida de una página Web
turística del Lago Ranco (Región de Los Lagos): “En Río Bueno está la única fábrica de
avíos existente en el país. El avío constituye la base de la montura, elemento fundamental
para cabalgar”.
(http://www.huelladelranco.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=52&Itemi
d=67).

BAJUJO (53)
“Por lo bajo, para denotar con maña y disimulo es muy castizo. No así por lo bajujo, que
lleva en sí algo de picaresco, y que en conversación familiar suele emplear en Chile de vez
en cuando la gente bien instruida”.

“Si pillan un granadero


por lo bajujo lo arrestan,
y entre ellos mismos apuestan
a cual lo seca primero” (Los bolseros)

RAE: nf. Por lo bajo: con disimulo

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VOX: nf. Por lo bajo: De manera oculta y sin el conocimiento de los demás.

Comentario: Nos parece que esta expresión se ha perdido del todo. Lo generalizado es
decir por lo bajo para referirse a algo oculto o disimulado. Google remite sólo a una página,
relativa a genealogías de caballos de rodeo. Bajujo es el nombre de un caballo nacido en
1938.

BOLSEAR, BOLSERO, BOLSEO, DE BOLSA (64)


Afición a conseguir beneficios y/o servicios a costa ajena. Lograr algo de bolsa, es lograrlo
a costa ajena.

“Otros, aunque tengan plata,


medio no saben gastar:
como les gusta bolsear
de bolsa llenan la guata;
y hasta en el mejor café
andan bolseros aseados,
que lo pasan regalados
con el rico ponche en leche;
y de allí no hay quien los eche
porque están como alquilados.

Otros andan aguaitando


hasta que bolseo encuentran,
y como moscas se entran
donde alguno está gastando” (Los bolseros).

RAE: bolsear.
1. tr. C. Rica, Guat., Hond. y Méx. Quitarle a alguien furtivamente lo que tenga de valor.

14
2. prnl. Hond. Desembolsar dinero.

VOX: bolsear v. tr. Amér. Central, Méx. Robar algo del bolsillo de alguien.

Comentario: Esta voz, con la acepción que da Rodríguez, está plenamente vigente y
creemos la entiende cualquier chileno. Google ratifica su vigencia. Sinónimo de bolsear es
pechar. La expresión conseguir algo de bolsa ha trocado en conseguir algo a la bolsa.

CÁBULA (74)
Rodríguez dice que cábula es maña, treta, ardid, artificio. Sería corrupción de cábala, que
en sentido recto significa tradición y doctrina recibida, y en el figurado “el arte vano y
ridículo que profesan los judíos valiéndose de anagramas, trasposiciones y combinaciones
de las palabras y letras de la Sagrada Escritura para averiguar sus sentidos y misterios”.
Cabulero(a) es quien abunda en tretas y ardides para lograr su intento embaucando a los
demás.

“Hay algunos soldadillos


inventores de mil cábulas
y a fuerza de astucia y fábulas
envuelven a los mas pillos.” (EI minero)

RAE: No figura (en adelante nf).

VOX: nf.

ESPASA-CALPE: Cábula.
1. f. amer. Ardid, maña para lograr algo.
2. amer. Cábala, conjetura.

15
Comentario: No es una voz corriente en nuestro medio, creemos que está en desuso.
Google no aporta mucho al respecto. En la Web jergasdehablahispana.org, encontramos lo
siguiente:
“Resultados con "cábula" en México
1) (f.) mentira, engaño.
2) (sust. invariable en género/adj.) bromista pesado, burlón.
3) (sust. invariable en género) malviviente, vago”.
(http://www.jergasdehablahispana.org/index.php?pais=M%E9xico&palabra=c%E1bula&ti
pobusqueda=1)

CACHO, AR, ADA, UDO, UDA (77-78)


Rodríguez reconoce para este vocablo las siguientes acepciones en Chile:
1. Cuerno, asta.
2. Vaso que se hace del asta cortándola como a una cuarta de su raíz y tapando el corte con
madera.
De esta última acepción proviene la expresión empinar el cacho, sinónimo de empinar el
codo.
Otra expresión es raspar el cacho, que equivale a reñir, retar, reprender.

“El juez lo mandó llamar


y le raspó bien el cacho.
Esto te pasa por lacho,
salió diciendo la lora:
yo veré si vas ahora
a odiarme loro borracho” (Celos de la lora al loro).

RAE: La primera acepción es:


1. m. Pedazo o trozo de algo.

En la tercera acepción indica los siguientes significados:

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1. m. Am. cuerno (prolongación ósea).
2. m. Am. Mer. Cubilete de cuerno.
3. m. Bol. y Col. Juego de dados.
4. m. Chile y Guat. cuerna (vaso de cuerno).
5. m. Chile y Perú. maula (cosa inútil y despreciable).
6. m. Chile. Encargo o trabajo fatigoso e inoportuno.
7. m. jerg. Col. Cigarrillo de mariguana.
8. m. Ec. Chascarrillo, generalmente obsceno.

Comentario: Las acepciones consignadas por Rodríguez están plenamente vigentes en la


actualidad. En cuanto a las expresiones, empinar el cacho se ha perdido, no así raspar el
cacho o los cachos que aún se usa. Los significados 3, 4, 5 y 6 de la RAE también están
vigentes. Puede añadirse que en la actualidad se forma la voz cacho a raíz de la
conjugación del verbo cachar (entender, saber, conocer). Ej.: “no cacho ese libro” (no
conozco ese libro).
En el DEREB se define: “cacho: 1) De uso en el medio minero, viene de cacho, del latín
cacculus, cacho, vasija rota; aparato donde se sujeta la jaula cuando llega, ya sea en la
superficie o en el interior de la mina; también es un cuerno de buey, el que utilizan en vez
de charra para llevar café u otra bebida.
2) De uso común, viene del latín cacculus, cacho, vasija rota; juego de salón que usa un
vaso de cuero y dados.
3) De uso común, viene de cacho, del latín cacculus, cacho o vasija rota; por asociación a
los cuernos de algunos animales, se denomina así al pene.
4) De uso común, viene de cacho, del latín cacculus, vasija rota; problema, estorbo, lastre,
se dice eres un cacho, por persona molesta.

CALDUDA o CALDÚA (80-81)


Empanada ordinaria. Sinónimo de pequén.

“Madrugue por la mañana

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quien quiera salir de duda
y tómese una calduda
a ver si quita la gana.
una fábrica arribana
las trabajaba con peras;
más por ciertas vinagreras
Paralizó su trabajo,
y a esta la echaron abajo
las fábricas pequeneras.”

“Me dicen que hay un mancebo


en el barrio de la Viña,
que sus pequenes aliña
con pasa, aceituna y huevo:
otro fabricante nuevo
hay por la línea del tren;
muchas fábricas se ven
en la misma capital
y todas en general
están portándose bien.”

RAE: 1. adj. caldoso.


2. f. Chile y Perú. Empanada caldosa de cebolla, huevos, pasas, aceitunas, etc.

Comentario: En la actualidad no se designa a la empanada con este nombre, pero el que


sea caldúa, es apetitoso signo de buena calidad. Google rescata esta significación. Tampoco
se usa tan frecuentemente el vocablo pequén como sinónimo de empanada. En la zona
central se llama pequén a la empanada sin carne, con sólo cebolla. Pequén es también, en
Chile, el nombre de un ave rapaz (Athene cunicularia cunicularia) y de un baile folklórico.
El DEREB define: “caldúa (o): De uso común, viene de caldo, del latín caldu, caliente; es
propiedad de ciertos alimentos que contienen caldo, como ocurre con las empanadas”.

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CARIÑO (92)
Se usa como sinónimo de presente, regalo.

“El perder nada seria


ni tiene nada de malo:
este cariño o regalo
ofrece la compañía” (La empresa de coches americanos).

RAE: 1. m. Inclinación de amor o buen afecto que se siente hacia alguien o algo.
2. m. Manifestación de dicho sentimiento. U. m. en pl.
3. m. Añoranza, nostalgia.
4. m. Esmero, afición con que se hace una labor o se trata una cosa.
5. m. Regalo, obsequio.

Comentario: Este vocablo tiene aún vigencia. Se usa la expresión hacerle un cariñito a
alguien para referir el haberle regalado algo.
El DEREB define: “cariño: De uso común, su significado más amplio es inclinación de
amor o afecto que se siente hacia una persona o cosa; por extensión, se aplica como
expresión de afecto, traer un regalo o atención a un visitante, ofreciéndole bebida o comida,
es hacer un cariño”.

CASERO, ERA, ERÍA (101-102)


Casero es “el que vende o compra ciertos artículos usuales, particularmente los
comestibles, a una misma persona”. Casería es “el conjunto de parroquianos que
acostumbran acudir a comprar a la tienda del mercader sedentario, o en cuyas casas
acostumbra vender el mercader ambulante”.

“Tiene tanta casería

19
que no alcanza a dar abasto,
pero, en salvando su gasto,
a muchos les da y les fía” (El vendedor).

RAE: 1. adj. Que se hace o cría en casa o pertenece a ella.


2. adj. Que se hace con medios rudimentarios.
3. adj. Que se hace en las casas, entre personas de confianza, sin aparato ni cumplimiento.
4. adj. Dicho de un juez deportivo o de un arbitraje: Que favorece al equipo en cuyo campo
se juega.
5. adj. coloq. Según el saber popular, sin dificultad o ciencia, aunque eficaz.
6. adj. coloq. Dicho de una persona: Que está frecuentemente en su casa, y también que
cuida mucho de su gobierno y economía.
7. adj. ant. Dicho de un árbol: Cultivado, a diferencia de los silvestres.
8. m. y f. Dueño de alguna casa, que la alquila a otro.
9. m. y f. Persona que lleva la administración de ella.
10. m. y f. Persona que cuida de una casa y vive en ella, ausente el dueño.
11. m. y f. inquilino (persona que ha tomado una casa en alquiler).
12. m. y f. Arrendatario agrícola de tierras que forman un lugar o casería.
13. m. y f. Bol., Chile, Ec. y Perú. parroquiano (persona que acostumbra a ir a una misma
tienda).
14. m. y f. Bol., Chile, Ec. y Perú. Vendedor asiduo, respecto de su cliente.
15. m. y f. vulg. Guat. querido.
16. m. y f. ant. Habitante, morador.
17. m. Hond. coime (hombre que cuida del garito).
18. f. Ar. Ama o mujer de gobierno que sirve a hombre solo.

Comentario: Expresión vigente en las acepciones que da Rodríguez, así como en la de


sinónimo de doméstico, hogareño, echo en casa. Esta última acepción es la más frecuente
en Google.
El DEREB define: “casero: De uso común, viene de casa; su significado formal dice que se
refiere a persona que sale poco o también, ciertos productos hechos en casa o en forma

20
artesanal; en otro sentido, se le utiliza para designar a un cliente habitual en el comercio de
las poblaciones”.

COMBO (113)
Dice Rodríguez que combo es un “pesado y tosco martillo de fierro”, usado por herreros y
mineros. Equivalente a almadana (sic, ¿almádena?).

“Al fin digan a Urmeneta


que no pierda su tesón;
mas vale que busque el oro
a combo, cuña y barreta.” (Viva don Federico Errázuriz)

RAE: combo (1) ba.


(De comba).
1. adj. combado.
2. m. Tronco o piedra grande sobre el que se asientan las cubas, para preservarlas de la
humedad o para usar con más comodidad las canillas por donde se saca el vino.
Combo (2), ba.
(Del quechua k'umpa, mazo de piedra).
1. m. Am. mazo (martillo grande de madera).
2. m. Bol., Chile y Perú. puñetazo.
3. m. Cuba. Grupo musical que interpreta música popular.
4. m. Ven. Conjunto de personas que realizan una misma actividad.
5. m. Ven. Grupo musical de salsa.
6. m. Ven. Lote de varias cosas que vienen juntas o que se venden por el precio de una.

Comentario: Voz aún vigente en la acepción de Rodríguez. A ella se han agregado los
significados 2 y 6 de la segunda acepción de la RAE.
El DEREB define: “combo: De uso común, viene de la voz de origen quechua k’umpa,
mazo de piedra; se aplica como golpe de puños, puñetazo. En el medio laboral, es

21
herramienta que se usa para demoler; en el ambiente minero, es una herramienta que usa el
contratista; en el medio comercial, es un paquete con diversos productos juntos, a modo de
oferta”.

CONTRAPESO (119)
De igual significado que cominillo. “Como el que está con un cominillo, el que siente un
contrapeso anda inquieto por alguna duda que le mortifica o eventualidad que teme”.

“Un cruel rigor y un martirio


temor, miedo y contrapeso,
digo verdad y confieso
son mi desvelo y suicidio (Penas, sentimientos, rabias y suspiros).

RAE: 1. m. Peso que se pone a la parte contraria de otro para que queden en equilibrio.
2. m. Cosa que se considera y estima suficiente para equilibrar o moderar otra que
prepondera y excede.
3. m. Añadidura que se echa para completar el peso de carne, del pescado, etc.
4. m. balancín (palo largo de los volatineros).
5. m. Moneda o cizalla que en las fábricas de moneda se refundía, pesaba y acuñaba de
nuevo.

Comentario: Voz en desuso como sinónimo de cominillo. Esta última voz aún se emplea
pero con un sentido distinto al que se desprende del texto de Rodríguez.

COSTINO, A (124)
Dice Rodríguez que costino (a) se refiere sólo a las personas o animales provenientes de la
costa. Para los objetos inanimados se usa costanero.

“Estos rebeldes indinos

22
han quebrantado la alianza
deponiendo su confianza
en los caciques costinos
o mejor dicho abajinos
que eran del gobierno aliados” (Rebelión de los indios salvajes)

RAE: Costino (1), na.


1. adj. Perteneciente o relativo al costo.
Costino (2), na.
(De costa).
1. adj. Chile. Dicho especialmente de una persona o de un animal (perteneciente a la costa).

Comentario: Voz vigente en la acepción que entrega Rodríguez. Google lo ratifica.

CUARTAGUEAR (132)
Verbo formado a partir de la voz cuartago, que designa al caballo de paso. “se aplica a los
que, caminando, mueven las piernas semejantemente a los caballos de aquella especie”.

“Da risa ver a los viejos


cuando van a enamorar;
agarran un trotecito
que llegan a cuartaguear” (El viejo lacho).

RAE: nf.

VOX: nf.

ESPASA-CALPE: nf.

23
Comentario: Voz completamente en desuso. No figura en ninguno de los diccionarios y
Google no entrega resultado alguno. Cuartago tampoco es expresión corriente actualmente
en Chile. Google, para cuartago, da como resultado entradas que remiten a textos antiguos.

CULERO (135).
Especie de faja de cuero usada por los mineros de la época para cubrirse las asentaderas.

“El minero aunque trabaja


dos temporadas al año
jamás ve su desengaño
ni para gastar se ataja.
Luego que del cerro baja
cae en el resumidero
empeña hasta su culero
y después vamos al clavo” (El minero).

RAE: culero, ra.


(De culo).
1. adj. Perezoso, que hace las cosas después que todos.
2. adj. Méx. miedoso.
3. m. Especie de bolsa de lienzo que se pone a los niños en la parte posterior, para su
limpieza.
4. m. granillo (tumor).
5. m. El Salv. Hombre homosexual.
6. f. Señal que en las mantillas de los niños dejan las manchas excrementicias.
7. f. Remiendo en los calzones o pantalones sobre la parte que cubre las asentaderas.
8. f. Mancha, desgaste, parche o remiendo en la parte de la prenda que cubre las nalgas.

24
Comentario: Nos parece que es voz en desuso, no obstante el DEREB define: “culero: De
uso en el medio minero, viene de culo, del latín culus, nalgas; trapos viejos puestos en las
posaderas”.
Google entrega entradas que remiten en su mayoría a homosexual.

CURARSE (136).
Embriagarse.

“Se curó, hizo pecho ancho


y sobre picado dijo:
ahora mismo de fijo
Voy a1 enganche y me engancho” (Los enganchados).

RAE: Curar.
(Del lat. curāre, cuidar).
1. tr. Aplicar con éxito a un paciente los remedios correspondientes a la remisión de una
lesión o dolencia. U. t. c. prnl.
2. tr. Disponer o costear lo necesario para la curación de un enfermo.
3. tr. Sanar las dolencias o pasiones del alma.
4. tr. Remediar un mal.
5. tr. Preparar la carne o el pescado por medio de la sal, el humo, etc., para que, perdiendo
la humedad, se conserve por mucho tiempo.
6. tr. Curtir y preparar una piel para usos industriales.
7. tr. Conservar entre cieno y agua o al aire libre, según el uso para que estén destinadas, las
maderas cortadas mucho tiempo antes de ser usadas.
8. tr. Beneficiar los hilos y los lienzos para que se blanqueen.
9. tr. Secar o preparar convenientemente algo para su conservación.
10. tr. Cuba y Ven. Preparar la hoja del tabaco sometiéndola a un proceso especial.
11. intr. sanar (recobrar la salud). U. t. c. prnl.

25
12. intr. Cuidar de algo, poner cuidado. Lo dijo sin curar DE aducir pruebas. U. t. c. prnl.
Siguió adelante sin curarse DE los obstáculos.
13. prnl. coloq. NO Arg., Bol. y Chile. embriagarse (perder el dominio de sí por beber en
exceso).

Comentario: Voz con plena vigencia en la acepción que da Rodríguez así lo corrobora el
DEREB y Google. Curar se emplea en Chile en la mayoría de los significados que le
asigna la RAE.

CHONCHON (170-171)
Ave mitológica de costumbres nocturnas, agorera de desgracias.

“A mi también me ha pasado
que dijo un amigo fino
allí viene Bernardino
¿cómo del me burlaré?
al hablarlo le diré
¡pasa chonchón tu camino! (El chonchon pasajero).

RAE: nf.

VOX: nf.

ESPASA-CALPE: nf.

Comentario: Voz vigente en la acepción que da Rodríguez, particularmente en el ámbito


rural. Google así lo corrobora. El chonchón es también conocido como tue-tué.
El DEREB suma a esta otra acepción: “chonchon 1) De uso en el medio campesino, voz de
origen mapuche chon, hilo torcido; se denomina cierto artefacto artesanal que se usaba
como iluminación interior; en el medio callejero, se denomina así al encendedor”.

26
CHUECO (175)
Se llama chueco a lo que en castellano es torcido, “y muy particularmente a la persona que
tiene piernas como estevas, a la española estevadas, patituertas”.

“Tras de esto un protestante


quiso engancharse de guapo;
porque parecía sapo
fue desechado al instante,
cada pierna del tunante
era chueca como un gancho” (Los enganchadores).

RAE: chueco, ca.


(De chueca).
1. adj. Am. estevado.
2. adj. Cuba y Méx. torcido (que no es recto).
3. adj. El Salv. y Hond. Dicho de una cosa: Mal hecha, defectuosa, inútil.
4. adj. Méx. torcido (que no obra con rectitud). U. t. c. s.

ESPASA-CALPE: chueco, ca
1.adj. amer. De piernas arqueadas.
2.amer. Torcido, ladeado.
3.amer. Zurdo.
4.amer. col. Tramposo.

Comentario: No es muy usada en nuestro entorno para referir a quien tenga las piernas
arqueadas. Se usa más en los significados 2 y 4 de la RAE. En Google mayormente se la
usa para designar falta de rectitud en el obrar.

27
El DERB define: “chueco: De uso común, probable derivación de la voz vasca txoko, hueso
redondeado que encaja en otro, como el fémur en la cadera; apodo dado a individuo que
tiene las piernas arqueadas; persona inconsecuente, que defrauda con su conducta”.

DE (179-180)
Rodríguez da cuatro usos de la preposición de y en tres de ellos acude a Guajardo para
ejemplificar. A saber:

a.- De, en reemplazo de la expresión tan luego como:

“Se le acercó por idea


el malvado basilisco
y de que le dio un pellizco,
¡ay, ay, ay! dijo la fea”.

b.- En la locución campesina de efectivo, que designa algo que “sucede sin interrupción,
constante y permanentemente”.

“Me atormenta de efectivo


un incendio abrasador
y no quiero que el doctor
con medicina me acuda,
porque yo sin haber duda
estoy enfermo de amor (Enfermedad de amor).

c.- En la expresión de no, que equivale a la frase para el caso en que así no suceda.

“Y me darán el premio
si es de ley; de no paciencia” (Repartición de premios de los años a los meses).

28
Comentario: Al tratarse de expresiones y no de palabras, los diccionarios nos han sido de
poca utilidad. Tampoco Google las procesa como tales. Basados sólo en nuestra
experiencia, creemos que sólo el primero de los usos podría estar vigente, esto es, de en
reemplazo de la expresión tan luego como. Aunque creemos que la expresión actual, de uso
bastante limitado y más bien literario, es en de que y no solamente de y es, nos parece, en
reemplazo de desde que. Hay una famosa tonada de Luis Bahamondes (1915-1978) que
tiene el siguiente verso: “en de que te vi, que te quiero”.

DISPAREJO, DESPAREJO (194).


Se aplica a1 terreno que no presenta una superficie plana.

“! Bien haya lo disparejo


del camino que he andado!
me ha dado tanto trabajo
por no haberlo emparejado” (El judío errante).

RAE: Registra ambos vocablos.


desparejo, ja.
1. adj. desparejado (que no tiene pareja o está mal emparejado).
2. adj. dispar (desigual, diferente).
disparejo, ja.
1. adj. dispar.

Comentario: Nos parece que desparejo ya no se usa. Disparejo tiene aún la significación
que le asigna Rodríguez. También se usa en el sentido de la RAE. En Google la inclinación
es hacia este último.

FIRME (de) (217).


La locución de firme significa con constancia, sin interrupción.

29
“Si estoy refiriendo un verso
se para el tonto de firme
A tacharme i a decirme
que es falsa lo que converso” (Los tachadores).

RAE: firme.
(Del lat. vulg. firmis, lat. firmus).
1. adj. Estable, fuerte, que no se mueve ni vacila.
2. adj. Entero, constante, que no se deja dominar ni abatir.
3. m. Capa sólida de terreno, sobre la que se puede cimentar.
4. m. Capa de guijo o de piedra machacada que sirve para consolidar el piso de una
carretera.
5. m. Cuba. Terreno virgen.
6. m. pl. Mil. Postura que consiste en estar parado con los tacones juntos, los pies en
escuadra y los brazos rígidos pegados al cuerpo.
7. adv. m. Con firmeza, con valor, con violencia.

de firme.
1. loc. adv. Con constancia y ardor, sin parar.
2. loc. adv. Con solidez.
3. loc. adv. Recia, violentamente.

Comentario: No es expresión usada en nuestro entorno. Nos parece que está en desuso.
Google no aclara mucho.

FREGAR, ADO, A, AZON (220-221).


Se usa fregar como sinónimo de incomodar, hostigar, perseguir, jorobar, moler.

“Quítate de mi presencia,

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contestó el loro con prosa:
deja, lora fastidiosa,
de fregarme la paciencia” (Celos de la lora a1 loro).

“Lo mismo es el artesano


cuando a los vicios se entrega:
mientras mas gana mas friega
y clava a1 género humano” (El minero).

RAE: fregar.
(Del lat. fricāre, frotar, restregar).
1. tr. Restregar con fuerza una cosa con otra.
2. tr. Limpiar algo restregándolo con un estropajo, un cepillo, etc., empapado en agua y
jabón u otro líquido adecuado.
3. tr. coloq. Am. Fastidiar, molestar, jorobar. U. t. c. prnl.
4. tr. vulg. C. Rica, Hond., Méx. y Ven. Causar daño o perjuicio a alguien. U. t. c. prnl.

Comentario: Voz vigente en el uso que entrega Rodríguez. Valdría agregar que en la
actualidad algo fregado es, en algunos casos, algo complicado, de difícil solución. Google
entrega tanto las acepciones de la RAE como la de Rodríguez.

FULLINGUE ó FUÑINGUE (225-226).


Adjetivo burlesco para designar el tabaco o cigarro de muy mala calidad. Por extensión,
toda persona o cosa ordinaria y/o de poco valor.

“Yo conocía un diablucho


que de pólvora un cartucho
revolvía con fullingue
Para los que andan al pringue
y el pitar les gusta mucho” (Tiro a los bolseros de puchos).

31
RAE: No figura fullingue.
fuñingue.
1. adj. Chile y Cuba. Dicho de una persona: débil, tímida o enclenque.
2. adj. Cuba. Dicho de un animal: débil (de poco vigor).

Comentario: No es palabra usada en nuestro entorno, pero al parecer tendría vigencia. En


el DEREB figura con la siguiente entrada: “fuñingue: De uso común; persona débil, tímida,
raquítica o enclenque; también es tabaco o cigarro de baja calidad”.
Confesamos que durante nuestra estadía de siete años en la ciudad de Concepción, jamás
oímos emplear esta palabra.

FUTRE (227).
Rodríguez afirma que es sinónimo de paquete: “caballero de caudal y de buen gusto que se
compone y acicala”. No obstante, el futre es, más bien, un mal remedo de paquete. Es en
boca del pueblo que ambas palabras se equiparan, significando “hombre de levita, vestido
decentemente”.

“Los futres por apetito


van donde el empanadero
diciéndole: pequenero
Sírvanos un pequencito” (¡A las calduditas, mi alma!).

RAE: futre.
(Del fr. foutre).
1. m. And. y Am. Mer. lechuguino (hombre joven que se compone mucho).
2. m. And. y Am. Mer. Persona vestida con atildamiento.

32
Comentario: Voz aún vigente pero con el sentido un tanto cambiado. El DEREB la registra
como: “futre: De uso en el medio campesino, viene del francés foutre; se usa para designar
en forma despectiva al patrón de un fundo; también es un sinónimo de petimetre.

GLORIADO (231)
Bebida hecha a base de agua caliente, aguardiente y azúcar quemada.

“Y cuando por la mañana


amanece constipado,
tomándose su gloriado
Con el mismo licor sana” (El Gustador).

RAE: gloriado.
(Del part. de gloriarse).
1. m. Am. Cen. y Am. Mer. Especie de ponche hecho con aguardiente.

Comentario: Voz del todo vigente en la acepción de Rodríguez. En la actualidad esta


bebida se liga a los velorios y está hecha, además, con café.

GUASO, A, ERIA (241-242)


Rodríguez dice que este vocablo deriva de la voz quechua huasa: “lomos y ancas de las
bestias”. Citando a Vicuña Mackenna, Rodríguez afirma que guaso (sic) designaba en
principio al hombre de a caballo, pero que en la actualidad se emplea para designar “a los
campesinos de a pie y de a caballo”.
“Guaseria, es encogimiento, torpeza, grosería, propia de la gente rústica”.

“De uno a uno la visitan


el gañan y el artesano
el militar y el paisano

33
y hasta un guaso de Viluco
corriéndola con el cuco
se la llevó por el llano” (La pobrecita de mi Juana).

RAE: guaso, sa.


(De or. americano).
1. adj. Arg., Bol., Ec., Par., Perú y Ur. incivil (grosero).
2. adj. Chile. vergonzoso (que se avergüenza con facilidad).
3. m. y f. Campesino de Chile.
4. m. y f. Chile. Persona falta de trato social, poco habituada a las costumbres de las
grandes ciudades.

VOX: guaso, -sa adj./s. m. y f.


1 Amér. Sur Se aplica al indígena chileno que vive en el campo.
2 Amér. Sur Maleducado, malhablado, inculto.
3 Chile Campesino.

Comentario: Voz vigente, aunque en nuestros días no designa al hombre de a caballo sino
más bien al campesino. Es de notar que tanto Rodríguez como los diccionarios usen la
grafía guaso y no huaso como acostumbra a escribirse en la actualidad en Chile. Es esta
una palabra bastante polémica en cuanto a su origen, pero un detalle de tal discusión excede
los alcances de este trabajo.

GUATA, ON, ONA, ERO, ERA (242-243)


Provendría del “araucano” huatha, (panza), y este quizá del quechua huacta (lado, costilla).
Se usa con dos acepciones:
1.- panza, vientre o barriga;
2.- estómagos de los rumiantes.

Derivados son:

34
Guatón (panzón, barrigudo); Guatero (quien vende guatitas de vaca o cordero); Como
guata (dícese de cosas muy suaves, lacias y peladas); Hablar de guatón (hablar por hablar,
sin son ni ton); Tenderse de guata (tenderse a la bartola).

“Las guateras y pateras


desde muy temprano están
vendiendo con grande afán;
lo mismo hacen las chancheras;
las materas y floreras
tienen su venta especial” (De todas artes).

RAE:
Guata (1).
(Del fr. ouate).
1. f. Lámina gruesa de algodón en rama, engomada por ambas caras, que sirve para
acolchados o como material de relleno.
Guata (2).
(Del mapuche huata).
1. f. coloq. NO Arg., Bol., Chile, Ec. y Perú. Barriga, vientre, panza.

Comentario: Voz vigente en las acepciones que entrega Rodríguez. En cuanto a las
derivaciones, guatón (ona) aún se utiliza, no así guatero, voz que actualmente designa una
“Bolsa de material flexible que, llena de agua caliente, se usa para calentar la cama o
alguna parte del cuerpo” (RAE). En lo que se refiere a las expresiones:
Como guata, no se usa en el sentido que le asigna Rodríguez, quedar como guata es
actualmente quedar muy borracho.
Hablar de guatón, nos parece que se ha perdido.
Tenderse de guata, aún se usa en el sentido que le da Rodríguez, aunque actualmente la
expresión para designar despreocupación es tenderse de guata al sol.
El DEREB la registra como sigue:

35
Guata: De uso común, viene de la voz mapuche, watha que significa panza, barriga; de ella
derivan las palabras guatón, guatusi, enguatao, guatero, guatazo, etc. En el medio juvenil,
es el nombre que se da a una muchacha poco atractiva, algo gorda.

GUSTAR, ADOR, ORA (244-245)


Gustar es divertirse, tunar, “dar rienda suelta a la gula, a la pereza y a la lujuria”.
Gustador es el tunante, “amigo del vino y de las mujeres”.

“No hay un hombre gustador


que no tenga su refrán
y cuando gustando están
lo lucen a cuál mejor” (El gustador)

RAE: gustar.
(Del lat. gustāre).
1. tr. Sentir y percibir el sabor de las cosas.
2. tr. experimentar (probar).
3. intr. Agradar, parecer bien.
4. intr. Dicho de una persona: Resultar atractiva a otra.
5. intr. Desear, querer y tener complacencia en algo.

Comentario: Voz perdida en la acepción que entrega Rodríguez. Así lo ratifica Google.
Todas las otras significaciones de la RAE tienen vigencia.

INTER (265)
En lugar de mientras. Se usa sólo o antepuesto a tanto (intertanto).

“Inter en sueño reposa


a Adán el mismo Señor,

36
le formó con sumo amor
de una costilla su esposa” (Fin de la Creación).

RAE: inter-.
(Del lat. inter).
1. pref. Significa 'entre' o 'en medio'.
2. pref. Significa 'entre varios'.

No registra el vocablo intertanto.

Comentario: La voz intertanto como sinónimo de mientras tiene plena vigencia en


nuestros días (Google así lo confirma), no así inter, que ya no se usa. La expresión aceptada
por la RAE es entre tanto.

IR (267).
En Chile, ir indica “la propensión de alguno a hacer tal o cual cosa”. Rodríguez
ejemplifica, sin mencionar al autor, con los siguientes versos:

“!Hay quien fuera como el perro


para no saber sentir!
El perro no siente nada,
todo se le va en dormir!”.

Cita también las frases ir a peor, ir a mejor, para señalar el empeoramiento o convalecencia
de alguna enfermedad.

“Estoy enfermo de amor


no hallo qué remedio hacer,
en vez de convalecer
Cada día voy a peor” (Enfermedad de amor).

37
Comentario: Para esta voz no nos han sido muy útiles los diccionarios. La acepción que da
Rodríguez es aún usada pero en un ámbito más bien literario. En cuanto a las expresiones ir
a peor, ir a mejor, no nos son muy familiares aunque Google muestra que están aún en uso.

LACHO, A (271-272).
Rodríguez propone su origen en el aymará gualaicho (alegre, travieso).
“El lacho es el amartelado galán, el pisaverde, y a veces también el Tenorio y el
Montecristo del mundo de los campos y chinganas”.
Se usa también en femenino, “y entonces se toma siempre en mala parte”.

“Le pasaba a la cantora


y le decía: muchacha,
seas o no seas lacha,
conmigo te vas ahora” (Un lazo de verijas).

RAE: lacho.
1. m. Chile. Amante, galán.
2. m. Chile. Hombre enamoradizo.

Comentario: Voz plenamente vigente en el sentido que da Rodríguez y también la RAE.


Google así lo ratifica.

LESO, A, URA, EAR (279-280).


Adjetivo, sinónimo de necio. Lesura o lesera equivale a necedad, imbecilidad, majadería.
Lesear es “decir o hacer cosas propias de necios”.

“También dicen estos tales,


cabezones y sin sesos,

38
¡Ve como tienen los lesos
Rodeado a Pedro Urdemales!” (Los tachadores).

RAE: leso, sa.


(Del lat. laesus, part. pas. de laedĕre, dañar, ofender).
1. adj. Agraviado, lastimado, ofendido. Se dice principalmente de la cosa que ha recibido el
daño o la ofensa.
2. adj. Dicho del juicio, del entendimiento o de la imaginación: Pervertido, turbado,
trastornado.
3. adj. Chile. Tonto, necio, de pocos alcances.

lesera.
1. f. coloq. Chile. tontería (dicho o hecho tonto).
2. f. coloq. Chile. Asunto sin importancia.

Comentario: Voz aún vigente en la acepción de Rodríguez, aunque lesura se ha perdido


siendo completamente reemplazada por lesera. También existe la expresión hacerse el leso
para designar a quien actúa solapadamente. No se usa comúnmente como antónimo de
ileso.

MATE, ERO, A (308-309)


Mate es la taza o tiesto en que se toma la infusión de la yerba mate, llamada así “porque lo
común es que la dicha infusión se haga en las pequeñas calabazas llamadas mate o mati en
la lengua de los indios del Perú”. Matero, es la persona aficionada a1 mate.

“Las guateras y pateras


desde muy temprano están
vendiendo con grande afán;
lo mismo hacen las chancheras;
las materas y floreras

39
tienen su venta especial” (De todas artes).

RAE: Tercera acepción:


(Del quechua mati, calabacita).
1. m. Infusión de yerba mate que por lo común se toma sola y ocasionalmente acompañada
con yerbas medicinales o aromáticas.
2. m. Am. Mer. Calabaza que, seca, vaciada y convenientemente abierta y cortada, sirve
para muchos usos domésticos.
3. m. Arg., Bol., Chile y Ur. Recipiente donde se toma la infusión de yerba mate, hecho de
una calabaza pequeña o de otra materia.
4. m. coloq. Arg., Bol., Chile y Ur. Cabeza de una persona.
5. m. coloq. Arg., Bol. y Ur. Juicio, talento, capacidad.
6. m. Bol. y Perú. infusión (bebida).
7. m. Bol. calabacera (planta cucurbitácea).
8. m. Perú. Lo que cabe en un mate (calabaza).

Comentario: Voz aún usada en la acepción de Rodríguez. El DEREB da las siguientes


definiciones:
Mate: 1) De uso común, voz de origen quechua con la que se designa un recipiente,
antiguamente una calabaza seca, que sirve para preparar una infusión de hierba de
Paraguay, considerada como excitante y nutritiva; por la asociación con la calabaza, suele
utilizarse como cabeza, cerebro; se usa la expresión mal del mate, mal de la cabeza.
2) De uso en el medio juvenil; se refiere a la virginidad de una mujer, la expresión llevarle
el mate es equivalente a virginidad; cuando se dice está mate es sinónimo de estar virgen.

ODIO, ODIAR (334).


Se emplea como sustantivo (odio: majadería, molestia, fastidio) o verbo (odiar: fastidiar,
moler).

“Esto te pasa por lacho

40
salió diciendo la lora,
yo veré si vas ahora
a odiarme, loro borracho” (Celos de la lora al loro).

RAE: odio.
(Del lat. odĭum).
1. m. Antipatía y aversión hacia algo o hacia alguien cuyo mal se desea.
odiar.
1. tr. Tener odio.

Comentario: Voz plenamente vigente en la acepción que da Rodríguez. Google lo ratifica.

PEGUAL (361)
“Especie de cincha de cuero con una argolla metálica que sirve para amarrar el lazo, y
sujetar con él a los animales enlazados”.

“Te pelo (desuello) como animal


y después hago a mi idea
de tu guata una correa
y del lomo un buen pegual” (Un lazo de verijas).

RAE: pegual.
(De pihuela, con cruce de apegualar, apiolar).
1. m. Am. Mer. Cincha con argollas para sujetar los animales cogidos con lazo o para
transportar objetos pesados

Comentario: Voz vigente. Google así lo ratifica.

41
PETARDAEARSE (368)
Petardearse es engañarse, “sufrir un petardo”.

“Esta era muy elegante


y de cara nada fea;
por cierto se petardea
quien de la mujer se fía”. (Los Rempujadores).

RAE: petardear.
1. tr. Mil. Batir una puerta con petardos.
2. tr. p. us. Estafar, engañar, pedir algo de prestado con ánimo de no volverlo.

ESPASA-CALPE: petardear
1. intr. Hacer algo un ruido como de petardazo.

Comentario: No es voz que nos sea familiar en la acepción de Rodríguez, que recoge la
RAE. La creemos en desuso en Chile. En Google encontramos la acepción de ESPASA-
CALPE.

PILILO (374)
Sinónimo de roto: calificativo que designa “a los individuos de la última clase, a los mas
pobres desaliñados y zaparrastrosos”.

“Voy a1 enganche y me engancho,


iba un pililo diciendo:
en siete pesos me vendo
No he de valer mas que un chancho” (Los Enganchados).

RAE: pililo, la.


1. m. y f. Arg. y Chile. Persona andrajosa y sucia.

42
Comentario: Palabra aún vigente, así lo muestra Google, pero creemos que de uso no muy
extendido. El DEREB la define como: “pililo: De uso común, palabra de origen incierto;
individuo andrajoso, insignificante, pobre y rasca”.

PITAR (379).
Sinónimo de fumar.

“Unos salen a las fiestas


a bolsear y a codear puchos,
no compran tabaco ni hoja
y el pitar les gusta mucho” (Tiro a los bolseros de puchos).

RAE: pitar (1).


(De la onomat. pit).
1. tr. Dar una pitada a alguien, manifestar desagrado contra él pitándole o silbándole.
2. tr. Pagar lo que se debe.
3. tr. Dep. En un partido, arbitrar. Pitó una final muy comprometida. U. t. c. intr.
4. tr. Dep. Dicho de un árbitro: Señalar las distintas incidencias de un partido,
especialmente las faltas. El árbitro pitó un penalti sin contemplaciones.
5. tr. Am. Mer. Fumar cigarrillos.
6. tr. Bol. y Chile. burlar (chasquear).
7. tr. El Salv. Comunicar una noticia o un chisme.
8. intr. Tocar o sonar el pito1.
9. intr. Dicho de una cosa: Zumbar, hacer ruido o sonido continuado. A Jesús le pitan los
oídos.
10. intr. coloq. Dicho de una cosa: Dar el rendimiento esperado.
11. intr. coloq. Tener una situación de preeminencia o autoridad.
12. intr. coloq. Cuba. Marcharse con precipitación de un lugar.

43
Comentario: Voz en uso en la acepción de Rodríguez. Actualmente ha adquirido otros
significados rescatados por el DEREB: “pitar: De uso en el medio delictual, voz
onomatopeya; es perjudicar, engañar, quitar o robar un objeto o dinero, se usa la expresión
me lo pitié, cuando se reconoce un robo, agresión o crimen. Estar pitiao puede significar
que te robaron o incluso que te violaron”. No hemos oído emplear esta voz en la
significación 6 de la RAE.

POLOLO, POLOLEAR (381-382).


“Del araucano (sic) pulomen, especie de moscardon”.
Se usa para nombrar este insecto y en sentido figurado “para designar a los mozos que
acosan a las niñas casaderas galanteándolas, y que carecen de los medios, o con mas
frecuencia de la voluntad de llegar a1 casorio”.
Pololear es galantear a mansalva y con impertinencia.

“Sucedió que un viejo cholo


a una niña pretendía:
y la madre le decía:
¡cuenta con ese pololo!” (El viejo lacho).

RAE: pololo (2).


(De or. mapuche).
1. m. Bol. y Chile. Hombre que sigue o pretende a una mujer.
2. m. Chile. Insecto, como de un centímetro y medio, fitófago, y que al volar produce un
zumbido como el moscardón. Tiene la cabeza pequeña, el cuerpo con un surco por encima
y verrugas, élitros cortos y de color verde, vientre ceniciento, patas anteriores rojizas, y
posteriores verdes.

Comentario: En la actualidad el verbo pololear designa una relación hombre-mujer que no


tiene, necesariamente, como último fin el matrimonio. Tampoco pololo se refiere al hombre

44
que pretende a una mujer; ser el pololo(a) de alguien, es haber conseguido ya algunos de
sus favores. También tiene la significación de trabajo esporádico.

POSTRERO, A (386).
Este adjetivo es usado en Chile como adverbio, sinónimo de después.

“Mi madre murió postrero


y cuando a la muerte estaba
me decía en lo que hablaba:
hijo si me lleva Dios
te quedará, para vos
la callana en que tostaba” (La herencia de Don Cristóbal).

RAE: postrero, ra.


(De postrarĭus, por postrēmus, infl. por primarĭus).
1. adj. Último en una lista o serie.
2. adj. Se dice de la parte más retirada o última en un lugar.
3. f. Hond. Segunda siembra y cosecha de maíz o frijol que se inicia en octubre y se recoge
en enero o febrero.

Comentario: Voz perdida en la acepción que da Rodríguez. En la actualidad postrero es


sinónimo de en último momento, a última hora. Google así lo corrobora.

PREVENIR (388)
Se usa, por semejanza, en reemplazo de provenir.

“Y aquel mal que adolecía


previno según decía
de tomar agua bendita” (La beata empachada).

45
RAE: prevenir.
(Del lat. praevenīre).
1. tr. Preparar, aparejar y disponer con anticipación lo necesario para un fin.
2. tr. Prever, ver, conocer de antemano o con anticipación un daño o perjuicio.
3. tr. Precaver, evitar, estorbar o impedir algo.
4. tr. Advertir, informar o avisar a alguien de algo.
5. tr. Imbuir, impresionar, preocupar a alguien, induciéndole a prejuzgar personas o cosas.
6. tr. Anticiparse a un inconveniente, dificultad u objeción.
7. prnl. Disponer con anticipación, prepararse de antemano para algo.

Comentario: Nos parece que este reemplazo (prevenir por provenir) no se efectúa en la
actualidad, o se realiza en círculos de muy bajo nivel educacional.

PROPIO (lo) (389)


La locución lo propio equivale a lo mismo, igual cosa, otro tanto.
.
“En la Francia fue Calvino
quien a la Iglesia dio guerra
lo propio hizo en Inglaterra
Enrique VIII…” (El protestantismo).

Comentario: Tratándose de una expresión poco han ayudado los diccionarios. Google
muestra que la acepción que entrega Rodríguez está aún vigente.

PUYA (394-395)
Dice Rodríguez que la locución dar puya es usada “ya como una interjección para animar
a los que riñen, ya para expresar el acto mismo de reñir”.

46
“Después llegó la patrulla
haciendo parar el canto
y ellos se enojaron tanto
que se formó una gran bulla:
comenzaron a dar puya
quebrando hasta las clavijas” (Un lazo de verijas).

RAE: puya (1).


(Del lat. vulg. pugia, de pugĭo, -ōnis, puñal).
1. f. Punta acerada que en una extremidad tienen las varas o garrochas de los picadores y
vaqueros, con la cual estimulan o castigan a las reses.
2. f. Garrocha o vara con puya1.
3. f. Ven. Objeto de punta afilada.
4. f. ant. púa.

Puya (2).
(Del mapuche puuya).
1. f. Bol. y Chile. Planta de la familia de las Bromeliáceas, de que existen varias especies.
Su altura varía de dos a cinco metros. Tiene hojas tendidas, verdes y blancas en la cara
inferior, flores amarillas y en alguna especie azules, con largos pétalos que se arrollan en
espiral al secarse.

Comentario: Hemos escuchado esta voz en la acepción de Rodríguez pero bastante a los
lejos y sólo en ambientes rurales. El DEREB define: “puyar: De uso en el medio
campesino, viene de la voz de origen mapuche puuya; bregar, esforzarse, trabajar con
ahínco”. Tampoco no es muy familiar este uso.
Google muestra un mayoritario uso de puya para designar una planta (puya chilensis)
conocida como chagual, cardón o montera.

47
RANCHO, ERÍA (406-407)
Se usa rancho con la acepción de choza, cabaña pajiza. Ranchería es el conjunto de
ranchos.

“Se apronta para inundar


a toda la ranchería
a ver si la policía
lo impide o lo va a estorbar” (El río Mapocho).

RAE: rancho.
(De rancharse).
1. m. Comida que se hace para muchos en común, y que generalmente se reduce a un solo
guisado; p. ej., la que se da a los soldados y a los presos.
2. m. Conjunto de personas que toman a un tiempo esta comida.
3. m. Lugar fuera de poblado, donde se albergan diversas familias o personas. Rancho de
gitanos, de pastores.
4. m. Choza o casa pobre con techumbre de ramas o paja, fuera de poblado.
5. m. coloq. Unión familiar de algunas personas separadas de otras, que se juntan a hablar o
tratar alguna materia o negocio particular.
6. m. Mar. Lugar determinado en las embarcaciones, donde se aloja a los individuos de la
dotación. Rancho del armero.
7. m. Mar. Cada una de las divisiones que se hacen de la marinería para el buen orden y
disciplina en los buques de guerra, para alternarse en las faenas y servicios por ranchos.
8. m. Mar. Provisión de comida que embarca el comandante o los individuos que forman
rancho o están arranchados.
9. m. And. Finca de labor de menos extensión que el cortijo y por lo común con vivienda.

ESPASA-CALPE: Fuera de las definiciones de la RAE aquí se encuentra la siguiente:


6. amer. Vivienda de campesinos.

48
Comentario: Voz plenamente vigente en la acepción de Rodríguez. Google muestra que la
palabra rancho ha sido masivamente adoptada por la industria gastronómica y turística.
Creemos que para este caso se basa en la significación 9 de la RAE, también muy extendida
en Chile.

RASCARSE (408).
Embriagarse, emborracharse. El sustantivo correspondiente es rasca (embriaguez).

“Despertó como sintiendo


que le estaban dando guasca:
¡maldita sea la rasca!
iba un pililo diciendo” (Los enganchados).

RAE: rascar.
(Del lat. rasicāre, raer, de rasus).
1. tr. Refregar o frotar fuertemente la piel con algo agudo o áspero, y por lo regular con las
uñas. U. t. c. prnl.
2. tr. arañar (raspar, herir ligeramente con las uñas).
3. tr. Limpiar algo con un rascador o una rasqueta.
4. tr. Producir sonido estridente al tocar con el arco un instrumento de cuerda.
5. tr. coloq. Ven. embriagar (causar embriaguez). U. t. c. prnl.
6. prnl. coloq. Ur. haraganear.

Comentario: No nos resulta muy familiar la acepción de Rodríguez. Hemos escuchado la


expresión andar con la rasca para referirse al estado de embriaguez, pero nos parece que es
poco extendida.

49
RECAUDO, ERO, A (412)
Se llama recaudo “a las legumbres que se ofrecen en venta en los mercados”. Quienes las
venden son las recauderas.

“Pasemos al recaudero,
fruteros y pescadores,
polleros y vendedores
de perdices…” (De todas artes).

RAE: recaudo.
1. m. Acción de recaudar.
2. m. Precaución, cuidado.
3. m. El Salv. y Méx. Aderezo líquido y espeso usado para condimentar carnes.
4. m. ant. Documento que justifica las partidas de una cuenta.

a buen recaudo, o a recaudo.


1. locs. advs. Bien custodiado, con seguridad. Estar, poner a buen recaudo.

recaudero, ra.
1. m. y f. Méx. Persona que tiene una recaudería.

Comentario: Nos parece que esta voz en la acepción de Rodríguez se ha perdido. Vale
notar que la RAE señala que en México se llama recaudero al dueño de una recaudería,
palabra esta última sinónimo de especiería (tienda de especies), pues se produce alguna
cercanía con la acepción de Rodríguez. Recaudo es en Chile, nos parece, abrigo, cobijo,
lugar seguro, tal como en la expresión a buen recaudo que señala la RAE. Google no
entrega resultados para recaudo.

RENGO, RENGUEAR (419)


Rengo llamase al cojo. Renguear es la acción de cojear.

50
Hacerse el zorro rengo es “disimular astutamente, encubrir con achaques de vejez,
enfermedad u otros semejantes las miras que se tienen”.

“Un rengo llegó pidiendo


la plata con mucho arrojo
y dijo: yo por ser cojo
en siete pesos me vendo” (Los enganchados).

RAE: rengo (1), ga.


(Del lat. renĭcus, de ren, renis, riñón).
1. adj. Cojo por lesión de las caderas. U. t. c. s.
2. adj. Arg., Cuba, Méx. y Ur. Cojo por lesión de un pie.
3. f. joroba (giba).
4. f. Sal. Parte del lomo sobre la que se pone la carga a las caballerías.

Comentario: En Chile, actualmente rengo es la forma culta de llamar al cojo, sin distinción
de la causa de su cojera. En Google el pueblo de nombre Rengo monopoliza las entradas de
búsqueda.

RICO (424)
Entre los huasos, rico es el hacendado.

“Si de un adulón se prenda


el mayordomo o el rico,
allí viven grande y chico
como madeja sin cuenda” (Los adulones).

RAE: rico, ca.


(Del gót. reiks).

51
1. adj. Adinerado, hacendado o acaudalado. U. t. c. s.
2. adj. Abundante, opulento y pingüe.
3. adj. Dicho de un terreno: fértil. Ricas tierras de labor.
4. adj. Lujoso, o de mucho valor o precio. Las paredes estaban cubiertas de ricos tapices.
5. adj. Gustoso, sabroso, agradable.
6. adj. Muy bueno en su línea.
7. adj. coloq. Dicho especialmente de un niño: Bonito y a la vez gracioso, encantador. ¡Qué
niños más ricos tiene!
8. adj. coloq. U. aplicado a las personas como expresión de cariño. U. t. en sent. irón. o
despect.
9. adj. desus. Noble o de alto linaje, o de conocida y estimable bondad. Era u. t. c. s.

Comentario: Aún se emplea en Chile la voz rico para designar a las personas adineradas.
También es muy frecuente en la significación 5 de la RAE. Google así lo ratifica.

TALCA, TALQUINA (la) (449)


De tralca, voz araucana (sic) que significa trueno.
La frase jugar a alguno la talquina, equivale a traicionarlo, engañarlo, abusar de su
confianza.

“Al fin si el hombre abomina


a la mujer sin razón
no le cause admiración
si le juega la talquina” (El mal marido).

RAE: talquino, na.


1. adj. Natural de Talca. U. t. c. s.
2. adj. Perteneciente o relativo a esta ciudad y provincia de Chile.

52
Comentario: No nos es familiar esta expresión. Google muestra que aún se emplea en la
acepción que le da Rodríguez. En la edición del 12 de agosto de 2005, en la sección “la
ficha pop”, del Diario La Cuarta se lee:

“HACER LA TALQUINA: En los ambientes carcelarios se llamaba "la talquina" a un tipo


de engaño. En el mundo del delito se llama "hacer la talquina" a una venganza cruel y
sangrienta. Consiste en darle -por encargo- un tajo o una puntada, en la zona genital, a los
violadores”.

TENDALADA (452)
Semejante a la voz española tendalera “descompostura y desorden de las cosas que se
dejan tendidas por el suelo”.

“Dejando la tendalada
de godos en esos llanos, (los de Maipo)
los que libraron huyeron
con su jefe don Mariano
Para nunca más volver,
y Chile quedó en descanso” (Romance de su vida).

RAE: tendalada.
1. f. Am. tendal (cuerpos o cosas que han quedado tendidos).

tendal.
(De tender).
1. m. toldo (cubierta de tela para hacer sombra).
2. m. Conjunto de cosas tendidas para que se sequen.
3. m. Trozo largo y ancho de lienzo, que se pone debajo de los olivos para que caigan en él
las aceitunas cuando se recogen.
4. m. Secadero de frutos.

53
5. m. Ast., Cantb. y Sal. tendedero.
6. m. Ext. Cada uno de los dos maderos laterales del lecho de la carreta.
7. m. Arg., Bol., Chile, Par. y Ur. Gran cantidad de cuerpos o cosas que por causa violenta
han quedado tendidos.
8. m. Ec. En las haciendas de la costa, sitio destinado para asolear las almendras de cacao.
9. m. ant. Lugar cubierto en donde se esquilaba el ganado.

Comentario: Voz vigente en la acepción que da Rodríguez. También se usa en la


actualidad para señalar situaciones de caos y desorden. Google así lo ratifica.

TRENZARSE (464).
“Por tomarse cuerpo a cuerpo, a brazo partido”.

“Una condenada vieja


se trenzó con un maldito,
y otro diablo pequeñito
se le pegó de una oreja” (Los grandes diablos).

RAE: trenzar.
(Del lat. trinitiāre, de trini, de tres).
1. tr. Hacer trenzas.
2. intr. Danza y Equit. Hacer trenzados.

Comentario: Voz vigente en la acepción que da Rodríguez. Google así lo ratifica, aunque
en la actualidad se usa mayormente la expresión trenzarse a golpes.

54
VERIJA (476)
Para Rodríguez es una corrupción de la voz española vedija, y se emplea como sinónimo de
ijada o ijar “cualquiera de las dos cavidades que hay entre las costillas falsas y el vientre
inferior del cuerpo animal”.

“Y a1 guaso me le robaron
hasta el lazo de verijas” (El lazo de verijas).

RAE: verija.
(Del lat. virilĭa, pl. n. de virīlis, viril).
1. f. Región de las partes pudendas.

VOX: verija
f. anat. Pubis (parte del vientre).

Comentario: Si bien la acepción que da Rodríguez aún está en uso, Google así lo muestra,
es la acepción de la RAE, nos parece, la más extendida, refiriéndose, eso sí, a las partes
pudendas masculinas.

VINAGRERA (477)
Se emplea para referirse a la acidez del estómago.

“Mas por ciertas vinagreras


paralizó sus trabajos” (¡A las calduditas mi alma!).

RAE: vinagrero, ra.


1. m. y f. Persona que hace o vende vinagre.
2. f. Vasija destinada a contener vinagre para el uso diario.
3. f. acedera.
4. f. Am. Mer. acedia.

55
5. f. pl. Pieza de madera, metal o cristal con dos o más ampolletas o frascos para solo aceite
y vinagre, o para estos y otros condimentos, la cual se emplea en el servicio de la mesa de
comer.

Comentario: Voz aún empleada en la acepción que da Rodríguez. Google así lo corrobora.

ZORZALEAR, ERO, A (486-487)


De igual significado que bolsear, bolsero.

“Al fin es bueno señores


que haigan hartos zorzaleros
porque no habiendo bolseros
no correrán los licores” (Los Bolseros).

RAE: nf.

Comentario: Este verbo no nos resulta familiar. Google muestra que está vigente en tanto
recuerdo pero no en uso. El DEREB define: “zorzalear: De uso en el medio campesino,
viene de zorzal; es obtener dinero mediante engaño, fingiendo un apuro, es sinónimo de
sablear”.

Resumen

Presentamos a continuación un resumen del trabajo realizado, que nos ha permitido


visualizar el status actual de cada palabra.

1) ABASTERO (7)
Incorporada por la RAE y al parecer vigente
2) ABOMBADO (8)

56
Para este caso el diccionario VOX se acerca más a uno de los sentidos de Rodríguez que el
de la RAE. Voz vigente en una de sus acepciones.
3) AVÍO (45)
Voz vigente pero no incorporada por la RAE.
4) BAJUJO (53)
Voz perdida y no incorporada por la RAE.
5) BOLSEAR, BOLSERO, BOLSEO, DE BOLSA (64)
Voz vigente. La RAE no representa el sentido que se le da en Chile.
6) CÁBULA (74)
Nos parece que no está vigente. Es curioso que ESPASA-CALPE la recoja y la RAE no.
Interesante es, si aceptamos con Rodríguez que se trata de un chilenismo, su
desplazamiento hacia México
7) CACHO, AR, ADA, UDO, UDA (77-78)
Voz vigente aunque con adiciones. La RAE ha aceptado casi todos los significados.
8) CALDUDA o CALDÚA (80-81)
Voz vigente pero con limitantes. Recogida por la RAE.
9) CARIÑO (92)
Voz vigente. Recogida por la RAE.
10) CASERO, ERA, ERÍA (101-102)
Voz vigente, no así la derivación casería. Recogida por la RAE.
11) COMBO (113)
Voz en uso pero ampliada en su sentido. La RAE recoge estos significados.
12) COSTINO, A (124)
Voz vigente. Recogida por la RAE.
13) CUARTAGUEAR (132)
Voz perdida. No recogida por la RAE.
14) CULERO (135).
Voz en desuso. No recogida por la RAE.
15) CURARSE (136).
Voz vigente. Recogida por la RAE.
16) CHONCHON (170-171)

57
Voz vigente pero ampliada. No recogida por la RAE en ninguna acepción.
17) CHUECO (175)
Voz en uso aunque trocada y ampliada. Recogida por la RAE.
18) DE (179-180)
De, en reemplazo de la expresión tan luego como: tiene cierta vigencia. La expresión de
efectivo no.
19) DISPAREJO, DESPAREJO (194).
Voz vigente. No recogida por la RAE.
20) FIRME (de) (217).
Voz en desuso. Recogida por la RAE.
21) FREGAR, ADO, A, AZON (220-221).
Voz vigente aunque ampliada. Recogida por la RAE.
22) FULLINGUE ó FUÑINGUE (225-226).
Voz al parecer vigente. Recogida en parte por la RAE.
23) FUTRE (227).
Voz vigente. Recogida en parte por la RAE.
24) GLORIADO (231)
Voz vigente. Recogida por la RAE.
25) GUASO, A, ERIA (241-242)
Voz vigente aunque con distinta ortografía. Recogida por la RAE.
26) GUATA, ON, ONA, ERO, ERA (242-243)
Voz vigente aunque ampliada. Recogida en parte por la RAE.
27) GUSTAR, ADOR, ORA (244-245)
Voz en desuso. No recogida por la RAE.
28) INTER (265)
Voz en parte vigente. Recogida en parte por la RAE.
29) IR (267).
Expresiones al parecer vigentes.
30) LACHO, A (271-272).
Voz vigente. Recogida por la RAE.
31) LESO, A, URA, EAR (279-280).

58
Voz vigente. Recogida por la RAE.
32) MATE, ERO, A (308-309)
Voz vigente aunque ampliada. Recogida por la RAE.
33) ODIO, ODIAR (334).
Voz vigente. No recogida por la RAE.
34) PEGUAL (361)
Voz vigente. Recogida por la RAE.
35) PETARDAEARSE (368)
Voz en desuso. No recogida por la RAE.
36) PILILO (374)
Voz vigente. Recogida por la RAE.
37) PITAR (379).
Voz vigente aunque ampliada. Recogida por la RAE.
38) POLOLO, POLOLEAR (381-382).
Voz en uso aunque con modificaciones. Recogida por la RAE.
39) POSTRERO, A (386).
Voz en desuso. No recogida por la RAE.
40) PREVENIR (388)
Voz en desuso. No recogida por la RAE.
41 PROPIO (lo) (389)
Voz vigente.
42) PUYA (394-395)
Voz de uso limitado. La RAE no recoge la acepción de Rodríguez.
43) RANCHO, ERÍA (406-407)
Voz vigente. Recogida por la RAE.
44) RASCARSE (408).
Voz en desuso en la acepción de Rodríguez. No la recoge la RAE.
45) RECAUDO, ERO, A (412)
Voz en desuso en la acepción de Rodríguez. No la recoge la RAE.
46) RENGO, RENGUEAR (419)
Voz vigente. Recogida por la RAE.

59
47) RICO (424)
Voz vigente. Recogida por la RAE.
48) TALCA, TALQUINA (la) (449)
Expresión al parecer vigente. No la recoge la RAE.
49) TENDALADA (452)
Voz vigente. Recogida por la RAE.
50) TRENZARSE (464).
Voz vigente. No recogida por la RAE.
51) VERIJA (476)
Voz en uso aunque modificada. Recogida por la RAE.
52) VINAGRERA (477)
Voz vigente. No recogida por la RAE.
53) ZORZALEAR, ERO, A (486-487)
Voz en desuso. No recogida por la RAE.

Tenemos pues, que de las 53 palabras que forman nuestro corpus, 41 tienen aún cierta o
plena vigencia. Tenemos también que 28 de estas palabras figuran en el Diccionario de la
RAE.

Al parecer, de poder suceder que de improviso nos encontráramos con Guajardo, no nos
sería tan difícil entendernos. El habla, queremos creer, funciona en constante expansión,
pero siempre desde cierto acervo basal que le permite mantenerse a la par que evolucionar.

Referencias

Cornejo, Tomás C. (2013). “Un testimonio temprano de la lira popular chilena: “Dos poetas
de poncho” de Zorobabel Rodríguez”. En: Revista de Dialectología y Tradiciones
Populares, Vol. LXVIII, N° 2, 517-548.

Dannemann, Manuel (1995). Tipos humanos en la poesía folclórica chilena. Santiago:


Editorial Universitaria.

Eliz, Leonardo (1889). Musas chilenas. Siluetas líricas y biográficas sobre los más
distinguidos poetas nacionales. Santiago: Imprenta de La Unión.

60
Lenz, Rodolfo (1940). “Dialectología hispanoamericana”, en Lenz, R; Bello, Andrés; Oroz,
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ÍNDICE

Introducción…………………………………………………………….. 2

Marco Teórico………………………………………………………….. 4
El español hablado en Chile: los chilenismos y su estudio…….. 4
El Diccionario de Chilenismo de Zorobabel Rodríguez……….. 6
Bernardino Guajardo (1812-1886) y la Lira Popular (1866-1930). 7

Metodología……………………………………………………………… 11
Análisis del Corpus lexicográfico………………………………... 12

Resumen………………………………………………………………….. 57

Referencias……………………………………………………………….. 61

62

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