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En el día a día de un almacén hay que realizar una gran cantidad de tareas. Cada una de ellas exige su tiempo
y su dedicación. Es necesario priorizar y tomar decisiones continuamente. Tu Jefe de Almacén será el
encargado de llevarlo a cabo.
Para que un almacén funcione correctamente todos los operarios deben trabajar de manera eficaz. De ello
también debe encargarse tu Jefe de Almacén. Las principales funciones que deberá llevar a cabo para
conseguirlo serán:
– Repartir las tareas entre cada uno de ellos, buscando la máxima eficacia y productividad.
Uno de los procesos principales a los que se enfrenta diariamente una empresa logística es la recepción y
el despacho de mercancías.
Durante el proceso de recepción, tu proveedor entregará materia prima que será almacenada en tu centro. En
cambio, el despacho de mercancía se producirá cuando desde el almacén carguen tus camiones para repartir
los pedidos de tus clientes.
Este proceso suele ser en el que hay más estrés, tensión y nerviosismo. Tu Jefe de Almacén deberá lidiar con
la situación. Planificará los pasos a seguir y revisará su cumplimiento. Además, será quien tome las decisiones
en caso de situaciones imprevistas.
Tu Jefe de Almacén debe conocer la cantidad exacta de cada mercancía que hay en el centro. Para ello
periódicamente deberá llevar a cabo el inventario del almacén. Este proceso sirve para tener una imagen real
del almacén, más allá de las estimaciones contables.
Deberá sacar un listado con las ubicaciones de cada producto. A continuación dividirá el almacén en pasillos.
Entonces solo faltará contar manualmente la cantidad que hay de cada artículo.
Posteriormente estos datos deberán contrastarse con los que previsiblemente había. Teóricamente la cantidad
debería coincidir. Sin embargo, es posible que haya menos género del que se creía, debido a roturas de
material no contabilizadas.
5. Distribuir el espacio del almacén
En una empresa logística el tiempo tiene un valor incalculable. Por eso es inconcebible tener que perderlo
buscando género por el almacén. Sobre todo cuando se trata de centros logísticos muy grandes. El Jefe de
Almacén de tu empresa organizará y distribuirá el espacio de la manera más lógica y eficiente.
Dividirá el espacio del almacén en base a una clasificación lógica. Vigilará que toda la mercancía sea
colocada en su sitio al momento y que no quede nada por el suelo.
Ahora ya sabes las tareas que sí o sí debe llevar a cabo tu Jefe de Almacén. Supervisa su trabajo para estar
seguro de que no queda nada sin hacer. Proporciónale la formación que necesite para realizarlas. Solo así
podrás estar seguro de que tu almacén funciona de manera óptima.
6: En la planificación de la cadena de suministros la figura del jefe de almacén resulta clave para conseguir un
incremento de la calidad y de la eficacia del sistema. La elección de un buen jefe de almacén es un factor determinante ya
que tiene un papel fundamental en la gestión logística.
El almacén es un elemento que en los últimos tiempos ha cobrado mucha importancia en el desarrollo industrial actual y
en la cadena de suministro en particular. El jefe de almacén será responsable del correcto funcionamiento de todas las
actividades que se desarrollan en él, la gestión del almacén y también de la optimización del espacio. Una buena labor
llevará a la empresa a unos resultados óptimos con el consiguiente aumento de la calidad del servicio y de la satisfacción
del cliente.
El encargado del almacén ahora tiene que ser un líder, teniendo en cuenta que está en su mano conseguir los objetivos
previstos de manera eficaz y productiva. Otra de las premisas que tiene que cumplir todo buen jefe de almacén es ser un
buen gestor, para ello debe contar con los conocimientos técnicos necesarios para optimizar los recursos.
Además, la persona que desempeñe las funciones de jefe de almacén tiene necesariamente que ser buen comunicador y
negociador para tratar con los trabajadores y con terceros que intervengan en el proceso.
Para hacer valer la estrategia logística de la empresa tiene que conocer diferentes técnicas y métodos de gestión del
almacén para poner en práctica aquellas que generen un mayor control de stocks y una mejora del servicio al cliente.
La dirección de las operaciones de entrada y salida de la mercancía. Lo que incluye la elección y posterior supervisión
de los procedimientos de manipulación de la mercancía en su recepción y en su expedición; el control de la
preparación de los pedidos y su posterior carga en los vehículos de transporte; además de un control de la calidad de
los productos recibidos.
El control de la circulación de los vehículos que transporten la mercancía de manera que ésta resulte rentable y que
cumpla con los criterios de seguridad.
La verificación del cumplimiento de las órdenes de pedido, asegurándose de que los procedimientos planeados se
cumplan en el tiempo, con la calidad y la seguridad previstas.
El control sobre el mantenimiento del almacén para evitar errores y agilizar los procesos de recepción de las
mercancías y preparación de los pedidos.
Decidir sobre los recursos que se deben emplear, ya sean medios materiales o humanos.
Decide sobre los procedimientos de control de inventario y supervisa su cumplimiento. Además, tiene que controlar
los stocks y las condiciones en las que éste se almacena. Decidiendo también la ubicación de la mercancía en el
almacén, teniendo en cuenta las características de la misma y las manipulaciones que vaya a sufrir.
Gestionar el almacén en su sentido más amplio, eligiendo las políticas más rentables y de acuerdo con la estrategia de
la empresa.
Para que el jefe de almacén pueda llevar a cabo todas estas tareas debe, necesariamente, apoyarse en un buen sistema
informático que le permita disponer de toda la información para tomar las decisiones adecuadas. También debe estar al
tanto de la normativa de seguridad y salud laboral que tendrá que tener en cuenta en la gestión de casi todos los aspectos
que son de su competencia.
De esta manera se consigue que el jefe almacén esté involucrado en la toma de decisiones y pueda formar una sinergia
positiva con otros departamentos en pro de un mejor crecimiento empresarial. Y es que, el almacén puede llegar a ser en
muchas empresas el corazón de la misma, por lo que debe bombear correctamente para que el resto de departamentos
puedan funcionar sin interrupciones.
Ser un auxiliar de almacén puede, a primera vista, parecer un trabajo sencillo. Sin embargo, ya que es una
pieza clave en cualquier depósito de inventarios, se requiere que la persona pase por un curso de formación
intensivo para que aprenda todas las herramientas, habilidades y la normativa existente tanto en Zaragoza
como a nivel nacional para garantizar la seguridad y el buen desempeño en el puesto de trabajo.
El auxiliar de almacén no solo estará encargado de la manipulación de carga con el manejo de carretillas, para
lo cual se requiere estricta formación, sino que también estará a cargo de la recepción de insumos, artículos y
materiales así como su clasificación y acomodo en los distintos locales destinados para ellos. Debe garantizar
tanto la limpieza como la organización adecuada del lugar.
De igual modo, el auxiliar de almacén participará en la elaboración de paquetes para la salida de inventario y
en la vigilancia para mantener el buen estado de los insumos. Asimismo, deberá tomar todas las precauciones
necesarias para garantizar el bienestar de su persona y de sus compañeros, respetando las leyes laborales y de
seguridad industrial vigentes en Zaragoza.
Las cualidades indispensables que debe tener un buen auxiliar de almacén son honestidad, iniciativa,
responsabilidad y ser un buen trabajador en equipo. Además debe prestar especial atención a los detalles, y
tener fuerza física y destrezas motrices para poder desenvolverse con facilidad en el cargo y poder subsanar
fácilmente cualquier error cometido.
Como ya se dijo, este tipo de cargos son fundamentales para el buen manejo de un depósito. Y aunque la
experiencia siempre es necesaria, antes de optar por un puesto así, se requiere un curso de formación sobre
todo en el uso de las carretillas, que es un trabajo técnico y complicado, que no cualquier novato puede
desempeñar.
Si lo deseas, puedes formarte a través de nuestro Curso Online de Logística, operaciones auxiliares y gestión
de almacén.
RESPONSABILIDAD:
MATERIALES:
DINERO:
INFORMACIÓN CONFIDENCIAL:
Ninguna.
TOMA DE DECISIONES:
Las decisiones que se toman se basan en instrucciones específicas, órdenes y/o guías de acción,
a nivel operativo.
SUPERVISIÓN:
El cargo recibe supervisión general de manera directa y constante y no ejerce supervisión.
RELACIONES INTERNAS:
El cargo mantiene relaciones continuas con todas las unidades de la Institución, a fin de apoyar y/o
ejecutar lo relativo al área, exigiéndose para ello una normal habilidad para obtener cooperación.
RELACIONES INTERNAS:
El cargo mantiene relaciones frecuentes con proveedores y casas comerciales, a fin de ejecutar lo
relativo al área, exigiéndose para ello una normal habilidad para negociar y obtener cooperación.
AMBIENTE DE TRABAJO:
El cargo se ubica en un sitio cerrado, generalmente agradable y mantiene contacto con agentes
contaminantes tales como: polvo, químicos, etc.
RIESGO:
El cargo está sometido a accidente y/o enfermedad, con magnitud del riesgo leve, con posibilidad
de ocurrencia media.
ESFUERZO:
El cargo exige un esfuerzo físico de estar parado/sentado constantemente, y caminando
periódicamente, y requiere de un grado de precisión manual y visual bajo.
A) EDUCACIÓN:
Bachiller.
EXPERIENCIA:
HABILIDAD PARA:
Organizar el trabajo.
Tratar en forma cortés al público en general.
Realizar cálculos numéricos.
Captar instrucciones orales y escritas.
DESTREZAS EN:
El manejo de calculadoras.
Computador.
Materiales y equipos para el almacenaje.
ADIESTRAMIENTO REQUERIDO:
Administración y almacenaje.