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Los Likan Antai ruegan a la Pata Hoiri (madre tierra) y las comunidades Colla en

los últimos años han realizado ceremonias con el mismo fin.


El pueblo Mapuche celebra el Año Nuevo dando gracias a la madre tierra (Ñuke
mapu) por su generosidad y solicitándole sea benéfica con la comunidad en el
año que comienza, que la tierra sea productiva.

Los indígenas que habitan algunas zonas de Bolivia celebran el "Willkakuti" también
conocido como "retorno del sol" o "Año Nuevo Andino", la celebración se caracteriza
por los rituales ancestrales que realizan los sacerdotes indígenas en la madrugada del
21.

Los originarios aguardan en Tiahuanaco con ofrendas y fogatas en altares dedicados al


Willkakuti, celebración que en 2009 fue bautizada por el presidente Evo Morales como
"Año Nuevo Andino Amazónico".

Los asistentes a la ceremonia se sientan de manera circular a compartir el calor del


fuego en la noche más fría de invierno y los más sabios y ancianos se suman a
compartir sus saberes en toda la noche, explican cómo el fuego es dador de vida y por
qué agradecemos su compañía porque los seres humanos también son fuego porque
contienen la energía que los moviliza a luchar por la justicia.

Los indígenas ofrecen al padre sol inciensos, coca, tabaco, plantas aromáticas, panes,
dulces y bebidas, comparten sus alegrías, anhelos y le solicitan al Tata inti (sol) que les
de fuerza y los sane.
We Tripantu mapuche
También llamado Wiñoi Tripantu (regresa la salida del Sol). La ceremonia comienza
antes que el Sol se oculte en el horizonte. Habitualmente se realiza durante la noche
del 23 de junio, y se espera hasta el amanecer la llegada del “nuevo Sol que regresa”
por el oeste. El ritual, que invoca a los antepasados, es dirigido por una machi o por el
lonko del lugar.
Colla o Kolla
Se celebra esta ceremonia en la actualidad en el centro ceremonial El Bolo, ubicado a
una hora de Copiapó hacia Inca de Oro. Comienza después de las siete de la tarde.
Luego se enciende una fogata y se preparan comidas tales como locro y asado de
cabrito.
Aringa Ora o Koro Rapa Nui
En ella se festeja el ciclo anual de la vida, relacionado con la fertilidad y productividad.
El ritual se realiza para simbolizar una nueva temporada de siembra de los recursos
naturales, tanto terrestres como marinos.

Pueblos originarios celebran el Año Nuevo o el retorno del Sol


El 21 de junio es llamado Año Nuevo Andino por los bolivianos y peruanos, We
Tripantu por los chilenos y Fiesta Nacional de la Noche más Larga por los argentinos.

La celebración más importante de los pueblos originarios de América del Sur tiene
lugar este 21 de junio y es conocida como el "We Tripantu" o "Nquillatún", término
mapuche que significa "salida del nuevo sol".

Los pueblos indígenas identificaron los momentos del año en que el Sol se alineaba
con el ecuador de la Tierra (equinoccios) y los momentos en que el astro rey alcanzaba
su mayor altura aparente en el cielo (solsticios).

El 21 de junio se produce el solsticio de invierno, este fenómeno es considerado por


los indígenas como un renacer porque la época de cosecha culmina y la tierra se
prepara para su nuevo tiempo de fertilidad.

La víspera del solsticio es la noche más larga del año, luego de ese momento clave y
durante los seis meses siguientes, las noches se acortan y los días se alargan. En el
ambiente hay más luz disponible y con ello hay mayor abundancia.
¿Quiénes celebran el solsticio?
Los pueblos de la cultura andina: Aymara, quechua y Atacameños realizan rituales del
Año Nuevo, los indígenas celebran a la Pachamama o madre tierra y a Tata Inti o padre
sol y le solicitan les traiga un año productivo y rico en animales y cosechas para la
comunidad.

We Tripantu
Es la celebración del año nuevo mapuche, pueblo indígena ubicado en Chile, la
festividad se celebra en las zonas chilenas de la comuna de Lautaro en la Araucanía o
en Temuco. Las comunidades mapuches preparan su propia celebración en las grandes
ciudades chilenas de Concepción y Santiago (capital).

La base de la sabiduría y ciencia mapuche es la observación permanente y sistemática


de la naturaleza, su metodología de aprendizaje se conoce como "inarrumen",
"utilizaban el mismo método socrático utilizado en la ciencia occidental: observación e
inducción.
"En la naturaleza está todo dado, sólo se debe observar", explicó el historiador
mapuche encargado del Programa Patrimonio Indígena de la Corporación Nacional de
Desarrollo Indígena (Conadi), Juan Ñanculef Huiaquinao.

Ñanculef precisó que los conocimientos astronómicos de los mapuches los llevaron a
distinguir los movimientos de la Tierra. La rotación fue llamada chünküz mapu
(redondez de la Tierra) y la traslación tüway mapu (giros de la Tierra).
Como el resto de los pueblos precolombinos, el conocimiento de estos fenómenos
sirvió para la creación de su calendario, que indica un año de 364 días exactos,
dsitribuidos en 13 meses (küyen) y 28 días (antü).
Bolivia y el "retorno del sol"
Los indígenas que habitan algunas zonas de Bolivia celebran el "Willkakuti" también
conocido como "retorno del sol" o "Año Nuevo Andino", la celebración se caracteriza
por los rituales ancestrales que realizan los sacerdotes indígenas en la madrugada del
21.

El Año Nuevo Andino será recibido en 202 espacios sagrados este miércoles y por
primera vez el presidente boliviano Evo Morales recibirá el nuevo año 5525 en la
localidad de Orinoca, municipio de Andamarca del departamento de Oruro, lugar del
que es oriundo.

La "apthapi" o merienda indígena comunitaria en la que la comunidad de Oruro


comparte los alimentos suele ser visitadas por centenares de personas.

Los indígenas aguardan en Tiahuanaco con ofrendas y fogates en altares dedicados al


Willkakuti, celebración que en 2009 fue bautizada por el presidente Evo Morales como
"Año Nuevo Andino Amazónico".
Willkakuti
Wilancha, celebración del Willkakuti en la localidad Pä Wila Qala de la Provincia
Camacho (La Paz, Bolivia)
Willkakuti (en aimara: «el retorno del sol»), Machaq Mara o Año nuevo Aymara se
celebra el 21 de junio de cada año en Argentina, Bolivia, Chile y Perú, principalmente
en Tiwanaku, Bolivia departamento de La Paz y forma parte de la cultura aymara. La
llegada del nuevo año nuevo aymara simboliza el retorno del sol y la recepción de
nuevas energía cósmicas.1 Fue declarado fiesta nacional en Bolivia por primera vez en
el año 2010 ,2 por el presidente Evo Morales.
Historia[editar]
No existen fundamentos históricos para determinar que el año aymara se celebra el 21
de junio o para establecer un cómputo exacto del año que se cumple. Por ejemplo, el
año 2013 se afirmaba que se llegaría al año 5521 del calendario aymara; tal fecha (21
de junio) coincide con el solsticio de invierno, “reinicio del acercamiento” del Sol a la
tierra y con el inicio de un nuevo ciclo agrícola (nueva época de siembra), el cual fue
festejado de modo ancestral por el pueblo quechua en la fiesta del Inti Raymi,
mediante esta nueva declaración este festejo ha sido rescatado tras haber sido
suprimido anteriormente por la Iglesia Católica por ser una fiesta de sacrificios o sea de
muerte de inocentes.
Lugares en los que se festeja[editar]
Inicialmente dicha actividad se realizaba en
la Puerta del Sol (Tiwanaku), pero en 2011 fueron
80 los sitios declarados como sagrados para la
realización de dicho evento.3 En 2013 los sitios son 200.4
En 2013, fue marcado como el año 55185 del calendario aymara.6 El cálculo de los años
se obtuvo mediante estudios arqueológicos realizados en las ruinas de Cuzco por el
peruano Milla Villena. Que sin embargo no tiene ninguna lógica
científica.[cita requerida] sin embargo los paises que celebran dicho evento son Argentina ,
Bolivia , Peru , Chile y otros paises visitantes ala puerta del sol
Un nuevo ciclo comienza, un nuevo año donde el sol se detiene para renovar y
renovarnos en nuestro compromiso con la Pachamama, con la existencia y de sabernos
hijos del sol.
El año nuevo andino se celebra en conmemoración del solsticio de invierno, momento
en que el sol se acerca a la tierra luego de haberse alejado por varios meses. Esta
celebración tiene un gran significado para el pueblo quechua en Perú y Bolivia.
En el año nuevo andino, denominado Inti Raymi en algunas zonas de la región
quechua, las familias de las comunidades indígenas rinden homenajes y dan la
bienvenida al Sol que regresa a para dar nuevos frutos a las comunidades y hacer
posible la producción en la tierra.
Con motivo de esta celebración conversamos con Angela Chislla Palomino, lideresa de
la ONAMIAP en Puno. Ella nos cuenta qué es lo que significa esta celebración para las
comunidades indígenas.
Un nuevo ciclo
“Nosotros los pueblos indígenas recordamos a nuestra Madre Tierra, celebramos que
estamos terminando la cosecha de nuestros productos”, afirma Chislla Palomino.
Ángela, sabia andina del pueblo Quechua de Puno afirma que son cuatro fechas al año
en que se celebra y realizan rituales de agradecimiento a la Madre tierra, estas son: el
21 de diciembre, 21 de marzo, 21 de junio y 21 de setiembre.
Todas estas fechas son celebradas con rituales de agradecimiento a la Pachamama.
Sin embargo, es el 21 de junio la fecha elegida para la celebración del Año Nuevo
Andino debido a que marca el inicio de un nuevo ciclo anual. Es en esta fecha cuando
se terminan de recoger las cosechas de los productos que los pueblos indígenas han
sembrado a lo largo del año anterior.
Cosmovisión Andina
Los pueblos indígenas permanecen en permanente comunicación con la Madre Tierra
debido a que gran parte de sus actividades las realizan en el campo. “La Pachamama se
comunica a través de los animales, los pastos, los insectos, los ríos, los lagos, todo”,
afirma Ángela Chislla.
Este proceso de permanente comunicación se le denomina cosmovisión andina. “Es
en esta fecha también cuando comienza a florecer la Pachamama, cuando se sabe si la
producción va a cambiar”, explica Ángela, “desde este momento se sabe qué cosas van
a pasar, si este año va a ser de lluvia o un año seco”.
Desde la llegada de la religión católica al territorio de los pueblos, las actividades del
año nuevo andino se fusionaron con la fiesta de San Juan. Es por este motivo que se
trasladaron al 24 de junio.
Los pueblos indígenas supieron conservar sus tradiciones y costumbres, aprovecharon
esta festividad para realizar más actividades de reciprocidad. “En Cusco y Puno, hay
constantemente actividades a la Pachamama”, dice Ángela, “cada uno en su casa tiene
su manera de agradecer a la Madre Tierra”.
Rol de la mujer
En la cosmovisión indígena existe la dualidad del mundo, tanto el varón como la mujer
tienen un rol fundamental en el ritual a la Madre Tierra, sin embargo, existen zonas
donde ha predominado el machismo, es en estas zonas que las celebraciones corren a
cargo de los varones, mientras la mujer conserva un rol pasivo.
“En nuestra comunidad siempre ha participado la mujer, ya que muchas veces es la
cabeza de la familia y necesariamente debe hacer el ritual, un alcance a la
Pachamama”, explica Ángela.
Turismo y aprendizaje
En los últimos años y con la finalidad de atraer más turismo a la región sur del Perú, se
han implementado actividades netamente turísticas, al respecto Ángela comenta: “Por
un lado está bien la difusión, pero no que se comercialice con nuestra cultura”.
“La gente debe vivirlo, sentirlo, debe identificarse como pueblo indígena”, declara,
“por eso es importante que los niños aprendan nuestra visión”.
Hoy en día existen proyectos regionales para incorporar la interculturalidad en la
educación básica, debido a esto se ha implementado la celebración del Año Nuevo
Andino en los colegios de inicial, primaria y secundaria en la región Puno.

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