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Problemas de aprendizaje específicos.

Indicaciones generales:

• Acostumbre a los niños a una estructura definida de clase que incluya: presentación
deltema; desarrollo con apoyo de material concreto, utilización de vivencias personales;
retroalimentación de preguntas para evaluar el dominio y comprensión de los alumnos. Por
último, haga un cierre de la clase pidiendo a los alumnos que resuman lo más interesante
o con qué idea o principio se quedan (Chadwick en Luchinni, 2002).

• Identifique las fortalezas de estos niños para potenciarlas (Chadwick en Luchinni, 2002).
Por ejemplo, si el niño tiene habilidades para dibujar pídale que haga un dibujo sobre el
tema que están tratando y que lo exponga a los compañeros. En ocasiones, el reforzar una
habilidad repercute en el desempeño del niño en las otras áreas, pues el autoestima del
niño se ve fortalecida junto con su sensación de eficacia personal.

• Enfatice enfoques y prácticas orales (Chadwick en Luchinni, 2002). Tales como lectura de
cuentos, juegos de rol, exposiciones, etc., estableciéndolos en lo posible como una práctica
diaria.

• Siente a los niños frente al profesor, minimice la necesidad de copiar del pizarrón y
promueva la lectura en voz alta designando con anterioridad quienes leerán (así puede
predecir el momento de la lectura y prepararse) (Chadwick en Luchinni, 2002).

• Proporcione alabanzas y mantenga un alto nivel de expectativas (Chadwick en Luchinni,


2002). Es decir, felicite al niño en sus logros y avances, siempre pensando y señalándole
que se confía en sus capacidades.

Dificultades en lectura:

• Realice actividades donde los niños tengan que reconocer sonidos finales, sonidos
iniciales, análisis y síntesis de palabras, etc. Estos niños requieren de más práctica y
estrategias que favorezcan el análisis fónico y estructural de la decodificación de palabras
para llegar a leer (Chadwik en Luccini, 2002).

• Utilice una estrategia de enseñanza continua y sistematizada: primero vocales, luego


consonantes en sílabas directas, luego en sílabas complejas, etc. Recuerde que los niños
con estas dificultades no aprenden a leer por descubrimiento, por lo que requieren de la
mediación de un profesor apoyado por un especialista (Chadwick en Luchinni, 2002).

• Háblele al niño de frente, mirándole a los ojos, con una modalidad lenta, rítmica y bien
articulada. Esto fomentará un desarrollo lingüístico adecuado (Chadwick en Luchinni, 2002).

• Desarrolle en los niños la capacidad de escuchar (Chadwick en Luchinni, 2002). El


profesor es el encargado de modelar esta capacidad en el diálogo diario, es decir, debe
hacerle saber al niño que lo escucha cuando este habla y al mismo tiempo solicitarle que
éste lo escuche cuando se dirige a él “te estoy escuchando” “Sebastián, escucha lo que te
digo” “Niños, escuchen a Diego”. Se debe enfatizar en que la escucha atenta requiere de
silencio de parte de los demás.

• Planifique en la escuela un tiempo de lectura donde ésta sea una actividad placentera.
Recuerde que para superar los problemas de lectura hay que leer y mientras más se lee,
más se mejora la calidad de la lectura. Para practicar la lectura incluya, dentro de la hora
de lenguaje y de otras asignaturas, una actividad de lectura que esté en concordancia con
los objetivos de la clase o unidad. Para esto puede utilizar materiales diversos como reglas
que norman actividades, invitaciones, agradecimientos, comunicaciones, afiches, letreros,
registros experienciales, revistas, textos de asignaturas, etc. (Chadwick en Luchinni, 2002).
Por lo mismo, la selección de los textos debe ser la adecuada al nivel del niño con un
vocabulario adecuado, frases cortas y una diagramación poco recargada, letras grandes y
claras. Destine al menos semanalmente un tiempo determinado para esta actividad, ya sea
a través de visitas a la biblioteca, lectura silenciosa diaria, trabajo en rincones, etc.

• Existen técnicas para desarrollar la lectura oral en niños con lectura deficiente (Chadwick
en Luchinni, 2002):

• Lectura oral simultánea: El profesor y el niño leen juntos un texto donde el profesor guía
con su dedo la lectura esperando lograr fluidez. Esto se puede realizar con toda la clase,
escribiendo el texto en la pizarra, ocupando un cartel o transparencia, así todos los niños
pueden ir siguiendo el mismo texto de lectura.

• Lectura eco: Primero lee en voz alta el profesor y luego lee el niño la misma frase
mostrando con su dedo las palabras leídas.

• Lectura con apoyo: Primero lee el profesor en voz alta siguiendo con su dedo las palabras
leídas y el niño las repite. Luego el profesor lee en voz alta y omite las palabras que el niño
puede leer. Finalmente, el niño lee en forma independiente la mayor parte del texto donde
el profesor lo apoya en aquellas palabras necesarias para que el niño lea con fluidez.

• Lectura repetida: El alumno lee en voz alta y relee hasta que disminuyan los errores y
aumente la velocidad. Entonces el profesor le señala otro párrafo.

• Apoye la comprensión lectora mediante preguntas referidas al texto. De este modo,


previamente o durante la lectura anime a los niños a predecir o hipotetizar sobre la historia,
basándose en la información que tienen: ilustraciones, la forma de los párrafos, el autor, el
título, etc. Una vez finalizada la lectura plantee preguntas en distintos niveles de
complejidad donde la información se pueda buscar, interpretar y deducir, en una oración,
en un párrafo o en el texto completo y/o en las que reflexionan respecto al impacto que les
produce en términos de gusto y de valores.

Dificultades con la escritura manuscrita:

• Utilice el método cursivo porque favorece la continuidad y la flexibilidad del movimiento,


facilita la soltura y el dinamismo en la escritura; permite la percepción de la palabra como
un todo y tiende a ser resistente al olvido en la memoria (Chadwick en Luchinni, 2002).

• Controle las actividades que los niños realizan sobre la mesa de trabajo en relación a una
postura adecuada:

• Sentarse en forma cómoda, con el dorso apoyado en el respaldo, los pies apoyados en el
suelo, los brazos descansando sobre la mesa.

• Tomar el lápiz sosteniéndolo entre el índice y el pulgar.


• La muñeca se apoya sobre el papel y determina una continuidad entre el antebrazo y la
mano.

• Estimule a los niños a verbalizar sus acciones motoras mediante explicaciones


y descripciones (Chadwick en Luchinni, 2002) . Esto en ocasiones se conoce como
verbalización de la escritura (conozca escritura matte en: Programa de Lenguaje – kinder y
1° básico – Colegio San Joaquín www.educandojuntos.cl)

• Favorezca la distensión motriz a través de pintura libre, arabescos de gran tamaño, trazo
de letras en sémola (Chadwick en Luchinni, 2002)

Dificultades en matemática:

• Integre en la resolución de problemas y ejercicios escritos, el uso de la hoja borrador, lápiz


mina, goma de borrar y de la hoja de respuesta.

• Introduzca la matemática en contextos recreativos (Chadwick en Luchinni, 2002). En un


contexto lúdico, se pueden automatizar y reforzar conocimientos básicos de la matemática.
Es importante utilizar apoyo concreto en las primeras instancias.

• Asegúrese de que los alumnos comprendan las actividades (Chadwick en Luchinni, 2002).
Por ejemplo, se les puede pedir que lean la pregunta, que expliquen los que la pregunta les
pide que hagan, cómo van a hallar la solución y lo que hacen mientras trabajan.

 Quizá puede desempeñar también una labor preventiva de educación para la salud dando unos
consejos muy básicos a todos los niños como son: dormir las horas suficientes, comer de forma
equilibrada -y en especial hacer un desayuno muy completo, sobre todo en aquellos estudiantes
que están sometidos a jornadas intensivas de mañana.
 Se debe aconsejar a los padres que no sometan a los niños a excesivas actividades
extraescolares (los niños deben tener tiempo para hacer sus tareas escolares, para jugar y para
aburrirse) y que limiten el tiempo y los contenidos frente a la televisión, ordenador y videoconsolas.
 El papel de los padres en el aprendizaje escolar es fundamental. El estudio requiere tiempo y
hábito. Los padres deben facilitar un lugar adecuado y deben enseñar al niño a tener sus
cuadernos y libros en orden, manejar la agenda escolar, planificar las horas de estudio; deben
estar disponibles, dar sensación al niño de que están para escucharle y ayudarle.
 Motivación y afecto son dos pilares fundamentales en el proceso de aprendizaje y los padres están
en una posición privilegiada para ofrecer ambas cosas.
 Es importante que la familia, y sobre todo el niño, se centren en los puntos fuertes de su perfil de
valoración neuropsicológica y que entiendan que ésta no va dirigida a poner etiquetas sino a
ayudarle a desarrollar actitudes y aptitudes para solventar sus dificultades, de modo que pueda
generalizar rápidamente estos nuevos aprendizajes con el objeto de utilizarlos de forma autónoma
y fuera del ámbito de la reeducación.

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