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SUPUESTOS DE LA SISTEMICA
La Teoría de Sistemas nació en el siglo XX con la pretensión de ser un modo revolucionario de estudiar los fenómenos,
opuesto a la ciencia moderna La Teoría de Sistemas resumía su crítica al método científico (―reduccionismo‖), bajo la forma de
una simple proposición ―El todo es más que la suma de las partes‖. Esta crítica constituía, a la vez, la intuición teórica
fundamental de sistemas, que debía ser punto de partida para el desarrollo de un modo holístico de estudiar los fenómenos,
orientados al afán de entenderse como totalidades. De acuerdo con lo anterior, esto significaba abordar los fenómenos (y sus
partes) como entidades inseparables del contexto al que pertenecen. (Hernán López Garay. 2011).
FILOSOFÍA Y SISTÉMICA
Los filósofos clásicos griegos, Aristóteles y Platón, establecieron algunas ideas de sistemas importantes. Aristóteles (384-322
a.C), ―El todo es más que la suma de sus partes‖; las partes del cuerpo solo pueden ser entendidas en función a lo que hace
todo el organismo refiere a una concepción holística.
Según algunos el término holismo proviene del inglés ―whole‖ –todo, suma, completo-, y es aparentemente una derivación de
―wholism‖, que significa algo así como ―que tiene que ver con todo‖. Sin embargo, como ―holy‖ significa en ese mismo idioma
ESCUELA ACADEMICO PROFESIONAL DE INGENIERIA DE SISTEMAS Ing. Karina Cruz Oscanoa
RESUMEN N 02
U.E.C. Teoría de Sistemas
―santo, sagrado, bendito, divino‖ la palabra en realidad esconde un doble significado: una traducción quizás más apropiada
podría ser: ―lo divino que tiene que ver con todo‖.
El origen del término no es reciente; se le atribuye a Jan Smuts, militar, estadista, botánico aficionado y filósofo de la
antigua Unión Sudafricana, quien hace 80 años escribió en su libro Holismo y Evolución: ―...la creación de ‗todos o totalidades‘,
y aún más altamente organizados ‗todos‘ y de la ‗totalidad general‘ como característica de la existencia, es un carácter
inherente del universo... Y el progresivo desarrollo de los ‗todos‘ resultantes en todas las etapas -desde las más imperfectas,
inorgánicas, hasta las más altamente desarrolladas- es lo que llamamos Evolución. La tendencia a la construcción del todo,
o el Holismo, operando en y a través de los todos particulares, se observa en todas las etapas de la existencia, y no está de
ninguna manera confinado al dominio biológico donde la ciencia lo ha restringido hasta el momento‖.
La anterior no es la única interpretación que existe del holismo. Según otros, una forma más compacta de definirlo sería
expresando que ―el todo es más que la suma de sus partes‖; lo que en cierta forma no deja de ser una verdad: una bicicleta es
más que la suma de sus ruedas, tornillos y cadenas; si las partes no se acoplan debidamente la bicicleta no se podrá montar.
La interconexión de las piezas es lo que permite hacerlo, creando una nueva cualidad. Y lo mismo sucede con cualquier otra
cosa; un libro no es más que papel, tinta, más las ideas del autor ordenadas adecuadamente. Por separado, desde luego que
no son un libro.
Sin embargo, esta noción perfectamente racional se utiliza a menudo para tratar de desvirtuar los puntos cardinales que han
guiado a la ciencia desde sus mismos inicios. Al insistir en que las cosas hay que verlas siempre ―como un todo‖, sin ofrecer la
metodología de cómo hacerlo, se niega la forma usual del avance del conocimiento: de lo simple a lo complejo, de lo particular
a lo general, etc. ¿Cómo es posible llegar a conocer el ‗todo‘ sin conocer previamente las partes que lo componen?. También
se suelen presentar afirmaciones confusas, subjetivas, indemostrables, y de un decidido sabor místico-religioso –aunque los
promotores del holismo no gusten de reconocer esto último-. A menudo el holismo aparece ligado a las denominadas
―medicinas alternativas‖, normalmente no reconocidas por la medicina convencional: Quiropráctica, Ayurveda, Reflexología,
Osteopatía, Homeopatía, Medicina Unani y muchas otras. La filosofía holística predica que ―para evitar las enfermedades
y permanecer sano se necesita mantener la ‗energía vital‘ a un alto nivel, lo que permite a todas las partes del cuerpo trabajar
en armonía para mantener la salud.‖ Tal energía (o sus denominaciones similares como bioenergía, aura, etc.) no es
reconocida por la ciencia.
Los aforismos mente sana en cuerpo sano (unión de cuerpo y mente, totalidad), una mano lava la otra y las dos lavan la cara
(interdependencia), en la unión está la fuerza (unidad), no es posible cruzar dos veces el mismo río (flujo, cambio), no le
regales un pez, enséñalo a pescar (sustentabilidad) y muchos otros más, son resúmenes del saber popular conocidos desde
tiempos inmemoriales, que de novedoso nada tienen. Además, están presentados de una forma mucho más simple y
educativa. Platón (428-347 a.C.) interesado en como la noción de control podría ser aplicado al estado y a la sociedad. La
República (en griego, Politeia, de polis, que significa ciudad-estado) es la más conocida e influyente obra de Platón, el
compendio de las ideas que conforman su filosofía. Escrita en forma de diálogo entre Sócrates y otros personajes, como
discípulos o parientes, se estructura en diez libros, si bien la transición entre ellos no corresponde necesariamente con cambios
en los temas de discusión. En este libro, Platón discute cuál sería la mejor filosofía y organización del Estado, de tal forma que
éste fuera ideal. Para ello, hace que Sócrates opine sobre la forma de educar a los hombres mientras instruye a los demás
tertulianos. Las ideas clave según el autor son la importancia de la educación de los guerreros para la posterior defensa del
Estado, la obligación moral de ejercer la justicia y, finalmente, declara abiertamente que la república es la mejor opción para
organizar un Estado.
El holismo fue relegado por mucho tiempo, pero durante los siglos 18 y 19 los filósofos europeos retoman esta forma de
pensar. Los filósofos europeos: Kant, nunca conoceremos plenamente la realidad porque es sistémico. Hegel, tesis, antitesis y
síntesis. Composición de un todo por la reunión de sus partes (síntesis). Immanuel Kant, es considerado como uno de los
pensadores más influyentes de la Europa moderna y del último período de la Ilustración. En la actualidad, Kant continúa
teniendo sobrada vigencia en diversas disciplinas: filosofía, derecho, ética, estética, ciencia, política, etc. Una sostenida
meditación sobre los diversos fenómenos del obrar humano nos remite necesariamente a Kant, que junto con Platón y
Aristóteles constituye, según una gran mayoría, el hilo conductor de los grandes aportes al conocimiento humano. Estética
trascendental, en la Crítica de la razón pura, se parte, asumiendo los resultados del empirismo, afirmando el valor primordial
que se le da a la experiencia, en tanto esta permite presentar y conocer a los objetos, desde la percepción sensible o
intuición (Anschauung). La capacidad de recibir representaciones se llama sensibilidad, y es una receptividad, pues los
objetos vienen dados por esta. La capacidad que tenemos de pensar los objetos dados por la sensibilidad se llama
entendimiento. Las intuiciones que se refieren a un objeto dado por las sensaciones se llaman intuiciones empíricas y el objeto
sensible es llamado fenómeno (término de origen griego que significa «aquello que aparece»). Asimismo a las
representaciones en las que no se encuentra nada perteneciente a la sensación se las llama puras. Se sigue que la ciencia de
la sensibilidad es llamada Estética trascendental, que forma parte de la Doctrina Trascendental de los Elementos en la Crítica
de la razón pura.
El empleo del término ‗Estética‘ en Kant difiere del uso que hizo Alexander Gottlieb Baumgarten del mismo término, Estética en
cuanto ciencia de lo bello. El uso de Kant es en realidad más fiel a la etimología (αισθητική –aisthetike– viene de αἴσθησις –
aisthesis–, que significa «sensación, sensibilidad») pero el de Baumgarten tuvo mejor fortuna.
La Estética Trascendental muestra que, a pesar de la naturaleza receptiva de la sensibilidad, existen en ella unas condiciones
a priori que nos permiten conocer, mediante el entendimiento, los objetos dados por el sentido externo (intuición). Estas
condiciones son el espacio y el tiempo.
Para que las sensaciones sean referidas a objetos externos, o alguna cosa que ocupe un lugar distinto del nuestro, y,
asimismo, para poder entender los objetos como exteriores los unos a los otros, como situados en lugares diversos, es
necesario que tengamos «antes» la representación del espacio, que servirá de base a las intuiciones. De lo que se infiere que
la representación del espacio no puede derivar de la relación de los fenómenos ofrecidos por la experiencia. Todo lo contrario:
es absolutamente necesario dar por sentado de manera a priori esta representación de espacio como dada para que la
experiencia fenoménica sea posible. El espacio, argumenta Kant, no puede ser un concepto del entendimiento puesto que los
conceptos empíricos se elaboran sobre los objetos ya intuidos de forma sensible en el espacio y el tiempo; el espacio, como
intuición, es anterior a cualquier intuición de objeto, anterior a cualquier experiencia; por eso, dice Kant, es una intuición
pura. La representación del espacio no es un producto de la experiencia; es una condición de posibilidad necesaria que sirve
de base a todas las intuiciones externas. El espacio es la condición de posibilidad de existencia de todos los fenómenos.
Es importante comprender que el espacio es la forma en la cual todos los fenómenos externos se dan, o dicho de otro modo,
en el espacio se da la intuición sensible. De lo anterior se sigue que el espacio tendrá una doble cualidad: en tanto condición
formal en la que se dan los fenómenos, el espacio posee una idealidad trascendental en la cual se prescinde de la sensibilidad,
y una realidad empírica en la cual se validan objetivamente los fenómenos intuidos.
Por su lado, el tiempo es también una forma pura de la intuición sensible y es presupuesto desde el sujeto cognocente (de
manera a priori) El tiempo es una condición formal a priori de todos los fenómenos y posee validez objetiva en relación solo con
los fenómenos. El tiempo, al igual que el espacio, tampoco es un concepto discursivo, sino una forma pura de la intuición
sensible. Pero en este caso, el tiempo es además la forma del sentido interno. Kant se refiere a la capacidad que los sujetos
tienen de intuirse a sí mismos, en la "apercepción", es decir la percepción de la propia identidad empírica, en una sucesión de
momentos, que constituyen el tiempo. El espacio da validez objetiva a los fenómenos en tanto estos existen en la sensibilidad
(sentido externo) que pone en relación al sujeto con el objeto que es percibido como 'fuera- El tiempo da validez objetiva a los
fenómenos en tanto que estos son percibidos no solo en el espacio exterior, sino desde la apercepción que se percibe a sí
misma y en relación con su experiencia externa según un antes y un después es decir en un momento de esa intuición pura
que es el tiempo. Se sigue de lo anterior que es posible pensar objetos que no estén dados en el espacio, pero no es posible
pensar objetos que no estén dados en el tiempo. El tiempo es en consecuencia la forma de la intuición pura de la sensibilidad
interna y tiene en sí mismo realidad subjetiva en tanto permite al sujeto pensarse a sí mismo como objeto en el tiempo.
Finalmente el tiempo es asimismo forma de la intuición externa en la cual devienen todos los fenómenos intuidos en un
espacio determinado.
De lo anterior Kant deduce que es imposible que los fenómenos existan por sí mismos, pues toda la realidad empírica se valida
como algo real en tanto es intuida por el sujeto. En consecuencia, espacio y tiempo, al ser formas puras de la intuición sensible,
son también condiciones inherentes al sujeto que intuye y sin estas al sujeto se le haría imposible recibir representaciones. Es
así como la Estética Trascendental constituye el primer estadio de conocimiento del sujeto, y que tiene directa relación con la
percepción sensible de objetos de la experiencia.
Cuando proyectamos hacia el exterior lo que denominamos extensión, estamos aplicando o sobreponiendo a los datos
sensibles algo que no viene dado por ellos, algo puramente subjetivo, una forma, una condición previa de nuestra sensibilidad.
Todo lo que llamamos corporal no va más allá de la representación interna, aunque lo consideremos como externo. En la
primera edición de la Crítica de la razón pura Kant dice: «El concepto trascendental de los fenómenos en el espacio es una
advertencia crítica de que en general nada de lo percibido en el espacio es una cosa en sí, que el espacio es además una
forma de las cosas; los objetos en sí nos son completamente desconocidos y lo que llamamos cosas exteriores no son más
que representaciones de nuestra sensibilidad»
Analítica trascendental, además de espacio y tiempo como formas puras de la sensibilidad, el hombre dispone de las
categorías como funciones del entendimiento, tema que se aborda en la «Analítica trascendental». La sensibilidad es
receptiva, aunque no quiere decir esto que sea pasiva, pues presupone la actividad corporal. El entendimiento es también
activo y su función es la de producir (hervorbringen) los conceptos. En este sentido, como ha mostrado Eugenio Moya en su
reciente libro: Kant y las ciencias de la vida (Madrid, Biblioteca Nueva, 2008), la mente humana se comporta como cualquier
ente vivo. En efecto, de igual manera que éstos organizan y se autoorganizan a sí mismos a partir de las diferentes materias
que les servían de alimento, de respiración, etc.; es decir, son autopoyéticos. La mente tiene la capacidad para hacer emerger
desde sí misma (selbstgebären), determinadas formas cognitivas a priori que organizan el material múltiple que le proporcionan
los sentidos. ―En este sentido -dice Kant en la Crítica de la razón pura-, las impresiones dan el impulso inicial para abrir toda la
facultad cognoscitiva en relación con ellos y para realizar la experiencia. Ésta incluye dos elementos muy heterogéneos: una
materia de conocimiento, extraída de los sentidos, y cierta forma de ordenarlos, extraída de la fuente interior de la pura intuición
y del pensar, los cuales, impulsados por la materia, entran en acción y producen conceptos.‖ El a priori del entendimiento hay
que concebirlo así, más que un conocimiento sustantivo, como una capacidad de producir conocimientos ajustando a ciertas
reglas los materiales de la experiencia. Ahora bien, en la medida en que sólo podemos aprender a partir de esas reglas, no
podemos decir que todo conocimiento deba justificarse a partir de aquellos materiales. Recapitulando:
1. El origen de todos nuestros conocimientos está en los sentidos. El espacio es la forma que aportamos para las
representaciones externas. El tiempo es la forma pura que previamente aportamos tanto para lo externo como para lo
interno.
2. Aparte de estas formas puras, la razón humana dispone de la facultad del entendimiento, conformadora espontánea con su
bagaje de categorías.
3. Las intuiciones sensibles por sí mismas y solas no engendran conocimiento: son ciegas.
4. Las intuiciones sensibles constituyen materia de conocimiento en tanto se someten a la conceptualización del entendimiento.
Y a partir de allí opera nuestro aparato discursivo.
La razón humana tiene en el conjunto de categorías su fuerza para concebir los objetos, pero siempre que haya un aflujo de
fenómenos sobre los cuales ellas puedan actuar. Cuando tal cosa no ocurre, en el caso de los objetos denominados
"metafísicos", como Dios, el alma, el mundo, tal función del entendimiento deriva sin mucho sentido y cae en las llamadas
antinomias, en que tanto puede demostrarse como verdadera una posición como la contraria. Fuente: Immanuel Kant
Georg Wilhem Friedrich Hegel, considerado por la Historia Clásica de la Filosofía como el representante de la cumbre del
movimiento decimonónico alemán del idealismo filosófico y como un revolucionario de la Dialéctica, En las explicaciones
contemporáneas del hegelianismo —para las clases preuniversitarias, por ejemplo— la dialéctica de Hegel a menudo
aparece fragmentada, por comodidad, en tres momentos llamados ―tesis‖ (en nuestro ejemplo, la revolución), ―antítesis‖ (el
terror subsiguiente) y ―síntesis‖ (el estado constitucional de ciudadanos libres). Sin embargo, Hegel no empleó personalmente
esta clasificación en absoluto; fue creada anteriormente por Fichte en su explicación más o menos análoga de la relación entre
el individuo y el mundo. Los estudiosos serios de Hegel no reconocen, en general, la validez de esta clasificación, aunque
probablemente tenga algún valor pedagógico (véase Tríada dialéctica).
Hegel se valió de este sistema para explicar toda la historia de la filosofía, de la ciencia, del arte, de la política y de la religión,
pero muchos críticos modernos señalan que Hegel a menudo parece pasar por alto las realidades de la historia a fin de
hacerlas encajar en su molde dialéctico. Karl Popper, crítico de Hegel en La sociedad abierta y sus enemigos, opina que el
sistema de Hegel constituye una justificación tenuemente velada del gobierno de Federico Guillermo III y que la idea hegeliana
de que el objetivo ulterior de la historia es llegar a un Estado que se aproxima al de la Prusia del decenio de 1831. Esta visión
de Hegel como apólogo del poder estatal y precursor del totalitarismo del siglo XX fue criticada minuciosamente por Herbert
Marcuse en Razón y revolución: Hegel y el surgimiento de la teoría social, arguyendo que Hegel no fue apólogo de ningún
Estado ni forma de autoridad sencillamente porque éstos existieran; para Hegel, el Estado debe ser siempre racional. Arthur
Schopenhauer despreció a Hegel por el historicismo de éste y tachó la obra de Hegel de pseudofilosofía.
La filosofía de la historia de Hegel está también marcada por los conceptos de las "astucias de la razón" y la "burla de la
historia"; la historia conduce a los hombres que creen conducirse a sí mismos, como individuos y como sociedades, y castiga
sus pretensiones de modo que la historia-mundo se burla de ellos produciendo resultados exactamente contrarios, paradójicos,
a los pretendidos por sus autores, aunque finalmente la historia se reordena, y en un bucle fantástico retrocede sobre sí misma
y con su burla y paradoja sarcástica, convertida en mecanismo de cifrado, crea también ella misma sin quererlo, realidades y
símbolos ocultos al mundo y accesibles sólo a los cognoscentes, es decir, a aquellos que quieren conocer.
BIOLOGÍA Y SISTÉMICA
De 1920 a 1930 los biólogos argumentan que el organismo es más que la suma de sus partes. Se asume una jerarquía natural:
moléculas, organelas, células, órgano, organismo. Y en cada nivel una complejidad y emergencia diferente. La relación del
holismo con la biología puede sustentarse en el estudio de la complejidad por entender el organismo como un todo. La biología
es un nivel más complejo y no podría ser reducida a términos de física y química. Los organismos, por ejemplo un animal
posee límites que lo separa de su ambiente y hace posible su propiedad emergente y un grado de autonomía. Además, el
organismo interactúa con su ambiente a través de sus límites. Posee una transformación interna que le permite adaptarse a su
ambiente (homeostasis).
La Homeostasis (Del griego homos (ὅµος) que significa "similar", y estasis (στάσις) "posición", "estabilidad") es la característica
de un sistema abierto o de un sistema cerrado, especialmente en un organismo vivo, mediante la cual se regula el ambiente
interno para mantener una condición estable y constante. Los múltiples ajustes dinámicos del equilibrio y los mecanismos de
autorregulación hacen la homeostasis posible. El concepto fue creado por Walter Cannon y usado por Claude Bernard,
considerado a menudo como el padre de la fisiología, y publicado en 1865. También significa medio interno. Tradicionalmente
se ha aplicado en biología, pero dado el hecho de que no sólo lo biológico es capaz de cumplir con esta definición, otras
ciencias y técnicas han adoptado también este término.
Por otro lado, la Homeostasis psicológica, el término fue introducido por W. B. Cannon en 1932, designa la tendencia general
de todo organismo al restablecimiento del equilibrio interno cada vez que éste es alterado. Estos desequilibrios internos, que
pueden darse tanto en el plano fisiológico como en el psicológico, reciben el nombre de genérico de necesidades. De esta
manera, la vida de un organismo puede definirse como la búsqueda constante de equilibrio entre sus necesidades y su
satisfacción. Toda acción tendiente a la búsqueda de ese equilibrio es, en sentido lato, una conducta.
En 1950, Ludwig von Bertalanffy argumenta que un organismo debiera ser estudiado como un todo complejo un Sistema
abierto: Toma algo del ambiente, trasforma y lo retorna. Interactúa con su ambiente para su misma existencia. Depende de
su ambiente para adaptarse y existir. Sistema cerrado: No intercambia con su ambiente.
Desde sus inicios, Maturana y Varela han estado interesados en caracterizar la vida, los seres vivos, en sus rasgos esenciales.
Su teoría es una teoría centrada en la organización de lo vivo; la pregunta a la que pretenden responder sería la siguiente:
¿qué clase de sistema es un ser vivo?, dicho de otra forma, ¿qué tienen en común todos los sistemas vivos que nos permiten
calificarlos de tales?
Los sistemas Autopoiéticos son unidades discretas. Se demuestra (por simple inspección) que las células son sistemas
autopoiéticos. La perspectiva de sistema abierto fue desafiada por Maturana y Valera. Es decir, los sistemas vivos como
sistemas autopoiéticos, esto es que… La autopoiesis guarda relación con la idea de que los seres vivos son sistemas que se
autoproducen de modo indefinido, de tal suerte que un sistema autopoiético es a la vez productor y producto de sí mismo…
(Francisco Varela y Humberto Maturana). En sistema autopoiético… su estructura es susceptible a cambios, mientras su
organización se mantiene inmodificable… La estructura es el modo como los componentes del sistema se relacionan entre sí.
La organización es la identidad del sistema, la que lo define como tal. Si un sistema pierde su organización, es porque ha
llegado al límite de la tolerancia a cambios estructurales.
El proceso de continuos cambios en la estructura de un sistema a lo largo de su vida es correlato del proceso de adaptación a
los cambios aleatorios que el sistema percibe del entorno (o ambiente) en el que existe.
Es importante señalar que la existencia de todo ser vivo se presenta en dos dominios operacionales: uno interior al sistema,
definido por la autopoiesis, y otro exterior, definido por las relaciones con el entorno. En el segundo dominio es donde todo ser
vivo existe como tal, en interacción con otros sistemas vivos. Autopoiesis y adaptación.
El fenómeno de la reproducción de los seres vivos implica la generación de semejanzas y diferencias. Lo semejante es
herencia, lo distinto es variación reproductiva.
Hablamos de la realidad pero los sistemas autopoiéticos no representan ninguna realidad y entonces ¿Qué es realidad?.
Pues la realidad surge, se genera en el dominio relacional como un argumento explicativo de la experiencia de vivir (Maturana
1997).
Niklas Luhmann ha utilizado la autopoiesis para presentar un nuevo paradigma teórico: el de los sistemas autopoiéticos, como
producto de una reflexión interdisciplinaria sobre los exitosos desarrollos de otras disciplinas. La aplicación del concepto de
autopoiesis a los sistemas sociales implica que el carácter auto-referencial de estos sistemas no se restringe al plano de sus
estructuras sino que incluyen sus elementos y sus componentes es decir, que él mismo construye los elementos de los que
consiste.
La intención de Luhmann es buscar equivalentes funcionales a la integración normativa para dar solución al problema que
afecta la auto-organización y la auto- producción de las sociedades en contextos de contingencia y riesgo. En ese aspecto
introduce el nuevo paradigma autopoiético constituido en torno a la distinción entre sistema y entorno como condición de
posibilidad para el sostenimiento del límite, el cual permite las operaciones auto-referenciales.
Sin embargo, desde el punto de vista de la teoría de los sistemas, la aplicación del concepto de autopoiesis a los fenómenos
sociales ha dado lugar a una importante disputa entre Maturana, Varela y Luhmann. Si lo que hace a un ser vivo ser vivo, es
ser un sistema autopoiético molecular, lo que hace al sistema social sistema social, no puede de ninguna manera ser lo mismo,
en tanto el sistema social surge como sistema distinto del sistema vivo al surgir en la distinción como sistema social, aún
cuando su realización implique el vivir de los seres vivos que le dan origen.
Con el devenir de la teoría autopoiética desde que fue formulada, la relación entre Humberto Maturana y Francisco Varela (que
fue alumno suyo), se fue mermando poco a poco. Francisco Varela no estuvo de acuerdo con las proyecciones de la teoría
autopoiética más allá del ámbito de lo estrictamente biológico, con las que cada vez más Humberto Maturana fue colaborando
y apoyando realizando trabajos interdisciplinarios tal y como se refleja en toda su obra. No en vano, se recalca en uno de los
últimos prólogos de su primera obra "De máquinas y seres vivos, autopoiesis y la organización de lo vivo", que esta proyección
siempre será fructífera si está relacionada con el operar del sistema nervioso y de los fundamentos de la comunicación
humana: después de todos estos años mi conclusión es que una extensión a niveles ‗superiores‘ no es fructífera y que debe
ser dejada de lado, aún para caracterizar un organismo multicelular. Por el contrario, el ligar la autopoiesis como una opción
epistemológica más allá de la vida celular, al operar del sistema nervioso y de los fundamentos de la comunicación humana, es
claramente fructífero. Fuente: (Maturana y Varela: De Máquinas y Seres Vivos, autopoiesis de la organización de lo vivo).
Su libro de referencia más importante para entender el camino que después tomaría la teoría autopoiética es "El árbol del
conocimiento", y es donde se plantea la autopoiesis de los sistemas sociales, los cuales Maturana define como seres vivos de
tercer Orden.
Comunicación y control
Un concepto muy importante o casi fundamental en la Cibernética es el de la retroalimentación. La retroalimentación parte del
principio de que todos los elementos de una totalidad de un sistema deben comunicarse entre sí para poder desarrollar
interrelaciones coherentes. Sin comunicación no hay orden y sin orden no hay totalidad, lo que rige tanto para los sistemas
físicos como para los biológicos y sociológicos.
La retroalimentación puede ser positiva, negativa o compensada. La retroalimentación es negativa cuando su función consiste
en contener o regular el cambio, es positiva si amplifica o multiplica el cambio en una dirección determinada y se dice que es
compensada cuando un regulador ofrece alternadamente retroalimentaciones positivas y negativas, según las necesidades del
mantenimiento de la estabilidad del sistema regulado. (Ejemplo: Refrigerador, Temperatura Humana).
La realimentación es un mecanismo, un proceso cuya señal se mueve dentro de un sistema, y vuelve al principio de éste
sistema ella misma como en un bucle. Este bucle se llama "bucle de realimentación". En un sistema de control, éste tiene
entradas y salidas del sistema; cuando parte de la señal de salida del sistema, vuelve de nuevo al sistema como parte de
su entrada, a esto se le llama "realimentación" o retroalimentación.
La realimentación y la autorregulación están íntimamente relacionadas. La realimentación negativa, que es la más común,
ayuda a mantener estabilidad en un sistema a pesar de los cambios externos. Se relaciona con la homeostasis. La
realimentación positiva amplifica las posibilidades creativas (evolución, cambio de metas); es la condición necesaria para
incrementar los cambios, la evolución, o el crecimiento. Da al sistema la capacidad de tener acceso a nuevos puntos del
equilibrio.
Por ejemplo, en un organismo vivo, la más potente realimentación positiva, es la proporcionada por la autoexcitación rápida
de elementos del sistema endocrino y nervioso (particularmente, como respuesta a condiciones de estrés) y desempeña un
papel dominante en la regulación de la morfogenesis, del crecimiento, y del desarrollo de los órganos. Todos estos procesos
son con el fin de salir rápidamente del estado inicial. La homeostasis es especialmente visible en los sistemas nerviosos y
endocrinos cuando se considera esto a un nivel orgánico.
Los Tipos de realimentación son: la realimentación negativa, la cual tiende a reducir la señal de salida o a reducir la actividad.
La realimentación positiva, la cual tiende a aumentar la señal de salida, o actividad. Y la realimentación bipolar, la cual puede
aumentar o disminuir la señal o actividad de salida. La realimentación bipolar está presente en muchos sistemas naturales y
humanos. De hecho generalmente la realimentación es bipolar es decir, positivo y negativo según las condiciones
medioambientales, que, por su diversidad, producen respuestas sinérgicas y antagónicas como respuesta adaptativa de
cualquier sistema.
Realimentación negativa, es la más utilizada en sistemas de control. Se dice que un sistema está retroalimentado
negativamente cuando tiende a estabilizarse, es decir cuando nos vamos acercando a la orden de consigna hasta llegar a ella.
Ejemplo, Un sistema de calefacción está realimentado negativamente, ya que si la temperatura excede la deseada la
calefacción se apagará o bajará de potencia, mientras que si no la alcanza aumentará de fuerza o seguirá funcionando.
Realimentación positiva, es un mecanismo de realimentación por el cual una variación en la salida produce un efecto dentro del
sistema, que refuerza esa tasa de cambio. Por lo general esto hace que el sistema no llegue a un punto de equilibrio si no más
bien a uno de saturación. Ejemplo, un sistema electrónico. Los dispositivos semiconductores conducen mejor la corriente
cuanto mayor sea su temperatura. Si éstos se calientan en exceso, conducirán mejor, por lo que la corriente que los atraviese
será mayor porque se seguirán calentando hasta su destrucción si no se evita con algún otro dispositivo que límite o impida el
paso de corriente. Si intercambiamos conectándose una caldera (calentador) a un sistema preparado para aire acondicionado
(frío), cuando la temperatura suba, el sistema intentará bajarla (se activará) a fin de llegar a la temperatura de
consigna, que es más baja, pero encenderá la caldera en lugar del aire acondicionado, por lo que la temperatura subirá aún
más en vez de estabilizarse, lo que volverá a provocar que la caldera siga funcionando cada vez con más fuerza.
En adición a los sistemas de control, es conveniente describir el proceso en el cual el sistema logra adaptarse a su entorno,
esto mediante la ley de variedad necesaria de Ross Ashby. Si se centra el punto de vista en la homeostasis, la vida de un
organismo resulta ser un complicado juego en el que un adversario (el clima, un depredador, la escasez de alimentos)
ejecuta una movida que desacomoda algunas variables esenciales del organismo, y en el que este debe responder con alguna
movida que las restituya a su valor normal. Es como una partida de ajedrez en el que adversario nos diese continuamente
jaque, y donde nosotros debiésemos siempre realizar jugadas que nos saquen del jaque.
La metáfora del juego, coincide con el espíritu de los años cincuenta, años de la guerra fría, donde los teóricos de la guerra
como Von Neumann habían desarrollado una teoría matemática de los juegos que era traducible a situaciones de
confrontación bélica. Como los productos derivados de estas teorías matemáticas se encuentran los modelos de L.F.
Richardson sobre la carrera armamentista y también la Ley de la variedad necesaria de W. Ross Ashby.
En su descripción de esta Ley, Ashby implícitamente asumo que los organismos actuales son un resultado de un muy
prolongado periodo de evolución y selección, por lo que han adquirido cierto grado de optimización en su diseño. Esta
optimización se nota en el hecho de que, en sus ambientes convencionales, los organismos poseen un repertorio de
respuestas regulatorias que les resulta suficiente para la homeostasis. Por demás está decir que los humanos no podemos
controlar nuestra temperatura corporal en el interior de un torrente de lava, ni podemos respirar debajo del agua. Pero si
logramos sobrevivir bien en nuestros ambientes aéreos usuales.
Ashby define "variedad" de la siguiente manera: dado un conjunto, su variedad es el número de diferentes elementos que lo
conforman, contados éstos según algún criterio predeterminado. Un conjunto de tres perros, dos gatos y un ratón posee una
variedad de tres si el criterio se centra en las clases de animales; pero su variedad es seis si el criterio se centra en los
individuos.
En el juego de la regulación se confrontan dos conjuntos: un conjunto de perturbaciones y un conjunto de respuestas. Se trata
de conjuntos "potenciales‖; porque en una partida concreta (esto es, en el lapso de la vida de un individuo) muchas de las
posibles perturbaciones y de sus correspondientes respuestas quedan sin ser realizadas. Ross Ashby llama ''regulador'' al
conjunto de respuestas potenciales.
La ley de variedad necesaria establece una relación cuantitativa entre tres factores: la variedad del conjunto de perturbaciones,
el tamaño del conjunto de variables esenciales, y la variedad de respuestas regulatorias. La ley de Ashby establece que para
conseguir la homeostasis, un regulador ''instalado" en el organismo debe poseer al menos la misma que el ambiente que lo
perturba. Desde la óptica de la evolución biológica, el ajuste en un ambiente se logra cuando los organismos desarrollan
reguladores que disponen de un repertorio de respuestas capaz de neutralizar las agresiones ambientales esperables. Usando
un conocido aforismo de Ashby. "Solo la variedad puede destruir la variedad‖.
En los vertebrados superiores, y en especial en los humanos, el sistema nervioso central ofrece un ejemplo notable de sistema
de regulación. Las capacidades de aprendizaje del cerebro hacen que este órgano sea capaz de extender su variedad de
respuestas hasta el límite que aun ignoramos (porque desconocemos todavía los límites de la memoria). Nuevas
perturbaciones del ambiente (como hoy en día es la necesidad, para obtener casi cualquier trabajo, de conocer algunos
rudimentos sobre uso de computadores), encuentran en el sistema nervioso un dispositivo capaz de construir y aprender
respuestas adecuadas. Ni Galileo, ni Newton, ni Einsten, con sus capacidades mentales presumiblemente superiores a las de
casi todos nosotros, tuvieron que ser instruidos en los métodos de programación de computadoras que hoy sabe casi
cualquier estudiante. El cerebro posee la plasticidad necesaria para permanentemente poder incorporar nuevos instrumentos
cognoscitivos. Y esto vale para diferentes individuos en distintas épocas históricas, y también para distintas edades de un
mismo individuo. La sociedad por un lado, y el mundo natural por el otro, oponen a los individuos problemas para los cuales el
cerebro debe encontrar respuestas adecuadas. En la especie humana, el lenguaje y la transmisión cultural crean un proceso
evolutivo del conocimiento, donde se atesora y registra en una escala de tiempo histórico un vasto conjunto de habilidades.
Todas ellas forman parte del enorme regulador cibernético supraindividual con que cuenta la especie humana para mantener
su homeostasis.
En suma, la Variedad es el número de posibles estados que un sistema puede exhibir. En el Requisito de variedad, los
sistemas son complejos, rápidamente cambiantes y exhiben alto grado de variedad. Esta ley establece lo siguiente "Cuanto
mayor es la variedad de acciones de un sistema regulado, también es mayor la variedad de perturbaciones posibles que deben
ser controlados" vale también decir, la variedad de acciones disponible en un sistema de control debe ser tan grande como la
variedad de acciones 0 estados en el sistema que se quiere controlar.
Esta ley se centra, en afirmar que un sistema es viable cuando es capaz de hacer frente a la complejidad del entorno en el cual
opera, desde el punto de vista cibernético el manejo de la complejidad es la esencia de la actividad. Una forma de medir la
complejidad de un sistema es su variedad, entendiendo por ello el número de estados posibles o modos de comportamiento
que puedan adoptar un sistema.
Controlar una situación implica ser capaz de hacer frente a su complejidad es decir a su variedad, en este sentido la ley de
Ashby formulada que "solo la variedad puede absorber (destruir) la variedad" o que el control solo es posible si la variedad del
controlador es equivalente a la variedad de la situación objeto del control (Ashby 1956).
Con referencia a un determinado Sistema, nos señala Margalef, cualquier perturbación que venga de fuera, o no sea
"predecible‖ desde dentro del sistema de referencia, representa una entrada de energía y vuelve a poner en marcha un
proceso que sigue ciertas vías y acaba, a su vez, al perder energía disponible, atascado en el dominio de complicación
creciente. La degradación de la energía en sistemas naturales acompaña a un enriquecimiento de estructuras diferentes,
pero que puede considerarse que encierran mucha información. El problema es si un nuevo pulso de energía puede borrar esta
información. Margalef señala que una crisis puede borrar la información adquirida sólo parcialmente y que siempre se
proyecta alguna información, un vestigio de lo ocurrido, a través del sistema de perturbaciones y hacia el futuro. En otras
palabras, observa que no se puede borrar totalmente la historia. …El choque (hace decenas de millones de años) de
planetoides contra la tierra destruyó gran cantidad de información durante la transición del mesozoico al terciario, qué duda
cabe, pero ello contribuyo probablemente a limpiar el terreno para facilitar la evolución de los mamíferos.
EI carácter de la crisis no está solamente en la explosión, en la aparición del desorden, en la incertidumbre; esta también en la
perturbación o el bloqueo sufrido por la organización, está en la desregulación que provoca en el sistema. Y cuanto más
profunda es la crisis, mas hay que buscar el nudo de la crisis en algún lugar profundo y oculto en el corazón del dispositivo de
regulación.
Según Guillermo Agudelo y José Guillermo Alcalá, en su análisis sobre la complejidad, nos indican que los sistemas complejos
presentan dos tipos básicos de fluctuaciones:
• Períodos de ''equilibrio'' con fluctuaciones no trascendentales que inducen cambios que no alteran las relaciones
fundamentales que caracterizan la estructura del sistema.
• Etapas críticas con fluctuaciones que exceden "umbrales‖; definidos para cada situación particular y que producen
disrupciones de las estructuras. En este caso, la disrupción de la estructura depende no solo de la magnitud de la fluctuación
sino también de sus propiedades intrínsecas, las cuales se designan como condiciones de estabilidad del sistema. Estabilidad
e inestabilidad son por consiguiente propiedades estructurales del sistema, con base en las cuales se definen otras
propiedades también estructurales, tales como la vulnerabilidad, propiedad de una estructura que la toma inestable bajo la
acción de la perturbación, o resiliencia, capacidad para retomar a una condición general de equilibrio después de una
perturbación. Y sometidos a estas crisis perturbadoras, en un mismo tipo de sistemas pueden ocurrir diversas reacciones:
modificaciones significativas con un porcentaje de incremento de la complejidad en relación a la situación anterior (menos
probables), estabilidades que asumen la perturbación sin modificaciones significativas o destrucción del sistema en sí
mismo.
Facultad de Ingeniería, Universidad Peruana “Los Andes”
Huancayo, 2014
IDEAS PREVIAS
En la siguiente unidad cabría la oportunidad de conceptualizar el término de propósito, puesto que es pertinente. Al respecto Raúl
López Palomino (1), menciona que un propósito es:
“Lo que establece el significado y razón de ser del sistema. Esto implica la necesidad de justificar la vida misma del sistema,
generando la posibilidad de conjuntar diferentes elementos que de otra manera no se integrarían al mismo. Por ejemplo, las
necesidades de diferentes individuos para ejercitarse y desarrollar una excelente condición física generan la posibilidad de
integrar un grupo de personas que se unen para entrenar en cierto lugar, establecer rutinas de ejercicio diario, definir metas
y medidas de progreso, etcétera”.
Finalmente luego de 10 años de estudio sobre los sistemas podemos afirmar que en toda relación teleológica hay siempre un medio y
un fin; así, las acciones humanas poseen fines, sin embargo, existe en este mundo humano una amplia gama de acciones
teleológicas. En el año de 1954 se instituyo la ―SOCIETY FOR SYSTEMS RESEARCH‖ [7] la cual tuvo como finalidad lo siguiente:
Investigar sobre el principio isomorfo, de los conceptos, leyes y modelos en distintos campos, de tal manera podemos así proporcionar
modelos (a alentar la creación de modelos teóricos propios en los campos que carecen de ellos) en varias ramas de la ciencia o en
aquellas áreas en donde no se cuente con ellos y contribuir a transferencias útiles de una ciencia a otra; asimismo, otro propósito y
actividades se orientaron a promover el desarrollo de sistemas teóricos que fueran aplicables a más de uno de los campos
tradicionales del conocimiento y minimizar la repetición de esfuerzos teóricos en diferentes campos y promover la unidad de las
ciencias mejorando la comunicación entre especialistas.
Así, los propósitos de la Sociedad para la Investigación General de los Sistemas fueron aquellas actividades que se orientarán a
promover el desarrollo de sistemas teóricos que fueran aplicables a más de uno de los campos tradicionales del conocimiento; así
como a investigar el isomorfismo de los conceptos, leyes y modelos en varias ramas de la ciencia, y contribuir a transferencias útiles
de una ciencia a otra; asimismo, a alentar la creación de modelos teóricos propios en los campos que carecen de ellos; minimizar la
repetición de esfuerzos teóricos en diferentes campos y promover la unidad de las ciencias mejorando la comunicación entre
especialistas.
Kenneth Boulding intentó una síntesis de las premisas o supuestos básicos de la teoría de sistemas, resultando de ello es una
información fascinante que logra introducirse a las raíces mismas de un sistema, y revela descubrimientos sobre la naturaleza misma
del investigador.
Las premisas básicas que se pueden observar del experimento realizado por Boulding son las siguientes:
l. El orden, la regularidad y la carencia de azar son preferibles a la carencia de orden o a la irregularidad (caos) y existencia de un
estado aleatorio.
2. El carácter ordenado del campo empírico hace que el mundo sea bueno, interesante y atrayente para el teórico de los sistemas.
Este último "ama la regularidad y su deleite se encuentra en la ley. Para él, una leyes un camino a través de la jungla".
3. Hay orden en la sistematización del mundo exterior o empírico: una ley de leyes. El teórico general de los sistemas no sólo busca
el orden y la ley en el mundo empírico, busca también el orden en el orden y una ley de leyes.
4. Para establecer el orden, la cuantificación y la matematización son auxiliares altamente valiosos. Como la cuantificación y la
matematización permiten al teórico general de los sistemas perseguir su búsqueda incesante del orden y la ley, los utilizará "a
tiempo y a destiempo", teniendo siempre presente que puede haber (y hay) elementos empíricos que revelan orden, pero no son
aptos para la cuantificación y la matematización.
5. La búsqueda de la ley y el orden implica necesariamente la investigación de las referencias empíricas de este orden y de esta
ley. El teórico general de sistemas no es sólo un investigador del orden en el orden y de las leyes de leyes; busca las
materializaciones concretas y particularizadas del orden abstracto y de la ley formal que descubre.
En consecuencia, la teoría de sistemas se basa en una búsqueda sistemática de la ley y el orden en el Universo; pero, a diferencia de
otras ciencias, tiende a ampliar su búsqueda, convirtiéndola en la búsqueda de un orden de órdenes, de una ley de leyes. Éste es el
motivo por el cual se le denominó inicialmente teoría general de los sistemas (hoy teoría de sistemas o sistémica).
Durante 1962, Ludwig Von Bertalanffy -a quien se le conoce como el padre de la teoría de sistemas- planteó realizar una revisión
crítica de la TS (Teoría de Sistemas) dada su experiencia en la investigación interdisciplinaria llevada a cabo hasta entonces, siendo
de los primeros en predecir que el concepto de sistema se convertiría en un elemento clave para el desarrollo del pensamiento
científico moderno.
La teoría general de los sistemas vivientes, desarrollada por J.C. Miller, en 1965, aporta un ejemplo importante de la aplicación de la
teoría general de sistemas: combina conceptos de termodinámica, teoría de la información, cibernética, ingeniería de sistemas y, a la
vez, los conceptos clásicos de la TS. La intención es establecer una estructura de los procesos vivientes en términos de entradas y
salidas, estados normalizados, intercambio y flujo entre los sistemas y mecanismos de retroinformación que utilizan los diferentes
estadios de vida. Se distinguen siete niveles de sistemas vivientes: célula, órgano, organismo, grupo, organización, sociedad y
sistema supranacional. Los sistemas en diferentes niveles pueden incluir componentes de niveles inferiores y superiores.
Por ejemplo, los órganos se componen de células y, a su vez, forman parte de un organismo. Por otra parte, los subsistemas que se
consideran vitales para la vida son clasificados en tres:
1. Subsistemas que procesan materia-energía. Ejemplo: productor, expulsor.
2. Subsistemas que procesan información. Ejemplo: memoria, decodificador.
3. Subsistemas que procesan materia-energía e información. Ejemplo: reproductor.
R. Ackoff y F. Emery, por su parte, desarrollaron una clasificación de sistemas que inicia desde un sistema funcional pasivo que sólo
muestra una conducta en un tipo específico de ambiente, evolucionando por jerarquía hacia sistemas: multifuncionales pasivos,
funcionales reactivos, multifuncionales reactivos, en búsqueda de objetivo, en búsqueda de multiobjetivos, y culmina con sistemas de
propósito determinado.
ESCUELA ACADEMICO PROFESIONAL DE INGENIERIA DE SISTEMAS Ing. Karina Cruz Oscanoa
RESUMEN N 02
U.E.C. Teoría de Sistemas
Un sistema de propósito determinado, como un ser humano, puede producir resultados funcionalmente diferentes o el mismo
resultado funcional en uno o más tipos de medio ambiente y formas estructurales diferentes.
Podría citar muchos otros enfoques y conceptos que se han ido desarrollando al paso del tiempo por diferentes teóricos como
Rapoport, Checkland, Forrester, Churchman, Van Gigch, Senge y otros, sin embargo, le dejo al estudiante sistémico de la UPLA
interesado en profundizar sobre la obra de cada uno de ellos la tarea de consultar e investigar.
PRINCIPIO ISOMORFO
Gracias a los estudios llevados a cabo por Bertalanffy, se logró concebir la Teoría de Sistemas en base a la idea de principios
similares (isomorfo) en distintas áreas del conocimiento. Isomorfo. Significa que tiene la misma forma. Proviene de las palabras
griegas iso=igual, morfos=forma; o sea igual forma, es decir, la misma estructura. Platón nos decía que la forma es lo que importa:
idea usada ampliamente en las matemáticas. Los isomorfismos son leyes análogas aplicables a las ciencias naturales y sociales y
esto claramente se presenta cuando las estructuras análogas de ambas formas pueden reducirse a lo mismo. La lógica
particularmente trata de usarlo en la interpretación de la realidad y su representación (mundo percibido y leguaje). Considera que
entre ellos dos deberá existir una correspondencia unívoca.
COMPARACIONES ISOMORFAS.
En las matemáticas existe también una correspondencia unívoca cuando por ejemplo: si tenemos dos conjuntos X, Y y un grafo F y
existe elementos del conjunto X que tendrán una correspondencia con algún elemento del conjunto Y, entonces el grafo F se podría
representar: Como lo muestra la figura 2.1:
Y
X
1 a
2 b
F(x) Y
3 c
4
d
En la TS podemos decir que dos sistemas son isomorfos, cuando ellos pueden representarse por el mismo modelo matemático. Por
eso para la TS el isomorfismo matemático es una gran ayuda en su propósito integrador. Entre otros principios isomorfos podemos
considerar la Curva de crecimiento logístico.
La Curva de crecimiento logístico: Esta curva en forma de S ha sido muy usada en la sociología, biología y economía; para estudiar el
crecimiento de las poblaciones, la difusión de enfermedades epidémicas, la distribución de información con respecto a algún producto.
F (t)
Observemos el siguiente ejemplo concreto. Los bioestadísticas han definido algunas funciones matemáticas que representan un
modelo del desarrollo y conducta de las enfermedades contagiosas. Gráficamente, estas funciones tienen la forma de S como se
muestra en la figura 2.3.
En los comienzos de la epidemia el número de contagios es relativa mente bajo. Al cabo de un tiempo, la tasa de crecimiento aumenta
considerablemente al extenderse los contagios debido a la interacción de la población. Sin embargo, se llega a un punto en que su
crecimiento disminuye, hasta llegar, prácticamente a hacer asintótica, es decir en que sea el crecimiento (la tasa se hace cero) y la
curva se transforma en una recta horizontal al eje de las X (cuando la mayoría o la totalidad de la población esta o ha sufrido ya el
contagio).
Número de
contagios
Tiempo
1
0.9
0.8
0.7
0.6
0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
0
- - - - - 0 1 2 3 4 5
Figura Nro. 2.4. Campana de Gauss
La necesidad de una Teoría de Sistemas se ve acentuada por la situación actual de las ciencias, señala Boulding. El conocimiento no
es algo que exista y crezca en abstracto. Es una función del organismo humano y de las organizaciones sociales. El conocimiento
oculto no es conocimiento. El conocimiento crece a través de la recepción de información, es decir, de la obtención de mensajes
capaces de reorganizar el conocimiento del receptor. Por lo tanto el crecimiento del conocimiento en general, depende directamente
de este flujo de comunicaciones entre científicos. Según Boulding la situación crítica en que se encuentra la ciencia hoy día se ha
debido a la dificultad, cada vez mayor, de tales comunicaciones entre los científicos como la totalidad. ―La especialización ha superado
al intercambio de la comunicación entre los discípulos y se hace cada vez más difícil, y la república del aprendizaje se está
desintegrando en subcultura aisladas con solo tenues líneas de comunicación entre ellas una situación que amenaza con una guerra
civil intelectual‖.
Boulding, explica esta crisis en el cuerpo del conocimiento diciendo que, en el curso de la especialización, los receptores de la
información también se especializan. Así, el físico sólo habla de física, el economista de economía, el astrónomo de astronomía, y, lo
que es peor aún, el físico nuclear sólo habla de física nuclear, el astrofísico de astrofísica. Está sucediendo un profundo proceso de
―percepción selectiva‖ demostrando, para el caso de la especialización dentro de una empresa industrial, por H.A. Simón. Boulding se
pregunta si la ciencia no se transformara en un conjunto de ermitaños enclaustrados, cada uno hablando para sí mismo con palabras
de un lenguaje particular que sólo él puede comprender. Mientras más se divide la ciencia en subgrupos y menor sea la comunicación
entre las disciplinas, mayor es la probabilidad de que el crecimiento total del conocimiento sea reducido por la pérdida de
comunicación relevante.
El esparcimiento de la sordera especializada significa que una persona que debiera saber algo que otra conoce es incapaz de
encontrarlo por la falta de un ―oído generalizado‖ Ahora bien, uno de los principales objetivos de la Teoría de Sistemas es la
multiplicación de éstos oídos generalizados y el desarrollo de un marco de referencia de teoría general que permitan que un
especialista pueda alcanzar a captar y comprender la comunicación relevante de otro especialista.
Aparentemente, aquí aparecería encontrarse implícita una contradicción porque por un lado estamos hablando y quejándonos de la
falta de comunicaciones y por el otro, estamos presenciando el mayor crecimiento que haya experimentado el campo de las
comunicaciones, o más bien, la trasmisión de la información. En efecto, sin duda alguna la primera revolución de las comunicaciones
fue la invención del lenguaje hablado y escrito. La segunda revolución fue la invención de la imprenta que divulgó los escritos
relegados hasta entonces los monasterios y a las personas de alta cultura y de riqueza. La tercera revolución es la de nuestros días,
comenzadas a principios del siglo con la invención de la telegrafía y que hoy continúa con la trasmisión televisada vía satelital, los
transistores, el internet y otros mecanismos que trasmiten y/o procesan información en tiempo infinitesimal.
Sin embargo este enorme avance en las comunicaciones corresponde fundamentalmente, a un fenómeno de ―esparcimiento ―de
distribución cada vez más masiva de información (un fenómeno característico es la revolución del pocket book). En otras palabras, y
tomando en como ejemplo el cerebro, estamos logrando la irradiación del estimulo a través de de toda la masa encefálica, pero, y que
se rompe la contradicción, estamos cada vez más distantes de la preparación, adecuación y sensibilización de los centros receptores
a quienes va dirigida la información, lo que en el celebro corresponde al principio de la concentración.
Falta, por lo tanto, lo que Boulging denomino ―oído generalizado‖ para hacer frente a la sordera producida por la especialización, lo
que se traduce en concreto en un vocabulario común que pueda proporcionar la teoría de sistemas, a través de la búsqueda y el
reconocimiento de los isomorfismos.
De este modo, es posible que un economista, que comprenda las fuertes similitudes formales que existen entre la teoría de la utilidad
y la teoría de los campos en física, se encuentre en mejor situación para aprender del físico, que uno no visualiza esta similitud. De la
misma forma un especialista que trabaja con el concepto de crecimiento (sea un virologista, un psicólogo, sociólogo o economista)
estará más sensitivo a las contribuciones de los otros campos, si está consciente de la cantidad de similitudes del proceso de
crecimiento en campos empíricos bastantes diferentes.
Entonces pedimos rescatar en esas circunstancias la visión integradora, transdisciplinaria, multicausal y ética que operará a favor de
la "otra" corriente (reduccionista): no la de atacar los síntomas la "causa única" ni el "sálvese quien pueda", sino de ver la situación
con todas sus raíces y ramificaciones, así como de preservar los valores que hacen viales los sistemas sociales. (“El Valor Sistémico
de las Organizaciones". Enrique G. Herrscher. 2011).
Finalmente podemos mencionar que la Teoría de Sistemas es un sistema abierto de pensamiento que se modifica con el progreso del
conocimiento humano en cualquier sector. Por ello se considera que la crítica fundamentada constituye una aportación muy valiosa a
su evolución. Teoría de Sistemas, no es un contenido o un currículo, sino, es una herramienta de aprendizaje, expresión de búsqueda
de vías para mejorar el rendimiento del proceso educativo peruano por ello se debe recurrir también al uso de modelos. El
pensamiento propio de la Teoría de Sistemas está presente, cada vez en mayor medida, en todos los campos de la ciencia. Una
importante tarea en este ámbito estriba, por tanto, en explicitar y perfeccionar al máximo las tendencias ya implícitas en las diversas
disciplinas científicas. Por otra parte, estas disciplinas científicas van produciendo fecundos conceptos que contribuirán al desarrollo
de la Teoría de Sistemas haciendo posible su aplicación a campos distanciados de los originarios.