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La Biblia de las Américas:

Filosofía de la Traducción
LAS CUATRO NORMAS BASICAS DE LAS PUBLICACIONES DE THE LOCKMAN
FOUNDATION:
1. Serán fieles a los originales hebreo, arameo y griego.

2. Serán gramaticalmente correctas.

3. Estarán escritas en un lenguaje comprensible para todos.

4. Darán al Señor Jesucristo el lugar que le corresponde, el lugar que la Palabra de


Dios le da.
INTRODUCCION
La Biblia de las Américas® se ha producido con el propósito de ofrecer al mundo de habla
hispana, en una traducción fiel de las Sagradas Escrituras, la riqueza y el poder de la
Palabra de Dios en forma clara y comprensible para todos, y que además de ser apropiada
para el uso en la adoración pública, sea un verdadero tesoro devocional y un instrumento
práctico de estudio.
Esta versión se ha producido con la firme convicción de que las Sagradas Escrituras,
según fueron escritas originalmente en hebreo, arameo y griego, fueron inspiradas por
Dios, y son de provecho para la formación integral del cristiano. Puesto que las Escrituras
son la eterna palabra de Dios, hablan siempre con renovado poder a cada generación para
dar sabiduría que lleva a la salvación en Cristo, equipando al creyente para disfrutar de
una vida abundante y feliz en la tierra, y constituyéndolo en testimonio viviente de la
verdad para la gloria eterna de Dios.
La Biblia de las Américas® es el producto de la intensa labor, conocimiento y dedicación de
un considerable número de eruditos de distintas denominaciones cristianas,
representantes de varios países de Hispanoamérica, España y los Estados Unidos.
El Comité Editorial ha observado dos principios básicos: En primer lugar, ha tratado de
ceñirse en todo lo posible a los idiomas originales de las Sagradas Escrituras, y en segundo
lugar, ha observado las reglas de la gramática moderna en una dimensión continental
contemporánea, usando un estilo ágil y ameno, procurando mantener la mayor belleza
literaria posible. La Biblia de las Américas® se ofrece con la seguridad de que los que
buscan el mensaje y el conocimiento de las Sagradas Escrituras, hallarán aquí una
traducción clara y fidedigna de la verdad revelada por Dios en su Palabra.
La decisión para iniciar este proyecto se tomó en 1970, y con mucha oración se comenzó la
búsqueda de pastores y eruditos que formarían el comité de traducción. Lockman Bible
Ministries procuró traductores que fueran versados en inglés y español, y que tuvieran un
considerable conocimiento de hebreo y griego, además de que las personas seleccionadas
tuvieran varios años enseñando la Palabra de Dios. El proyecto requeriría años de
dedicación y esfuerzo. Las oraciones empezaron a ser contestadas cuando Dios fue
proveyendo un equipo calificado para la obra de traducción.
La traducción de LBLA® fue completada en 1986 por un equipo de eruditos en Biblia,
cristianos evangélicos, todos ellos originarios de América Latina. La Biblia de las
Américas® es una obra original, traducida directamente de los idiomas originales hebreo,
arameo y griego directamente al español, en un lenguaje moderno, claro y comprensible
para todos.
Los traductores son representativos de diferentes áreas geográficas de las tres Américas y
España y de varios grupos y denominaciones evangélicas. Todos ellos son cristianos
dedicados que aman la Palabra de Dios y desean que ésta se dé a conocer al mundo. El
trabajo de la traducción de La Biblia de las Américas®, siempre fue hecho por el comité
editorial, con el fin de combinar la educación y experiencia de sus miembros.
Una característica importante de esta traducción es el sistema de referencias marginales,
mediante el cual se ha logrado incluir un sinnúmero de citas bíblicas en La Biblia de las
Américas®. Los pasajes paralelos del Antiguo Testamento y del Nuevo, fueron comparados
y anotados. Otra característica sobresaliente de esta Biblia son las notas aclaratorias, que
también están en el margen. Tanto las referencias como las notas son una importante y
nueva herramienta de estudio bíblico para el creyente.

Formato
El formato se ha diseñado para presentar al lector una página de aspecto agradable y un
texto fácil de leer. Un aspecto importante de esta versión, es el gran número de
referencias, subtítulos y notas marginales. Aquellas palabras que no aparecen en los
originales, pero que son indispensables para completar el sentido del texto, aparecen en
bastardilla. Las notas numeradas dentro de los versículos son aclaratorias y no contienen
interpretaciones teológicas. Indican equivalencias, explicaciones, otras posibles
traducciones del mismo texto y traducciones literales que en el texto serían ambiguas.
Principios de Traducción

Los traductores de La Biblia de las Américas® se han valido de las investigaciones eruditas
de obras tales como la de Rudolf Kittel's Biblia Hebraica Stuttgartensia, el Novum
Testamentum Graece de Nestle-Aland en su vigésima sexta edición, y muchos documentos,
diccionarios, concordancias y comentarios que ofrecen una valiosa información sobre el
texto bíblico.
En tiempos recientes se han descubierto una gran cantidad de documentos que iluminan
el texto bíblico y aclaran pasajes de difícil comprensión. Hasta la fecha se han descubierto
unos cinco mil manuscritos, en su mayoría del texto griego del Nuevo Testamento, que
comparados con aproximadamente un centenar que eran conocidos hasta mediados del
siglo XVI , marcan una diferencia informativa considerable.
Se han observado las reglas de la gramática española moderna en una dimensión
continental contemporánea, usando en todo lo posible un estilo ágil y ameno, procurando
mantener la más alta belleza literaria.

Traductores
El equipo de traductores de La Biblia de las Américas® fue compuesta por profesores y
pastores de seminarios y universidades que representan varias denominaciones
evangélicas. Colaboraron en varios equipos de traductores por un periodo de 15 años para
completar esta Biblia. Los traductores fueron elegidos por sus habilidades y dedicación y
fueron de varios diferentes países dentro de América Latina, España, y los Estados Unidos
para asegurar que La Biblia de las Américas® fuera leída por gente de habla hispana por el
mundo entero.

Traductores Colaboradores con Lectores Críticos Departamento de


los Traductores Producción
Dr. Ismael Amaya Dr. Américo Castro Miss Irene Cool
Dr. Israel Carmona Dr. José Arrequín Rev. María Luisa Dr. Kathy Fagan
Rev. Herbert Mrs. Becky Brown Falber Mrs. Ruth
Cassel Dr. Antonio Mrs. Antonia Henderson
Rev. H. O. Serrano Martínez Mrs. Lynne Martin
Espinoza Rev. Otto de la Rev. Samuel Mr. Gene Napier
Dr. Osvaldo García Torre Molina Mrs. Gladys Read
Rev. Eduardo Asesor en el Dr. Steve Pallady Departamento de
Hernández Antiguo Dr. José A. Reyes Administración
Dr. Carlos Madrigal Testamento Dra. Rosa Reyes Dr. Robert
Dr. Jesse Miranda Dra. Joanna Lambeth
Dr. Enrique Dr. Frank García Roldán Dr. Phoebe
Tolopilo Asesor en el Mrs. Helen Sands Lambeth
Rev. Felipe Train Nuevo Testamento Rev. Antonio Dr. Reuben Olson
Dr. Duane Wetzler Tolopilo
Dr. Enrique Zone Dr. Moisés Silva Departamento de
Informática
Mr. Joel Bañez
Mr. Michael Dible
EL NOMBRE DE DIOS. Para el nombre de Dios hay varias palabras en hebreo: uno de
los más comunes es "Elohim" traducido "Dios"; otro es "Adonai" traducido "Señor";
pero el nombre asignado a Dios como su nombre especial o su nombre propio, tiene en
hebreo estas cuatro letras: "YHWH". Este no era pronunciado por los hebreos debido a la
reverencia que tenían a lo sagrado de este nombre de la divinidad, y lo sustituían por otro
de los nombres de Dios. La versión griega del Antiguo Testamento, conocida como la
Septuaginta (LXX), o versión de los Setenta, traduce "YHWH" generalmente por
"Kurios" (Señor), y la Vulgata Latina, que tuvo también una gran influencia en la
traducción de la Biblia a muchos idiomas, lo traduce por "Dominus" (Señor). En La
Biblia de las Américas® hemos usado el nombre de "SEÑOR" (todo en mayúsculas) para
traducir el tetragrámaton. Cuando este nombre ocurre junto al nombre hebreo "Adonai"
(Señor) entonces "YHWH" es traducido "DIOS" (todo en mayúsculas) con la nota
correspondiente. Algunas versiones traducen este nombre por "Jehová" y otras por
"Yavé" o "Yahveh".

Generalidades acerca de los Manuscritos del N.T


A. Elaboración de los escritos.
En la antigüedad, una de las principales formas de escribir era hacerlo a mano, de
ahí manuscrito (de aquí en lo sucesivo nos referiremos al manuscrito como ms. o
mss.).
B. Manuscritos que atestiguan y son evidencia del N. T.
Los mss. en griego. Los mss. en griego que se han descubierto hasta la actualidad
son más de 5,000. Algunos mss. son sumamente reducidos, abarcando tan sólo 2 o 3
vers., pero otros contienen de uno a varios libros, e inclusive, otros, la totalidad del
N. T.
Leccionarios. El leccionario era un libro con una lista de lecturas de pasajes del
N.T. en griego. Se usaba en los calendarios eclesiástico y civil. El total de
leccionarios recuperados hasta el presente, es más de 2,000.
Manuscritos en latín. Además de esto anterior, hay más de 8,000 copias de mss. que
fueron traducidos al latín.
Otras versiones. También existen más de 1,000 mss. adicionales escritos en otras
versiones. Con éstos, el total llega a ser más de 16,000 mss. copiados, acerca del
N.T.
Citas patrísticas. Luego, existen miles de citas más, que los padres de la iglesia
usaron en sus escritos, a esto se le llama "citas patrísticas" o "citas de los padres."
C. Materiales usados para escribir los manuscritos.
Papiro. Los originales del N.T. fueron escritos en papiro, sin duda alguna, ya que
éste era uno de los materiales más comunes sobre los cuales escribir los
documentos.
Pergamino. Con el paso del tiempo se usó el pergamino, una piel de animal que al
procesarla resultaba en una superficie fina y firme, mucho mejor para escribir
sobre ella. Se le llama pergamino porque esta técnica se originó en Pérgamo.
D. Estilos de letras.
La mayúscula. Los mss. más antiguos fueron copiados con este tipo de letra. Estos
mss., por ser los más cercanos a los originales, son los mejores y los más fidedignos.
La minúscula. En el siglo IX se desarrolló la letra minúscula, y muy pronto
desplazó a la mayúscula como vehículo de escritura, de modo tal que para finales
del siglo X su uso era casi exclusivo.
E. Textos del Nuevo Testamento impresos en griego.
El Texto Recibido. Uno de los principales textos griegos es el que en su proceso de
traducción fue iniciado por Erasmo, proceso que concluyó con la obra de los
hermanos Elzevir en el siglo XVI, y es conocido como Texto Recibido, o Textus
Receptus. Este texto está basado más o menos en un centenar de mss. que había en
esos días.
El Texto Preferido. Con el paso de los años se descubrieron nuevos mss., lo que hizo
necesario que se redactara un nuevo texto griego. A este texto se le llamó Preferido,
en comparación con el Receptus. Pero al descubrirse más mss., se elaboraban
nuevos textos griegos, recibiendo cada uno la designación de Texto Preferido, en su
oportunidad. El Texto Preferido actual es el de Nestle-Aland #27, que ha sido
elaborado basándose en los más de 5,000 mss. que existen en la actualidad, sobre
todo, en los escritos con mayúscula.
F. Uso de ambos textos.
La Biblia de Reina Valera. Las Biblias Reina Valera, la antigua de 1909 (y otras
anteriores), la de 1960 y la de 1995, están basadas en el Textus Receptus.
La Biblia de las Américas®. Los traductores de LBLA® usaron el Texto Preferido
en la traducción del griego al español.

El Nombre de Dios en el Antiguo Testamento y su traducción en La Biblia de las Américas


Hay varias palabras en hebreo para el nombre de Dios en el Antiguo Testamento. Una de
las más comunes es Elohim (2,341 veces) traducida "Dios", otra es El (208 veces)
traducida también "Dios" o "el Poderoso", otra es Adonai (456 veces) traducida "Señor",
otra es Shadday (48 veces) traducida "Todopoderoso" u "Omnipotente", otra es Eloah (50
veces) traducida "Dios", pero el nombre asignado a Dios como su nombre especial o su
nombre propio, transliteradas del hebreo, o sea escritas en español las letras
correspondientes al hebreo, tiene estas cuatro letras: YHWH (6,825 veces) o la forma
abreviada YH (48 veces). La mayoría de los eruditos están de acuerdo en que el nombre
YHWH procede de la raíz hebrea hyh, que conlleva la idea de "ser" o de "el que es",
dando a entender que Dios es el absoluto e incambiable, el que existe, el que siempre vive.
En Ex 3:14, al explicarle Dios a Moisés cual es su nombre, le dice: "YO SOY EL QUE
SOY;"
y añade: "Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me ha enviado a vosotros".
Debido a la reverencia que los hebreos tenían a lo sagrado del nombre YHWH, para no
pronunciarlo, lo sustituyeron por Adonai (Señor), por Elohim (Dios), o por HaShem (el
Nombre). Esta costumbre de sustituir YHWH en la lectura por alguno de los otros
nombres, tuvo lugar para cumplir, sin errar, el mandamiento: "No tomarás el nombre del
SEÑOR (YHWH) tu Dios en vano, porque el SEÑOR (YHWH) no tendrá por inocente al
que tome su nombre en vano" (Ex 20:7). La manera en que los rabinos protegían la Ley
(i.e., la Palabra de Dios) hizo que los judíos llegasen a la conclusión de que no usando el
nombre sagrado, les protegería de violar este mandamiento (Véase el "Castigo del
Blasfemo" en Lv 24:10-23).
En LA BIBLIA DE LAS AMERICAS® se usa el nombre SEÑOR (todo en mayúsculas)
para traducir YHWH (o el "tetragrámaton", del griego tetra, cuatro y grama, letra).
Cuando este nombre ocurre junto al nombre hebreo Adonai (Señor) entonces YHWH es
traducido DIOS (todo en mayúsculas) con la nota correspondiente en el margen (véase Dt
3:24). Algunas versiones traducen este nombre como Jehová y otras como Yavé o Yaveh.
A continuación se dan algunos datos históricos en relación con el nombre sagrado de Dios.
En el período post-exílico (después del destierro del pueblo judío en Babilonia, año 538
a.C.) el nombre sagrado YHWH fue quitado del uso popular por temor a que fuera
profanado, y desde entonces los escritores hebreos sustituían ese nombre por otro de los
nombres de la divinidad.
A mediados del siglo III a.C., por orden del rey Ptolomeo II de Egipto, 72 eruditos judíos
en Alejandría tradujeron al griego el Antiguo Testamento hebreo y arameo en lo que se
conoce como la Versión de los 70, la Septuaginta, (i.e., "setenta" en latín) o LXX. En esta
versión la palabra griega usada por los traductores para el tetragrámaton fue Kúrios
(Señor). Esto parece indicar que por esta época, los rabinos en todos los países donde
vivían judíos, estaban convencidos de que el nombre YHWH no debía ser pronunciado y
por lo tanto no lo transliteraban sino que lo traducían; en este caso de la Septuaginta con
la palabra griega Kúrios. La LXX fue muy usada en la Iglesia Primitiva y aún hoy día la
Iglesia Ortodoxa Griega la usa como la versión oficial del Antiguo Testamento.
En el Nuevo Testamento, los evangelistas y los apóstoles nunca hicieron una
transliteración al griego de YHWH. Ellos, al citar el Antiguo Testamento, siempre usaron
Kúrios (Señor) para traducir YHWH.
Cuando en Mt 22:44, Jesús cita el Salmo 110:1, los evangelistas escriben Kúrios (Señor)
donde
en el Salmo aparece el nombre sagrado YHWH.
En el Salmo dice: "Dice YHWH (el SEÑOR) a mi Señor".
En Mt: "Dijo Kúrios (el Señor) a mi Señor".

En la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, el pueblo lo aclama (Mt 21:9; Mr 11:9 y


Lc 19:38) citando el Salmo 118:26 que dice:
"Bendito el que viene en el nombre de YHWH (del SEÑOR)",
y los evangelistas escriben:
"Bendito el que viene en el nombre de Kúrios (del Señor)".
En el primer sermón de Pedro, (Hch 2:14-36) al citar éste a Joel 2:32, donde el profeta
escribe YHWH, en el libro de los Hechos se traduce Kúrios (Señor).
En Jl 2:32 "todo aquel que invoque el nombre de YHWH (del SEÑOR)".
En Hch 2:21 "todo aquel que invoque el nombre de Kúrios (del Señor)".
El apóstol Pablo también usó consistentemente la palabra Kúrios (Señor) para traducir
YHWH. Cuando cita a Isaías 1:9 en que el profeta dice:
"Si YHWH (el SEÑOR) de los ejércitos",
Pablo traduce en Ro 9:29
"Si Kúrios (el Señor) de los ejércitos".
En el siglo IV d.C. el papa Dámasco I (366-384) comisionó a San Jerónimo, erudito con
grandes conocimientos de hebreo y griego, para que tradujera al latín el Antiguo y Nuevo
Testamento. El latín era el idioma que la Iglesia de Roma y muchos eruditos cristianos
usaban en esa época.
En dicha versión, conocida como la Vulgata, tampoco se hace la transliteración del
nombre sagrado YHWH sino que se traduce por Dominus, que es la palabra Señor en
latín. La Vulgata ha tenido una gran influencia en la traducción de la Biblia a muchos
idiomas, incluyendo el español, y es aún hoy día la Biblia oficial de la Iglesia Católica
Romana.
Durante los siglos VI al X d.C. un grupo de eruditos judíos, conocidos como los masoretas
(de masora, "tradición") fijaron, con un sistema escrito de vocales, el sentido y el sonido
de las palabras del texto hebreo que hasta el siglo VI d.C. no tenían vocales. Al tratar de
fijar la pronunciación del tetragrámaton YHWH, los masoretas, comprendiendo que no se
debía pronunciar el nombre sagrado, añadieron al mismo las vocales a(e), o, a de Adonai
(Señor), y a veces e, o, i de Elohim (Dios). Los masoretas añadían estas últimas letras
cuando antes de YHWH aparecía el nombre Adonai o sea Adonai YHWH y el lector
pronunciaría Adonai Elohim (Señor DIOS). Los masoretas aclaraban esta pronunciación
en el margen del texto hebreo, en lo que se conoce como el quere (i.e., heb., léase).
Alrededor del año 1520 apareció la palabra Jehovah como transliteración de YHWH
atribuida a Pedro Galatino que usó las vocales que los masoretas habían añadido a
YHWH para que se pronunciara Adonai, sin tener en cuenta que otras veces en el
tetragrámaton ellos habían puesto otras vocales para que se pronunciara Elohim.
Se espera que aquellos que usen La Biblia de las Américas®, comprendan la
razón por la cual se ha usado SEÑOR para traducir el nombre hebreo YHWH. Este
sistema sigue la tradición hebrea, la tradición del Nuevo Testamento y la tradición de la
Iglesia Cristiana durante muchos siglos.

COMITE EDITORIAL HISPANO


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