Vous êtes sur la page 1sur 90

Philippe Caillé

Uno más uno son tres


La pareja revelada a sí misma
Ilustraciones de Morten Magnus
e(fici011es PAIDOS Barcelona-Buenos Aires-México
Título srcinal: Un et un font trois. Le couple révélé á tu¡-méme Publicado en francés por ESF éditeur, París
Traducción de Mireia Bofill
Cubierta de Eskenazi & Asociados
1. ° edición, 1992
© 1991 by Philippe Caillé
© De todas las ediciones en castellano, Ediciones Paidós Ibérica, S.A., Mariano Cubí, 92 - 08021 Barcelona y
Editorial Paidós, SAICF, Defensa, 599 - Buenos Aires
Impreso en España - Printed in Spain

1
A las parejas que he conocido a lo largo del camino, incluida la mía, naturalmente, por todo
el saber que me han transmitido.

SUMARIO
Introducción.....................................................
1. LA PAREJA, ¿CUESTION DE PUNTOS DE VISTA? ...
Enfoques de la pareja.......... .................... ...
- La búsqueda del significado..... ............. . ......
- El paradigma que organiza la mirada…………
- Dos modalidades de interrogación...................
- La complejidad de la mirada terapéutica... .....
Enfoques sobre la demanda («El mal de la pareja»),
- Paradojas de la demanda. ...... . ............ .... . . .
- Interpretación moral del «pero...»..... ........ .......
- Interpretación psicoanalítica del «pero...». ..... .......
- Interpretación del «pero...» según la teoría sistémica de primer orden……………
- Interpretación del «pero...» según la nueva teoría sistémica...............................
2. EL ABSOLUTO RELACIONAL DE LA PAREJA, TERCERO EXCLUIDO DEL
DIALOGO.....................
Primera recursividad. El absoluto de la pareja es «algo que gravita fuera de la
pareja».....
Segunda recursividad. El absoluto de la pareja es «algo que gira sobre sí mismo». ...
Tercera recursividad. El absoluto de la pareja es «algo que se mueve con la

pareja».........
se mueve con el absoluto del terapeuta»..............
3. RECHAZO DE LA REPARACION. INCORPORACION DE LOS ABSOLUTOS
RELACIONALES AL DIALOGO
Rechazo de la reparación........ ......... . ...........
- Posición de la pareja en el planeta Alfa. . . ...........
- Posición del terapeuta en el planeta Alfa.... .........
- Terapias interminables y terapias «sin terminar»......
Incorporación del absoluto de la pareja al diálogo......

2
- La negociación cognitiva preliminar........ .........
- El contrato…………………………………………..
Mantener los pies en el planeta Beta....... ............
- Presencia activa del absoluto de la pareja............
- Presencia activa del absoluto del terapeuta..... ......
- El espacio intermedio......... .......... ............
El protocolo invariable...............................
4. APLICACION DEL PROTOCOLO INVARIABLE..... .
Consideraciones generales.... ..... ...................
Exploración analógica de la relación de pareja.........
Primera sesión. Las estatuas vivientes..................
- Estatua viviente de Antoine (figura 1)...... ..... .....
- Estatua viviente de Cécile (figura 2)................. .
- Otros contenidos de la sesión. . . . . . ........... ...
Segunda sesión. Los cuadros de ensueño...............
- Cuadro de ensueño de Cécile (figura 3)..............
- Cuadro de ensueño de Antoine (figura 4)....... ...
- Otros contenidos de la sesión... .............. ...
La primera serie de tres sesiones individuales..........
- Proyecto general del recorrido........... ........ . ...
Cuarta recursividad. El absoluto de la pareja es «algo que
- Recorrido con Cécile................................

- Recorrido con Antoine...


La sesión común intermedia....................... ...
- Consideraciones generales..........................
- La sesión con Antoine y Cécile.....
La segunda serie de tres sesiones individuales..........
- Consideraciones generales. . . . .............. ........
- Recorrido con Cécile.... . . . . . . . .....................
- Recorrido con Antoine. ...... . ...... ................
Sesión común final. . . ............. ...

3
- Consideraciones generales..........................
- Sesión con Cécile y Antoine . ...... . . ...... . ..... . ...
La sesión de control... .........
- Consideraciones generales..........................
- Sesión con Antoine y Cécile.... ........ .............
- Estatua viviente de Cécile (figura 5)..................
- Estatua viviente de Antoine (figura 6)................
- Intervalo en la sesión......................... ..... .
- Cuadro de ensueño de Cécile (figura 7)..............
- Cuadro de ensueño de Antoine (figura 8).............
Conclusión del protocolo invariable...................
5. LA RECONQUISTA DE UN ABSOLUTO VIABLE. POSIBILIDADES E
IMPOSIBILIDADES..................
El absoluto como síntesis de la pareja............. ....
La síntesis ya no es posible. El absoluto de la pareja se mueve en el vacío......................
- Heléne y Thomas...................................
- Modelo organizativo de la relación...................
- Recorrido con la pareja.... .................. .......
- La sesión de control................................
- Conclusión.........................................
INTRODUCCIÓN
Cambiar de absoluto sin perder la pareja...............

- Viviane y Jean......................................
- El modelo organizativo de la relación................
- Recorrido con la pareja. ............................
- La sesión de control................................
- Conclusión.........................................
6. PENSAR CON LA BOCA LLENA....................
El modelo sistémico y el individuo....................
- La prueba de la existencia...........................
- Pruebas faustas, pruebas nefastas....................

4
- Otras identificaciones.................... ...........
El modelo sistémico y la pareja.......................
- La pareja ya no es lo que era........................
- La pareja contemporánea es una organización frágil...
- La pareja contemporánea también es una organización fuerte.......................................
El modelo sistémico y la sociedad.....................
- ¿La emergencia del modelo sistémico responde a una necesidad? ..........................
- Apertura de los sistemas humanos...................
El modelo sistémico y el diálogo pareja-terapeuta......
- Diálogo y densidad de los interlocutores........ ...
- Diálogo e interrogación existencial...................
- Diálogo y creación artística............... ...........
- Diálogo y nuevo humanismo........................
GLOSARIO...........................................
BIBLIOGRAFIA......................................

5
INTRODUCCIÓN

Este libro no tratará de la pareja de la forma habitual; por el contrario, la considerará como
un ser vivo que teje su propia historia. Historia que puede causar las delicias o, por el
contrario, la desesperación de quienes intervienen en ella. Considerada bajo esta
perspectiva, la pareja que se crea, como una criatura que despierta a la vida, no tarda en
adquirir conciencia de su propia existencia. Tiene sus exigencias y no le arredra entrar en
conflicto con
Esta pareja las en
viva, necesidades
busca de supersonales de quienes
propio destino, le hana dado
exigente, vecesvida.
cruel, es un tema de
permanente interés para novelistas y poetas.
Curiosamente, esta pareja dotada de vida carece de carta de naturaleza en el mundo de la
psicología y de la psiquiatría, donde la pareja sólo aparece como objeto y se presenta como
una franja de tejido relacional cuya textura puede resultar más o menos satisfactoria para
los cónyuges. La calidad del tejido, varía, encoge, crea problemas.
La mayoría de manuales sobre la terapia de la pareja parecen coincidir unánimemente en
una conclusión: hay que trabajar sobre la relación actual y sobre las expectativas que le han
servido de base. Se trata, en suma, de reacomodar tanto el presente como el pasado, para
que todo transcurra tal como debería haber transcurrido.
El terapeuta debe ocuparse, por tanto, del tejido relacional, recortarlo, alargarlo o acortarlo,
blanquearlo o teñirlo, de manera que resulte aprovechable para sus propietarios. La pareja
se
susconcibe como un objeto, un vínculo, un espacio, que debe adaptarse a las necesidades de
usuarios.
Toda vez que a menudo también se trata de una expectativa frustrada, cabe anticipar que
ningún retoque, ninguna mejora, conseguirá satisfacer al cliente. La irracionalidad de la
expectativa puede dar lugar a una inevitable decepción, se dice. Hay deseos imposibles de
satisfacer, al margen de la calidad del objeto.
El credo de la literatura profesional recomienda, por tanto, prestar tanta atención a la
demanda inicial -lo que cada uno de los cónyuges esperaba encontrar en el otro-, como al
examen objetivo del producto existente en términos de comunicación, apoyo, cooperación,
entendimiento sexual.
Este modelo de pensamiento puede parecer sensato a primera vista. Incluye la rigurosa
distinción entre cliente y producto de consumo que nuestra cultura parece considerar
esencial. Sin embargo, a nuestro entender, puede resultar particularmente peligroso.

En efecto, se trata de un discurso que prescinde de lo esencial. No reconoce la burda


simplificación que se permite introducir al transformar la pareja en objeto, el modelo
particular mente primitivo en que se apoya. Pero estas premisas tienen preocupantes
consecuencias. Los problemas de la pareja-objeto tendrán que asociarse a defectos
cuantificables en términos de una norma, basada en la naturaleza de la propia relación o en
las expectativas que en ella depositan los cónyuges.
¿Dónde quedan entonces las particularidades relacionales, los significados secretos de las
cosas, las anticipaciones de sucesos futuros que caracterizan a las parejas en la vida
cotidiana y también en la literatura?
En la literatura profesional, todo cuanto no tiene cabida en el modelo de la pareja-objeto en
general queda excluido, privado de voz. No debe menospreciarse, por tanto, la posibilidad
de que semejante representación «mecanicista» de la pareja dé lugar a valoraciones
erróneas.
6
Este libro quiere presentar la psicoterapia de la pareja con un rostro más humano y se
enfrenta, por consiguiente, con el dogma silencioso de la pareja sin absoluto`, donde el
hecho relacional se reduce a una cuestión de aprendizaje, de racionalidad, un tipo de pareja
donde uno más uno serían dos.
Hemos adoptado una perspectiva opuesta a la anterior, donde la pareja crea su propio
modelo único, específico, srcinal, modelo que designaremos como el absoluto de esa
pareja, puesto que define la existencia de la pareja y marca sus límites.
En la hipótesisdeque
componentes desarrollaremos,
la pareja uno
y su modelo más uno sumarán
específico, por evidente
su absoluto, tanto tres:e indiscutible
los dos para
ellos, sin el cual serían unos extraños el uno para el otro.
Existirá un equilibrio de la pareja que no es de carácter estático, cuyas alteraciones se
situarán en el ámbito de la ruptura o de la reparación; un equilibrio dinámico, con
constantes intercambios entre los componentes de la pareja y su modelo de relación. Este
modelo, representación actual de su absoluto, interviene constantemente como tercer
protagonista de la relación.
La relación dialéctica entre la pareja y su absoluto puede dar lugar a estancamientos y
metamorfosis.
La cartografía, el plano de la pareja que establecemos es más complejo que en el modelo
mecanicista «Uno más uno son dos». Hemos constatado que se adapta mejor a la variedad
de situaciones observadas y es más susceptible de aplicación práctica.
A nuestro entender,
complejidad ésta es unahumanas
de las relaciones experiencia frecuente.
genera esquemasUnacómodos,
simplificación excesivaque
pero estériles, de la
llegan incluso a bloquear y perpetuar los desórdenes que pretenden analizar.
Existen otros enfoques más exigentes y que no presentan una realidad tan bien ordenada,
pero que en cambio consiguen llegar a la raíz de los problemas y a hacer aparecer
soluciones nuevas. En la medida en que respetan la complejidad de las relaciones humanas,
también dan cabida al potencial inventivo y creativo del individuo y de la relación.
Nuestra propuesta se inscribe dentro de un redescubrimiento de la pareja, examinada en el
momento presente, en nombre propio y sin ambigüedades, como un sistema vivo. Obliga a
renunciar a la vieja cartografía para construir otra nueva.
Habrá que analizar en qué se asemeja el sistema restringido que es la pareja a otros sistemas
vivos y en qué difiere de éstos, cuál es la dinámica peculiar de la díada en el ámbito del
individuo y de otros sistemas más amplios. Y también será preciso reconocer que resulta
provocador
Escuchar el ydiscurso
difícil hablar dedebería
popular la pareja sin apara
bastar priori y analizara cualquiera
convencer el motivo de
deque
queasí
lassuceda.
esperanzas depositadas en la relación de pareja siempre son inmensas. Son las artífices del
éxito de ven tas de la mayoría de revistas y de la popularidad de los seriales televisivos.
Contradictoriamente, en la vida cotidiana ese mismo discurso popular se tiñe con facilidad
de la más negra y feroz ironía con respecto a esa misma relación. La complejidad de las
expectativas que se depositan en la pareja ya debería ser motivo suficiente para intentar
alejarse de los ámbitos comunes y dedicarle un estudio que respete su srcinalidad.
La proposición paradójica «Uno más uno son tres» remite a un modelo complejo de la
pareja. Complejo, pero no oscuro. Antes de examinar algunas de sus manifestaciones a lo
largo de esta obra, intentaremos circunscribir en el espacio de unas pocas máximas este
modelo complejo.

7
La díada parece ocupar un lugar muy especial en nuestro universo. El otro protege de los
otros o incluso puede llegar a permitir prescindir de ellos. Un hecho esencial para cada uno
de nosotros en tanto que individuos.
En efecto, dedicamos mucho tiempo a la defensa de una identidad que nos hemos inventado
y cuyo reconocimiento por los demás intentamos conseguir. Esta identidad debe remozarse
continuamente, retocándola a lo largo de los días y al hilo de las experiencias. Lo que ha
ido configurándose en el curso de los meses y de los años podría dejar de seducir, de
convencer.
que es parteEs
deuna experiencia
nosotros mismosdolorosa. A veces es
para reencontrar la preciso recortar
seducción, para el tejido, destruir
restablecer algo
el contacto
con los otros, esos otros múltiples, tan mutables y tan exigentes.
Es preciso actuar, disimular, ponerse una máscara mientras se compone a toda prisa el
material que desean encontrar. Poco importa que sean tres, diez o cincuenta; nos observan y
nos juzgan, como nosotros a nuestra vez los observamos y juzgamos.
Algo muy distinto sucede con el otro, el compañero dentro de la relación de pareja. Esa
persona ha incurrido en nuestra soledad y la ha transformado en díada. Frente a ella ya no
debería ser necesario ocultarse ni fingir.
Es una persona que ha abandonado mágicamente el campo de los otros para unirse a
nosotros. Es nuestra aliada y nuestra cómplice. Compensará nuestras carencias, como
nosotros compensaremos las suyas. Nos dará la seguridad y plenitud que nos faltaban.
Juntos, estaremos mejor armados para enfrentarnos a los otros.
De todas las experiencias
el descubrimiento humanas,
de la díada, la más
el dejar caer extraña y también
las barreras frente la másotro
a ese gratificarte
que ya noesforma
sin duda
parte de los otros. Para constatarlo, bastará pensar en una pareja de enamorados a bsorta en
su recíproca contemplación. Cuesta contener la sonrisa. Cada uno parece pensar que el otro,
por un inexplicable prodigio, acaba de caer del cielo justo a su lado.
También sabemos que esta sensación de fusión total es fugaz, que se debilita pronto para
reaparecer sólo pasajeramente.
Otro, antes tan alabado, puede transformarse también en todo lo contrario. Pasa a ser
entonces la única persona que no nos comprende, que es totalmente indiferente a las
cualidades que entonces nos reconocen los demás.
¡A quién le importan estas desventuras! El tema de la díada organiza, hoy como ayer,
múltiples fantasmas, a escala del individuo y a escala de la sociedad. Con la omnipotencia
de un Vishnú, reaparece en todos los tiempos y lugares bajo las formas más diversas, desde
el rock máspor
Sorprende, reciente
tanto,hasta
que lala profunda
ópera, desde la fotonovela
importancia de la hasta
díada,elelpoema
intensoabstruso.
goce de su
posesión, las angustias de sus transformaciones reciban tan poca atención en los libros de
psicología, que aparezca en ellos como un fenómeno accesorio y no como una aspiración
fundamental del individuo. Como no es menos sorprendente que a las parejas que acuden a
consultarnos también les cueste tanto hablar de la importancia de su pareja, de esa aureola
mística que rodea a la díada en el contexto del destino individual. Les resulta más fácil
hablar de ella como si fuese un microondas o una aspiradora, objetos adquiridos de buena
fe, pero que simplemente no satisfacen las expectativas del cliente. Entonces nos dicen: «
¿Reconoce usted que son legítimas nuestras aspiraciones en cuanto al sexo, la
comunicación, el ocio compartido? ¿Por qué no puede satisfacernos entonces esta pareja
que nos parecía una buena adquisición?»
¿Qué decir ante esta extraña dificultad de hablar? ¿Por qué cuesta tanto referirse a lo
esencial?
8
Es posible que nuestros pacientes tengan dificultades para hablar de su pareja por los
mismos motivos que inducen a los científicos a evitar mencionarla. La naturaleza de la
pareja se compone de múltiples niveles en constante imbricación. De ello se deriva una
complejidad difícilmente expresable sólo a través del lenguaje, escrito o hablado.
Afortunadamente, por nuestra parte advertimos muy pronto que sólo el empleo de
representaciones plásticas, a través de imágenes, en forma de relatos, de metáforas, de
esculturas, nos permitía obtener de nuestros pacientes la información que deseábamos y
transmitirles, a nuestra
imágenes, llamado vez, los mensajes
analógico*, basado enque podrían serles
la capacidad de la útiles. Este lenguaje
representación de las
a través de
imágenes para captar la complejidad de los hechos naturales, se contrapone al lenguaje
llamado digital*, el de las palabras, que nos obliga imperiosamente a fragmentar, a dividir
en porciones la realidad, según criterios poco conscientes de estandarización. Así, el
lenguaje analógico es pobre en a prioris normativos, capta la globalidad de una situación
sin detenerse en tal o cual detalle, se lanza valerosamente al descubrimiento de nuevos
significados, en vez de buscar la seguridad en la repetición de los datos ya identificados.
Tendremos ocasión de volver a tratar de las ventajas de este lenguaje a lo largo de todo el
libro. De momento, sólo adelantaremos que el dominio del lenguaje analógico facilita la
reflexión sobre la complejidad.
Pero para poder hablar de la díada no basta con acotar la complejidad. En efecto, además de
compleja, la díada también es paradójica; un nuevo obstáculo. Como ya hemos señalado,
uno más uno
substancia en este
viva, caso noevolutivo
un sistema son dos, sino tres, siCuando
y creativo. se admite
losque la pareja
cónyuges es, enasiento
toman efecto,enuna
la
sala de consulta, la pareja-institución también ocupa su lugar, srcinando una serie de
vértigos conceptuales. Citaremos dos de ellos.
Primer vértigo: cuando los cónyuges critican su pareja, se están enfrentando con una
institución que ellos mismos han creado íntegramente. ¿De qué deben considerarse
culpables, entonces? ¿De haber hecho pedazos una estructura inicialmente viable? ¿O bien
de haber cavado con sus propias manos, desde el primer momento, un pozo sin fondo de
ilusiones en el que cada vez caen más hondo sin que nada pueda detenerles?
Otro vértigo: ¿dónde está el fondo y dónde está la forma? Es sabido cuán difícil resulta
apreciar, desde el asiento de un tren detenido en una estación, si el tren contiguo se ha
puesto en movimiento o si, por el contrario, el que está arrancando es el propio. ¿Qué se
mantiene estable y qué es lo que se desplaza? Análogamente cabe preguntarse si son los
cónyuges
ésta la quequienes modelan
los modela la según
a ellos pareja su
delógica
acuerdo con sus deseos.
fundamental. ¿SonOlos
si,cónyuges
por el contrario,
quieneses
abandonan en plena marcha la pareja? ¿O es ésta la que abandona la vida de los cónyuges?
Volveremos a enfrentarnos con estos vértigos a la luz de las consideraciones que seguirán.
De momento bastará dejar constancia de ellos.

9
1. LA PAREJA, ¿CUESTIÓN DE PUNTOS DE VISTA? ~F FJG
Sobre la mesa han quedado tres grandes temas: la inevitable complejidad de todo modelo
relacional, las celadas del lenguaje digital y la naturaleza paradójica de los sistemas vivos.
Estos temas iniciales irán reapareciendo a lo largo de todo el recorrido.
Considerémoslos como los tres aldabonazos que deben darse antes de poder descorrer el
telón e intentar aclarar un poco el misterio de la pareja.
Somos fruto de una pareja. Nosotros mismos seguramente vivimos en pareja. Estamos
rodeados de parejas. Resulta asombrosa, por tanto, la dificultad para hablar de la pareja en
términos concretos.
En la cultura actual, en particular, la estructura de la pareja parece querer ser tan
proteiforme que elude toda posibilidad de descripción. Si se intenta asociarla al
matrimonio, resulta que también debe abarcar todas las uniones «sin papeles». Si se intenta
asociarla a la sexualidad, se aduce que también ha de abarcar las uniones homosexuales. Si
se intenta definirla por la duración ilimitada de la relación, alguien propondrá, como hizo
Margaret Mead algunos años atrás, la celebración de matrimonios mediante contratos de
cinco años de duración como solución para garantizar el futuro de la pareja.
En última instancia, una característica de la pareja sería que no admite una definición
simple. La relación de pareja tiene la propiedad de adoptar múltiples formas sin dejar de ser
identificable como tal. Por tanto, puede resultar engañoso, arriesgado incluso, intentar
circunscribirla al marco de una definición exhaustiva, que siempre dejaría fuera algunos
aspectos
¿Significasignificativos.
esto que debemos aceptar la imposibilidad de saber qué es la pareja o
simplemente es cuestión de ir cambiando de punto de vista? ¿De renunciar a intentar
descubrir los rasgos de una pareja, lo que distingue a la pareja de la no-pareja, para intentar
descubrir, por el contrario, para qué sirve una pareja, qué sentido tiene en el marco de las
relaciones humanas? Desde esta perspectiva, todas las estructuras de relación portadoras de
ese sentido serían parejas, por diferentes que puedan ser unas de otras. Un enfoque bastante
razonable, al parecer.
Identificamos como embarcación a cualquier construcción con las propiedades necesarias
para que un ser humano pueda utilizarla para atravesar una extensión de agua. El término
«embarcación» evoca ante todo y en primer lugar ese sentido y sólo posteriormente
también una forma. Las claras diferencias existentes entre un junco chino, un galeón del
siglo de oro y un moderno catamarán no plantean ningún obstáculo para su identificación.
Consideraremos,
otro tanto haremospor tanto,
con la parejadeenfocándola
la demanda desde
terapia de una la perspectiva
pareja, esto es, elde su significado
contexto concretoy en
que se presenta ante nosotros.

ENFOQUES DE LA PAREJA
La búsqueda del significado
Nuestro estudio de la pareja pretende explorar su significación para los participantes en la
relación, su significado sincrético. No se entretendrá en la descripción de detalles de
comportamiento fácilmente observables.
El propósito es hacernos una idea del significado de la pareja: qué significa para dos
individuos concretos y también qué significa para quienes buscan ese contexto de vida.
Como en la antropología cultural, ambas indagaciones discurrirán de forma paralela. El
estudio paralelo de diversas culturas permite discernir mejor las especificaciones de cada
una.
10
Ello ayuda a distinguir entre los lazos comunes de parentesco y las características
singulares de una cultura dada.
En términos de la búsqueda de un significado, la diferencia está en que los grupos por los
que se interesa el etnólogo no han solicitado su presencia, que sólo constituye un episodio
accidental para ellos. El etnólogo puede interrogar sin rodeos a sus informantes sobre los
temas que le interesan y éstos en general le darán respuestas fidedignas. En efecto, no
tienen ningún interés en influir, en uno u otro sentido, en la opinión de ese curioso venido
de
Losquién sabe dónde.
integrantes de la pareja objeto de nuestra indagación ven las cosas de un modo muy
distinto. Sin duda, como la tribu, también representan un sistema humano natural, pero con
la notoria diferencia de haber solicitado nuestra ayuda ante unas dificultades internas
insolubles.
Cada uno de los cónyuges piensa que nuestra intervención puede modificar la situación, en
un sentido que le será favorable o, por el contrario, desfavorable. Toda respuesta queda, por
tanto, automáticamente sesgada en virtud de esta expectativa de los cónyuges. Uno y otro
están interesados en influir sobre el dictamen del terapeuta, en convertirlo en su aliado, en
otras palabras.
En este sentido, encontramos mayores dificultades que los etnólogos para reunir
informaciones válidas capaces de iluminar el significado de los sistemas vivos objeto de
nuestro estudio. Aunque tenemos la ventaja de no enfrentarnos con problemas idiomáticos,
por
que otro
sabelado cada
o para una de las
expresarse enpersonas
términosinterrogadas tieneinfluir
que le permitan buenos motivos
sobre para disimular
la valoración del lo
terapeuta.
Se han sugerido diversas técnicas para intentar sortear esta dificultad.
El terapeuta puede actuar como un «guarda-agujas» comunicacional, cuidando que cada
cónyuge pueda expresarse libremente sin interrupciones, controlando la lógica y la claridad
de las respuestas y solicitando las aclaraciones necesarias para evitar cualquier confusión.
Este esfuerzo estructurador, que aborda frontalmente las naturales reservas, suele topar a
menudo con una fuerte resistencia de las partes implicadas. Los cónyuges se confabulan
para sabotear los esfuerzos del indagador que intenta definir objetivamente la naturaleza de
sus conflictos. Con frecuencia el resultado es un enfrentamiento y un bloqueo. Existe otro
método más sutil, y por eso mismo también más eficaz, que se ha popularizado mucho. Me
refiero a la entrevista circular, practicada por Mara Selvini Palazzoli y su equipo en los
años setenta
pedirle (Selvininoetsobre
su opinión, al., 1978*). El entrevistador
su relación personal conseotro
dirige a un miembro
miembro del sistema
del sistema, para
sino sobre
la relación que existe entre otros dos miembros del sistema. El interrogado no responde, por
tanto, como actor, sino como observador de la relación. Con este procedimiento, a la
persona interrogada le resulta difícil orientar su respuesta en un sentido favorable para ella,
con lo cual se convierte en un informador relativamente imparcial. Esta técnica, que sigue
siendo eficaz para las familias y los grandes sistemas, tiene sus limitaciones cuando sólo
hay dos interlocutores, como en el caso de la díada. Para explorar la pareja por este medio,
es preciso recurrir a preguntas sobre la relación del cónyuge con personas no presentes en
la sesión: otros miembros de la familia, amigos, compañeros de trabajo. Aunque el artificio
sigue siendo útil, su reiterada utilización crea una cierta falta de naturalidad. El terapeuta
puede sentirse forzado y poco creativo en ese contexto. De ahí que en la terapia de la pareja
el interrogatorio circular no tenga tanta importancia como en otros contextos de
intervención sistémica.
11
A nuestro entender, es mucho más eficaz actuar sobre la propia percepción de los
integrantes de la pareja, enseñándoles a completar su óptica cultural, la perspectiva
individual, la del «uno más uno son dos», con una perspectiva sistémica del «uno más uno
son tres», que ve la relación como otro protagonista activo. Se trata de hacerles pasar, en
suma, de una visión monocular, centrada en el individuo, a una visión binocular, que abarca
individuos y sistemas. Con esta nueva visión, el paisaje adquiere relieve y se plantean
nuevos interrogantes. La pareja abandona automáticamente la afición a las redundancias y
se embarca
Esta en lacognitiva
innovación búsquedasedeconsigue
nuevas respuestas.
presentando enseguida, sin vacilación, la relación de
pareja como un protagonista de pleno derecho cuya presencia en la sesión también se desea.
Para subrayar este hecho, le atribuiremos su sitio en la sala de consultas, representado por
cualquier objeto estable. Un objeto -un jarrón, una mesa, un grabado- simbolizará la
relación de pareja. Otras veces, le reservaremos un asiento, la silla del tercero*. Una vez
asignada esta localización especial, podrá pedirse con naturalidad a cada uno de los
cónyuges que responda dos veces a cualquier pregunta, en nombre propio una vez y la otra
como intérprete de la relación como entidad. Paulatinamente, el intercambio a tres bandas
entre los cónyuges y el terapeuta se transforma en un intercambio a cuatro bandas entre los
cónyuges, el terapeuta y el tercero ahora incluido. Es una técnica fructífera ya descrita
anteriormente bajo el término de <La familia más uno» (Caillé, 1990).
Esta forma de proceder suele introducir una metamorfosis en las circunstancias de la sesión.
Habitualmente, el fascinante
olvidada en la sala de espera. personaje de se
La consulta la desarrolla
díada no tiene cabida
con dos en la sesióny yunpermanece
demandantes juez. Una
constelación perversa que de inmediato sitúa al terapeuta en un campo de batalla que
debería serle ajeno.
La terapia de pareja no puede ser un arbitraje, ni tampoco una terapia de un cónyuge en
presencia del otro. La terapia de pareja, como su nombre indica, es una intervención sobre
la relación de pareja en presencia de dos personas que son a la vez las creadoras de esa
relación y creaciones de ésta.
¿Cómo hacerse una idea de una pareja sin tener en cuenta que ésta es fruto de la conjunción
de las representaciones mentales de dos individuos? Esta conjunción es la verdadera base
de la pareja, mucho más importante que los rituales culturales de legalización de esta visión
compartida. Intentaremos desentrañar la naturaleza de esta conjunción sin intentar formular
hipótesis sobre los contenidos mentales que pueden haber impulsado a esas mismas
personas,
de sin tener
la relación en cuenta
de pareja sobre la
surelación existente.
representación Debemos
corporal, ser conscientes
su capacidad de lay influencia
sensorial su
identidad social, y trabajar a partir de los datos de sus actuales vivencias.
El paradigma que organiza la mirada
Volvamos a la silla vacía, al significante introducido por el terapeuta mediante la técnica de
«la familia más uno». El significado que evoca ese asiento vacío comprende la relación de
pareja, pero es aún más vasto. También incluye una invitación a concebir las cosas de
manera distinta, una propuesta de un nuevo paradigma.
Es todo lo contrario de una coacción, de una presión para obligar a las personas a revelar
cosas que querrían mantener en secreto. La silla vacía representa una apertura, una
incitación a la natural curiosidad.
El significante introducido por la simbolización del «Uno más uno son tres», el lugar
asignado a la relación de pareja, transforma la percepción de los cónyuges y del terapeuta,
introduciéndolos en un nuevo ámbito de pensamiento. Hace descubrir los aspectos
12
inesperados de una situación que muchas veces se presenta ya tamizada y tristemente
catalogada.
La simplificación introducida con el cambio de paradigma, con la adopción de una nueva
epistemología, hace parecer natural este descubrimiento, pese a que el contenido que se
saca a la luz modifica radicalmente nuestra percepción del mundo. Una vez superada la
angustia inicial ante la sustitución del modo habitual de pensar por un nuevo modelo de
lectura de los acontecimientos, una vez cumplida la difícil prueba de aplicar en términos
concretos esta nueva
acontecimientos y loscomprensión, se abre aellos
mensajes encuentran ojosque
lugar un les
amplio paisaje, donde
corresponde losfacilidad
con una
desconocida hasta entonces. Unos y otros adquieren sentido. Tanto para la pareja como
para el terapeuta, las dificultades del trayecto nada tienen que ver con las vacilaciones de un
tortuoso avanzar por las profundidades de un largo túnel, sino que nacen de la dificultad de
organizar la miríada de nuevos detalles que se ofrecen repentinamente a la mirada con el
cambio de paradigma.
En términos de la clasificación de los aprendizajes de Gregory Bateson, el significado
introducido tiende a plantear un aprendizaje de nivel 2 y en algunos casos de nivel 3
(Bateson, 1977).
El aprendizaje de nivel 1 consistiría en repetir con la pareja las diversas sumas y restas
mentales que han efectuado con respecto a la relación. El resultado final sería una
confirmación de su juicio o la detección de un error en su valoración de las dificultades
atribuidas
de roles enasu
susvida
actitudes sexuales, a su respectiva capacidad de comunicación o al reparto
de pareja.
No es éste el esquema seguido. Nuestro objetivo es un aprendizaje de nivel 2, que intenta
dotarles de una nueva aritmética, y posteriormente un aprendizaje de nivel 3, que les
permitirá crearse su propia aritmética.
Una aritmética constantemente renovable, en el segundo caso, puesto que ellos mismos
sabrán crear sus reglas, y que llegará a ser emblemática de la pareja, una imagen de marca
creada por los cónyuges y que irá creándoles a su vez en un ininterrumpido ciclo recursivo.
Un descubrimiento que define de manera dinámica un territorio y una especificidad: todo lo
contrario de una frontera impermeable que aísla del contexto. Respetar la diferencia se
convierte en una opción lógica y se favorece una actitud móvil y exploratoria.
Sin embargo, el aprendizaje de nivel 3 es un resultado iniciático imprevisible, que puede
darse o no. En consecuencia, el objetivo inicial que se propone el modelo aquí expuesto es
un aprendizaje
Conviene añadirdetambién
nivel 2,que
a través de la asimilación
este nuevo paradigma de
no un nuevo
debe paradigma.
atribuirse ninguna hegemonía
entre los restantes sistemas de conocimientos. El paradigma sistémico es dialéctico por su
propia naturaleza. No representa un conocimiento fijo, clasificable. En el caso de la pareja,
con gran abundancia de hechos y multiplicidad de experiencias, el método expuesto es útil
pues ofrece una interesante visión de conjunto de la masa de hechos. Aunque siempre a
condición de no dejar de ser plenamente conscientes de la complejidad de la realidad. Se
trata de un procedimiento útil para la pareja, sobre todo por cuanto, lejos de hacer obsoletas
sus anteriores reflexiones sobre la vida de pareja, por el contrario viene a sumarse a éstas.
Como señala Judith Schlanger, a quien volveremos a citar más ampliamente en el último
capítulo del libro: «Lo interesante desborda por todos lados a lo verdadero... De acuerdo en
que el conocimiento racional debe desprenderse de algún modo de la nebulosa de los
excesos, pero no definiéndose por la vía del rechazo y la negación de las conexiones»
(Schlanger, 1983). La pareja, como también el terapeuta, deberá permitirse gozar, por tanto,
13
de las satisfacciones que aporta el nuevo paradigma, sin creer no obstante que con él
quedan resueltos todos los misterios de la vida de pareja.
Curiosamente, este riesgo de predominio desconsiderado de un nuevo paradigma, de su
total prevalencia sobre la interpretación de los hechos, parece manifestarse más claramente
en la actualidad en las ciencias llamadas humanas que no en las ciencias físicas.
A nadie le extrañará que diga que la Tierra es plana, puesto que camino sobre ella, al
mismo tiempo que afirmo que también es redonda; que diga que la mesa es sólida, puesto
que me apoyo enLas
en movimiento. ella,ciencias
al mismo tiempo
físicas quehabituado
se han también declaro que se compone
a la existencia de partículas
de verdades diversas, a
la posibilidad de adoptar múltiples enfoques.
El efecto de provocación implícito en la afirmación de la existencia de diversas verdades
concomitantes parece conservar todo su impacto en la mayoría de las ciencias humanas.
¿Quizá por la relativa juventud de estas disciplinas, por la extrema complejidad del terreno
o por la dificultad de las pruebas empíricas? En cualquier caso, las exclusiones recíprocas
suelen ser la norma y la intransigencia adopta sus formas más extremas.
El paradigma propuesto es el último eslabón de una sucesión de revoluciones en la
interpretación de los contenidos mentales iniciadas a principios de siglo. Entre las más
importantes cabe citar la conmoción en el campo de la comprensión de las motivaciones
individuales introducida por el psicoanálisis, seguida, en los años cincuenta, por la
supresión de las distinciones entre fenómenos intra-psíquicos y dinámica de las relaciones
como frutoen
inspiradas deellos trabajos delcibernético,
pensamiento equipo de Palo Alto. Estas
introducen últimas
la teoría investigaciones,
sistémica de primer orden*.
Actualmente parece evidente que es imposible concebir al individuo al margen de una
pertenencia grupal y que todo grupo emerge de la interacción entre individuos. Este
esfuerzo pionero, basado en el estudio de familias de transacción psicótica, abrió también el
camino para los planteamientos que han dado lugar a nuestro presente paradigma, que
designaremos con el nombre de nueva teoría sistémica*.
Esta nueva teoría sistémica cuestiona sus propios orígenes y se diferencia de las teorías
ancladas exclusivamente en la cibernética. Toma como punto de partida la complejidad de
los sistemas humanos y considera indispensable la multiplicidad y coexistencia de modelos.
Más que una teoría sobre las motivaciones humanas, el nuevo pensamiento sistémico es
ante todo una reflexión sobre el fenómeno del conocimiento, sobre la cognición, y sobre los
mecanismos de elaboración de modelos* que acompañan todo proceso cognitivo.
La nueva teoría
numerosos sistémica
campos así definida
de estudio: cuenta en en
en la sociología, estos momentos
la biología, encon representantes
la filosofía, en
en la gestión
empresarial. Algunos le han dado fama más allá de las fronteras de su propio ámbito de
especialización. En este sentido, cabe citar, entre otros, a H. von Foerster, J.L. Le Moigne,
E. Morin, H. Maturana, H.A. Simon y F. Varela, todos ellos útiles fuentes para nosotros.
La nueva teoría sistémica contiene una invitación implícita a alcanzar un aprendizaje de
nivel 3, aunque la propuesta explícita se sitúe necesariamente en el nivel 2. Para la nueva
teoría sistémica, el conocimiento implica la constante elaboración de nuevos modelos del
mundo. Modelos que, aun pareciéndonos muy útiles en el momento presente, son por
esencia transitorios e imperfectos.
Es ineluctable que así sea. En efecto, estos modelos sólo dan cuenta de los procesos
mentales dinámicos a través de los cuales aprehendemos el mundo. Representan rastros
cognitivos. En cuanto se transforman en verdades o en dogma, el ciclo se interrumpe, la

14
máquina se atranca, el individuo o el sistema se bloquean. En otras palabras, lo importante
es la capacidad de construir modelos, no la posesión de un modelo.
Nos parece importante añadir aún dos palabras sobre el aspecto teórico de la elaboración de
modelos, de la modelización. Debería ser evidente que todo modelo, para que sea útil, debe
poderse compartir, debe ser comprensible para otras personas. Por consiguiente, la nueva
teoría sistémica no sólo insiste en lo novedoso del paradigma, sino también en la
posibilidad práctica de compartir la nueva experiencia. Como señalaba Isabelle Stengers, en
el cursouno
«Cada de de
un nosotros
debate sobre la transmisión
construye del saber
«sus» hechos, peroyen
laslanuevas
medidaformaciones
en que, sin del poder:
dominarlos,
compartimos un lenguaje, una densa memoria cultural, todos nos interesamos por el
"mismo" mundo» (Stengers, 1985).
En otras palabras, constantemente nos referimos a una «misma» cosa, a la experiencia
humana común, aun cuando hablemos de cosas «distintas», esto es, aun cuando nos
planteemos modalidades cognitivas diferentes, y ésta es, de hecho, la única vía a nuestro
alcance para progresar en el ámbito del conocimiento.
Intentaremos ilustrar la brecha que puede separar dos enfoques de la pareja y, en
consecuencia, dos maneras de interrogarla.
Dos modalidades de interrogación
En el planeta Alfa, cada pareja está provista durante toda su
existencia de un pequeño artilugio electrónico llamado «normalidad diádica» que le permite
obtener automáticamente
en relación a la sexualidad,laslarespuestas adecuadas
comunicación, a los problemas
la atracción mutua, el que puedandeplanteársele
equilibrio gustos.
Si este maravilloso aparatito se avería, sus propietarios naturalmente se ven inmersos en un
profundo desconcierto y quedan aislados de la comunidad. En efecto, no les queda la
solución de utilizar provisionalmente la «normalidad diádica» de otras parejas, pues como
es lógico ninguna de ellas está dispuesta a separarse ni por un instante de tan indispensable
artilugio.
A los infortunados les queda, sin embargo, la posibilidad de acudir a los miembros de la
llamada profesión de los reparadores. Estos se encargarán de verificar su aparato con
respecto a las constantes de normalidad diádica y lo pondrán nuevamente en
funcionamiento, una vez efectuadas las necesarias reparaciones de los elementos
defectuosos. Dado el alto grado de perfeccionamiento de la electrónica en el planeta Alfa,
ampliando debidamente el número de reparadores debería poderse llegar a eliminar los
problemas
En de Beta*,
el planeta las parejas.
la vida es más agitada. Multitud de ríos de caudal muy variable surcan
su atormentada geografía. Los cursos de agua constituyen el entorno vital de sus habitantes,
cuya existencia debe adecuarse, por tanto, a este ritmo de continuas transformaciones. En el
curso regular de un río pueden alternarse los rápidos con zonas de aguas quietas. Remolinos
y cascadas completan este mutable y en parte imprevisible contexto.
Cada pareja debe fabricarse, por tanto, una embarcación desde el momento mismo de su
constitución. Algunas la construyen con el tronco de un árbol, otras con pieles de animales,
otras con trozos de corteza. No existen dos barcas iguales y cada pareja forma una unidad
con este instrumento de supervivencia, que procura utilizar de la mejor manera posible en
un entorno que obliga a continuas adaptaciones de los contrapesos y de la cadencia de los
remos.
Sin embargo, algunos pierden el control del esquife y naufragan. Entonces su única
esperanza es encontrar en la orilla a algún miembro de la llamada profesión de los
15
interrogadores, quienes intentan ayudar a la desventurada pareja a superar su difícil
situación por el procedimiento que a continuación se describe.
Saben que todo movimiento del remero queda englobado en el acto en un conjunto móvil
de acontecimientos. También saben que todas las parejas de Beta forman una unidad con su
embarcación. Cada pareja posee, por tanto, un estilo singular, fruto de una organización
específica, forjada en el curso de los meses o de los años.
La búsqueda de una solución debe tener en cuenta, por consiguiente, tanto las
peculiaridades de la pareja
dificultades superadas como la diferencia
con anterioridad. No es entre el obstáculo
de extrañar que la presente
ayuda quey otras
recibe una
pareja en este planeta comience con un largo interrogatorio y que los miembros de esta
profesión sean conocidos popularmente como «interrogadores».
Por otro lado, aunque la vida en este planeta pueda parecer demasiado agitada para
considerarla feliz, sin embargo no carece de interés.
De las páginas especializadas de las revistas y de un buen número de obras sobre la terapia
de pareja parece desprenderse que nuestro propio planeta, la Tierra, debe asemejarse
bastante al planeta Alfa. Todo parece reducirse a una cuestión de ajuste inicial y a valorar la
normalidad y lograr una adaptación de los gustos, las maneras de ser y los caracteres. En
esta lectura, el profesional responsable de la intervención aparece y se concibe a sí mismo
como un reparador.
Desde la perspectiva del nuevo pensamiento sistémico, nuestra Tierra se parecería al
planeta Beta. Esy imposible
peculiaridades la historia disociar a la pareja-embarcación
de la embarcación cuentan tanto del
comoindividuo-remero.
las cualidades deLas
los
remeros. En consecuencia, la pareja sólo puede cambiar a condición de que los cónyuges
acepten la dimensión autónoma de la relación como factor activo que los controla en igual
medida que ellos pueden controlarla a su vez.
Para avanzar será preciso interrogarse, por tanto, a propósito de esa tercera parte esencial
que es la relación. Este es el papel del terapeuta, quien debe interrogarse sobre la totalidad y
la complejidad.
La complejidad de la mirada terapéutica
Para concluir esta descripción a vuelo de pájaro de este nuevo enfoque de la pareja, sólo un
par de palabras sobre la persona que lo observa: el terapeuta. Puesto que nuestro trabajo se
centra en el hecho cognitivo, debemos aplicar al terapeuta, tanto si trabaja solo como si lo
hace en equipo, los mismos razonamientos ya expuestos en relación a la pareja.
Todo terapeuta
elementos cuenta con referentes
de conocimientos teóricos,enuna
que se integran experiencia
un modelo que personal,
constituyeununestilo,
círculo
autorreflexivo juntamente con el individuo que es el terapeuta. Ambos son inseparables
entre sí. Este modelo cognitivo puede ser útil para el terapeuta y ayudarlo a sentirse capaz.
Pero también puede convertirse en una traba y contribuir a que se sienta incompetente,
inútil, y a ponerlo en crisis.
La situación no varía cuando el terapeuta trabaja en cooperación directa con otros colegas o
con un supervisor, con ayuda de un espejo unidireccional. En este caso se requiere un
modelo cognitivo consensuado, lo cual puede facilitar las cosas o crear problemas. La
necesidad de negociar continuamente lo que se observa puede obstaculizar la labor del
equipo terapéutico o hacerla sumamente creativa, según los casos.
Lo importante, por tanto, es que el terapeuta, solo o en equipo, trabaje en simbiosis con un
modelo de conocimiento que raras veces explicitará y que sin duda desconoce en parte.

16
El ejemplo de los planetas Alfa y Beta nos ha permitido poner de relieve las dramáticas
consecuencias que puede tener el modelo del terapeuta para la pareja. Las bases teóricas
aceptables para aquél determinarán la manera en que será percibida y tratada la pareja.
El modelo del planeta Alfa impone al terapeuta unos objetivos normativos. El del planeta
Beta le obliga a estar continuamente al acecho de nuevos descubrimientos, a aceptar una
perpetua renovación. En el planeta Alfa, se llega a ser maestro en el oficio a través de la
práctica. En el planeta Beta, cualquier intervención deja de ser eficaz cuando adquiere
carácter
terapeutadey rutina. La Para
la pareja. seguridad delintervención
que una éxito excluyepueda
la creatividad del contacto
seguir siendo eficaz, elentre el
terapeuta
debe estar constantemente al acecho de lo inesperado, de las sorpresas que encierra la
interacción.
En la nueva teoría sistémica, las aspiraciones de aprendizaje del nivel II también se aplican
al sistema terapéutico. Igual que interroga a la pareja sobre su «manera de saber», el
terapeuta también debe preguntarse por sus propios mecanismos cognitivos. Esto ayudará a
la pareja a empezar a cuestionar sus propias interpretaciones. Los intercambios más
fecundos de una terapia se desarrollan esencialmente en este plano de los interrogantes
sobre « ¿Cuál es nuestra manera de saber?», así como en relación a las similitudes y
diferencias entre los modelos cognitivos en juego.
ENFOQUES SOBRE LA DEMANDA «EL MAL DE LA PAREJA»
Paradojas de la demanda
Louise
dos. Ellay Serge tieneny 42
es maestra y 46 años
él trabaja en larespectivamente.
administración.Su matrimonio es el segundo para los
Fueron buenos amigos durante mucho tiempo antes de casarse. Louise estaba mal casada
con un hombre irresponsable y fútil y Serge le daba consejos. Él le prestó apoyo durante el
divorcio y también la ayudó a resolver los problemas con los dos hijos de su primer
matrimonio, ahora adolescentes. Cuando se conocieron, él ya estaba divorciado de un
primer matrimonio sin hijos.
Después del divorcio de Louise, siguieron viéndose y por fin acabaron casándose. El
descubrió entonces que ella tenía problemas orgásmicos y consultó la bibliografía
necesaria, asumiendo la responsabilidad de los orgasmos de su mujer mediante el uso de las
técnicas apropiadas, inicialmente con un cierto éxito. Tuvieron dos hijos. Serge, magnífico
padre, apenas se atreve a confiar su cuidado a su mujer y tiembla cuando salen de casa sin
él.
Ella ha llegado
contacto sexual.aEl
odiarle y desdequé
no entiende hace másredobla
pasa, de un año
sus se niega a mantener
atenciones cualquier
y acoge con agradotipo
la de
propuesta de Louise de acudir a una terapia de pareja como una solución para «mejorar» su
propia actitud.
Anne y Thomas están en la treintena. Llevan tres años viviendo juntos y no tienen hijos.
Anne considera que Thomas es un irresponsable y le gustaría que cambiase. Thomas se
queja de las exigencias de Anne, diciendo que quiere modelarle a su gusto y transformarle
en un adorno o un mueble.
Se sienten muy dependientes el uno del otro, aunque también muy distintos. Anne procede
de un medio acomodado y tiene estudios universitarios. Thomas es de srcen modesto y
sólo ha completado la instrucción elemental. Ella ha seguido una psicoterapia individual
durante varios años por problemas relacionados con la alimentación, principalmente de tipo
anoréxico, alternando con fases de bulimia. Él bebe a menudo en demasía y combina los
excesos alcohólicos con el consumo habitual de marihuana.
17
Dos demandas en apariencia muy distinta, que sin embargo tienen en común su contenido
totalmente paradójico, a saber: el deseo de hacer durar una situación descrita como
intolerable y sin ningún imperativo que requiera su existencia.
En efecto, el fundamento lógico de una pareja es partir de una experiencia positiva que se
desea prolongar. En el contexto cultural actual ya no se puede pretender que la pareja se
mantiene a causa de los hijos. Es relativamente sencillo distinguir el deseo de ser una pareja
y el deseo de ser padres, esto es, el deseo de tener hijos. Evidentemente, ambos deseos
pueden coexistirseyha
Esta distinción se visto
influencian mutuamente,
reforzada peroenson
culturalmente losdeúltimos
naturaleza distinta.
decenios. Pueden verse
padres divorciados que mantienen una colaboración tan perfecta en relación a sus hijos que
a veces hasta resulta chocante para quienes les rodean. Sin embargo, han dejado de ser una
pareja. Otros padres, en cambio, se hacen la vida imposible y perturban a sus hijos pues,
aun después del divorcio, todas sus vivencias emocionales continúan girando en torno a los
pasados desacuerdos de la pareja.
La pareja que ya no se justifica por la mutua satisfacción de los cónyuges es vulnerable. Al
tratarse de un sistema «reflexivo», sólo quienes viven en la situación de pareja, esto es, los
Cónyuges, pueden hacer el «balance» de una pareja y su veredicto es inapelable. No existen
«consumidores» exteriores que puedan declarar en favor de lo bien fundado de la pareja y
reforzar su estructura expresando el deseo de continuar gozando de sus servicios, como
podría suceder en el caso de un sistema «transitivo», como por ejemplo una escuela o una
empresa comercial
Otros sistemas (Caillé, 1987).
«reflexivos» pueden admitir al menos el azar del nacimiento. Nacemos en el
seno de una familia, de una nación, de una raza. Formamos parte de ellas y en realidad no
podemos dejarlas. No ocurre lo mismo en el caso de la pareja. Esta es, al menos en nuestra
cultura, uno de los pocos sistemas «reflexivos» que sólo se legitima por sí mismo.
Esta vulnerabilidad, que procede a la vez de la libre elección en que se basa la pareja y del
hecho de tratarse de un sistema exclusivamente «reflexivo», explica la cualidad paradójica
de toda demanda de terapia de pareja.
LA PAREJA, ¿CUESTIÓN DE PUNTOS DE VISTA?
Louise y Serge, Anne y Thomas exponen argumentos importantes que justificarían la
interrupción de la relación si se considera que ésta debe ser una experiencia positiva para
los cónyuges. El discurso explícito es: «Estará de acuerdo con nosotros en que esto no
puede continuar... Nuestra vida de pareja es imposible...» Entonces, ¿qué hacen allí los
cónyuges,
Para habida su
comprender cuenta de quedebe
presencia, la pareja sóloun
añadirse puede
perolegitimarse portransformándolo
a su discurso, sí misma? en un:
«Estará de acuerdo con nosotros en que esto no puede continuar, pero...»
¿Pero qué? Interesante pregunta. Este «pero» nunca pronunciado será escuchado de forma
distinta según los terapeutas y, sobre todo, según las escuelas. Nuevamente nos
encontramos ante una cuestión de puntos de vista, o más bien de puntos de escucha, que
valdrá la pena examinar con mayor detenimiento.
Interpretación moral del «pero...»
«Nuestra vida en pareja es imposible...
...pero una pareja debería durar y disolverse sólo con el fallecimiento de uno de los
cónyuges.»
Este imperativo moral ha perdido mucha fuerza en los últimos decenios, tanto entre las
parejas como entre los terapeutas. Sin embargo, no debe olvidarse que sigue estando

18
fuertemente arraigado en la mayoría de las grandes culturas, incluida la nuestra, que a fin
de cuentas tiene sus raíces en la tradición judeocristiana.
Existe una cierta lógica en el hecho de que toda religión intente canalizar un vínculo de
relación que pretende depender sólo del arbitrio de dos personas individuales, confiriéndole
una oficialización y una duración que no figuran entre sus requisitos.
Un vínculo de relación tan importante y que rechazase cualquier injerencia externa sería
por naturaleza anárquico y potencialmente peligroso para el orden establecido. Es
importante, por tanto,humanas.
regula las relaciones asignarle,Por
quieras que resulta
ejemplo, no, un lugar dentro
cómodo del orden
considerar general que como
el matrimonio
un sacramento, confiriéndole un peso que no tiene según los cánones de la Iglesia: de
hecho, sólo tiene la categoría de bendición impartida por el sacerdote, como ratificación de
la promesa recíproca formulada por los cónyuges. Para muchos, el matrimonio sigue siendo
un orden moral a defender.
Paradójicamente, la existencia de uniones libres tiende a reforzar, más que a debilitar, esta
interpretación moral del «pero». Estas uniones libres tienden a crear una nueva moral,
basada en una responsabilidad individual lúcida, liberada de todo respaldo ritual o
administrativo. Este tipo de parejas no estarán dispuestas a reconocer que puedan ser en
ningún sentido menos seguras, en términos de constancia y de duración, que las uniones
que se apoyan en el ritual del matrimonio, visto por las primeras como una estructura
esclerotizada. Los componentes de una pareja «sin papeles» reconocen la existencia de
fuertes
mismosvínculos morales que ylesgarantes.
son sus legisladores unen, tanto más intocables en la medida en que ellos
El respeto a la exhortación moral, sobre todo cuando no está rubricada por una legalización
oficial, se convierte en una muestra de normalidad y su incumplimiento en muestra de
desviación. El bovarismo aparece más como una enfermedad que como un vicio.
Numerosos terapeutas piensan así, pero muy pocos lo admitirían. Sin embargo, esta lectura
moral del «pero...» les empuja a comportarse como «reparadores». Intentan reencauzar a la
pareja hacia la observación de unas ciertas normas de equidad, cualquiera que sea la
naturaleza del conflicto expuesto.
Interpretación psicoanalítica del «pero...»
«Nuestra vida en pareja es imposible...
Pero el individuo se siente incompleto cuando está solo» (Freud).
Según el propio Freud, el desarrollo psíquico del individuo no puede evolucionar
normalmente
como sinapoyo,
fuente de la constante presencia «La
como enemigo. del otro, que aparece
psicología comoesmodelo,
individual al mismocomo objeto,
tiempo, desde
sus inicios, una psicología social» (Freud, 1921).
El descubrimiento de la pareja y el establecimiento de la relación de pareja marcarán, por
tanto, la salida del conflicto edípico. El individuo habrá conseguido aceptar la prohibición
del incesto y establecer una identificación suficiente con las figuras parentales. Entonces
podrá dirigir hacia un individuo adulto del otro sexo la mayor parte de sus deseos infantiles
y adultos, incorporándoles elementos contradictorios.
En esa alianza intenta encontrar a la vez lo que le falta, el apoyo y la plenitud –componente
anaclítica-, y también lo que es, ha sido o desea ser -componente narcisista-.
El individuo busca en el otro la solución a su problema, pero el otro, naturalmente, no
puede serle suficiente, ni mucho menos. Ante todo, porque gran parte de estas expectativas
y de esos deseos son contradictorios e inconscientes. Están asociados al pasado personal del
individuo, al que es necesariamente ajeno el otro. Y también porque el otro, a su vez,
19
intenta encontrar la solución para «su» problema. Por tanto, le impulsan otros deseos y
otras expectativas, también en gran parte contradictorios e inconscientes.
Finalmente, según Freud, toda relación afectiva contiene una parte de sentimientos hostiles
que ahora es preciso rechazar.
La pareja aparece entonces como una mezcolanza o un collage de fragmentos heteróclitos
aportados por los cónyuges. Sin embargo, por elección y por azar a la vez, se dan una serie
de rasgos comunes, de complementariedades* que permiten salir beneficiadas a ambas
partes. Mediante
los integrantes deun
la complicado malabarismo
pareja pueden de acuerdos,
llegar a ocupar conclusiones
el lugar del «otro» paray su
compromisos,
cónyuge.
El auténtico problema de la pareja en dificultades es su resistencia a ver la pareja como una
muleta necesaria, pero imperfecta, de la identidad individual. Los cónyuges se achacan
mutuamente la responsabilidad de una incompletud inevitable. La pareja sana vive en una
soledad compartida, lo sabe y se conforma con ello.
Según esta lectura del «pero...», el terapeuta debe actuar como un «intérprete» que revelará
el significado del conflicto, reconduciendo a la pareja hacia unas expectativas razonables.
Interpretación del «pero...» según la teoría sistémica de primer orden
«Nuestra vida en pareja es imposible...
...pero dos personas normales deberían poder vivir juntas y entenderse. »
La teoría sistémica de primer orden está inspirada esencialmente en la cibernética y, en
consecuencia, se concentra en el equilibrio dinámico existente entre los cónyuges. En su
intento de entender
características los datos
observables dede
la este
vidaequilibrio, procura
de la pareja. analizar atentamente
El funcionamiento las aparece
de la díada
entonces por primera vez como un fenómeno diferenciado digno de estudio y no ya como
mero subproducto de la actividad de sus componentes.
Uno de los textos que marca un hito en esta nueva lectura es el artículo publicado por D.D.
Jackson en 1965, donde introduce la noción de un «quid pro quo» dentro del matrimonio.
Escribe Jackson:
«El quid pro quo (literalmente: «una cosa a cambio de otra») es una expresión de la
naturaleza legal de un intercambio o de un contrato en el cual cada una de las partes debe
recibir algo a cambio de lo que da, contrato que define los derechos y obligaciones de las
partes en el contexto de la transacción. El matrimonio puede compararse también con una
transacción que determina los diferentes derechos y obligaciones de los esposos, donde a
cada uno puede pedírsele que haga X, si y porque el otro hace Y. El quid pro quo es, por
tanto,
las una metáfora
redundancias queque describe una
se observan en larelación basada
interacción en unas
entre diferencias
los esposos». y la expresión
Jackson de
retoma estas
mismas ideas y las desarrolla, en colaboración con W.J. Lederer, en un libro publicado un
año después, Los espejismos del matrimonio (Lederer y Jackson, 1966).
La idea del quid pro quo se basa esencialmente en la constatación de que una interacción
continuada entre dos actores por fuerza da lugar, en plazos de tiempo bastante cortos, a la
aparición de redundancias en el comportamiento que revelan la configuración de una
«pauta» de relación, de un acuerdo sobre lo que es o no es aceptable en el contexto de la
relación establecida.
Esta connivencia, parcial o totalmente inconsciente, ofrece la ventaja de proporcionar a los
actores de la relación un sentimiento de estabilidad y de seguridad, basado en la certeza de
que existe un cierto equilibrio de fuerzas en términos de poder. Una iniciativa positiva de
una de las partes generará la respuesta favorable adecuada por parle del otro, confirmando

20
la existencia del contrato implícito; una infracción de las reglas no escritas dará lugar a un
castigo proporcional.
En toda relación existirá, por tanto, una norma de comportamiento que los actores de la
misma interpretan como su estado natural. En consecuencia, estos actores son hostiles por
instinto a toda desviación con respecto a este equilibrio. En biología, el cuerpo tiende a
mantener estables las constantes hormonales por el mismo procedimiento, esto es, a través
de continuas rectificaciones y, por tanto, de una permanente actividad. Esta estabilidad que,
lejos de suponer
denomina una inmovilidad,
homeostasis*. implicapor
Es muy natural, portanto,
el contrario un permanente
que la teoría sistémicaajuste, se orden
de primer
haya adoptado el mismo término de homeostasis para designar la estabilidad característica
de los sistemas humanos, fruto también de la constante intervención a través de
compensaciones rectificadoras.
Si una de las partes desequilibra el quid pro quo al cambiar de comportamiento, cabe
esperar que el comportamiento de la otra parte también se modifique en uno u otro sentido
a fin de compensar el desequilibrio y restablecer la homeostasis. En la conceptualización
del quid pro quo, como en la descripción cibernética de la caldera controlada por un
termostato, no se alcanza jamás el equilibrio definitivo. Al contrario, la flexibilidad del
sistema, atestiguada por la capacidad de neutralizar las más amplias oscilaciones, aparece
asociada, en el caso del sistema humano, a una mayor capacidad de supervivencia.
La principal función del sistema es, por tanto, reconducir los comportamientos que
perturban
homeostasisel equilibrio característico
en sí no excluye hacia una en
las innovaciones zona de compatibilidad.
materia Es decirElque
de comportamiento. la
sistema
sólo pierde sus características funcionales y desaparece toda posibilidad de cambio cuando
se estrechan y se hacen rígidos los límites entre los cuales se encuadran los fenómenos
homeostáticos.
La teoría sistémica de primer orden se ocupa, por consiguiente, de la dinámica del
equilibrio, sin adoptar, en principio, una postura en cuanto a las normas del equilibrio
deseable. Las mismas insuficiencias homeostáticas pueden darse tanto si los componentes
de la pareja intentan diversificar sus aportaciones a la relación -como sucede en el contexto
de la complementariedad de roles del matrimonio tradicional-, como si por el contrario
procuran que estas contribuciones sean idénticas e intercambiables -como establece el
imperativo de simetría" de la pareja contemporánea-. Para la teoría sistémica de primer
orden es importante que el quid pro quo esté claro y que sea funcional y renegociable.
Esta idea del quidenpro
norteamericanos lasquo tuvo, de
décadas como es natural,
los sesenta unsetenta
y los gran impacto entre los terapeutas
e indirectamente también en
Europa, donde varios de ellos han creado escuela. M. Bowen, J. Haley, S. Minuchin, C.
Whitaker la mencionan explícitamente, aunque sus técnicas de intervención, para romper
los «estados de equilibrio bloqueados» y devolver a la pareja la posibilidad de descubrir
otros contratos más flexibles y humanos, sean diferentes. Cualquiera que sea el método
empleado, en esta lectura del «pero... » Según la teoría sistémica de primer orden, el
terapeuta interviene para objetivar el quid pro quo existente en la pareja y contrastarlo con
las posibles alternativas. El terapeuta actúa como un negociador.
Interpretación del «pero...» según la nueva teoría sistémica
«Nuestra vida en pareja es imposible...
...pero, ¿por qué tenemos que separarnos después de habernos encontrado?»

21
A diferencia de las restantes interpretaciones del «pero...», ésta plantea una pregunta que
exige una respuesta concreta por parte de la pareja misma que ha acudido a la consulta.
¿Por qué el destino particular de esta pareja concreta tiende a su destrucción?
Desde la perspectiva de la nueva teoría sistémica, detrás del supuesto callejón sin salida
expuesto, siempre existe un interrogante latente en cuanto a la complejidad del modelo de
relación de la pareja.
En términos más gráficos, detrás de cada pareja del planeta Alfa se esconde una pareja
gemela del planetadeBeta.
de la localización Pero de
la pareja la localización del gemelo
Alfa y es preciso de Betadequeda
estar seguros difuminada
su existencia paradetrás
sacar
a la luz sus contornos.
Esta disparidad de las representaciones depende una vez más de los mecanismos cognitivos
que empleamos para conocer el mundo y a nosotros mismos. Aplicando a la pareja los
términos que emplea Judith Schlanger para referirse a la cultura, aquélla sería « la que
establece la interdicción, la que la elude mediante dispositivos de obediencia y de
ostentación y la que con absoluta ingenuidad no percibe ni la interdicción ni el alarde, sino
sólo la absoluta necesidad natural de lo que le resulta comprensible» (Schlanger, 1983).
La nueva teoría sistémica se interesará, por tanto, por la pareja «que hay detrás de la
pareja», por la pareja «que se ha visto como pareja», por la pareja creadora de un modelo
organizativo* de una pareja, a sabiendas de que, si bien puede establecer un diálogo con esa
pareja, jamás podrá establecer un plano exacto de la misma, pues se trata de un sujeto
complejo, de un sistémica
La nueva teoría actor cognitivo,
no niegay no de un objeto.
el interés de las diferentes interpretaciones del «pero...»
antes expuesta. Sin embargo, éstas son más interesantes y más ilustrativas de los problemas
cognitivos del terapeuta, que no útiles en términos de la relación con la pareja. Frente a la
complejidad de la pareja, resultan caricaturescas, por las selecciones mutiladoras que
introducen en la complejidad de los hechos. Ahora bien, aunque pueda resultar interesante e
incluso fascinante como obra de arte, la caricatura tiene el inconveniente de dramatizar un
rasgo particular del sujeto. Con lo cual inmoviliza el pensamiento y no favorece en absoluto
una mejor comprensión de la totalidad.
Según la lectura de la nueva teoría sistémica, la pareja se presenta como un objeto averiado,
como un recurso para banalizarse, para distanciarse de su absoluto, dolorosa causa de sus
problemas. Sin embargo, el absoluto de la pareja deberá ser el objeto esencial de nuestro
proceso de análisis. En vez de irritarnos por la supuesta «avería» expuesta, podemos
considerarla
cambiar como una ocasión
de epistemología. oportuna
Lo mismo para el
ocurrió conocer
día en mejor
que una eclipse
esa pareja. Basta
solar, con saber
esa señal de mal
augurio que exigía rituales especiales para apaciguar a los dioses, se transformó en
bienvenida ocasión para avanzar en el conocimiento de los astros.
Si el paradigma de la construcción de un modelo de la complejidad es, en palabras de 1.
Stengers (1986), «un modelo de confluencia de los conceptos con la posibilidad de
experimentación», en la terapia de pareja, a semejanza de lo que hace la astronomía,
debemos aprovechar los fallos de funcionamiento como afortunadas posibilidades de
experimentación, puesto que no existen otras. La «avería» adquiere entonces un valor
heurístico y ya no es necesario eliminarla lo más rápidamente posible como un preámbulo
intempestivo.
En esta lectura del «pero...» según la nueva teoría sistémica, el terapeuta es un interlocutor
y más exactamente un interlocutor esencial para la pareja en el desarrollo de un proceso que
conducirá a los cónyuges a explorar su propio modelo. En sus esfuerzos por centrar este
22
proceso en el planeta Beta, el terapeuta interviene más sobre el modo de pensamiento que
regula los intercambios que sobre la pareja en sí. Defensor vigilante de una epistemología,
también deberá actuar en el plano retórico, pues para poder existir, todo saber tiene que
convencer, como mínimo.
Consideremos ahora qué puede decirse de ese tercero que queremos conocer, el absoluto de
la pareja, siempre excluido de la demanda en un primer momento, siempre despojado de la
palabra en la epistemología de la «avería».
2. EL ABSOLUTO RELACIONAL DE LA PAREJA, TERCERO EXCLUIDO DEL
DIÁLOGO
Las consideraciones sobre el absoluto de la pareja que aquí expondremos, sin duda van
mucho más allá de la relación de pareja. En efecto, todas las relaciones humanas tienen sus
absolutos. Sin embargo, nos centraremos en la relación de pareja en particular, dejando que
el lector establezca los paralelismos que considere oportunos entre la pareja y otros
sistemas humanos.
Robert Neuburger (1988), en su libro Lo irracional en la pareja y en la familia, define la
pareja como una institución. Y añade que la pareja debe proteger su identidad institucional,
no sólo en los intercambios con miembros de otras instituciones, sino también a través de
las diferentes pertenencias familiares y profesionales de las dos personas que la integran.
La mayoría de las parejas seguramente temerán que definir su pareja como una institución
pueda transmitir una idea de molesta inmovilidad. Sin embargo, la metáfora de la
institución
identidad deeslamuy útil,y alanuestro
pareja entender,
de los dos pues que
individuos permite distinguir
la crean. claramente
Si la pareja es unaentre la
institución,
será preciso diferenciar entre la institución, sus estatutos y su finalidad, por un lado, y los
miembros de esa institución por otro, y determinar qué relación existe entre la primera y los
segundos. La otra ventaja de la metáfora de la institución reside en que permite hacer
patente la importancia decisiva de los primeros momentos de la vida de la pareja. ¿Qué
circunstancias convencieron a los interesados, acertada o erróneamente, de que estaba
justificada la creación de una nueva institución, de que su encuentro era excepcional hasta
ese extremo? Estas circunstancias son lo que Robert Neuburger llama el «mito fundador»
de la pareja.
Este acto fundacional establece una interesante escisión en el concepto del tiempo. La
noción del tiempo tiene un sentido distinto para la institución recién creada y para sus
miembros. La institución es, por esencia, indiferente al reloj biológico, existe al margen del
tiempo
que y lo anula.
la muerte Así lo confirma
nos separe». la liturgia
Los cónyuges, católica del
en cambio, matrimonio
están sometidoscon la fórmula
al tiempo y éste«hasta
transforma sus designios, sus ambiciones y su percepción de sí mismos.
¿En qué medida pueden permitirse tomar conciencia de esta escisión? ¿Cómo asumirán la
paradoja de verse obligados a evolucionar y transformarse en el seno de una institución
basada en una definición inicial que no admite revisión?
La metáfora de la institución puede ser útil, por tanto. Pero, ¿existen otras posibilidades de
acotar más el absoluto de la relación? El acto fundacional sin duda es importante, ¿pero no
debe compararse con la primera función de un espectáculo, más que con la aprobación de
unos estatutos? Para que esta primera función de estreno pase a la historia y deje huella es
preciso que despierte interés y que continúen las representaciones. Cuando la obra sigue
representándose con tanto éxito que ya no se sabe si lo más admirable está en el escenario o
en la sala, la fecha de su primer estreno adquiere dimensiones de acontecimiento histórico.

23
Del mismo modo, el absoluto de una relación adquiere consistencia cuando ya no es posible
discernir qué es más importante, si la pareja o sus miembros, si el espectáculo representa do
o quienes lo contemplan a la vez que lo representan. La metáfora del espectáculo, de la
representación, que sugiere la fascinación común por una idea, puede resultar, por tanto,
más fructífera que la de la institución.
La idea que fascina es la imagen mental de la relación compartida o, dicho en otras
palabras, el modelo* que constituye esta relación, su absoluto. Los cónyuges están
fascinados
como sucedeporenlatodos
parejalosque escenifican
buenos y el espectáculo
espectáculos. los ideas
Desarrollan transforma individualmente,
y comportamientos que
sólo con un conocimiento de esta representación interna pueden llegar a ser inteligibles, en
cierta medida, para otra persona.
Pero aun sin comprenderlos, no puede dejarse de constatar que en la pareja se da un denso
compartir de ideas y de comportamientos. Este entendimiento va dando cuerpo a la pareja
que se perfila detrás de las dos personas individuales que la componen. Excluye a los
demás, marcando una frontera. Es el rastro siempre observable del absoluto de la pareja.
También sería legítimo considerar el absoluto de la pareja como producto de un
pensamiento que tiende a ordenar el mundo. En este sentido, representa una conquista
cognitiva. Donde aún no había nada, dos personas vieron una pareja y, habiendo
conseguido verla, procedieron a crearla. ¿Por qué no hablar incluso de creación artística, en
sentido amplio? La creación de una pareja representará, en la vida de numerosas personas,
su única Las
artistas. ocasión de crearextremas
posiciones algo de que
forma puramente
a menudo intuitiva,
adoptan la única ocasión
las personas de valorar
al intentar sentirsesu
relación de pareja, en términos de depreciación o de sobrevaloración, probablemente tienen
su srcen en este hecho; el absoluto de la pareja es por naturaleza una obra de arte, no un
objeto utilitario.
Cualquiera que sea la metáfora escogida, institución, espectáculo, obra de arte, una de las
ideas transmitidas es que el absoluto de la pareja es algo que se tiene en pie, algo que posee
una coherencia interna, un sentido consistente. También se produce un intenso intercambio
de significados entre la identidad individual de los integrantes de la pareja y el contenido de
su absoluto. Aquéllos le añaden sentido y se lo quitan, confirmando o debilitando
simultáneamente tanto al individuo como a la pareja.
Si ahora intentamos establecer un modelo del intercambio de significados en el seno de esta
entidad compleja formada por el absoluto de la pareja y sus interlocutores-creadores, será
natural que
cerrados. expresemos
Estos esta circulación
anillos recursivos incesante
simbolizan del encontramos
que nos significado enfuera
forma
deldedominio
anillos de la
causalidad lineal. Si una idea conlleva una acción, puede decirse asimismo que el hecho de
que se produzca esa acción es necesario para el mantenimiento de esa idea. Ya no hay
necesidad de saber cuál es la causa y cuál el efecto. El anillo, útil representación de la
complejidad, permite no establecer divisiones. Se comprende así por qué en adelante
hablaremos mucho de anillos y de recursividades.
El propio modelo organizativo mediante el cual representamos el absoluto de la pareja
comprende dos niveles de recursividad. A él se suma otro anillo que representa los
intercambios entre los componentes de la pareja y el modelo organizativo, así como un
cuarto y último anillo recursivo, instaurado por la petición de ayuda, que enlaza a la pareja
con el terapeuta. La visualización de estos cuatro planos autónomos de recursividad plasma,
a nuestro entender, un modelo que respeta la integridad de la pareja y permite una
intervención eficaz (véase la figura de la pág. 51).
24
¡El lector no debe dejarse desanimar por la aparente complejidad de esta modelización! Nos
hemos habituado, de manera totalmente inconsciente, a descifrar modelos parecidos en la
vida cotidiana.
A continuación examinaremos los cuatro circuitos por los que se mueve el significado.
PRIMERA RECURSIVIDAD
EL ABSOLUTO DE LA PAREJA ES«ALGO QUE GRAVITA FUERA DE LA PAREJA»
Una pareja nos dice: «No somos como nuestros amigos, pues nosotros somos una pareja
curiosa, dinámica,RELACIONAL
EL ABSOLUTO moderna...». UnDE enunciado
LA PAREJAque puede parecer trivial, sin misterio.
Pero si se reflexiona un poco, resulta sumamente curioso y absolutamente indemostrable en
términos de la lógica deductiva. ¿Cómo pueden saber estas personas, que parecen
sinceramente convencidas de lo que dicen, que forman una pareja y además una pareja que
se distingue de ese modo de las demás parejas?
Esa pareja manifiesta un saber específico que divide el universo entre su pareja
propiamente dicha y cuanto queda excluido de ésta. Sus miembros no nos piden nuestro
parecer: se limitan a informarnos de una situación. Se molestarán si se les contradice. Su
seguridad de estar en lo cierto, su indiferencia hacia nuestra opinión nos ofrece,
paradójicamente, la prueba definitiva de su existencia como pareja.
Desde luego, tenemos derecho a poner en duda lo acertado de su descripción, pero ahora
estamos convencidos de que forman una pareja. Hay «algo» que gravita fuera de ellos y que
pueden
Llevandotomar comomás
un poco punto
lejosdeesta
referencia.
reflexión, no debería extrañarnos que la presencia de
«alguna cosa» fuera de la pareja sea la prueba de su existencia como sistema. Este es el
axioma fundamental de la cibernética: el sistema es algo más que la suma de sus partes.
Hasta en los sistemas mecánicos hay una emergencia. Cuando se establece un circuito entre
un medio ambiente, un termostato y un radiador, emerge una nueva calidad, el
mantenimiento de una temperatura estable, que no se encuentra en ninguna de las partes.
Metafóricamente, este sistema demuestra serlo a través de la emergencia de esta finalidad.
Lo que nos intriga no es ya que ese «algo» gravite fuera de la pareja, sino más bien en qué
consiste ese «algo» que gravita fuera de la pareja.
Recordemos la frase de la pareja antes citada: «Somos una pareja curiosa, dinámica,
moderna...». Lo que gravita fuera de ella no es en absoluto una finalidad abstracta, sino la
representación que de sí misma se hace la pareja, una representación con un contenido en el
plano de
pareja las ideasmoderna).
dinámica, (una pareja curiosa)deducir
Podemos y también
queen el plano
fuera de los
de cada comportamientos
pareja gravita una (una
representación de esa pareja que comprende su forma particular de pensar (plano ideológico
o místico de la representación) y su forma particular de actuar (plano fenomenológico o
ritual).
La siguiente afirmación de Francisco Varela, aunque basada en su experiencia de biólogo,
parece corroborar esta concepción: «La organización fisiológica y cognitiva de un sistema
autoconsciente puede interpretarse como algo que emerge de una red neuronal circular y
recursiva, que contiene su propia descripción como fuente de ulteriores descripciones»
(Varela, 1975). Sea lo que sea, sólo esto que ahora vemos gravitar fuera de la pareja,
inicialmente imaginado de manera fortuita por sus componentes, es lo que le confiere
existencia.
La madre de la hija casadera que al verla en buena compañía exclama: «Hacéis buena
pareja», no crea una pareja por mucho que ése sea su deseo. Más bien corre el riesgo de
25
producir el efecto contrario. En cambio la pareja que anuncia, por boca de uno de los
cónyuges: «Somos una pareja imposible, nuestras maneras de pensar son incompatibles,
somos incapaces de hacer nada juntos», ratifica irrefutablemente la existencia de una
relación de pareja.
Una última prueba que corrobora esta emergencia cognitiva organizativa es el hecho de que
los componentes de una pareja siempre sabrán expresar plásticamente, a través de
imágenes, el modelo que en su opinión describe a su pareja, tanto en el plano de las ideas
como en el de los
un importante comportamientos.
grado de coincidencia Aún en las
en estas parejas más divididas
representaciones. y más hostiles
Ofreceremos numerososexiste
ejemplos de este hecho en los próximos capítulos. Lo que gravita fuera de la pareja parece
estar tan densamente cargado de sentido que las descripciones de sus miembros siempre
mantendrán una cierta coherencia.
En resumen, la primera recursividad, el primer anillo, se compone de hecho de dos anillos
superpuestos, de dos recursividades, descripciones paralelas del tipo de entendimiento que
existe entre los componentes de la pareja para verse como tal.
Una de las representaciones se sitúa en el plano de las ideas (plano mítico) y la otra en el
plano de los comportamientos concretos (plano ritual).
SEGUNDA RECURSIVIDAD
EL ABSOLUTO DE LA PAREJA ES «ALGO QUE GIRA SOBRE SÍ MISMO»
Hemos señalado que toda pareja puede referirse, en todo momento, a algo exterior a los
individuos
prueba nos que componen
parece la díada,
convincente ratificando
porque con que
es evidente elloambos
el fenómeno de ladepareja.
miembros Estase
la pareja
refieren a una imagen común de la relación, aunque estén en desacuerdo en numerosos
aspectos. Sus valoraciones difieren pero, retomando la metáfora de la representación,
hablan del mismo espectáculo.
Que los cónyuges puedan seguir coincidiendo en cuanto al contenido de esta representación
después de diez o quince años de vida en común, por ejemplo, plantea un problema lógico.
El absoluto de la pareja no puede ser únicamente un antiguo relato que existe al margen de
la pareja, el retrato enmarcado del «mito funcional» de Robert Neuburger, el texto ori ginal
del primer encuentro. Si el absoluto de la pareja fuese sólo este hecho histórico, su recuerdo
en la memoria de los cónyuges debería desvanecerse paulatinamente, su contenido se
fragmentaría y perdería nitidez. Para que la coherencia de la representación pueda subsistir
y seguir teniendo sentido, es preciso reconocer que ese «algo» extraño que es el absoluto de
la pareja
En no sólo «gravita
otras palabras, fueradedelaésta»,
el absoluto parejasino que
no es además
una visióntambién «gira sobre
pasiva, histórica, sí mismo».
petrificada,
sino, muy al contrario, una visión activa, móvil, cuyo significado puede evolucionar.
Este aspecto vivo del absoluto de la pareja tiene su srcen en el hecho de que, aun siendo
estable, los cónyuges han seguido repensándolo. Es un modelo del mundo que les sirve de
apoyo.
El, ABSOLUTO RELACIONAL DE LA PAREJA SS
En consecuencia, los dos planos -mítico y ritual- del absoluto no siguen trayectorias
paralelas diferenciadas, ajenas entre sí. Al contrario, ambos se hallan en constante
interacción.
La articulación lógica que remite del plano mítico al plano ritual y del plano ritual al mítico
es la que crea significado. Esta dinámica interna permite que el absoluto de la relación man
tenga una coherencia que no depende del número de años transcurridos desde que tuvo

26
lugar el suceso fundacional. Este es el segundo anillo, la segunda recursividad, la rotación
creativa del absoluto de la pareja sobre sí mismo.
En la cuarta y quinta parte del libro presentaremos varios ejemplos del factor evolutivo
contenido en este tipo de recursividad. Pero este plano del absoluto de la relación tiene
tanta importancia para el enfoque de la nueva teoría sistémica que creemos obligado
dedicarle un poco más de atención. Abriremos, por tanto, un necesario paréntesis para
examinar los rasgos generales de los modelos cognitivos de los que dependemos los
humanos.
La teoría sistémica parte de la constatación de que los sistemas humanos no son
complicados, sino complejos. En consecuencia, no es posible comprender las relaciones
humanas mediante el instrumento mental del análisis. Estas sólo resultan inteligibles a
través de modelos (Le Moigne, 1990). En consecuencia, en numerosos campos, la
elaboración de modelos es el único medio al alcance del ser humano para escapar a un
angustioso caos cognitivo.
Lo que llamamos culturas, religiones, ideologías políticas, de hecho son absolutos, modelos
suscritos por un gran número de personas. Toda representación a través de un modelo tiene
un doble efecto: interpreta el mundo y crea un universo común para quienes la comparten y
que srcinará un sentimiento de comunidad.
Consideramos, por ejemplo, el caso del marxismo. Una persona sabe que es marxista
porque toma como referencia el modelo marxista. Lo mismo hacen todos cuantos creen ser
marxistas.
mítico, queEste
aquímodelo ofrece en
resumiremos un lamedio para descifrar
convicción el mundo que
de la importancia comprende
fundamental deun plano
la relación
entre el trabajo y la posesión de los medios de producción, y un plano ritual, por ejemplo, la
posesión de un carnet del Partido Comunista.
Cabría pensar que Carlos Marx creó el modelo marxista, puesto que éste lleva su nombre,
pero es probable que esta afirmación no sea correcta en términos semánticos. Si Marx
hubiese cambiado de opinión antes de morir, probablemente ello habría tenido escasa
repercusión sobre el marxismo como modelo. El modelo marxista no depende de Carlos
Marx. La creación del modelo marxista se produce en cuanto, y mientras existe un número
determinado de personas que comparten ese instrumento cognitivo para organizar en un
sistema el fenómeno de las relaciones sociales.
Hay momentos en que el modelo cognitivo funciona «como una seda»: quien cree en la
colectivización de los medios de producción (plano mítico), se inscribe en el Partido (plano
ritual) y, recíprocamente,
procurará quien se ha
lograr la colectivización de inscrito en eldePartido
los medios (plano(plano
producción ritual), obviamente
mítico). El modelo
es un conjunto autorreferencial cerrado: cada uno de sus planos remite al otro, sin
injerencias externas.
Sin embargo, no es necesario que el modelo funcione «como una seda» para que pueda
subsistir. Basta con que mantenga su carácter autorreferencial. Todos los modelos humanos
pasan por momentos de crisis y por esto son evolutivos. Así, por ejemplo, alguien puede
tener el carnet del Partido, pero puede albergar sus dudas en cuanto a la eficacia de la
colectivización (problemas en el plano mítico). Esto le conduce a mantener enfrentamientos
teóricos con los otros miembros del Partido (repercusiones en el plano ritual). O bien,
puede ser que alguien crea en la colectivización, pero esté en desacuerdo con la estrategia
que sigue la dirección del Partido (problemas en el plano ritual). A resultas de ello
devolverá el carnet y se apartará momentáneamente del partido, como una forma de
manifestar su desaprobación (repercusiones en el plano mítico).
27
En ambos casos no se ha abandonado el modelo, puesto que se siguen utilizando los
diferentes planos del mismo como referencia para señalar que algo marcha mal. La crisis
hace tambalearse los diferentes planos del modelo, que pueden reacomodarse de manera
más satisfactoria para sus mantenedores. En resumen, el modelo existirá mientras siga
girando sobre sí mismo, sin problemas o con dificultad, y mientras sus adeptos no lo
sustituyan por otro modelo de pensamiento.
Hemos citado el marxismo para ilustrar, de forma necesariamente muy esquemática, un
gran absoluto.
cognitivo Evidentemente,
que nos sea familiar, podríamos haber recurrido
como el catolicismo, a cualquier
la cultura otro la
occidental, gran modelo a
pertenencia
la nación francesa. En todos los casos encontraríamos la misma articulación entre un plano
mítico o ideológico y un plano ritual o conductual, que se revalidan perpetuamente entre sí
en un equilibrio dinámico creador de significado para los adeptos a ese modelo.
En nuestra opinión, no existe ninguna diferencia fundamental entre los diversos modelos de
relación de que se sirven los humanos. Esto permite describir, acertadamente, el absoluto de
la pareja como una cultura; una micro-cultura, sin duda, puesto que sólo puede dar cabida a
dos miembros, pero también una cultura esencial para esas dos personas.
Ahora examinaremos la relación que existe entre la cultura y sus miembros, la recursividad
entre el absoluto de la pareja y sus integrantes.
TERCERA RECURSIVIDAD
EL ABSOLUTO DE LA PAREJA ES «ALGO QUE SE MUEVE CON LA PAREJA»
Los
comomiembros de la parejaasela ven
eso. La pertenencia como
pareja sólopartes de unauna
representa pareja,
partepero
de suevidentemente
identidad. no sólo
En esta identidad existen otras facetas a través de las cuales están paralelamente en contacto
con otros absolutos, otros modelos cognitivos que les sirven para ordenar la realidad. Se
identifican con una familia de srcen, son miembros de una profesión, son padres,
pertenecen a un sexo, profesan determinadas creencias.
El hecho de formar parte de una pareja se engloba así dentro de la multiplicidad de modelos
de cognición de los que depende todo ser humano. A esta necesidad de pensar el mundo se
suma, en cada individuo, la sumisión a los avatares de un destino biológico que da lugar a
transformaciones corporales, enfermedades, accidentes, la vejez o la muerte.
Mediante los modelos, el individuo puede nombrar el mundo y, al mismo tiempo,
nombrarse a sí mismo, dotarse de una identidad. El caos se transforma en orden.
Sin embargo, cualquier excedente de significado de los modelos cognitivos no es
necesariamente
pensamiento útil paradebe
individual el individuo. Para que el significado sea aprovechable, el
poder integrarlo.
Lo que el modelo aporta tiene que ser interesante (constituir una novedad), inteligible
(guardar alguna relación con lo que ya se sabe) y finalmente también útil (abrir nuevas
perspectivas). Si el significado adicional aportado tiene estas cualidades, el individuo a su
vez podrá ampliar y enriquecer el modelo cognitivo, gracias al incremento de sus
posibilidades de lectura del mundo.
En caso contrario, la relación entre el modelo cognitivo que aporta datos no integrables y el
individuo se volverá rígida. En los sistemas desventurados, la interacción entre los
individuos y el absoluto del sistema adopta la forma de una circularidad rígida, donde las
normas y las apuestas parecen haber quedado definitivamente petrificadas. Cada
participante acaba creyendo que mejorará su suerte si consigue una ventaja respecto a los
demás. Lo cual es un engaño, pues una vez ganada una partida sólo se inicia otra, idéntica a
la anterior en todos los aspectos. No hay ninguna aportación de significado o el significado,
28
inaceptable, que brota por todas partes, de nada les sirve a los miembros del sistema
(Chase, 1988).
En este caso, la coexistencia sólo es posible merced a una sobrevaloración irrazonable del
absoluto relacional, en aras del cual se supone que debe sacrificar su identidad el individuo.
Esta perturbación de la tercera recursividad conduce, en un plazo bastante corto, a una
fosilización, tanto del individuo como del modelo.
Vemos, pues, que la relación que mantienen los miembros de un sistema con su absoluto
puede
para unvariar. Por otro
individuo. lado, que
El corro no todos
formalos
el modelos
individuocognitivos tienende
con el absoluto la la
misma
parejaimportancia
es mucho
más íntimo que el que le unirá a su absoluto profesional o político. El absoluto de la pareja
se adapta con facilidad a la identidad individual como una segunda piel y la interrupción
del corro a menudo se vive como un desgarro de la identidad, como un profundo
sufrimiento.
¿Qué ocurre, entonces, cuando el individuo no puede aceptar el significado que le aporta su
absoluto de la pareja? Existen dos soluciones posibles. Una es reconocer que el modelo está
en crisis e intentar hacer nacer del absoluto existente, otro absoluto capaz de crear un orden
útil para los participantes en la relación. La otra es rechazar el absoluto de la relación en su
globalidad e intentar abolir la pareja.
No todos los absolutos relacionales cuentan con estas dos soluciones. Hay numerosos
sistemas que es imposible abolir. No se puede abolir la familia, el sexo, la raza en los que
se ha una
tiene nacido. Otros
célula sistemasdeson
comunista absolutos
poner difíciles
en crisis de desmantelar.
el absoluto del Partido,¿Qué
o unaposibilidades
parroquia de
hacer otro tanto con el absoluto de la Iglesia?
Si nos referimos explícitamente a la cultura occidental contemporánea, que es la nuestra,
justo es reconocer que la pareja puede acceder fácilmente a ambas opciones. Micro-cultura
con dos participantes, su absoluto está relativamente expuesto a las crisis, y por eso mismo
es maleable. Al mismo tiempo, como sistema basado en la decisión de sus miembros, que
sólo se legitima por sí mismo, la pareja también puede abolirse sin dificultad.
Cuando se interrumpe, se bloquea el corro que bailan los componentes de la pareja con su
absoluto y el individuo muy pronto se encuentra a caballo entre dos salidas posibles: la
confrontación o la huida. Cuesta discernir los fundamentos lógicos en que podría basarse
una decisión de este tipo.
La pareja también se siente indecisa a menudo. Refugiarse en la epistemología de la avería
y la reparación
absoluto del planeta
de la pareja Alfa puede
se convierte, aparecer
merced entoncesde
a la demanda como unaensolución
ayuda, tercero prudente. El la
excluido de
relación y se niega la tercera recursividad.
Ya hemos señalado la responsabilidad que en tan arriesgadas implicaciones le corresponde
a la persona a quien acude la pareja en demanda de su intervención. Volveremos sobre ello
en el próximo capítulo, que trata precisamente de la reintegración del tercero excluido del
diálogo.
Pero antes nos falta examinar la cuarta recursividad del modelo organizativo: la que se da
entre los modelos organizativos de la pareja y del terapeuta.
CUARTA RECURSIVIDAD
EL ABSOLUTO DE LA PAREJA ES «ALGO QUE SE MUEVE CON EL ABSOLUTO
DEL TERAPEUTA»
Ante todo, recordemos que el observador de la pareja, para captar toda la complejidad del
objeto estudiado, debe utilizar un modelo organizativo cognitivo, el absoluto terapéutico,
29
que comparte con una comunidad profesional, visible (equipo terapéutico) o invisible
(colegas, profesores, supervisores).
Cada terapeuta se moverá también en un corro más o menos fructífero y creador de sentido
(tercera recursividad) con un absoluto modelizador que a su vez comprende un plano
mítico, una teoría formada por un conjunto coherente de nociones, y un plano ritual,
pragmático, que incluye un cierto número de técnicas (primera recursividad). Estas técnicas
se desprenden naturalmente de la teoría y tienden a confirmar lo acertado de ésta (segunda
recursividad) (Véaseintroduce
La teoría sistémica la figurauna
1 denueva
la pág. 51).
perspectiva en los modelos terapéuticos. El
terapeuta sólo podrá ayudar a la pareja negándose a «conocerla» -con lo cual estaría
identificándola como un sistema simple analizable, cosa que no es- y esforzarse, por el
contrario, por «comprenderla» -definiéndola así como un sistema complejo, accesible
solamente a través de un modelo-.
Ahora bien, lo modelizable de una pareja es el modelo que ésta se construye, su manera de
conocer el mundo y de auto conocerse, su absoluto de pareja. El razonamiento, obviamente,
también puede advertirse. Lo único que puede conocer la pareja del terapeuta es el modelo
que éste construye y, básicamente su absoluto de terapeuta, puesto que como tal se presenta
ante ellos.
Reencontramos aquí la metáfora del planeta Beta, con la complicación adicional de una
interrogación recíproca. El terapeuta interroga a la pareja y la pareja interroga al terapeuta.
Las preguntas
pertinentes, ende
la cada unoenhacen
medida referencia
que son capacesaldeabsoluto del otro.
transformar Sólo tienen valor,
evolutivamente sólo son
el absoluto del
otro, revelando sus límites.
Este proceso, que podríamos describir como de mutua transformación, concluye cuando
deja de tener sentido, al haber reencontrado la pareja su propia manera de dialogar con su
absoluto. Cuando entonces se produce la separación, el otro ha llegado a ser inteligible,
pero sigue siendo inexplicable, no analizable.
Entre el modelo aquí expuesto y el de la mayoría de constructivistas existe una importante
diferencia. Francisco Varela niega la posibilidad de una «interacción instructiva». Algunos,
como Harold Goolishian, por ejemplo, deducen de ello que no es posible transmitir nada al
otro (Goolishian y Anderson, 1988). El hecho terapéutico consistiría entonces en mantener
un diálogo que descarte la idea misma de la transmisión de cualquier posible saber. El
problema se crea en el ámbito del lenguaje y desaparece a través del lenguaje. Fuera del
lenguaje no existe
transmisión nada
de saber en tangible.
forma de En
un nuestro modelo,
aprendizaje si bien
de nivel I, lociertamente no seuna
cual supondría da una
reparación, sin embargo existe una transmisión de saber en forma de aprendizaje de los
niveles II y III. Lo que se transmite es el modelo sistémico, a la vez como teoría, como
modelo del mundo, y como meta-teoría, como modelo para construir modelos (Bateson,
1977).
A nuestro entender, existe una posibilidad de definir un proceso que favorezca estos tipos
de aprendizaje, proceso que, para no quedar reducido a una «interacción instructiva», en el
sentido de un aprendizaje de nivel I, deberá estar estructurado y desembocar, una vez
terminado, en la disolución de la relación terapeuta-pareja. Volveremos sobre ello en la
cuarta parte del libro, al describir el protocolo invariable*.
El terapeuta que olvida esta cuarta recursividad y acepta una relación con la pareja que no
incluya el absoluto de la pareja ni tampoco el suyo propio, se sitúa en el contexto del
planeta Alfa. Al simplificar y mutilar, por ese mismo hecho, un sistema complejo, se cierra
30
la posibilidad de hacerlo inteligible (Le Moigne, 1990). Se reduce el espacio intermedio,
que simboliza el hecho de que ambos sistemas pueden comprenderse, pero no conocerse.
Este modelo relacional insuficiente deja el campo abierto para las repeticiones estériles y
las acusaciones mutuas. Por esta vía, numerosas terapias de pareja acaban en medio de la
desilusión y los recíprocos reproches entre la pareja y el terapeuta.
Cerraremos este capítulo, en el que hemos intentado acotar las aportaciones teóricas de la
teoría sistémica a la terapia de la pareja, con dos proposiciones.
Es importante
sistema pareja que
y el exista
sistemaunterapéutico.
espacio simbólico intermedio
Sólo pueden quepreguntas
hacerse marque la separación
adecuadas entre se
cuando el
sabe con certeza que es imposible prever las respuestas; éstas son las únicas «preguntas
legítimas» (Von Foerster, 1984). La distancia es importante para que tanto la pareja como
el terapeuta sean conscientes en todo momento de la alteridad del otro y mantengan
constantemente viva su curiosidad por el modelo que el otro aplica al mundo.
La proposición sistémica es a la vez una teoría y también una meta-teoría o epistemología.
Describe la construcción de un modelo y también un modelo de la construcción de un
modelo. Volveremos sobre ello en la sexta y última parte del libro.
3. RECHAZO DE LA REPARACIÓN INCORPORACIÓN DE LOS ABSOLUTOS
RELACIONALES AL DIÁLOGO
La epistemología sistémica nos proporciona un medio para materializar la sensación
intuitiva de que la pareja no puede ser un objeto simple, analizable y clasificable de acuerdo
con criterios
substancia normativos.
viva, nos vemosSinenembargo, al rechazar
la necesidad el análisis
de construir que fragmentaría
un modelo esta que a
de la complejidad,
su vez exige, según se ha visto, que la pareja y el terapeuta «completos» participen en el
diálogo, esto es, que sus absolutos tengan cabida en él en tanto que terceros incluidos.
Una forma más visual de expresar lo mismo sería decir que el terapeuta que rechaza la
pareja «mecanicista» tampoco debe concebirse a sí mismo de forma «mecanicista», como
entidad totalmente racional e intercambiable. Y si considera la srcinalidad de la pareja y la
suya propia como factores decisivos para la buena evolución del proceso, deberá localizar
inequívocamente los encuentros en el planeta Beta.
Lo cual, por cierto, no deja de plantear sus problemas. En efecto, es bien sabida la atracción
que ejerce el planeta Alfa, tanto sobre nuestro ambiente cultural como sobre nuestras
vivencias cotidianas. Trescientos años de racionalismo impregnan profundamente todas
nuestras opiniones. Ante una dificultad, del tipo que sea, automáticamente surge la
tentación de
problema concomprender
que hemos la situación
topado a través de
y suprimirla. Sesurequiere
análisis,undelargo
buscar la causa del teórico y
entrenamiento,
también práctico, para lograr sustraerse a la influencia de este planeta y reconocer de
entrada, detrás de las señales engañosas de la demanda, los recursos y la competencia que
posee el sistema demandante.
A las dificultades personales que pueden planteársele a la persona que realiza la
intervención para situar su trabajo en el planeta Beta, se suma el hecho de que no siempre
puede escoger literalmente la localización epistemológica de su trabajo. En un medio
institucional, la necesidad de presentar su actuación de forma inteligible para sus colegas y
de contar con la cooperación de éstos puede obligarle a efectuar numerosas incursiones en
el planeta Alfa. Otros contextos, como la obligación de asumir la responsabilidad del
proceso, por ejemplo en el caso de una intervención por mandato judicial, también pueden
conllevar coacciones en el mismo sentido. En estas circunstancias, a menudo se requerirá
una larga fase de negociación previa, que ponga de relieve las ventajas y limitaciones de
31
cada enfoque, antes de que el terapeuta pueda situarse de manera estable en su planeta
preferido. Esta fase preliminar de negociación es de capital importancia. Enseguida
volveremos sobre ello.
Pero antes conviene examinar por qué sería nefasto que quien realiza la intervención trabaje
en el contexto del planeta Alfa y por qué éste tiene derecho a negarse a verse como un
reparador de parejas.
RECHAZO DE LA REPARACIÓN
Aceptar la reparación
potenciales significaríaentrabajar
creativos contenidos excluyendo
los absolutos de laalpareja
tercero, esto
y del es, sin aprovechar
terapeuta. Cuando selos
excluye al tercero, sólo puede verse a la pareja y al terapeuta como ejemplares de la clase
general de las parejas o de los terapeutas, identificables únicamente por su clasificación
dentro de la escala normativa característica de la clase considerada. Una pareja será
entonces más o menos disfuncional. Un terapeuta, más o menos competente.
En el contexto de la demanda, la pareja se presenta, por tanto, como un ejemplar deficiente,
no funcional, de la estructura humana denominada pareja y espera que el terapeuta,
poseedor de los planos generales de esta estructura, sepa distinguir entre lo normal y lo
patológico y conseguirá ayudarla a ser funcional. En este enfoque del tercero excluido, en
la pareja sólo existen los dos cónyuges: «Uno más uno son dos». El terapeuta del planeta
Alfa sin duda puede considerar desmesurada su tarea, pero sólo porque le parece una
misión difícil, no imposible. Si reconociera su imposibilidad, se trasladaría a otro planeta.
Las razones
posición de que, en efecto,
se encuentran la parejaseay imposible
el terapeutaquedarán clarasAlfa.
en el planeta si examinamos en qué
Posición de la pareja en el planeta Alfa
La pareja sin absoluto se encuentra prisionera de la situación paradójica en que ella misma
se ha metido. La demanda de ayuda, que relega a la condición de tercero excluido el
modelo organizativo de la relación, elimina la posibilidad de vivir una auténtica crisis de
relación. La pareja se presenta como una máquina y las máquinas averiadas no entran en
crisis. Pero, en cambio, suscitan el interés de los reparadores, profesionales o aficionados.
La vida que anima a la pareja que funciona con exclusión del tercero depende de esta
mirada exterior. La pareja vive en una situación de dependencia, al margen de que el lugar
de reparador esté ocupado por familiares, amigos o profesionales de la reparación.
En el planeta Alfa la pareja es un aparato averiado, una cosa inerte, desprovista de toda
iniciativa propia. Sólo adquiere vida bajo el contacto de las manos del reparador, ya sea
para adaptar
resistirse se durante
a este cambio yalgún tiempo
rechazar al cambio
la forma de forma
que aquél que aquél
le propone. le prescribe,
Todo ya sea
se desarrolla para
como
en un juego, un juego importante para la pareja, pero cerrado, no evolutivo, redundante. El
final de una partida da paso a otra nueva partida, idéntica a la anterior. Los profesionales
invitados a participar en este juego pueden cansarse, pero este incidente se resuelve
reclutando a nuevos dinamizadores. El juego mismo no se modifica en modo alguno.
La mirada interesada que proyectan sobre la pareja los reparadores potenciales se convierte
en símbolo de un cambio, siempre deseado pero, paradójicamente, inalcanzable en razón
del contenido mismo de la demanda.
Posición del terapeuta en el planeta Alfa
Como profesional de las relaciones humanas, el terapeuta no debería estar allí. Subvalora a
la pareja al no tener en cuenta su complejidad y sus recursos, y él mismo se subvalora al
ignorar su propia complejidad y sus propios recursos.

32
Como fruto de esta doble subvaloración, el planeta Alfa se convierte en un universo
kafkiano para el terapeuta. Sobre él recae la responsabilidad del futuro de una pareja que, al
operar con exclusión del tercero, sólo puede plantear problemas impersonales y aceptar
respuestas también impersonales. Tanto los interrogantes como las respuestas son
impersonales porque deben ser pertinentes según criterios aplicables a todas las parejas. En
consecuencia, el terapeuta no puede llegar a establecer nunca un verdadero contacto con la
pareja que debe encargarse de pilotar. Pese a todos sus esfuerzos, ésta seguirá siendo
ininteligible
El terapeuta, eque
inaccesible
se siente para él en su sin
responsable especificidad.
poder saber de qué, se verá obligado, por el
papel que él mismo se atribuye, a ofrecer continuamente nuevas respuestas. En el planeta
Alfa, donde la única identidad que poseen los seres humanos viene determinada por su
forma de funcionar, el anonimato forzoso impide un diálogo evolutivo. Las respuestas
ofrecidas no impiden que sigan repitiéndose los mismos interrogantes. El diálogo discurre
por trayectos aleatorios donde la emergencia de un significado sólo puede ser fruto del azar.
Terapias interminables y terapias «sin terminar»
El resultado son una serie de juegos cerrados, competitivos y redundantes. Unos y otro, la
pareja y el terapeuta, saben que están haciendo trampa al excluir a su tercero, subterfugio
que no pueden revelar al otro. La comodidad buscada al situar la relación de pareja en el
universo mecanicista del planeta Alfa tiene un efecto de boomerang que no deja salida
posible.
Así se explica
vaivén que numerosas
de las vicisitudes terapias
de una deque
relación parejas parezcan
ha llegado no poderunconcluir
a adquirir mayor onunca.
menorAlgrado
de fusión, el terapeuta, que ahora forma parte de la vida de la pareja, alterna entre la buena
voluntad de la asistenta doméstica que acude a poner orden cuando la pareja parece un poco
desorientada y la severidad del juez que castiga y corrige a los dos culpables.
La pareja, dependiente de la mirada exterior, a menudo acoge con agrado estos cambios,
que vienen a romper un poco la monotonía de la vida cotidiana. El terapeuta suministrador
de normas llena mejor o peor el vacío que ha dejado la exclusión del absoluto de la pareja.
La relación terapéutica puede prolongarse interminablemente.
En otros casos, el desenlace es distinto. La pareja utiliza la terapia como pretexto para
decidir disolverse. Al constatar que el terapeuta, pese a sus esfuerzos, no logra ningún
efecto reparador, los integrantes de la pareja consideran que han recibido carta blanca para
proceder a la separación o al divorcio. «Ya han hecho cuanto podían hacer».
Si en
No haelayudado
ejemploaanterior la terapia
los cónyuges se hacía interminable,
a comprender en este
mejor el modelo de caso queda sin
su relación, terminar.
ni tampoco
los problemas asociados a ese modelo, ni sus dificultades para resolver esos problemas.
Como tampoco podrá ayudarles a negociar las relaciones que tal vez se vean obligados a
mantener el futuro, ni a iniciar con más buen pie la relación de pareja q puedan llegar a
establecer más adelante con otras personas
INCORPORACIÓN DEL ABSOLUTO DE LA PAREJA AL DIÁLOGO
La negociación cognitiva preliminar
De lo expuesto hasta aquí se desprende claramente que la fase inicial de cualquier terapia
de pareja debe empezar por una negociación. La pareja deseará localizar las sesiones en el
planeta Alfa. El terapeuta, por su parte, querrá que todos los contactos se desarrollen en el
planeta Beta. Será preciso resolver esta discrepancia.
Sin embargo, el desacuerdo es más de orden práctico que de principios. La pareja ha
adquirido culturalmente el hábito de pensar a la manera del planeta Alfa. El pensamiento
33
sistémico es un concepto si no desconocido, al menos muy confuso para ella. A su vez, el
terapeuta nada ganaría convirtiéndose en propagandista de la teoría sistémica. Ello
equivaldría a adoptar una actitud educativa, a caer en una epistemología normativa que le
trasladaría inexorablemente al planeta donde no quiere situarse.
En consecuencia, será preciso partir de la constatación de que la pareja y el terapeuta
perciben una misma situación de dos maneras distintas y puede serles útil comparar
pragmáticamente las ventajas e inconvenientes de cada visión. De las consideraciones antes
expuestas
un acuerdoparece
sobre desprenderse que,
la conveniencia deen la mayoría
hacer de los casos,
una incursión debería
en común en elserplaneta
posibleBeta,
llegar a
visto
que el planeta Alfa ya se ha explorado ampliamente, sin éxito a todas luces.
Esta fase preliminar de negociación es sumamente importante. Puede ser corta o puede ser
larga. En cualquier caso, nunca debe intentarse abreviarla.
• Es inútil y arriesgado trasladar por la fuerza al planeta a Sexi lo, iniciando el protocolo
invariable que ense _Por ejemplo pondremos- a una pareja decidida a no moverse de mida
exá más útil recomendar a la pareja reticente que prosiga p›. Ser Beta
tentativas de reparación normativa y no vuelva a pensar en sus tentativas a menos que los
cónyuges, circunstancia improbable el otro consideren que sus problemas ya no pueden
resolverse en el planeta Alfa. El número de sesiones necesarias para llegar a decidir la sin
duda, probabilidad de hacer una incursión en el planeta Beta varía unas parejas son
conscientes de entrada considerablemente. Algunas de las insuficiencias del contexto de
Alfa y, de hecho,
dos sesiones. Otrasyanecesitarán
están sacando
seisameses
tientaso otra dimensión.
un año de una oEn tal caso,para
reflexión se decidirán
decidirse en bu
a dar
el salto de un planeta a otro.
El contrato
Una vez llegados a un acuerdo sobre el planeta en que nos paremos, falta acordar también
el recorrido a realizar, el situaremos, objetivo que se pretende alcanzar y el tiempo
necesario para llegar a él.
El objetivo del trayecto es revelar a la pareja su propio modeJanizativo, incorporando para
ello el tercero excluido al lo org diálogo, y enfrentar a la pareja con sus propios límites.
Aunque hablemos de terapia, salta a la vista que no se trata de un proceso médico
tradicional, donde el paciente debe ser «paciente», esto es, pasivo. Al contrario, más bien se
trata de un proceso iniciático que puede aportar buenas y malas sorpresas y que confronta a
la pareja con sus responsabilidades.
A una pareja
diferencia queloacaba
entre que sedeleaterrizar
P en el nuevo planeta puede resultarle difícil captar la
y la terapia tal como se entiende en el planeta Alfa. Sin propone embargo, se trata de una
diferencia esencial. Es preciso evitar meque el proceso pueda concebirse como una
reparación. A meq
nudo puede ser útil recurrir a una metáfora para aclarar la nudo puede distinción. A
continuación se expone la de la casa, que quizá también facilite la comprensión por parte
del lector.
Si nos preocupan los crujidos que se escuchan en las paredes de la casa que habitamos, una
solución posible es hacer sonar constantemente una música de fondo que nos ayude a
olvidar esos ruidos y procurar no comprar muebles pesados. Es una actitud perfectamente
legítima que puede resultar eficaz y suficiente. Otra solución más arriesgada es retirar el
revestimiento de los techos de la casa y comprobar el estado de las vigas.

34
Esta operación no deja de entrañar sus riesgos. Es posible que permita constatar que las
vigas están en perfecto estado, en cuyo caso podrán comprar el piano de cola de sus sueños
y dormir tranquilos. Pero también puede suceder que las vigas estén completamente
devoradas por las termitas y sólo se sostengan de milagro, ante lo cual el mal menor será
derribar la casa.
¿Creen que las grietas que existen en su pareja merecen correr el riesgo de averiguar el
estado de las vigas? ¿Están dispuestos a arriesgarse a posibles sorpresas, agradables o
desagradables?
Una explicación metafórica de este tipo muchas veces ayuda a los miembros de la pareja a
confirmar que han entendido el enfoque y la finalidad del trabajo a realizar.
Este objetivo implica que ambos deberán trabajar bastante en la exploración y el estudio de
sí mismos y de su relación, en tanto que las intervenciones del terapeuta serán más
puntuales y estarán destinadas a ayudarles a ensamblar los elementos que le aporten. Su
responsabilidad se limitará a revelar el modelo organizativo de la pareja, pues sólo los
cónyuges están en condiciones de poder valorar y, llegado el caso, transformar el absoluto
que estructura su relación.
El trabajo que deberá realizar la pareja durará unos seis meses, con una sesión cada tres
semanas. Volveremos sobre ello en otro apartado y en la cuarta parte del libro, al tratar del
protocolo invariable.
Una vez establecido un contrato en cuanto al lugar y las características del trayecto a
recorrer, es importante
ocurrir. Los queson
virus de Alfa el propio terapeuta
poderosos no ponga
y es fácil volveren peligro
a caer la tarea,
en una cosa que puede
epistemología
reparadora, si el terapeuta no adopta como consigna el propósito de mantener en todo
momento firmemente los pies en el planeta Beta.
MANTENER LOS PIES EN EL PLANETA BETA
Para lograrlo, deben cumplirse en todas las sesiones las tres condiciones siguientes:
1. Presencia activa del absoluto de la pareja (modelo organizativo con una función
primordialmente reflexiva, a saber, preservar la conciencia que de sí misma tiene la pareja);
2. Presencia activa del absoluto del terapeuta (modelo organizativo con una función
primordialmente transitiva, a saber, hacer adquirir conciencia de sí misma a la pareja);
3. Mantenimiento durante las sesiones del espacio intermedio, que individualiza sin
posibles dudas a la pareja y al terapeuta como dos sistemas con características distintas.
Presencia activa del absoluto de la pareja
El terapeuta
excluido tiene
de la que estar
relación. constantemente
Naturalmente, cabe atento a preservar
la posibilidad la inclusión
de llegar del tercero
a un acuerdo antes
básico con
la pareja en el sentido de que los cónyuges no podrían existir como sistema autónomo si no
contasen con un guion propio, con un modelo diferenciado. Invitarles a identificarse con los
personajes de Pirandello cuando declaran ante el director: «El [guion] está en nosotros. El
drama está en nosotros, somos nosotros, y estamos impacientes por representarlo tal como
por dentro nos urge la pasión». (Luigi Pirandello, 192 1). Esta comprensión intelectual
puede modificar el contexto cognitivo en el que opera la pareja. Sin embargo, existe el
riesgo de que no pase de ser un concepto abstracto, con escasa influencia sobre las
vivencias reales de la pareja.
Cualquier contribución de la pareja a una representación simbólica del absoluto de la pareja
durante las sesiones constituye un indicio mucho más claro de que se están situando en el
planeta Beta. Debe comunicarse bastante pronto a los cónyuges que identificamos la
presencia a su lado de una tercera persona, que es «su relación». Emplear en ese estadio el
35
término «relación» para identificar al tercero excluido por la pareja es un recurso cómodo,
pese a su relativa imprecisión semántica, al ser más accesible y menos esotérico que
términos como absoluto de la pareja o modelo organizativo.
Los cónyuges conocen mejor que nadie esa relación, que sin embargo es algo distinto de
ellos. Ellos la han creado y ésta, a su vez, les está creando continuamente.
Si a la pareja le cuesta asimilar el concepto, puede utilizarse una silla vacía, como ya se ha
señalado, para subrayar que el absoluto de la pareja ocupa un lugar aparte. En otras
circunstancias, algún objeto
tercero. La constancia -una símbolo
del objeto mesa, undestaca
jarrón, launestabilidad
cuadro- puede simbolizar
de esa a ese
nueva dimensión. A
partir de ese momento, pueden utilizarse múltiples perífrasis («la especificidad de la
pareja», «las particularidades de su relación», «el carácter único de la relación que existe
entre ambos») que evitan la rigidez del discurso y fomentan las aportaciones espontáneas
de los cónyuges al diálogo.
A medida que avance el diálogo, el absoluto de la pareja irá adquiriendo consistencia a
través de estas aportaciones. La función protagonista ya identificada del «Uno más uno son
tres» se enriquece con la descripción de los rasgos particulares de ese absoluto, tal como los
perciben los componentes de la pareja. No deberán describirlos por la vía indirecta de las
palabras, sino de modo analógico. Cada miembro de la pareja aportará imágenes que
ilustren el plano ritual y el plano mítico del modelo organizativo, esto es, imágenes que
expresen cómo les induce éste a actuar y a pensar como pareja. Las imágenes de los
cónyuges serán por fuerza
poner de manifiesto más odel
los matices menos divergentes,
absoluto pero no
de la pareja; estehace
hecho sólo contribuye
improbable a
su existencia,
sino que revela su complejidad.
Más adelante, la inclusión del tercero de la pareja se garantizará utilizando en la interacción
imágenes aportadas por los componentes de la pareja. El terapeuta podrá confirmar la
coherencia del modelo recomendando cambios de comportamiento que contradigan los
rituales evocados por los cónyuges. También podrá utilizar las figuras empleadas para
describir el plano mítico del modelo de la pareja como un medio para ilustrar la influencia
del absoluto de la pareja sobre el destino individual de cada uno de los cónyuges.
Volveremos a examinar ampliamente estas intervenciones al tratar del protocolo invariable.
De momento, bastará insistir en las múltiples posibilidades de garantizar la presencia activa
del absoluto de la pareja en todas las sesiones.
Presencia activa del absoluto del terapeuta
El absoluto del terapeuta
epistemológicamente en elesenfoque
un absoluto
de ladenueva
constructor de modelos,
teoría sistémica. que semítico
El plano inscribe
de este
absoluto es, por tanto, la proposición según la cual, al construir un modelo de la
complejidad de toda nueva pareja, el terapeuta evoluciona continuamente como tal a través
de la auto transformación de su propio modelo.
En este modelo, el modelizador se concibe como un factor móvil, pues sólo una interacción
dinámica y cambiante con el objeto complejo podrá hacer emerger nuevas propiedades de
ese objeto. Concibe su intervención como una interferencia, pues sólo a través de
perturbaciones que pongan en entredicho el orden normativo del planeta Alfa podrá
revelarse la especificidad de la organización de la pareja. También se concibe en continuo
cambio, pues la elaboración de un modelo es un proceso en constante evolución.
Finalmente concibe que concluirá su tarea, pues toda modelización tiene un límite, no es un
fin en sí mismo y no debe proseguirse una vez alcanzado el objetivo para el que se ha

36
construido el modelo, en este caso particular, que la pareja adquiera capacidad de
autogestión como sistema autónomo.
Por su naturaleza, este absoluto del terapeuta no admite verbalización. Nunca se explicitará
verbalmente, pero en todo momento deberá manifestarse de forma concreta.
El terapeuta no se limitará a registrar las respuestas de los cónyuges, sino que también las
«problematizará» e intentará darles nuevo sentido incorporándolas a la totalidad de la
información disponible. Se entrevistará algunas veces con los dos cónyuges juntos y otras
con
en elcada uno por
absoluto separado,
de la en todos
pareja, como losprincipal.
tema casos centrando
Animaráeladiálogo en el tercero
los cónyuges incluido,
a explorar su
propia cultura. Les comunicará sus hipótesis sobre las estructuras que podrían darse en la
relación y les pedirá que confirmen en términos concretos su veracidad. Les pedirá que
valoren la importancia relativa que atribuyen a la continuación de la relación de pareja,
frente a los inconvenientes de una disolución. Los niveles de intervención, por tanto, son
múltiples y el «baile» del terapeuta con la pareja, variado, tal como lo exige el absoluto del
terapeuta.
Sin embargo existe un riesgo, a saber, que el terapeuta que «baila» con la pareja se vea
inducido por este baile a entrar en un nuevo tipo de fusión con aquélla, no una fusión rígida
como la que se da en el planeta Alfa, sino un estado de fusión móvil y lúdico en este caso.
El aspecto gratificarte del medio puede hacer perder de vista el objetivo a alcanzar.
Por esto consideramos útil para el terapeuta una sistematización de los diferentes «pasos»
que deberáNuestra
pro ceso. ejecutar con la pareja
experiencia nosenindica
un protocolo
que este fijo, que confiera
elemento una cierta
de estabilidad tieneconstancia
el efecto al
paradójico de dar mayor relieve a las aportaciones srcinales de la pareja y al
comportamiento particular del terapeuta en el curso de la terapia, en contraste con lo que
ocurriría en caso de trabajar sin ningún tipo de restricciones. Enseguida trataremos más
ampliamente de este protocolo que hemos denominado «invariable».
El espacio intermedio
El espacio intermedio es el espacio simbólico que separa a la pareja del terapeuta. La
separación ratifica la autonomía de los sistemas. El terapeuta no puede conocer a la pareja
por el procedimiento de fragmentarla a través del análisis, pero la pareja y el terapeuta
llegan a ser mutuamente inteligibles gracias a un proceso de modelización recíproca.
El espacio intermedio también es el espacio que reúne temporalmente a la pareja y al
terapeuta en un «meta sistema»* transitorio, crisol de una modelización cruzada.
En esteyespacio
pareja intermedio
el terapeuta aparecerán
en vistas los contenidos
a este proceso mentales aque
de representación se intercambian
través entre la
de modelos. Unos
contenidos que no existían antes de iniciarse la terapia y que son los rastros del proceso que
se está desarrollando. Los denominados «objetos flotantes
El «objeto flotante» es un producto del encuentro. No pertenece propiamente ni al terapeuta
ni a la pareja, pero uno y otra lo aceptan como significante. El objeto flotante aparece
cuando hay inteligibilidad, simbolización compartida, interferencia.
La silla vacía, el lugar del absoluto de la pareja, siempre que la pareja y el terapeuta vean en
ella a ese absoluto, es uno de los «postes indicadores» del espacio intermedio. Lo mismo
sucede con las representaciones plásticas de los planos ritual y mítico del absoluto de la
pareja, de las que volveremos a hablar más adelante. Pero, además de determinados
elementos relativamente constantes en virtud de su conexión con el protocolo invariable,
entre los «objetos flotantes» podrán figurar también multitud de detalles, anécdotas,
apodos, imágenes (la metáfora de la casa, por ejemplo), que la pareja y el terapeuta utilizan
37
como un código útil para el desarrollo del proceso de exploración que han decidido
emprender en común.
El espacio intermedio puede concebirse también como una pantalla de cine, inicialmente en
blanco, sobre la cual van apareciendo progresivamente diversos «objetos flotantes»
inesperados. Es una historia que se va creando sobre la marcha y será un lugar que resultará
interesante volver a visitar una vez concluida una terapia, a fin de redescubrir su
especificidad.
EL PROTOCOLO
En el INVARIABLE
siguiente capítulo examinaremos en detalle el protocolo invariable a través de la
descripción de una terapia. De momento, nos limitaremos a exponer sus líneas maestras
para subrayar su finalidad, que es formalizar el proceso dinámico que acabamos de
describir. Una formalización de este tipo ofrece la doble ventaja de garantizar el desarrollo
del proceso, evitando la evolución hacia una «danza fusional», al mismo tiempo que
permite comparar mejor, y por tanto evaluar lógicamente, los efectos conseguidos mediante
la intervención sistémica. Trataremos de este tema en otra obra.
El protocolo invariable propiamente dicho consiste en diez sesiones, separadas por un
intervalo de dos a cuatro semanas, más una sesión adicional de control, entre diez y catorce
meses más tarde. Cuatro de las diez sesiones son comunes y las otras seis, individuales
(Véase la tabla de la pág. 79).
El protocolo invariable puede describirse como un proceso que introduce a la pareja en el
uso de un nuevo
protocolo modelo
invariable, cognitivo.
proyecto Ahora bien,delnoabsoluto
de exploración hay iniciación posible
de la pareja, nosin curiosidad.
puede El
ofrecerse
como una posibilidad si la pareja no ha llegado a ser previamente consciente de que había
excluido su modelo organizativo del contenido de la demanda.
Ya hemos visto la importancia de la fase preliminar de negociación. En el caso de algunas
parejas, dicho sea de paso, no será necesario seguir más adelante. Todo parece resolverse
cuando abandonan la óptica del planeta Alfa. Una vez re incluido un absoluto en su
relación, comienzan a evolucionar sin mayor necesidad de ayuda. Para la mayoría, es útil
completar el protocolo invariable.
Hemos comparado este protocolo invariable con una iniciación en el campo de la
cognición, pues es una metáfora que permite poner de relieve que, si bien el ritual es
constante, la experiencia por éste inducida no lo es en absoluto. Los datos que surgen en el
curso de estas terapias son totalmente imprevisibles. Incluso sería ilusorio anticipar una
progresióninesperados
bloqueos en la toma yderetrocesos,
concienciaasí
encomo
relación al absoluto
también de la pareja.
inexplicables Pueden producirse
aceleraciones.
Nos parece importante insistir tanto en la total imprevisibilidad de la experiencia inducida
al seguir el protocolo invariable a fin de que cuando expongamos al lector su aspecto
formal algo árido, no pueda llevarse la impresión de que se trata de una propuesta de
condicionamiento de la pareja, impresión totalmente contraria a la realidad de los hechos.
Confiamos en que los ejemplos que se presentarán más adelante serán prueba suficiente de
la extrema diversidad de las experiencias.
Un breve repaso a la tabla que se presenta en la página 79 nos ayudará a identificar los
aspectos esenciales del protocolo invariable.
Como puede verse, las dos primeras sesiones son comunes y se dedican básicamente a una
primera exploración del absoluto de la pareja a través del trabajo con representaciones
plásticas. Las «esculturas vivientes» de la primera sesión remiten a la percepción que tiene

38
cada cónyuge del plano ritualizado del modelo que organiza la relación; los «cuadros de
ensueño» remiten a su percepción del plano mítico.
En las tres sesiones individuales siguientes, el terapeuta, basándose únicamente en el
contenido de la «escultura viviente» de cada uno de los cónyuges, le indicará un cambio
que deberá introducir en su comportamiento, destinado a perturbar el contenido ritualizado
de la interacción. Los cambios prescritos tienen por objeto desequilibrar simbólicamente el
modelo organizativo de la relación. Se las habrá privado cuidadosamente de todo contenido
normativo,
El absoluto adefinlade que no
pareja puedansu
impondrá serrechazo.
interpretadas como unaresistencia
La inesperada reparación.
de los cónyuges al
cambio propuesto será, así, el primer rastro de la existencia de un absoluto diádico que
también interviene en la interacción. Al mismo tiempo se profundizará en los antecedentes
de ambos cónyuges en vistas a contextualizar la emergencia del absoluto de la pareja y su
influencia sobre el sentimiento de identidad individual.
En la sexta sesión común, la pareja y el terapeuta vuelven a concentrarse en la presencia y
la identidad del tercero incluido. La sesión acaba con una interrogación sobre la
complejidad del absoluto de la pareja y su influencia en la relación.
La séptima, octava y novena sesiones vuelven a ser individuales. En ellas se reconoce a
cada cónyuge, tomando como referencia el contenido de los «cuadros de ensueño», el
mérito de haber intuido acertadamente la fuerza del absoluto de la pareja y el despotismo
que ejerce sobre la relación. Es decir que en cierto modo ha habido un acuerdo tácito entre
los cónyuges
excluirlo de laenterapia.
cuanto al predominio de su absoluto, que les ha inducido a intentar
Pero ahora está presente como tercero incluido. Se contrastarán con cada cónyuge los
aspectos negativos y positivos del absoluto de su pareja. En un platillo de la balanza se
pondrá su escasa maleabilidad y su interferencia con las necesidades individuales de los
cónyuges; en el otro, la seguridad de ser una pareja y la confirmación individual que de ello
se deriva.
La insistencia paradójica del terapeuta en la inmutabilidad del absoluto de la pareja suscita
progresivamente en los cónyuges una reflexión sobre las posibilidades de transformación
del tercero ahora incluido.
La décima y última sesión dramatiza este último punto. A la vez que legitima las
necesidades de cambio de los cónyuges, el terapeuta insiste en el hecho de que su demanda
inicial, que excluía al tercero, indica que están poco dispuestos a desmantelar su absoluto.
Poner en entredicho
terapeuta no anticipaeldeabsoluto podría
qué forma desencadenar
pueden una
resolver los crisis fatal
cónyuges en la pareja.
su dilema. El
La solución,
cualquiera que sea, se verá en la sesión de control, que se presenta simplemente como una
muestra del interés del terapeuta por la futura evolución de esa pareja concreta.
Como puede verse, el protocolo invariable incluye, bajo formas flexibles, una exploración
de todos los planos de recursividad del modelo organizativo. También concluye con una
interrupción lógica de la relación terapéutica.
En nuestra opinión, el protocolo invariable ofrece un marco que permite una eficaz
interacción entre las singularidades de los dos sistemas presentes. Cada sistema estimula las
posibilidades del otro y transforma su modelo cognitivo, abriéndole con ello nuevas
posibilidades de actuación.
EL PROTOCOLO INVARIABLE
DESARROLLO TEMAS TRATADOS
1. a sesión común Plano ritual del modelo de la relación: esculturas vivientes.
39
2. a sesión común Plano mítico del modelo de la relación: cuadros de ensueño.
2.1 tarea individual Antecedentes del otro cónyuge.
3. a sesión Transgresión del ritual: La tarea individual Antecedentes del otro
cónyuge.
3. a tarea individual Antecedentes propios.
4.1 sesión 4.a sesión Transgresión del ritual:
5. a sesión 5.a sesión Transgresión del ritual:
6. ° sesión común
complejidad Estabilidad «inesperada» del ritual: descubrimiento de la
del modelo.
7. a sesión 7.a sesión Interdependencia de lo mítico y lo individual
Individual ritual: abandonar uno de los planos = perder el modelo.
8. a sesión individual 8.a sesión individual Dependencia del modelo: dependencia del
otro cónyuge.
9. a sesión individual 9.a sesión individual. Dependencia del modelo: dependencia propia
10. a sesión común Los pros y los contras del modelo de la relación: abogar en favor del
statu quo - riesgos de la crisis.
Sesión control común Modelo actual de la pareja: nuevas estatuas vivientes, nuevos cuadros
de ensueño.
4. APLICACIÓN DEL PROTOCOLO INVARIABLE
CONSIDERACIONES GENERALES
En aras de las convenciones,
el instrumento hemos
que la ha hecho descrito
posible. Algo elasíobjeto
comodesi la
uninvestigación anteslas
pintor describiese de presentar
sensaciones que se propone expresar a través de su pintura antes de ocuparse de las técnicas
que han posibilitado esa expresión.
Los pintores en general suelen ser más avisados. Saben que si no pueden encontrar nuevas
«maneras de hacer», fruto del azar en apariencia, no podrán acceder a ningún nuevo ámbito
expresivo. Cualquier ampliación de los conocimientos tiene su srcen en la introducción de
nuevos rituales. Estos rituales, que también podemos denominar métodos, condicionan lo
que llegaremos a conocer. En una investigación de verificación, el objetivo es anterior al
método. Si la investigación se plantea como descubrimiento, objetivo y método son
simultáneos e indisociables. Reivindicamos esta recursividad pues nos parece indispensable
para el avance del saber en este ámbito.
Gregory Bateson lo representó gráficamente al señalar que la relación entre el leñador, el
hacha y utiliza
hombre el árbolelno puede simbolizarse
instrumento a través
para conseguir su de una línea
objetivo recta queelindique
de derribar que el Una
objeto deseado.
representación adecuada de lo que en realidad ocurre debería simbolizarse mediante un
círculo. En efecto, con cada impacto entre el instrumento y el objeto se forma en la mente
del leñador un nuevo objetivo. Se modifica el modelo preexistente y surgen nuevas
posibilidades (Bateson, 1977).
De igual modo, el protocolo invariable no debe considerarse como un instrumento inerte,
un abrelatas de la relación de pareja. No puede disociarse de la capacidad creativa
espontánea de la díada, de su capacidad de autogeneración y de auto transformación. Su
papel fundamental, en la historia de nuestra investigación, ha consistido en hacer patentes
las propiedades evolutivas que, a semejanza de cualquier otro sistema humano, posee la
pareja. Está en general se presenta bloqueada, inhibida, pasiva, falta de imaginación. Se
agradece, por tanto, un instrumento capaz de quitarle, sin violencia, esta máscara y

40
devolverle una apariencia viva. Esa ha sido la pasarela que nos ha permitido acceder a
varias de las proposiciones teóricas que ofrecemos al lector.
Aun en caso de no aplicar el protocolo invariable, éste sigue siendo indisociable de nuestro
modelo consistido. El leñador no utiliza la sierra porque se haya olvidado de que existe el
hacha, sino al contrario, porque sabe muy bien cuál es el ámbito concreto de utilización de
esta última herramienta. Lo mismo sucede con el protocolo invariable. Cuando no lo
utilizamos, tenemos motivos para no hacerlo. Y aún entonces interviene como elemento
preciso de referencia.
haber tenido Siempre
la aplicación tendremos
de ese protocoloenpara
cuenta los efectos que supuestamente podría
la pareja.
Visto el interés que para nosotros tiene este instrumento, convendrá examinarlo en detalle.
EXPLORACIÓN ANALÓGICA DE LA RELACIÓN DE PAREJA
La pareja ha reconocido intelectualmente la insuficiencia de sus propias explicaciones.
Acepta, a regañadientes pero también con cierta curiosidad, la proposición del terapeuta
sobre la existencia de un modelo excluido: el del absoluto de la pareja.
Este modelo, tercero que el terapeuta desea incorporar al diálogo terapéutico, debe recibir
rápidamente una expresión concreta, ratificada por la propia pareja. De lo contrario, el
modelo no pasará de ser una abstracción que sólo puede ser útil para el terapeuta. El
absoluto de la pareja corre el riesgo de quedar doblemente excluido. Eliminado ya como
inexistente cuando la pareja formula su demanda, volverá a serle arrebatado si sólo está
presente como construcción mental de quien efectúa la intervención.
La comunicación
múltiples analógica
significados de lasserá un instrumento
palabras para ayudarmás
a laútil que aladescubrir
pareja manipulación de los
los primeros
rastros de su absoluto. Privilegiaremos, por tanto, la actitud corporal, la ocupación del
espacio y la metáfora como portadoras de significado. Todo cuanto se diga sólo tendrá el
valor de un comentario con respecto a este núcleo de comunicación.
Para que una reformulación tan profunda de las normas de la comunicación sea posible, el
terapeuta deberá marcar el tono de manera muy activa y explícita desde las primeras
entrevistas. Una relación de tipo sub hipnótico puede favorecer la aceptación por parte de la
pareja de modos de expresión con los que suele estar poco familiarizada. El objetivo es que,
a partir de las dos primeras sesiones, los cónyuges comiencen a elaborar un material
srcinal, primer entramado del espacio intermedio. Este material, como veremos, es el
contenido simbólico específico en torno al cual se articulará el desarrollo lógico del
protocolo invariable.
En otras palabras,
competencia de la el terapeuta
pareja. Ello gestiona
equilibraeldesde
contexto de la momento
el primer relación, pero la creación
el diálogo. Si lo es
que la
pareja sabe sobre sí misma puede expresarse en una creación srcinal y única, los cónyuges
no podrán recorrer el proceso terapéutico como meros pasajeros. Al contrario, tendrán que
compartir con el terapeuta la responsabilidad de transformar su relación de pareja.
Es importante prestar especial atención a las primeras sesiones, donde se redistribuyen los
roles según una óptica de interacción recursiva y se hacen emerger los rastros del absoluto
de la pareja en los planos ritual y mítico. Cualquier fallo en su ejecución pone en peligro el
resto del proceso, que corre el riesgo de apoyarse sobre proezas retóricas dudosas.
Podríamos comparar la aportación de estas sesiones con los clavos que fija el alpinista en
una pared de roca resbaladiza. Si los clavos están bien fijados, podrá iniciarse sin peligro la
exploración en profundidad del absoluto de la pareja. Si su anclaje es dudoso, los descensos
en cordada se realizarán con temor y se tenderá a buscar apoyos suplementarios. Se

41
buscará, entonces, un apoyo, una connivencia de la pareja que perturbará el proceso de
exploración.
Empezaremos por intentar dar una imagen lo más exacta posible de lo que sucede en las
dos primeras sesiones a través del ejemplo de una pareja: Antoine y Cécile.
PRIMERA SESIÓN
LAS ESTATUAS VIVIENTES
«Antoine está enamorado de otra mujer y esto ha sumido a Cécile en una profunda
depresión».
Antoine creeAsíqueexplican Antoine,
la aventura con la38otra
años, y Cécile,
mujer 35futuro.
no tiene años, elSin
motivo de laquerría
embargo, consulta.
alejarse durante una temporada de Cécile para reconsiderar su relación. Cécile se deprime,
no se siente capaz de soportar una espera cuyo significado se le escapa. La depresión de
Cécile hace sentirse culpable a Antoine. Como él es el responsable del estado de Cécile,
tiene que ayudarla y no puede dejar su domicilio.
En el plano verbal, la explicación es recursiva y desemboca en un punto muerto. La
situación parece de inextricable bloqueo. Antoine y Cécile llevan trece años casados y
tienen tres hijos.
En las dos primeras entrevistas queda patente que ambos sufren intensamente. Están
dispuestos a dedicar tiempo y atención para explorar su situación. Desean
desesperadamente encontrar una solución. Antoine y Cécile parecen curiosamente
dependientes el uno del otro, como dos niños en medio de una tormenta, a pesar de que uno
de losCécile,
Para motivos de la consulta
el deseo sonde
de Antoine lasestablecer
premisas de
unauna separación.
cierta distancia sólo puede significar que
nunca creyó de verdad en su relación. Sólo fingía creer en ella, la ha engañado y se ha
engañado a sí mismo. Si ahora ha descubierto que su relación sólo ha sido una añagaza
desde el principio, ¿con qué lógica puede pensar que lo que era ilusión se convertirá de
repente en realidad si se aleja de ella?
Antoine cree que eso puede ser una posibilidad, pero para ello sería necesario que Cécile
confiase en la relación que él mismo quiere poner a prueba. Si ella no representa su papel
de «vestal» de la relación, si también se distancia, literal o psíquicamente, a su vez, todo se
desmorona para él.
No resulta fácil comprender la relación de esta pareja, que al mismo tiempo flota
suspendida en las esferas celestes, lejos de toda temporalidad terrestre, y yace abandonada
en su tumba. El modelo que presentan Antoine y Cécile parece funcionar según el principio
delpesar
A todo de
o nada.
su angustia, ambos aceptan someterse al protocolo invariable. En la última
sesión preliminar se les expone brevemente el siguiente esquema: diez sesiones repartidas a
lo largo de un período de unos seis meses, alternando las sesiones en común con otras
individuales; es importante que colaboren activamente en la observación de la relación a lo
largo de todo el proceso.
Se dan estas instrucciones durante la sesión a fin de atribuir un espacio a una nueva forma
de expresarse. No se plantean como un aprendizaje de lo analógico. Constantemente
matizamos, reforzamos, contradecimos nuestra comunicación verbal a través de mímicas,
gestos, actitudes corporales. De lo que se trata es de separar cada ámbito, de diferenciar una
comunicación que, al menos en parte, será sólo analógica.
La habitual infiltración entre lo verbal y lo analógico nos obligará a ser muy cuidadosos y
rigurosos en nuestras formulaciones. Esta necesaria precisión en la inducción del protocolo
invariable da lugar a una ritualización de las instrucciones que les confiere unas cualidades
42
sub hipnóticas. Se emplearán las mismas frases para subrayar los diferentes puntos de la
consigna. El tránsito de una etapa de la interacción a otra se efectuará atendiendo a las
reacciones indicativas de la aceptación de los cónyuges: acomodación corporal a las
instrucciones, sonrisas, gestos de aprobación con la cabeza o las manos, etc.
La consigna general dice así:
«Hoy intentaremos comprender mejor su relación, en particular cómo se tratan el uno al
otro, qué hacen el uno con el otro; en pocas palabras, intentaremos ver qué ocurre
concretamente
«Es un tema delenque
su sin
relación.
duda ya deben haber hablado entre ustedes y a lo mejor también
con parientes o amigos. Probablemente habrán observado que en estas conversaciones
emplean siempre las mismas palabras, las mismas expresiones. Como saben, estas palabras
y estas expresiones acaban desgastándose. Las palabras pierden sentido. Se parecen a las
monedas que llevan muchos años circulando de mano en mano, tan desgastadas por el uso
que resulta casi imposible leer su valor.
«Por esto, intentaremos utilizar un nuevo modo de expresión, donde las palabras tienen
muy poca importancia. Expresarán lo que piensan con ayuda de su cuerpo. Aunque pueda
parecer extraño, en realidad es fácil. Y yo les ayudaré a conseguirlo.
«Para empezar, procuren instalarse lo más cómodamente posible en su asiento (pausa),
relájense bien (pausa). Pueden cerrar los ojos si eso les ayuda a relajarse. Si prefieren,
también pueden mantenerlos abiertos. Pueden hacerlo de las dos maneras, tanto da.
«Ahora imaginen
estatua qué hacen que yo con
el uno no hablo sucómo
el otro, idiomaseytratan
que tienen
el unoque explicarme
al otro, qué tipomediante
de una
comportamientos mantienen entre ustedes.
«Cécile, usted debe imaginar una estatua con dos personajes: Antoine y usted misma. Esta
estatua deberá expresar a través de la actitud y la posición de estos personajes su visión de
lo que hacen el uno con el otro.
«Antoine, usted también creará su propia estatua de la interacción entre Cécile y Antoine.
Esta estatua expresará su percepción de la forma en que se tratan el uno al otro.
«Ya ven de qué se trata. Ahora les dejaré unos minutos para que imaginen esas estatuas.
Cuando las vean claramente, les ayudaré a representarlas aquí, como parte de la sesión».
De costumbre, los miembros de una díada necesitan entre dos y cinco minutos para acceder
a una percepción visual de este tipo. Transcurrido este plazo de tiempo, puede
preguntárseles si han terminado. A menudo basta dejarse guiar por la observación de
señales analógicas
repetidos cambios dequeposición,
indican un deseo satisfechas,
sonrisas de pasar a labúsqueda
fase siguiente: aperturadeldeterapeuta.
de la mirada los ojos,
También es importante descifrar los mensajes analógicos de esta fase para decidir por cuál
de los cónyuges se empezará. Debe comenzarse siempre por el que parezca tener la actitud
menos cooperativa.
En las parejas se da con frecuencia un aspecto de complementariedad en la relación, con un
cónyuge «buen alumno», que comprende las dificultades de la pareja, y un cónyuge
«lerdo», que no entiende nada. La ilusión de que existe una relación electiva de
cooperación entre el terapeuta y el «buen alumno» reiniciaría este tipo de juego en la
sesión, impidiendo mostrarse cooperativo al cónyuge «lerdo», que se sentiría obligado a
demostrar su incompetencia.
De ahí la importancia de trabajar activamente con el cónyuge que parezca sentirse menos
capaz y de destacar muy positivamente la srcinalidad de su aportación. Esto situará de
entrada a ambos cónyuges en un plano de igualdad en el momento de adentrarse en un
43
ámbito de conocimiento todavía desconocido para ellos, como es una terapia centrada en la
exploración del absoluto de la pareja.
Estatua viviente de Antoine (figura 1)
En este caso concreto, Antoine parecía más reticente e inhibido.
El terapeuta se levanta primero y se acerca a Antoine para preguntarle qué clase de estatua
ha imaginado. En cuanto Antoine comienza a explicarse, el terapeuta le pide a Cécile que
se levante y finja ser un bloque de arcilla que Antoine podrá modelar a su gusto
Antoine (Cécile
introducido y Antoine
ningún cambiohan repetido
ni ha la estatua
manifestado de Antoine.
ninguna Este último
señal analógica no ha
de desagrado). -No,
¡ya está bien así...!
Estatua viviente de Cécile (figura 2)
Ahora le toca el turno a Cécile.
Cécile está de pie bastante tensa. Antoine está frente a ella, desplomado contra su cuerpo,
con la cabeza en su hombro y los brazos caídos. Cécile le sostiene, protectora, con gran
dificultad, rodeándole los hombros con los brazos, mientras mantiene la mirada fija hacia la
frente, perdida en el vacío. Tampoco hay movimiento en la estatua de Cécile. La acción
representada es sólo de inmovilidad total.
Tras una breve pausa, Cécile debe repetir, como antes, su estatua con la cooperación de
Antoine, esta vez sin decir palabra y sin ayuda del terapeuta.
En caso de haber existido algún movimiento, éste habría proseguido hasta la desaparición
de uno de los cónyuges
Deslizamiento- de lamás
o bien, caso escena -comohasta
habitual, habría
la sido el casodedelaCécile
repetición porinicial.
posición efecto La
de su
estatua viviente expresaría entonces un ciclo de comportamiento, algo así como un baile
relacional. Veremos un ejemplo de ello en la estatua viviente construida por Cécile en la
sesión de control (pág. 119). A continuación, Antoine y el terapeuta trabajan en
colaboración para perfeccionar la pose de Cécile siguiendo las indicaciones de Antoine, que
sólo se situará posteriormente en la posición en que se ha visto.
Antoine. -Ella estaba sentada de rodillas, con una mano en el suelo y la otra, la derecha,
ligeramente tendida hacia mí. Su mirada...
Terapeuta (Le interrumpe y le indica que debe colocar a Cécile en el centro del cuarto tal
como la ha visto en su estatua. Antoine así lo hace y señala que Cécile, de rodillas, en
actitud ligeramente suplicante, dirige la mirada hacia él). -¿Y usted, en qué posición estaba?
Antoine. -Yo estaba a poca distancia de ella, pero al mismo tiernpo muy lejos.
Terapeuta.
Antoine (Se-¡Veámoslo!
arrodilla, casi frente a Cécile, pero con el tronco muy ladeado, al igual que la
cabeza y la mirada, en una actitud de apartamiento total. Sin embargo, paradójicamente, sus
manos están ciegamente tendidas hacia ella, con las palmas hacia arriba como pidiendo
ayuda). -¡Más o menos así!
Terapeuta (comentando las poses). -Es decir que Cécile está de rodillas y dirige la mirada
hacia usted. Su cabeza y su mirada están vueltas en esta dirección... y sus manos en esta
otra... Es una estatua muy hermosa...
Puesto que estamos trabajando con una interacción, esto es, con algo vivo, imaginemos
ahora que un soplo de vida pudiese animar por unos instantes estas estatuas. ¿Habría algún
movimiento, algún desplazamiento que pudiera hacer todavía más fiel su estatua, más
representativa de lo que hacen el uno con el otro, o no?
Antoine (reflexiona). -No... no creo... o sólo un lento deslizamiento de la estatua de Cécile,
que se aleja imperceptiblemente, sin que ninguno de los dos se mueva de verdad.
44
Terapeuta. -¡Perfecto! Ahora pueden incorporarse unos momentos los dos para relajarse un
poco. Luego reharán la estatua de Antoine, esta vez sin decir nada, y mantendrán esa
posición durante dos o tres minutos para que Antoine pueda asegurarse de que lo que nos
ha comunicado le satisface o pueda introducir alguna rectificación. Haremos lo mismo que
cuando vamos al sastre. Primero se toman las medidas y luego se vuelve para una prueba, a
fin de comprobar si el traje nos cae bien o hay que hacer algún retoque.
Otros contenidos de la sesión
El
Es contenido
importantedenolaperder
primera
de sesión
vista elnocarácter
se acaba
decon la realización
la demanda deque
inicial, las esculturas
viene a servivientes.
algo así
como el billete de entrada de la terapia. El terapeuta debe conservar siempre a mano este
billete de entrada, como una indicación para la pareja de que el malestar que ha originado
su demanda es el motor de toda la actividad terapéutica desarrollada.
Las modificaciones contextuales que introduce el terapeuta, con la aprobación de la pareja,
son intentos de abordar desde una nueva perspectiva las dificultades que ésta sufre, pero el
terapeuta debe abstenerse de modificar el contenido de la demanda. De hacerlo así, crearía
para la pareja el fantasma de una rectificación en nombre de alguna obscura norma de la
vida conyugal. Con lo cual aboliría el espacio intermedio y volvería a caer en una
epistemología de la reparación. De nada le servirían entonces todas las técnicas analógicas.
Una precaución útil para mantener el espacio intermedio es recomendar a la pareja que
introduzca el menor número de cambios posibles en sus actuales conductas, señalándole
que, por más
un poco desgracia, algunas parejas
de comprensión en su no pueden
relación evitar
una poner ununa
vez iniciada poco más deEsto
terapia. buena voluntad,
resulta
nocivo. Estas modificaciones del comportamiento son un estorbo para el terapeuta y para la
pareja cuando surgen justo en el momento de iniciar la difícil tarea de descubrir la
verdadera naturaleza de la relación. Además, no sirven de nada, pues si todo pudiera
arreglarse simplemente con un poco de buena voluntad, los cónyuges no habrían tenido que
acudir al terapeuta. Es importante, por tanto, que los cónyuges se abstengan de malgastar
sus fuerzas en empresas estériles, nefastas incluso para el desenlace del proyecto en curso.
¡Deben seguir comportándose como tienen por costumbre!
Por otro lado, también es importante que los cónyuges se abstengan de comentar entre ellos
o con otras personas el contenido de las estatuas vivientes. Estas representan una
importante adquisición que se utilizará en adelante en la terapia. Sería una lástima
arriesgarse a vaciarlas de contenido y convertirlas en una réplica de las palabras gastadas a
las cuales deberían
SEGUNDA SESIÓN.sustituir.
LOS CUADROS DE ENSUEÑO
La experiencia de las esculturas vivientes facilitará esta nueva recogida de información
analógica.
Es importante destacar, por tanto, en qué se diferencia este nuevo nivel de interrogación del
anterior. Ya no será necesario convencer a los cónyuges de que también es posible
expresarse sin necesidad de palabras.
Ambas tareas comparten como elemento común un clima favorable a la sugestión sub-
hipnótica.
La consigna puede formularse como sigue:
«Hoy intentaremos continuar explorando a ese tercero que conocemos tan poco, esa
relación que ha ido configurándose a su lado. También esta vez, y por los mismos motivos,
intentaremos evitar recurrir a las palabras.

45
«Esta será la única similitud, pues hoy nos ocuparemos de algo muy distinto que en la
sesión anterior. Ya no prestaremos atención a los tipos de comportamiento que
intercambian. ¡Hoy queremos descubrir en qué aspectos es única, singular, especial su
relación! ¡En qué se diferencia de todas las demás relaciones! Qué es lo que les permitiría
identificarla entre un millar, mientras que los comportamientos que describieron el último
día sin duda se dan en numerosas parejas.
«Es una pregunta difícil y para ayudarles a encontrar la respuesta, procederemos como
sigue. Comoque
una postura el otro día, procurarán
les resulte relajarsePueden
cómoda (pausa). tanto como
cerrarpuedan ensisueso
los ojos asiento, buscando
les ayuda a
concentrarse. O también pueden mantenerlos abiertos. Puede hacerse de las dos maneras
(pausa).
«Ahora tendrán un ensueño que describa la especificidad de su relación (pausa), lo que
hace que sea única, distinta a todas las demás relaciones (pausa). Soñarán despiertos,
naturalmente. Pero a pesar de todo será un ensueño porque podrán reconocer a las personas
que vean en él aunque no presenten su apariencia habitual.
«En efecto, en este ensueño sobre lo que tiene de único su relación, cada uno le dará al otro
una forma que escogerá libremente. Puede ser una forma mineral, vegetal, animal, como
prefieran, cualquier cosa excepto un ser humano. Cada uno adoptará también una forma no
humana, ligera o pesada, muerta o viva, que pueden escoger libremente entre todas las del
universo (pausa).
«Puede ser quesegundos
tardar algunos estas formas acudanenrápidamente
o minutos concretarse.a Esto
su pensamiento, o también
no tiene ninguna pueden
importancia
(pausa).
«También puede suceder que les resulte difícil utilizar la forma que querrían dar a su
cónyuge, por temor a ofenderle, irritarle o entristecerle. En tal caso, pueden reemplazarla
por la segunda forma que se les ocurra. Pero no reemplacen con demasiada facilidad unas
formas por otras, pues al final obtendríamos algo que ya no sería característico de su
relación.
«Cuando hayan visualizado esas formas, obsérvenlas, síganlas con la mirada, fíjense en
cómo se sitúa cada una en relación a la otra (pausa). ¿Cuál es el entorno? ¿Pueden
identificar la estación del año, la hora del día? ¿Qué ambiente se respira en el sueño?
¿Sereno, tranquilo, alegre, angustiado, tierno, lúgubre? (pausa)».
Igual que en la ejecución de las estatuas vivientes, el terapeuta ajusta su ritmo de progresión
de acuerdoque
situación conlelas señales
dirigen analógicas
ambos indicativas de dificultades o de dominio de la
cónyuges.
Cuando la pareja parece haber completado la tarea, nuevamente se escogerá al que parezca
menos competente para que escenifique primero su cuadro de ensueño con ayuda del
terapeuta. Si no se observa ninguna diferencia entre ambos, se establecerá una alternancia y
se invitará a empezar primero al cónyuge que fue último en la sesión anterior. Así ocurrió
en el caso escogido como ejemplo y, en consecuencia, el terapeuta se dirigió primero a
Cécile. Cuadro de ensueño de Cécile (figura 3)
El terapeuta se interesa por el contenido de su sueño. Cécile responde que ella es un gran
árbol de verde follaje. Es verano, hace calor. Todo está en calma. No hay otros árboles en
los alrededores. Antoine es una gran golondrina, despreocupada y alegre, que ha hecho su
nido en el árbol. Pasa tanto tiempo volando alrededor del árbol como descansando en su
nido. Se le ve contento y despreocupado. El árbol también está contento y se mece
dulcemente movido por el viento.
46
El terapeuta coloca a Cécile de pie en el centro del cuarto como un árbol. Antoine gira a su
alrededor como el pájaro. De vez en cuando debe cogerse a ella como si entrase en su nido.
Cécile comenta y corrige el ritmo del movimiento y las actitudes de Antoine hasta que
considera que la escenificación del sueño reproduce fielmente su cuadro interior.
El terapeuta le ofrece luego la oportunidad de revivirlo todo otra vez, sin palabras y sin su
ayuda, pero con la participación de Antoine, evidentemente, para que pueda decidir por sí
misma si la escenificación concuerda con el ensueño vivido. Este es también el momento
de introducirlaalgunas
El terapeuta felicitarectificaciones si así lo desea.
e invita a los cónyuges Cécile
a sentarse se declara
a reposar unossatisfecha.
instantes.
Pasados unos minutos, se dirige a Antoine. Después de recomendarle que prescinda por
completo de la experiencia que acaba de tener lugar, le pregunta por el contenido de su
ensueño. Le invita a rememorar el estado de ánimo en que se encontraba al final de la
evocación.
Cuadro de ensueño de Antoine (figura 4)
Antoine también ha visto a Cécile como un árbol, un árbol de mediano tamaño, pero muy
robusto y con gruesas raíces. Estas raíces se hunden en una ciénaga, donde hay un pez que
es Antoine. Figura 1
Es un pez exótico de colores vivos que desentonan con el entorno. El pez nada entre las
raíces. También puede permanecer quieto entre ellas. El pez se alimenta de esas raíces, lo
cual representa un peligro para el árbol.
La ciénaga
están varía
agitadas y eldepez
tamaño segúnverlasnada,
no puede estaciones.
aunqueEn primavera,
afuera todo secon
vea laclaro
crecida, las aguas
y límpido. No
ocurre nada más.
Antoine escenifica también este cuadro de ensueño con Cécile. Ella está de pie, con las
piernas un poco separadas, encima de una alfombra que simboliza la ciénaga. Antoine
indica el comportamiento del pez, a ratos inmóvil, a ratos explorador, a ratos voraz.
Cuando todo parece haber quedado claramente explicitado, vuelve a repetirse la escena, sin
palabras y sin ayuda del terapeuta. Antoine también se declara satisfecho.
Otros contenidos de la sesión
La inclusión del modelo excluido de la relación avanza a buen ritmo. En la silla destinada
al tercero de la pareja ya podemos colocar dos estatuas vivientes, que representan las dos
visiones complementarias de su plano ritual, y dos cuadros de ensueño, que ilustran dos
visiones referentes a su plano mítico.
Sólo nosque
tercero falta recomendarles
empezamos a ver una vez másesbozado,
tenuemente que no desmiembren mediante
con la promesa de quepalabras a ese
paulatinamente
iremos utilizando el precioso material que nos han proporcionado.
Estatua viviente de Antoine
«Antoine se arrodilla, casi frente a Cécile, pero con el tronco muy ladeado, al igual que la
cabeza y la mirada, en una actitud de apartamiento total. Sin embargo, paradójicamente, sus
manos están ciegamente tendidas hacia ella, con las palmas hacia arriba, como pidiendo
ayuda» (pág. 75) (del srcinal) figura 2
Estatua viviente de Cécile
«Cécile le sostiene, protectora, con gran dificultad, redeándole los hombros con los brazos,
mientras mantiene la mirada fija hacia el frente, perdida en el vacío» (pág. 76) (del srcinal)
Figura 3
Cuadro de ensueño de Cécile

47
«Cécile responde que ella es un gran árbol de verde follaje. Es verano, hace calor [ ...].
Antoine es una gran golondrina, despreocupada y alegre, que ha hecho su nido en el árbol»
(pág. 79) (del srcinal)
Figura 4
«Antoine también ha visto a Cécile como un árbol[..]. Estas raíces se hunden en una
ciénaga, donde hay un pez que es Antoine (pág. 80) (del or.)
Cuadro de ensueño de Antoine
Proyecto
LA PRIMERAgeneralSERIE
del recorrido
DE TRES SESIONES INDIVIDUALES
La tercera silla está ocupada ahora por fragmentos de ese precedente desconocido de la
relación, el absoluto de la pareja, su modelo de referencia o modelo organizativo. Para que
esos fragmentos se carguen de significado, es preciso que los cónyuges descubran
previamente que, en efecto, son significantes de la construcción mental común que es una
relación humana.
Es un descubrimiento conmovedor, con un fuerte impacto emocional. En una primera fase,
la pareja creerá hallarse ante la «realidad» de la relación. El modelo organizativo les
parecerá entonces una definición inmutable.
Una evolución favorable demostrará que se trataba de un error epistemológico. El modelo
organizativo sólo es una »realidad» de la relación. No existe más «realidad» que la actual,
que no excluye otras realidades posibles. Por tanto, toda «realidad» es transformable por
principio,
organizativopero
enno
el puede transformarse
momento presente, a amenos
menosque
queseseacepte
reconozca su pleno de
la posibilidad poder
la crisis.
El objetivo de las tres primeras sesiones individuales es hacer aparecer el modelo
organizativo como un elemento de su vida cotidiana. Es importante, por tanto, que los
cónyuges pue dan palpar la fuerza del plano ritual del modelo. Para ello, el recurso más
convincente es intentar ir a contracorriente, contradiciendo el ritual. Para ello se acordará
un contra-ritual que deberá practicarse durante períodos de quince a treinta minutos, tres
veces por semana.
El cónyuge anotará cada vez, en una libreta, la fecha y la hora en que ha realizado el contra-
ritual, su propia reacción ante esta tarea, así como la supuesta reacción del cónyuge y de
otros posibles testigos de la escena. Tomar nota por escrito de las experiencias efectuadas
es un medio para asegurarse de la exactitud de las observaciones realizadas durante el
período de tres semanas que media entre sesión y sesión.
Al principio, empezamos
comportamiento. practicando
El cónyuge el contra-ritual
debía observar durante elcomo una de
período inversión
tiempo del
acordado un
comportamiento minuciosamente opuesto al expuesto a través de su estatua viviente.
Actualmente, consideramos demasiado mecánico este enfoque y hemos optado por tareas
más esquemáticas, más simbólicas. De hecho, consideramos suficiente limitarse a dos o tres
tipos de tareas. El contra-ritual es en realidad una forma de actuar que contrasta
deliberadamente con el comportamiento espontáneo habitual. No es preciso que sea opuesto
a éste.
Recorrido con Cécile
Volvemos a visualizar su estatua, donde ella sostiene a Antoine, que recuesta pesadamente
la cabeza sobre su hombro. Cécile confirma cuánto le pesa en realidad esa cabeza.
Reconoce que aprovecha cualquier ocasión de dejar caer todo su peso sobre Antoine para
intentar hacerle comprender, de forma indirecta y secreta, cuánto peso puede representar a
veces él para ella.
48
A partir de la actitud de ayuda activa que ella adopta en la estatua, el terapeuta le propone
la «tarea del oasis» como primer contra-ritual. La consigna es la siguiente: retirarse a un
rincón de la sala de estar con una taza de té y sumergirse en una lectura apasionante y poco
habitual, poesía, arte, filosofía. No dejar entrar a nadie en este oasis durante media hora.
Cualquier intento de intrusión será rechazado, con actitud distraída pero tajante, con la
promesa de un pronto retorno. Transcurrida la media hora, reintegrarse al medio familiar
con una conducta habitual. Responder con evasivas e incomprensión a cualquier pregunta o
alusión sobre la
Cécile ofrece estancia enconvincentes
argumentos el oasis. para rechazar esta tarea. Ella y Antoine son muy
activos y han distribuido racionalmente todo el tiempo de que disponen. El que no se ocupa
de los niños debe estar libre. Ella está de baja desde hace varias semanas debido a su
depresión, pero también está escribiendo un libro y a menudo tiene necesidad de aislarse
por este motivo. El contra-ritual sin duda pasaría desapercibido.
Se le propone entonces la «tarea del vendedor de cepillos». Esta consiste en lo siguiente: su
nombre quiere evocar el comportamiento frenético de los vendedores a domicilio en las
películas americanas de los años treinta. Tres veces a la semana, Cécile deberá regresar a
casa con un «cepillo», esto es, una explicación sobre una experiencia vivida, una sensación
experimentada, una persona a la que haya visto, que intentará venderle a Antoine durante
quince minutos. El objetivo es que éste «compre» el cepillo, aceptando sin ninguna reserva
ni oposición ver el episodio descrito a través de los ojos de Cécile. Pasados los quince
minutos,
desinterésésta interrumpirá
si Antoine la volver
intenta tarea yavolverá
tocar elatema.
su comportamiento normal, manifestando
Repetirá esta experiencia el número de
veces convenido, abordando en cada ocasión con ardor un nuevo tema. Anotará
cuidadosamente todas las observaciones realizadas en una libreta.
Primera sesión
Cécile aprovecha para comentar algunos cambios espontáneos en su comportamiento. Ha
empezado a encolerizarse con Antoine, cuando antes sólo era capaz de mostrarse irritada
con sus hijos y sus amigas. El terapeuta no manifiesta demasiado interés por estos hechos.
La exploración del absoluto de la pareja es una empresa seria y de largo alcance.
Segunda sesión
Cécile menciona de nuevo algunos cambios «espontáneos». Su conducta agresiva sólo
acentúa la depresión de Antoine, que empieza a resultar inquietante. También ha intentado
salir sola con algunas amigas, pero Antoine no reacciona.
Ha realizado
vez de las ochotambién el contra-ritual,
posibles. a conciencia
El primer «cepillo» según
era una parece,
película. pero sólo
Antoine cuatro
se fue veces en
a la cama
pasados cinco minutos. La segunda era el movimiento neo-religioso «Nueva Era», tema de
un reciente programa de televisión. De pronto, Antoine empezó a manifestar interés y a
Cécile le costó abandonar bruscamente la habitación una vez cumplido el tiempo
establecido, con el pretexto de tender la ropa. Le preocupaba haber dejado solo a Antoine,
pero cuando volvió, éste simplemente se había dado un baño. El tercer y el cuarto cepillo
también estaban bien escogidos. El problema que siempre se plantea es que, cuando
Antoine se anima y «compra» el cepillo, ella se conmueve y se emociona. Se preocupa por
él cuando tiene que dejar la habitación.
Es un momento propicio para obtener información sobre las familias de srcen, en
particular la del cónyuge. El padre de Antoine era marino y casi siempre estaba ausente. Su
madre, en cambio, lo sabe todo sobre sus hijos, sus matrimonios y sus problemas, es una
auténtica madre clueca. A Cécile le asombra la rapidez con que ella y Antoine se
49
convirtieron en una pareja. Pocos días después de la ceremonia, el horizonte de Antoine ya
se limitaba sólo a su matrimonio y parecía completamente satisfecho. Sufrió dolores de
estómago en el momento del nacimiento de cada uno de sus hijos, reacción que él mismo
atribuye al aumento de sus responsabilidades.
Queda patente la inutilidad de profundizar en la especificidad de la tarea de cambio.
Numerosos contra-rituales podrían poner de relieve la relación complementaria ritualizada,
«cuidadora-cuidado» , que existe entre Cécile y Antoine. Esta se inquieta en cuanto
abandona
cuidados yosedescuida
muestrauninteresado.
poco a su «enfermo», en particular cuando este último acepta sus
Tercera sesión
Cécile se siente mejor, probablemente porque Antoine ya no se muestra tan deprimido. Su
problema, dice ella, es que no consigue exteriorizar lo que lleva dentro, en particular su
talento por la música. Talento que, por cierto, no ha reconocido nunca su madre.
En cuanto a la tarea propuesta, la ha realizado tres de las ocho veces posibles, pero con gran
seriedad. Ya no le crean tanta ansiedad las terminaciones bruscas. Lo que de verdad la
desconcierta es que Antoine parece muy deseoso de «comprar» sus «cepillos». Constata
que él es capaz de ver las cosas desde varios ángulos y tiene pocos prejuicios.
Contrariamente a lo que habría hecho ella, no cae en la tentación de intentar hacerle
cambiar sus puntos de vista.
Recorrido con Antoine
Primera sesión
Estudiamos el contenido de su estatua viviente. Vuelve el cuerpo apartándose de Cécile,
mientras le tiende las manos en una actitud que, paradójicamente, significa a la vez: «No
me abandones» y «Así son las cosas, ¿qué puedo hacer?».
Opina que la estatua expresa bien su relación. Cuenta que Cécile le pidió que se marchara
de casa y luego cambió de parecer.
El terapeuta duda entre dos posibles tareas: «el vendedor de cepillos» y «el suelo se abre
bajos mis pies», y por fin decide proponerle esta última. Tres veces por semana, con motivo
de alguna contrariedad insignificante, Antoine tendrá un verdadero ataque de
desesperación, «se mesará los cabellos», se golpeará el pecho, se sentirá el hombre más
desgraciado del mundo. La crisis cesará súbitamente al cabo de quince minutos. Luego
recuperará su estado habitual, sin comprender cómo ha podido reaccionar de ese modo ante
semejantes bagatelas. Al principio, Antoine se resiste. ¿Cómo puede tener ataques de
depresión cuando
terapeuta. es un la
Aumentando depresivo crónico?
intensidad Eso noya
de un estado tiene ningunaesforzándose
existente, importancia,por
replica el
exagerar
lo que ya hace, sin duda le señalará un cambio a Cécile.
Lo importante, a la vista de su estatua, es que adopte una postura en uno u otro sentido, que
no sea «mitad lo uno, mitad lo otro». Antoine comienza a interesarse paulatinamente por el
contra-ritual propuesto y se decide a probarlo.
Segunda sesión
Antoine llega a la sesión con una gran libreta y da la impresión de querer cooperar. Sin
embargo, ha tenido grandes dificultades, pues la situación conyugal parece desesperada,
dice.
Se ha deprimido por bagatelas en tres ocasiones de las ocho posibles. La primera vez,
Cécile se acercó a consolarle y le abrazó. La segunda vez, más bien intentó hacerle razonar.
La tercera vez, se enfureció y se fue a acostar.

50
El comportamiento de Cécile parece conocido, cuando el contra-ritual de Antoine debería
haber suscitado una desviación. ¡Eso es lo curioso! Entonces Antoine confiesa que, en
realidad, no consiguió salir de su depresión una vez transcurrido el cuarto de hora. Se
quedó con la cabeza hundida entre las manos, callado, triste, sin saber exactamente por qué.
Esto fue probablemente lo que hizo reaccionar a Cécile de la forma habitual.
Convenimos en que «dosificar» la depresión es una tarea demasiado difícil para él.
Entonces le asigno la tarea ya descrita del «vendedor de cepillos».
Antoine
cosa quecomenta,
él recibe por otra parte,como
curiosamente que últimamente CécileSiente
una provocación. se muestra
deseoscordial y sonriente,
de agredirla sin saber
por qué.
Luego también habla de la familia de Cécile. Sus padres se divorciaron muy pronto. La
madre, que exigía mucha atención a sus hijos adultos, más aún de Cécile que de sus dos
hermanos, se quitó la vida en circunstancias bastante dramáticas. Antoine piensa que Cécile
se parece a su madre. Es escéptica por naturaleza, muy apegada a unas pocas personas
próximas, pero fuera de eso muy cerrada con los extraños.
Tercera sesión
Antoine sigue mostrándose bien dispuesto, aunque la tarea asignada le ha resultado difícil.
Sólo la ha realizado dos veces. La primera vez le «vendió» a Cécile una reunión sindical.
Estuvo hablando sin interrupción durante diez minutos. Estaba absolutamente seguro de
que ella le había visto venir. Pero no, ¡solo se mostró interesada y bien dispuesta! La
segunda
servicial.vez, le «vendió»
También en esteun empleado
caso, Cécile de
se una tienda
mostró que se ahabía
dispuesta mostrado
escucharlo particularmente
y sonriente.
Estas experiencias le han sugerido varias reflexiones a Antoine.
Para empezar, no tiene temperamento de «vendedor». Es demasiado crítico y reservado
ante las cosas, sobre todo en presencia de Cécile.
Segundo punto, ha llegado a la sorprendente conclusión de que Cécile no se parece ni a su
madre ni a su padre. No es escéptica como dijo la última vez. Al contrario, lo que de
entrada le atrajo de ella fue su espíritu abierto, combinado con una especie de candor y una
integridad de pensamiento.
Sabe decir las cosas con toda naturalidad. Cuando salen juntos, a menudo tiene la impresión
de hacer de comparsa. En su profesión de maestro no le ocurre lo mismo. Sabe hablar sin
rodeos. Pero, en la vida privada, en presencia de Cécile, se bloquea.
Coincidimos en que el resultado de los contra-rituales es difícil de interpretar. Le doy plena
libertad,
que es decir, que
nos reunamos paratodo queda ensesión
la próxima sus manos. Puededespués
individual, practicar
de la
la tarea,
sesiónsienlocomún
desea, que
hasta
tendrá lugar a continuación. También puede no realizarla. A él le toca decidir.
LA SESIÓN COMÚN INTERMEDIA
Consideraciones generales
Las tres primeras sesiones individuales han demostrado la importancia y la fuerza del
ocupante de la tercera silla, del modelo organizativo de la pareja.
Antoine no consigue salir de la actitud «torcida» tan bien simbolizada en su estatua. No
puede implicarse a fondo en nada en el contexto de la relación, ni hundirse en una intensa
desesperación, ni entusiasmarse. Está encerrado en un comportamiento que no comprende.
Como también está bloqueado el comportamiento de Cécile, que se siente responsable de
ese hombre que la engaña. Si el contacto con Cécile no suscita una actitud extrovertida y
alegre en Antoine, ella habrá fracasado en su tarea.

51
La sesión intermedia es una sesión cargada de tacto y sutileza. El terapeuta pasa revista con
discreción a las incongruencias que han salido a la luz a través de los intentos de invertir el
ritual de la pareja. Se basa en la experiencia vivida de la imposibilidad de un cambio
exclusivamente comportamental para subrayar repetitivamente el carácter complejo del
ocupante de la tercera silla.
El esfuerzo por deshacerse de él trabajando exclusivamente en el plano de las esculturas
vivientes, de los rituales, ha fracasado. En consecuencia, no quedará más remedio que
conceder
incluirla, el
porlugar que temores
muchos le corresponde
que elloa esta tercera
suscite. persona
Desde luegode la relación,
resulta descubrirla
angustioso tomar lae
medida a la relación, revelar su verdadero rostro. Supone ir mucho más allá de los lugares
comunes, como pueden ser las declaraciones de afecto o de amor. ¿Pero existe otra vía para
dar a la relación una auténtica oportunidad de supervivencia, como no sea dejar que se
manifieste tal como ha sido hasta el momento?
Muchas veces resulta útil examinar abiertamente y con empatía los pros y los contras de
esta propuesta. Los cónyuges pueden sentirse cansados y escépticos en cuanto a las
posibilidades de un futuro en común. Puede que la exploración que les proponemos esté
más allá de sus fuerzas. ¿Prefieren evitar la confrontación con el modelo excluido y seguir
aplicando durante un tiempo las soluciones ya intentadas? O por el contrario, ¿están
dispuestos a correr el albur, cueste lo que cueste, y dejar salir el fantasma del armario para
conocer en su integridad al ocupante de la tercera silla? La decisión final está en sus manos.
El objetivo
recabar de la sesión
la aceptación dees,
lospor tanto, hacer
cónyuges un balancecon
para continuar de elloprotocolo
alcanzadoinvariable.
hasta entonces
La y
posibilidad de decidir ofrecida a la pareja debe ser auténtica para evitar que desaparezca el
espacio intermedio entre ésta y el terapeuta. De este modo se garantiza que la terapia
seguirá siendo un diálogo evolutivo y transformador, del que se sienten responsables por un
igual tanto la pareja como el terapeuta. Sus curiosidades están equilibradas. Si sólo el
terapeuta desea saber más y la pareja, objeto de su curiosidad, espera a ver el resultado final
para pronunciarse sobre la terapia, se habrá vuelto a caer en la epistemología de la
reparación.
La sesión con Antoine y Cécile
Parece más cercano el uno al otro. Cuentan que el día anterior mantuvieron, por primera
vez en muchos años, un diálogo serio sin que acabara en disputa.
Antoine dice que cada vez siente mayor curiosidad por averiguar qué ocurre entre ellos y
que la otra
Cécile notarelación
cambiado es aahora menos
Antoine, importante
pero no sabríapara
decirél.en qué sentido. Piensa que debería
seguir con las experiencias en el ámbito de la relación, pero en este momento le preocupa
más encontrar un sentido personal. Si un año atrás le hubiesen preguntado si su matrimonio
era feliz, habría respondido que sí sin pensárselo dos veces. Ahora ya no sabría qué decir.
¿Tal vez sea una cuestión de condimento? ¡Y cuesta tanto emplear bien los condimentos!
Cuando se dosifican mal, ¡nunca logra saberse si a una se le ha pasado la mano o se ha
quedado corta!
Antoine y Cécile también se preguntan en qué medida pueden influir sus familias de srcen
en su propia relación. La madre de Antoine sigue mostrándose sumamente inquisitiva, pero
él ha conseguido pedirle que guarde las distancias sin tener un acceso de cólera infantil
como solía. Cécile se siente satisfecha por ello.

52
Antoine y Cécile están decididos a seguir adelante. Aunque describen algunos hechos que
siguen siendo difíciles de interpretar, cuando se les plantea si quieren continuar con el
programa, deciden sin vacilar que desean conocer mejor su relación.
LA SEGUNDA SERIE DE TRES SESIONES INDIVIDUALES
Consideraciones generales
Los cónyuges, de común acuerdo, han dado vía libre a la continuación del programa. Ahora
se trata de integrar en el diálogo el plano mítico del modelo organizativo, con lo cual saldrá
alógica
relucir que el tercero
corriente y operadesegún
la relación de pareja
su propia posee una estructura recursiva rebelde a la
supra-lógica`.
El terapeuta sólo irá presentando progresivamente la totalidad de este contexto, insistiendo
sobre todo en el primer momento de la recursividad entre la estatua viviente de un cónyuge
y el cuadro de ensueño del otro. Esto permite connotar en términos positivos la lealtad al
modelo organizativo. La gran dependencia del mito de la relación que manifiesta el otro
obliga al cónyuge a cumplir con su parte del ritual.
Según hemos podido constatar, la pareja raras veces se deja engañar durante largo tiempo
por tan benévola explicación. En el curso de las sesiones, cada cónyuge acaba reconociendo
de manera implícita, pero clara, su propia dependencia cognitiva de los dos planos del
modelo organizativo, su incapacidad para percibir de otro modo la pareja, de hecho.
La situación se vuelve progresivamente caótica. Cada cónyuge querría distanciarse de la
supra-lógica del modelo organizativo, en favor de un universo lógico menos restrictivo.
Pero el modelo
su blasón. Comoorganizativo es emblemático
tal, es precioso de de
y está cargado la relación, constituye
significado. su imagen
Prescindir de marca,
del tercero
incluido significa entonces convertirse en extraños el uno para el otro, vaciar de contenido
la relación, perder tal vez parte de sí mismos.
Se inicia, por tanto, una travesía del desierto, de un desierto poblado de signos y de
símbolos. Numerosos prejuicios pierden fuerza y desaparecen. Surgen nuevas hipótesis. El
terapeuta sigue los acontecimientos con manifiesto interés. ¿Empiezan a vislumbrar quizás
a lo lejos los cónyuges los perfiles de una nueva relación, un nuevo mito, un nuevo ritual?
¿Se limitarán tal vez a sacudirse el polvo de las alpargatas, dejando que se separen sus
caminos, sin pesar ni espíritu de venganza? En tal caso, de hecho conservarán, como último
recuerdo, la memoria de ese difícil recorrido realizado en compañía del otro.
Lo que ahora se plantea es, naturalmente, la reaparición y la travesía de la crisis que la
demanda de terapia tendía a exorcizar. Aunque el terapeuta no puede decidir el desenlace
de esta
así crisis, en cambio
las condiciones sí puede
propicias para controlar, hastapueda
que el sistema un cierto punto, sulosintensidad.
aprovechar Se crean
recursos específicos
que se derivan de las personalidades de los cónyuges y de las especificidades sistémicas de
su relación.
Recorrido con Cécile
Todo se ve negro. Cécile le pidió a Antoine que la ayudara a entrar en calor una noche que
se sentía transida de frío. Él le respondió que no se sentía en condiciones de hacerlo. Desde
entonces, está desanimada e ignora totalmente a Antoine, cosa que a él no parece
molestarle.
Primera entrevista
Le recuerdo el cuadro de ensueño de Antoine. Ella era un árbol robusto con las raíces
hundidas en el agua. El, un pez exótico, mal adaptado a su entorno y peligroso para el árbol
de cuyas raíces se alimentaba. Antoine parece tener la extraña idea de ser nocivo y
destructor para la relación, se ve a sí mismo en términos completamente negativos. Cécile
53
está absolutamente de acuerdo. Le ha reprochado a menudo su pesimismo en cualquier
relación humana o al menos en el caso de las personas adultas.
A continuación le indico que en el cuadro de ensueño de Antoine hay una víctima, el árbol,
y un verdugo, el pez exótico. Ella podría poner en peligro esta representación por la que él
parece sentir un extraño apego, con dos actitudes distintas: una sería alejarse por completo
de él, rehuyendo el papel de víctima; la otra, por el contrario, sería aproximarse a él con
actitud absolutamente confiada y abierta, poniendo en entredicho la autenticidad del
verdugo. Ahora comprendo
parte corresponden su reticencia
a esas actitudes a poner
peligrosas paraenAntoine.
práctica El
losdistanciamiento
contra-rituales, está
pues en
presente en la «tarea del oasis», el contacto confiado y sin reservas en la del «vendedor de
cepillos». Ambas fueron fuente de problemas. Su presente actitud, en guardia y distante,
parece adaptarse mucho mejor al mito del pez problemático y peligroso.
Cécile se defiende valerosamente contra la hipótesis de su sumisión al modelo organizativo.
Dice que su mayor deseo es colaborar con una actitud positiva. Sin embargo, acaba
aceptando a regañadientes que su actual postura de no tomar ninguna iniciativa es una
muestra de esa sumisión. Todo le parece caótico.
Segunda entrevista
Vuelvo a recordar la descripción de la versión del modelo organizador ofrecido por
Antoine. Él es el pez exótico que está fuera de lugar. Se esconde entre las raíces de un
árbol robusto al que cree poder dañar con su presencia. No es fácil convivir con un hombre
que cree estar
problemas. participando
Y si le concede fraudulentamente en laafunción.
abiertamente un lugar su lado, Si Cécileseselos
también marcha,
creará.le¡Vaya
creará
dilema!
Cécile se queda muy pensativa. Dice recordar muy bien nuestra última conversación.
Cuenta que Antoine se fue unos días a casa de su madre con los niños para que ella pudiera
descansar. Se le ve más activo y contento en su trabajo. Se ha distanciado de la otra mujer y
ahora se muestra alegre y tierno con ella. Cécile creía que un cambio de este tipo le habría
provocado suspicacias y agresividad, pero curiosamente no ha sido así.
Consideramos la posibilidad de que la madre de Antoine haya contribuido, en cierta
medida, a su idea de no tener derecho a estar donde está. Cécile cuenta que a los dos les
preocupa mucho la opinión de los demás. La madre no tiene amistades, nunca va al cine.
Ella, en cambio, es todo lo contrario, a pesar del trágico fin de su propia madre. De niña,
era la pequeña y para ella era lo más natural del mundo pedir ayuda a sus padres o a sus
hermanos.
Antoine Llegamos
nunca a la conclusión
se concede el derechode que ésa
a pedir puede
ayuda, serenuna
ella diferencia
cambio importante:
se lo permite
espontáneamente.
Por otro lado, Cécile no está en absoluto de acuerdo con mi recomendación de abandonar
las tareas de cambio. Incluso se ha estado planteando reanudar la del «vendedor de
cepillos». Me muestro escéptico y le digo que se lo piense bien y que sea prudente. En mi
opinión, su actual actitud de dejar que Antoine se crea sin derecho a participar en la
función, que es un pez venenoso y molesto, es preferible a intentar convencerle de lo
contrario. Con lo que pretende hacer, en vez de convencerle de que está equivocado, corre
el riesgo de consolidar todavía más esa imagen.
Esta noche ha soñado que llegaba tarde, pero que yo no estaba molesto con ello. También
ha soñado varias veces que tenía que actuar en una obra de teatro, pero no conocía el texto
de su papel.

54
En contra de mis recomendaciones, ha practicado «el vendedor de cepillos». Ha quedado
sorprendida ante el interés de Antoine por comprar lo que intentaba venderle. Al principio
ha tenido grandes problemas para interrumpir bruscamente la venta y continuar con sus
cosas. Luego, al ver que Antoine reacciona con tanta naturalidad ante estos repentinos
impulsos, también ha llegado a hacerlo con naturalidad.
Le resulta difícil reivindicar la responsabilidad de este descubrimiento. Querría atribuirme
la paternidad a mí. Le recuerdo que yo era contrario a esta experiencia.
Empezamos a hablar deldistinto
la familia curiosamente carácterdel
abierto o cerrado
que me de las personas.
había descrito Me Sin
al principio. pintaduda,
un cuadro de
el modelo
organizativo está en proceso de mutación.
Cécile describe hoy a su suegra como una mujer enérgica y emprendedora. Ha heredado el
carácter de su padre, el abuelo materno de Antoine, quien creó una importante empresa a
partir de cero.
Su propia familia es muy distinta. El padre y los hermanos, como también antes su madre,
son de carácter cerrado. Expresan poco sus sentimientos; se limitan a hablar de ellos y
esperan que sean los demás quienes los demuestren.
No manifiesta ninguna reacción particular por el hecho de que la próxima sesión sea la
última. Parece saber que tiene en sus manos instrumentos útiles para continuar
evolucionando.
Recorrido con Antoine
Primera
Antoine entrevista
está bastante deprimido. En casa se respira un ambiente cargado, los cónyuges no
se hablan.
Recordamos el cuadro de ensueño de Cécile: él aparece como una golondrina alegre y
despreocupada, ella como un árbol de verde follaje, un ambiente risueño y armonioso.
Antoine no comprende cómo puede ser él esa golondrina. El mismo más bien se ve como
un polizonte en la mayoría de las relaciones. Siempre cree no tener derecho a estar allí,
mientras que Cécile, en cambio, siempre tiene asegurado su lugar.
Volvemos a hablar de la relación de Cécile con sus padres. La madre, sumamente exigente,
llegó a suicidarse en un último esfuerzo por controlar su entorno. Por tanto, no sería raro
que Cécile haya sentido necesidad de construirse una imagen ideal de la pareja exactamente
opuesta a la de sus padres. Una relación alegre, armoniosa y sin problemas, una «casa de
muñecas» (Ibsen, 1879).
Porobra
la consiguiente, es importante
que representan para CécileLotener
en su matrimonio. la exclusiva
quiera de la es
o no, Antoine redacción del guión de
la golondrina
despreocupada y ella el árbol que se mece movido por la brisa. El resto sólo son detalles
incidentales.
Sin duda, él podría haber insistido en intervenir también como autor, aportar su pizca de
sal, modificar algunas escenas. Pero ha captado la apremiante necesidad de Cécile y ha
optado por intervenir sólo como actor, una decisión juiciosa según parece.
Si intentase hacer valer sus prerrogativas de autor, correría el riesgo de contradecir en
cualquier momento el guión que Cécile lleva escrito en la cabeza, estropeándole sin querer
la obra, lo cual sería dramático para ella.
Ahora veo con toda claridad por qué acogió con tantas reservas las tareas de cambio. Tanto
« el suelo se abre bajo mis pies» como «el vendedor de cepillos» podrían haber sido
interpretadas por Cécile como una rectificación de su texto impuesta por Antoine.

55
Antoine me escucha con interés. No comenta gran cosa, pero le preocupa saber si su
relación de pareja es particularmente complicada. ¡No debe inquietarse, todas las relaciones
humanas son complejas! Pobre consuelo, en realidad. En efecto, aunque la complejidad de
la relación es necesaria para acomodar las mil facetas de lo humano, en el caso de un
modelo rígido, también puede eternizar el sufrimiento.
Segunda entrevista
Por un lado, las cosas van mejor. Antoine siente más real, más próxima, la relación con
Cécile. Se de
sensación ha cansancio
distanciadoendetodo
su amiga. Al mismo tiempo, se siente muy tenso y con una
el cuerpo.
Volvemos a comentar mi descripción del cuadro de ensueño de Cécile, según la cual él
teme introducir el desorden en la «casa de muñecas». Antoine no cree estar tan claramente
al servicio de los intereses de Cécile. Se ve más bien como un comparsa activo, que de vez
en cuando se aventura a improvisar y a intentar ser autor. Se muestra, por tanto, un poco a
la defensiva.
Insisto en varias ocasiones en mi valoración positiva, afirmando que se mantiene en el
papel de comparsa, no por su propia satisfacción o interés personal, sino por temor a
desorganizar el guion de Cécile. El argumento que vivió en su casa es tan malo, que ha
tenido que construirse otro de carácter opuesto. Esto hace que resulte más bien utópico y
amanerado, quizá demasiado parecido a una opereta. Pero Antoine ha comprendido, aun
así, cuán importante es para Cécile.
Antoine cuenta
con tres años deentonces
intervaloque Cécile
entre uno yyaotro,
teníay planificado de entrada
así lo hicieron. Él tuvoque tendría
dolores tres hijos,
de estómago
cada vez, pero su ansiedad no podía alterar el plan de Cécile. Es algo sabido entre ellos que
él tiende a tomarse demasiado a pecho ciertas cosas y no hay que hacerle caso.
Tercera entrevista
Antoine parece más satisfecho. Ahora le preocupa su aportación a la relación, se pregunta si
se muestra suficientemente responsable.
De niño, se portaba bien para complacer a su madre, no por propio deseo. Ahora querría
intervenir como autor en el guion de la relación, pero comprende que es importante que
respete la escenografía de Cécile.
Dedicamos largo rato a comparar la importancia relativa del papel de actor y el de autor.
Antoine ha descubierto también la importancia del lenguaje analógico'. Podemos servirnos
del cuerpo para expresar emociones que resulta difícil comunicar mediante palabras.
Quizás,
cosas deasítravés
mismodede
suslodolores de aestómago
que creía Cécile. y sus tensiones musculares, le ha dicho más
Antoine también parece contar ahora con algunos puntos de referencia para abordar en
compañía de Cécile la conmovedora empresa del tercer incluido.
SESIÓN COMÚN FINAL
Consideraciones generales
La última sesión presenta una sucesión de momentos importantes.
A lo largo de los últimos meses, el terapeuta y la pareja han recorrido un camino en común
que supone una experiencia singular y distintiva. El momento de la separación contiene
necesariamente una cierta carga emotiva. Esta carga afectiva es importante y útil, pero
también debe procurarse que su expresión no repercuta sobre la buena conclusión del
protocolo invariable. El mayor error sería aprovechar la próxima separación para ofrecer
algunos consejos juiciosos, regalo simbólico a través del cual manifestaría su simpatía el
terapeuta.
56
Cualquier consejo resultaría particularmente peligroso en esta fase. La finalidad del
protocolo invariable es establecer un «espacio intermedio» que el terapeuta y la pareja
enriquecen con los descubrimientos que hacen en común. Respetar este espacio intermedio
es una actitud emblemática de que el terapeuta y la pareja asumen una responsabilidad
compartida. Aunque esta actitud del terapeuta pueda parecer sorprendente al principio,
acaba siendo aceptada y reconocida como fructífera por la pareja, que de este modo accede
al paradigma de la complejidad.
Los consejos bien
desaparecido intencionados
el antiguo deseo de corren
contar el
conriesgo de echarlo
un experto todo a rodar.
que «sabe» En efecto,
y la búsqueda deno
unahan
reparación por obra del otro, que siguen latente entre bastidores. Es muy posible que una
pareja piense que el protocolo invariable no es más que una preparación necesaria para que
el experto pueda volver a tomar el control después. Por tanto, puede sobrevalorar
fácilmente cualquier instrucción y convertirla en una regla de oro tranquilizadora para los
meses siguientes.
El respaldo emocional debe encuadrarse, por tanto, íntegramente en el paradigma de la
complejidad. El terapeuta subrayará que parecen haber descubierto algunas cosas
interesantes. Sin embargo, lo desconocido todavía ocupa una enorme parte del mapa de la
relación de la pareja. Y es posible que, de momento, lo poco que conocen incluso haga la
situación aún más confusa para los cónyuges. Esto es habitual y, en cualquier caso, los
cónyuges ya han demostrado poseer talento de exploradores.
Otra información
parejas útil es más
hacen progresos que la experiencia
rápidos cuandodequedan
numerosos terapeutas
libradas demuestra
a sus propios que las
recursos y no
tienen un terapeuta pegado a los talones. Este podría ser también su caso.
Por su parte, el terapeuta sólo puede reconocer la importancia del trabajo realizado por la
pareja a lo largo de los meses anteriores. Volverá a verles con gran interés pasado un año a
fin de informarse sobre el camino que habrán recorrido entre tanto. Les recomienda que, en
la medida de lo posible eviten mantener contacto con ningún terapeuta durante ese período.
Ello podría desviarles del camino hacia el que de forma natural les encauza la experiencia
realizada. Evidentemente todas estas recomendaciones son de carácter general y pueden
ponerse en contacto con él cuando lo deseen, si consideran que así lo exige la situación. En
la sesión de control se recomienda examinar francamente cualquier necesidad de ayuda que
puedan sentir en ese momento los cónyuges.
Esto permite mantener el paradigma de la complejidad. El espacio intermedio sigue
existiendo, autotransformadoras
cualidades bajo la común responsabilidad delNo
de la pareja. terapeuta y de lareanimar
es necesario pareja. Se destacan
la llama de lalas
epistemología de la reparación para poder manifestar la empatía que se siente.
Paradójicamente, esta sesión de separación a menudo parece representar una prueba
emocional más dura para el terapeuta que para la pareja. Esta última suele acoger con
satisfacción la manifestación de estima y de confianza contenida implícitamente en la
actitud del terapeuta. Sin duda, el paradigma de la reparación tiene un peso más importante
de lo que estamos dispuestos a reconocer en el modelo organizativo de nuestros equipos
terapéuticos.
Sesión con Cécile y Antoine
En esta última sesión se les ve relativamente cómodos a los dos. Su relación parece ir mejor
que al principio de la terapia. Acogen con un cierto optimismo las explicaciones del
terapeuta sobre lo que ocurrirá a continuación.

57
Sin embargo, Antoine querría asumir la responsabilidad de lo ocurrido. Fue él quien
empezó a enturbiar las aguas, dice, y no debería haberlo hecho. Cécile se queja de que
Antoine se enfada y se marcha cuando ella intenta hablarle. Antoine, por su parte, piensa
que Cécile pone fin a cualquier discusión que empieza a resultar un poco difícil echándose
a llorar. Figura 5
Según el terapeuta, esto confirma que la situación aún no está clara. Han salido a relucir
tantos momentos contradictorios que continuar las entrevistas sólo contribuiría a agravar la
situación. Pordeelun
verse dentro momento,
año. el terapeuta no puede serles de ninguna utilidad. Ya volverán a
LA SESIÓN DE CONTROL
Consideraciones generales
La única finalidad de la sesión de control es integrar en la intervención sistémica esta
experiencia de un año sin contacto terapéutico. En ningún caso pretende retomar el
tratamiento. La situación ya no puede ser la misma de un año antes. La demanda, si la
había, necesariamente habrá cambiado.
En la gran mayoría de los casos, se trata de una sesión única que ratifica la competencia de
los cónyuges por lo que respecta a su relación y toma nota simbólicamente de las
transformaciones efectuadas, cualesquiera que hayan sido sus consecuencias: de
consolidación de la relación de pareja o de disolución.
No sólo se registrará el estado de la cuestión. También se prestará gran atención al
recorrido
objeto de seguido
discusiónpor losconflictos,
o de cónyuges para llegar aen
variaciones la el
situación actual: temas
clima emocional de laque han sido
relación,
incidentes o accidentes ocurridos durante este período y sus consecuencias. Todo es
importante para el terapeuta, pues le ayuda a tener acceso al laboratorio donde ha
practicado su singular alquimia la pareja.
La terapia sistémica considera esencial que se mantenga el paradigma de la complejidad. El
sistema, capacitado a través del protocolo invariable para poder dialogar con el tercero
inicialmente excluido, está en condiciones de utilizar la situación de crisis de manera
creativa en vistas a alcanzar un nuevo equilibrio. Cabe esperar lógicamente, entonces, que
este sistema también haya aprendido a reconocer al mismo tiempo el potencial renovador
de las crisis que puedan presentársele más adelante. No caerá en la tentación de
transformarlas en averías.
Mantener el acento en el paradigma de la complejidad es, «Una especie de baile campesino,
una polka
srcinal) tal vez,
Estatua de ritmo
viviente de ligero
CécileyFigura
armonioso,
6 relativamente rápido» (pág. 99) (del
Cuadro de ensueño de Cécile Figura 7
«Es verano, hace sol y una suave brisa agita dulcemente al mismo ritmo las ramas de
ambos árboles» (pág. 101) (del srcinal)
Estatua viviente de Antoine
«Ella sonríe y mira al frente, él, más serio, la mira ladeando la cabeza» (pág99) (del
srcinal) Figura 8
Cuadro de ensueño de Antoine
«Antoine se ve como una nube blanca, redondeada y compacta en medio del cielo. Cécile
es un viento suave que empuja la nube» (pág. 101) (del srcinal) por tanto, el mejor medio
para reafirmar en su competencia natural a la pareja. El paradigma de la reparación` la
induce, en cambio, a rehuir la experiencia de la crisis y presenta como solución lógica
intentar delegar cuanto antes toda responsabilidad en un experto.
58
También es interesante señalar que, en esta sesión de control, muchas parejas anuncian que
han mejorado problemas apenas mencionados, y a veces ni siquiera abordados, durante la
terapia. Por su parte, no establecen distinción entre lo que han tratado con el terapeuta y lo
que no.
Todo parece indicar que el protocolo invariable podría constituir, tanto para los cónyuges
como para el terapeuta, una «preparación epistemológica», un ejercicio práctico en el
manejo del paradigma de la complejidad. En consecuencia, cualquier resultado obtenido
gracias a esta
estructura nueva aptitud
lo asemeja un pocopodrá
a unasociarse
recorridolegítimamente conyaelsecontacto
iniciático, como terapéutico, cuya
ha señalado.
Sesión con Antoine y Cécile
Ambos se muestran muy satisfechos.
Antoine destaca, en particular, un espíritu abierto antes ausente en la relación. El
sufrimiento que les provocaba el hecho de estar juntos cuando mantuvieron su primer
contacto con el terapeuta le parece ahora totalmente extraño. El período difícil parece haber
quedado lejos, mucho más de lo que en realidad lo está.
Siempre según Antoine, ahora se conocen mejor y él se conoce mejor a sí mismo. El único
problema que les afecta en estos momentos son las dificultades de tener tres hijos, sobre
todo desde que Cécile ha vuelto a trabajar a jornada completa, al mismo tiempo que
prosigue sus actividades literarias.
Cécile está de acuerdo. Realmente han cambiado los dos. Ahora piensa mucho más que
antes en Antoine
compromisos, y en
cosa su relación.
importante Han aprendido
cuando, a ponerse
como ellos, se tienendevarios
acuerdo y aAntes
hijos. cumplir sus lo
nunca
conseguían.
El terapeuta procura orientar de la forma más abierta posible esta recogida de información.
Es importante no adoptar en ningún momento una actitud directiva. Los cónyuges deben
poder comentar e interpretar libremente cualquier experiencia sin innecesarias
interferencias del terapeuta. Los fragmentos de vivencias que van surgiendo en el curso de
este diálogo pasarán a enriquecer también el espacio intermedio, memoria común de la
relación terapéutica.
Con igual atención se recopilará la información analógica aportada por la repetición de las
esculturas vivientes y de los cuadros de ensueño. Sabemos que estas representaciones nos
indicarán con precisión desde qué lugar nos habla ahora la pareja, esto es, el lugar hacia el
cual se ha encaminado durante estos meses de separación.
Como en las
hipnóticas dosfacilitar
para primerasla sesiones
induccióndeldelprotocolo invariable,Sepodrán
trabajo analógico. emplearse
repetirán técnicas sub-
detalladamente
todas las instrucciones necesarias. No hay que confiar en el recuerdo que puedan conservar
los cónyuges del trabajo análogo realizado dieciocho meses antes. Vista la turbulencia de
nuestras vidas y la gran cantidad de estímulos a que estamos expuestos, sería tan
presuntuoso como arriesgado confiar en los recuerdos que pueda conservar la pareja de su
primera experiencia y basarse en ello para ofrecerles unas instrucciones someras.
Al contrario, es conveniente decirles, por ejemplo: «Ahora intentaremos ver qué aspecto
tiene actualmente su relación de pareja. Hacerlo con palabras plantea muchas dificultades.
Intentaremos prescindir de ellas (pausa). Vamos a repetir, por tanto, el trabajo que ya
realizaron hace un año y medio aproximadamente, al iniciar nuestros contactos. Tal vez lo
recuerden un poco (pausa).

59
«De todas maneras, les repetiré las instrucciones necesarias. «Empezaremos por examinar
cómo se tratan ustedes entre sí, qué hacen el uno con el otro, qué tipo de comportamientos
intercambian.
«Imaginen que se encuentran ante un interlocutor que no habla su idioma. Cada uno de
ustedes debe hacerle comprender el contenido de esta interacción a través de una estatua
con dos personajes, su cónyuge y ustedes mismos. Al ver esta estatua, el extranjero
comprenderá cómo actúa cada uno de ustedes en relación al otro.
«Procuren
El resto de relajarse en su asiento...»
las instrucciones y observaciones sobre la ejecución de las esculturas pueden
consultarse en la descripción de la primera sesión del protocolo invariable (pág. 84).
Estatua viviente de Cécile (figura 5)
Lo primero que ve es la escena de un baile.
Al principio ambos se miran, la mano derecha de Cécile cogida de la mano izquierda de
Antoine. Se contemplan el uno al otro, ella risueña, él con una sonrisa.
Las manos enlazadas se desplazan hacia delante sin soltarse, los cuerpos y las caras se
vuelven hacia el exterior. Luego las manos unidas, siempre enlazadas, se mueven hacia
atrás y ambos vuelven a encontrarse cara a cara.
Una especie de baile campesino, una polka tal vez, de ritmo ligero y armonioso,
relativamente rápido.
Estatua viviente de Antoine (figura 6)
Están
cinturauno
deljunto
otro. al otro,
Ella con yuna
sonríe rodilla
mira en el él,
al frente; suelo,
máscada
serio,uno con un
la mira brazo enla torno
ladeando a la
cabeza.
En el movimiento que sigue, los dos se levantan, sin separarse, y avanzan, siempre
enlazados, hasta desaparecer del campo de observación.
El desplazamiento es pausado, regular, sin movimientos bruscos.
Intervalo en la sesión
Cuadro de ensueño de Cécile (figura 7)
Visto que en este caso ambas representaciones se realizarán durante una misma sesión, es
particularmente importante establecer una fase de transición.
Se hará algún comentario positivo sobre la ejecución de las esculturas vivientes. A
continuación, se invita a los cónyuges a sentarse para tomarse unos minutos de descanso.
Puede ser un momento propicio para aclarar algunos aspectos de la conversación inicial.
Luego se pasa a la visualización de los cuadros de ensueño. Una vez más, no se confiará en
la memoria
Por ejemplo:de«Ahora,
los cónyuges y sehicimos
igual que repetiránla atentamente las instrucciones
otra vez, pasaremos concompletamente
a otro tema todo detalle.
distinto. Lo único que se mantiene es nuestro deseo de prescindir de palabras (pausa).
«Procuren relajarse en su asiento... Ahora tendrán un ensueño, despiertos, naturalmente, en
el cual visualizarán lo que hay de específico, de único, en su relación, lo que la diferencia
de cualquier otra relación de pareja... Como en los sueños, verán personajes conocidos bajo
apariencias extrañas, pero aun así los identificarán enseguida... se imaginarán a sí mismos y
a su cónyuge bajo una forma vegetal, mineral o animal, que pueden escoger libremente.
Los seres humanos quedan excluidos... Estas formas pueden aparecérseles de inmediato...
O también puede ocurrir que tengan que esperar un poco... Cuando las visualicen, síganlas
mentalmente observando qué ocurre entre ellas..., cómo es el ambiente..., tenso... sereno...,
qué hora es..., es de día... o de noche..., cómo es el clima...»
El resto de las instrucciones y demás recomendaciones pueden consultarse en la segunda
sesión del protocolo invariable (pág. 91).
60
Veamos ahora el contenido de los cuadros de ensueño en la sesión de control que aquí nos
ocupa.
En su ensueño, Cécile ve a dos abedules adultos, pero relativamente jóvenes.
Los dos árboles están bastante próximos, a unos diez metros de distancia más o menos,
pero sus ramas no se tocan. Cécile se sitúa a poca distancia de Antoine. Los dos miran en la
misma dirección, con los brazos levantados a ambos lados de la cabeza para simbolizar las
ramas.
Es verano,
árboles. Nohace sol y una
se observa suaveotro
ningún brisa agita dulcemente al mismo ritmo las ramas de ambos
movimiento.
Cuadro de ensueño de Antoine (figura 8)
Antoine se ve como una nube blanca, redondeada y compacta en medio del cielo. Cécile es
un viento suave que empuja la nube.
El resto del cielo está despejado y sereno. La nube se desplaza suavemente empujada por el
viento, sin cambiar de forma. Todo está tranquilo y en calma.
Tardamos un poco en decidir la escenificación del cuadro. Finalmente Antoine se coloca de
pie, con los brazos en jarras, para representar la nube. Cécile, con una mano sobre su hom
bro y la otra extendida hacia atrás, le empuja suavemente. Antoine se desliza lentamente de
costado sin cambiar de posición y Cécile le sigue.
En este movimiento lateral sin ningún cambio de actitud en ninguno de los dos, Antoine y
Cécile parecen figuras de un bajorelieve egipcio.
CONCLUSIÓN DELsesión
El contenido de esta PROTOCOLO
de control INVARIABLE
no hace necesario continuar con las entrevistas. Más
bien se plantea como un acto de clausura. El motor esencial de la sesión es la legítima
curiosidad del terapeuta, así como la necesidad de la pareja de cerrar un diálogo iniciado
hace más de un año. Una situación abierta de este tipo puede resultar un poco sorprendente
en el contexto de un universo terapéutico todavía muy dominado, a pesar de todo, por la
epistemología reparadora.
Si la pareja hubiese hecho referencia a problemas residuales, habría habido que explorar su
capacidad para manejarse en esos ámbitos. ¿Aceptan esos problemas como naturales, léase
necesarios? ¿Tienen el propósito de intentar hacer algo, y qué? Una demanda más concreta
de los cónyuges, circunstancia muy poco frecuente en esta fase, podría justificar empero
algunas entrevistas suplementarias centradas en una dificultad particular.
Antoine y Cécile, en cualquier caso, no plantearon ninguna demanda de este tipo.
Intentaremos
abordar exponeryfielmente
un terapeuta una parejanuestra
en estaentrevista
fase final.como ejemplo de los temas que pueden
Antoine y sobre todo Cécile mencionan una expectativa de interpretaciones concretas que
se ha visto frustrada. Creen comprender la razón, pero siguen sintiendo curiosidad por saber
qué ha observado en ellos el terapeuta durante las sesiones.
Se muestran asombrados ante la evolución constatada y que no saben explicarse
exactamente cómo se ha producido. Reconocen con sinceridad que la terapia es un espacio
en el que resulta fácil hacer preguntas. El problema es que en la mayoría de los casos
quedan sin respuesta. Posiblemente esperaban «revelaciones» más importante sobre sus
móviles inconscientes.
La dificultad para establecer una relación lógica entre el protocolo invariable y los efectos
que suscita es algo habitual y bastante comprensible, puesto que el protocolo invariable no
actúa como factor de causalidad lineal, sino que delimita un marco epistemológico.

61
Para comprender el carácter indirecto de la relación existente se requiere un difícil proceso
de concienciación, que raras veces tiene lugar de forma inmediata. En cambio, con relativa
frecuencia recibimos cartas sumamente interesantes de parejas o de familias, a menudo
varios años después de dar por concluido el contacto. En ellas se manifiestan reflexiones
que revelan la inopinada aparición de esta comprensión. De pronto han tomado conciencia
con toda claridad de las enseñanzas implícitas en el protocolo invariable.
Una última ventaja de este modelo de actuación que no querríamos dejar de mencionar, es
que permite con
tratamiento un contacto más natural
anterioridad. y másnorelajado
El terapeuta con lasante
siente revivir parejas
ellosque
el ya han seguido
sentimiento de un
responsabilidad ansiosa que queda como reminiscencia de los esfuerzos realizados en el
contexto de una epistemología de reparación. ¿Cómo parece funcionar por el momento la
pareja? ¿En qué medida puede felicitarse o debe reprocharse el terapeuta por los resultados
obtenidos? Estas preguntas tienen su srcen en el aspecto fusional de una terapia que no
deja un espacio intermedio entre el terapeuta y la pareja. El protocolo invariable obliga a la
pareja y al terapeuta a respetar hasta la última sesión este espacio enriquecido
simbólicamente con sus creaciones conjuntas. De este modo se equilibra el reparto de
responsabilidades.
Completado este recorrido detallado de un protocolo invariable, volveremos a plantearnos
el tema en términos más globales, para examinar el problema general de las posibilidades e
imposibilidades asociadas a esta forma de abordar los problemas de la pareja.
5. LA RECONQUISTA DE UN ABSOLUTO VIABLE. POSIBILIDADES E
IMPOSIBILIDADES
EL ABSOLUTO COMO SÍNTESIS DE LA PAREJA
Para hacerse una idea de los problemas que plantea para una pareja el debilitamiento de su
absoluto puede ser útil recordar la dialéctica hegeliana.
Las personas que forman una pareja son diferentes por su sexo, sus historias personales, su
cultura familiar de srcen. Toda dinámica de pareja se basa, por consiguiente, en la
confrontación de percepciones distintas del mundo, en la contraposición de visiones
antitéticas. La vida de pareja puede definirse adecuadamente, por tanto, como un proceso
dialéctico permanente que da lugar a síntesis transitorias y revisables.
La síntesis se define como una reunión de elementos psíquicos en un todo estructurado, que
presenta cualidades o valores nuevos en relación a los elementos srcinarios. En ausencia
de un proceso dialéctico, excluida la posibilidad de una síntesis, la yuxtaposición de los
contrarios
otro desemboca
se convierte en unaenamenaza
su mutuapara
exclusión. Debe
mi propia suprimirse
identidad. al otro. La
El racismo no diferencia
es sólo un del
fenómeno propio de los grandes sistemas sociales, también puede darse en la pareja.
Todo depende, por tanto, de que sea posible o no una síntesis, de la posibilidad o
imposibilidad de contar con un absoluto de la pareja. El absoluto es la síntesis, portadora de
significado, de las diferencias entre dos individuos. En su ausencia, estas dos personas
deben enfrentarse constantemente al hecho inexorable de que sólo pueden ser unos extraños
el uno para el otro. En cuyo caso, ¿para qué vivir en pareja?
En consecuencia, la experiencia nos indica que el factor esencial para la supervivencia de
una pareja es el sentimiento de contener a ese tercero, la conciencia de una síntesis en
curso. Este factor predomina sobre cualquier dificultad de relación. Sin embargo, cuando el
absoluto de una pareja se debilita o desaparece se justificará el fracaso sacando a relucir
todos los elementos problemáticos de la relación.

62
Esta postura tal vez parezca exagerada. Pero no se requiere una larga experiencia en la
práctica de la terapia de pareja para constatar que cualquier norma preconcebida resulta un
estorbo totalmente inútil en el trabajo con la pareja. El mismo modelo de relación en
términos de comunicación, de sexualidad o de reparto de responsabilidades puede ser
presentado por dos parejas que acuden a nuestra consulta como una maravilla de buen
funcionamiento y como una calamidad, alternativamente.
Los absolutos de algunas parejas incorporan con toda naturalidad prácticas que pueden
parecernos totalmente
sociedad. Otros exóticas
absolutos comparadas
impulsan con las habitualmente
a los miembros de una pareja aaceptadas en nuestra
poner en tela de juicio
actitudes que pueden parecernos tan inocentes como anodinas.
Es evidente que la tolerancia del terapeuta nunca deberá llegar al extremo de aceptar
prácticas que pongan en peligro la integridad individual de uno de los cónyuges, pero la
necesaria adopción de medidas protectoras, de carácter jurídico o de otro tipo, no significa
que pueda prescindirse del absoluto de esa pareja para aplicar en este caso un enfoque
puramente normativo.
Continuamente se constata el fracaso de las maniobras educativas. A una pareja que acude
a la consulta con dificultades serias, que sufre realmente un «problema de pareja», de nada
le servirán los consejos destinados a mejorar únicamente el desorden expuesto. No existen
pruebas científicas serias que demuestren una reducción duradera de los problemas
sexuales de la relación de pareja a través de las «terapias sexuales», como tampoco se
consiguen mejoras
comunicación», en la comunicación
etcétera. No obstante seentre
han los cónyuges
hecho a través
y siguen de lasnumerosos
haciéndose «terapias de
esfuerzos en este sentido, sobre todo en Estados Unidos, a pesar de los fundados reparos
que pueden albergarse en cuanto a su eficacia.
El fracaso de estos esfuerzos de carácter pedagógico nos parece de lo más lógico. A partir
del momento en que el «Uno más uno son dos» tiende a convertirse en el modelo
organizativo de una pareja, ésta habrá entrado en el camino de la disolución. Todo en la
relación se vive, justificadamente, como absurdo. Sin embargo, de acuerdo con la
especificidad de la relación, en medio del marasmo general será más fácil aducir unas
dificultades que otras como explicación del supuesto fracaso.
Estas dificultades, «confesables» en razón de la especificidad de la pareja, se convierten en
el billete de acceso a la terapia. Sin embargo, igual que en una estación el destino escogido
-la dificultad expuesta, en este caso- no ayuda a comprender la personalidad del viajero,
modificarnos
tampoco su trayecto, proponiéndole
servirá para pasar
conocer mejor porpersona,
a esa Limogespara
en vez de porlaClermont-Ferrand,
averiguar organización de la
pareja.
Ya hemos descrito por qué medios intentamos ayudar a la pareja a tomar contacto con el
absoluto que intenta mantener silenciado. Hecho esto, la pareja empieza a oscilar entre la
tentación de seguir reivindicando este absoluto y la necesidad, no menos imperiosa, de
deshacerse de él. Esta oscilación favorece la aparición de una situación de crisis en la que
se decidirá el futuro de la relación. El absoluto de la pareja, el tercero ahora incluido, ¿es
viable bajo una nueva forma o pertenece inexorablemente al pasado?
El objetivo no es en absoluto preservar a toda costa la relación de pareja. La intervención se
dirige esencialmente a dos individuos, a quienes ya no permitirá poner entre paréntesis el
absoluto que rige en su relación. Les obliga a actuar de forma equitativa consigo mismos y
con esa construcción común al tomar la decisión que ineludiblemente han de tomar,
cualquiera que ésta sea.
63
Examinaremos más ampliamente en otra obra las pruebas objetivas de los potenciales
efectos destructores de la perturbación de la relación de pareja para la salud mental del
individuo, repercusiones que parecen más importantes, a corto y a largo plazo, de lo que
habitualmente suele admitirse. De ahí la importancia de preocuparse seriamente del
individuo dentro de la pareja. Con lo cual también nos ocuparemos de ésta, puesto que el
sistema no puede funcionar mejor que cada una de sus partes.
Si el absoluto de la relación finalmente se demuestra viable, el individuo sin duda se
felicitará
al pasado,que así sea.
se habrá Si, por eluna
producido contrario,
pérdida.elElabsoluto ha quedado
individuo relegado
debe poder inexorablemente
comprender esta
pérdida y asumirla. Entonces incluso podrá mantener una relación relativamente
satisfactoria con su antigua pareja. Recurrir a lanzar acusaciones contra el otro una vez
disuelta la pareja suele ser un subterfugio destinado a eludir la vivencia de una pérdida, que
sigue siendo tan inconfesable como persistente, pues no forma parte de un modelo de
pensamiento aceptable para la persona en cuestión.
Un mayor desafío para nuestra capacidad de comprensión es el que plantea la capacidad de
supervivencia de algunos absolutos a través de su transformación en otros distintos por
medio de un fenómeno de auto-regeneración o de auto poises, si se prefiere, en tanto que
otros parecen incapaces de lograrlo. Ofreceremos algunas reflexiones al respecto a través
de la descripción de dos terapias que ilustran estos dos casos opuestos: una terapia en la
cual el proceso recorrido no parece haber influido sobre el absoluto de la pareja y otra en la
cual el absoluto
Queremos animarsealrenovó.
lector a hacerse sus propias reflexiones, pues nos sentimos muy lejos
de poderle proponer auténticas conclusiones.
LA SÍNTESIS YA NO ES POSIBLE; EL ABSOLUTO DE LA PAREJA SE MUEVE EN
EL VACÍO
Hélélze y Thornas
Héléne v Thomas están en mitad de la treintena. Hace cuatro años que viven juntos sin estar
casados. Los dos trabajan para sendas agencias de publicidad, donde tienen puestos de
responsabilidad y creativos. Cuando se conocieron, trabajaban en la misma agencia, donde
Héléne desempeñaba un trabajo subalterno.
Héléne reconoce que Thomas la ha ayudado mucho a progresar profesionalmente y que
debe estarle agradecida. Tienen un hijo de dos años, Pierre.
El motivo de la consulta es que ya no saben por qué viven juntos y dudan que su relación
tenga futuro.
demasiado Adoptan
poco actitudes
y no da acusadoras simétricas. Cada uno piensa que el otro hace
lo suficiente.
Bajo un cierto tono de camaradería, la atmósfera que se respira en la pareja recuerda una
guerra de trincheras, con continuos ataques y contraataques. La agresividad se enmascara
bajo la ironía y se mantiene controlada. A pesar de todo son «colegas».
Seguiremos con el lector el desarrollo del protocolo invariable y expondremos
sucesivamente el modelo organizativo de la relación observado en el curso de las dos
primeras sesiones, el proceso seguido por la pareja y, por último, la sesión de control.
Modelo organizativo de la relación
Las estatuas vivientes
Thomas les ve a los dos de rodillas, separados por una mesa baja. Se están enfrentando en
un «pulso». La lucha es larga pero, tras numerosas peripecias, Héléne acaba imponiéndose
e inmovilizando el antebrazo de Thomas contra la mesa.

64
Héléne se ve de rodillas, desplomada, a unos cincuenta centímetros de Thomas que,
cómodamente tendido de espaldas, parece totalmente relajado.
Pasado un instante, Héléne se incorpora con gran esfuerzo, extiende una mano y la apoya
en un muslo de Thomas, como para atraer su atención. El no manifiesta ninguna reacción
ante esta invitación.
Héléne vuelve a desplomarse entonces en su actitud inicial y permanece postrada un rato,
hasta que por fin vuelve a repetir un nuevo intento de aproximación, idéntico al anterior,
tanto en la forma
Los cuadros como por su ineficacia.
de ensueño
Thomas se ve como un árbol en apariencia bastante robusto. La especie no tiene
importancia. Héléne es una hermosa roca lisa color gris claro situada a poca distancia de la
base del árbol.
Todas las personas que pasan por allí admiran la hermosa roca. Pero no saben que ésta
tiene, en su parte inferior oculta a la vista, afiladas aristas cortantes como dientes. La roca
se desplaza sigilosamente para cortar con estos dientes las raíces del árbol. Muy lentamente
completa toda la vuelta a su alrededor. Las ramas empiezan a decaer y el árbol se va
muriendo lentamente, víctima de la agresión disimulada tras la apariencia a primera vista
idílica del cuadro.
Héléne ve a Thomas como un gran elefante que avanza majestuosamente. Ella es un
ratoncito gris que corretea entre las patas del elefante, buscando su protección.
El ratoncito
lugar donde no tiene
poder otro recurso,
refugiarse. pues enestá
El camino el camino por elpor
flanqueado que avanzan
rejas que lonoseparan
hay ningún otro
del resto
de la ciudad. El ratoncito se ve obligado, por tanto, a adaptar constantemente su paso al del
elefante a lo largo de un recorrido que parece no tener fin.
Recorrido con la pareja
Como primer paso, tenemos que disociarnos de la posición de juez en que intentan
colocarnos las acusaciones recíprocas de ambos componentes de la pareja.
En consecuencia, nos situamos de inmediato en el plano de la primera recursividad,
invitando a Héléne y Thomas a aportarnos más información suplementaria.
De este modo esperamos establecer un espacio dialéctico entre el terapeuta y la pareja, que
paulatinamente podrá ir adquiriendo mayor consistencia y profundidad. Este espacio,
que denominamos intermedio, garantiza nuestra libertad de acción y nos permite establecer
un auténtico diálogo con Héléne y Thomas, convertidos a su vez en investigadores de su
propia
Este relación
diálogo de pareja.
evolutivo debería permitirnos descubrir entre los tres al ocupante de la tercera
silla, el tercero reintegrado en la relación. Con ayuda de las tareas de cambio y del
contenido analógico de las estatuas vivientes y de los cuadros de ensueño, el terapeuta
impide que la pareja se refugie en la fragmentación de sus vivencias a través del lenguaje,
fomentando sus posibilidades de alcanzar la crisis existencial que es vehículo de la auto-
renovación de la pareja.
Las tareas de cambio
Describiremos a continuación las tareas asignadas a Thomas y Héléne como medio de
transgresión de su propio ritual. El nombre de «tareas anti-homeostáticas» con que las
hemos designado en otros escritos es un término demasiado general. Toda vez que su
objetivo concreto es la componente estabilizadora del ritual, parece más adecuado
denominarlas «contra-rituales». Estas tareas de cambio están desprovistas, obviamente, de
todo contenido normativo.
65
Para Thomas, la situación vivida aparece como un conflicto permanente, un «pulso» en el
cual, tras una larga lucha, acaba saliendo derrotado. Un cambio obvio será negarse a luchar
v declararse vencido de entrada. En consecuencia, le pedimos que exponga a Héléne a la
siguiente situación:
Tres veces a la semana, bajo el pretexto de un problema insignificante (el extravío de un
objeto, una noticia desagradable, por ejemplo), Thomas simulará, durante quince a treinta
minutos, un estado de profunda desesperación. Se sentirá metafóricamente derribado,
aplastado.
este accesoLa
detarea
total podría llamarse:
impotencia, «De prontodeelforma
se comportará suelo incontrolada
se abrió bajo emis pies». Durante
infantil.
Una vez transcurrido el plazo de tiempo establecido, recuperará el control de sí mismo y
reanudará su comportamiento habitual. Si Héléne le hace preguntas, se negará a comentar
el incidente, refugiándose en la incomprensión. Cada vez observará la misma rutina y
tomará meticulosamente nota de su propia reacción ante este incidente, así como de la de
Héléne y otros posibles testigos, en un cuaderno que comprará con este objeto.
Héléne, por su parte, percibe su contribución al status quo de la relación como una
repetición desilusionada de intentos de atraer la atención de un hombre que no le concede
ninguna. A la vista de esta actitud derrotista parece lógico pedirle que experimente los
efectos de un ataque frontal.
Tres veces a la semana, antes de regresar a casa, Héléne escogerá una experiencia muy
concreta, pero que no tenga nada que ver con la relación. Puede ser un encuentro que haya
tenido durante
un parque o un eljardín.
día, un artículo leído en la prensa, la sensación experimentada al atravesar
En el curso de la velada, escogerá un momento para intentar «vender» durante quince
minutos ese estado de ánimo a Thomas de la manera más convincente de que sea capaz,
procurando hacerle participar al máximo en su experiencia. Luego se desinteresará
repentinamente del tema en cuestión y retomará su comportamiento habitual hasta la
siguiente ocasión.
También ella deberá tomar nota con toda exactitud tanto de su propia reacción como de la
de Thomas ante estos episodios. Como puede verse, se trata de una variante de la tarea del
«vendedor de cepillos» descrita en el capítulo anterior.
Efectos del contra-ritual
En el caso de esta pareja, la resistencia a poner en práctica las tareas de cambio procederá
paradójicamente, pero no sin una cierta lógica, de la constatación de que son factibles.
Thonzas nos cuenta,
desesperación por ejemplo,
es apiadarse de él y que
que la
sereacción
muestra de
másHéléne
atentaante sus accesos
y solícita cuantode
más nimio e
infantil es el motivo de la crisis. Esto le molesta enormemente por los siguientes motivos:
Héléne procede de una familia de personas psíquicamente inestables. Tanto su padre como
su madre han estado internados en centros psiquiátricos. Sus hermanos y hermanas hablan
continuamente de sus depresiones y veleidades suicidas.
Hasta el momento, él cree haber simbolizado para Héléne un mundo distinto donde imperan
el autodominio, el control y una serenidad olímpica.
En consecuencia, ve en el apoyo afectivo que le prodiga Héléne un intento de integrarle en
ese otro mundo suyo, lo cual le resulta mucho más difícil de soportar que el respeto
obviamente implícito en su hosquedad habitual.
Héléne observa que Thomas se muestra poco dispuesto a comprar los «productos» que
intenta venderle. Sin embargo, le gusta realizar la tarea, pues siente que la protege de

66
Thomas. La hace sentirse como una estratega. En esas circunstancias, Thomas no puede
cortarle la hierba bajo los pies.
Sin embargo, añade que Thomas no le compra nunca o casi nunca nada. Lo que ocurre es
que no soporta deberle nada a nadie.
En opinión de Héléne, se trata de una actitud de srcen familiar. Thomas es hijo único y ha
heredado el carácter de su padre. Este no era un cualquiera, a pesar de haber pasado su
infancia en un asilo. Hijo de un padre que, según dicen, se ahorcó y de una madre
desaparecida
destacada. ¡Nosinesdejar
rato rastro, contratambién
que Thomas todas lasquiera
adversidades,
ejercer a logró crearse
toda costa una control
pleno situación
sobre
cualquier situación!
Comentarios
Está claro que Thomas y Héléne no valoran los resultados de las tareas recomendadas en
términos de las ventajas inmediatas que podrían aportar a la relación. Les ayudan a
descubrir algunas cosas, pero éstas más bien vienen a cimentar sus pasadas actitudes en vez
de servir para matizarlas.
Esto es poco habitual. Sin duda, las tareas de cambio tienen por objeto poner de relieve que
no es posible decidir libremente un comportamiento y que es preciso tener siempre en
cuenta el absoluto de la relación. Todas las parejas quedan fascinadas, por tanto, ante el
aspecto de transgresión de esas tareas, el cual suele inducirles a profundizar en la naturaleza
del orden así amenazado.
En el caso
orden. que nos ocupa,denoHéléne
La «inferioridad» llegó aenpenetrarse más allá le
el plano psíquico deimpide
un aspecto esquemático
imponer a Thomasdeuna
este
«compra», y la «supremacía» de Thomas en ese mismo plano no le permite presentarse
«tambaleante» ante los ojos de Héléne. Dado el carácter esquemático de este orden, la
reticencia a realizar las tareas también aparece poco matizada y al terapeuta luego le
resultará difícil respaldar tan dialécticamente como querría, en la séptima sesión del
protocolo invariable, el absoluto actual de la relación que sostienen.
En situaciones como ésta, el escaso e insuficiente enriquecimiento de los contenidos del
diálogo puede dar una textura paradójica demasiado marcada a esta intervención de
reintegración del tercero excluido, en consonancia con la rigidez del modelo cognitivo
presentado por la pareja. En consecuencia, será importante intentar mantener abierto el
diálogo, no dejarse llevar por la tentación de jugarse el todo por el todo, atando demasiado
a la pareja a su propia definición.
Incluso en
diálogo los casosofreciendo
evolutivo, que parecen
un rebeldes, es importante
cierto margen dejara abierta
de maniobra la Lo
la pareja. posibilidad
cual seráde un
imposible si el terapeuta, convencido de que ésta no presenta la menor predisposición
espontánea a rebelarse contra su propio modelo, decide elevar hasta extremos insoportables
la temperatura de la sauna que le ha creado. Paradójicamente, con ello corre el riesgo de
perder todos los efectos favorables del trabajo sistémico realizado hasta entonces y volver a
caer inadvertidamente en la cibernética primaria y en el planeta Alfa, empujado por su
necesidad de eficacia.
Resto del recorrido
Sólo señalaremos los temas más destacados.
Le aseguramos a Thomas que su reticencia a mostrarse débil y deprimido, aunque sólo sea
por breves períodos, está justificada. En efecto, el cuadro de ensueño de Héléne manifiesta
de manera rotunda la fantasía según la cual él es un elefante con la piel muy gruesa,

67
fantasía que es preciso respetar a toda costa para que se mantengan intactas las premisas de
su relación.
Es importante recordar en este contexto que Héléne conserva el recuerdo de un padre «de
piel frágil» que intentó quitarse la vida en dos ocasiones. En consecuencia, es esencial para
ella que Thomas deje clara la diferencia. Desde esta perspectiva, parece razonable que
Thomas procure mantener callados sus posibles deseos de un cambio. Siente que no debe
vaciar la relación de un contenido tan precioso para Héléne.
Héléne,
que debepor su parte,
limitarse ya puede olvidarse
a representar un papelde
desus ventas promocionales.
saboteadora Todo parece
de afilados dientes, indicar
el único en el
que puede ser útil para los intereses de Thomas.
En efecto, éste se ve como un baobab que resiste todos estos ataques. Lo que Thomas no
soporta son los regalos inesperados. Recibir una ventaja por la que no ha luchado le hace
sentirse débil y sin defensas. La relación exige, por tanto, que Héléne, ignorando sus
propias necesidades, ratifique que Thomas es un digno descendiente de su padre, el hombre
que se hizo a sí mismo a partir de la nada.
Pese a las reservas expresadas en cuanto a la dinámica de este diálogo particular, como de
costumbre seguimos considerando imprevisible su desenlace. Un proceso activo puede
ponerse en marcha de forma tardía o incluso, como hemos podido observar en más de una
ocasión, una vez concluida la serie de entrevistas. Habrá que esperar a la sesión de control
para poder sacar verdaderamente una conclusión sobre los resultados de la intervención
realizada.
Veamos, pues, cómo actuaron Thomas y Héléne un año más tarde, en la sesión de control.
La sesión de control
Las estatuas vivientes
Las dos piezas sólo pueden acoplarse por una pequeña parte que simboliza sus cabezas. Sin
embargo, en el sueño, Thomas y Héléne van probando sin descanso todas las otras caras
con la esperanza de encontrar una alternativa. Esto es imposible y el juego se prolonga
indefinidamente.
Thomas se ve como un antiguo puente romano, bastante largo, que cruza un río apacible.
Héléne es un pequeño coche de carreras rojo que se dedica a atravesar sin cesar el viejo
puente a toda velocidad o bien para en seco en el centro para salir disparado en sentido
contrario.
El puente así maltratado se resquebraja progresivamente. Algunos bloques se desprenden y
van a caer
Héléne ve aalThomas
río. de cuatro patas. Ella está tendida de bruces debajo. Intenta levantarse
apoyándose sobre las manos y las rodillas, pero topa con el pecho de él. Vuelve a
desplomarse pesadamente.
Después de tomarse un descanso, inicia nuevas tentativas que, como la primera, acaban
chocando contra ese «techo». Thomas los ve a los dos tendidos de costado, pies contra
cabeza, pero a una cierta distancia, de unos dos metros aproximadamente, el uno del otro.
Sus cuerpos están inmóviles. Sólo se mueven las bocas. Hablan y hablan y hablan... Fuera
de eso, no se observa ninguna actividad...
La agresividad y la distancia vuelven a aparecer, por tanto, como temas dominantes, igual
que en las dos primeras sesiones del protocolo invariable. El único cambio es la inversión
de los papeles de portavoz. Ahora, Thomas expresa la distancia y Héléne, la agresividad.
Los cuadros de ensueño

68
Héléne ve dos piezas de un juego de construcción. Thomas es un elemento de gran tamaño
de color azul oscuro y ella, un pequeño elemento de vivos colores variados.
Conclusión
Como puede apreciarse, los temores por el futuro de la pareja que afloraron al final de la
fase contra-ritual se ven confirmados en este caso. Son patentes las grandes semejanzas
entre las descripciones del modelo organizativo de la pareja ofrecidas por los cónyuges al
inicio del protocolo invariable y en la sesión de control.
En el planoElritual,
simétrico. tema persiste un intercambio
de la coerción se expresabloqueado en torno
en el «pulso» al tema inicialmente
presentado de un antagonismo
por
Thomas y en la «restricción» visualizada por Héléne en la sesión de control. La
imposibilidad de comunicación aparece simbolizada en la escultura viviente inicial de
Héléne y en la final de Thomas.
En el plano mítico también se conservan los mismos temas. Uno es la imposibilidad de
relación debido a la disimilitud, a la monstruosidad del otro, tal como se expresan en las
figuras del elefante y el ratoncito, de las dos piezas incompatibles del juego de
construcción. El otro tema que permanece es el de la presencia de pulsiones destructivas en
el seno de la pareja, pulsiones que concuerdan con la componente racista del tema anterior:
el árbol y la roca dentada, el puente romano y el coche de carreras.
Parece razonable concluir, por tanto, que la pareja no ha cambiado a pesar del trabajo
realizado. La relación no ha perdido nada de su rigidez. Esta constatación se basa
esencialmente
modo analógico. en En
loscambio,
criterioslos
precisos de valoración
elementos del modelo
de información organizativo
aportados queverbal
en el plano ofreceen
el
muchos casos pueden interpretarse indistintamente como indicativos de un cambio o de
todo lo contrario, visto lo cual su fiabilidad nos parece muy relativa.
Así, por ejemplo, Thomas y Héléne anunciaron en la sesión de control que se habían
separado unos meses antes. Thomas manifestó que su anterior irritación aparecía matizada
ahora por una cierta añoranza de la relación. Héléne dijo que, en su opinión, si volvían a
vivir juntos, se casarían. Ambos aseguraron que, de momento, sólo el otro contaba para
ellos en el plano afectivo.
Por nuestra parte, consideramos que tanto la separación como la añoranza son indicadores
poco seguros. No existe motivo alguno para suponer que el absoluto de la pareja formada
por Héléne y Thomas se haya modificado a lo largo del recorrido y que en estos momentos
estén en condiciones de acceder a nuevas modalidades de vida.
CAMBIAR
A DE examinaremos
continuación ABSOLUTO SIN otroPERDER LA PAREJAel resultado contrario, esto es, la
caso que ejemplifica
transformación del absoluto de la pareja. El ejemplo lo ofrece una pareja en la cuarentena,
formada por Viviane y Jean.
Viviane y Jean
Viviane y Jean llevan diecinueve años casados. Tienen un hijo y una hija, esta última
afectada por una grave enfermedad crónica.
Los cuatro últimos años Jean ha tenido importantes problemas de trabajo y su situación
profesional es actualmente incierta. Durante el mismo período, Viviane reanudó los
estudios universitarios que había interrumpido al nacer sus hijos. Estos le apasionan y
empieza a plantearse la posibilidad de iniciar una interesante carrera en el campo de las
relaciones humanas.
El problema que exponen es el siguiente: Viviane ha descubierto que Jean ha venido
manteniendo desde hace varios años una relación continuada con una mujer mucho más
69
joven. Con grandes dificultades ha conseguido convencerle para que renuncie a esta
relación. Sin embargo, una vez obtenido este resultado, la situación parece haber
empeorado, en su opinión. No pone en duda el afecto que le tiene Jean, pero se siente
insegura, humillada, llena de rencor. Las discusiones son continuas y sumamente
destructivas, sin que ninguno de los dos logre vislumbrar una salida.
El modelo organizativo de la relación
Las estatuas vivientes
Viviane ve a Jean
ojos cerrados. tendidoyace
Su cuerpo en elensuelo, con el dorso
una postura de la mano
abandonada, comoderecha sobre
sin vida, la frente
cerrado y los
a todo
contacto.
Viviane está sentada a una cierta distancia, mirándole mientras le habla con vehemencia.
Con la mano y el cuerpo inclinados hacia él, parece totalmente entregada a ese intento de
establecer contacto.
Pasados unos instantes, ocurre algo: Jean abre los ojos y finalmente se sienta, abrazándose
las rodillas. Vuelve la cabeza y se queda mirando a Viviane.
En el acto, ésta deja de hablar, pierde toda su vehemencia. Deja caer los brazos. Su actitud
pasa a ser pasiva.
Instantes después vuelven a encontrarse en la situación inicial: Jean ha caído de nuevo en
su letargo y Viviane se activa otra vez.
El juego se prolonga indefinidamente en una repetición de esta alternancia.
En
a unsumetro
estatua
de viviente,
distancia,Jean
con se
la ve perseguido
mano extendidaporpara
Viviane. Ella le sigue
darle alcance. a aproximadamente
El huye encorvado, con
los hombros caídos, cubriéndose los oídos para no escuchar lo que ella quiere decirle.
Ella consigue tocarle. Entonces él deja caer una mano, descubriendo un oído y vuelve la
cabeza hacia ese lado. Escucha unos instantes algunos jirones del discurso de Viviane.
Luego reemprende la huida, tapándose una vez más los oídos, y ella vuelve a perseguirle.
El ciclo se prolonga indefinidamente en esta alternancia de bloqueo total o parcial de la
comunicación paredes bajas. La pelota es negra y la caja, roja. Viviane es una mano que
aprieta la pelota para introducirla en la caja. La pelota debe convertirse en un cubo.
Cada vez que la mano afloja un poco la presión, la pelota recupera su forma inicial.
También en este caso, el juego no tiene salida.
La escena se desarrolla en el interior de una casa. Los otros muebles y el ambiente no
tienen la menor importancia, dice Jean. Toda la atención se concentra en la pelota y la
mano.
Al representar este ensueño en la sesión, ambos cónyuges manifestaron una gran
implicación lúdica. Viviane intentaba imponer una postura en ángulos rectos a Jean, el cual,
de cuatro patas, se apresurara a redondear la espalda, los brazos y las piernas en cuanto
Viviane le soltaba.
Los cuadros de ensueño
Recorrido con la pareja
Viviane, en su cuadro de ensueño, se representa a Jean como un toro, joven y juguetón, que
brinca alrededor de una bonita flor, una rosa, que la representa a ella.
El toro querría que la flor le hiciera caso. La flor lo sabe y responde a este deseo
inclinándose ligeramente cada vez que el toro pasa por su lado. Por desgracia, es un
movimiento tan discreto que el toro no lo advierte y acelera el paso ejecutando exageradas
cabriolas que asustan a la flor.

70
Es un juego sin salida. La flor emite en vano sus señales de interés que el toro no consigue
captar. El comportamiento de éste se hace cada vez más caótico. El ambiente es de verano.
Hace calor. Hay muchas otras flores esparcidas por el campo, pero ninguna es tan hermosa
ni tan interesante como la rosa.
Al escenificar este cuadro de ensueño de Viviane, Jean al principio accede de mala gana a
representar el papel de toro desprovisto de sensibilidad, luego va entrando progresivamente
en el juego, que parece divertirle.
Jean describeeneluna
introducida siguiente cuadro de ensueño: se ve como una gran pelota de goma
caja cuadrada
Las descripciones analógicas ofrecidas por los cónyuges en relación al plano ritual del
modelo (el yaciente y la reanimadora, el que huye y la informadora) son bastante
concordantes. Viviane define el juego y da las instrucciones. Jean no se enzarza en una
competencia directa, pero sabotea con bastante eficacia los planes de Viviane y la acorrala.
Las tareas de cambio
A la vista de esta complementariedad bastante rígida de los roles, con una persona activa y
otra pasiva, parece natural sugerir a cada uno de los cónyuges que invierta su papel. El que
desempeña el papel activo será invitado a actuar de forma pasiva, y a la inversa. Es decir
que podremos emplear una vez más los contra-rituales del «vendedor de cepillos» y el
«oasis», convenientemente adaptados. Veámoslo.
Jean, como es lógico, será el «vendedor de cepillos». Tres veces a la semana regresará a
casa con aunViviane.
minutos tema de conversación escogido por él, que intentará «vender» durante quince
Es importante que se trate de un tema circunstancial, una impresión de su trabajo, un
encuentro fortuito, nada que pueda resultar fascinante de entrada para ella.
Después de cada tentativa, anotará cuidadosamente en un cuaderno secreto la fecha, la hora
y el resultado conseguido. En total, efectuará tres «ventas» por semana, nueve en conjunto
hasta la próxima sesión.
Viviane, de costumbre tan responsable y tan presente, por el contrario se retirará tres veces
por semana a su «oasis» durante media hora.
Para ello escogerá un momento en que Jean esté presente. Se preparará una taza de té o de
café y se refugiará en un rincón de la sala de estar, donde se concentrará por completo en
una ocupación desusada para ella. Viviane decide empezar a dibujar, tarea por la que hasta
entonces no ha manifestado nunca ningún interés. Se comprará lápices de carbón y un bloc.
Cualquier
parte intento
de Jean será de inmiscuirse
rechazado en esta
amable, peroactividad o de atraer
firmemente. la atención
«Enseguida de Viviane
te atiendo» puedepor
ser
una frase útil, por ejemplo.
Pasada media hora, Viviane saldrá de su oasis y se comportará de la forma más habitual
posible. Escuchará con atención cualquier alusión de Jean o de sus hijos al anterior
episodio, pero sin darles ninguna explicación ni hacer el menor comentario. Naturalmente,
tomará nota de todo en un cuaderno secreto para luego poder examinarlo en detalle con el
terapeuta.
Además, como Viviane teme la reacción de Jean, le ofrecemos un «paracaídas». Si la tarea
llega a desencadenar una crisis importante, está autorizada a descargarse de toda
responsabilidad revelando que la acción que ha provocado la cólera del otro responde a las
«instrucciones» del terapeuta.
En nuestra experiencia, casi siempre resulta innecesario un «paracaídas» de este tipo,
aunque suele ser acogido con alivio. Sin embargo, el hecho de no tener que emplearlo lo
71
convierte muy pronto en un elemento más del enigma. «No he tenido que utilizar el
"paracaídas", por tanto no es el otro quien me impide cambiar. ¿Qué es lo que impide un
cambio, entonces? ¿Yo misma o ese tercero desconocido que es la realidad de nuestra
pareja?»
Efectos del contra-ritual
Viviane intenta realizar a conciencia su tarea, pero los resultados no la satisfacen.
Jean y sus hijos se molestan por sus «ausencias», la incomodan con sus sarcasmos.
Entonces
contra susasuegros,
veces seque
le olvida la consigna
decidieron e intenta
tener un justificar
hijo único pasadossu los
nueva afición.Jean
cuarenta. Despotrica
nunca será
adulto.
Jean, por su parte, tiene grandes dificultades para cumplir su tarea.
Descubre que siempre se siente tentado a «vender» únicamente «cepillos rentables»,
proyectos de trabajo, temas políticos, capaces de suscitar comentarios inmediatos por parte
de Viviane.
Parece que tema darle una sorpresa. No consigue encontrar un «cepillo» en forma de
comentario peregrino, de tema más bien exótico. Descubre que teme parecer «superficial»,
irresponsable, a los ojos de Viviane.
Jean habla largo y tendido sobre las responsabilidades que tuvo que asumir Viviane
después de la muerte de su padre y de su hermana mayor. También describe cuánto se ha
dedicado a Suzanne, su hija mayor, afectada por una disminución. Hasta estos últimos años,
Viviane
completosiempre ha vivido
los estudios inmersa
que ahora en este
acaba universocon
de reanudar de deberes.
éxito. Tuvo que abandonar por
Comentarios
A Viviane le enfurece que no se le conceda el derechp a media hora de pasividad, como
algo razonable a lo cual puede aspirar en el marco de la relación. Jean teme que un cuarto
de hora de excentricidad le haga perder definitivamente todo derecho a la estima de
Viviane. Nuestros informadores descubren que, con o sin «paracaídas», no están en
condiciones de aprovechar los momentos de libertad propuestos. Les señalamos que se trata
de una prueba, de un experimento para ver qué ocurre, pero siguen prisioneros de la supra-
lógica de su modelo y sólo piensan en términos a largo plazo.
Sin embargo, ¿cómo es posible que un comentario extravagante de Jean pueda tener efectos
más destructivos que su prolongada infidelidad con una joven rival? ¿Qué peligro puede
suponer que Viviane se retire episódicamente a su «oasis»?
Viviane y Jean
Empiezan empiezan
a estar abiertosaa hacerse preguntas.
los temas Sus vivenciasa abordar
que nos disponemos adquieren
conmayor complejidad.
cada uno de ellos
en la segunda parte del protocolo invariable.
Resto del recorrido fácil demostrarle que la situación quizá sea aún más complicada de lo
que ella supone.
Recordemos con cuánto placer escenificó Jean su cuadro de ensueño: la pelota de goma que
resiste victoriosa los esfuerzos de la mano por encerrarla en una caja. Viviane
probablemente tiene razón cuando afirma que Jean nunca deseó de verdad tener una
amante. El objeto de su deseo ha sido siempre una paciente educadora y ha sabido elegirla
muy bien.
De algún modo, Viviane debe saber cuán importante es para Jean que ella no renuncie a esa
tarea de educadora, tal vez ni siquiera por espacio de media hora. Por eso le ha planteado
tantos problemas su contra-ritual.

72
La restitución del modelo organizativo funciona un poco como un koan para un estudiante
de zen. Ninguna respuesta inmediata resulta satisfactoria. Viviane difícilmente podrá
admitir su deseo de seguir educando a Jean, misión que rechaza. Tampoco le parece
concebible que Jean, tan débil e influenciable, realmente tenga poder para obligarla a
continuar con ese juego. Pero, entonces, ¿quién detenta el poder en la pareja? Si ninguno de
los cónyuges la controla, ¿quién lo hace?
Jean llegará a un dilema equivalente por un camino paralelo.
No se atrevesiempre
adelantarse a sorprender a Viviane
a la reacción de con un mensaje
su mujer. de su
¿No será propia
porque encosecha.
el fondoTiende a
sabe que
Viviane sólo es capaz de escuchar el eco de su propia voz? Tendría que saber sintonizar
perfectamente con su diapasón. Pero por desgracia no lo consigue. En vez de incomodarla
con sonidos discordantes, ha optado por la solución sumamente ingeniosa de proponerle,
como norma, sólo mensajes que ella pueda rechazar de inmediato como banales y carentes
de interés.
De este modo le evita las dificultades que debería superar para neutralizar el comentario de
Jean y restablecer la presencia de su propio universo, como se vería obligada a hacer si él le
plantease, aunque sólo sea durante un cuarto de hora, un tema de conversación personal,
coherente y srcinal.
Jean debería recordar el cuadro de ensueño de Viviane, su Viviane comienza a advertir
poco a poco que no puede evitar seguir empeñada en «educar» a Jean.
Su modelo
aceptó es elsupadre
gustosa autoritario
legado y se hizoycargo
seductor
de laque perdió cuando
educación tenía 23
de su madre años.
y de sus Viviane
hermanas.
Reconoce haber sido una buena educadora. Siempre ha obtenido buenos resultados, incluso
con su hija minusválida. Su único fracaso ha sido Jean. Sólo él se le escapa. Jean representa
la tarea imposible a la que debería renunciar, pero no puede.
Le preocupa más la debilidad de carácter de Jean que su infidelidad. En efecto, ella misma
se ha enamorado de diversos hombres durante su matrimonio, pero siempre ha sabido
controlarse. En cambio Jean, que sólo la quiere a ella, no tuvo la voluntad de resistirse a esa
joven que lo acosaba. Esto es lo que la inquieta.
Nos encontramos plenamente en el plano supra-lógico. Será versión de la especificidad de
la relación. ¡El torito parecía estúpido por no comprender el lenguaje de la flor! Pero, ¿no
sería más acertado decir que el joven toro era tan sensible a las necesidades de la rosa que,
comprendiendo su deseo de detentar la exclusiva de la expresión correcta y equilibrada,
desempeñaba
He a la perfección
aquí un segundo koan, estasuvez
papel
paraalJean.
demostrarse incapaz
Si Viviane de estar
en efecto a suelaltura?
dirige juego, lo hace
por un motivo que él no puede aceptar, a saber, su propia torpeza. Si por el contrario quien
decide mantenerlo es él, debe atribuirse unos motivos altruistas que no concuerdan con la
agresividad que le inspira su mujer.
Si es el juego quien los dirige, en vez de dirigir ellos el juego, ¿qué posibilidades tienen de
salir del punto muerto en que se encuentran?
Como puede verse, en el caso de esta pareja, los temas han cambiado y han adquirido
mayor complejidad a lo largo del recorrido. Se ha dado un diálogo evolutivo. Esto parece
una señal de buen augurio.
Sin embargo, al finalizar el recorrido se respira un cierto ambiente de crisis en la pareja.
Las peleas son bastante frecuentes. Ambos cónyuges parecen pesimistas. Sin embargo,
aceptan la idea de que en nada les beneficiaría prolongar el contacto terapéutico. Ahora son

73
conscientes de que numerosas respuestas sólo pueden surgir de su pareja y no tienen la
menor duda de que el período que se avecina será decisivo para ellos.
Por consiguiente, no será posible llegar a ninguna conclusión hasta la sesión de control.
Veamos cómo se desarrolló ésta su trabajo. Le han confiado un puesto de gran
responsabilidad. Viviane ha escrito una tesis.
Dicen haber cambiado mucho. Cooperan mucho mejor entre ellos que antes. El carácter de
sus discusiones se ha transformado por completo. Jean tiene una imagen menos idealizada
de Vivia laneiniciativa
menudo y ya no teme enzarzarse
en lugar de Jean.enEsta
una nueva
discusión con no
reserva ella.
le Viviane
crea malanoconciencia.
toma tan a Se
siente tranquila aunque se separen peleados.
«¿Cómo y por qué se ha producido este cambio»?, pregunta inocentemente el terapeuta.
«Todo ha ocurrido de forma espontánea», es cuanto le responden.
Veamos ahora si también se detecta el mismo cambio en el modelo organizativo.
Las estatuas vivientes
Viviane los ve a los dos cara a cara con las manos enlazadas. Los dos se miran. De vez en
cuando se inclinan al encuentro del otro y se besan. Una figura más bien estática con
escasos movimientos.
Jean también los ve a los dos de pie. El contempla a Viviane que está frente a él con el
cuerpo ligeramente ladeado. Están cogidos de la mano. Él apoya la mano libre en el
hombro de su mujer. Ella tiene la mano libre sobre el vientre, en una actitud de Madonna.
Ningún
Cuadrosmovimiento
de ensueño anima la estatua.
La sesión de control
Diez meses más tarde, en la sesión de control, nos encontramos con una situación muy
cambiada.
Jean ha obtenido un considerable e inesperado ascenso en
Viviane se ve como una alta montaña cubierta de vegetación. Jean es una fuerte cascada
que se desliza sobre la ladera de la montaña.
La cascada es impetuosa al principio, luego su flujo se hace más regular. No se ve dónde va
a caer cuando se separa de la pared rocosa. Sus aguas son claras y abundantes.
El aire está fresco, calienta el sol. No hay ningún movimiento aparte del desplazamiento del
agua. El ambiente es sereno. Jean ve dos jarras con tapa, absolutamente idénticas. Ambas
están situadas una al lado de la otra sobre una superficie lisa y son de vivos colores.
La tapa deUn
máximo. la líquido
jarra querebosa
simboliza
de lasajarras
Jean está
y seentreabierta,
derrama a sulaalrededor,
tapa de Viviane está abierta
más abundante en elal
caso de Viviane, más denso en el suyo.
La impresión general es casi geométrica, sin nada destacable en el entorno. Sólo importan
las dos jarras y el líquido derramado a su alrededor.
Conclusión
En cambio en la sesión de control existe mayor armonía entre las formas evocadas:
montaña y cascada, las dos jarras. En los nuevos ensueños, las responsabilidades están
repartidas de forma más equitativa y ha desaparecido la tensión de un juego sin salida.
También ha desaparecido la acusación contra el otro presente en el cuadro de la mano que
quiere transformar la esfera natural en cubo o del toro que no quiere comprender lo que le
está diciendo la flor.
Debemos reconocer, por tanto, que esta pareja se ha convertido en una pareja distinta sin
dejar de ser tal. Sus impresiones subjetivas y el material analógico concuerdan en este
74
aspecto. De un modo u otro, han sabido utilizar de forma creativa la crisis que parecía
inminente al finalizar el protocolo invariable.
La riqueza simbólica de las esculturas vivientes y de los cuadros de ensueño siempre incita
a intentar interpretar tal o cual detalle. No lo aconsejamos. Para estudiar el modelo organi
zativo lo importante es la combinación de los elementos, su globalidad.
Las primeras estatuas vivientes se caracterizaban por la distancia y la ineficacia de la
interacción. Viviane no conseguía hacer revivir a Jean y éste se mostraba sordo a las
palabras de Viviane.
entendimiento tácito.En
Loslacuerpos
sesión de
se control se observa,
tocan, las porcruzan,
miradas se el contrario, proximidad
la interacción se y
desarrolla en un clima reposado. Han desaparecido las actitudes indicativas de sufrimiento
o coacción.
Los cuadros de ensueño también se han transformado, confirmando nuestra hipótesis básica
sobre la interdependencia entre los planos ritual y mítico del modelo organizativo.
En los cuadros de ensueño iniciales, las formas eran de naturaleza muy distinta: pelota y
mano, torito y flor. El control de la situación estaba desigualmente repartido. La pelota
sufría los movimientos de la mano. La flor observaba pasivamente las incoherencias del
torito.
Con esto creemos haber expuesto con suficiente detalle la aportación de la teoría sistémica
a la terapia de la pareja, tanto en su aspecto teórico como práctico. Antes de terminar,
pensamos que puede ser útil ampliar el marco y examinar en toda su complejidad los
procesos
6. PENSAR activados
CON LAporBOCA
las resonancias
LLENA de nuestras interacciones sistémicas.
«Pensar con la boca llena». Hemos decidido iniciar este último capítulo con el hermoso
título del libro de Judith Schlanger. Nos parece adecuado describir nuestro proyecto, que es
la imagen, a través del espejo del suyo.
Judith Schlanger parte de la superabundancia de hechos, de la imbricación entre los datos
de la experiencia para observar cómo se autoriza alguien a extraer de ellos los aspectos que
realmente cuentan, los aspectos fiables sobre los cuales puede construirse una teoría.
También examina el hecho de que numerosas teorías nieguen implícitamente el proceso
activo de selección que les ha dado srcen. Se consideran la imagen objetiva de pleno
derecho de un fenómeno natural, lo cual las hace adoptar una postura crítica respecto a
cualquier otro intento explicativo. Sin embargo, como señala J. Schlanger, «lo interesante
desborda por todos lados a lo verdadero... De acuerdo en que el conocimiento racional tiene

aque desprenderse
través en ycierta
del rechazo medida de
la negación de las
la nebulosa del exceso,
conexiones» pero 1983).
(Schlanger, no definiéndose para ello
Nuestro proyecto opera en sentido inverso. Partimos de una explicación racional, el nuevo
pensamiento sistémico, que se propone tener en cuenta esta superabundancia de hechos.
Querríamos establecer modelos que no amputen ni simplifiquen lo real, modelos de la
complejidad. A través de la descripción de un modelo sistémico de terapia de pareja hemos
podido seguir algunos procesos de transformación ocurridos en el terapeuta y en la pareja.
Ahora nos interesa averiguar si los fundamentos sistémicos del método le permiten alcanzar
justamente su objetivo de dar cuenta de la densidad v exuberancia de los hechos, sin perder
de vista su aspecto pragmático, que sigue siendo terapéutico. Intentar averiguar si un
método puede proponerse un constante proceso de innovación y evolución, sin renunciar
por ello a su fiabilidad.
En otras palabras, quisiéramos verificar la hipótesis según la cual el terapeuta que toma
como referencia un proyecto de elaboración de un modelo de la complejidad no sólo está en
75
condiciones de «pensar» sin más, esto es, de orientar su actuación de manera lógica, sino
también de «pensar con la boca llena»; es decir, sin excluir a priori, como fútil y
discordante, ninguno de los hechos introducidos en la relación terapéutica por el individuo
o de los hechos introducidos por la cultura.
Para dar una idea de la exuberancia de los hechos que nos preocupan, señalaremos que la
literatura constituye una interesante fuente de información. En efecto, es un caleidoscopio
en el que vemos girar lo humano en multitud de situaciones, en el que se imbrican las
épocas,
todos noslasinteresa,
situaciones, lasnos
lo que culturas, siempre
convierte destacando
en lectores, como
a saber: aspecto decisivo
la búsqueda lo que aLos
de un sentido.
escritores, guardianes de los hechos, intervendrán en este capítulo en cierto modo como
árbitros de la amplitud de las simplificaciones que puede introducir una teoría de las
relaciones humanas.
Consideramos que se trata de una reflexión importante en términos teóricos para determinar
la legitimidad de la perspectiva sistémica. El interés del modelizador sistémico por
comprobar si la polarización que introduce en la densidad de lo vivido tiene las propiedades
esperadas bastaría para justificar estas reflexiones. Pero hay algo más. En estas
consideraciones aparentemente teóricas, vuelve a aparecer un tema totalmente pragmático,
el de la posibilidad misma de transmisión del saber. Ya lo hemos mencionado antes, en
particular al tratar del fomento de los niveles 2 y 3 de aprendizaje.
Al seleccionar las «perturbaciones» útiles en el contexto de la relación entre sistema tratado
ynuestra
sistema tratante, aldeproponer
percepción determinados
la densidad «objetos
de los hechos. flotantes»,
Para que actuamos
la pareja guiadoslapor
pueda «captar»
imagen que le proponemos y utilizarla en favor suyo en adelante, es preciso, en medio de la
exuberancia de los datos, que de algún modo ya esté presente en ella un germen de esta
«nueva» visión. La visión útil es, por tanto, una visión «revelada», no una visión
transmitida de forma pasiva. Quien la hace suya, la incorpora al instante como propia.
Resulta interesante, cautivadora, como nunca podrá serlo una tabla de multiplicar que, pese
a un laborioso aprendizaje, siempre continuará siéndonos ajena. Cualquier esfuerzo
terapéutico útil debe abordar, por tanto, la densidad de los hechos presentes en el individuo
y en la cultura.
Citaremos por primera vez a Milan Kundera, cuyas palabras volveremos a evocar en varios
momentos: «La novela descubre el inconsciente antes que Freud, la lucha de clases antes
que Marx, practica la fenomenología (la búsqueda de la esencia de las situaciones humanas)
antes que
Proust, los fenomenólogos.
quien Cuántas
no conoció a ningún magníficas «descripciones
fenomenólogo» fenomenológicas» hay en
(Kundera, 1986).
Por nuestra parte, añadiremos que el psicoanalista, el marxismo, la fenomenología, han sido
modelos importantes porque tenían posibilidades de hallar resonancia en la densidad de los
hechos compartidos en un momento histórico dado. Esos modelos eran obscuramente
necesarios para una toma de conciencia colectiva y, por eso mismo, dieron frutos una vez
expuestos de manera lógica.
Comprobar que la novela contemporánea, en tanto que contenido de la conciencia
colectiva, se ha adelantado a los teóricos sistémicos en el conocimiento sistémico del
mundo sería un buen indicio para nosotros. Una señal prometedora en cuanto a la posible
utilidad de las aportaciones sistémicas en múltiples campos.
A continuación intentaremos examinar, por tanto, qué conexiones pueden establecerse entre
el modelo sistémico y el individuo, la pareja, la sociedad, tal como los conocemos a través
de nuestra cultura.
76
EL MODELO SISTÉMICO Y EL INDIVIDUO
Antes de proceder a una selección de acciones que le aportarán un significado, el individuo
siempre ha considerado esencial establecer la prueba de su existencia. Pero esta prueba
esencial no es unívoca. Su textura parece cambiar con el tiempo y, en consecuencia, debe
ser objeto de un consenso general. En efecto, si la prueba que aporto no convence a los
demás, tampoco será convincente para mí.
La prueba de la existencia
En la Edad
prueba de laMedia, pordel
voluntad ejemplo, la No
creador. situación es relativamente
tiene necesidad simple. El
de interrogarse hombre
sobre es la
su propia
existencia, pues ello pondría en entredicho el buen juicio divino. El cuestionamiento de este
punto de vista, con la Revolución Francesa, tiene una representación metafórica adecuada.
La desaparición de los registros eclesiásticos hace necesario el «certificado de existencia»,
la «fe de vida». De pronto, el garante de la existencia de una persona ya no es Dios, o el
clero que le representa, sino sus vecinos o sus compañeros de regimiento, inversión
cognitiva cargada de consecuencias (véase el documento de la pág. 161).
Indudablemente, a lo largo de más de dos siglos de positivismo, la Razón tiende a relevar a
Dios. Se asigna un lugar al hombre dentro de un orden natural clasificador. A principios de
siglo, esta presentación austera y anónima de lo humano se enriquece con las importantes
aportaciones del psicoanálisis, de la explicación psicológica de las motivaciones
individuales.
Sin embargo,
superado a juzgar
realmente el por los del
dilema testimonios de ladenovela
«certificado contemporánea,
existencia», todavía
la necesidad de lano hemos
intervención del otro como testigo indispensable que nos obliga a actuar de determinada
manera para lograr que nos autentifique.
Franz Kafka expone este argumento de forma obsesiva, en particular en El proceso. No
sabemos nada de K., no conocemos su pasado, ni sus gustos, ni su edad, ni su aspecto. Sin
embargo, no dudamos de su existencia puesto que la Justicia intenta someterlo a un
proceso. Demuestra su existencia en un intento de liberarse de la sospecha de una
descripción que hacen de él y que él desconoce, a saber: la acusación. Sus adversarios, que
neutralizan sus esfuerzos, forman parte integrante de esa prueba única de la existencia de
K., la imposibilidad de justificarse y escapar de la trampa (Kafka, 1933).
El mismo tema de personas que se adhieren a conciencia a su papel en una interacción de
oscuro significado y con ello obtienen una prueba suficiente de su existencia reaparece a
menudo
los en los
tártaros), autores
Max contemporáneos.
Frisch PodemosItalo
(Llámame Gantenbein), citarCalvino
aquí a Dino Buzzati
(Si una noche(Eldedesierto
inviernode
un viajero) y la mayoría de las novelas de Milan Kundera.
Como manifestaba este último en una entrevista: «La novela moderna no examina la
realidad, sino la existencia. Y la existencia no es lo que ha ocurrido, la existencia es el
campo de las posibilidades humanas, todo aquello de lo cual es capaz... Tanto el personaje
como su mundo [los otros] deben entenderse, por tanto, como posibilidades» (Kundera,
1986).
Como en el modelo sistémico, las expectativas se centran sobre todo en las posibilidades de
interacción, en la posibilidad de crear juegos de relación anticipándose a ellos, más que en
una comprensión psicológica o histórica del camino recorrido. Más que desprenderse el
devenir de la historia, será ésta la que se configurará a través del devenir.
Pruebas faustas, pruebas nefastas

77
Siguiendo la pista abierta por estos autores, el hecho de situar el punto de gravedad en un
futuro posible, pero no totalmente anticipable, hace más aleatorio, más vulnerable al
personaje contemporáneo. Milan Kundera habla de una trayectoria ineluctable hacia la
levedad.
En el ámbito de la pareja, por ejemplo, el testimonio que cada uno ofrece al otro puede
constituir, según los casos, una prueba fausta o por el contrario nefasta para el individuo.
Veamos primero el desenlace feliz del relato de Milan Kundera, El doctor Havel diez años
más
amigatarde. Havel,
actriz cuya identidad
que acuda reside
al balneario en ha
donde serestado
reconocido
pasandocomo seductor,
algunos días le
enpide a su
dolorosa
soledad:
«Havel, que vivía desde hacía algunos días en una humillante invisibilidad se deleitaba al
observar el interés de quienes pasaban por su lado y deseaba atraer hacia él la mayor parte
posible de esos destellos; cogía a la actriz por la cintura, le cuchicheaba toda clase de
dulzuras e invitaciones a la oreja... Y, bajo tantas miradas, Havel sintió que empezaba a
recuperar su visibilidad perdida, que sus rasgos indecisos se volvían perceptibles y nítidos,
y volvió a sentirse orgulloso del placer que le procuraba su cuerpo, sus pasos, todo su ser»
(Kundera, 1970).
En otro cuento del mismo libro, El juego del autostop, descubrimos, en cambio, una prueba
nefasta de existencia a través de la pareja. Una joven pareja, cuyas mal definidas vivencias
comunes parecen apoyarse sobre todo en una cierta ternura, parte de vacaciones en coche.
Una serie de azares
desconocido llevanIntentarán
de relación. a los dos jóvenes a acordar
representar, a modotácitamente explorar
de juego, una un modelo
relación en que ella
figurará ser una autoestopista libertina y él, un conductor cínico y licencioso. Papeles, como
es obvio, totalmente contrarios a lo que creen ser y esto es precisamente lo que les fascina.
Lo que no podían imaginar es que el modelo que creían estar explorando se convertiría, en
el espacio de una noche, en la realidad de su pareja. La interacción regida por el círculo
lógico entre venalidad y sadismo, plano mítico y ritual del juego explorado, les ratifica, en
el marco de la pareja y contra su voluntad, en su nueva identidad. Su devenir como pareja
pronto deja de situarse en un lugar anterior al juego, para ir más allá de éste hasta alcanzar
un punto sin retorno. Se han perdido el uno para el otro tal como antes se conocían.
De nada sirve que la joven repita sollozando: «Yo soy yo, yo soy yo». Kundera responde:
«El callaba, sin moverse y comprendiendo demasiado bien la triste inconsistencia de la
afirmación de su amiga, donde lo desconocido se definía en virtud de lo desconocido
mismo»
Otras (Kundera, 1970).
identificaciones
No pretendemos presentar a Milan Kundera como un defensor de la teoría sistémica. Igual
que nadie dirá que Marcel Proust demuestra la validez del psicoanálisis y Emile Zola la del
positivismo. Los grandes escritores son fundamentalmente testigos de su tiempo.
Simplemente se trata de poner de manifiesto que el universo cognitivo compartido, la
densidad de la cultura que nos impregna, no constituyen un magma indiferente al tiempo.
Más bien son comparables a un océano donde, junto a capas inmóviles de agua, residuos de
corrientes desaparecidas, se encuentran otras corrientes conocidas y también corrientes
nuevas.
Por lo que al individuo respecta, la literatura moderna añade al mapa oceánico de lo
cognitivo una fuerte corriente centrada en las finalidades existenciales, en la exploración de
las posibilidades de relación. Lo cual no significa que el individuo haya perdido el sentido
de la introspección, de la historia o de los valores. Muy al contrario, sigue percibiendo la
78
influencia de estas corrientes, pero se encuentra sometido sobre todo a la acción de la otra
corriente hasta ahora desconocida, y todas ellas se entremezclan de forma aún confusa.
EL MODELO SISTÉMICO Y LA PAREJA
Elisabeth Badinter escribió, en 1986, en un capítulo titulado «¡Antes la soledad que la
coacción!»: «El constante aumento del número de divorcios es un fenómeno patente desde
hace unos quince años en el conjunto de los países industrializados, tanto en Oriente como
en Occidente (...) El divorcio afecta primordialmente a las parejas jóvenes, después de tres
orestricciones
cuatro años-sociales,
de matrimonio, y a lasopoblaciones
económicas urbanas en
religiosas- vigentes menos sometidas
algunas a lasLas
regiones...
estadísticas tienden a demostrar que las mujeres reaccionan más amargamente que los
hombres contra los inconvenientes de la vida conyugal» (Badinter, 1986).
Es decir que la pareja, vista sólo como la institución estable que antes era, ya pertenecería a
la historia.
Pero habría que preguntarse si es realmente imprescindible interpretar esta evolución sólo
como el triunfo de lo Razonable, como parece hacer la autora cuando cierra su libro con la
siguiente conclusión: «Si no puedo estar caliente contigo, prefiero estar cómodo conmigo
mismo. Pero con ello dejamos atrás la vieja lógica de la oposición que engendraba odio y
guerras. Entre lo caliente y lo tibio, ya no queda lugar para el resto».
Aunque sin duda algo ha ocurrido, ¿qué es lo que ha pasado? La idea de una «mutación»
que lleva al rechazo de las tradiciones, superadas por obra de un hedonismo razonado, nos
parece unayapreocupante
La pareja no es lo quesimplificación.
era
Sin duda la pareja, en tanto que estructura manifiesta, ya no parece tener el peso social que
poseía antes. Con la estabilidad ha perdido también el poder. Ya nadie resuelve sus
problemas con un «buen» matrimonio. De nada debe avergonzarse ya quien lleva una vida
de soltero.
¿Pero qué se ha hecho de la pareja en tanto que concepto denso, del núcleo complejo de
ideas que se activa cuando pensamos en la pareja? Difícilmente puede rechazarse la idea de
que este mismo concepto denso también se ha transformado. El problema está en
comprender la naturaleza de esta transformación.
Retomando la idea del océano de lo cognitivo, parece innegable que también en el caso de
la pareja existe una corriente de superficie sumamente poderosa que, en el espacio de dos
gene raciones, ha modificado por completo las condiciones de navegación.
Pero, ¿es del
totalidad estoconcepto
motivo suficiente
de pareja para decir, una
ha sufrido como no vacilan
mutación, queeneste
hacer muchos,
océano queveces
varias la
milenario ha dado paso, en el espacio de algunos decenios, a un mar completamente
distinto? De acuerdo con esta proposición, que nos parece simplificadora y poco
fundamentada, sería difícil hablar de pareja en la actualidad, puesto que nos hallaríamos
ante un nuevo concepto, un nuevo tipo de pareja y todo estaría por explorar.
Pero, ¿no será que las dificultades que plantea el manejo del concepto proceden más bien
de la asombrosa complejidad de las masas marinas, entrevista al tratar del individuo? El
choque de la violenta corriente superficial contra otras corrientes subyacentes todavía
poderosas produce remolinos que hacen prácticamente imposible la navegación. En vez de
dictar las leyes de la nueva pareja, más bien convendría intentar comprender sus
contradicciones internas.

79
Margaret Mead, con toda su sabiduría de etnóloga, ya destacó en 1948 todos los
imperativos, irreconciliables de hecho, que debe cumplir la pareja moderna para poder
percibirse como tal.
Para empezar, el hombre y la mujer tienen que haberse escogido el uno al otro. «No sólo se
recomienda, sino que se exige esta reciprocidad. Las cosas son más sencillas si los padres
están de acuerdo, pero ni la ley ni la sociedad lo prescriben. A los jóvenes que permiten la
injerencia de sus padres en sus proyectos conyugales se les considera faltos de madurez
afectiva,
joven y lacuando no corrompidos
joven ideales poreleluno
se escogen dinero o las
al otro influencias
y se casan pesefamiliares. Enobstáculos.»
a todos los efecto, el
Este tipo de elección, la elección romántica, también se encuentra en las sociedades
primitivas muy reducidas; pero en ese caso, la elección se realiza entre ocho o diez
muchachas procedentes de un medio idéntico al del muchacho y que éste conoce casi de
toda la vida. Los riesgos no son demasiado grandes. Por el contrario, como señala Margaret
Mead, la elección romántica que sigue prevaleciendo en nuestra sociedad no es una guía
demasiado fiable para escoger para toda la vida, entre millares de otras, a una persona a
quien se ha conocido por breve tiempo y que sin duda procede de un medio totalmente
distinto al propio.
La elección romántica también tiene por efecto que la nueva unión no deba parecerse en
ningún caso a la de los padres. «La vida, el destino que cada uno escoge están en función
del futuro, sin ningún lazo o aún en contradicción con el pasado. La primera señal de la
asimilación de un hijo
tampoco ayudarán a losdehijos
inmigrantes es su material.
en el aspecto matrimonio«Elfuera
temordel grupo.» Los
a depender del padres
padre o del
suegro está siempre presente para incitar a la joven pareja a redoblar sus esfuerzos, pues la
madurez nunca puede considerarse definitivamente adquirida, sino que está en función de
la capacidad de ganarse la vida.»
Sin embargo, en la idea misma de una elección totalmente personal, intuitiva, de la pareja,
que hemos denominado elección romántica, existe otra paradoja aún mayor, que Margaret
Mead describe como sigue: Si se «prescinde de toda consideración práctica para demostrar
que en efecto se trata de una cuestión de amor», la confirmación de que las personas están
enamoradas, y por tanto no se han engañado, debe proceder de su buena armonía en todos
los ámbitos, del mutuo respeto y de una colaboración equitativa.
«Un hombre debe encontrar a una joven que sea como su hermana gemela en todos los
aspectos: medio familiar, religión, educación, experiencia, en unas circunstancias que les
permitan
por creer
razones a ambos eque
intrínsecas se flan escogido
independientes el uno
de todas al otro,
esas entre millones
consideraciones» de candidatos,
(Mead, 1948).
En consecuencia, nos parece legítimo llegar a la conclusión de que la pareja moderna sólo
dispone en apariencia de la libertad que se le atribuya y que tan a menudo reivindica. La
Libertad de elección a su disposición es, de hecho, restringida. Debe tener en cuenta, en
profundidad, las múltiples y contradictorias interdicciones citadas
La elección romántica es tanto una señal de acatamiento del deber de romper con una
antigua norma, como un medio para la auténtica satisfacción de las propias necesidades. La
pareja, sometida a presiones culturales, se ve empujada a aceptar unos desafíos que pueden
pareces, irrazonables: escoger sin apelar a la razón y hacer una elección sensata;
distanciarse del pasado y transmitir una tradición viva, tomar como pareja a un extraño y
encontrar a una alma gemela en él.
La pareja contemporánea es una organización frágil
Cuando se publicaron Madame Bovary (Flaubert, 1857) o El amante de Lady Chatterley
80
(Lawrence, 1928) cabía pensar que una pareja podía desafiar el consenso social.
Actualmente, podría afirmarse más bien lo contrario: es la evolución social la que
representa un desafío para la pareja.
En 1948, cuando Margaret Mead escribió su libro, su propósito era ofrecer una descripción
característica de la pareja norteamericana en contraposición a la europea. Atribuía la
paradójica situación de la pareja a 1A exhortación a rechazar el pasado y afianzarse
sólidamente en el presente inmediato, inherente a la cultura de los Estados Unidas.
«Es
Timopreciso defender
la única, y esto
siempre sóloojohapuesto
con un de hacerse
en el considerando
futuro, que tallavez
realidad
puedapresente 11todo (...)
cambiarlo
Si el matrimonio fracasa, es señal de que no era lo que debía ser, pero tal vez la próxima
vez fea la vencida. Cada empleo, cada hogar, cada amigo y cada enamorado puede ser
acogido, así, con afán y optimismo, y ningún fracaso sufrido a lo largo del camino excluye
definitivamente la posibilidad de llegar a tener más éxito en el futuro.»
En el seno de esa cultura, la constante obligación de hacer una buena elección tiene como
ineludible consecuencia la necesidad de estar dispuesto a cambiar de opinión en cualquier
momento. Esto introduce una fragilidad en la pareja.
«En un contexto que nada podía romper, uno podía permitirse las discusiones, los enfados,
las crisis de distanciamiento o de obcecación. Ahora cualquier disputa conduce a
interrogantes del tipo: « ¿Quieres que nos divorciemos? ¿Tengo ganas de que nos
divorciemos? ¿Deseará ella el divorcio? ¿Se habrá acabado todo? ¿Ya hemos llegado a
esto?»
Esta excelente descripción sobre el terreno permite constatar que la cultura que describe
Margaret Mead al otro lado del Atlántico en los años cuarenta ha pasado a ser la cultura
occidental, por no decir la cultura mundial, con la salvedad de algunos pocos islotes
culturales o religiosos menos permeables a la influencia occidental.
En una cultura centrada en la transformación permanente, la detección y utilización
permanente de las posibilidades, con la mirada siempre parcialmente fija en el futuro y casi
nunca dirigida hacia el pasado, la pareja sin duda se ha vuelto frágil. Pero frágil no es
sinónimo de débil.
La pareja contemporánea también es una organización fuerte
En un mundo en continua transformación, todo saber transmitido despierta suspicacias. Los
viejos ya no son sabios investidos de autoridad, los padres no se atreven a hacer valer su
experiencia, los educadores se interrogan sobre lo bien fundado del saber que transmiten. El
saber ya noque
descubre, es resuelve
conocimiento de lo hasta
problemas previamente existente, sinoSealgo
ahora desconocidos. que se
pueden inventa,por
descubrir se azar
restos de saber en los libros, pero siempre habrá que extraerlo y traducirlo para aplicarlo al
presente, pues la situación se modifica continuamente.
En este contexto, la pareja es uno de los escasos marcos de vida libres de sospecha, puesto
que también se inscribe en esta movilidad, esta necesidad de anticipar el futuro. Las
familias de srcen, el Estado, la Iglesia, el medio en que se ha vivido la infancia, tienden a
poner límites, exigen una fidelidad al pasado que puede restar disponibilidad al individuo,
hacerle perder oportunidades. No ocurre lo mismo con la pareja. Sus dos integrantes ven su
campo de acción en el futuro.
Para los cónyuges, la pareja parece poder conciliar la necesidad de estabilidad y el deseo de
transformación.
Es un espacio donde pueden expresarse sus deseos y sus aspiraciones, convertidos en el
fundamento mismo de la creación de una nueva cultura, para recibir de este modo la
81
confirmación simbólica de su legitimidad. En la pareja se da, por tanto, una fijación y
legitimación de lo personal no satisfecho. También es el espacio donde se establecen, se
armonizan y se hacen realidad los proyectos, un espacio creativo donde se configuran las
estrategias que permitirán alcanzar ciertos objetivos algún día. La pareja permite, a la vez,
soportar mejor el hambre y lograr la saciedad.
Organización flexible que crea sus propias normas, preocupada por las posibilidades del
momento y orientada hacia finalidades futuras, la pareja moderna aparece, por tanto, como
una
Sus estructura
fundamentos fuerte, sin competidoras
biológicos, reales
confirmados poren
la el ámbito de la
aparición loscultura.
hijos en esta vida de
pareja, también aseguran su predominio. La procreación representa en cierto modo una
apropiación del futuro y un lazo tácito con el pasado, que completa un perfil hasta ese
momento sintonizado exclusivamente con el presente v el futuro inmediato.
V Los «colectivos» y otras soluciones alternativas tuvieron que ceder rápidamente
ante la considerable fuerza de la pareja. En nuestro descubrimiento de la pareja,
organización compleja, recorrida por nuevas corrientes superficiales, frágil y fuerte en
relación a la cultura, nos hemos alejado bastante de la esterilla eléctrica aleatoria que
parecía querer presentarnos Elisabeth Badinter como metáfora adecuada de la pareja
contemporánea.
EL MODELO SISTÉMICO Y LA SOCIEDAD
¿La emergencia del modelo sistémico responde a una necesidad?
La culturade
búsqueda contemporánea parece caracterizarse
finalidades, incredulidad por su movilidad,
ante los grandes inquietud,
mitos explicativos. creatividad,
Parece bastante
evidente que nos encontramos en una fase de transición.
La cultura está ávida de información, de nuevos planos, pero también se muestra
insatisfecha y pronta a rechazarlos. Parece existir una confusa necesidad de otro tipo de
planos capaces de llenar un vacío, una confusa necesidad de un nuevo orden cognitivo que
haga innecesario el perpetuo carrusel de teorías contradictorias.
¿Puede considerarse que existe una cierta afinidad entre este orden que se echa en falta y el
que anuncia la nueva teoría sistémica en sus intentos de establecer modelos de la
complejidad?
Este nuevo orden excluye la dominación de la cognición sobre el sistema complejo, ya sea
un individuo, una pareja o una empresa. Excluye la eliminación del misterio del fenotipo a
través del trazado de un plano del mismo. Aborda el sistema complejo sin intentar
transformarlo
espacio de unaenregulación,
algo previsible y sin sorpresas.
que recoge Reconoce
información, que se tratalasdememoriza,
toma decisiones, un objeto activo,
las
coordina y de este modo consigue estar en condiciones de imaginar y de concebir nuevas
finalidades (Le Moigne, 1990). Esta construcción de modelos, al contrario de lo que ocurre
con la amputación a través de la simplificación, sólo exige de un sistema vivo que sea
inteligible y que permita realizar un trabajo en común capaz de sacar a la luz diversas
posibilidades de su fenotipo.
¿La inquietud que se detecta en la cultura, los nuevos interrogantes, el modelo de la nueva
teoría sistémica, corresponden a una progresión del entendimiento humano? Decimos
progresión y no progreso, pues es muy difícil prever a dónde nos conducirá todo esto. Esta
progresión, si en efecto existe, parece tan global como ineluctable. El espíritu humano, que
cada vez se contenta menos con los grandes mitos explicativos, como contrapartida se ve
obligado a relativizar sus propios modelos y a aumentar su complejidad.

82
Se produce entonces una sincronía entre la evolución de la cultura y la emergencia de las
teorías necesarias. Podríamos avanzar que nuestros contemporáneos están en condiciones
de pensar de forma sistémica antes de que haya llegado a formalizarse la teoría sistémica.
La aportación teórica es tanto más útil por cuanto ya existen las condiciones para su
transmisión retórica. La nueva teoría corresponde a lo que ya se sabe confusamente, pero al
tratarse de un conjunto lógico y no sólo de una impresión difusa, también difiere
suficientemente de ello para despertar interés. Suscita asimismo la adhesión, pues su
carácter
Doctor ycoherente permite solicitando
madame Bovary, descubrir muy
unapronto
terapiaposibilidades hasta ahora
de pareja. También desconocidas.
las empresas, los
negocios, eran antaño sistemas cerrados, con una estructura fija gestionada por una persona
claramente identificada, y que prosperaban o se iban a pique sin plantearse la posibilidad de
transformar su organización.
Actualmente, cualquier empresa se considera como un sistema abierto cuya supervivencia
depende de su constante capacidad de adaptarse a nuevas situaciones. Los actores del
sistema son intercambiables, la estructura modificable, los detentadores del poder fluctúan
al compás de las especulaciones bursátiles. La pareja, la familia, por su función
esencialmente reflexiva, son sistemas más cerrados y menos dependientes del contexto que
la empresa moderna. La función por completo transitiva de esta última, a saber, la
satisfacción de demandas externas sobre las cuales ejerce escasa influencia, le impone una
total apertura y la rápida búsqueda de ayuda exterior en caso de dificultades.
Puede decirse,
representa porcontrario
por el tanto, que
la la terapia dea pareja,
traducción lejosbastante
un sistema de constituir un fenómeno
particular, por sus singular,
dimensiones y su función, de una necesidad que experimentan la mayoría de los sistemas
humanos.
Apertura de los sistemas humanos
El saber sistémico ha podido desarrollarse porque algunos sistemas humanos se han abierto
al contacto con otros sistemas humanos, no en demanda de una alianza o de un dictamen,
sino en busca de ayuda para poder funcionar mejor. Esto que puede parecernos lógico,
representa no obstante un fenómeno relativamente reciente.
Hace poco tiempo que este tipo de demanda se ha incorporado a nuestras costumbres.
Antes, los sistemas humanos: pareja, familia, empresas, funcionaban como sistemas
cerrados. Sería difícil imaginarse al príncipe y la princesa de Cléves, o incluso al
La conclusión sería entonces que, trátese del individuo, de la pareja o de la sociedad, la
abundancia y que,
Constatación complejidad de los hechos nos
lejos de inquietarnos, desbordan el marco
reconforta, pues de
estálaen
teoría sistémica.con el
consonancia
universo epistemológico cuyos contornos empezamos a entrever. Ya no nos proponemos
llegar a dominar la complejidad encuadrándola en unos planos, ahora dialogamos con ella
por intermedio de modelos.
Nos falta demostrar que trabajar con la pareja de acuerdo con el método propuesto también
es una forma de «pensar con la boca llena», que la vivencia de la terapia no puede reducirse
al protocolo invariable, ni para el terapeuta ni para la pareja. Con esto daremos por
concluida esta presentación de una terapia sistémica de pareja. A fin de disipar cualquier
equívoco, conviene repetir que el hecho de que la realidad no sea reducible al modelo no
inquieta en absoluto al terapeuta sistémico. Al contrario, es un indicio de la adecuación del
modelo al fenómeno en cuestión. Este necesariamente es, por naturaleza, más denso y más
rico que el modelo que tiende a representarlo.
EL MODELO SISTÉMICO Y EL DIÁLOGO PAREJA-TERAPEUTA
83
Diálogo y densidad de los interlocutores
Una vez abandonado el planeta Alfa y desechado la perturbadora metáfora de la reparación,
la pareja y el terapeuta abordan una nueva densidad en el planeta Beta. Ya no pueden
servirse de los planos ilusorios que proponía la pareja al efectuar su demanda, recurriendo a
la alegoría de la enfermedad.
Las exigencias del protocolo invariable no les dejan más salida que concederse
recíprocamente una auténtica mirada, adoptar una actitud de sincera curiosidad con
respecto
avanzando al el
otro. Al principio,
proceso, el otro se
esta opacidad resulta enigmático
transforma y opaco.y Luego,
en densidad a medida que va
complejidad.
El desarrollo de la terapia de pareja no se propone crear transparencias. La creación común
que es una terapia, los rasgos distintivos que individualizan la aportación de cada cual,
contribuyen a hacer aún más comprensible y natural esta densidad, en la cual reside la
singularidad del otro. La impresión de haber desvelado el secreto del otro, de haber dejado
sus planes al descubierto, sería un indicio de una peligrosa pérdida de contacto con lo real y
de una tendencia a la fusión.
En circunstancias ideales, la pareja y el terapeuta se separarán satisfechos, pues la densidad
del otro resiste la toma de conciencia recíproca que resulta al recorrer el protocolo
invariable. Persiste una legítima curiosidad por el devenir del otro, pero ningún sentimiento
de responsabilidad angustiada con respecto a él.
Diálogo e interrogación existencial
Las
no seanteriores
refieren, consideraciones
obviamente, sólosobre
a un las densidades
fenómeno que respectivas
aparece en eldecontexto
la parejade
y del
unaterapeuta
terapia.
Nos ocupa, en términos más generales, la densidad existencial de cada individuo que se
desprende de la auto-referencia del modelo que lo organiza. Lo cual, por otra parte, sólo
representa una de las caras de la medalla de la auto-referencia. La otra es, paradójicamente,
la de la duda que ésta introduce, de la «levedad del ser», que exige, como ya hemos
señalado, un «certificado de existencia», una «fe de vida», en forma de autentificación a
través de la mirada del otro.
El protocolo descrito comprende ejercicios sistémicos que conducirán ineluctablemente a
los componentes de la pareja a tomar contacto, cada uno por su lado, con estas dos
vertientes de su autonomía cognitiva: la densidad y la levedad del ser. No entra dentro de
los límites de la terapia de pareja interrogarse sobre esta toma de conciencia, ni la forma
que adoptará en cada persona. Sólo nos interesa subrayar que lo que sucede en el curso de
este diálogo
miembros desingular desborda necesariamente el marco de la simple relación entre los
la pareja.
No se trata de una simple extrapolación basada en la teoría. En el curso de estas terapias
surgen múltiples evidencias concretas de este hecho. Algunos clientes comunican
espontánea mente su impresión de que la transformación personal experimentada después
de una terapia de pareja de unos seis meses de duración es, a su entender, más importante
que la alcanzada a través de una psicoterapia individual de varios años. Otros manifiestan
haber resuelto problemas profesionales o familiares no mencionados en ningún momento
durante la terapia. Cabe señalar también que no necesariamente existe una relación directa
entre estas transformaciones «fuera de contexto» y la satisfacción de esos clientes con la
terapia en tanto que terapia de pareja propiamente dicha.
Diálogo y creación artística
Diálogo y nuevo humanismo

84
Aludimos aquí sobre todo a la expresión a través de esculturas, al concepto del «espacio
intermedio» y a los «objetos flotantes» que actúan como postes indicadores.
Cuando se escucha, situados detrás del espejo unidireccional, el primer intercambio de las
frases convencionales de rigor entre la parejas y el terapeuta, al inicio de la primera sesión
del protocolo invariable, cuesta creer que dentro de pocos minutos esas personas, todavía
prisioneras de la situación convencional de asistencia del planeta Alfa, conseguirán crear
conjuntamente algo tan singular como pueden ser las estatuas vivientes, creaciones a
menudo
Luego semuy bellas,
efectúa bellísimas
el traslado incluso.Beta e invariablemente ocurre lo increíble. A lo
al planeta
largo de las sesiones van configurándose las estatuas vivientes, los cuadros de ensueño, el
simbolismo de los contra-rituales, los combates metafóricos que circunscriben el modelo
organizativo. El «espacio intermedio» se llena de «objetos flotantes» y se convierte en
«huella de la terapia».
Esta carga artística tan constante forma parte de la complejidad de la experiencia y tiene un
considerable poder de convicción, tanto sobre la pareja como sobre el terapeuta, que
desborda ampliamente el actual contexto de la teoría sistémica. Sin embargo, sabemos que
no es posible crear algo bello si previamente no ha habido unas vivencias importantes. El
artificio o la mentira no pueden dar lugar a una creación artística. Más aún, la creación de
algo bello da fe de la vitalidad del sistema humano, de sus posibilidades evolutivas. Hace
reaparecer una densidad donde todo empezaba a parecer transparente.
A
quemenudo
el otro hemos observado
era capaz un cambio
de representar brusco en
la relación de una
expresión en los
escultura cónyuges
viviente y un al descubrir
cuadro de
ensueño. Ante la sorpresa de lo bello resulta difícil mantener los estereotipos.

A punto de dar por terminada esta obra y «pensando con la boca llena», tal vez por fin sea
legítimo plantearse si la aparición de este nuevo tipo de terapia coincide con, y forma parte
de, un fenómeno más general que de hecho implicaría una revisión de la razón humana.
Hasta la fecha, los cánones del entendimiento humano se han basado en la aceptación de
unos parámetros externos que servían como guías para el pensamiento. El pensamiento
justo se ha guiado por parámetros sagrados en la Edad Media, estéticos en el Renacimiento,
emocionales en el Romanticismo, y finalmente lógicos durante todo el período positivista.
¿Hemos entrado en una importante fase de transición en la cual el entendimiento humano
empieza a tomar conciencia de una autonomía hasta ahora ignorada y se interroga sobre la
posible
¿A existencia
través de parámetros
de qué artificios intrínsecos?
llegamos a la conclusión de que sabemos? ¿Qué mundo creamos
a través de su contemplación? ¿En qué medida el modelo que construimos de un objeto
puede favorecer su evolución o su destrucción?
Esta nueva conciencia, aunque se manifieste en el curso de un diálogo, en una terapia de
pareja o en otro contexto, también está estrechamente ligada, por otro lado, a los problemas
eco nómicos, ecológicos y políticos que empiezan a plantearse a escala planetaria en todas
partes. Problemas que tienen su srcen en el hecho de que el hombre, por efecto del
desarrollo tecnológico, ya no tiene un medio ambiente, sino que él mismo es ese medio
ambiente, en virtud de su influencia sobre la naturaleza.
En nuestro actual contexto, aunque el hombre no haya creado srcinariamente el mundo, al
menos lo crea en su vida cotidiana, al plasmarlo en modelos destinados a destruirlo o
protegerlo. En consecuencia, no existe otro mundo que el que tenemos en la cabeza, lo cual
nos remite nuevamente a la responsabilidad de pensar lo que pensamos.
85
¡Cuán lejos puede llevarnos una terapia de pareja!
GLOSARIO
Absoluto (de una relación). Representación de esa relación compartida por los participantes
en la misma, en virtud de la cual se estructura el sentimiento de pertenencia. Véase modelo
organizativo.
Auto-referencia-Procesos autorreferenciales. Los individuos y los sistemas humanos tienen
posibilidad de definirse emitiendo una opinión sobre sí mismos de un nivel lógico A,
justificada
basado en lapor otra opinión
opinión emitida
expresada segúna un
el segundo nivelA.lógico
nivel lógico B, por
Véanse, a suejemplo,
vez lógicamente
los procesos
autorreferenciales que enlazan el plano mítico y el plano ritual en el modelo organizativo de
una pareja. Gracias a su capacidad de autorreferencia, los sistemas humanos son
relativamente independientes de los cambios contextuales.
Cibernética. Ciencia que estudia los sistemas complejos: máquinas, organismos biológicos,
grupos humanos, a través de sus mecanismos de regulación interna y con especial atención
a sus finalidades.
Cibernética de la cibernética o Cibernética de segundo orden. Estudio de las condiciones en
que los sistemas humanos toman conciencia de sus mecanismos de regulación interna y de
sus finalidades, transformando de ese modo esos mismos mecanismos de regulación y esas
finalidades. El observador es consciente de su participación activa en la creación de la
observación, «se observa observar» y con ello transforma radicalmente el carácter de su
observación.
Complementariedad. Una relación es complementaria cuando un tipo de comportamiento
en uno de los participantes en la relación suscita en el otro un comportamiento de tipo
distinto que completa el comportamiento del primero y lo hace comprensible. La relación
entre la madre y el lactante es un ejemplo de relación complementaria.
Connotación positiva. Técnica utilizada con frecuencia en la intervención sistémica
primaria. Consiste en un comentario del terapeuta que destaca y da mayor resonancia a
todos los aspectos positivos de los comportamientos observados dentro del sistema
solicitante de ayuda, absteniéndose de todo matiz crítico o de duda. El propósito es disociar
al terapeuta del papel de juez y perturbar por un medio no agresivo la homeostasis del
sistema.
Constructivismo. Véase nueva teoría sistémica.
Homeostasis. Estado interno relativamente estable de un sistema, basado en mecanismos de
autorregulación.
Lenguaje analógico. Se habla de lenguaje analógico cuando existe una similitud entre los
signos utilizados para expresar algo y el contenido de lo expresado. El lenguaje analógico
no se basa en las palabras, sino en el tono de voz, las expresiones de la cara, las actitudes
corporales. El número de signos utilizados por el lenguaje analógico es limitado y éstos son
poco adecuados para la expresión de conceptos abstractos. En cambio, son de una gran
precisión para describir las relaciones humanas.
Lenguaje digital. En este caso no existe ningún tipo de similitud entre el signo utilizado y lo
que se expresa. Así, por ejemplo, no existe ninguna relación lógica entre el nombre de un
objeto y el objeto mismo. El lenguaje digital permite transmitir mensajes mucho más
complejos en comparación con el lenguaje analógico.
A diferencia del lenguaje analógico, el lenguaje digital puede afirmar la no existencia de
una cosa. También puede explicar una expresión a través de otra, creando jerarquías lógicas

86
dentro del discurso. El lenguaje digital cuenta con numerosos signos, a saber, las palabras,
pero éstos poseen escasa precisión en el caso de las relaciones humanas.
Meta-sistema. Todo sistema humano es, de hecho, una acotación arbitraria del modelo que
elaboramos, puesto que todo sistema pertenece, por un lado, a sistemas más amplios y
contiene, por otro lado, otros sistemas menores. En el contexto del presente estudio,
consideraremos el meta-sistema como un sistema transitorio resultante de la interacción
prolongada entre dos sistemas naturales, por ejemplo: una familia y una escuela, una pareja
_y un terapeuta.
propiedades Esta meta-sistema,
autorreferenciales como tododesistema,
características se crea a través
la meta-sistema. de la emergencia de
Una meta-sistema
terapéutica o de intervención debe tender a su propia destrucción a través de protocolos
definidos más o menos claramente. En efecto, la finalidad de una meta-sistema de este tipo
es restituir sus propias capacidades de evolución a los dos sistemas temporalmente
fusionados en virtud de la demanda de ayuda.
Modelo, Modelización. Representación mental esquemática que, por un lado, debe
concordar con los datos de una teoría explicativa concreta y, por otro, debe conservar los
aspectos esenciales del objeto que se observa. Por ejemplo, las esculturas vivientes y los
cuadros de ensueño de una pareja constituyen un modelo que a la vez concuerda con el
concepto general del carácter autorreferencial de los sistemas humanos y también expresa
determinadas particularidades de la relación de pareja considerada.
Modelo organizativo. Modelo de la construcción mental que organiza un sistema humano
en el momento
observación: el de la observación.
plano El modelo organizativo
ritual (o fenomenológico), sintetiza
que describe dos planos de
los intercambios que tienen
lugar dentro del sistema en el ámbito de los comportamientos; y el plano mítico, que
resume las convicciones que sostiene el sistema. El método postula, además, una
recursividad lógica entre ambos planos conceptuales, en virtud de la cual cada uno legitima
al otro. El ritual no es concebible sin el mito y el mito explica el ritual. El modelo
organizativo refleja, por tanto, la propiedad de auto-referencia de los sistemas humanos.
Paradigma de la complejidad. Se basa en la decisión del observador que opta por utilizar el
modelo de la cibernética de segundo orden para descodificar las informaciones que recibe
del sistema observado. En consecuencia, el observador procura sacar a la luz las
posibilidades y alternativas del sistema considerado, en tanto que sede de procesos
organizados y organizativos. Se pone el acento en la imposibilidad de llegar a conocer
íntegramente ese proceso, lo cual remite al concepto de complejidad y hace necesario
elaborarteoría
Nueva un modelo a partir
sistémica. de las propiedades
Pensamiento sistémicoglobales dellasistema
basado en observado.
cibernética de segundo or den o
cibernética de la cibernética. En este marco epistemológico, lo que el observador percibe es
justamente la actividad misma de observar. El observador se observa observar. Bajo esta
perspectiva queda excluida por principio la neutralidad del observador, que siempre debe
incluirse dentro del campo de su observación. En términos teóricos generales, la nueva
teoría sistémica es, en la práctica, sinónima del constructivismo.
Paradigma de la reparación. Se basa en la decisión del observador que opta por utilizar un
modelo causal lineal para descodificar la información recogida. El observador se dedicará a
identificar los ámbitos en los que funciona satisfactoriamente el sistema observado y
aquellos en que se detectan bloqueos o interacciones improductivas. Esta identificación
permitirá intervenir luego sobre las causas probables de los problemas detectados, como
por ejemplo, trastornos en la comunicación o confusión jerárquica, con el propósito de
eliminarlas.
87
Objeto flotante. Concepto derivado de la nueva teoría sistémica. En este contexto teórico, la
terapia aparece como un proceso de perturbaciones recíprocas que se desarrolla entre dos
sistemas autorreferenciales. Se espera que este proceso desestabilizador tenga por efecto
una transformación paralela de ambos sistemas a través de una actividad creadora común, a
saber, la «co-creación» de nuevos conceptos y nuevos modelos útiles para ambos sistemas
en su interacción. Las esculturas, las tareas de cambio, las metáforas, los relatos sistémicos
que van surgiendo a lo largo de los encuentros son pruebas concretas de esta actividad co-
creadora.
estricto noSon lo que denominamos
pertenecen objetos
ni al sistema que flotantes
efectúa de la terapia.
la intervención ni alEnsistema
efecto,tratado,
en sentido
pero su
presencia permanecerá como rastro visible del proceso evolutivo recorrido conjuntamente
por ambos sistemas.
Planeta Alfa. Espacio metafórico en el cual predomina el paradigma de la reparación.
Planeta Beta. Espacio metafórico en el cual predomina el paradigma de la complejidad.
Protocolo invariable. Sucesión de etapas predeterminadas de un proceso terapéutico de
entrevistas, que sitúa al terapeuta en tanto que sistema en una posición simétrica con
respecto al sistema tratado. El terapeuta debe «co-evolucionar» como participante en el
proceso creativo de las entrevistas y abstenerse de «encauzar» la evolución del sistema
tratado en una dirección supuestamente favorable. El protocolo invariable tiene como
fundamentos teóricos la nueva cibernética y el paradigma de la complejidad Supra-lógica.
Tipo de razonamiento deductivo propio de un sistema. Los miembros del sistema aceptan
como lógica la
organizativo supra-lógica
compartido, de aquél,
substrato de toda vez que ésta
la estructura tiene sus raíces
autorreferencial en el modelo
del sistema. En
consecuencia, su coherencia sólo resulta inteligible para el observador en la medida en que
éste ha conseguido forjarse un modelo del modelo organizativo del sistema considerado en
la nueva teoría sistémica: la familia más uno, el protocolo invariable, tienen por objeto
incitar al sistema demandante a reivindicar de nuevo su modelo organizativo, soporte de su
identidad. Entonces, el tercero quedará incluido en el encuentro y el proceso terapéutico
podrá desarrollarse según el paradigma de la complejidad.
Simetría. Una relación es simétrica cuando el comportamiento de uno de los componentes
de la pareja suscita un comportamiento idéntico en el otro, a menudo con un intento de
emulación entre ambos. El comportamiento simétrico es natural en determinadas
situaciones, por ejemplo, en la competición deportiva o escolar.
Teoría sistémica de primer orden. Pensamiento sistémico basado en la cibernética de primer
orden. El terapeuta
autorregulación del postula
sistemasu neutralidadEn
considerado. en consecuencia,
la observaciónpodrá
de losescoger
trastornos de
la intervención
más idónea para perturbar el equilibrio del sistema demandante según criterios lógicos
generales, sin tener en cuenta la especificidad de su propia observación.
Tercero (incluido/excluido). Desde una perspectiva sistémica, todo sistema humano aparece
como un conjunto de individuos más un «tercero» simbólico, que representa el modelo
organizativo del sistema más o menos conscientemente compartido por esos individuos. La
demanda de ayuda crea una situación paradójica, toda vez que el sistema demandante, al
solicitar explícitamente el juicio objetivo de un experto, se ve obligado a disimular la
srcinalidad fundamental del «tercero», en virtud de la cual sería absurdo apelar a un saber
universal. El tercero que representa el modelo organizativo queda excluido, por tanto, del
diálogo con el experto y el sistema se presenta como una máquina averiada, situando de
entrada el encuentro en el ámbito de un paradigma de reparación. Las técnicas inspi

88
BIBLIOGRAFIA
BADINTER E., L'un est 1'autre, París, Odile Jacob, 1986. BATESON G., Vers une écologie de
1'esprit, t. 1 y II, París, Le Seuil, 1977 (trad. cast.: Pasos hacia una ecología de la mente, Buenos
Aires, Lohlé).
BATESON G., La nature et la pensée, París, Le Seuil, 1987. BENOIT J.-C., Les doubles liens,
París, PUF, 1981.
BUZZATI D., 11 deserto dei Tartari, Milán, Arnoldo Mondadori, 1945 (trad. cast.: El desierto de
los tártaros, Madrid, Alianza, 1990).
CAILLÉ P. y HAARTVEIT H., «Les difficultés de la relation de couple ou le visage sombre de
Janus»; «Bien ne va plus... Cinq couples á la recherche d'un nouveau texte», en La Thérapie
familiale telle quelle, textos presentados por Y. Rey, París, ESF, 1983.

CAILLÉ P., Familles et thérapeutes. Lecture systémique d'une interaction, París, ESF, 1985, 2.a
edición 1991.
CAILLÉ P., «L'intervenant, le systéme et la Irise», Thérapie familiale, 8 (4), 1987, págs. 359-370.
CAILLÉ P. y REY Y., Il était une fois... Du drame familial au conte systémique, París, ESF, 1988.
CAILLÉ P., «La famille plus un... ou 1'espace de liberté du thé'rapeute», Cahiers critiques de
thérapie familiale et de pratiques de réseaux, 12, 1990, págs. 91-102.
CALVINO L, Se una notte d'inverno un viaggiatore, Turín, Giulio Einaudi, 1979 (trad. cast.: Si una
noche de invierno un viajero, Madrid, Siruela, 1990).
188 UNO MÁS UNO SON TRES
BIBLIOGRAFÍA 189
CANCRINI
psicoterapia,L., La psicoterapia:
gramática y sintaxis,grammatica
Barcelona,ePaidós,
sintassi,1991).
Roma, NIS, 1987 (trad. cast.: La
CHASE P.J., Jeux finis, jeux infinis... Le par¡ métaphysique du joueur, París, Le Seuil, 1988.
ELKATM M., Si tu m'aimes, ne m'aime pas... Approche systémique et psychothérapie, París, Le
Seuil, 1989.
FLAUBERT G., Madame Bovary (1857), París, Gallimard, 1961 (trad. cast.: Madame Bovary,
Madrid, Alianza, 1989).
FREUD S., «Psychologie collective et analyse du Moi» (1921) en Essais de psychanalyse, París,
Payot, 1972 (trad. cast.: Psicología de las masas y análisis del yo, Barcelona, Orbis, 1987).
FOERSTER H. von, Observing Systems, Intersystems pub., Seas¡de (Cal.), 1981.
GOOLISHIAN H. y ANDERSON H., «Human Systems as Linguistic Systems», Family Process,
27, 1988, págs. 371-394.
IBSEN H., «Et dukkehjem» (1879) en Samlede Verker, Olso, Gyldendal, 1978.
JACKSON D.D., «Family Rules - Marital Quid Pro Quo». Arch. Gen. Psychiat., 1965(a), págs.
589-594.
KAFKA, F., Le procés, París, Gallimard, 1933 (trad. cast.: El proceso, Madrid, Cátedra, 1989).
KUNDERA M., Risibles amours, París, Gallimard, 1970. KUNDERA M., L'insoutenable légéreté
de Pétre, París, Gallimard, 1984 (trad. cast.: La insorportable levedad del ser, Barcelona, Tusquets,
1987).
KUNDERA M., L'art du roman, París, Gallimard, 1986 (trad. cast.: El arte de la novela, Barcelona,
Tusquets, 1987).
LEDERER W.J. y JACKSON D.D., The Mirages of Marriage, Nueva York, 1968.
LEMAIRE J.G., Le couple, sa vie, sa mort - la structuration du couple humain, París, Payot, 1979.
LE MOIGNE J. L., La modélisation des systémes complexes, París, Dunod, 1990.
LOSSO R. y PACKCIARZ DE LOSSO A., «La coppia vista dalla psicoanalisi», Terapia familiare
notizie, 7/8, 1988, págs. 15-22. MATURANA H. y VÁRELA F., The Tree of Knowledge, Boston,
Shambala publ., 1987 (trad. cast.: El árbol del conocimiento, Madrid, Debate, 1990).
MEAD M., L'un et 1'autre sexe (1948), París, Denoél/Gonthier, 1966.

MIURA I. y SASAKI R.F., The Zen Koan, Nueva York, Harcourt, Brace & World, 1965.
89
MORIN E., La méthode, I. La nature de la nature, París, Le Seuil, 1977.
MORIN E., La méthode, II. La vie de la vie, París, Le Seuil, 1980.
NEUBURGER R., L'irrationnel dans le couple et la famille, París, ESF, 1988.
ONNIS L., Corps et contexte, París, ESF, 1989.
PAOLINO T.J. y MCCRADY B.S. (comp.), Mariage and Marital Therapy, Nueva York,
Brunner/Mazel, 1978.
PIRANDELLO L., «Six personnages en quéte d'auteur» (1921) en Maschere nude, Milán,
Mondadori, 1958 (trad. cast.: Seis personajes en busca de autor, Universidad de Valencia, 1990).
SCHLANGER
BOSCOLO L., J., Penser laG.
CECCHIN bouche pleine,
y PRATA G.,París, Fayard,
Paradoxe 1983. -SELVINI
et contre paradoxe,PALAZZOLI M., (trad.
París, ESF, 1978
cast.: Paradoja y contraparadoja, Barcelona, Paidós, 1988).
SELVINI PALAZZOLI M., CIRILLO S., SELVINI M. y SORRENTINo A.M., Les jeux
psychotiques dans la famille, París, ESF, 1990 (trad. cast.: Los juegos psicóticos en la familia,
Barcelona, Paidós, 1990). SIMON H.A., Reason in Human Affairs, Stanford, Stanford Un¡versity
Press, 1983.
STENGERS L, «Transmission de savoirs et nouvelles formations de pouvoirs» en Formations et
pratiques en thérapie familiale, textos presentados por M. Elkaim, París, ESF, 1985. STENGERS I.,
Découvrir la complexité, Cahiers du CREA, 9, 1986, págs. 223-254.
VÁRELA F.J., «A Calculus for Selv-Reference», Int. J. General Systems, 2, 1975, págs. 5-24.
WATZLAWICK P., (comp.), The Invented Reality, Nueva York, W.W. Norton, 1984 (trad. cast.:
La realidad inventada, Barcelona, Gedisa, 1990).

90

Vous aimerez peut-être aussi