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Trucos
INFALIBLES
Para
Adelgazar
¿Perder peso, sin dieta? Sí. Y estas son las claves.
1-Come Más
Sí, has leído bien. Lo que tu metabolismo necesita para mantenerse activo
es que no te pongas en "modo restrictivo", cuanto más lo prives
de alimentos, más retendrá lo poco que le des. SÍ. Haz cinco comidas
al día que empiecen con un buen desayuno, dos tentempiés sanos, una
comida inteligente (en función de la actividad física que vayas a hacer
después) y una cena ligera. Cada digestión gasta energía, así que si
controlas las raciones, tu cuerpo empezará a quemar más
calorías. NO. Te saltes comidas, lo único que conseguirás es ir
acumulando hambre, ralentizar tu metabolismo y potenciar el efecto
rebote si haces dieta.
Las legumbres, los cereales, el pan o la pasta integral no son los culpables de tus kilos de
más. Tus enemigos son los dulces industriales, el pan de molde, los snacks
salados (aléjate de la máquina del trabajo), los cereales azucarados y los
alimentos refinados. Este tipo de carbohidratos de digestión rápida son
los que descontrolan tu IG, es decir tu índice glucémico o nivel de insulina
en sangre. SÍ. Toma siempre hidratos en el desayuno y cómelos al medio día (un plato
de pasta, arroz o legumbres) si por la tarde vas a hacer ejercicio. Toma
legumbres al menos tres veces en semana (su fibra es fantástica para tus
intestinos y te quitan el hambre durante horas) y el resto de hidratos
mejor integrales, ya que se vierten lentamente al torrente sanguíneo, no
producen picos de insulina y no se cumulan en forma de grasa como los
refinados. NO. A los hidratos de carbono por la noche. De todo lo que venga
envasado y tenga pinta de fast food, olvídate.
5-Descubre el azúcar encubierto
¿Comes poco, intentas que sea sano y aún así no consigues bajar de
peso? La clase puede estar en el azúcar blanco, un producto químico que
no aporta ningún nutriente al organismo y sí muchas calorías. ¿No tomas
azúcar? Puede que no se lo añades al café pero estés tomándolo a través
del pan de molde, las verduras envasadas, las sopas o purés de tetrabrick,
el fiambre, el salmón ahumado, los yogures, los alimentos
precocinados… sólo tienes que empezar a leer las etiquetas de lo que
compras para llevarte las manos a la cabeza y darte cuenta de la
cantidad de azúcar que ingieres sin querer. Menos energía. Todo ese
azúcar es el que provoca picos de insulina, que siempre tengas hambre y
que estés baja de energía.
6-¡Quiero dulce!
Como te decíamos antes, muchas veces no son los alimentos en sí los que
te engordan sino la forma y el momento en que los comes. Por ejemplo,
los hidratos son recomendables por la mañana o al medio día si después
vas a hacer un esfuerzo físico, pero no por la noche, cuando se
acumularían durante el sueño. Para cenar son mucho más ligeras las
proteínas, sobre todo si has hecho ejercicio, ya que son el alimento de los
músculos. También es importante combinar bien los alimentos: pasta y
proteínas siempre "casan" con verduras, pero no van demasiado bien
juntas, ya que dan como resultado platos demasiado calóricos y difíciles
de digerir. La forma de cocinar los alimentos también resulta
fundamental: mejor frescos, al vapor, al horno o a la plancha.
10-Muévete más