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RESUMEN DE LA REFORMA ORTOGRÁFICA

En el año 2010 la Real Academia Española de la Lengua (RAE) realizo la


reforma ortográfica da la lengua española. A partir de entonces algunas reglas
de la gramática del español han cambiado en todos los países
hispanohablantes. Se han producido cambios en varios aspectos de la
ortografía del idioma, como por ejemplo, en el alfabeto, en el uso de los
prefijos, en la escritura de cargos institucionales, en el uso de la conjunción
disyuntiva "o", en la acentuación de las palabras que traen el pronombre
pegado a su estructura (norma vigente desde el año 1999), etc. Sin embargo el
cambio más notable fue en el uso de la tilde, el acento gráfico dejo de ser
usado en una parte significativa de casos. Y ese uso, aun hoy, después de
años pasados, causa gran dudas de escritura a los estudiantes y hasta mismo
a los nativos de el idioma español. Pues las marca gráfica no es más usada en
algunas palabras muy comunes en español, palabras esas que las personas
tenían la costumbre de escribir con mucha frecuencia. Como por ejemplo
"guion". Ese cambio ocurrió principalmente en la acentuación de los
monosílabos, que dejaran definitivamente, ahora sin excepciones (hasta mismo
in las formas verbales), de llevar tilde cuando el acento tónico recae en la vocal
fuerte(a,e,o) formando diptongos o triptongos. Además de los cambios
obligatorios, aun existen una serie de recomendaciones en que la RAE hace
sugerencias a respeto de la acentuación y del uso de algunas palabras.

Entre los cambios se puede destacar: cuanto al alfabeto, se excluyen


definitivamente del abecedario los signos ch y ll, ya que, en realidad, no son
letras, sino dígrafos. El alfabeto del español queda así reducido a veintisiete
letras. El prefijo ex, así como los demás prefijos, se deberá unir a la base de las
palabras. Solo se separará cuando modifica a dos palabras: "exnovio", "ex
comandante general". No hay más tilde diacrítica en la conjunción disyuntiva
"o" escrita entre números :" 1 o 2", "500 o 600"; o sea, la "o" no lleva más tilde
en nengún caso. Todos los cargos institucionales se deben escribir en
minúscula "el rey Ruan Carlos", "el presidente Macri". Otro punto importante es
la escritura sin tilde de las formas verbales seguidas de pronombres átonos,
pues ellas se escriben y se pronuncian como una sola palabra. Desde la
reforma académica de 1999, estas palabras se someten como las demás a las
reglas de acentuación gráfica del español, sin constituir ninguna excepción. Por
tanto, formas como "deme" no lleva tilde, pues es una llana terminada en vocal,
lo mismo ocurre con "estate" y "detente", por ejemplo. Sin embargo, formas con
el pronombre añadido que resulten ser esdrújulas deberán llevar acento:
"mirándolo". También las formas del imperativo de segunda persona del
singular características del voseo deben someterse a las reglas de acentuación
gráfica del español, así "pensá", por ejemplo, lleva tilde por ser aguda
terminada en vocal, pero si se le añade un pronombre, deja de escribirse con
tilde por convertirse en llana terminada en vocal: "pensalo".

Sin embargo, es la supresión del uso de la tilde en la totalidad de los


monosílabos con diptongos y triptongos un dos puntos de la reforma que
ocasionan más dudas. El acento gráfico fue eliminado en substantivos como
"guion" y ""truhan" e en las formas verbales monosílabas como "fie", "liais", etc.
Aunque esas apalabras han pasado a escribirse como la regla general de los
monosílabos, dejando de configurarse excepciones, cuesta mucho a los
estudiantes extranjeros y hasta mismo a los nativos del español acostumbrasen
con la supresión de la tilde en palabras muy utilizadas. También les cuesta, a
veces, percibir los triptongos presentes en "guion" y "truhan", por ejemplo,
como monosílabos. Con todo, esas palabras y otros nombres, así como
también, las formas verbales que presentan encuentro entre dos vocales
débiles, encuentro entre una vocal débil y una fuerte o dos vocales débiles y
una fuerte en que el acento tónico recae en la vocal fuerte no se deben dividir
silábicamente, por tanto, formas como "hui", "liais", "fiais", "fieis", "pie", entre
otras, deberán ser consideradas monosílabos y , por eso, no llevar tilde, ya
que los monosílabos no se acentúan gráficamente, salvo los que llevan tilde
diacrítica (como el/él).

En la reforma ortográfica, aún hay las recomendaciones de la RAE: se


recomienda que se utilice una solo denominación para las letras que tienen
más de un nombre con tradición en diferentes zonas del ámbito hispánico. Por
ejemplo: la "B" debería llamarse solamente "be", no "be grande" o "be larga", la
"V" solamente "ve", no "ve chica" o "ve corta", tampoco se recomienda
denominar a la "Y" como "i griega" sino como "ye", entre otras. Sin embargo, la
nueva ortografía no pretende interferir que cada hablante o país permanezca
utilizando el nombre al que esté habituado. También se recomienda eliminar la
"Q" de los términos extranjeros, cuando la "Q" represente el fonema /K/ deben
substituir esa "Q" por las grafías propias de la ortografía española para
representar dicho fonema, por eso es mejor escribir, por ejemplo, "Irak" con "k",
"Catar" "C" y "cuórum" también con "C". También se recomienda que los
extranjerismo y latinismo no adaptados deben escribirse en los textos
españoles con algún tipo de marca gráfica, preferencialmente en letra cursiva o
comillas. En cambio los extranjerismos y latinismos adaptados se escriben sin
nengún tipo de resalte y se someten as reglas de acentuación gráfica del
español. Por ejemplo: "Me encanta el ballet clásico"/ "Me encanta el balé
clásico". Otro ponto muy importante de las recomendaciones, y que todavía ha
causado mucha discusión, es que no se debe utilizar la tilde diacrítica en los
pronombres demostrativos para distinguirlos de los determinantes, y también la
polémica supresión de la tilde en el adverbio "solo" para distinguirlo del
adjetivo "solo", incluso en los casos de doble interpretación. Esa supresión, aún
hoy, es muy discutida entre los estudiosos, escritores y hablantes del español,
pero los académicos de la RAE argumentan que las ambigüedades se
resuelven generalmente con el contexto. Y, en el caso del adverbio "solo" se
pueden resolver con el uso de sinónimos, como "solamente" y "únicamente".

Por tanto, la reforma ortográfica de la RAE ocasionó cambios en varios


aspectos del idioma español, como en el alfabeto, en el uso de prefijos, en uso
de nombres de cargos oficiales y en el uso del acento gráfico. Los cambios en
uso del acento gráfico son los que más ocasionan dificultades y dudas, sobre
todo en los monosílabos. Además de las reglas obligatorias, aún hay las
recomendaciones de la RAE cuanto las nominaciones de las letras,
extranjerismos y la polémica supresión de la tilde diacrítica en los pronombres
demostrativos y en el adverbio solo.
Entre los vário cambios podese destacar, Por tanto Digite uma mensagem...

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