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AGAMENON EN LA ILIADA

En la Ilíada de Hornero se describe a Agamenón como un líder con coraje y


valentía, pero a la vez muy arrogante, testarudo y frío que muchas veces se
dejaba guiar por sus propios deseos o caprichos, sin tener en cuenta la opinión de
los demás, tratando a sus iguales como si fueran vasallos. El propio Hornero
comenta que Agamenón salió hacia Troya embarcado con cien flotas y que tenía
en su poder un cetro de marfil entregado por Hefesto.
Agamenón complicó las cosas al reclamar para sí a la amante de Aquiles, Briseis,
luego de haber entregado a su esclava Criseis a su padre Crises, uno de los
tantos sacerdotes de Apolo.
Por esto, y sumado a que no le agradaba demasiado su comandante desde antes,
Aquiles comenzó a cultivar un profundo resentimiento, rechazando volver a
batallar. Así, los griegos comenzaron a perder una contienda que tenían
dominada. En uno de los ataques, las tropas enemigas prendieron fuego los
barcos griegos.
Tras regresar de Troya, quedó bien en claro los pocos amigos que tenía
Agamenón. Su esposa, quién no le perdonó que ofrezca a Ifigenia en sacrificio, se
había convertido en la amante de Egisto, uno de los responsables de la muerte del
comandante. No hay una historia concreta sobre su muerte, ya que los poetas
trágicos han mencionado diferentes posibilidades y cada historia difiere de otra
pero la más aceptada suele ser la que comenta que tras volver fue invitado a un
banquete. En dicho banquete, Clitemnestra y su amante mataron a Agamenón,
aprovechando la ocasión para matar además a su amante Criseis. En el
inframundo, Odiseo se encontró con la sombra del caído comandante y Menelao,
su hermano, le erigió un monumento en el río Egipto.

Otra posibilidad, como la que cuenta Esquilo, fue que Clitemnestra lo mató sola,
arrojando una red sobre él mientras se bañaba y lo remataba de tres golpes. En
parte fue por sus celos de Criseis y por su vida adultera con Egisto. Por su parte,
Tzetzes comenta que la pareja lo asesinó. Eurípides y Sófocles cuentan que
Clitemnestra lo mayó arrojándole una red, siendo la causa de su enojo el ofrecer a
su hija como sacrificio. Al morir Agamenón y Criseis, sus dos hijos fueron
asesinados sobre la tumba de sus propios padres, en manos de Egisto.
Sin lugar a dudas, lo más llamativo de la historia de Agamenón fue lo sin
escrúpulos que vivió su vida, ofreciendo la vida de su hija para poder combatir y
defender el honor de su hermano, que era el único vínculo que le quedaba con su
adorado padre. Además, su instinto y capricho le jugaron en contra al buscar a la
amante de Aquiles, quedando sin uno de los hombres más importantes en la
guerra, lo que fue desencadenando en una serie de sucesos trágicos.
Si bien su muerte fue causada por su esposa y su amante, o por uno de ellos
(como prefieran tomar la historia), se puede decir que el propio Agamenón fue
condenándose a muerte, primero ganándose el odio de su esposa ofreciendo a
su hija, y segundo tomando una amante, lo cual puso en claro descontento a
Clitemnestra, que demostró ser una mujer con muchas agallas, y sin piedad ni
escrúpulos como el propio Agamenón.
Así, Agamenón quedó marcado como uno de los comandantes más épicos por
su impresionante valor pero también por un fuerte carácter que terminó
significando su perdición.
AQUILES EN LA ILIADA

Todos, en mayor o menor medida, hemos escuchado hablar de Aquiles, tal vez el
más destacado de los héroes de la mitología griega. Su descollante participación
en la Guerra de Troya, lo convirtió en el personaje más importante de la célebre
obra homérica “La Ilíada”. Su vida y su muerte han alimentado innumerables
leyendas que perduran hasta nuestros días. Su valentía, su belleza y su gran
determinación colocan a la figura de Aquiles como referencia del paradigma de
hombre a imitar, según las tradiciones griegas. Su relación con Patroclo, otro de
los personajes míticos de la Antigua Grecia fue objeto de controversias y
especulaciones.
EL NACIMIENTO DE AQUILES
Aquiles era hijo de la hermosa diosa Tetis y de un mortal: Peleo. Antes de su
nacimiento estaba escrita una predicción que sostenía que el hijo que engendrara
Tetis, por cualidades, iba a superar a su padre. Por eso, tanto Zeus como
Poseidón que había cortejado y buscado el amor de Tetis, renunciaron e tener
descendencia con ella, por miedo a que se cumpliera la predicción y el hijo de la
diosa destronara a estas figuras del Olimpo.
Tetis sabía que su hijo Aquiles estaba destinado a una muerte prematura, por eso
hizo todos los esfuerzos posibles para evitar un cruel desenlace en la vida de
Aquiles. Fue así que, en cierta oportunidad, cuando era aún un bebé, Tetis lo
sumergió en las aguas de la laguna Estigia, que llevaba al Averno. Quienes se
sumergían en ella se volvían inmortales, pero esto no ocurrió en el caso de
Aquiles ya que su talón – por donde lo sujetó su madre – quedó fuera de las aguas
y así siguió siendo mortal. De este hecho surge el concepto de “talón de
Aquiles” cuando se quiere hacer referencia a la parte vulnerable de alguna
persona.
Fue entregado, junto con Patroclo, al cuidado de Quirón, el centauro responsable
de la crianza de grandes personajes de la mitología griega. Con él, aprendió sobre
las artes, la guerra, y las ciencias. Se destacaba por su gran velocidad, por eso
Homero iba a referirse a él como “el de los pies ligeros”.
A medida que crecía, se iba destacando por su belleza, su determinación y sobre
todo por su arrogancia, aspecto este de su personalidad que le acarrearía
numerosos inconvenientes. También crecía su relación y su amor por Patroclo.

AQUILES EN LA GUERRA DE TROYA


La Guerra de Troya fue un conflicto bélico que enfrentó a una coalición de
ejércitos de pueblos griegos con la ciudad de Troya – también llamada Ilión – y
ocupa un lugar destacado dentro de la mitología griega ya que de esta guerra
participaron muchos de los héroes mitológicos.
El sitio a la ciudad de Troya duró más de 10 años y la figura de Aquiles adquirió
grandes dimensiones por su destacada participación. Aquiles y su ejército eran
temidos por los soldados troyanos que huían ante la sola presencia del héroe que
siempre estaba acompañado por Patroclo.
La figura de Aquiles llegó a eclipsar a la de Agamenón – líder de la coalición
aquea – y esto provocó numerosos problemas entre ellos. En cierta ocasión, los
griegos habían tomado prisioneras a varias mujeres de la realeza de Troya que
eran repartidas entre los líderes griegos para obtener favores sexuales. Agamenón
tuvo que devolver a la que le había tocado en suerte por exigencia de los dioses,
por lo que reclamó la entrega de la que estaba con Aquiles. Enfurecido con
Agamenón, retiró a sus tropas del combate y los troyanos comenzaron a obtener
victorias. Patroclo intentó convencer a Aquiles de volver a la batalla, pero esto fue
infructuoso por lo que, una noche se disfrazó con la armadura de Aquiles y
condujo al ejército a una gran victoria en batalla, pero Patroclo perdió la vida a
manos de Héctor.
La noticia de la muerte de Patroclo conmovió de tal manera a Aquiles que desató
una verdadera masacre entre las tropas troyanas y buscó a Héctor al cual le dio
muerte. Cada día, se paseaba ante las murallas que protegían a Troya con el
cadáver de Héctor arrastrado por su carro.

AQUILES Y PATROCLO
La muerte de Patroclo fue, tal vez, el hecho más significativo y que decidiera la
suerte de la Guerra de Troya.
Mucho se escrito sobre esta relación. Algunos la sitúan en el amor entre 2
hombres, lejos de una implicancia sexual. Otros hablan de ella como una relación
de tipo pederasta, debido a la gran diferencia de edad que existía entre uno y otro.
Lo cierto es que nadie ha podido ir más allá de las especulaciones sobre la
verdadera naturaleza de esta relación, salvo el enorme afecto que Aquiles sentía
por Patroclo, sentimiento que era mutuo.
A la muerte de Patroclo, Aquiles la convirtió en grandes funerales y en el
campamento que albergaba a los aqueos que asediaban Troya, dispuso la
celebración de juegos de competición en honor a su amigo.

LA MUERTE DE AQUILES
Los diversos aspectos de la personalidad de Aquiles habían sembrado tanto
admiradores como enemigos y estos se repartían entre la tierra y el Olimpo. Uno
de los dioses que sentía un gran rechazo por Aquiles era Apolo, quien fue el que
advirtió a Paris acerca del punto débil de héroe griego, su talón.
En medio de una cruenta batalla, Paris con su arco y con un certero flechazo en el
talón, logró darle muerte y de esta manera se cumplía la profecía que tanto había
mortificado a Tetis. Aquiles moría siendo muy joven, siendo un personaje
destacado de la mitología griega.

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