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CUATRO REPRESENTACIONES

DE LAS IMAGENES
ALUCINATORIAS ORIGINADAS
POR LA TOMA DEL YAGE

Po< MARIA ROSA MAllQl DE RECASENS


INTRODUCCION

E ste material ha sido entresacado de un conjunto de narra-


ciones etnográficas y antropológicas, recogidas durante conversa-
ciones con un indígena Siona que fue nuestro informador en los
meses de agosto y septiembre de 1963.
El bejuco yagé, especialmente común en las zonas hidrográ-
ficas de los ríos Caquetá, Putumayo, Amazonas, Vaupés y Apa-
poris, ha dado el nombre a una bebida alucinógena obtenida gene-
ralmente del Banisteriopsis Quitensís, y de algunas variantes de
. la familia Malpighiaceae que han sido descritas con detalle por
varios autores (cf. bibliografía). Por otra parte, son numerosas
también las publicaciones etnográficas y antropológicas que se
refieren a las prácticas asociadas al consumo del yagé. Igualmente,
los estudios sobre los grupos de indios Siona permiten conocer
con detalle su estructura cultura!. Nos remitimos a la bibliografía
general sobre estos aspectos y limitamos este estudio a la descrip~
ción y análisis de cuatro dibujos, acompañados de la exposición
verbal dada por el informador citado.

Sistema y materiales de expresión.


Durante el curso de la investigación, nuestro informador ha
producido una extensa serie de dibujos que complementan gráfica-
mente las informaciones verbales sobre diferentes temas de antro-
pología cultura!.
Para obtener la información, acostumbramos sugerir el tema
en sus líneas generales; a continuación se le deja en plena liber-
tad de expresión ~ientras se toman notas completas de sus pala-
bras, gestos y detalles significativos. Reunido este primer mate-

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ríal por temas, se solicita que lo exprese por medio de un dibuJo
y terminado éste se plantea nuevamente el comentario de cada
uno de ellos para observar las diferencias, ampliaciones, cambios
y reducciones posibles entre la primera narración y las posterio-
res. De esta manera confrontamos las dos o más descripciones
sobre un mismo tópico y sólo al final se formulan preguntas con-
cretas sobre detalles que se ha considerado necesario aclarar o
que necesitan completarse.
Hemos comprobado que en estos dibujos el factor tiempo se
presenta comprimido. Aparece lo que para el informador consti-
tuye la escena principal, pero también se introducen elementos que
en la narración no se dan al mismo tiempo, y que, por correspon-
der a su transcurso histórico no podrían darse juntos, no obstante
consideramos muy decisivos estos elementos "permanentes",' y ha
sido posible comprobar que son seleccionados únicamente porque
su importancia es considerada como capital para el narrador.
Los materiales usados son papel blanco, lápices comunes, lá-
pices de color y barritas de pastel. Se comprueba que no todos los
colores disponibles son utilizados y que el proceso de representa-
ción se ordena así: primero se ha' dibujado con bastante detalle
por medio'de una línea fina el contorno de cada objeto, usando
un lápiz común de grafito; a continuación se colorea imagen por
i¡nagen; el fondo nunca se rellena, dejándose cu'idadosainente lim-
pio el blanco del papel. Las hojas, piedras y objetos o figuras se
"iluminan" escogiéndose como colores en orden' de preferencia:
amarillo, verde (único color que se mezcla con ot~o' y a veces su-
perpuesto el amarillo), ocre, rojo pouzolis, bermellón, violeta y
azul prusia, reforzándose al final Ém algunas,' ocasiopes cierta~ lí-
neas en negro.
La composición del dibujo es siempre apaisada. Aun en los
casos que la hoja de papel se ha colocado verticalmente, se ha
dibujado la mitad inferior obteniéndose una predominante hori-
zontal.
En sus dibujos no usa los recursos de la perspectiva geomé-
trica occidental ni tampoco los de una perspectiva caballera, no
existe interés en la representación en profundidad y ,sólo en muy
pocos detalles se indican superposiciones de objetos sobre .los del
fondo, pero nunca se utiliza esta sobreposición como sistema de
indicación de perspectiva. En otra serie de dibujos que no pre-
sentamos, pudo comprobarse que el tamaño de los objetos o perso-

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najes está dictado por la importancia de los mismos y nunca por
la distancia a q\le se encuentr~n con respecto al observadpr.
El concepto de represe!1tación es bidimensic;mal y las escenas
se, presepian .como de~cripciones de un tiempo completo y no como
imágenes de un instante importante. ,El tiempo tiEme un val?r
de presencia y permanencia.. El fondo neutro del papel coloca la
representación en un plano intemporal, no existe la sombra ni el
claroscuro. ' " ...
El narrador 'considera que estas cuatro representaciones co-
rresponden a las 'visiones alucinatorias realmente importantes de
su experiencia personal al tomar "yagé".

Las descripciones.
En realidad fueron muy lacónicas, como si tuviesen el cará-
ter de un recuerdo global, donde sólo se mantenían los elementos
importantes y habían desapárecido los detalles, que muy reducidos
en su primera presentación, posteriormente sufrieron cambios y
ampliaciones cuando después de realizados los dibujos se producía
la 'autointerpretación.
En este caso· la' técnica: de investigación consistió en ampliar
detalles como los de preguntar por' el, nombre de los animales o
de las plantas representadas. A consecuencia de un proceso confa-
bulatorio inducido por la .presencia del dibujo y su comentario a
petición nuestra, se ampliaron las ¡:Iescripciones originales.

'NARRACIONES',

Generalidades.
LQs datos generales 'sobre el tema 'del yagé se obtuvieron del
informador en base únicamente a nuestra 'solicitud de que nos
contase qué sabía con respecto·a la forma de tomarlo" y cuál era
su uso. El orden de la conversación y las palabras han sido con·
servadas en la forma original de dicción; consideramos importan-
te no alterarlas dándoles .una forma literaria correéta. ,Su trans-
cripción es 1;1 siguiente:
"De la planta del 'yagé, cuando el bejuco está grueso. se le
quiebran las ramas y lo llevan a la casa.

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"La mata es cultivada y. dura todo el tiempo.
"Se le raspa una cáscara que tiene, y la parle blanda se saca
por tiritas. Se pone en un pilón de madera hasta que quede mo-
lida y se le agregan unas hojas de otra clase de yagé, (posible-
mente el Banisteriopsis Rusbyana o Banisteriopsis Inebrians, por
la forma más amplia de sus hojas según dibujos más detallados
que obtuvimos posteriormente).
"A lo que está bien molida se le echa agua y con un cedazo
se cierne y se pasa a una olla usada para esto y nada más. Esta
olla es distinta de todas las otras, (por su decoración).
"La primera vez que usan la olla y cuando el cacique ya se
ha emborrachado con una ollada, le canta a la olla.
"Cuando él ha cantado, los demás que lo acompañan también
borrachos van y silban a la olla y ésta queda consagrada y nadie
puede tocarla, sólo el cacique y los ayudantes.
"Las ollas sólo puede hacerlas una mujer especial que sabe
cómo deben hacerse.
"Hoy sólo las hace mi abuela y mi mamá, las demás no saben
hacerlas, si supieran las harian. (Se entiende que no hay prohi-
bición especial para que otras mujeres dejen de fabricarlas, no
obstante el mismo informador nos asegura que el cacique prohibió
hace algún tiempo que se vendiese cualquier clase de cerámica
a causa de lo reducido de la producción).
"Si de pronto se rompe la olla y ya está consagrada, viene
un viento y derriba las casas que hayan por allí.
"Si el que la rompió es sugestivo se le presenta alguna cosa,
por ejemplo un tigre para hacerlo asustar. (El término 'consa-
grado' en el párrafo anterior y la palabra 'sugestivo' de éste, .son
elementos nuevos en su léxico aculturado como consecuencia del
contacto con investigadores).
"Siempre hay repuestos de ollas, y hay que consagrarlas lo
mismo que la otra.
"Las hojas de la otra mata de yagé, (seguramente B. R'Ik-
byana y B. Inebrians o B. Caapi que parecen ser las' empleadas),
es menos fuerte y la borrachera es más lenta, en cambio la otra
(B. Quitensis) lo emborracha de una vez. Del primero le echan
hojas y parte carnosa.
"Hay una casa especial para beber yagé, en el monte, allá
se cultiva y allá se prepara y se toma, porque es peligroso tomarlo
fuera por si muere.
"Una vez murió un cacique, estaba borracho, cantaba lindo,
decia que se acercaba a dios, levantaba los brazos y cogia lindos
collares y frutas, caña, .piña. Cogió una piña y se la acercó al
pecho quedando muerto instantáneamente. Los demás habrian
muerto de estar borrachos, pero no lo estaban.
"El cacique murió por pasar una mujer enferma (menstruan-
te), por esto murió el cacique.
"Las mujeres embarazadas, también traen mala suerte y cuan-
do dan a luz se mueren.
"Los maridos de las mujeres embarazadas, tampoco pueden
pasar por la casa del yagé, porque los que están tomando se des-
mayan, no mueren. Al marido no le pasa nada.
"Las vasijas del yagé, cuando muere el curaca las botan al
río porque él puede haber rezado oraciones para que las enfer-
medades que él padezca dejarlas alli, entonces es peligroso el
contagio.
"Si en vida le piden tomar en su vasija, y él la presta no
pasa nada".
Termina así la información original sobre el yagé, y no se
pidió ampliación alguna por el momento.

Narraciones de las experiencias personales en la toma del yagé.


Conociendo que el informador había tomado yagé en diversas
ocasiones, se le pidió la descripción más completa posible, insis-
tiendo sobre sus alucinaciones. Transcribimos a continuación la
primera narración dada:
1~ vez. - "Luégo de tomar el yagé fui a acostarme en una
hamaca; al rato empecé a ver culebritas en gran cantidad, luégo
una culebra grande en una mata, que cuando se sacudía botaba
como unas escamas. Cuando desperté el. cacique me explicó: las
culebritas eran las ramas de la mata del yagé, la culebra grande
el tronco, y las escamas las hojas".
2~ vez. - "Esta tomé tres porci{mes y vi una habitación llena
de coronas de plumas, unas amarillas, unas rojas, unas verdes y

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Folclot - S
unas moradas. Las coronas se movian y en cuanto más movimiento
tenian, más mareado me sentia. Yo era el que estaba temblando
y con el temblor las coronas se movian".
En esta ocasión el cacique le explícó: "que esto queria decir
que de ser cacique tendria que ponérselas".
Como complemento, el informador añadió:
"Cada corona es usada para una determinada ocasión.
"Amarilla, para curar enfermedades sencillas.
"Verde, para recibir personajes.
"Roja para curar enfermedades graves.
"Morada, para hacer cultos, cuando toma el yagé y cantar
mejor".
3~ vez. - "Tomé cinco porciones y vi montañas y flores. El
cacique me explícó que ya estaba cerca de poder ver el yagé en las
montañas, porque allá es donde crece".
4~ vez. - "Tomé ocho porciones y ya vi gente vestida con cus-
ma blanca y coronas de plumas de todos los colores, collares de
sartas.y colmillos de tigre. Unos venian silbando y otros cantando.
y el cacique dijo que ello queria decir que al seguir bebiendo muy
pronto llegaria a ser cacique".
Transcritas estas narraciones se le solícitó que dibujase las
escenas que habia visto. Terminados los dibuj os interrogamos so-
bre ciertos detalles a fin de identificar los objetos, animales, per-
sonajes representados y conocer los nombres indigenas correspon-
dientes. Pudo comprobarse que la primera descripción iba modi-
ficándose en ciertos aspectos, a consecuencia tanto de un proceso
confabulatorio como posiblemente de la afirmación real de que aho-
ra recordaba más detalles. Consideramos decisivo para esta meto-
dologia de trabajo que la intervención nuestra fuese minima, asi,
no añadimos nuevas preguntas y nos límitamos a la copia textual
de las correcciones.
En la narración de la primera experiencia al tomar yagé, los
cambios fueron prácticamente nulos. La descripción de las expe-
riencias durante la segunda vez es completamente diferente de
la primera, y corresponde en cambio a los detalles y composición
general del dibujo, que ahora era explícado asi:

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Segunda toma del ya,gé, (versión final).
2~ vez. - "La segunda vez tomé tres porciones pequeñas.
"Vi pájaros, estos se sacudían y hacían caer las plumas de
ellos. Veía montes, árboles.
"El árbol donde están los pájaros es la mata del yagé, las
otras son las acompañantes para la preparación del yagé.
"El curaca me explicó que cuando se sacudían las plumas los
pájaros, quería decir que se caían las hojas del yagé".
Igual sucede con respecto a la narracíón de la tercera vez
que tomó yagé, y como consecuencia de la interpretación de su
dibujo, se produjeron también ampliaciones y cambios notorios.
La transcripción literal es la siguiente:

Tercera toma de yagé, (versión final).


3~ vez. - "Vi montañas, matas de helecho y la cara del diablo.
"El diablo me dijo: que siguiera tomando yagé, pero que
tenía que seguir con él. Y seguía diciendo: yo soy el dios, después
de mí no hay más dios.
"Mostrándome las montañas, dijo: esto es lo que tengo yo;
si usted sigue conmigo en esta montaña vives.
"Aquí es el lugar de dios, donde viven todos los buenos.. (EI
estaba engañando).
"Me mostró dos caminos, uno angosto con espinos, otro lim-
pio y liso, diciendo que siguiera por el camino limpio y liso.
"El diablo es en forma de cristiano viejo".
Las palabras del cacique fueron narradas así:
"Estas montañas que has visto, cuando salgas a cazar tienes
que andar por estos montes y siempre estará el diablo por estos
montes. Esto era lo que significaba. Que el diablo decía todo para
engañar. Cuando mostraba los dos caminos significaba que siempre
tenía el modo de salir por el camino que tenga espinos, ya que las
espinas significan la corona de Nuestro Señor. Uno tiene que ir
por este camino, espinando, espinando hasta llegar donde Dios".
La descripción verbal de la cuarta vez, es muy similar a la
primera narración y las ampliaciones se .refieren únicamente a la

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explicación de cada uno de los objetos representados. Su texto
es el siguiente:

Cuarta toma de yagé (versión final).


4~ vez. - "Tomé seis porciones. Vi coronas de distintas clases
y gentes que venian cantando y silbando. Vi las coronas para curar
a los enfermos y el curaca consagrando la vara para gobernar él".
El curaca esta vez le dijo: "Si sigues tomando asi podrás ser
curaca, y saber todos los cantos que hayas aprendido con el curaca".
"Después de estas veces he tomado más yagé hasta tomar una
olla llena. Los primeros que tomé eran unos mates chiquitos.
"Mamá mandó no tomar más por el momento, y yo he obe-
decido".

ANALISIS DE LOS CONTENIDOS

Consideramos decisivas las relaciones cromáticas en los di-


bujos. Como las reproducciones de las láminas son en blanco y
negro, esperamos que el lector acepte la descripción escrita por
el color.
Lámina. número 1: corresponde a la visión de la primera
"toma" de yagé. Las manchas en el suelo predominantes y redon-
deadas son de color rojo pouzolis y representan piedras, el resto
son verdes y corresponden a las hierbas. Frente y debajo de la
culebra mayor, las pequeñas culebras se pintaron en azul prusia.
La mata de yagé ha sido ciudadosamente dibujada y coloreada,
sus dos troncos en ocre oscuro, y las hojas detalladas una a una
en verde esmeralda. A la izquierda aparece un árbol dibujado des-
cuidadamente, de forma circular, mientras que el de la derecha sólo
presenta delineado finamente con lápiz negro el tronco, las hojas
alargadas (como palmas recogidas) fueron delineadas con verde
y no rellenadas de color..
Queremos señalar que los términos culebra y culebrita fue-
ron descritos como güíos (masculino) en la descripción detallada
dada al final.
La mata de yagé corresponde a una franca representación
del sexo femenino, siendo sus hojas un equivalente del pubis. En
este dibujo es el único donde se da una representación en que

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algo está en planos diferentes,. así una de las ramas del yagé colo-
cada por delante del güío grande permite comprender que éste
pasa por entre este simbolo. Los detalles de la cabeza, su forma y
color, son marcadamente diferentes de las de los güíos pequeños.
Por otra parte, la mitad delantera del símbolo principal es fran-
camente erecta, no presenta la forma sinuosa de los demás ani-
males y sólo se curva y enrosca en su extremo posterior. Este
güío grande es de color rojo y violeta (diferenciado de los peque.
ños azules).
Los güíos pequeños se hallan todos del lado izquierdo y en
la última explicación se nos dijo que eran los hijos del grande.
El análisis de la serie total de dibujos nos confirma que la
ubicación del símbolo femenino es siempre central, ya que las
mujeres principales de las narraciones, la madre, etc., siempre
ocupan este lugar. Por otra parte, creemos que es dable una iden-
tificación entre la mata del yagé y la tierra fecunda, a la que
se oponen peligrosamente la menstruación o el embarazo.
Los componentes kinestésicos se reducen al enroscarse y des-
enroscarse, a la culebra que saca la lengua y que al sacudirse "bo-
taba" unas escamas. La referencia al movimiento es claramente
indicadora del coito, y los símbolos como sacar la lengua y botar
escamas no ofrecen dudas en su interpretación como eyaculación.
El nombre indigena de la culebra grande recogido al final del
análisis es el de yaiuxk:u.kui, o sea "güio de tigre, porque la cara
es pintada como tigre", de nuevo hallamos un refuerzo de su ca-
rácter masculino, que finalmente se complementa con la descrip-
ción de que los "güios chiquitos son los hijos del gÜío".
Queremos señalar que esta primera ocasión en que se "toma"
el yagé, corresponde precisamente a la edad culturalmente acep-
tada por los siona de paso entre púber y adulto. Recuérdese que
es el padre quien lleva al hijo a "tomar".
Hemos transcrito la explicación que dio el cacique a nuestro
narrador, no podemos afirmar si se trata de un falso recuerdo o
una imagen "pantalla". No obstante la aculturación posterior, el
contacto con misioneros católicos y evangelistas y aun antropó-
logos, puede haber inducido a expresarse en forma más encubierta.
Aproximadamente han transcurrido cinco años entre esta expe-
riencia y la narración, o sea, que se produjo a la edad aproximada
de 13 años, cuando se explica a los púberes que deben dejar los
juegos infantiles y disponerse a vivir como adultos.

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La visión corresponde así al esquema mental de un adolescen-
te frente a su ideacíón sexual.
Lámina número JI: equivalente a la visión alucinante de la
"segunda toma" de yagé. El tema se desarrolla sobre un fondo
blanco, y la representación del terreno prácticamente no existe por
haberse tomado un horizonte muy bajo; sólo unos ligeros hachu-
rados ocres indican la tierra. La vegetación de primer plano equi-
vale al paisaje total. Sobre la mata de yagé, a la izquierda, se han
posado dos pájaros y otros dos están volando. El situado más alto
es de color azul y de éste caen en forma de lluvia cinco plumas
:verdes y tres violetas, dibujadas en líneas horizontales. El pájaro
a la izquierda es rojo, con algunas plumas violetas en el extremo
de las alas y verdes en su borde superior, el ojo y algunas pocas
plumas de la espalda son negras. Posado sobre la rama del yagé,
en el centro de la composición, hay un pájaro dominantemente
negro con algunas plumas rojas. El de la derecha, con la cabeza
girada hacia atrás, es de color violeta, menos las alas que son roj as.
Las matas se presentan expuestas en primer plano, con carác-
ter descriptivo asociado a las ideas sobre yagé, como se comprueba
por la narración detallada.
La serie de líneas y puntos que llenan el fondo son en colores
violeta, azul prusia, verde, rojo y negro; significan las plumas
que caen.
Es necesario insistir en el cambio temático entre la primera
descripción, el dibujo y la interpretación de éste. Mientras pri-
mero se dijo que todo sucedió en una habitación, y que el temblor
del narrador provocó un movimiento de las coronas de colores
que llenaban la habitación, en el dibujo ha desaparecido la casa
y las coronas han sido substituídas por los pájaros.
Al interpretar el dibujo y la versión dada al mismo, conside-
ramos importante señalar como símbolos dominantes los pájaros,
que se sacuden, la lluvia de plumas y el que estén sobre la mata
del yagé. Tanto la kinestesia como la acción general corresponde
a un esquema mental de fecundación. Pero nos parece importante
la escogencia de las aves.
El pájaro negro y rojo ya posado en la rama es el W éaxaowa,
que se traduce por "ollero de monte". Se añadió la explicación
siguiente: "Lo llaman así porque cuando va a tener hij itos hace
un nido de barro en forma de olla". Simbólicamente se trata de
una clara referencia a fecundación, embarazo y claustro materno.

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El de la derecha, de color violeta y alas fuertemente rojas (fue-
ron coloreadas con mucha insistencia) es el Nsápikoro, traducido
por "páj aro flautero" con claro simbolismo toponímico y kines-
tésico de sexo masculino y de acto sexual.
A la izquierda, y volando para posarse sobre la mata del yagé,
se representa el pájaro Nsáwnxoro, o "pájaro del sol", porque
cuando sale el sol canta, y, finalmente, el ave azul volando más
alta es la llamada Xáesaibu, "pájaro canastero, porque los nidos
los hace en forma de canasta". Aquí se ha escogido nuevamente
una variante del pájaro ollero, posiblemente para reforzar el pri-
mer símbolo e indicar un acto cumplido.
La interpretación del curaca, al referirse a la relación entre
caída de las plumas de los pájaros y la de las hojas del yagé, obli-
ga a pensar en una reelaboración del tema por el narrador.
Queremos señalar que se utiliza siempre la palabra pájaros
y no aparece el término genérico aves, lo que de nuevo refuerza
el sentido simbólico de la representación del sexo masculino.
Al pedirse el nombre de las matas que aparecen en el dibujo,
se aumenta el contenido simbólico:
La mata dominante y de mayor significado es de nuevo el
yagé. Pero la primera que aparece a la derecha es la llamada
Sáxsáixkojo, cuya traducción es simplemente "rabo del ratón".
En el extremo izquierdo la planta de anchas hojas es. llamada
Re'kojo áko, y se da de ella una explicación que no entramos a
analizar. Aparece por su asociación con el yagé para fines tera-
péuticos.
Lámioo llI: explicación de la tercera vez que tomó yagé. Las
modificaciones entre la primera narración y última, se producen
esencialmente porque en la final todo se confabula alrededor de
una interpretación del dibujo. Consideramos importante compa-
rarlas; en su primera forma se nos dijo simplemente: "La tercera
vez tomé cinco porciones y vi montañas y flores".
"El cacique me explicó que ya estaba cerca de poder ver el
yagé en las montañas, porque allá es donde crece".
El dibujo fue realizado sobre fondo blanco usando únicamente
el lápiz ocre para las ramas y el verde para indicar las hojas y
el bajo monte. No se utilizó el lápiz de grafito, como dibujo pre-
paratorio para rellenarlo luégo de colores. Podemos presentar esta
lámina más como pintura que como dibujo coloreado. _ r ._.
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Una vez realizado el paisaje que tiene sólo expresión frontal
y donde todas las matas están en un mismo plano, se dibujó en el
centro con lápiz negro y gran intensidad de contraste, una cabeza
a manera de máscara ritual. Las plumas son negras, no se usa
ninguna coloración y se añadió una especie de aureola de pelos
y barba.
Creemos que se produce en el curso del dibujo una "mutación"
de sentido. Posiblemente se comenzó a manera de ornamentación
dada la pobreza temática, la cual puso en marcha posteriormente
la interpretación finalista.
Obsérvese primero que sólo se ven montañas y flores, esto
produce un dibujo temáticamente pobre. Al introducir en primer
plano la máscara se plantea el problema personal que constituye
la vivencia del narrador, influido en una época por el contacto
con misioneros católicos y posteriormente con un grupo protestante.
,La expresión "el diablo es en forma de cristiano viejo" con-
densa tanto las máscaras rituales desterradas por los misioneros
católicos como diabólicas, como a estos mismos misionero, con
barbas y hábito (viejos) mientras que los actuales protestantes
serían los "nuevos".
Por otra parte, el cacique sigue representando el trasfondo
ideacional indigena, capaz de dar la explicación e interpretar de
acuerdo con la sabiduria tradicional. Conviene observar que pri-
mero afirma que el monte es el, territorio del diablo, y finalmente,
que éste quiere engañarlo.
Hallamos una versión velada del Sermón de la Montaña (te-
ma favorito de los misioneros protestantes) y la asociación espinos
con la "corona de' Nuestro Señor", sin que pueda separarse de la
interpretación del cacique, aun cuando es fácilmente comprensi-
ble que se trata de una elaboración confabulada del narrador, (co-
mo en realidad es toda esta segunda explicación).
En la fusión 'de la serie de elementos que aparecen como con-
secuencia de la introducción de la máscara ritual imaginada tam-
bién como representación del "Cristiano Viejo", aparece el con-
flicto de esta mente presionada entre las estructuras de un modelo
indigena, asociado al poder y la imagen del conocimiento que
reside en el cacique, y las influencias de un proceso de cristianiza-
ción, llevado dualmente por los grupos misioneros que han vivido
en la región. El super-yo que derivaria de estas formas de esque-
ma mental, deja de ser erotizado y se presenta sólo como forma de

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conflicto. Un mundo diabólico que afirma ser poseedor de pode-
res divinos, es igualado al del cristiano viejo, cuya forma es idén-
tica al diablo, y la salvación deseable sólo se formula a manera
de un autosacrificio, por la escogencia del camino que debe seguir-
se, espiruindose, y por tanto, perdiendo todos los contenidos ante-
riores como única salida hacia Dios.
No hemos profundizado en la evaluación de otros contenidos
latentes. Podemos adelantar de todas maneras que aparecieron en
otras conversaciones y formarán parte de publicaciones ulteriores.
Lámina número IV: correspondiente a la cuarta vez que to-
mó yagé.
En su primera forma se afirma que la cantidad tomada fue
de ocho porciones, las que se reducen a seis, después de interpre.
tar el dibujo. Igualmente, en ambas narraciones las diferencias
van dirigidas a explicar la actitud de no querer seguir tomando
yagé y el rechazo de llegar a ser cacique que es manifiesto como
deseo encubierto en todas las narraciones, y que en continuas afir-
maciones durante el curso de la investigación aparece como una
seguridad de que él podria llegar a ser cacique. Señalemos una
fuerte influencia de la figura materna, (que aparece en todo mo-
mento, y se repite en todos los demás dibujos que hemos recogido,
la cual exige al hijo que deje de tomar yagé).
Mientras en la primera narración todo aparece como una ki-
nestesia, "gentes de cusma blanca, vestida con plumas, que vienen
silbando y cantando", en el dibujo desaparece la escena y sólo
queda a manera de inventario una serie de objetos rituales descri-
tos con todo detalle y minuciosidad. Abajo (derecha) aparece el
cacique consagrando la vara para poder gobernar.
En la parte baja del dibujo se había preparado un plano a
manera de paisaje único en base a líneas rojas y azules, muy ser-
penteantes. Sobre este plano, la figura del cacique frente a la olla
en la que se recoge el agua para preparar el yagé e interponién-
dose la vara para gobernar.
En el extremo opuesto se halla sobre el suelo la corona para
curar enfermedades, que en ·realidad constituye para el narrador
el último poder que hoy se le reconoce al cacique como de carácter
mágico, y finaliza a la izquierda con la imagen estática del
ayudante.
No aparecen las gentes de cusma blanca que vienen silbando
y cantando. El dibujo fue terminado llenando la parte superior

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con una exposición de un solo plano de los objetos que intervienen
en las ceremonias de toma del yagé, descritos en realidad tal como
el narrador tiene costumbre de presentarlos cuando se le piden
informaciones. Es decir, en forma que consideramos como una
verdadera deformación profesional, originada por su trabajo últi-
mo como informador etnográfico.
Según la interpretación dada la primera vez por el cacique,
contiene la afirmación de que el informador podria también llegar
a ser un dia cacique. En la segunda interpretación se repite el
tema y sólo se condiciona a aprender los cantos que le sirven al
curaca para gobernar. En forma encubierta, todavía piensa el
narrador que sería importante llegar a ser cacique si bien duda
sobre su deber de obediencia al deseo materno para poder entrar
a un grupo cultural nuevo como el que describen hoy los misione-
ros y en el cual parte de sus familiares están integrados.
No obstante para demostrarse a sí mismo que está en la po-
sibilidad potencial, añade al final de la narración el canto que
afirma no ser siona, sino de lengua de gente del yagé. Es decir,
se muestra como conocedor de una iniciación que puede llevarle
al cacicazgo.
La transcripción del canto es la siguiente:
"Plumas de loros
"Con estas plumas te alzamos nuestra voz
"Con collares de ñumí
lite queremos poner
"para que vengas a nosotros
"con estos collares pusistes a nuestros caciques pasados.
"Que eran gentes de verano
"llegando con cusmas azules
"bebiendo chicha de maíz.
"Tú, le dabas de beber con mates de barro
"para que cuando estén borrachos canten.
"Yo soy el que vengo donde ustedes
"a darle mis consejos para que sigan por el buen camino".
Considerando que finalmente se dio una descripción para cada
uno de los objetos representados en la Lámina IV, y que si bien no
se han tomado en cuenta para el análisis pueden interesar como

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descripción etnográfica, la transcribimos haciendo referencia a los
números colocados junto a cada representación. Su corresponden-
cia es la siguiente:
(1) Curaea con corona para ir a fiestas y curar a los enfermos.
(2) Corona para cantarle a Dios.
(3) Corona para reuniones y fiestas.
(4) Corona para curar a los enfermos y asistir a fiestas, es igual a la (1).
(5) Guardaplumas. Tarrito donde guardan el algodón o a veces plumas de
garza, representa el alma del curaea, nadie lo puede tocar. El tarrito
está fabrIcado con guadua y plumas de guacamaya. Los que 10 han
escogido como cacique y le han dado el poder, le entregan el algodón
o las plumas. Este algodón se consagra, Cada curaea tiene U110 propio
pero es necesario que lo cure otro curaea, La fabricación está hecha por
el curaea dueño del tarrito.
Cuando toman yagé lo llevan, cuando no, lo tienen guardado.
(6) Tarro de guadua para guardar las plumas con que hacen las coronas.
(7) Corona del ayudante. No todos los ayudantes pueden usarla, la llevan
los que tienen más poder.
(8) Copa de tomar yagé con su base o copón.
(9) y (ID) Prendas de la mujer del curaca, sólo las usa en días de fiesta.
El curaca también la usa en reemplazo de la (11).
(11) Corona para curar enfermedades.
(12) Vasija especial para traer el agua para el yagé. Adornada con achiote
y plumas.
(13) Ayudante del curaca.

CONCLUSIONES

La presentación de este material, que constituye una parte


infima del material recogido, se refiere a cuatro láminas utiliza-
das para un trabajo de investigación interpretativa. No lo consi-
deramos como un aporte importante a la extensa literatura sobre
el yagé y en realidad lo presentamos más como explicación de
una técnica de trabajo investigativo, cuyos resultados pueden valo-
rarse en el sentido de que significa un sistema en que se produce
un mínimo de influencias sobre el narrador, se obtiene un máximo
control sobre las interpretaciones y cambios en las explicaciones.
Es fácil estructurar una interpretación global y elaborar unos
esquemas que posteriormente permiten establecer grandes conjun-
tos, (cuando se dispone del material global antropológico) y faci-
litan la verificación de los contenidos latentes y encubiertos que

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siempre aparecen a manera de "representaciones de pantalla" para
encubrir el conflicto de las realidades que se presentan entre in·
digenas que viven unas etapas de fuerte influencia y tendencia
al cambio en sus sistemas mentales de conceptualizar el universo.
Mientras se derrumban las creencias vernáculas y se estructuran
nuevos esquemas de pensamiento,. especialmente religioso, apar~­
cen sorpresivamente reflejadas en las confabulaciones, propiciadas
por el proceso de dibuj ar la primera narración e interpretar pos-
teriormente el dibujo.
Deseamos añadir que las capacidades de expresión gráfica
se manifiestan siempre entre los adultos indigenas. Lo que en
nuestra cultura posee todo niño, como expresión por el dibujo es
destruido posteriormente por los sistemas absurdos de enseñanza,
en cambio entre los primitivos sigue latente. Por tanto, como téc-
nica facilita una comprobación de los contenidos de las informa-
ciones y amplía la posibilidad de interpretación al margen de que
se usen esquemas de una u otra escuela sicológica.
Creemos que en publicaciones posteriores podremos presentar
con más detalle la mecánica y las posibilidades del uso de esta
técnica en la que se provoca un minimo de interferencia; ya que
no se solicitan explicaciones que generalmente resultan inducti,
vas, puesto que el narrador normalmente desea complacer al an-
tropólogo.

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LAMINA IV

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