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ESTUDIO SOCIOLINGUISTICO

DE LA ADVERSATIVIDAD EN LA CELESTINA
DEBORAH DIETRICK
Universidad de Valladolid

El carácter dialogado de La Celestina brinda la posibilidad de múltiples


estudios sobre temas de Sociolingüistica. En la presente comunicación pre-
tendemos aplicar las variantes sociolingüísticas tradicionalmente aceptadas a
un corpus' de datos referente a los mecanismos de enlace de significado
adversativo y a las estructuras y significados en que aparecen estos meca-
nismos.
Somos conscientes de los reparos que se han puesto al estudio sociolingüís-
tico de textos escritos; sin embargo, creemos que Romaine (1982, 3-28, 105-26)
justifica este tipo de trabajos. Por otra parte, no pretendemos estudiar una
obra aislada separada de su contexto histórico, ya que poseemos datos acerca
de la evolución de la adversatividad desde los orígenes de la lengua hasta el
siglo xviii (Dietrick, 1986, 1989) 2 .
La Celestina pertenece al llamado «español preclásico», que marca una
etapa de efervescencia para la adversatividad en nuestra lengua, una etapa de
transición entre el sistema adversativo del castellano medieval y el sistema del
español clásico. Después de estudiar las variables externas de La Celestina
podremos cotejar los resultados de este estudio con otros trabajos de Socio-
lingüística realizados sobre corpora de la lengua hablada. Pero, además, volve-
remos a insertar nuestros datos en la trayectoria de la adversatividad, con la
ventaja de conocer la evolución posterior del sistema adversativo español.
El primer problema que se nos plantea es el grado de fidelidad con que
Fernando de Rojas refleja el habla de los distintos personajes . Aunque enfoca
su estudio desde otra perspectiva, Gilman (1982, 76-86, 97-101) afirma que los

El corpus de La Celestina consta de 367 fichas que se reparten de modo desigual entre
trece personajes. Como los fragmentos no dialogados -que adscribimos al «autor»- supo-
nen un total de 20 citas, el corpus con el que trabajamos es de 347 ejemplos .
z Los datos que sirven de base a este estudio pertenecen a nuestra tesis doctoral, en la que
estudiamos 130 obras repartidas entre tres clases de texto: textos literarios en prosa y en
verso y textos no literarios . Los corpus se componen, respectivamente, de 8.492, 2.570 v
11 .982 fichas,
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personajes se caracterizan a través de sus parlamentos y que cambian el


registro de acuerdo con el interlocutor .
Nos tropezamos además con una gran escasez de datos caracterizadores de
los personajes. Esto se hace patente sobre todo en el campo de la edad, donde
se solucionó repartiendo a los personajes en dos grupos («jóvenes» y «mayo
res») . Por otra parte, dada la estructura de la sociedad medieval y las costum-
bres que regían sobre todo la vida de las mujeres, nos preguntamos qué facto-
res serían decisivos, por ejemplo, en el habla de Lucrecia, la criada de Melibea.
Esto nos lleva a identificar una cuarta variable externa, que denominamos
mundo y que reúne a los personajes en torno a Calisto, a Melibea y a
Celestina 3.
A primera vista podría parecer que el estudio de la adversatividad había de
limitarse al escrutinio de los mecanismos empleados. El sistema adversativo
bipartito actual --representado por pero y sino- se vería reforzado por el
arcaísmo mas, por la aparición ocasional de aunque o salvo, y también
mediante lexías compuestas (sin embargo, no obstante), si nos fiamos de una
selección de Gramáticas modernas (Henríquez Ureña-Alonso, 1977; Marcos
Marín, 1975,1980; Real Academia, 1977; Seco, 1969) . La realidad del castellano
medieval era muy diferente: mas acapara el 40 96 de las citas mientras que pero
y sino luchan por abrirse paso con un 12,9 96 y un 15 96, respectivamente 4. A
éstos se suma una plétora de formas minoritarias (esto es, cuyo uso suma
entre un 0,196 y un 0,9 9b del corpus) y ocasionales (que no rebasan unas centé-
simas): en castellano medieval 17 lexías entran en estos apartados y el español
clásico aporta otras 8 .
s A continuación esquematizamos la delimitación de los factores sociolingüísticos :

PERSONAJE CLASE SOCIAL SEXO EDAD MUNDO

Alisa A M M Melibea
Areúsa B M J Celestina
Calisto A H J Calisto
Celestina B M M Celestina
Centurio B H J Celestina
Elicia B M 3 Celestina
Lucrecia B M J Melibea
Melibea A M J Melibea
Pármeno B H J Calisto
Pleberio A H M Melibea
Sempronio B H J Calisto
Sosia B H J Calisto
Tristán B H J Calisto

Clave: Clase social: A: alta ; B: baja. Sexo: H: hombre; M: mujer . Edad: J: joven; M: mayor .
4 Cómparese las cifras del «Español preclásico» y de los Siglos de Oro (Dietrick, 1989):

mas pero sino

EPr 24,496 34,296 16,996


SO 20,296 24,996 18,496
ESTUDIO SOCIOLINGÜÍSTICO DE LA ADVERSATIVIDAD EN LA CELESTINA 361

Para complicar aún más un panorama nada sencillo, creemos que el sis-
tema adversativo medieval consta de cuatro Grupos de mecanismos, uno no
marcado y tres marcados positivamente, perfectamente diferenciados entre
sí (Dietrick, 1986):

GRUPO SIGNIFICADO(S) EXPONENTE

I /'excluyente'-'restrictivo'/ mas
II /`restrictivo'/ pero
III /'excluyente'/ ante(s)
IV /'sustitutivo'-'exceptiva'/ sino

Las pautas de la adversatividad en los Siglos de Oro muestran una clara


evolución de mecanismos, estructuras y significados hacia lo que debe ser
el sistema actual . En lo que respecta a la adversatividad, el español preclá-
sico marca una etapa de efervescencia en todos estos campos .
Si nos limitáramos a estudiar las lexías empleadas, dejaríamos constan-
cia de la progresiva caída en desuso de mas y el reparto de sus usos entre
pero y sino, aparte de citar una lista de mecanismos que aparecen en con-
textos adversativos de manera ocasional. Pero sería una aproximación emi-
nentemente parcial a la adversatividad .
Es cierto que mas empieza a caer en desuso como conector adversativo
a partir de 1416 y es obvio que su ausencia está suplida por pero y sino.
Pero la historia del cambio no es tan sencillo; hay que tener en cuenta por
lo menos la reiterada presencia de pero en contextos de sino (no sólo... pero
también) y de sino/salvo que con significado /'restrictivo'/, es decir, suplien-
do a peros .

Autor, 42: Vi no sólo ser dulce en su principal historia o ficción toda


junta, pero aún de algünas de sus particularidades salían deleitables
fontecicas de filosofía.
Sempronio, 173: Reírme querría sino que no puedo.

Por otra parte la bibliografía lingüistica desde Bello (1980, § 1259, §§ 1275-
1280) hasta Alcina y Blecua (1980, 1180-82) insiste en una diversidad de sig-
nificados (y estructuras) relacionados con la adversatividad . Podemos iden-
tificar hasta diez variantes, que se reúnen en torno a dos macrocampos --el
/'restrictivo'/ (la esfera de pero) y el /'excluyente'/ (el entorno de sino)--
que exponemos y ejemplificamos a continuación 6.

s Encabezamos la cita con el nombre del personaje y la página en la que se encuentra,


de acuerdo con la edición de B. Darniani .
6 Todas las citas menos la cuarta proceden de La Celestina. El texto de la correlación
Pcorrectiva'/ pertenece a la Gramática, de Nebrija.
A continuación exponernos el siglario de los significados adversativos :
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/'restricción'/ / `exclusión' l
/ `exclusión' /
/'restricción'/ Padición7correlativa
..................................
/'cambio designificado'/ . . . . /'sussustitución'/correlativa . . . . .
..... . ....:. . ......... . . ..... . . .. /'excepción'/ correlativa
/ `corrección'/ /`sust-exc'/correlativa
/`corrección'/correlativa .................................
/'excepción'/no equivalente

Celestina, 149: Cumple, señor, que si salieres mañana, lle-


ves rebozado un paño, porque si de ella fueres visto, no
acuse de falsa mí petición . /cbo/
Calisto: Y aun cuatro por tu servicio . Pero dime, par Dios,
pasó más?
Pármeno, 98: si yo creyera a Celestina con sus seis docenas
de años acuestas, no me maltratara Calisto . Mas esto
me porná escarmiento de aquí adelante con él . /r/
Lucrecia, 206: Así que contino se te caían (...) señales muy
claras de pena. Pero corno (...) cumple a los servidores
obedecer con diligencia (...), callaba con temor (...). Pero
pues ya no tiene tu merced otro medio, sino morir o
amar, mucha razón es que se escoja por mejor aquello
que en sí lo es. /c/
Nebrija, 170.16: Gentiles nombres llaman los gramáticos
aquellos que significan alguna gente, como español(...);
aunque Tulio (...) haze diferencia entre gente, nación &
naturaleza (.. .); mas todos estos llamamos nombres
gentiles. /c + C/
Celestina, 216: No quiero pensar en lo que pudiera venir,
sino en lo que fue. /excl/
Celestina, 189: Mucha fuerza tiene el amor; no sólo la tie-
rra, mas aun las mares traspasa, según su poder. /a/
Celestina, 124: Y si él otro yerro ha hecho, no redunde en
mi daño, pues no tengo otra culpa, sino ser mensajera
del culpado . /sust/
Melibea, 199: la causa o pensamiento (...) ésta no sabré
decirte, porque ni muerte ni deudo (...) ni otra cosa
puedo sentir que fuese, salvo la alteración que tú me
causaste con la demanda que sospeché de parte de
aquel caballero Calisto (. ..) /sust-exc/

/a/ adición correlativa /exc +C/ excepción correlativa


/c/ corrección /excl/ exclusión
/cbo/ cambio de significado /r/ restricción
/c -f-C/ corrección correlativa /sust/ sustitución correlativa
/exc 01 excepción /sust-exc/ sustitución-excepción correlativa

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Sempronio, 231: y ninguna cosa hace pobre al avariento


sino la riqueza. /exc + C/
Alicia, 164: No es sino mi mala dicha, maldícíón mala, que
mis padres me echaron. /exe 0/

La evolución de la adversatividad también supone cambios en la frecuen-


cía de ciertos significados. Mientras que la frecuencia de los significados
canónicos permanece estable, los demás experimentan una evolución bas-
tante marcada. Esto se traduce en el hecho de que en el español clásico sino se
afianza en el significado /'excluyente'/ y reparte los contextos del significado
/'aditivo'/ con pero -hasta aquí en detrimento de mas- a la vez que va
abandonando los demás significados de su macrocampo. Con esto queremos
hacer ver que un estudio exhaustivo de la adversatividad no puede limitarse a
un mero recuento de los mecanismos empleados .
Basten estos rápidos preliminares para justificar las bases de nuestro estu-
dio. Pasemos a estudiar los usos adversativos en La Celestina .
En el español preclasico (1474-1525) se documentan hasta 19 lexías de
matiz adversativo, diez de los cuales aparecen en esta obra'. De entrada,
sorprende la ausencia,de empero, mecanismo persistente cuyo auge corres
ponde al período comprendido entre 1531 y 1525, máxime cuando destaca su
uso en el corpus documental de los Reyes Católicos (véase Torre, 1949), que
pertenece a la misma etapa que La Celestina.
Llama la atención la escasa frecuencia de mas. Sti uso gravita hacia la clase
baja (15,8 %/1196) a y los hablantes masculinos (15,7 96/13,8 %). La presencia de
pero rebasa con creces las cifras medievales y clásicas, adoptando estructuras
y significados de mas. En este caso se trata del mecanismo preferido por la
clase alta (40,2 96/37 %); su empleo vuelve a ser más marcado entre los hom-
bres (40,3 96/35,6 96) y parece caracterizar el habla de los jóvenes (38,196/
37,196) .
Efectivamente, comprobamos que los significados menores (con tendencia
a desaparecer) configurados por mas aparecen en boca de personajes de la
clase baja 9. Si bien el uso ilativo en sí caracteriza a la clase alta, los pocos
ejemplos ilativos de mas aparecen en boca de los hombres de la clase baja (el
mundo de Calisto: 66,7 96). El significado /'correctivo'/, que aparece en estruc-
turas anómalas de tipo /A pero B pero C/, puede ser fruto de una intencionali-
dad estilística, aunque suele tratarse de un descuido debido a la rapidez del
enlace de las ideas y la falta de elaboración literaria . Cuando mas aparece en
este contexto es en boca de mujeres jóvenes (en alternancia con pero).
En tercer lugar es significativa la distribución del valor /'aditivo'/, cubierto
por mas en el 96 % de los ejemplos medievales . A partir del español preclásico
7 Los mecanismos que aparecen en La Celestina son mas (15 96), y (2,2 96), la yuxtaposición
(0)(7,9%), que (2,796); pero (38,4%), aunque (2,595); antes (1,6%), mas antes (0,3%), sino (28,3 96),
y salvo (1,1 %).
8 Los porcentajes indican la frecuencia de mas comparada con la totalidad de los meca-
nismos de significado adversativo empleado por este grupo (clase baja). La primera cifra se
refiere al grupo enunciado; la segunda al grupo complementario (clase alta).
9 Esto es, el /'cambio de significado'/, la /'corrección'/ y la correlación /'aditiva'/
.
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tanto pero como sino aparecen en este contexto">. En La Celestina los once
ejemplos (3 96 del corpus) se reparten entre mas (7) y pero (4). Las cuatro citas
«anómalas» pertenecen a textos no dialogados: el uso innovador corresponde
al autor mientras que la configuración tradicional y conservadora se refugia
en la clase baja.
El Grupo 1 no marcado incluye otros tres mecanismos de enlace suscepti-
bles de aparecer en contextos propios de los dos macrocampos semánticos (en
sustitución de pero y de sino) aun cuando su función principal en la lengua es
otra .
Con la evolución de la lengua la yuxtaposición (0) pierde importancia como
mecanismo de enlace de significado adversativo . No obstante, su frecuencia
en La Celestina destaca incluso por encima de las cifras medievales . Aunque
aparece en boca de casi todos los personajes, caracteriza el habla de la clase alta
(15,996/6%) y el mundo de Melibea.
Para que el valor semántico de la yuxtaposición no resulte ambiguo, el
significado conjunto de los dos segmentos enlazados ha de ser claro y preciso .
Por otra parte el uso de la yuxtaposición, frente a la presencia de un meca
nismo léxico, supone concisión . Esto es el reverso de la moneda de una obser-
vacíón de Sankoff (1988, 157) referente a la subjetividad y elaboración com-
pensatoria de los mecanismos del discurso que caracteriza a la clase obrera.
La yuxtaposición tiende a limitarse a los significados /`excluyente'J y /`res-
trictivo'/ . En esta obra se limita a los dos significados matrices y, además,
mientras que el significado l`excluyente'/ gravita hacia la clase alta (6O%), el
/`restrictivo'/ gira en torno a la clase baja (58,3 96).

Celestina, 245: Visto el gran poder de tu padre, temía: 0


mirando la gentileza de Calisto, osaba; /r/
Melibea, 283: No vayas allá sin tus corazas; 0 tórnate a
armar. /excl/

Los usos adversativos de la conjunción copulativa y corren pareja suerte


en la historia de la lengua, y la diferencia entre las cifras medievales (14,8 96) y
clásicas (5,196) es aún más llamativa. La Celestina apenas recurre a esta posibi-
lidad y las ocho citas, todas de matiz /`restrictivo'/, aparecen en boca de
hablantes jóvenes.

Elida, 274.- No pase, por Dios, adelante: déle palos, por que quede casti-
gado y no muerto.

La presencia de que en contextos adversativos ha sido siempre un hecho


ocasional; en este caso, no obstante, las cifras clásicas irán en aumento debido
a la adquisición de una nueva estructura, que corresponde al significado /`sus-
"' De acuerdo con nuestros datos, pero se documenta por vez primera en los Claros
varones de Castilla (1480) y sino en el Anzadís de Gaula (1492) .
ESTUDIO SOCIOLINGÜISTICO DE LA ADVERSATIVIDAD EN LA CELESTINA 365
titutivo'/, en el español preclásico " . La Celestina no acoge este uso nuevo, a ,
pesar de que la frecuencia de este mecanismo, sin ser desmesurada, rebasa
con creces las cifras medievales y clásicas. Este que, siempre /`restrictivo'/,
caracteriza el habla de las mujeres de la clase baja (el mundo de Celestina 4,3 96
/ / de Melibea 2,196 / / de Calisto 1,4 96).
Celestina, 86: En su casa cobra amigos, que es el mayor precio mundano.
Que con él no pienses tener amistad, como por la diferencia de los
estados o condiciones pocas veces contezca .

El Grupo lI está representado por dos mecanismos, pero y aunque. Ya


tuvimos ocasión de reseñar los usos del primero, al contrastarlos con mas. Los
primeros ejemplos de aunque en contexto adversativo datan de finales de la
Edad Media 12 . En los Siglos de Oro y sin ser un mecanismo de uso frecuente
(1,4 96 del corpus global), aunque aparece en el 75 96 de las obras de nuestro
corpus clásico; se limita al significado /'restrictivo'/, conservándose casi siem-
pre cierto matiz /'concesivo'/ . En La Celestina la frecuencia de aunque (9:
2,5 96) supera la media sin que sea posible adscribir sus usos a una u otra
categoría .
Celestina, 192. No puedo decir sin lágrimas la mucha honra que entonces
tenía; aunque por mis pecados y mala dicha poco a poco ha venido en
disminución .

La distribución de los usos adversativos en castellano medieval aconseja el


trazado de un sistema cuatripartito, en el que las estructuras de significado
/'excluyente'/ cubiertas por ante(s) quedan perfectamente diferenciadas de
los contextos /'sustitutivo- exceptivas'/, propios del Grupo IV (de sino en los
primeros estadios del proceso de gramaticalización) 13. En el español preclásico
" Documentamos el primer ejemplo en la Gramática (1492) de Nebrija (117.9):
«La y griega tan poco io no veo de qué sirve, pues que no tiene otra fuerça ni sonido que
la i latina (...)»

La estructura es propia del Grupo IV (sino) y marca un paso intermedio en el proceso de


gramaticalización de estos mecanismos, entre el enlace de segmentos no equivalentes ,y la
unión de nexos caracterizados o no por la elipsis, de significado /'excluyente'/ y finalmente,
/'aditivo'/ .
`z Se trata de cuatro ejemplos en El Corbacho (1438) . Como sucede en casi todos los casos
hasta el sigo XVIII, se percibe un claro cruce de significados entre la /'restricción'/ y la
/< Concesión'/.
El Corbacho, 151: Por ende, pensó de acabar della por otra via; que él syn culpa fuese al
mundo; aunque a Dios non (...) por quanto el que da causa al daño (...) tenudo es al
daño .
" Aunque sigue figurando entre las conjunciones adversativas de varias Gramáticas actua-
les (Henríquez Ureña-Alonso, 1977, Marcos Marin, 1975, 1980), ante(s) nunca ha sido un meca-
nismo frecuente en la lengua ; supone sólo un 2 % del corpus global si bien su uso es estable a
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ante(s) está en plena efervescencia, ya que su frecuencia en esta etapa duplica


la de la Edad Media y los Siglos de Oro. La Celestina no se hace eco de este
hecho, ya que su uso (6 : 1,6 9ó) ni siquiera alcanza la frecuencia media. Una de
las citas pertenece al fragmento no dialogado; las restantes sólo permiten
situar este mecanismo en el habla de los jóvenes. Es un mecanismo que se
documenta desde 1205 (Santa Maria Egipciaca) y que pervive a lo largo de la
historia de la lengua sin terminar de aclimatarse .
Autor, 42: y quien lo supiese diría que no por recreación de mi principal
estudio, del cual yo más me precio (...) lo hiciese; antes distraído de
los derechos, en esta nueva labor me entremetiese .

Por definición una palabra gramatical o funcional, entre las cuales se cuen-
tan las conjunciones, debe ser átona, de reducida entidad fónica, etc. Esto, que
se cumple en el caso de mas, pero y sino, no puede afirmarse de las concatena
ciones o refuerzos como sin embargo o no obstante. Los mecanismos de enlace
pierden expresividad a fuerza de su uso reiterado y el desgaste fónico. Una
posible solución es la habilitación de refuerzos que, al ser lexías compuestas y
gozar de libertad de colocación, aportan énfasis al decurso. Otro procedi-
miento con que cuenta la lengua es el parelcon o pleonasmo de las conjun-
ciones 14
El único ejemplo de mas antes aparece en un texto adscrito al autor ; parece
que el diálogo opta por la rapidez, al renunciar a elementos enfáticos, tanto el
parelcon como los refuerzos 15 .

lo largo de la historia. Es, por lo tanto, un mecanismo persistente, que aparece en el 35 96 de


los textos medievales y el 70 96 de las obras clásicas . Es decir, existe una relación inversa entre
el peso de este mecanismo en una obra concreta y su dispersión en los textos de una época
determinada.
Entre los motivos que explican el fallido proceso de gramaticalización de ante(s) destaca
su falta de flexibilidad: a lo largo de la Edad Media no admitía la elipsis, no solía aparecer en
contextos de significado /'aditivo'/, etc.
La disyunción existente entre el uso de ante(s) (2 96 del corpus) y el del significado Pexclu-
yente'/ (17,6 96) queda cubierta por los mecanismos extensivos del Grupo 1 (sobre todo por
mas) hasta que, ya en los Siglos de Oro, el proceso de gramaticalización de sino le permite
acoger estos usos . A la vez se forma el macrocampo Pexcluyente'/ mediante la unión de las
estructuras y significados de los Grupos III y IV y la adopción del significado /'aditivo'/,
propio de mas en castellano medieval.
la El término procede del tratado de F. Guerra (1782), que lo define como los casos en que
«se ponen juntas o separadas muchas conjunciones que significan lo mismo». No hemos
encontrado otra alusión a este término aunque sí a configuraciones en latín y en castellano.
Nuestro corpus brinda siete lexías, la mayor parte de los cuales pertenecen al castellano
medieval; sólo mas antes y mas empero rebasan la Edad Media.
is El refuerzo se limita al 1,9 96 de las citas de significado adversativo en esta obra, cuando
la frecuencia media del español clásico es del 4,3 96. En La Celestina estos refuerzos suelen
corresponder al significado /'aditivo'/ (no sólo... sino aún); sin embargo, pero también los
utiliza en contextos /`restrictivos'/ :
Celestina, 231: Pues así, no habéis vosotros de haber igual galardón de holgar que yo de
penar. Pero aun con todo lo que he dicho, no os despidáis (...) de sendos pares de
calzas de grana .

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Aunque las estructuras correlativas de significado /`aditivo'/ están en auge
en la etapa del español preclásico (4,4 96 del corpus preclásico) y aunque ésta
era una de las posibilidades de mas antes, La Celestina tampoco recurre a este
mecanismo para estos casos. Quisiéramos relacionar su documentación en el
texto no dialogado de esta obra.
Autor, 300.-Y así no me juzgues por eso liviano mas antes celoso de limpio
vivir,

con el ejemplo de «conjunción adversativa» propuesto por el Padre Valdivia


(1606, 44):
Pedro no mezquina su oro, mas antes lo da a los pobres .

La historia de sino es la más rica, dado su complejo proceso de gramaticali-


zación, la riqueza de las estructuras que configura y las variaciones que se
documentan en su frecuencia respectiva, así como la adquisición de estructu-
ras nuevas ocasionadas por el declive de mas.
Al caracterizar un 28,3 96 de la adversatividad de La Celestina, su frecuencia
supera con creces la frecuencia media global de este mecanismo (19,5 g), así
como las frecuencias parciales . El repertorio de las estructuras y significados
es muy interesante, no sólo por su variedad, sino por su distribución socio-
lingüística.
A grandes rasgos sino prefiere el enlace de segmentos no equivalentes en
castellano medieval, mientras que en el español clásico va abandonando esta
configuración a favor del significado /`excluyente'/ . A la vez, sino empieza a
acoger estructuras no elípticas y también disputa con pero el significado /'adi-
tivo'/. El paso intermedio entre las estructuras no equivalentes, elípticas por
naturaleza, y las de significado /'excluyente'/ y /'aditivo'/, que admiten ambas
posibilidades, parece ser un conjunto de estructuras correlativas, propias y
casi privativas del Grupo IV, cuyo uso también disminuye sensiblemente en
los Siglos de Oro.
En esta obra el empleo de sino caracteriza a las mujeres de la clase baja (el
mundo de Celestina /3l,5%/ frente al de Melibea /27,7%/ o de Calisto
/26,1 %/) aunque percibimos diferencias importantes en la distribución de los
significados configurados por sino. La estructura primitiva de sino-el enlace
de segmentos no equivalentes- está en franca decadencia en los Siglos de
Oro. Aquí se ha refugiado en el habla de las mujeres (78,196/ 18,8 96), de manera
especial en las intervenciones de Celestina (50 96), y su uso (8,9 % de los signifi-
cados) supera la frecuencia global de los mismos (7,6 9ó).
Celestina, 164: Pero el amor nunca se paga sino con puro amor.

Aunque se notan diferencias entre las tres variantes de la correlación


/`sustitutivo-exceptiva'/, la tendencia evolutiva de la lengua se encamina hacia
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la extinción de este conjunto de correlaciones, La frecuencia de estas configu-


raciones en La Celestina es llamativa : al caracterizar un 10,9 96 de los significa-
dos supera con creces la frecuencia media (4,7 96) de estas correlaciones . Esta
posibilidad, que también decae en los Siglos de Oro, obedece nuevamente al
mundo de Celestina (52,6 % / / Melibea 13,2 96 / Calisto 34,2 %), a los personajes
de la clase baja (84,2 %/15,8 96). En este caso no se decanta hacia el habla de las
mujeres en general, sino que destaca la variable edad.- son propias, aunque no
exclusivas, de Celestina (35 96).
Celestina, 133: Pues, ¿en qué podrá parar el bien, sino en bien {...)?
Sempronio, 231: y ninguna cosa hace pobre el avariento sino la riqueza.
Celestina, 189: No sabe otra cosa en que os lo pagar, sino en decir eso.

El significado /'excluyente'/ mantiene su frecuencia a lo largo de la histo-


ria de la lengua. Lo que varia son los mecanismos encargados de explicitar este
contenido . El peso de este significado en La Celestina refleja la norma general,
pero la aparición de sino configura ocasionalmente estructuras de significado
/`restrictivo'/, en cuyo caso suele aparecer un que expletivo.
Sosia, 277. Pero yo te juro por el peligroso camino en que vamos (...) que
estuve dos o tres veces por me arremeter a ella, sino que me empa-
chaba la vergüenza de verla tan hermosa y arreada.

Esto, que consideramos un intento de sino de ampliar su esfera de uso y, en


último término, de sustituir a mas como conjunción adversativa polivalente,
no se cumple ni en este caso ni tampoco en el de pero. En La Celestina esta
configuración anómala se ciñe a la clase baja (71,4 96) y a los hablantes jóvenes
(85,796).
Todos los Grupos marcados positivamente están representados en esta
obra por dos mecanismos, el que encabeza el Grupo y otro minoritario. En el
caso del Grupo IV, el segundo conector es salvo, lexía de larga y persistente
historia que todavía figura en ciertas Gramáticas (Henríquez Ureña-Alonso,
1977; Marcos Marín, 1975, 1980; Seco, 1969)'6. Frente a otros textos del espa-
ñol preclásico, salvo tiene poco peso en La Celestina y las estructuras que
configuran las cuatro citas explican la suerte que correrá esta partícula . La
mitad pertenece a la primitiva estructura no equivalente, otra a la correlación
que marca el paso intermedio en el proceso de gramaticalización mientras que
la cuarta cita obedece al anómalo significado /'restrictivo'/ . Esta distribución
corre pareja con la de otras obras y hemos podido comprobar (Dietrick, 1989)
que, cuando un mecanismo intenta adoptar usos y estructuras del otro
macrocampo semántico sin haberse afianzado en las configuraciones del suyo
propio, acaba por caer en desuso. En esta obra, a pesar de su reducida fre-
cuencia, las estadísticas ubican el empleo de salvo, mecanismo en vías de
perderse, en el habla de la clase alta.
'e Hace su aparición en Calila et Dimna; su auge pertenece al castellano medieval, aunque
en ambas épocas (medieval y clásica) se documenta en un tercio de los textos.
ESTUDIO SOCIOLINGÜÍSTICO DE LA ADVERSATIVIDAD EN LA CELESTINA 369

Calísto, 146. No lo creo: que, si fueras contrario, no vinieras tan presto a


mi poder, salvo si vienes a desculparte.

En vista de estos datos creemos poder sacar una serie de conclusiones


provisionales.
No hay usos privativos ni en cuanto a los mecanismos empleados ni en
cuanto a los significados que explicitan; en cambio se puede hablar de
tendencias .
La clase baja acapara a mas, que y sino. En concreto destacan los significa-
dos secundarios y los que están en trance de caer en desuso ; la frecuencia de
éstos supera las cifras medias de los diversos cortes diacrónicos. Es curioso el
paralelismo existente entre los mecanismos preferidos por la clase alta : pero, la
yuxtaposición (o) y salvo. Aunque toda la sociedad comparte el conjunto de
posibilidades (los significados adversativos), las clases sociales los utilizan con
distinta frecuencia y los explicitan mediante mecanismos diferentes. Guy
(1988, 47-48) cita un ejemplo de distribución complementaria en el criollo de la
Guayana inglesa, dentro del marco de las sociedades no industrializadas .
Tanto mas como pero aparecen en el entorno de los hablantes masculinos,
mientras que y sino quedan relegados al habla de las mujeres. Las formas de
uso más frecuentes aparecen en las intervenciones de los hombres; los meca
nismos menores y los significados en vías de desaparición (las estructuras no
equivalentes con sino) caracterizan el discurso femenino. Esta tendencia
«innovadora» en el habla masculina frente al «conservadurismo» de las muje-
res tiene numerosos e importantes apoyos en la bibliografía lingüística hispá-
nica (Alvar, 1969, 74-75 ; Granda, 1974, 236-41 ; Salvador, 1952, 19-24). A su vez
contradice el resultado de estudios sociolingüísticos realizados en sociedades
industrializadas (Smith, 1979): La Celestina se adapta mejor a los parámetros
de la flok society de Redfield (c£r. Granda, 1974, 240) o a las «economías no
industriales» (Guy, 1988, 45-48) .
En el habla de los mayores sólo destacan las correlaciones propias del
Grupo IV : el mecanismo en cuestión es sino y el personaje, Celestina. Entre
los jóvenes sobresale el empleo adversativo de la conjunción copulativa y,
pero, que en estas fechas empieza a triunfar sobre mas, antes, lexía persistente
que no se gramaticaliza; y las anómalas estructuras /'restrictivas'/ de sino
(más el que expletivo).
No podemos hablar del carácter innovador de los jóvenes (García de Diego,
1951, 303) puesto que las estructuras adversativas «nuevas» o «potenciadas» en
el español preclásico o bien no se documentan en esta obra o bien no aparecen
en los diálogos. En cambio, podemos decir que los jóvenes emplean los meca-
nismos que van a gramaticalizarse o, en todo caso, no se van a perder, así
como una estructura anómala y «atrevida» (el sino /`restrictivo'/). Frente a
ello, las correlaciones del Grupo IV que emplea Celestina caen en franca deca-
dencia en los Siglos de Oro, lo que permite hablar de «arcaísmo», pero no de
formas prestigiadas (Salvador, 1964, 184; Labov, 1983, 359) .
A pesar de la profesión de Fernando de Rojas, no aparece empero, forma en
auge en el español preclásico que irá relegándose a la lengua administrativa .
370 DEBORAH DIETRICK

Tampoco incorpora la correlación /'correlativa'/ ni la estructura /'aditiva'/


con sino ni el que /'sustitutivo'/ --tres estructuras que cobran relevancia a
partir del español preclásico-- a su obra. No obstante, Rojas pone una forma
«moderna» (aunque) en boca de sus personajes y reserva para sí el pero /`adi-
tivo'/ y la forma de parelcon, mas antes.
Parece claro que, dentro de la permeabilidad de los usos, se pueden identi-
ficar ciertas tendencias en el habla de los personajes de La Celestina. Al cotejar
estos usos con su evolución histórica, llegamos a la conclusión de que Fer
nando de Rojas intentó adscribir los usos adversativos al habla de los distintos
personajes . Creemos, además, que tuvo éxito en este empeño: acertó a carac-
terizar a los distintos grupos sociolingüísticos sin caer en un lenguaje estereo-
tipado o rebuscado.
Desde el punto de la Sociolingüística, hemos verificado la posibilidad de
aplicar sus parámetros a textos escritos . Los resultados coincidirán con los de
estudios de la lengua hablada siempre que los datos se cotejen con los de una
estructura social que comparte las mismas características.

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