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Directores:
José Antonio Arruza Gabilondo
Ramón Alzate Sáez de Heredia
Departamento:
Procesos psicológicos básicos y su desarrollo
A Aitziber y Manex, mi inteligencia, mi emoción.
Han sido muchas las personas que desde lo personal y lo académico han contribuido de
manera relevante a que este trabajo llegue a su fin. A todos ellos, mi más sincero
AGRADECIMIENTO, ya que nada de esto hubiera sido posible sin su apoyo.
Cómo no, agradecer también a todos los compañeros del GUMP Iceberg, grupo
de trabajo en el que se gestó esta investigación, a Luis Fernández y Alfonso Azurza, que
tan gratos momentos me dieron.
Al grupo de gimnasia de mantenimiento del KKE Zuhaizti, “El Pirri”, “El Doc”,
“El profe” por esas lecciones de vida impartidas entre abdominal y chiste de Argiñano.
Y muy especialmente a Juan Luis, mi primer profesor de Judo y que tantas cosas me ha
enseñad, tanto en el tatami como fuera de él.
Y cómo no, gracias a ti Aitziber, por quererme y darme algunas clases prácticas
de eso que se ha denominado Inteligencia Emocional, y de lo que, en ocasiones, he
carecido.
INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 19
V. ANEXOS.............................................................................................................. 317
Índice
ÍNDICE DE TABLAS
ÍNDICE DE FIGURAS
(SIFOLITO)”, son algunos ejemplos de los trabajos que han sido publicados y que a la
postre, han desembocado en brillantes tesis doctorales.
Los datos arrojados por este tipo de investigaciones junto con la experiencia que
he recabado a lo largo de estos años en el campo de la intervención psicológica con
deportistas se plasman en la elaboración de esta tesis doctoral. Además creo que todo
ello, confirma mis ideas sobre la existencia de algo (llamémoslo IE), que ayuda a los
deportistas de alto nivel de apoderarse de sus emociones, tanto positivas como
negativas, y encauzarlas hacia una ejecución sobresaliente en eventos de gran
importancia y trascendencia para ellos.
Creo que el hilo argumental del presente trabajo sigue una línea coherente que a
lo largo de dos grandes apartados conforman el contenido de esta tesis doctoral. El
primero de ellos corresponde a la parte teórica donde se ahondan en los términos de
inteligencia y emociones para posteriormente profundizar en el constructo de IE desde
18 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
El segundo de los grandes apartados, tiene que ver con la parte empírica y en
ella se explicitan los procedimientos empleados y los resultados obtenidos tras la
realización de los análisis psicométricos de la herramienta creada.
El hombre como especie, además de haberse convertido en el ser vivo más inteligente de
los que pueblan el planeta, es también el más emocional. Nuestras diferentes formas de
comunicarnos, nuestros comportamientos, nuestras diversas formas de relación implican
inteligencia, que a su vez esta impregnada por algún tipo de emoción de manera inherente.
La Inteligencia Emocional, es un término que aúna en el mismo concepto dos de las
características más importantes que diferencian al ser humano del resto de animales como
son la inteligencia y las emociones. El desarrollo y evolución de ambos conceptos,
inteligencia y emoción, a lo largo de los períodos más importantes de la historia de la
humanidad ha sido dispar hasta la llegada de lo que hoy todo el mundo conoce como IE.
20 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
mientras que la emoción y la voluntad representan los caballos que tiran del carro. En
este pasaje se comenzaba a vislumbrar la separación que emociones e inteligencia
sufrirían a lo largo de la historia.
Unos cuantos siglos después, en el XII, Descartes afirmaba que el ser humano
podía experimentar pasiones (identificadas con las emociones) surgidas del cuerpo y
que actuaban en la mente de forma pasiva y conducían sin otra volición a acciones
corporales. Las pasiones por tanto, eran impulsos negativos que había que resistir y
vencer con el objetivo de ganarse el Cielo. Al establecer Descartes el dualismo mente-
cuerpo, daba al primero todas aquellas funciones relacionadas con el control de la
voluntad. Lo que hoy se consideraría la inteligencia.
estudio de las emociones fue algo denostado puesto que se consideraban impulsos
irracionales que nos apartaban del camino lógico por lo que había que reprimirlas para
desfogarse en contextos íntimos. Todo comportamiento humano era analizado bajo la
luz de la razón, identificada con la idea actual de la inteligencia. A pesar de ello,
algunos autores como Hume, hablaban de impresiones de reflexión para referirse a las
emociones y a su vez las dividía en violentas (como el amor y el odio) y tranquilas más
relacionadas con los sentimientos estéticos de aprobación y desaprobación. Formaban
parte del contenido de la mente humana. Pero en el último cuarto de siglo las cosas
empezaron a cambiar y surgió una corriente de pensadores, como Herder y Rousseau
que nuevamente exaltaron la emoción y el espíritu humano, Rousseau llegó a afirmar,
“Existir es sentir” y manifestó “los primeros impulsos del corazón son siempre los
correctos”. Esta tendencia continua a lo largo del siglo XIX en que se produce una
reafirmación de la emoción y la intuición, los románticos como William Blake
combatieron la razón desmesurada con cantos a los sentimientos y a la intuición
irracional y las emociones pasaron a un primer plano. Mientras, por su parte, Darwing
también publicó en el tercer cuarto de siglo, una obra en la que estudiaba la expresión
de las emociones en los rostros humanos que anticipó trabajos modernos sobre las
emociones como los de Ekman relacionados con la expresión y reconocimiento facial de
las emociones.
A finales del siglo XIX y principios del XX surgen figuras importantes dentro de
la psicología que se interesan por el estudio de la emoción y constituyen las primeras
aproximaciones científicas dentro de la psicología, Wundt figura muy importante dentro
de la psicología estudió los sentimientos y las emociones, desarrolló una teoría
tridimensional de la emoción que causó gran controversia en aquel momento, pero
posteriormente y cuando se desarrolló la técnica del análisis factorial dió lugar a
multitud de aproximaciones a la emoción basadas en sus principios.
ahora, a pesar de que gran parte de su teoría se sustenta sobre la represión de emociones
en edades tempranas de la infancia que posteriormente darán lugar a las neurosis de la
edad adulta, la psicología académica no se ha visto beneficiada en exceso.
Una vez llegados a este punto, cabe resaltar que las mejoras sanitarias, sociales y
tecnológicas sufridas por la humanidad han desembocado en un aumento de la
esperanza de vida de las personas y siguiendo a Punset “ha dado lugar a 40 años
redundantes desde un punto de vista evolutivo”. En este contexto, en estos años
redundantes en que el tiempo de ocio es muy amplio e importante es donde se enmarca
el contexto deportivo. La práctica físico deportiva globalizada por una parte y el
desarrollo de un complejo sistema de competiciones del más alto nivel esta haciendo
que los deportistas desarrollen todos los recursos técnico tácticos, físicos, atencionales,
decisionales y desde mi punto de vista emocionales. En este contexto es dónde las
emociones en ámbitos deportivos toma una importancia capital. Apreciamos emociones
desbordantes en todos los campos de fútbol, baloncesto, balonmano y demás deportes
todos los fines de semana. Millones de personas en todo el mundo, se alegran y lloran
en función de los resultados de sus equipos. Vemos emociones en los entrenadores
quienes viven de primera mano los aciertos y errores de sus jugadores. Y vemos
emociones también en los campos de juego en dónde en función de los acontecimientos
que se den, los jugadores sienten rabia, tristeza, orgullo o desesperanza. Creo que este es
el momento de aprovechar los conocimientos surgidos desde la teoría de la IE para
estudiar el procesamiento y gestión de esa información emocional que jugadores,
entrenadores y aficionados están continuamente manejando. Creo que sinceramente el
ámbito deportivo constituye un laboratorio excepcional para estudiar el desarrollo de
esta teoría que los autores Salovey y Mayer propusieron a inicios de la década de los 90
y con tanto éxito se ha aplicado en el contexto laboral sin ir más lejos.
I. MARCO TEÓRICO
Marco Teórico. La inteligencia.
I.1. La inteligencia
1
Cualidad que determina las diferencias individuales a través de la diferente capacidad de las personas de
percibir la información del mundo exterior.
Marco Teórico 31
Son varias las ocasiones en las que los científicos con cierta experiencia
contrastada en el estudio de la inteligencia se han reunido para tratar de dar una
definición. En 1921, se llevó a cabo un simposio entre los investigadores de la época a
este respecto cuyos resultados se publicaron en el Journal of Educational Psychology.
Estas definiciones se reflejan en la tabla siguiente.
Tabla 1.
Definiciones de inteligencia del simposio 1921. (Tomado de Juan de Espinosa, 1997).
Definición Autor
La capacidad para inhibir un ajuste instintivo, la capacidad para redefinirlo a Thurstone, L.L.
la luz del ensayo y error experimentado imaginariamente, y la capacidad para
convertir el ajuste instintivo modificado en un comportamiento abierto que favorezca
al individuo como animal social.
Más tarde en 1986, Sternberg y Detterman fueron los editores otro simposio
reeditado posteriormente (1992, 2003). Las principales definiciones se ven reflejadas
en la tabla siguiente.
Tabla 2
Definiciones de inteligencia del simposio 1986. (Basado en Detterman y Sternberg, 2003).
Definición Autor
A pesar de que muchos autores se atreven a dar una definición más o menos
concisa (véase tabla 2.). Otros presentan una serie de reticencias a la hora de definirla.
Este es el caso de autores como Baltes (1986) que sostiene que la inteligencia no puede
ser delineada de una forma clara y aceptable; Horn (1986) por su parte afirma que la
inteligencia no es una entidad unitaria en modo alguno y mantiene que los intentos por
describirla, son casi inútiles; para Pellegrino (1986) todos los intentos de definición
conducen a definiciones vagas e inexactas; mientras que Scarr (1986) por su parte
afirma que existen tantas definiciones como propósitos existen al plantearla.
Tabla 3
Definiciones de expertos no recogidas en simposios.
empleada por Juan Espinosa (1997) “la inteligencia es el fenómeno que consideramos
responsable de las diferencias que observamos entre las personas cuando se ponen a
resolver problemas” (p. 46).
Pero como se ha comentado al inicio del capítulo cada uno de nosotros tiene una
idea más o menos clara de lo que es la inteligencia. Hemos llegado a ellas por medio de
juicios subjetivos de los fenómenos ocurridos en nuestra vida cotidiana. Estas ideas
propias, constituirían las denominadas teorías implícitas de la inteligencia que
rastreando en Internet, se pueden encontrar fácilmente y se pueden observar en la
siguiente tabla.
Tabla 4.
Definiciones implícitas de inteligencia.
Definición
Aquel don, que algunos seres humanos utilizan de vez en cuando, para poder diferenciarse de
los animales
Como se puede apreciar la suma de puntos vista es muy dispar tanto entre los
expertos como en los legos en la materia y esto es en parte lo que dificulta en gran
medida dar una definición universal de inteligencia.
36 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
Otro tipo de estructuras generadas fueron los sistemas jerárquicos puros de Burt
y Vernon. En estos modelos todas las aptitudes están relacionadas con una aptitud de
generalidad global. Las aptitudes que se sitúan por debajo de esta generalidad global
representan niveles de generalidad cada vez más restringidos.
jerárquico formado por 10 factores. Para Horn, una organización de las funciones
intelectuales exige la presencia de estas 10 capacidades puesto que ninguna de estas 10
capacidades, puede derivarse de las demás.
Por otra parte existen numerosos estudios que relacionan de alguna u otra forma
el tamaño cerebral con la capacidad intelectual. La idea central que guía este tipo de
estudios es simple. Si el cerebro en su totalidad es responsable de la capacidad
intelectual de las personas, entonces el tamaño cerebral, debiera ser un estimador
adecuado y primario, aunque burdo, de la inteligencia de las mismas. De esta forma,
algunos estudios (Egan et al., 1994) han relacionado el volumen de materia blanca
cerebral (indicador de mielinización) con el CI manipulativo y con el CI total. Mientras
que el volumen de materia gris esta más asociado con el CI verbal. Este estudio se ve
confirmado por la tesis de Miller (1994) que afirma que el proceso de mielinización2 es
diferencial y ofrecería una plausibilidad biológica al desarrollo diferencial de las
aptitudes intelectuales. Estas hipótesis se vuelven a confirmar en el estudio de Jensen
2
Fenómeno por el cual algunas fibras nerviosas, adquieren durante su desarrollo una sustancia envoltoria
que permite la transmisión de impulsos bioeléctricos de forma más eficaz.
Marco Teórico 41
3
Cambio transitorio registrable en la actividad eléctrica cerebral en respuesta a estimulaciones
sensoriales.
42 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
En definitiva, todos estos indicios nos hacen pensar que existe una relación entre
los correlatos, biológicos, anatómicos y neuroquímicos en el funcionamiento y
diferenciación interindividual de las aptitudes intelectuales.
4
es un tipo de medicina nuclear que mide la actividad metabólica de las células cerebrales
Marco Teórico 43
Bouchard (1984) y Bouchard et al. (1990), estudiaron a más de 100 grupos de gemelos
criados separados. Una vez identificados estos gemelos, se realizaron exhaustivas
evaluaciones tanto psicológicas cómo fisiológicas. Se aplicaron pruebas de habilidad
mental, de comprensión y se llevaron a cabo detalladas historias clínicas. En sus
resultados, se encontró que cerca del 70% de varianza común en CI, se relacionaba con
la variación genética. En las medidas psicológicas múltiples de personalidad y
temperamento, los investigadores concluyeron que los resultados muestran una fuerte
influencia de la herencia en muchas características psicológicas y fisiológicas.
Así pues, fue Watson (1924) el que comenzó otorgándole una gran importancia
al medio postulando que la interacción del organismo con el ambiente es la que
proporciona al sistema nervioso su estructura. En esta línea continuaron los estudios de
44 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
biólogos de la época como Weiss (1941). Estos estudios, dejaban sin sentido la
investigación diferencial ligada tanto a las fuentes hereditarias como a las diferentes
configuraciones cerebrales de los individuos, y achacaban las diferencias
neuropsicológicas al ambiente. Hebb (1949) hablaba de inteligencias A y B. En este
apartado nos interesa la inteligencia B que sería el nivel de capacidades que una persona
muestra realmente en la conducta, esto no es genético ni se aprende simplemente, se
trata de la interacción entre potencialidad genética y estimulación ambiental.
Por otra parte la exposición del niño al mundo de la inteligencia adulta a través
de las interacciones con sus cuidadores parece ser fundamental para el desarrollo
intelectual normal. Los niños que han sido desatendidos de forma grave por sus padres,
hasta el punto de haber sido privados de esta estimulación, muestran un desarrollo
intelectual muy bajo, aunque normalmente lo desarrollan con rapidez cuando se les
pone en buenos hogares de acogida como lo demostraron los estudios de Clarke y
Clarke (1976). Asimismo Schiff y Lewontin (1986) estudiaron a un grupo de niños,
cuyas madres (con un nivel educativo bajo) dieron a uno de sus hijos en adopción, pero
educaron ellas mismas a sus otros dos hijos. Los niños fueron adoptados poco después
de nacer por familias con mucha más formación. Años más tarde, el CI medio de los
Marco Teórico 45
niños adoptados era de 109, mientras que el de sus hermanos no adoptados era de 95.
Por lo que parece, que el acceso a un entorno estimulante, desempeña un importante
papel para lograr el desarrollo intelectual pleno. En la misma línea se encuentran las
conclusiones del trabajo de Skeels (1966). Este autor, trabajaba con huérfanos y observó
que cuando la calidad de los cuidados era deficiente, por causas como la aglomeración
de niños, se presentaban casos de retraso mental. Por otra parte, observó que cuando
algunos de estos niños se educaban en una sala de mujeres con retraso mental, los niños
mostraron mejoras en el CI de carácter inesperado. Para comprobar esta idea, puso
durante 18 meses a 13 huérfanos con un CI bajo en la sala de mujeres con retraso
mental. Los niños, mostraron un aumento medio del CI de más de 25 puntos, lo que les
situaba en la zona normal de inteligencia. Por el contrario, un grupo de huérfanos al que
se dejó en el orfanato, mostró un descenso medio en el CI de 25 puntos. Esto parece
apuntar nuevamente que el ambiente favorece el desarrollo de la inteligencia en cierto
grado.
Desarrollo filogenético
5
Formas para las cuáles, la cavidad endocraneal del cráneo es el molde.
6
Es una rama de la biología que define las relaciones evolutivas entre los organismos basándose en
similitudes derivadas.
7
Constituida por los cambios que se dan en una línea evolutiva a lo largo del tiempo.
Marco Teórico 47
Desarrollo ontogenético
La inteligencia, también evoluciona a lo largo del ciclo vital del individuo. Así
desde el punto de vista psicométrico, parece que existe una evolución de la inteligencia
(por lo menos en los primeros años de nuestro ciclo vital) puesto que los test
psicométricos muestran una evolución de la misma en edades tempranas (Honzik,
Macfarlane y Allen, 1948; Moore, 1967). Estos enfoques, tratan de cuantificar las
habilidades intelectuales.
Otra teoría evolutiva relevante es la del psicólogo ruso Lev Vigotsky (1995),
afirma que los procesos psicológicos de orden superior como el desarrollo de la
inteligencia son producto de la interacción social interiorizada por el sujeto. El lenguaje
y el pensamiento aparecen en las primeras interacciones con los padres, y continúan
desarrollándose mediante el contacto con los profesores y con otras personas. Para
Vigotsky el desarrollo de la inteligencia a lo largo del ciclo vital tendría lugar gracias al
medio social y a fenómenos de adquisición como La Ley de Doble Formación que se
encarga de explicitar el origen social de los procesos psíquicos o La Zona de Desarrollo
Proximal, definida por aquellas actividades, competencias o habilidades que el niño es
capaz de desarrollar junto con el adulto.
Los datos y teorías formuladas por estos autores, dan sustento a las teorías
evolutivas de la inteligencia a lo largo del ciclo vital del individuo y han sido seguidas
por otros psicólogos (Brown y French, 1979; Feuerstein, 1980).
intelectual muy alto porque no hay actualmente ninguna prueba que pueda medir
suficientemente estas cualidades, pero la capacidad sintética es especialmente útil en los
procesos de creación y resolución de problemas.
I.1.9. Enfoque CI
este golpe, Cattell continuó con sus trabajos y la corriente de los test psicológicos
iniciada por él prosiguió aunque los test adoptaron nuevas formas.
Esta escala estaba formada por una serie de pruebas ordenadas en función de la
dificultad creciente de cada una de ellas. Asimismo los ítems, estaban agrupados por
distintos niveles de edad en función de qué ítems era más típico que se resolvieran con
éxito en cada uno de los niveles. Esta escala se convirtió en la base de los test de
inteligencia actuales. Se encargaba de medir, inteligencia general que según Binet era
una facultad fundamental para hacer juicios correctos, mostrar iniciativa y adaptarse a
las circunstancias. Con Binet, se produjo una ruptura tanto en la forma de concebir la
inteligencia como en la forma de explorarla. Para Binet las actividades esenciales de la
inteligencia eran: enjuiciar adecuadamente, comprender bien las cosas y razonar bien,
por tanto el juicio o razonamiento era lo que constituía la parte esencial del pensamiento
inteligente.
En resumen, Binet y Simon fueron los primeros que encontraron cómo estaba
formada la inteligencia, generaron pruebas basadas en su teoría y buscaron áreas de la
inteligencia, como el razonamiento verbal o la memoria a corto plazo.
Años más tarde David Wechsler como heredero directo del trabajo de Binet y
Simon, ha defendido un modelo conceptual de la inteligencia amplio y muy poco
concreto que desde el principio desdeño otros tipos de inteligencia como la inteligencia
social, considerándola un caso particular de la inteligencia general aplicada al campo de
las situaciones sociales. En función de este modelo de inteligencia elaboró una primera
versión de baterías Wechsler (1949), iniciando así una interminable serie de pruebas
conocidas como escalas Wechsler que obteniendo una puntuación denominada CI
determinaban el nivel de inteligencia de las personas. Estas pruebas han marcado toda
una época en el estudio de la inteligencia hasta que hace no muchos años se pusieron
definitivamente en duda con la introducción de nuevos conceptos como el de las
Inteligencias Múltiples o el de la IE.
De los ámbitos en los que los seres humanos pueden mostrar su pericia, el
deporte es uno de los más llamativos ya que se nos presenta como una compleja
dinámica de inteligencia en acción. Probablemente el vínculo más directo entre
54 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
Quizás no se preocupó en exceso del desarrollo motor, pero describió como los
movimientos infantiles tomaban parte en el desarrollo cognitivo infantil y cómo su
importancia decrecía a medida que el niño accedía a posibilidades más elevadas de
abstracción.
I.1.11. Sumario
Puesto que hay muchas maneras de ser inteligente, también hay muchas
conceptualizaciones de inteligencia como se ha podido comprobar. La aproximación
más influyente, y la que ha generado la investigación más sistemática, se basa en los test
psicométricos. Esta tradición ha producido un sustancial cuerpo de conocimientos,
aunque siguen sin respuesta muchas preguntas y tampoco se sabe demasiado sobre las
formas de inteligencia que los test no evalúan fácilmente. Los psicómetras han medido
con éxito un amplio rango de aptitudes distintas entre sí pero correlacionadas de alguna
forma.
También tienen interés en este apartado las observaciones que realizó Aristóteles
en su Retórica con relación a las emociones. Para Aristóteles las emociones eran una de
las tres cosas que podían encontrarse en el alma humana. Hablaba de emociones tales
como miedo, coraje, tristeza e insiste en una propiedad básica de todas ellas: la de ser
estados mentales que tienen asociados o bien placer o bien dolor. Posteriormente, en el
siglo XII, Maimónides señalaba que las pasiones de la mente producen grandes cambios
en el cuerpo y que estos son evidentes para todos.
Descartes en el siglo XVII presentó en su obra Las pasiones del alma su teoría
de las emociones. Este autor, denominaba pasiones a las emociones y para él, eran un
58 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
Pero probablemente el padre del estudio científico de las emociones fue William
James quién con la publicación en 1884 del artículo titulado ¿Qué es una emoción?,
sienta las bases para iniciar el debate científico entorno a este complejo fenómeno
humano. James bajo la influencia de Descartes y en oposición a Darwin, se preocupó
por estudiar el sentimiento subjetivo de la experiencia emocional. Se centró en los
antecedentes subjetivos que dan lugar a los cambios fisiológicos de carácter visceral y
somático de la experiencia emocional. James diferenciaba entre emociones más groseras
o estándares, relacionadas con cambios corporales relativamente intensos, en los que
cada uno reconoce una fuerte reverberación orgánica (ira, miedo, amor odio, alegría,
vergüenza, aflicción y sus variedades) y emociones más sutiles o tenues que son
sentimientos morales, intelectuales y estéticos y su reacción corporal es generalmente
mucho menos intensa, la reverberación orgánica es menos obvia y menos fuerte.
Marco Teórico. Las Emociones. 59
Por tanto se puede considerar a James como el punto de partida del estudio
científico de la emoción y a partir del cual surgirán las diversas tradiciones que
veremos a continuación.
Existen diversos motivos por los que se hace complicada una definición
sistemática general y exacta de emoción. Por una parte el concepto en cuestión ha sido y
es aplicado a los más diversos fenómenos, tanto si son de carácter emocional como si no
lo son. Existen teorías relativas a los más diferentes sectores cuyo nexo de unión está
representado por el concepto de emoción. Por otra parte, existe gran cantidad de
fenómenos designados como emocionales difícilmente delimitables de aquellos otros
que no lo son. Por ejemplo, un determinado modo de comportamiento, un estado
afectivo interior, una excitación fisiológica pueden, según las circunstancias, ser
considerados o no como emocionales. Con frecuencia, tampoco nos hallamos en situa-
ción de señalar lo que no son las emociones. Carecemos de criterios sobre la base de los
cuales delimitar las emociones con respecto a otros fenómenos. A lo largo de los años
los autores se han ido agrupando entorno a determinadas definiciones del concepto y la
definición varía según a quién preguntemos.
Para autores como Schachter y Singer (1962), Zillman (1971) y Mandler (1975),
la emoción es una combinación de activación fisiológica con un etiquetaje cognitivo
construido este último a partir del contexto actual y del aprendizaje pasado.
Marco Teórico. Las Emociones. 61
Para otros como Tomkins (1979), Plutchik (1980), Izard (1971, 1977) y Ekman
(1972), una emoción es un patrón adaptativo de reacción corporal, innato en gran
medida, producto de la filogénesis, que tienen como componentes esenciales atributos
fisiológicos y motórico-expresivos, en particular faciales.
Otros autores como Lang (1979), Leventhal (1979), Bower (1981) y Zajonc
(1980, 1984, 1985), definen las emociones desde la perspectiva del procesamiento de la
información. Las emociones, serían un fenómeno semántico o proposicional, archivado
en la memoria junto con conductas fisiológicas y motóricas.
Un cuarto tipo de definiciones como las de Arnold (1960, 1970), Lazarus (1966,
1975) y Frijda (1970, 1986), subrayan el carácter sociocognitivo de las emociones. Para
estos autores, las emociones son el producto de las evaluaciones y reevaluaciones que
las personas realizan a partir de su experiencia, de sus formas de soporte y de
enfrentamiento social, ante estímulos dados.
Todavía hoy no hay completo consenso de las estructuras que forman parte del
sistema límbico. Por eso adoptaremos aquí una solución de compromiso, siendo
conscientes de que es posible que omitamos ciertas estructuras que, para determinados
autores, son parte indiscutible de nuestro cerebro emocional. Pero, antes de entrar en las
concepciones contemporáneas, conviene al menos hacer una referencia a algunos
antecedentes importantes.
expresiones de las emociones del hombre y de los animales a través de principios como
la asociación de las costumbres útiles, el principio de la antítesis o el principio del acto
derivado de la constitución del sistema nervioso.
La teoría del script de Tomkíns (1962, 1963, 1979), concibe las emociones
como programas innatos, subrayando su papel como sistema motivacional primario.
Tomkins pone el ejemplo de que la falta de aire para respirar produce una fuerte
emoción de terror o miedo que, a su vez, nos motiva a la acción para solucionar el
problema y obtener, como sea, el aire necesario para la respiración. Según este autor, la
base neurofisiológica de las emociones es la activación cortical. De hecho, la tasa dife-
rencial de descarga cortical explica cada una de las diferentes emociones: la sorpresa,
por ejemplo, implica una alta tasa de disparo cortical, que disminuiría progresivamente
en emociones como el miedo o el interés. La tristeza es neutral, en el sentido de que
dicha tasa se mantiene sin cambios, mientras emociones como la alegría llevan consigo
una disminución de la activación cortical. Para Tomkins, la experiencia emocional es el
feedback propioceptivo de la expresión facial de la emoción. La versión fuerte de esta
hipótesis implicaría que si conseguimos reproducir fielmente una expresión facial
emocional, debemos sentir la emoción correspondiente. Sin embargo, se da una patente
falta de pruebas empíricas que verifiquen esta concepción, falta de pruebas que se
extiende también a la base neurofisiológica propuesta. De todos modos, lo que sí parece
comprobado es que la exageración voluntaria de la expresión facial de una emoción
determinada aumenta la intensidad del sentimiento vivido, mientras la supresión de la
expresión la disminuye.
La teoría diferencial de las emociones Izard (1971, 1977), Izard y Malatesta, (1987)
implica el estudio de la respuesta facial como principal correlato emocional. También Izard
destaca el poder motivacional de las emociones. Según este autor, existen diez emociones
fundamentales: alegría, tristeza, miedo, rabia, sorpresa, interés, asco, culpa, desprecio y
vergüenza. Cada una de ellas tiene una cualidad subjetiva única que se corresponde con un
patrón único de expresión facial. Izard postula que cada emoción fundamental implicará una
68 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
George Mandler (1975, 1980, 1984, 1990, 1992) considera la emoción inmersa
en el vasto contexto de la mente. En un principio, la postura de Mandler era muy similar
a la sostenida en el modelo bifactorial de Schachter (1964), pero, poco a poco, fue
otorgando más importancia a las variables cognitivas, sobre todo a la evaluación que
sigue a estímulos discrepantes de nuestras expectativas o esquemas. Según este autor,
tres son los aspectos destacables de la experiencia emocional. El primero es el arousal
responsable de la dimensión intensiva de la emoción y se da esencialmente cuando
ocurre una discrepancia entre lo ocurrido con lo esperado por el individuo, con sus
Marco Teórico. Las Emociones. 71
histórico específico que no sean una adaptación funcional, una respuesta o un factor de
mantenimiento de esa particular circunstancia histórica. Según Kemper (1991), la
sociología de las emociones no se puede reducir a la psicología de las emociones: una
teoría emocional completa debe contemplar una comprensión integrada del cuerpo, la
psique y la sociedad.
Toda emoción parece que puede manifestarse a tres niveles diferentes: fisio-
lógico, conductual y cognitivo. El conocimiento de estos tres niveles de reacción nos
ayuda a identificar y a describir mejor los fenómenos emocionales.
Marco Teórico. Las Emociones. 77
El componente fisiológico
También cabe destacar los estudios que relacionan las emociones con la
neuroquímica y con la neuroendocrinología. Efectivamente, neurotransmisores, neu-
romoduladores y hormonas, parecen estar muy implicados en los mecanismos emo-
cionales, lo que, en la práctica, queda constatado a partir de los modernos estudios
psicofarmacológicos. Sin embargo, no parece que la relación entre dichos mensajeros y
las emociones sea específica: no hay evidencia de que un neurotransmisor o una
hormona se relacione sólo y exclusivamente, de forma biunívoca, con un tipo de
emoción.
El componente conductual
Por todo ello, el comportamiento facial ocupa un lugar privilegiado en el estudio del
componente conductual de la emoción. El reconocimiento de este hecho ha propiciado que en
los últimos quince años la investigación sobre expresiones faciales haya renacido con fuerza
inusitada. Este renacimiento de alguna de las premisas darwinistas viene también marcado
por la obtención de sólidas evidencias en relación con la universalidad de las expresiones de
algunas emociones discretas, evidencias documentadas por ilustres antropólogos y etólogos
humanos (Eibl-Eibesfeldt, 1974). Todas estas circunstancias han hecho que en la comunidad
científica se haya dado un fenómeno de aceptación generalizada de los patrones faciales como
el mejor índice aislado de la presencia de una emoción, particularmente en niños, en los
cuales la influencia cultural sobre la conducta expresiva es mínima y más fácil de evitar en
caso de estar presente. Desde una postura funcionalista, parece que las conductas faciales
Marco Teórico. Las Emociones. 79
ejercen una función social y comunicativa muy importante, siendo cruciales en el desarrollo y
en las interacciones interpersonales. Aunque la evidencia sobre este punto es controvertida,
parece también que el feedback del tono muscular facial puede ser crítico en la generación de
la cualidad única de conciencia que define una emoción subjetivamente.
Para poner un poco de orden a este caos conceptual recurriremos una vez más a
la ayuda de Frijda et al. (1991). Para estos autores, los sentimientos son disposiciones a
responder emocionalmente a un objeto específico. Esta disposición emocional, el poder
de elicitar emociones y afectos, y la conducta motivada de acercamiento o evitación,
parece que, en los sentimientos, se prolonga indefinidamente. Son ejemplos de estos
fenómenos afectivos las aversiones hacia individuos o grupos, los rencores, las filias y
las fobias, el amor y el odio, etc. Los sentimientos se identifican por su objeto y por la
forma particular de valorarlo. Su duración, como hemos dicho, es indefinida, lo que,
junto al hecho de que sean sólo disposiciones, constituyen las dos características básicas
que los diferencian de las emociones.
Podrían calificarse de pasiones los deseos de venganza que duran toda una vida,
la xenofobia y el racismo, las pasiones eróticas, el ansia de poder, etc. Como en el caso
de los sentimientos, la duración de las pasiones es también indefinida.
I.2.9.1. La activación
La primera teoría en este sentido que presentaron fue la denominada teoría del
impulso (Spence y Spence, 1966). Según esta teoría, a medida que aumenta la
activación de un atleta aumenta su rendimiento. Es decir, cuanto más activado está un
deportista, mejor será su ejecución. No existe mucho respaldo para esta teoría lo que
provocó que rápidamente surgieran otras que explicarán mejor la relación entre
activación y rendimiento. Una de ellas fue la teoría de la facilitación social (Zajonc,
1965), la cual sostenía que el público crea un arousal en el ejecutante que perjudica la
realización de tareas difíciles pero que la favorece cuando se trata de cometidos bien
aprendidos. Los psicólogos del deporte también se dirigieron hacia la hipótesis de la U
invertida (Landers y Boutcher, 1986). Según este enfoque, a bajos niveles de activación
la ejecución estará por debajo de la normal, hasta llegar a un punto óptimo en que el
nivel de ejecución sea máximo, si bien posteriores aumentos de este, hacen que la
ejecución se vea perjudicada.
Otras teorías han rivalizado con estas en sus planteamientos sobre la activación y
el rendimiento deportivo como puede ser la teoría de la inversión (Kerr, 1989) que
afirma que el arousal de una persona afecta a su rendimiento en función de la
interpretación que la persona haga de su nivel de activación, ó la teoría de la catástrofe
(Hardy, 1990) según la cual cuando se da un exceso de arousal se produce un descenso
espectacular del rendimiento (o sea una catástrofe).
Todas estas teorías de la activación no hacen excesivo hincapié en las causas que
lo provocan o lo modifican ni bajo qué circunstancias esta activación beneficia o
perjudica al deportista.
Es un sistema laborioso aunque brillante puesto que deja al deportista una gran
libertad a la hora de definir sus emociones y calibrarlas. Además no obliga al deportista
a catalogar una serie de emociones ya establecidas en el cuestionario por investigadores
que en ocasiones no tienen mucho que ver con la práctica deportiva.
La fiabilidad test-retest manifestada por el autor osciló entre .57 y .93 a lo largo
de diferentes intervalos temporales (1 hora, 1 día, 1 semana, 1 mes). Además demostró
elevada consistencia interna tanto para la forma A , .95 como para la forma B , .97.
Para desarrollar la forma A de este cuestionario se creó una batería inicial de 102
ítems tomados de 4 fuentes diferentes:
Esta batería inicial se vio reducida a 79 ítems tras la evaluación de tres jueces
que eliminaron aquellos ítems que carecían de claridad gramatical, corrección sintáctica
y facilidad de lectura.
Sin embargo tras diferentes análisis se comprobó que la relación entre estos dos
subcomponentes no era ni mucho menos recíproca. Aunque el patrón de su relación era
inverso, en función de la muestra y las circunstancias, la magnitud de esta correlación
oscilaba en gran medida. La investigación subsiguiente, sugirió que este tipo de
patrones de respuesta, estaba influenciada por la deseabilidad social y otras cuestiones
inherentes al empleo de cuestionarios de autoinforme. Finalmente, se optó por separar
ambos subcomponentes para proporcionar un cuadro más realista de las opiniones
precompetitivas (desafío, amenaza, o ambas).
Marco Teórico. Las Emociones. 91
Para obtener la forma C del CSAI-2, se pensó que el constructo de Rotter (1966)
sobre control interno/externo podía ser un componente importante de la escala de
Autoconfianza y se añadieron 12 ítems de este constructo. Se eliminaron 8 ítems de la
anterior versión y se añadieron 12 ítems nuevos. Por lo que la versión quedó formada
por 52 ítems y 4 subescalas: 14 ítems en la subescala Ansiedad Cognitiva; 11 ítems en
la subescala Ansiedad Somática; 13 ítems en la escala Autoconfianza; 12 ítems en la
subescala Control interno/externo. Además hay que sumar 2 ítems que los
investigadores omitieron del CSAI y que nuevamente incluyeron.
Tabla 5.
Correlaciones entre CSAI-2 y distintos instrumentos encargados de medir la ansiedad rasgo.
Tabla 6.
Correlaciones entre CSAI-2 y distintos instrumentos encargados de medir la ansiedad rasgo.
I.2.9.4.1. El POMS
El Perfil de los Estados de Ánimo fue diseñado por McNair, Lorr y Droppleman
(1971) con el fin de medir los cambios resultantes de la psicoterapia y la medicación
psicotrópica en pacientes psiquiátricos. Posteriormente, ha sido probado en gran
variedad de muestras no psiquiátricas y se ha convertido en un instrumento muy popular
en la investigación en psicología del deporte de los últimos años.
altos, sobre todo en las dimensiones Ansiedad y Depresión, y se situaron entre 0,5 y 0,9
con un índice de significación de .01. En otro estudio realizado con la versión usual de
la Tensión-Ansiedad y la Escala de Ansiedad Manifiesta de Taylor se encontró una
correlación de 0,8, que es aproximadamente tan alta como la fiabilidad test-retest de la
Escala de Ansiedad Manifiesta. Estos datos han sido extraídos del Manual Profile of
Mood Status de McNair, Loor y Droppelman (1971) editado por Educational and
Industrial Testing Service de San diego, California. (tomado de Arruza, 1996).
Otros autores, sostienen que existen diferentes niveles de cólera que en algunos
deportistas, pueden ser adaptativos mientras que en otros son disfuncionales (Hanin y
Syrjä, 1995). Por otra parte, estrategias de carácter cognitivo-comportamental centradas
en la comunicación entre los compañeros de equipo, parecen ser útiles para controlar la
cólera y la agresión el escenarios competitivos (Hanin, 1989,1992). En cualquier caso,
la investigación con respecto a emociones negativas como puede ser la ira, sigue
resultando insuficiente y hacen falta, mayor número de investigaciones sistemáticas al
respecto.
En psicología especialmente desde los años 70, se han separado los conceptos de
estrés y de tensión. El estrés estaba constituido por aquellos agentes o factores externos
que afectan a las personas desde el exterior. Mientras que la tensión, es el resultado que
esos estresores provocan en la persona, es decir, el efecto en la gente (Rohmert y
Rutenfranz, 1975; Fletcher, 1988).
I.2.9.6.1. El RESTQ-S
El primer bosquejo de este cuestionario, fue creado usando una forma ad hoc de un
cuestionario. Los autores utilizaron un análisis racional de los ítems y eligieron una serie de
los mismos relacionados con procesos de estrés y recuperación (Sprung y Sprung, 1987).
Tabla. 7.
Escalas, número de ítems, año y evolución del RESTQ-S.
1 Estrés general 4 4 4 2
2 Estrés emocional 4 4 4 2
3 Estrés social 4 4 4 2
4 Conflictos/Presión 4 4 4 2
5 Fatiga 4 4 4 2
6 Falta de energía 4 4 4 2
7 Quejas físicas 4 4 4 2
8 Éxito 4 4 4 2
9 Recuperación Social 4 4 4 2
10 Recuperación física 4 4 4 2
11 Bienestar general 4 4 4 2
13 Interrupciones molestas 2 6 4 4
14 Agotamiento emocional 6 4 4 4
15 Lesiones 6 6 4 4
16 Estado de forma 6 4 4 4
17 Realización personal 6 5 4 4
18 Auto eficacia - 6 4 4
19 Auto regulación 12 6 4 4
Total ítems 86 85 86 86
102 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
Existe una traducción en lengua castellana del instrumento que también presenta
cualidades psicométricas óptimas para su aplicación con deportistas y que corroboran la
existencia de un sólido constructo teórico (González-Boto, Molinero, Kellmann, Márquez,
2006).
Parecen ser datos bastante contundentes para concluir que es un instrumento válido y
fiable para medir estados emocionales negativos y positivos como pueden ser el estrés y la
recuperación.
En los últimos años, una nueva corriente denominada Psicología positiva esta
adquiriendo una importancia relevante. Desde este enfoque, las emociones positivas (alegría,
diversión, felicidad) constituyen la base fundamental de las investigaciones y estudios.
Autores como Sapolski (1995), Csikzentmihalyi (1997) Seligman (2003), o Punset (2005)
encabezan este tipo de investigación.
recabada por instrumentos como la Escala de Estado de Fluencia FSS (Jackson y Marsh,
1996) y la Escala Rasgo de Fluencia TFS (Jackson, Kimiecik, Ford y Mars, 1998). Ambos
tipos de investigación (cualitativa y cuantitativa) se encargan de definir y operacionalizar
mencionados estados. Estos estudios, constituyen otra aproximación a la investigación de la
emoción dentro de escenarios deportivos.
I.2.10. Sumario
La IE es uno de los paradigmas más prolijos en los últimos años. Desde que Salovey
y Mayer publicaron en el año 90 un artículo desarrollando el concepto de IE, se han llevado
a cabo cantidad de investigaciones hasta la actualidad. Revisando la base de datos Psycinfo,
aparecen 1619 registros a 8 de Abril de 2008 (investigación, artículos, estudios....) que
incluyen en su título el concepto de IE. De este auge en la investigación de la IE se han
beneficiado sobre todo el ámbito de la empresa y el de los recursos humanos.
En este capítulo repasaremos los orígenes del término, los antecedentes de este
concepto deteniéndonos en los diferentes modelos existentes en la actualidad y los
instrumentos de medida realizados hasta la fecha.
A pesar de que Binet y Simon (1908) apuntaron la idea de que las personas
podían hacer uso de una manera inteligente de las emociones, y distinguían entre
inteligencia ideativa (parecida a la idea de inteligencia que tenían los psicometricistas)
e inteligencia instintiva (manifestada por medio de las emociones) no llegaron a
vincular el proceso cognitivo con el emocional.
En líneas generales se puede decir que el autor nos conduce en su obra a lo largo
del manejo inteligente de algunas emociones pero no establece una definición del
concepto ni muestra un marco teórico distinto al clásico de las emociones por lo que si
bien es un antecedente en cuanto a la mención del término se refiere, no lo es en cuanto
a su desarrollo teórico.
Greenspan (1989) también habla del término IE. Estudia el proceso mediante el
cual el niño aprende a estructurar lo interno y lo externo, incluyendo aquí el proceso de
socialización con los demás. Hace especial hincapié en la importancia conjunta de lo
intelectual y lo emocional en este proceso de aprendizaje. Y entiende mencionado
aprendizaje a distintos niveles (biológico, cognitivo y emocional) y como resultado de
Marco Teórico. La Inteligencia Emocional. 107
las habilidades del niño para integrar la información proveniente de tareas en contextos
emocionalmente relevantes para él.
I.3.2.Antecedentes de la IE
Uno de los orígenes de lo que hoy se conoce como IE, fue el concepto acuñado
por Thorndike en 1920 de Inteligencia Social (a partir de ahora IS) en el Harpers
Montly Magazine, para Thorndike, era una capacidad que se observaba por todas partes,
en las aulas y patios de los colegios, en las oficinas o en las fábricas pero que eludía las
condiciones formales y estandarizadas de los laboratorios de pruebas. Llegó a escribir:
“La falta de la inteligencia social puede convertir al mejor de los mecánicos en el peor
de los capataces”. Definió la IS como “la capacidad para comprender y dirigir a
hombres y mujeres, muchachos y muchachas y de actuar sabiamente en las relaciones
humanas” (p.228). Esta definición, posee un carácter integrador, puesto que en ella,
aparecen habilidades de carácter cognitivo como “capacidad para comprender” junto
con habilidades de carácter social “capacidad para dirigir” para dar lugar a una conducta
adaptativa “actuar sabiamente en las relaciones humanas”. Tras Thorndike, otros autores
108 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
se lanzaron a definir esta IS. Así pues, Moss y Hunt (1927) la definieron como “la
habilidad para avenirse con otros”; Hunt (1928) “la habilidad para tratar con personas”;
Strang (1930) la definió como “el conocimiento sobre las personas” y Vernon (1933)
como “la capacidad de moderar con otras personas, atendiendo a sus estados y
características”. Tras los diversos esfuerzos por definir esta habilidad en 1937
Thorndike y Stern, llevaron a cabo un estudio en el que repasaban las diferentes
tentativas existentes en lo que a la medición del constructo de IS se refería. En sus
conclusiones, asumieron la existencia de tres tipos de acercamiento a la medida de IS, el
primero abarcaba las actitudes del individuo hacia la sociedad, el segundo versaba sobre
el conocimiento social implícito (conocimiento sobre deportes, conocimiento general de
la sociedad), mientras que el tercer acercamiento consistía en evaluar el grado de ajuste
social del individuo (a través de la exposición al sujeto de diferentes situaciones
sociales, se medía su grado de extroversión o introversión). Evaluaron las respuestas de
los individuos ante problemas de relación interpersonal y midieron la capacidad de
identificar la expresión emocional mediante palabras (para ello emplearon uno de los
test de IS más utilizados en la época, el test de IS George Washington, desarrollado en
1926). Tras este exhaustivo estudio, los autores concluyeron que los intentos de medir la
inteligencia social habían resultado fallidos y concluyeron de la siguiente forma: “puede
ser que la inteligencia social sea un conjunto de varias capacidades diversas, o un
complejo y enorme número de hábitos y de actitudes sociales específicas” (p.284).
I.3.2.2. Alexitímia
significa carencia, lexis que significa palabra y thymos que significa emoción) para
determinar este conjunto de carencias cognitivas en el que existe una gran dificultad del
paciente para verbalizar sus emociones.
Howard Gardner en 1983 publica Frames of Mind, donde plantea su teoría de las
inteligencias múltiples. Este autor, sostiene que poseemos 7 tipos de inteligencias
distintas, cada una de ellas independiente de las otras. Lo importante de esta teoría es
que introdujo dos tipos de teorías muy relacionadas con la competencia social y hasta
cierto punto emocional, la Inteligencia Interpersonal y la Inteligencia Intrapersonal.
Gardner definió la Inteligencia Interpersonal como: “la capacidad nuclear para sentir
distinciones entre los demás: en particular, contrastes en sus estados de ánimo,
temperamentos, motivaciones e intenciones. En estados más avanzadas, esta inteligencia
permite a un adulto hábil leer las intenciones y los deseos de los demás, aunque se
hayan ocultado”. (p. 240)
Una definición más actual de la competencia social es la que nos dan Topping,
Bremmer y Holmes (2000) “es la posesión y el uso de la capacidad para integrar el
pensamiento, emociones, y comportamiento para alcanzar resultados en tareas sociales
valorados en el contexto y la cultura del anfitrión” (p.32).
En el énfasis por crear medidas de este nuevo constructo emergente (IE), los
investigadores y teóricos de este área, se lanzaron a construir los tipos de pruebas que
hasta entonces se habían realizado para medir constructos teóricos tales como la
personalidad o la inteligencia (Ackerman y Heggestad, 1997; Hofstee, 2001). De esta
forma, mientras que algunos investigadores desarrollaron y utilizaron los cuestionarios
de autoinforme, otros emprendieron el desarrollo de las pruebas para medir el
funcionamiento óptimo de las diferentes habilidades implicadas. En principio, todos
ellos asumieron inicialmente la misma operacionalización del constructo pero,
sorprendentemente, esto condujo a una confusión conceptual y aparentemente los
resultados entraron en conflicto.
Petrides y Furnham (2000a, 2000b, 2001), ante este hecho, sugirieron que
existirían dos constructos diferentes de IE dependiendo del método de medida empleado
para su operacionalización (autoinforme frente a funcionamiento máximo a través de
pruebas de habilidades). Uno de ellos etiquetado como “IE Rasgo” (los rasgos podrían
definirse como características internas propias de los individuos, distintas en todos ellos
y en las que no influye de manera determinante el entorno). Estaría relacionado con el
funcionamiento normal de IE en diferentes situaciones de la vida cotidiana su
operacionalización, vendría dada por el empleo de autoinformes para su medida. Por su
parte, el segundo estaría etiquetado como “habilidad de IE” (capacidad cognitivo-
emocional) y estaría relacionado con la capacidad efectiva y real de la IE en un
individuo en concreto y su operacionalización vendría dada por el empleo de pruebas de
habilidad en IE.
Por otra parte, Mayer y colaboradores reclaman en una serie de artículos (Mayer
y Salovey, 1997; Mayer ,Salovey y Caruso, 1999, 2000a, 2000b, 2001), que su nueva y
revisada conceptualización cumple importantes criterios que introducen de manera
definitiva el constructo de IE en el ámbito de la inteligencia. Para los autores esta
conceptualización cumple varios criterios importantes:
I.3.4. Modelos de IE
Frente a esta división de modelos, Gardner (1983, 1999) mantiene que estos
criterios provenientes de una tradición psicometricista son excesivamente restringidos y
sugiere que existe un mayor número de criterios para considerar la IE como una
variedad diferente de inteligencia. Entre ellos, destaca la posibilidad de que la IE pueda
ser aislada a causa de algún daño cerebral o, que presente un desarrollo evolutivo a lo
largo de la historia del individuo.
Por su parte algunos investigadores (Mestre, 2003) piensan que esta división
entre modelos mixtos y cognitivos realizada por estos autores, es más artificiosa que
real. Ya que como se puede comprobar el modelo de Mayer y Salovey (1997), y
Marco Teórico. La Inteligencia Emocional. 117
Sea real o no, profundizaremos en las diferencias entre ambos modelos puesto
que ayuda a entender mejor la definición del concepto de IE.
Este modelo predice que los individuos dotados de esta capacidad, han crecido
en hogares adaptativos desde un punto de vista social, son capaces de encuadrar sus
emociones con eficacia y además pueden comunicar sus emociones y discutir sobre
ellas con facilidad.
Otro modelo que responde a estas características, fue popularizado por Goleman
(1995) y posteriormente mejorado (1998). Goleman creó un modelo que también era
mixto y caracterizado por las cinco áreas siguientes: conciencia emocional, manejo de
emociones, motivación, reconocimiento de emociones en otras personas, manejo de
relaciones. Excepto el área denominada “motivación”, su lista de cualidades es
específica. Además incluye otra serie de aspectos como son la demora en la
gratificación, control de la impulsividad, y búsqueda y consecución de estados de flujo
como características importantes de su modelo. Posteriormente, el propio Goleman
reconoció que él se movía en un concepto de inteligencia emocional más amplio que
otros autores.
Marco Teórico. La Inteligencia Emocional. 121
Goleman (1995, 1998) afirma que su modelo mixto, posee una importante
validez predictiva y sostiene que la IE explicará el éxito en el hogar, en la escuela, y en
el trabajo. Apunta por ejemplo, que la IE, conduce a mostrar menores niveles de
agresividad, y ayuda en la toma de decisiones inteligentes sobre aspectos tales como las
drogas, el sexo o el tabaco en la adolescencia. En el trabajo, la IE ayudará a la gente a
trabajar en equipo, de forma cooperativa, y de esta forma, mejorar la eficacia conjunta.
En definitiva, la IE conferirá una ventaja en cualquier ámbito de la vida.
falta de ajuste afectivo. Los autores pensaban, que a lo largo de la vida existían muchas
situaciones en que la información de carácter afectivo era fundamental. Asimismo,
creían que esa información se debía procesar de alguna manera y que existían
diferencias individuales en la forma de procesar y manejar dicha información y, por
tanto este procesamiento vendría por un camino diferente al de la información
cognitiva. Decidieron etiquetar esta capacidad como IE para unir de alguna forma esta
nueva concepción al marco teórico de la inteligencia al igual que habían realizado otros
autores anteriormente (Thorndike, 1920; Gardner, 1983).
Utilización Regulación de
emocional la emoción
INTELIGENCIA
EMOCIONAL
Reconocimiento y
expresión de la
emoción
Percepción no
Verbal No verbal verbal Empatía
Marco Teórico. La Inteligencia Emocional. 125
b) Emociones en otros
Este instrumento tiene una consistencia interna moderada y una buena confiabilidad
test-retest. Las diferencias en la percepción no verbal de la emoción están asociadas con
varios criterios. Los resultados del CARAT presentan mayores puntuaciones para los
artistas que para los científicos y los resultados correlacionan con los obtenidos en la
“Rotter´s Interpersonal Trust Scale” (Rotter, 1966). En profesionales del campo de la
salud mental se da una mayor exactitud en las percepciones no verbales de la emoción.
Algunas investigaciones han encontrado que las mujeres son generalmente mejores que
los hombres a la hora de reconocer emociones en la expresión facial, con la excepción
de la percepción de la ira (Boucher y Carlson, 1980).
B. Regulación de la emoción:
tienden a maximizar las experiencias placenteras y acabar con las aversivas. Los
investigadores, trabajan desde diferentes perspectivas psicológicas que predicen que las
experiencias placenteras son buscadas (y retenidas en la memoria) y comparadas con
otras desagradables para atenuar a estas últimas. Las personas, impulsadas por las
emociones placenteras, intentan prolongarlas de diversas maneras.
oscilar desde el lado positivo, generando confianza y carisma en las personas que a uno
le rodean hasta la manipulación maquiavélica de las personas como ocurre con los
sociópatas y maltratadores.
C. Utilización emocional:
a) Planificación flexible:
b) Pensamiento creativo
c) Redirección de la atención
El tercer principio indica que la atención será dirigida a los nuevos problemas
cuando surjan emociones de gran impacto. Así, cuando la gente atiende a sus emociones,
estas a su vez, pueden ser dirigidas hacia aquello que tiene una importancia inmediata para el
sujeto alejándolo de otros problemas (Simon, 1982). La persona que está sufriendo un
proceso de divorcio, desconecta de sus problemas laborales y redirige la atención hacia la
comprensión de sus propias emociones relacionadas con el dolor que emerge de su situación
marital. De esta manera, los individuos aprenden a refocalizar la atención en los estímulos
más importantes del contexto. Más que a interrumpir las actividades cognitivas en curso
simplemente, las emociones pueden ayudar a los individuos a recalibrar las demandas de
atención tanto internas como externas. Y de esta manera asignar los recursos atencionales
necesarios en función de la situación.
Marco Teórico. La Inteligencia Emocional. 133
d) Motivación
Finalmente, los estados de ánimo, pueden ser usados para incitar al individuo a
persistir ante tareas desafiantes. Por ejemplo, algunos individuos pueden canalizar la
ansiedad creada por situaciones evaluativas para motivarse y prepararse más a fondo y
así lograr objetivos más exigentes (Alpert y Haber, 1960).
Estudios posteriores, han confirmado esta estructura factorial compuesta por tres
dimensiones bien diferenciadas (Fernández-Berrocal et al., 2004; Palmer, Gignac, Bates, e
Stough, 2003).
Marco Teórico. La Inteligencia Emocional. 135
Presentó una fiabilidad test retest adecuada. En concreto, las correlaciones test-
retest pasadas 4 semanas y realizadas con 75 sujetos, fueron satisfactorias: Atención
.60, Claridad .70 y Reparación .83. Al igual que ocurre con la versión completa los tres
subfactores, correlacionan en la dirección esperada con variables criterio como la
depresión la rumiación y la satisfacción con la vida (Fernández-Berrocal et al., 2004).
Capacidad de Habilidad para Capacidad para Capacidad para Las emociones Las emociones Las oscilaciones Los diferentes
identificar la identificar expresar discriminar entre dan prioridad en vividas y del estado de estados
emoción en emociones en emociones y procesos el pensamiento a recordadas se ánimo, cambian emocionales,
estados físicos, otras personas, necesidades emocionales la información encuentran la perspectiva fomentan
sensaciones y dibujos, relacionadas con verdaderos o importante disponibles para individual del aproximaciones
pensamientos de ilustraciones por esas emociones falsos. redirigiendo la ayudar al optimismo al específicas a los
uno mismo. atención. razonamiento y la pesimismo problemas. P.e. la
medio del con exactitud.
memoria ante incitando la felicidad, facilita
lenguaje, sonidos,
problemas consideración de el razonamiento y
apariencia o
emocionales. múltiples puntos la creatividad.
comportamiento. de vista.
I.E.
1. Regulación de los sentimientos de los demás: se pide a los sujetos que evalúen planes
de acción en respuesta a situaciones y personas ficticias que se interrelacionan y que
aparecen descritas en breves viñetas. Puntúan cuatro posibles líneas de acción en una
escala de 5 puntos, desde 1 (extremadamente ineficaz) a 5 (extremadamente eficaz).
Marco Teórico. La Inteligencia Emocional. 143
Las respuestas correctas de las personas son estimadas en función de tres criterios:
El método de consenso: evalúa el grado en que la respuesta emocional dada por una
persona está relacionada con la del público en general. Se parte de la base de que
puntuaciones ofrecidas por grandes cantidades de muestra convergen hacia la respuesta
correcta. Por tanto, desde este acercamiento se considera que una persona responde
adecuadamente si esa respuesta coincide con la ofrecida por el grupo normativo.
El método del acierto, sólo es posible para ciertos ítems, concretamente para
aquellos de expresiones faciales o diseños abstractos. Desde este método, se le pregunta a la
persona que aparece en la imagen qué emoción estaba sintiendo cuando fue tomada la
fotografía. O bien, se le pregunta al artista qué sentimientos estaba intentando transmitir
cuando realizó esa pintura o dibujo abstracto. En la medida en que la respuesta de la
persona se asemeje a la del artista, la respuesta se considerará correcta.
Mayer, et al. (1999) constataron correlaciones positivas entre los tres métodos.
Tanto en el método de consenso como en el de acierto las puntuaciones fueron bastantes
similares. Esta similitud entre métodos permite identificar ciertas respuestas como más
correctas que otras.
144 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
En el área de Asimilación Emocional, a las personas se les pide que describan las
semejanzas existentes entre una sensación emocional como es el amor y otras
experiencias internas de carácter no emocional como temperaturas, colores y sabores.
Esta prueba descrita, correspondería a la tarea de Sinestesia. Un ítem de esta escala sería
el siguiente:
146 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
“Imagine el sentimiento de amor hacia un amigo que ha sido bueno con usted y
le ha apoyado mucho. ¿Cómo identificaría ese amor con cada una de las sensaciones
siguientes?”
Caliente 1 2 3 4 5
Lento 1 2 3 4 5
A B C D E
A B C D E
• Empatía: Darse cuenta de lo que están sintiendo las personas, ser capaces de
ponerse en su lugar y cultivar la relación y el ajuste con una amplia diversidad de
personas.
• Habilidades sociales: Manejar bien las emociones en las relaciones interpretando
adecuadamente las situaciones y las redes sociales; interactuar fluidamente;
utilizar estas habilidades para persuadir, dirigir, negociar, y resolver disputas;
cooperar y trabajar en equipo.
El ECI, contiene 110 ítems con un mínimo de tres para evaluar cada
competencia. El instrumento presenta dos versiones de evaluación. Por una parte, una
medida de autoinforme en la que se pide a las personas que den una estimación en cada
Marco Teórico. La Inteligencia Emocional. 153
una de las competencias y, por otro lado, se solicita la evaluación por parte de un
observador externo ya sean compañeros de trabajo o superiores. Si se recurre al superior
inmediato, a los colaterales y a los subordinados, se utiliza lo que se denomina el
Enfoque 360º. Si se suprimen los colaterales o subordinados se utiliza el Enfoque 180º.
Los encuestados utilizan una escala de 6 puntos tipo Likert para describirse a sí mismos
o a otra persona en cada competencia. Cada escalón de la escala esta progresivamente
etiquetado, empezando con 1 (sólo se comporta de esa manera esporádicamente) y
finalizando con 6 (se comporta de ese modo en casi todas las situaciones en las que
resulta apropiado). Además de la escala de 6 puntos, las opciones de respuesta también
incluyen: No lo sé, ó No he tenido la oportunidad de observar a la persona en el
entorno apropiado. Los sujetos, deben describirse a ellos mismos o a otras personas en
cada uno de los ítems (por ejemplo, “Actúa para desarrollar un ambiente de trabajo con
buen clima y espíritu de cooperación”; “Reacciona en el momento para adaptarse a la
situación o a la persona”).
Las fiabilidades de la escala varían entre .61 para la escala Adaptabilidad a .86
para la escala Catalización del cambio de la versión de autovaloración. Mientras que las
fiabilidades para la evaluación compuesta de los demás fue de .79 para la escala de
Autoconciencia Emocional, a .94 para la escala Empatía (Goleman y Cherniss, 2005).
Estos niveles en la evaluación de los demás, resultan esperanzadores, ya que lo deseable
es una escala de fiabilidad entre .8 y .9 cuando el instrumento sea utilizado con el fin de
realizar distinciones a nivel individual.
Reuven Bar-On es uno de los primeros que se lanzó a buscar una medida de IE.
Desde el comienzo de los ochenta, este autor se ha interesado en medir lo que él ha
denominado Inteligencia Emocional y Social (IES a partir de ahora), que define como
un conjunto multifactorial de aptitudes emocionales, personales y sociales
interrelacionadas que influyen en nuestra capacidad general para salir adelante con
eficacia. (Bar-On, 2000).
1. Intrapersonal:
2. Interpersonal:
4. Adaptabilidad:
El formato de respuesta emplea una escala tipo Likert de 5 puntos. Desde 1 (muy
raramente o no es cierto en mí) hasta 5 (muy a menudo o es cierto para mí). De acuerdo
con la fórmula de Flesch8 sobre legibilidad el nivel de la lectura en inglés se ha
determinado en el sexto nivel norteamericano. Cada ítem expresa un determinado
estado emocional en primera persona del singular "Me resulta difícil disfrutar de la
vida"; "Creo que he perdido la cabeza"; "Me resulta fácil adaptarme a situaciones
nuevas". Hacen falta aproximadamente 40 minutos para completar el cuestionario.
8
Las calificaciones Flesch-Kincaid (FK) y Flesch Reading Ease (FRE) se calculan utilizando una serie de
fórmulas que incluyen el número promedio de sílabas por palabra (ASW) en textos de más o menos 100
palabras y la longitud promedia de frase (ASL) medida en términos del número de palabras por frase.
158 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
Tras una rotación Varimax para establecer las cargas de los ítems en los factores, se
encontró un modelo empírico de 13 factores con una correcta interpretación teórica. Este
hallazgo se ajustaba de manera razonable a la estructura subescalar del EQ-i. Pero planteó
una pregunta que tuvo que ser respondida: ¿Podía el modelo teórico de Bar-On de 15
factores seguir empleándose a la luz de los resultados arrojados por estos análisis?.
Marco Teórico. La Inteligencia Emocional. 159
Responsabilidad Social que además resultó correlacionar fuertemente con Empatía por
lo que parece que miden lo mismo mediante ítems diferentes. El resultado de este
segundo análisis sugirió la existencia de 10 factores, empíricamente falsables y
teóricamente aceptables y se constituyó como alternativa al modelo de 15 factores.
Estos 10 factores, compusieron la IES propiamente dicha mientras que los 5 factores
que fueron excluidos del segundo análisis, se convirtieron en facilitadores del
mencionado constructo. El conjunto formado por los 10 componente principales y los 5
facilitadores describen y predicen el comportamiento inteligente desde un punto de vista
social y emocional.
Radio de Confianza: La confianza es algo más que una buena idea o actitud. Es
una característica emocional algo que se debe sentir y actuar a la vez. Cuando el
individuo confía en sí mismo puede extender esa confianza hacia los demás y recibirla
de regreso, se convierte en el aglutinamiento que mantiene unidas las relaciones y libera
el diálogo franco. La falta de confianza por el contrario hace gastar tanto tiempo en
protección, dudas, verificación e inspecciones como en hacer trabajo real, esto es
trabajo creativo, de colaboración y que agrega valor.
En este tercer pilar, cada una de las cuatro competencias forma carácter y genera
creatividad. Empezamos también a integrar nuestro lado emocional, y a reconocer las
voces del temor y la duda que siempre nos acompañan.
166 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
I.3.8.1.EQ-MAP
En todas las escalas se emplea como alternativa de respuesta tipo Likert con
cuatro alternativas de respuesta. Para la mayoría de las escalas la escala va desde 0
168 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
(Esto no me describe nada bien) hasta 3 (Esto me describe muy bien). En las escalas
pertenecientes a la sección primera del cuestionario, las alternativas de respuesta van
de 0 (Nada/no ocurrió) hasta 3 (mucha). Y para la escala Salud General de la
sección quinta, las alternativas de respuesta van desde 0 (nunca) hasta 3 (casi todos
los días).
Las estimaciones de consistencia interna oscilan entre 0,53 y 0,91 y cabe resaltar
que según los autores los índices de fiabilidad de muchas subescalas, podrían
aumentarse si se aumentara también el número de ítems. También existen índices de
fiabilidad a lo largo del tiempo mediante pruebas test-retest que oscilan entre 0,62 y
0,76 en función de la escala (Orioli, Trocki y Jones, 1999).
Por otra parte, el EQ-MAP esta apoyado por evidencia de validez de contenido,
validez de constructo y validez convergente y divergente. En un estudio de validación
con 131 sujetos que completó las escalas del inventario de Maslach de desgaste
profesional (MBI) y el inventario breve de síntomas (BSI), una escala de impulsividad,
el mapa del CE y una evaluación de habilidades emocionales, los autores pudieron
obtener evidencia de validez convergente para muchas de las escalas (Orioli et
al.,1999).
Marco Teórico. La Inteligencia Emocional. 169
Hasta aquí se han visto los instrumentos empleados para medir la IE más
relevantes y que mayores estudios de validez y fiabilidad han aportado a sus respectivos
modelos. Pero en el último lustro han prodigado en las revistas de investigación toda
una amalgama de instrumentos basados en los modelos ya expuestos pero con matices
diferentes y en ocasiones con escaso o nulo sustento psicométrico. A continuación se
describen algunos de estos instrumentos.
Percepción Emocional (10 ítems) (i.e., "Generalmente me es difícil saber con exactitud
qué emoción estoy sintiendo"); 9) Autoestima (11 ítems) (i.e., "Creo que estoy lleno/a
de defectos"); 10) Asertividad (9 ítems) (i.e., "Cuando estoy en desacuerdo con alguien
me resulta fácil decírselo"); 11) Dirección Emocional de otros (9 ítems) (i.e., “Soy
capaz de influir en los sentimientos de los demás”); 12) Optimismo (8 ítems) (i.e., “Las
cosas, al final tienden a salir bien”): 13) Habilidades de Mantenimiento de las
Relaciones (9 ítems) (i.e., “Tengo muchas discusiones con mis familiares y amigos/as”);
14) Adaptabilidad (9 ítems) (i.e., "Si quisiera, creo que podría cambiar mis hábitos
fácilmente"); 15) Tolerancia al Estrés (10 ítems); (i.e. “Algunos me dicen que me
pongo nervioso/a muy fácilmente”). Por último, se obtiene una puntuación global de la
escala a través de la suma de los 144 ítems (TEIQue Total). La consistencia interna de
la escala total es adecuada y ha mostrado ser una medida válida para evaluar los
cambios en los patrones emocionales tras una inducción experimental de estado de
ánimo (Furnham y Petrides, 2003). Además, con estudiantes de instituto, una alta IE,
evaluada mediante esta escala, se relacionó con menor número expulsiones de clase, un
ausentismo escolar más bajo y, especialmente para los alumnos con bajas puntuaciones
en habilidades cognitivas, se asoció con un mejor rendimiento académico (Petrides,
Frederickson y Furnham, 2004). Además, se ha desarrollado el TEIQue-SF (Petrides,
Pérez y Furnham, 2003) que es una versión reducida de 30 ítems que proporciona un
índice global de IE rasgo y que correlaciona con un amplio abanico de criterios tales
como estilos de afrontamiento, satisfacción vital, trastornos de personalidad, o
satisfacción laboral (Petrides, et al., 2003), así como con felicidad incluso cuando se
controlan variables de personalidad (Furnham y Petrides, 2003). En España existe una
adaptación al castellano de la prueba extensa con propiedades psicométricas muy
similares a la escala original anglosajona (Pérez, 2003) y que muestra evidencias de su
validez de criterio (concurrente e incremental) respecto a depresión y a distintos
trastornos de la personalidad.
Marco Teórico. La Inteligencia Emocional. 171
La escala esta compuesta por 33 ítems, (algunos de ellos inversos), y los índices
de fiabilidad también fluctúan en función del estudio. Schutte, et al. (1998), hallaron un
índice de consistencia interna de .90. Por su parte Chico (1999) habla de un índice
global de fiabilidad de .85 y otros autores como Austín, Saklofske, Huang, McKenney
(2004) han hallado índices de .84.
con otras medidas de inteligencia cognitiva. Y tan sólo encontraron una correlación
importante entre las puntuaciones obtenidas por este instrumento de medida y la
dimensión apertura a los sentimientos del inventario de personalidad revisado NEO
(r=0,54, p<0,01), mientras que las otras cinco grandes dimensiones de personalidad
evaluadas, obtuvieron correlaciones pequeñas. Igualmente, muestra evidencias de
validez predictiva: las puntuaciones obtenidas predijeron las notas académicas de
estudiantes universitarios de primer año (Schutte, et al., 1998).
El EIS (Van der Zee, Schakel y Thijs, 2002) comprende 85 ítems respondidos
en una escala tipo Likert de 5 puntos y que miden 17 subescalas agrupadas entorno a
una estructura de tres factores, empatía, autonomía y control emocional. La
consistencia interna para la mayoría de las subescalas es relativamente baja con varios
valores por debajo de .50. Es constante la distinción conceptual entre rasgos y
habilidades en el ámbito de la IE, Van der Zee et al. (2002) han encontrado que el EIS
está relacionado con los rasgos de personalidad, pero no con capacidad cognitiva.
I.3.10. Críticas a la IE
Empleando una muestra importante (531 sujetos), llevaron a cabo una serie de
estudios diferentes para comprobar la validez de constructo de la IE medida a través de
cuestionarios de autoinforme y pruebas de habilidades llegando a algunas conclusiones
interesantes.
Goleman (1995) y por extensión Bar-On (1997-2000), afirman que todos los
aspectos deseables de la función emocional quedan reflejados en un factor
general de IE. Mencionado factor, sería similar al índice de inteligencia, puesto
que reuniría numerosas cualidades al parecer distintas. Hasta el momento, la IE
carece de ese factor común, no satisface determinados criterios psicométricos y
no existe correlación elevada entre unas cualidades y otras. Además la extensa
literatura existente sobre personalidad demuestra que, cualidades tales como la
tolerancia a la tensión, el autocontrol la sensibilidad para con otras personas y la
asertividad son constructos distintos, relacionados a su vez con los rasgos de
personalidad fundamentales. Las aproximaciones que consideran la IE como un
176 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
I.3.1.1. IE en el deporte.
En el ámbito internacional, varios son los autores que han tratado de relacionar
en sus investigaciones algunas o todas las habilidades emocionales incluidas en la IE
con algunos parámetros de rendimiento objetivo (porcentaje de bateos o lanzamientos,
minutos jugados...). La mayor parte de estas investigaciones, se han llevado a cabo en
178 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
correlación alguna entre ambos constructos y los autores además resaltan en sus
conclusiones que el concepto de IE es más bien un concepto periodístico que científico.
I.3.12. Sumario
En este capítulo hemos visto las diferentes fuentes teóricas de las que bebe la
actual IE. Hemos apreciado además las diferencias entre los modelos existentes y se ha
realizado un repaso por los más importantes. Asimismo se han repasado distintos
instrumentos encaminados a medir este constructo, se han visto las críticas más
importantes al concepto, y se ha profundizado en el acercamiento de este importante
concepto en el ámbito del deporte y de la actividad física.
II.2. Método
Guipúzcoa
Vizcaya
Álava
Otros eventos
Como refleja la tabla 8, la muestra esta compuesta por 367 sujetos, de los que un
69,5% esta constituido por hombres y un 30,5% son mujeres.
Tabla 8.
Reparto de la muestra en función del sexo.
Total 367
Por otra parte se establecieron 4 categorías en función del nivel del deportista,
los resultados de esta clasificación se reflejan en la tabla 9. Se observó que un 31,3% de
los deportistas encuestados participaban en competiciones nacionales, un 25,9%
realizaban competiciones de nivel autonómico, un 21,6% se desenvolvían a nivel local y
otro 21,3% participaba en competiciones internacionales.
Estudio Empírico. Método. 187
Tabla 9.
Categorías establecidas en función del nivel del deportista.
Autonómico 90 25,9%
Local 75 21,6%
Internacional 74 21,3%
Tabla 10.
Deportes practicados
Judo 64 17,6%
Atletismo 62 16,8%
Baloncesto 24 6,5%
Remo 20 5,5%
Surf 15 4,1%
Golf 11 3%
Triatlón 7 1,9%
188 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
Ciclismo 6 1,6%
Balonmano 6 1,6%
Snow 4 1,4%
Piragüismo 3 0,8%
Tenis 3 0,8%
Escalada 3 0,8%
Karate 1 0,3%
Duatlón 1 0,3%
Pala 1 0,3%
Natación 1 0,3%
Lucha 1 0,3%
Rugby 1 0,3%
Total 368
Tabla 11.
Tipo de deporte practicado
Total 368
Como en muchos estudios de este tipo existen datos que se pierden debido a
errores de los participantes a la hora de rellenar las casillas o por errores a la hora de
codificar los datos, en la tabla 12 se presenta la relación de casos perdidos en función de
la variable seleccionada para dividir la muestra.
Tabla 12.
Relación de casos perdidos
Casos Perdidos 1 4 10 20
Para concluir con este análisis de la muestra, cabe destacar que la edad media de
los sujetos participantes es de 22,97 años y tiene una desviación típica de 5,54 años. El
sujeto de menor edad tenía 15 años y el de mayor edad 52.
II.2.4. Instrumento
física y el deporte). En este estudio, la IE tomará un papel fundamental dado que en ese
momento, constituía un área de investigación que se encontraba en auge, prácticamente
no se habían llevado a cabo estudios en el ámbito del deporte y, tampoco se había
creado una escala para medir este constructo en escenarios competitivos. El concepto de
la IE podía responder a diversas inquietudes surgidas en el grupo de trabajo,
relacionadas con el manejo emocional de los deportistas en competición y su relación
con el rendimiento. En la competición, existen situaciones particulares que afectan al
rendimiento de los deportistas que no pueden ser respondidas ni desde el modelo
biomédico ni desde perspectivas de carácter técnico-táctico. Es en este contexto donde
la IE tiene, en nuestra opinión, una importante repercusión sobre el comportamiento de
los y las jugadores a lo largo de la competición.
De las diferentes versiones del modelo de Salovey y Mayer, el que resulta más útil a
la hora de adaptarlo al ámbito deportivo, es el inicial, postulado en 1990 y que posteriormente
dio a pie a otros modelos más evolucionados y concretos de los que surgieron instrumentos
como el MEIS o el MSCEIT. El motivo principal de esta elección, es la propia estructura del
modelo puesto que cuenta con una serie de dimensiones atomizadas y de carácter
intrapersonal como son; la regulación de la emoción, reconocimiento y expresión de la
emoción y utilización emocional que a su vez se relacionan estrechamente con otros
constructos teóricos como la motivación o la empatía.
Estudio Empírico. Método. 191
Se revisaron las escalas que habían surgido de los principales modelos de IE. El
TMMS (Salovey et al., 1995), el EQ-i (Bar-On, 1997), el ECI (Goleman, 1998), el EQ-
Map (Cooper y Sawaf, 1997) o el SSRI (Schutte, et al. 1998). Además de otra serie de
escalas empleadas en él ámbito de la psicología del deporte como el CSAI-2 (Martens,
Vealey y Burton, 1990) o la versión traducida al castellano del Test de Loehr (Cernuda,
1988) puesto que podían aportar ítems interesantes de carácter emocional de cara a
mejorar del constructo.
La versión inicial de este cuestionario contó con una escala de tipo Likert de 5
puntos de 1 (Muy en desacuerdo) a 5 (Totalmente de acuerdo).
Estudio Empírico. Método. 193
II.2.5. Procedimiento
Para llevar a cabo los análisis estadísticos y de esta manera cumplir con los
objetivos propuestos, utilizaremos el paquete estadístico SPSS para PC en su versión
castellana 10.0, y el programa AMOS 7.0. (Arbuckle, 2006) para el modelado de
ecuaciones estructurales.
II.3. Resultados
II.3.1.1.Validez
Según los Standards for Educational and Psychological Testing (APA, American
Psychological Association; AERA American Educational Research Association, 1999),
“la validez se refiere a la adecuación, significación y utilidad de las inferencias
específicas hechas a partir de las puntuaciones de los tests....una gran variedad de
inferencias pueden hacerse a partir de las puntuaciones de un determinado test y hay
muchas formas de acumular evidencias que soporten una inferencia particular. La
validez, no obstante, es un concepto unitario y siempre se refiere al grado en que la
evidencia soporta las inferencias hechas desde las puntuaciones de los tests. Se validan
las inferencias para propósitos especiales, no el test mismo...Una validación ideal
incluye varios tipos de evidencia, que comprenden las tres tradicionales (contenido,
constructo y criterio)...Los juicios profesionales guiarán las decisiones respecto a las
evidencias más importantes a la luz del uso pretendido del test” (p9)
De una manera más simple y llana se puede definir la validez como aquel
proceso mediante el que se comprueba que un test o una escala mide lo que dice medir.
En este estudio se comprueban 2 de los 3 tipos de evidencia de los que hablaba la
definición anterior.
En el caso que nos ocupa, fueron 10 los expertos que participaron en este
proceso, todos ellos relacionados con el ámbito de la actividad física y el deporte en sus
diferentes roles de profesores universitarios, entrenadores o psicólogos especializados
en rendimiento deportivo. Además muchos de ellos fueron competidores de diferentes
disciplinas deportivas (Judo, Atletismo, Fútbol, etc..). Cabe comentar que este proceso
se llevó paralelamente en el tiempo a la recogida de datos por disposiciones temporales.
Tabla 13.
Relación de jueces expertos
Se les entregó un pequeño dossier con una explicación del proceso en el que
iban a participar así como una definición global de la escala y de los factores que se
pretendían estudiar. El proceso para la evaluación de cada ítem fue el siguiente: se
presentaba cada ítem seguido de una pequeña tabla en la que se representaban los tres
factores posibles y a continuación una escala de medida de 0 a 10. La labor de los
expertos era valorar cada ítem en cada una de las tres dimensiones propuestas y
posteriormente y derivado de estas puntuaciones, se estableció el grado de validez
global del cuestionario en una escala de 0 a 10. A continuación, en la tabla se presentan
los resultados de este proceso de validación aparente.
198 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
Tabla 14.
Valoración de los ítems del CIED por los jueces expertos.
MEDIA
ITEM 17 5,5 4 6,8 5,6 6,7 5,6
ESCALA
MEDIA
ITEM 18 3,7 7,2 2,8 8,36 8,43 7,71
ESCALA
Una vez obtenidas las puntuaciones de los jueces expertos, se pueden establecer
las diferencias interfactoriales existentes en cada ítem. Esto es precisamente lo que se
puede observar en la tabla 15.
Tabla 15.
Diferencias interfactoriales de los ítems del CIED
Lo esperado para un buen ítem es que exista una DM elevada, puesto que esto
significaría que el ítem representaría bien el factor que pretende medir según los jueces.
En el apartado dedicado a la discusión, se analizarán con mayor detenimiento las
puntuaciones obtenidas.
II.3.1.1.2.Validez de constructo
Tabla 16.
Medida de adecuación muestral KMO y prueba de esfericidad de Barlett.
gl 595
Sig. ,000
Tabla 17.
Porcentaje de varianza total explicada de los factores extraídos.
Autovalores iniciales
Componente
Total % de la varianza % acumulado
En la tabla 17, se representa la varianza total explicada por los factores retenidos. El
número de componentes a retener, es siempre discutible. El criterio más lógico es el de retener
aquellos componentes cuyo valor propio sea mayor que 1 (datos de la 2ª columna). Pero en
este caso y para mantener la estructura factorial teórica del cuestionario se decidió retener
únicamente 3 factores. La solución trifactorial extraída explica un 28,307% de la varianza
total.
Una vez completado el AF, se pasaron a rotar los factores para que pudieran ser
identificados e interpretados. Para ello se empleó una rotación ortogonal, el Método
Varimax, cuyo objetivo es maximizar la varianza de los factores. Cada columna de la matriz
factorial rotada produce algunas cargas muy altas mientras que las otras se aproximan a 0.
Tiende a minimizar el número de variables que tienen saturaciones altas en un factor y de ello
resulta una mejor interpretación de los resultados. Para facilitar aún más la lectura de la tabla,
se han suprimido aquellas saturaciones por debajo de 0,3 (a excepción de los ítems 27, 29 y
33, en los que se ha dejado la mayor saturación en cada factor). En la tabla 18, se presentan
los resultados de esa rotación.
204 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
Tabla 18.
Matriz de componentes rotados.
1 2 3 1 2 3
En una primera observación se aprecia que existen 4 ítems que presentan una
saturación por encima de 0,6, 10 ítems presentan una saturación superior a 0,5, otros 10
ítems superan la saturación de 0,4 y otros 8 ítems superan la saturación de 0,3 y tan sólo
3 ítems no superan la saturación de 0,2.
Estudio Empírico. Resultados. 205
Modelo 1
9
Los métodos bootstrap construyen un modelo de distribución para determinados estadísticos a partir de
la información proporcionada por la muestra. La distribución del estadístico se determina simulando un
número elevado de muestras aleatorias construidas directamente a partir de los datos observados. Para
obtener mayor información de este tipo de métodos veáse Efron, 1979.
Estudio Empírico. Resultados. 207
Tabla 19.
Pesos de regresión no estandarizados.
Las correlaciones entre los diferentes factores, tabla 20, fueron de 0,26 entre
CRE e IVE; 0,52 entre CRE y AUE; y 0,44 entre IVE y AUE.
Tabla 20.
Correlaciones interfactoriales.
Estimate
Tabla 21.
Índices de ajuste para el modelo AFE.
Modelo 2.
,83
ie1 ,06 err_1
Tabla 22.
Pesos de regresión no estandarizados.
Las correlaciones entre los factores, tabla 23, fueron de 0,83 entre CRE e IVE;
de 0,76 entre CRE y AUE; y de 0,91 entre IVE y AUE.
214 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
Tabla 23.
Correlaciones interfactoriales.
Estimate
Tabla 24.
Índices de ajuste para el modelo Jueces Expertos.
El primer factor con un 16,042 de la varianza, es el que más ítems acumula con un
total de 15, y se correspondería en líneas generales a la dimensión Control y Regulación
emocional (a partir de ahora CRE) y correspondería a una de las dimensiones de la IE. La
capacidad de autocontrol es una habilidad básica que nos permite regular y modular
nuestros sentimientos en base a las contingencias del momento, manteniendo la calma y
centrándonos en aquellos aspectos relevantes o, si la ocasión lo requiere, siendo capaz de
esperar pacientemente las posibles gratificaciones. Estaría compuesto por los siguientes
ítems 2, 4, 6, 8, 10, 11,13,14, 16, 17, 23,25,26, 28,32 (15).
Estudio Empírico. Resultados. 215
Por último, el tercer factor extraído, con una varianza total explicada de 5,302%
y formado por 9 ítems, se denominaría Aplicación y Utilización Emocional (a partir de
ahora AUE) y constituiría la tercera y última dimensión de la que hablaban Salovey y
Mayer en su modelo inicial. Podría explicarse como la utilización de las emociones de
cara a resolver los problemas que incluye los componentes de planificación flexible,
pensamiento creativo, atención, motivación dirigida y respuestas anticipatorias de éxito.
Ser capaz de optimizar la energía proveniente de la respuesta emocional hacia la
consecución de metas autoimpuestas. Estaría compuesto por los siguientes ítems 5, 12,
22, 27, 29, 30, 33, 34, 35 (9)
Cabría pensar que es esta una solución satisfactoria, pero tras la comparación
con la valoración de los jueces, las definiciones de estos factores podrían quedar en
entredicho.
El factor denominado CRE , quedaría compuesto por 9 ítems que sería los
siguientes 2, 6, 7, 23, 25, 27, 28, 31 y 34 (9).
El factor denominado IVE por su parte, estaría compuesto por 17 ítems que
serían los siguientes 1, 3, 4, 8, 9, 11, 13, 15, 16, 18, 21, 24, 26, 30, 32, 33 y 35 (17).
Por último, el factor denominado AUE, quedaría compuesto por otros 9 ítems
que serían los siguientes 5, 10, 12, 14, 17, 19, 20, 22 y 29 (9).
216 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
II.3.1.2. Fiabilidad
Según Muñiz (1992) un test o una escala se considera fiable “si las medidas que
se hacen con él carecen de errores de medida, son consistentes.... un test será más
fiable si cada vez que se aplica a los mismos sujetos da el mismo resultado.” (p. 31)
La fiabilidad trata de comprobar hasta qué punto la escala creada mide correctamente
aquello que pretende medir. Para ello se aplicó el Alpha de Cronbach, una de las pruebas más
extendidas para la realización de este tipo de análisis, y que recomiendan algunos expertos en
los procesos psicométricos (Muñíz, 1998; Martínez Arias, 1995).
Tabla 25.
Índices de consistencia interna para los modelos AFE y Jueces Expertos
Validez de contenido
Tras un primer vistazo de las puntuaciones de los jueces, se advierten una buena
cantidad de puntuaciones elevadas. Un 42% de los ítems (15 en concreto) del cuestionario,
presentan puntuaciones iguales o superiores a los 9 puntos; otro 42% obtienen puntuaciones
elevadas, por encima de 7 puntos y por debajo de 9. Mientras que los 5 ítems restantes
presentan puntuaciones que oscilan en un rango que va de 4,5 a 6,8.
Esto da como resultado unas medias, para los factores y para el total de la escala
elevadas. Concretamente y como se ha mencionado anteriormente, la dimensión CRE
quedaría compuesta por 9 ítems y la puntuación media de esta dimensión sería de 8,36;
la dimensión IVE quedaría formada por 17 ítems y obtendría una puntuación media de
8,43; la dimensión AUE quedaría formada por 9 ítems y obtendría una puntuación
media de 7,71. Asimismo, el total de la escala obtendría una puntuación media de 8,16
lo que en principio aseguraría la validez de contenido.
Validez de constructo
Por otra parte, lo primero que llama la atención del ACP es que los 3 factores
extraídos partiendo de la teoría previa explican un 28% de la varianza acumulada.
Basándonos en estas reglas y analizando nuestro caso, nos encontramos con que
en el factor 1, contamos con 2 ítems (6 y 32) con saturaciones por encima de 0,60; 5
ítems (4, 13, 14, 26 y 28) con saturaciones entre 0,50 y 0,59; 5 ítems (8, 16, 17, 23 y 25)
con saturaciones entre 0,40 y 0,49; y finalmente, 4 ítems (2, 5, 10 y 22) con saturaciones
entre 0,30 y 0,39. Con estos datos y teniendo en cuenta que la muestra con la que
contamos es grande (368 sujetos) se puede interpretar que el factor es fiable.
En el factor 2, contamos con 1 ítem (1) con saturaciones por encima de 0,60; 2
ítems (20 y 24) con saturaciones entre 0,50 y 0,59; 3 ítems (9, 15 y 31) con saturaciones
218 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
entre 0,40 y 0,49; y finalmente, 7 ítems (3, 7, 14, 18, 19, 21 y 30) con saturaciones entre
0,30 y 0,39. Con estos datos y teniendo en cuenta que la muestra con la que contamos es
grande (368 sujetos) se puede interpretar que el factor es fiable.
En el factor 3, contamos con 1 ítem (12) con saturaciones por encima de 0,60; 2
ítems (34 y 35) con saturaciones entre 0,50 y 0,59; 2 ítems (5 y 30) con saturaciones
entre 0,40 y 0,49; 2 ítems (13 y 22) con saturaciones entre 0,30 y 0,39; y 3 ítems (27, 29
y 33) con saturaciones bajas entre 0,20 y 0,29.
Fiabilidad:
Los coeficientes obtenidos oscilan entre el 0,81 del factor CRE en el modelo
generado por el ACP hasta el 0,56 para el factor AUE en el modelo definido tras las
valoraciones de los jueces. El coeficiente para el total de 35 ítems fue de 0,81.
Tras estos primeros análisis del instrumento y comprobar de alguna manera las
lagunas que podían existir. Se decidió crear un modelo alternativo partiendo de una idea
bastante simple como era la de crear un modelo a partir de las coincidencias halladas
entre la validación de expertos y la rotación factorial realizada en los análisis anteriores.
Estudio Empírico. Resultados. 219
Tabla 26.
Coincidencias halladas entre la validación de expertos y la rotación factorial.
JUECES JUECES
ACP COINCIDENCIAS ACP COINCIDENCIAS
EXPERTOS EXPERTOS
Nº
ITEM 18 FACTOR 2 FACTOR 2 SI 16
COINCI.
220 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
II.3.2.1. Validez
Tabla 27.
Valoración de los ítems del CIED v2 por los jueces expertos.
ITEM 15 4,5 9 3
Escala
5,2 6,8 5,2
(todos ítems)
Escala
8,7 8,9 9
(ítems negrita)
Una vez obtenidas las puntuaciones de los jueces expertos, se pueden establecer
las diferencias interfactoriales existentes en cada ítem. Esto es precisamente lo que se
puede observar en la tabla 28.
Tabla 28.
Diferencias interfactoriales de los ítems del CIEDv2
Lo esperado para un buen ítem es que exista una DM elevada, puesto que esto
significaría que el ítem representaría bien el factor que pretende medir según los jueces.
En el apartado dedicado a la discusión, se analizarán con mayor detenimiento las
puntuaciones obtenidas.
224 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
Tabla 29.
Medida de adecuación muestral KMO y prueba de esfericidad de Barlett.
Sig. ,000
Tabla 30.
Porcentaje de varianza total explicada de los factores extraídos.
En la tabla 30, se representa la varianza total explicada por los cuatro factores
retenidos en esta ocasión. El número de componentes a retener, es siempre discutible. El
criterio más lógico es el de retener aquellos componentes cuyo valor propio sea mayor
que 1. Pero en este caso y tras estudiar la estructura factorial teórica planteada tras el
primer análisis del cuestionario se decidió retener únicamente 4 factores. En el capítulo
reservado a la conclusión se discutirá esta decisión. La solución de cuatro factores
extraída explica un 45,86% de la varianza total.
Una vez completado el AF, se pasaron a rotar los factores para que pudieran ser
identificados e interpretados. Para ello se empleó una rotación oblicua, el método
Oblimin directo (este enfoque, se apoya en la simplificación de los pesos factoriales
sobre los factores primarios y no sobre los ejes de referencia). Este tipo de rotaciones se
emplea cuando se tiene la intuición de que los factores están correlacionados. Cada
columna de la matriz factorial rotada produce algunas cargas muy altas mientras que las
otras se aproximan a 0. Tiende a minimizar el número de variables que tienen
saturaciones altas en un factor y de ello resulta una mejor interpretación de los
resultados. Para facilitar aún más la lectura de la tabla, se han suprimido aquellas
saturaciones por debajo de 0,35. En la tabla 31, se presentan los resultados de esa
rotación.
226 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
Tabla 31.
Matriz de componentes rotados.
1 2 3 4
ITEM 1 ,596
ITEM 2 ,612
ITEM 3 ,785
ITEM 5 ,571
ITEM 6 ,737
ITEM 9 ,619
ITEM 12 ,590
ITEM 15 ,772
ITEM 18 ,535
ITEM 21 ,648
ITEM 22 ,589
ITEM 23 ,549
ITEM 24 ,729
ITEM 25 ,541
ITEM 28 ,555
ITEM 29 ,546
En una primera observación se aprecia que existen 4 ítems que presentan una
saturación por encima de 0,7, 3 ítems presentan una saturación superior a 0,6 e
inferior a 0,69 y los restantes 9 ítems presentan una saturación comprendida entre
0,5 y 0,59.
,21
,30 err_1
ie1
,16
,20 err_9
,54 ,44 ie9
,23 err_21
IVEp ,48 ie21
,67
,45 err_24
,59 ie24
,36
,43 err_3
,66 ie3
,24 ,57 err_15
IVEo ,76 ie15
,35
,12 err_18
ie18
,11
Tabla 32.
Pesos de regresión no estandarizados.
Las correlaciones entre los diferentes factores fueron de ,589 entre CRE y AUE;
,214 entre CRE e IVEp ; ,361 IVEo e IVEp; ,110 entre IVEo y AUE; ,243 entre IVEp y
AUE y de ,159 entre IVEo y CRE.
Tabla 33.
Correlaciones interfactoriales.
Estimate
Tabla 34.
Índices de ajuste para el Modelo Reespecificado.
Por último, el cuarto factor extraído, con una varianza total explicada de 7,078%
y formado por 4 ítems, se denominaría Aplicación y Utilización Emocional (a partir de
ahora AUE) y constituiría la tercera y última dimensión de la que hablaban Salovey y
Mayer en su modelo inicial. Podría explicarse como la utilización de las emociones de
cara a resolver los problemas que incluye los componentes de planificación flexible,
pensamiento creativo, atención, motivación dirigida y respuestas anticipatorias de éxito.
Estudio Empírico. Resultados. 233
II.3.2.2. Fiabilidad
Tabla 35.
Índices de consistencia interna para el Modelo Reespecificado
Alpha ítems Alpha ítems Alpha ítems Alpha ítems Alpha ítems
Modelo
,633 5 ,606 4 ,533 3 ,431 4 ,707 16
Reespecificado
En este apartado se trata de relacionar las medidas recogidas por el CIED-v 2.0 y
sus correspondientes subescalas con las variables sexo y tipo de deporte (individual o
colectivo). Este constituye el último de los objetivos de este trabajo y además dados los
resultados que sobre validez y fiabilidad ha arrojado el CIED-v 2.0 se deberán
considerar estos resultados como anecdóticos hasta que se construya una herramienta
con mayores índices de validez y fiabilidad.
En esta tabla, se puede apreciar que tanto en las subescalas como en la escala
general las puntuaciones de los hombres se encuentran por encima de las de las mujeres.
Tabla 36.
Descriptivos de las subescalas y escala total del CIED en función del sexo de los deportistas.
Por otra parte en la tabla 37 se recogen las medias y de las desviaciones típicas
de la escala y subescalas en función del tipo de deporte practicado (individual y
colectivo) que proporciona una primera información del comportamiento de las
dimensiones de la IE en función de esta variable.
Tabla 37.
Descriptivos de las subescalas y escala total del CIED en función del tipo de deporte.
deportistas y las deportistas difieren en algunas de sus escalas como en CRE, AUE y en
la puntuación total del cuestionario CIEDtot. En donde los deportistas obtienen
puntuaciones significativamente mayores que las deportistas. Por el contrario, en las
dimensiones IVEp e IVEo no existen diferencias significativas entre ambos sexos.
Tabla 38.
T de Student, para el contraste de medias por sexo con respecto a la escala CIED.
Por otra parte, en la tabla 39 se recoge un contraste de medias entre las variables
tipo de deporte (individual o colectivo), las subescalas de CIED-v.2 (CRE, IVEp, IVEo,
AUE) y la puntuación de la escala total CIEDtot. Los datos arrojados por este análisis
parecen confirmar la idea de que los y las deportistas de deportes individuales y
colectivos no difieren en la mayor parte de las dimensiones analizadas CRE, IVEp,
AUE y CIEDtot a excepción de la variable IVEo en la que los y las deportistas
pertenecientes a modalidades colectivas obtienen una puntuación significativamente
mayor que aquellos/as que practican modalidades individuales.
Estudio Empírico. Resultados. 237
Tabla 39.
T de Student, para el contraste de medias por deporte practicado con respecto a la escala CIED.
Validez de contenido
Esto da como resultado unas medias, para los factores y para el total de la escala
elevadas. Concretamente y como se ha mencionado anteriormente, la dimensión CRE
quedaría compuesta por 5 ítems y la puntuación media de esta dimensión seria de 8,7; la
238 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
dimensión IVE quedaría formada por 7 ítems y obtendría una puntuación media de 8,9; la
dimensión AUE quedaría formada por 9 ítems y obtendría una puntuación media de 7,71.
Validez de constructo
AFC
Fiabilidad
Los coeficientes obtenidos oscilan entre el 0,633 del factor CRE hasta el 0,431
para el factor AUE en el modelo definido tras las valoraciones de los jueces. El
coeficiente para el total de 16 ítems fue de 0,707.
Los datos arrojados por este análisis parecen confirmar la idea de que los
deportistas y las deportistas difieren en algunas de sus escalas como en CRE, AUE y en
la puntuación total del cuestionario CIEDtot. Mientras que por otra parte, los datos
arrojados por el contraste de medias realizado, parecen confirmar la idea de que los y las
deportistas de deportes individuales y colectivos no difieren en la mayor parte de las
dimensiones analizadas.
III. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Discusión y conclusiones
III.1. Discusión
Partiendo de la idea de que la emoción puede ser entendida como una respuesta
organizada capaz de focalizar la actividad cognitiva, se ha tomado como punto de
partida el modelo de Salovey y Mayer (1990), por constituir una estructura centrada en
las habilidades mentales. Si bien es cierto que existen otros modelos (Goleman, 1995,
1998; Bar-On 1997) que consideran la IE como algo más que un conjunto de
habilidades cognitivas y la relacionan con otros constructos como la personalidad, la
motivación o incluso la metacognición.
No nos consta que alguien hasta la fecha haya creado un instrumento específico
para medir la IE en contextos competitivos, por lo que este trabajo, constituye el primer
intento de crear una escala de estas características. El propio hecho en sí mismo
constituye por tanto una innovación en este campo pero también supone una limitación
por el mero hecho de abrir camino y no considerar puntos de vista que con posterioridad
podrán incluirse a la medida de este constructo en este contexto tan específico.
Probablemente nuestra interpretación de la IE en el ámbito deportivo pueda ser parcial y
sesgada, pero esta basada, además de en la información derivada de las teorías
existentes, en nuestra experiencia en el campo de la intervención psicológica con
deportistas de diferentes niveles.
El presente estudio surge por tanto como consecuencia del vacío existente, en el
ámbito de la psicología del deporte, de un instrumento que implemente de manera
acertada la IE en el contexto deportivo competitivo hasta la fecha.
estructura de la herramienta y se establece otro AFC para generar esta vez un único
modelo. Para finalizar con el análisis de fiabilidad de esta nueva escala.
Con relación al cuestionario que nos ocupa se desea saber si realmente se está
midiendo ese constructo que se ha hecho llamar IE y además, dado que el ámbito de
aplicación es específico, se desea saber si el cuestionario mide mencionado constructo
en deportistas inmersos en eventos competitivos. Asimismo, existen diversos tipos de
validez que deben ser analizados para concluir que una determinada escala o
cuestionario es válido y mide aquello por lo que se diseñó. En este caso se ha analizado
la validez de contenido y la validez de constructo de la escala y sobre estos aspectos
versara la discusión.
III.1.1.1.Validez de contenido
Una vez seleccionados los ítems que iban a componer el cuestionario, fueron 10
los expertos que participaron en este proceso, todos ellos relacionados con el ámbito de
la actividad física y el deporte. Catedráticos y doctores en psicología, expertos en
materia de actividad física y entrenadores de alto rendimiento. Se les entregó un
pequeño dossier con una explicación del proceso en el que iban a participar así como
una definición global de la escala y de los factores que se pretendían estudiar. El
proceso para la evaluación de cada ítem fue el siguiente: se presentaba cada ítem
246 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
seguido de una pequeña tabla en la que se representaban los tres factores posibles y a
continuación una escala de medida de 0 a 10. La labor de los expertos era valorar cada
ítem en cada una de las tres dimensiones propuestas y finalmente realizar una
evaluación general del cuestionario en una escala de 0 a 10. En los anexos se adjunta
una plantilla en la que se describe el documento presentado a los jueces.
Esto da como resultado unas medias, para los factores y para el total de la escala
elevadas. Concretamente y como se ha mencionado anteriormente, la dimensión CRE
quedaría compuesta por 9 ítems y la puntuación media de esta dimensión sería de 8,36;
la dimensión IVE quedaría formada por 17 ítems y obtendría una puntuación media de
8,43; la dimensión AUE quedaría formada por 9 ítems y obtendría una puntuación
media de 7,71. Asimismo, el total de la escala obtendría una puntuación media de 8,16
lo que en principio aseguraría la validez de contenido.
Pero un análisis más detenido de las valoraciones de los expertos, nos hace
percatarnos de la coexistencia de ítems con un gran acuerdo interjueces en uno de los
factores y como consecuencia, elevados índices DM (por encima de 7) como los ítems:
“Soy consciente de mis emociones cuando compito” (1); “Reconozco las emociones que
los adversarios están sintiendo mirando las expresiones tanto faciales cómo
corporales” (3); Ante una competición casi siempre sé exactamente como me siento”
(9); Me es fácil reconocer mis emociones tanto en el entrenamiento como en la
competición” (24). Con otros que presentan escasa diferencia en las puntuaciones entre
factores y por tanto índices DM bajos (iguales o inferiores a 2) como los ítems: “Si
Discusión y conclusiones 247
durante el transcurso de la competición siento una emoción positiva, sé como hacer que
perdure para que me vaya bien” (2); “Aunque la situación de la competición sea
adversa, soy capaz de controlar los pensamientos negativos y afrontar positivamente la
competición”(6); “Alabo a los compañeros y adversarios cuando han actuado bien”
(7); “Cuando me enfrento a un reto abandono porque creo que voy a fracasar” (10);
“Espero que ocurran cosas positivas en las competiciones” (20); “Me pone nervioso
tener que tomar la iniciativa en la competición” (26), “Si ante una competición me doy
cuenta que me estoy poniendo furioso intento calmarme” (27), “Cuando tengo que
rendir bajo presión me siento seguro” (28), “Disfruto cuando siento mis emociones en
determinados momentos de la competición” (35). Todo esto se traduce en la existencia
en la misma escala de ítems cuya unidimensionalidad parece bastante evidente (ante los
ojos de los jueces por lo menos) caso de los ítems 1, 3, 9, 24, con otros en los que esta
resulta bastante dudosa, caso de los ítems 2, 6, 7, 10, 20, 26, 27, 28, 35. En este sentido
el promedio de DM para los ítems de la escala CRE es 2,7; para los ítems de la escala
IVE es de 4,6 y para los ítems de la escala AUE es de 3. Lo que da una DM global para
la totalidad de ítems de la escala de 3,6. Estos últimos datos, parecen indicar que gran
cantidad de ítems está midiendo diferentes dimensiones de la IE al unísono lo que en
definitiva pone en tela de juicio la validez de contenido de la escala.
Tras un primer vistazo de las puntuaciones de los jueces, se advierten una buena
cantidad de puntuaciones elevadas. Un 62,5% de los ítems (10 en concreto) de esta
reducción del cuestionario, presentan puntuaciones iguales o superiores a los 9 puntos y
el restante 37,5% (6 ítems) obtienen puntuaciones elevadas, por encima de 7 puntos y
por debajo de 9.
Esto da como resultado unas medias, para los factores y para el total de la escala
elevadas. Concretamente y como se ha mencionado anteriormente, la dimensión CRE
quedaría compuesta por 5 ítems y la puntuación media de esta dimensión sería de 8,7; la
dimensión IVE quedaría formada por 7 ítems y obtendría una puntuación media de 8,9;
la dimensión AUE quedaría formada por 9 ítems y obtendría una puntuación media de
7,71. Asimismo, el total de la escala obtendría una puntuación media de 8,8 lo que en
principio aseguraría la validez de contenido.
Pero un análisis más detenido de las valoraciones de los expertos, nos hace
percatarnos de la coexistencia de ítems con un gran acuerdo interjueces en uno de los
Discusión y conclusiones 249
factores y como consecuencia, elevados índices DM (por encima de 7) como los ítems:
“Soy consciente de mis emociones cuando compito” (1); “Reconozco las emociones que
los adversarios están sintiendo mirando las expresiones tanto faciales cómo
corporales” (3); Ante una competición casi siempre sé exactamente como me siento”
(9); Me es fácil reconocer mis emociones tanto en el entrenamiento como en la
competición” (24). Con otros que presentan escasa diferencia en las puntuaciones entre
factores y por tanto índices DM bajos (iguales o inferiores a 2) como los ítems: “Si
durante el transcurso de la competición siento una emoción positiva, sé como hacer que
perdure para que me vaya bien” (2); “Aunque la situación de la competición sea
adversa, soy capaz de controlar los pensamientos negativos y afrontar positivamente la
competición”(6);“Cuando tengo que rendir bajo presión me siento seguro” (28). Todo
esto se traduce en la existencia en la misma escala de ítems cuya unidimensionalidad
parece bastante evidente (ante los ojos de los jueces por lo menos) caso de los ítems 1,
3, 9, 24, con otros en los que esta resulta bastante dudosa, caso de los ítems 2, 6 y 28.
En este sentido la DM para los ítems de la escala CRE es 2,7; para los ítems de la escala
IVE es de 6,2 y para los ítems de la escala AUE es de 3,8. Lo que da una DM global
para la totalidad de ítems de la escala de 4,2. Estos últimos datos, parecen indicar que
algunos ítems están midiendo diferentes dimensiones de la IE al unísono lo que en
definitiva pone en tela de juicio la validez de contenido de la escala.
Para concluir este apartado, se puede destacar que las puntuaciones medias de
los factores de las dos primeras versiones se han visto aumentadas en la constituida por
16 ítems (en las 3 dimensiones propuestas inicialmente) siendo este incremento
finalmente de 0,7 para las dimensiones CRE e IVE y de 0,6 puntos para la escala AUE.
III.1.1.2.Validez de constructo
que apoyan que las conductas observables del test son indicadores del constructo, es el
aspecto esencial de la validez y permite unificar las otras categorías (Martínez Arias,
1995). Uno de los procedimientos utilizados con mayor frecuencia a tal efecto es el
análisis factorial, como medio para identificar dimensiones latentes psicológicas y
especialmente relevante para la validación de constructo. De los diferentes tipos de
análisis factoriales exploratorios existentes (AFE), hemos optado por el análisis de
componentes principales (ACP) puesto que su empleo es el más extendido.
Tras el ACP llevado a cabo en el estudio 1 nos encontramos con una serie de
aspectos que deben encontrar respuesta. Lo primero que llama la atención es que los 3
factores extraídos partiendo de la teoría previa explican un 28% de la varianza
acumulada. Por tanto la pregunta resulta evidente ¿Es este porcentaje acumulado
suficiente para confirmar un modelo?. Como sugieren Nunnally y Bernstein (1995) no
existe un número mágico, pero llevando a cabo el proceso inverso, resulta que queda un
72% de la varianza total sin explicar por estos tres factores, y en un principio este si nos
parece un porcentaje bastante elevado. Es decir, existen ítems que siguen sin responder
adecuadamente a una interpretación del modelo y por tanto estos ítems planteados no
representan los contenidos de dominio deseados. Al igual que ocurría con la validación
de los expertos, aparecen en la escala varios ítems que o bien no miden lo que queremos
medir o bien miden distintas dimensiones al mismo tiempo. Siguiendo la regla de
extracción más frecuente (es decir autovalores mayores a la unidad) y por tanto dejando
de lado la idea de mantener la estructura de 3 factores, nos encontramos con la
presencia de 11 factores que explicarían alrededor del 57% por ciento de la varianza
total, lo que nos hace pensar que en algunos casos un sólo ítem representa un único
factor, y la concreción del modelo pretendido es bastante escasa. Pero no todo va a ser
negativo, en defensa del modelo mantenido, podemos decir que estos 3 factores
cuantifican en la dirección de lo que el modelo pretende medir y por tanto se atisba la
presencia del modelo de IE de Salovey y Mayer pretendido. Además como advierten
Comrey y Lee (1992), un modelo multidimensional es más factible de confirmarse
teóricamente que empíricamente.
Discusión y conclusiones 251
Por su parte el ACP del estudio 2, arrojó que los 4 factores establecidos explicaban
en esta ocasión un 45 % de la varianza total. Lo que suponía un incremento en la varianza
total explicada del 17% añadiendo un factor más y reduciendo en 19 ítems la longitud del
cuestionario.
pues, estos autores proponen que aquellos factores con cuatro o más saturaciones por
encima de 0,60 pueden considerarse fiables independientemente del tamaño de la
muestra; factores con 10 o más saturaciones bajas, (en torno a 0,40) son fiables siempre
que el tamaño muestral sea superior a 150; y factores con saturaciones bajas, no serán
interpretados a menos que el tamaño muestral sea al menos de 300.
En el factor 2, contamos con 1 ítem (1) con saturaciones por encima de 0,60; 2
ítems (20 y 24) con saturaciones entre 0,50 y 0,59; 3 ítems (9, 15 y 31) con saturaciones
entre 0,40 y 0,49; y finalmente, 7 ítems (3, 7, 14, 18, 19, 21 y 30) con saturaciones entre
0,30 y 0,39. Con estos datos y teniendo en cuenta que la muestra con la que contamos es
grande (368 sujetos) se puede interpretar que el factor es fiable.
En el factor 3, contamos con 1 ítem (12) con saturaciones por encima de 0,60; 2
ítems (34 y 35) con saturaciones entre 0,50 y 0,59; 2 ítems (5 y 30) con saturaciones
entre 0,40 y 0,49; 2 ítems (13 y 22) con saturaciones entre 0,30 y 0,39; y 3 ítems (27, 29
y 33) con saturaciones bajas entre 0,20 y 0,29. En este factor existirían algunas dudas
sobre su fiabilidad pero con estos datos y teniendo en cuenta que la muestra con la que
contamos es grande (368 sujetos) se puede interpretar que el factor es fiable.
En el factor 2, existen 3 ítems (9, 21 y 24) con saturaciones por encima de 0,60 y
1 ítem (5) con una saturación de 0,59.
Por último, en el factor 4 existen 4 ítems (5, 12, 22, 29) con saturaciones
comprendidas entre 0,5 y 0,59.
Las saturaciones medias de los factores fueron 0,598, 0,648, 0,697 y 0,574
respectivamente lo que siguiendo a Comrey, supone evaluaciones en la
representatividad del grupo de ítems para con el factor de buena para el primer y cuarto
factor y muy buena para el segundo y tercero. En definitiva, parece que ha habido una
mejora de los modelos planteados inicialmente a este modelo reespecificado.
Otra medida empleada para corroborar el ajuste del modelo sería el índice de
ajuste normalizado ó NFI (Bentler y Bonnett, 1980), dónde valores por debajo de 0.9
indicarían que el modelo puede ser mejorado sustancialmente. Y por último se
emplearán el coeficiente de Tucker Lewis ó TLI (Bentler y Bonnett, 1980) y el índice de
ajuste comparativo ó CFI (Bentler, 1990), en ambos índices, valores próximos a 1
indicarían un muy buen ajuste.
Teniendo esto en cuenta y tomando como referencia los resultados arrojados por
los dos modelos creados (el obtenido tras el ACP y el obtenido tras el proceso de
validación interjueces) en el estudio 1 (figuras 3 y 4), se puede comentar que ambos
modelos se alejan de los índices que los adecuarían a los datos.
Discusión y conclusiones 255
Puesto que el primero, el modelo obtenido tras el ACP, presenta una medida de
discrepancia poblacional RMSEA de 0,063 mientras que para el segundo, el modelo
obtenido tras el proceso de validación interjueces, el RMSEA es de 0,073. Lo que sitúa
ambos modelo lejos de los valores que asegurarían un estrecho ajuste de los datos a los
modelos propuestos. El índice de ajuste normalizado NFI también presenta índices
alejados de lo óptimo (0,437 y 0,349 respectivamente para cada modelo) y lo mismo
ocurre con los índices TLI (,599 y ,458) y CFI (,625 y ,492).
Una vez definida la escala y creadas las subescalas basadas en los factores
principales extraídos, hallamos la fiabilidad tanto para la escala general (que en los
modelos propuestos en el estudio 1 era similar puesto que contaban con los mismos
256 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
ítems tanto en número como en contenido) como para cada una de sus partes de los
modelos obtenidos.
conclusiones extraídas de estas subescalas puesto que como hemos visto anteriormente
también parecen existir ciertas dudas al respecto de si todos los ítems representan
adecuadamente el factor al que pertenecen.
Antes de finalizar este apartado, nos gustaría resaltar que, de los modelos
iniciales al reespecificado hay una reducción del 54% en su longitud (de 35 ítems se
pasa a 16), y el índice de consistencia interna medido mediante el alpha de Crombach ha
sufrido una reducción de algo más de 1 décima (0,106).
En lo que respecta a las subescalas, cabe comentar que tan sólo se mantenían dos
de ellas de los modelos iniciales al reespecificado, CRE y AUE puesto que para el
modelo reespecificado se produce el desdoblamiento del factor IVE en dos factores
(IVEp e IVEo) por lo que no se pueden establecer comparaciones en su índice de
consistencia interna.
En lo que hace referencia al factor CRE, se puede apreciar que existe una
pérdida en el índice de consistencia interna entre el modelo obtenido tras el ACP y el
reespecificado de 0,177, junto con una reducción del 66% de su longitud inicial (de 15
ítems pasa a 5).
258 Análisis y validación de un cuestionario de inteligencia emocional en diferentes contextos deportivos
Por otra parte, el factor AUE, sufre una reducción en su longitud del 55% de los
modelos iniciales al reespecificado (de 9 ítems pasa a 4) mientras que existe una
reducción en el índice de consistencia interna de 0,108 y 0,138 respectivamente, con lo
que se da una pérdida en el índice de fiabilidad partiendo de índices ya de por sí
bastante bajos.
Por tanto no cabe duda de que nos encontramos ante una escala abreviada con
unos índices de consistencia interna bajos debido probablemente a la baja cantidad de
ítems que componen las subescalas.
Hemos de tener en cuenta asimismo que los resultados aquí obtenidos no son ni
mucho menos concluyentes puesto que como se ha comprobado anteriormente, la escala
diseñada posee índices correctos de validez pero no de fiabilidad por lo que se deberán
tomar sus conclusiones como provisionales a falta de otro instrumento que garantice
propiedades psicométricas adecuadas así como resultados de otras investigaciones. Por
otra parte al no contar con investigaciones en materia físico deportiva relacionadas con
la IE nos vemos en la obligación de apoyarnos en otro tipo de investigaciones para
discutir los resultados obtenidos en el presente trabajo.
Discusión y conclusiones 259
Los datos obtenidos para la puntuación total de la escala revelan que existen
diferencias significativas entre los dos sexos siendo estas a favor de los hombres (T = 0,50, p<
.001). Sin embargo cuando establecemos estas comparaciones con el resto de subescalas
encontramos las siguientes diferencias significativas tan sólo en algunas de ellas:
Por tanto podemos comentar que los hombres parecen regular y controlar mejor
la información emocional cuando están inmersos en eventos deportivos. Y a pesar de
que no existen estudios específicos en el contexto físico deportivo, parece ser que en la
literatura “generalista” sobre el tema existen diferentes estudios que apuntan este hecho
(Mestre, 2003; Martínez-Pons, 2000).
Los datos obtenidos para la puntuación total de la escala revelan que no existen
diferencias significativas entre la puntuación total de CIED y el tipo de deporte
practicado. Sin embargo cuando establecemos estas comparaciones con el resto de
subescalas encontramos diferencias significativas tan sólo en la dimensión IVEo (T = -
2,442, p<0.05) a favor del deporte de tipo colectivo. A partir de estos resultados, nos
atrevemos a aventurar que en los deportes colectivos las interrelaciones personales
influyen mucho en el rendimiento del equipo y por tanto los deportistas se ven
obligados a optimizar sus recursos emocionales para con los demás miembros del
equipo en aras de obtener un buen rendimiento global. Pero al igual que comentábamos
anteriormente se necesitan de más estudios empleando una herramienta con cualidades
psicométricas óptimas para corroborar este hecho.
III.2. Conclusiones
III.2.3. Fiabilidad
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V. ANEXOS
ANEXO 1
eman ta zabal zazu
G.U.M./D.U.T. P. ICEBERG
UPV/EHU
A continuación te presentamos una serie de frases que están relacionados con distintas situaciones
emocionales. Es una encuesta completamente anónima, en la que no existen respuestas buenas ni malas
siempre que respondas con sinceridad. Por favor, lee cada frase cuidadosamente, y después rodea con un
círculo uno de los números que hay al lado, el que más se aproxime a tu nivel de concordancia.
8.- Cuando estoy de mal humor, soy pesimista ante lo que puede ocurrir en el
1 2 3 4 5
desarrollo de la competición.
10.- Cuando me enfrento a un reto abandono porque creo que voy a fracasar. 1 2 3 4 5
15.- Durante la competición soy consciente de los mensajes no verbales que envían
1 2 3 4 5
los demás.
16.- Antes de salir a competir, me pone nervios@ recordar los errores de otras
1 2 3 4 5
competiciones anteriores.
17.- Confío hacerlo bien en la mayoría de las competiciones a las que me afronto. 1 2 3 4 5
29.- Utilizo el sentido del humor para ayudarme a perseverar ante las adversidades
1 2 3 4 5
que se dan en el entrenamiento o competición.
ANEXO 2
3. Reconozco las emociones que los adversarios están sintiendo mirando las expresiones; tanto faciales
como corporales.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
4. Ante una competición me siento mentalmente relajado.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
5. Cuando me enfrento a situaciones adversas, recuerdo similares situaciones que he superado.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
6. Aunque la situación de la competición sea adversa, soy capaz de controlar los pensamientos y
sentimientos negativos y afrontar positivamente la competición.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
7. Alabo a los compañeros y adversarios cuando han actuado bien.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
8. Cuando estoy de mal humor, soy pesimista ante lo que puede ocurrir en el desarrollo de la competición.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
9. Ante una competición, casi siempre sé exactamente como me siento.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
Anexos 323
10. Cuando me enfrento a un reto abandono porque creo que voy a fracasar.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
11. A menudo me preocupa perder antes de salir a competir.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
12. Cuando estoy de buen humor resuelvo las situaciones de la competición fácilmente.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
13. En la salida o al inicio de la competición siento satisfacción y confianza.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
14. Tengo mucha seguridad tomando decisiones en mi deporte.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
15. Durante la competición soy consciente de los mensajes no verbales que envían los demás.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
16. Antes de salir a competir, me pone nervios@ recordar los errores de otras competiciones anteriores.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
324 Anexos
24. Me es fácil reconocer mis emociones tanto en el entrenamiento como en la competición, cuando las
estoy sintiendo.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
25. En una competición, intento tener buenos pensamientos y sentimientos, y no preocuparme de lo mal
que me siento.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
26. Me pone nervioso tener que tomar la iniciativa en la competición.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
27. Si ante una competición me doy cuenta que me estoy poniendo furioso/nervioso intento calmarme.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
28. Cuando tengo que rendir bajo presión me siento seguro.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
29. Utilizo el sentido del humor para ayudarme a perseverar ante las adversidades que se dan en el
entrenamiento o competición.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
30. En el desarrollo de una competición, presto mucha atención a cómo me siento.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
326 Anexos
31. Aunque sienta un cambio en mis emociones, intento mantener mi concentración en la competición.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
32. Durante la competición sentía miedo e intranquilidad por "hacerlo mal".
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
33. Las informaciones del entrenador, durante la competición me perturban.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
34. Me gusta sentir que controlo mis emociones durante la competición.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
35. Disfruto cuando siento mis emociones en determinados momentos de la competición.
FACTORES ESCALA DE EVALUACIÓN
IVE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
CRE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
AUE 0 -1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 6 – 7 – 8 – 9 - 10
ANEXO 3
eman ta zabal zazu
G.U.M./D.U.T. P. ICEBERG
UPV/EHU
A continuación te presentamos una serie de frases que están relacionados con distintas situaciones
emocionales. Es una encuesta completamente anónima, en la que no existen respuestas buenas ni malas
siempre que respondas con sinceridad. Por favor, lee cada frase cuidadosamente, y después rodea con un
círculo uno de los números que hay al lado, el que más se aproxime a tu nivel de concordancia.
3.- Reconozco las emociones que los adversarios están sintiendo mirando las
1 2 3 4 5
expresiones; tanto faciales como corporales.
6.- Aunque la situación de la competición sea adversa, soy capaz de controlar los
1 2 3 4 5
pensamientos negativos y afrontar positivamente la competición.
15.- Durante la competición soy consciente de los mensajes no verbales que envían
1 2 3 4 5
los demás.
29.- Utilizo el sentido del humor para ayudarme a perseverar ante las adversidades
1 2 3 4 5
que se dan en el entrenamiento o competición.