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A. Zona de aireación.
Conocida también como zona vadosa o zona no saturada, es aquella en la cual se
verifica la infiltración de las precipitaciones atmosféricas. Los suelos y las rocas de
esta zona nunca se saturan completamente, aunque cabe anotar que pueden
existir aquí lentes de aguas colgadas que han provocado la diferencia de
permeabilidad de los materiales para acumularse.
La zona no saturada está dividida en tres fajas:
1. Una faja superior.
Se encuentra por debajo de la superficie terrestre que contiene la
humedad del suelo.
3. Faja capilar.
Donde el agua se encuentra entre los poros por atracción molecular
entre el material y el agua.
B. Zona de saturación.
Es aquella en la cual todos los poros y fracturas posibles en las rocas o suelos se
encuentran llenos de agua. Es en esta zona donde al agua acumulada se
denomina agua subterránea.
En esta zona se distinguen el nivel freático, la napa freática y el lecho
impermeable.
1. El nivel freático.
El nivel freático es una superficie irregular ubicada entre la zona de
aireación y la zona de saturación justo por debajo de la franja
capilar.
2. La napa freática.
La napa freática se encuentra por debajo del nivel freático y sobre el
lecho impermeable; al material rocoso que contiene el agua se le
conoce como acuífero. Cabe anotar que donde esta napa corta a la
superficie se formaran las filtraciones: charcos, lagos, lagunas y
puquiales.
3. El lecho impermeable.
El lecho impermeable está constituido por rocas y sedimentos que
no permiten circular el agua.
A su vez la zona de saturación se divide en:
4. Zona de saturación intermitente.
Comprende desde el nivel más alto alcanzado por las aguas
subterráneas en épocas de lluvia, hasta el nivel más bajo en épocas
de sequía.
B. Acción química.
Se produce por la suma de la acción de los gases del aire, el agua y las sales
que lleva disueltas el agua. Puede producir oxidación de materiales ricos
en hierro, disolución de materiales solubles, como el yeso, lo que provoca
la desaparición de la roca, sustitución de materiales solubles, por otros que
van disueltos en el agua, que precipitan y forman geodas. Por último, se
puede producir la carbonatación, proceso de disolución de rocas calizas
por efecto del CO2, lo que origina el llamado proceso kárstico.
Acción química de las aguas subterráneas
PROCESOS GEOLOGICOS DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS.
A. Proceso erosivo.
El principal proceso erosivo de las aguas subterráneas, principalmente en
su circulación dentro de los materiales del subsuelo es:
a) La disolución.
Consiste en el ataque químico de las aguas subterráneas que al
combinarse con el anhídrido carbónico, parte proveniente de la
atmosfera y parte del desprendido por la descomposición de las
plantas, forma el ácido carbónico, que actúa sobre el carbonato de
calcio de las calizas que se disuelve y se transforma en bicarbonato,
el cual es una sustancia soluble. De este modo las aguas
subterráneas van disolviendo las calizas y formando cavernas,
grutas y cuevas, que pueden llegar a tener grandes dimensiones.
1. Modelo Kárstico.
El termino Kárstico proviene de la región Kras, de los Alpes
Dinarios de la ex Yugoslavia(hoy Eslovenia) en el Adriático. Es
un tipo de modelado que se pone de manifiesto por la
disolución del relieve de calizas y dolomitas por efectos del
agua. El paisaje kárstico deja rasgos muy peculiares tanto en
superficie como en el interior de la corteza.
a. Lenares o lapiaz.
Es el efecto de la disolución en superficie que presenta
rasgos rugosos a modo de canales o menos paralelos en rocas
calcáreas. También se les conoce como rocas acarriladas.
b. Dolinas.
Llamada también torca, es una presión de forma ovalada,
con contornos a veces sinuosos. Sus dimensiones son
variables, desde algunas decenas de metros hasta algunos
kilómetros de diámetro, y la profundidad varía desde
algunos metros hasta más de 200m. Estos rasgos son
formados por la disolución o por la caída de los techos de las
cavernas que se encuentra cerca de la superficie. Cuando
varias dolinas se unen, forman una depresión de contornos
sinuosos, parecidos a una rosa de pétalos abiertos y se la
llama uvala. También se las conoce como sumideros, que se
comunican con las profundidades por medio de canales
verticales conocidos como posos de infiltración.
c. Pozos de infiltración.
Son conductos verticales que unen a los sumideros con las
cavernas o grutas, por las cuales el agua superficial se
introduce a profundidad.
d. Grutas o cavernas.
Son grandes oquedades que siguen zonas de fracturas y
planos de estratificación de rocas calcáreas donde son más
fácilmente atacadas y finalmente disueltas. Muchas grandes
cavernas son horizontales y a veces inclinadas, sugiriendo
que el control esta guiado por la posición de la mesa de
agua. Dentro de las cavernas a veces se presentan puentes
naturales. La mayoría de las cavernas se forman en el nivel
freático o inmediatamente debajo de él en la zona de
saturación. Las características que despiertan gran
curiosidad a la mayoría de los visitantes son las formaciones
rocosas que proporcionan un espectáculo maravilloso, que
dicho de paso no son rasgos erosivos sino deposicionales
creados por el goteo en grandes periodos de tiempo. Las
diversas rocas de precipitación que se encuentran en las
cavernas se denominan espeleotemas como son las
estalagmitas y estalactitas.
B. Proceso de transporte.
Las aguas subterráneas transportan los materiales productos de la erosiva,
mediante el proceso en forma:
a) Solución.
Es el medio de transporte por el cual las aguas subterráneas traslada la
carga soluble, producto de la erosión principalmente en forma de iones
o sales, los más comúnmente presentes son los bicarbonatos y sulfatos
de calcio, magnesio, sodio y pequeñas cantidades de cloruros, silicatos,
fosfatos y otros elementos.
C. Proceso de depositación.
Como se mencionó anteriormente, la erosión produce sustancias disueltas
que son transportadas en forma de solución. Muchas de las aguas
subterráneas contienen comúnmente bicarbonatos, sulfatos de calcio,
magnesio y sodio, con pequeñas cantidades de cloruros y fosfatos. Todas
estas sustancias pueden ser sujetas a cambios de temperaturas,
evaporación, pérdida de dióxido de carbono, cambio de presión, así como
el trabajo de bacterias o algas, los cuales tiende a causar depositación de
algunas de las sustancias disueltas por medio del proceso químico.
1. Depósitos de manantiales.
Las aguas subterráneas al emerger a la superficie encuentran
condiciones fisicoquímicas diferentes, por lo que precipitan las
sustancias que transporta en solución, así el carbonato de calcio es
el material depositado en manantiales fríos y calientes. Este
carbonato depositado alrededor de su conducto es llamado
travertino, en caso de presentarse en forma o textura porosa se le
denomina tufa calcárea, si contiene fragmentos de calcita se le
conoce como brecha calcárea y si se deposita en forma de bandas
como onix (ónice) calcárea. Cuando la sustancia soluble de un
géiser se deposita alrededor de su conducto se llama geiserita, que
es óxido de silicio amorfo. Además se pueden depositar yeso y otras
sustancias como hidróxido de hierro, óxido de manganeso, cloruro
de sodio, carbonato de sodio, azufre y sulfuros metálicos, sustancias
que actúan como cementantes o matriz de los fragmentos de rocas
o reemplazan a otras sustancias.
2. Depósitos de cavernas.
Algunos depósitos se han formado cuando la caverna estaba llena
de agua, otros cuando dicha agua fue drenada. Las aguas con alto
contenido de carbonato de calcio, al gotear lentamente, producen
la precipitación de dicha sustancia en forma de aguja. La que se
origina del techo de la caverna hacia abajo llamada estalactita. Los
montículos de carbonatos que nacen del piso de la caverna y crece
hacia arriba se les denominan estalagmitas. Algunas veces las
estalactitas y estalagmitas se unen para formar las columnas o
pilares.