Vous êtes sur la page 1sur 4

Antonio Gramsci

Notas sobre Maquiavelo, sobre la política y sobre el Estado moderno

El príncipe moderno

Apuntes sobre la política de Maquiavelo

El príncipe no es una obra sistemática del pensador florentino sino un libro viviente (9)
“en el que la ideología política y la ciencia política se fundan en la forma dramática del
mito”.

Gramsci se interesa por el estilo, por la forma mediante la cual Maquiavelo presenta a la
“voluntad colectiva” personificado en un príncipe, en lugar de tratar con principios
abstractos. El pensamiento político es materia viva, drama personificado.

El mito tiene una función indispensable en la praxis, ya que se trata de operar sobre la
voluntad de un pueblo.

(10) “Una fantasía concreta que actúa sobre un pueblo disperso y pulverizado para
suscitar y organizar su voluntad colectiva.”

Es sobre el final de El Príncipe en el que Maquiavelo exhorta por la unificación de


Italia, el lugar donde se hace pueblo, la obra se transforma en manifiesto, afecta al lector
y lleva a la acción.

George Sorel había subrayado la importancia del mito respecto a la acción política
centralizada en la huelga general. Lo que quiere hacer Gramsci es llevar el mito del
terreno del sindicato y la huelga al terreno más constructivo del partido político.

(12) “El príncipe moderno, el mito-príncipe, no puede ser una persona real, un
individuo concreto; sólo puede ser un organismo, un elemento de sociedad complejo en
el cual comience a concretarse una voluntad colectiva reconocida y afirmada
parcialmente en la acción. Este organismo ya ha sido dado por el desarrollo histórico y
es el partido político: la primera célula en la que se resumen los gérmenes de voluntad
colectiva que tienden a devenir universales y totales.”

Personajes individuales, príncipes carismáticos, pueden servir en el momento de lanzar


alguna acción rápida y fulminante, pero no para construir un nuevo orden político
sustentable. Se trata de crear ex novo esta voluntad colectiva y mantenerla,
entendiéndola en el sentido moderno, encarnada en el partido político.

(13) “¿Cuándo puede decirse que existen las condiciones para que se pueda suscitar y
desarrollar una voluntad colectiva nacional-popular?, o sea efectuando un análisis
histórico (económico) de la estructura social del país dado y una representación

1
“dramática” de las tentativas realizadas a través de los siglos, para suscitar esta voluntad
y las razones de sus sucesivos fracasos.”

Para eso hay que comprender muy bien la historia de Italia, el devenir real de sus
instituciones políticas y económicas. Hay que conocer bien el terreno sobre el que se
realizará la praxis, como Maquiavelo recomendaba al príncipe.

Si no se pudo crear todavía una voluntad colectiva nacional-popular, tuvo mucho que
ver una particular formación “económica-corporativa” feudal, muy poco progresiva y
atada a Italia como sede de la Iglesia.

(13) “Faltó siempre, y no podía constituirse, una fuerza jacobina eficiente, precisamete
la fuerza que en las otras naciones ha suscitado y organizado la voluntad colectiva
nacional popular fundando los Estados modernos.”

Gramsci se pregunta por la relación que hay entre estas condiciones y las “fuerzas
hostiles” asociadas a la aristocracia terrateniente. Las fuerzas positivas se forman sobre
todo en grupos urbanos, asociados a la industria y a una comprensión elevada de lo
histórico-político. Pero es indispensable que las grandes masas de campesinos
confluyan en esa fuerza política.

(15) “Una parte importante del Príncipe moderno deberá estar dedicada a la cuestión de
una reforma intelectual y moral, es decir, a la cuestión religiosa o de una concepción del
mundo.”

El jacobinismo que demanda Gramsci en este texto implica por un lado la creación de
esta voluntad popular, la organización y centralización necesarias para su
funcionamiento y su difusión “dramática” a través del partido.

(15) “¿Puede haber una reforma cultural, es decir una elevación civil de los estratos más
bajos de la sociedad, sin una precedente reforma económica y un cambio en la posición
social y en el mundo económico?”

Esa reforma intelectual y moral se presentará en lo concreto en las reformas económicas


y el partido perturbará así todos los órdenes, transformándose en el foco de atención de
todos los actos que estarán dirigidos a minar o a confirmar su poder.

(15) “El Príncipe ocupa, en las conciencias, el lugar de la divinidad o del imperativo
categórico, deviene la base de un laicismo moderno y de una completa laicización de
toda la vida y de todas las costumbres.” Debe transformarse en un nuevo “tú debes”.

La ciencia de la política

La filosofía de la praxis permitió pasar de una concepción abstracta de la naturaleza


humana, a otra entendida como producto histórico de relaciones sociales, lo que permite
pensar a la ciencia política como un organismo en desarrollo (Hegel-Marx).

2
Maquiavelo aporta ante todo la autonomización de la ciencia política respecto de la
moral, de la religión, pero esta concepción no pudo convertirse aún en “sentido común”.

Maquiavelo escribió como un hombre de acción y El Príncipe tiene la impronta de un


“manifiesto” de partido. En abstracto, parece que los consejos que presenta al
gobernante pueden ser utilizados por todos, son formas de batallar neutrales
ideológicamente que usará quien pueda.

Pero Gramsci sostiene que lo que está haciendo Maquiavelo es la educación política del
pueblo, le enseña los medios necesarios para los fines que se plantea. Los que
gobiernan, ya tienen este saber, se forman en la pragmática del poder.

(17) “Por consiguiente, ¿quién “no sabe”? La clase revolucionaria de su tiempo, el


“pueblo” y la “nación” italiana, la democracia ciudadana de cuyo seno surgen los
Savonarola y los Pier Soderini y no los Castruccio ni los Valentino.”

¿Cómo activar a las fuerzas progresistas de la historia? Quebrando la moral tradicional,


permitiendo que la política, que la praxis se autonomice.

(18) “Y en efecto se obtiene de inmediato un resultado: el de destruir la unidad basada


en la ideología tradicional, sin cuya ruptura la fuerza nueva no podría adquirir
conciencia de la propia personalidad independiente. El maquiavelismo, al igual que la
política de la filosofía de la praxis, ha servido para mejorar la técnica política tradicional
de los grupos dirigentes conservadores; pero esto no debe enmascarar su carácter
esencialmente revolucionario.”

¿Qué le interesa de Maquiavelo a Gramsci? La teoría política entendida como mito,


como manifiesto político, como afectividad, y al mismo tiempo como lectura realista de
las fuerzas y los actores involucrados, de ahí los paralelos con la filosofía de la praxis.

La manera en la que puede articularse una voluntad colectiva nacional-popular en la


figura del “príncipe moderno”, del partido. Maquiavelo como educador de los que no
saben aún que se debe construir un nuevo Estado.

La política como ciencia autónoma

La filosofía de la praxis es el modo en que Gramsci nombra al materialismo histórico


como un gran sistema de pensamiento o concepción del mundo, como una cultura que
tiene que reformar la vida del hombre y ser una cumbre de su desarrollo.

¿Cuál es el lugar de la ciencia política dentro de la filosofía de la praxis? ¿Puede tener


autonomía? Para Gramsci es fundamental mostrar que hay una dinámica propia de la
política que puede tener una iniciativa creadora sin depender completamente de las
condiciones económicas.

En discusión con Croce, no pensará este problema tan hegelianamente, sino en el eje
estructura-superestructura. La política es el primer grado de lo superestructural.

3
Aquí aparece el concepto de “bloque histórico” (originalmente de George Sorel), que
trata de pensar justamente la relación entre estructura y superestructura como una
unidad, como un bloque que entonces incluye un momento de la economía y un
momento de la ideología, la política y de la cultura. Esto es un momento de la historia.

Un bloque histórico no se constituye por alianzas políticas, es el nombre de una unidad


genuina entre forma y contenido, entre relaciones productivas e ideología, en la que los
intelectuales un papel central.

Gramsci critica a Croce no comprender la importancia organizadora de los partidos y el


rol de la pasión en política.

(21) “No se puede concebir una pasión organizada permanentemente sin que se
convierta en racionalidad y reflexión ponderada y deje por lo tanto de ser pasión, la
solución sólo puede encontrarse en la identificación de política y economía.”

Esta identificación entre ambos niveles (bloque histórico) no impide poder distinguir
entre ellos.

Maquiavelo es entonces un pensador progresista en su época, que quiere fundar un


nuevo Estado, quitándose de encima las fuerzas conservadoras feudales y sus escritos
bélicos se subsumen en su estrategia política.

Elementos de política

Vous aimerez peut-être aussi