Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
La hormona de la progesterona hace que el útero sea más sensible a las infecciones
bacterianas, produciendo que bacterias residentes a la vagina migren hacia la zona del
cérvix donde colonizan esa zona produciendo la infección, la bacteria más
comúnmente aislada es Escherichia coli.
PIOMETRA SINTOMAS
Los síntomas de infección en el útero son variados, pero entre los síntomas de
piometra canina más frecuentes encontramos:
Fluido vaginal, que a veces lleva sangre, y otras veces tiene aspecto de pus, o
aspecto blanquecino.
Es frecuente que aumente la cantidad de agua que beba
Y por ende, aumenta la frecuencia del orine
Puede tener fiebre
Al aumentar el tamaño del útero por la presencia de fluidos, puede notarse
la barriga más abultada, o incluso algún tipo de cojera o debilidad en las piernas
Puede disminuir el apetito y haber pérdida de peso
Desgana, letargia.
• Letargia
• Pérdida de peso
• Apariencia desgreñada
• Vómitos
• Diarrea
Tratamiento
El tratamiento es el drenaje por vía vaginal y en casos seleccionados la histerectomía.
Los microorganismos más frecuentes causantes de esta infección son E. coli,
Klebsiella, Proteus y Bacteroides (en muchas ocasiones son poli microbianas), por lo
que el antibiótico debe estar principalmente dirigido a anaerobios, siendo poco
efectivo dicho tratamiento si no se realiza un drenaje adecuado. Existe poca
información sobre la duración recomendada del tratamiento antibiótico. Se contempla
la dilatación periódica cervical en la piometra idiopática, ya que la recidiva llega al
33%
COMPLICACIONES
La complicación más grave e infrecuente sería la rotura uterina con salida de pus a la
cavidad abdominal, que en ocasiones es la primera manifestación de la patología (26
casos en literatura inglesa), cursando con abdomen agudo. Estarían indicados la
laparotomía exploratoria y el drenaje con histerectomía.
CASO
Mujer de 62 años de edad, multípara, con leucorrea fétida de seis meses de evolución,
acompañada en los dos últimos meses de sangrado transvaginal posmenopáusico,
fiebre y dolor en el hipogastrio. La citología cervicovaginal previa fue clase II, sin
células endocervicales ni de metaplasia. En la exploración se detectó sangrado
transvaginal fétido, cuello uterino indurado, en forma de cúpula, con una úlcera en el
orificio cervical externo, tabiques rectovaginal y vesicovaginal normales, parámetros
normales, útero de 10 x 7 x 5 cm, doloroso. El ultrasonido pélvico indicó que el
endometrio medía 7 mm. Durante el intento de una biopsia de endometrio se apreció
la salida de pus fétida (150 mL), y el cultivo de este material reportó desarrollo de E.
coli. La biopsia endocervical y del orificio cervical mostró la existencia de cáncer
cervicouterino invasor moderadamente diferenciado. Se inició tratamiento con
antibióticos, ciprofloxacina metronidazol, y se solicitaron telerradiografía de tórax y
urografía excretora, que resultaron normales. Se clasificó clínicamente como cáncer
cervicouterino IBI. Tres semanas después se realizó la histerectomía radical tipo III. El
reporte histopatológico indicó un carcinoma epidermoide de dos centímetros,
endocervical, obstructivo, que invadía dos tercios del estroma, y de 30 ganglios
pélvicos resecados; uno manifestaba metástasis, por lo que se envió a radioterapia