Pupila La pupila es una estructura del ojo que consiste en un orificio situado en la parte central del iris por
el cual penetra la luz
al interior del globo ocular. Se trata de una abertura dilatable y contráctil, aparentemente de color negro que tiene la función de regular la cantidad de luz que le llega a la retina, en la parte posterior del ojo.1 El tamaño de la pupila está controlado por dos músculos: el esfínter de la pupila que la cierra y está inervado por fibras parasimpáticas y el músculo dilatador de la pupila que la abre y está controlado por fibras simpáticas. Su diámetro es de entre 3 y 4,5 milímetros en el ojo humano. En la oscuridad puede llegar a ensancharse hasta los 5 a 9 mm. Existe una considerable variación en el tamaño máximo de la pupila entre diferentes personas. Medición de diámetro pupilar ocular Resumen La pupila natural del ojo humano suele ser aproximadamente circular y, en determinadas condiciones externas, su diámetro depende del sujeto y de su estado psicofísico. Para un dado sujeto, el patrón de aberraciones, la difracción, la profundidad de campo y la iluminación retiniana dependen del diámetro pupilar, el cual a su vez varía en función de la iluminación ambiente. El conocimiento de este diámetro es importante tanto en pruebas objetivas como subjetivas en las cuales se determina la calidad visual. La medición del diámetro pupilar también se utiliza como indicador del nivel de vigilia o anestesia o para detectar la presencia de narcóticos. En este trabajo se presenta un software desarrollado en MATLAB (denominado AS08) capaz de procesar imágenes y de medir el diámetro de una pupila circular. Se consideran imágenes registradas dentro del espectro visible y también en el infrarrojo cercano. En el software AS08 se utilizan varias técnicas de procesamiento de imágenes, entre las cuales cabe destacar la transformada de Hough, por sus conocidas virtudes referentes al reducido consumo de recursos computacionales para detectar círculos. Tamaño pupilar: El tamaño pupilar normal es de 2 a 4 mm. Normalmente las pupilas se contraen al estímulo de la luz (reflejo fotomotor) y al iluminar la pupila de un ojo se observa que la del otro también se contrae (reflejo consensual). http://www.guardavidas.org/tamano-pupilar-pirrl-isocoria-midriasis-miosis-anisocoria/ Glándula parótida Generalidades[editar] La parótida es una glándula salival muy voluminosa, bilateral, situada a ambos lados de la cara, en una celda osteofibrosa dependiente de la aponeurosis cervical superficial por debajo del conducto auditivo externo (CAE), por detrás de la rama ascendente del maxilar inferior y por delante de las apófisis mastoides y estiloides; pesa alrededor de 25 gramos. La atraviesan 3 estructuras importantes: el nervio facial, la vena retromandibular y la arteria carótida externa y el inicio de sus ramas terminales. La parótida produce la mayor cantidad de saliva de predominio seroso La glándula está atravesada por la arteria carótida externa y por los nervios facial y auriculotemporal y en ella tiene nacimiento la vena yugular externa. En el interior de la glándula se encuentran ganglios linfáticos parotídeos. Asimismo el nervio facial (VII par craneano) la divide en dos porciones, una superficial y otra profunda.1 Inervación[editar] Su inervación está dada por el nervio auricular mayor (ramo posterior C2), que inerva la vaina de la glándula así como la piel por encima de esta. El nervio timpánico del glosofaríngeo (IX) conduce la información parasimpática postganglionar secretora, que llega hasta el ganglio ótico y de este al ramo auriculotemporal del nervio trigémino (V3). Este último también proporciona la inervación sensitiva . El facial llega a través de la cuerda del timpano a contactar con el mandibular, que aprovecha ramos del trigémino, inervando la glándula submandibular y sublingual. Por su parte, la actividad de las fibras simpáticas (del plexo nervioso carotídeo externo) reducen la secreción de la glándula, actuando principalmente a nivel de los vasos sanguíneos produciendo vasoconstricción y por tanto se producirá una saliva menos abundante pero más espesa. Cumple la función de ensalivar junto con las otras dos glándulas submaxilar y la glándula sublingual. Un proceso de esta glándula es la parotidectomia, proceso que se lleva a cabo usualmente en la parotiditis (inflamación a la parótida). . Conducto parotídeo El conducto parotídeo o conducto de Steno (llamada así por el anatomista danés Nicolás Steno) es el principal conducto salival presente en la especie humana. Conecta la glándula parótida con la cavidad bucal. Es bilateral y se encuentra superficial con respecto al maxilar inferior. El conducto sale del borde anterior de la glándula parótida y va en dirección anterior hasta atravesar el músculo buccinador, entonces gira medialmente para entrar a la cavidad bucal, lo hace por un pequeño agujero frente al segundo molar superior.1 La parótida es una glándula salival muy voluminosa, bilateral, situada a ambos lados de la cara, en una celda osteofibrosa dependiente de la aponeurosis cervical superficial por debajo del conducto auditivo externo (CAE), por detrás de la rama ascendente del maxilar inferior y por delante de las apófisis mastoides y . Su conducto secretor, denominado conducto de Stenon, atraviesa el músculo bucinador y desemboca en la cavidad bucal, a nivel del segundo molar superior. La inflamación de estas glándulas es lo que se conoce como paperas o parotiditis. Son tres pares de glándulas arracimadas, anejas a la cavidad bucal, donde desembocan denominadas: parótidas, submaxilares y sublinguales, que secretan la saliva. GLÁNDULAS PARÓTIDAS: son las más voluminosas, situadas detrás de la rama ascendente del maxilar inferior, al lado del oído. Su conducto secretor, denominado conducto de Stenon, atraviesa el músculo bucinador y desemboca en la cavidad bucal, a nivel del segundo molar superior. La inflamación de estas glándulas es lo que se conoce como paperas o parotiditis. Glándulas submaxilares: se hallan situadas contra la cara interna del maxilar inferior. Desembocan, por medio de los conductos de Warton, a los lados del frenillo de la lengua. Glándulas sublinguales: Están situadas en el suelo de la boca, debajo de la punta de la lengua. Poseen numerosos conductos secretores, el principal llamado conducto de Rivinuso conducto de Bartholin, que se abren en hilera detrás de las aberturas de lo s conductos de Warton. El conjunto de estas glándulas segregan la saliva que es un líquido blanquecino, espumoso, viscoso y tiene carácter neutro. Está compuesta por agua (98), mucus, distintas sales y un enzima digestivo, la ptialina (amilasa), gracias al cual se inicia en la boca la digestión química, ya que actúa sobre el almidón transformándolo en maltosa. Las misiones de la saliva son humedecer los alimentos para captar el sabor de éstos y facilitar la deglución, ejercer una acción antimicrobiana y también una ligera acción digestiva de los glúcidos gracias a la ptialina y a la maltasa. Sin embargo como los alimentos permanecen poco tiempo en la cavidad bucal, se digiere un 3% del total. El proceso siguiente es la deglución, acto en virtud del cual el alimento pasa de la boca al estómago, a través de la faringe y esófago.La primera etapa se realiza en la boca y se lleva a cabo de forma voluntaria. El bolo alimenticio se comprime hacia atrás, por aplicación de la lengua contra el paladar; así atraviesa el istmo de las fauces y llega a la faringe. Astenia: constituye un síntoma general muy ligado a la anemia (el individuo anémico se siente “cansado”). Disnea: sensación subjetiva de falta de aire. ... Cuando la hemoglobina desciende por debajo de 30 g/L (anemia grave) pueden aparecer signos de hipoxia cerebral, cefaleas, vértigos, e incluso un estado de coma. Anemia La anemia –disminución de la concentración de hemoglobina en la sangre–, puede deberse a diversas causas, siendo la más común la falta de hierro, o ser un síntoma de un trastorno subyacente. Conoce cómo corregirla. Síntomas de la anemia El síndrome anémico lo forman un conjunto de signos y síntomas que ponen de manifiesto la disminución de la hemoglobina y el desarrollo del mecanismo de compensación. Losprincipales síntomas de la anemia son: Palidez. Es uno de los signos más característicos de la anemia y una consecuencia directa de la vasoconstricción generalizada (cierre de los vasos sanguíneos) y del descenso de la concentración de la hemoglobina en sangre. Astenia: constituye un síntoma general muy ligado a la anemia (el individuo anémico se siente “cansado”). Disnea: sensación subjetiva de falta de aire. Fatiga muscular: incluso con pequeños esfuerzos. Manifestaciones cardiocirculatorias: taquicardia y palpitaciones que son constantes en caso de anemia moderada o intensa, especialmente cuando se instaura bruscamente. En una anemia crónica de aparición lenta, el único signo apreciable de la anemia es un soplo sistólico funcional (ruido que hace la sangre al salir del corazón). Si la anemia es muy intensa se sobreañade una taquipnea (respiración muy rápida) o pérdida del conocimiento. Trastornos neurológicos: alteraciones de la visión. Cefaleas (dolor de cabeza). Cuando la hemoglobina desciende por debajo de 30 g/L (anemia grave) pueden aparecer signos de hipoxia cerebral, cefaleas, vértigos, e incluso un estado de coma. Manifestacione neuromusculares: consisten principalmente en cambio de la conducta, cefaleas, vértigos, trastornos visuales, insomnio, incapacidad para concentrarse y, ocasionalmente, desorientación. Alteraciones del ritmo menstrual: la existencia de reglas abundantes (hipermenorrea) es la causa más frecuente de anemia en las mujeres jóvenes, aunque suele ser una anemia moderada (Hb: 90-110 g/L). Sin embargo, cuando la anemia es más intensa, suele apreciarse una disminución del ritmo menstrual, con tendencia a la amenorrea. Lo que sucede es que, frente al descenso de la hemoglobina, el organismo reacciona disminuyendo, o incluso anulando, la pérdida hemática. Alteraciones renales: se produce una retención acuosa que puede dar lugar a la aparición de edemas o hinchazón en las piernas. Trastornos digestivos: consisten en anorexia, náuseas y, ocasionalmente, estreñimiento. En Generación Elsevier seguimos con nuestra serie de infografías. Hoy nos detenemos en los puntos de palpación de los pulsos arteriales. A la hora de practicar la palpación al pacientedebemos practicarla suavemente con el pulpejo de los dedos 2º, 3º y 4º para determinar los pulsos y con el dorso de la mano para valorar la temperatura cutánea. A la hora de palpar debemos tener en cuenta los siguientes aspectos: • la forma de la onda del pulso, con su fase ascendente y descendente. • la amplitud de la onda del pulso, desde su comienzo hasta el máximo. • la frecuencia de los latidos. Puede ser: – normal: entre 60 y 85 latidos por minuto (lpm) – taquicardia: > 90 lpm – bradicardia: < 60 lpm • la ritmicidad, se refiere a si la secuencia de los latidos es regular o irregular. Si es irregular, constituye una arritmia. Lo normal es que el pulso sea regular y cada uno de los latidos tenga la misma distancia respecto al anterior, con pequeñas variaciones que se producen con la respiración. En la práctica clínica, el pulso radial es el que más se palpa para identificar las características del pulso. En algunos casos, especialmente si la presión arterial está baja, se recurre a buscar el latido en otros pulsos, como el carotídeo o el femoral. No obstante, la apreciación de la intensidad del pulso es inexacta y con un elevado grado de subjetividad, por lo que es más prudente constatar su presencia o ausencia.