Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Objetivo General
Objetivos Específicos
METODOLOGÍA
Antecedentes
Base conceptual
Lógica: es la ciencia de las leyes y de las formas del pensamiento, que nos da
normas para la investigación científica y nos suministra un criterio de la verdad.
Enunciado: es el uso concreto del lenguaje, generalmente con una connotación
informativa.
Juicio: se entiende como una relación de ideas acerca de cómo es el mundo o el
significado de un enunciado que informa sobre algún aspecto de la realidad.
Razonamiento: es la operación intelectual mediante la cual, de unos juicios dados,
inferimos otros juicios; pues esta inferencia o conexión de los juicios ya establecidos
con el que se trata de establecer, constituye la forma lógica del discurso, a saber,
de aquel paso o tránsito de lo ya conocido a lo que se pretende conocer.
CAPITULO I
El pensar, como el que piensa están fuera del ámbito de la lógica. La tarea de la
lógica queda así atada solamente a los pensamientos.
Se considera la lógica como la parte de la filosofía que trata de las formas del
pensamiento y de las leyes por las que se rige para llegar a la verdad. Su misión consiste
en determinar las leyes a que ha de ajustarse el entendimiento para que la consecución
de la verdad, entendida en su sentido tradicional de conformidad del conocimiento con
su objeto, es decir, del pensamiento con la realidad.
Al resolver las disputas, un sistema legal debe aplicar algún principio o regla, para
un conjunto de hechos facticos, es decir llegar en algún momento a algún juicio acerca
de la culpabilidad o responsabilidad. Los hechos con frecuencia están en disputa y puede
requerirse que se establezcan como tales. Esta es la función primaria del juicio y de las
investigaciones que le preceden. Luego una parte reclamará que alguna regla especifica
se aplique a los hechos, mientras que la otra parte pedirá que no se aplique. Cada una de
las partes presenta argumentos apoyando su posición. Estos argumentos pretenden ser
lógicamente correctos, proporcionando un apoyo deductivo o inductivo a sus
conclusiones.
Muchas veces las disputas en los tribunales no son acerca de leyes, sino de asuntos
de hechos sobre los cuales hay profundos desacuerdos. Solamente después de que se
han determinados los hechos se pueden aplicar las reglas legales. El establecer los hechos,
es por lo tanto el objetivo principal cuando se trata de cualquier caso en el tribunal. Al
hacer esto, el razonamiento que se aplica es inductivo.
Por supuesto, en las investigaciones inductivas nunca tenemos todas las evidencias
ni contamos con certeza absoluta. Pero, con un razonamiento cuidadoso, logramos llegar
muchas veces a soluciones confiables en todos los problemas en discusión. En los x
tribunales, el método de investigación no es esencial mente diferente -aunque las formas
en las cuales se colecta y aplica la evidencia están sujetas a restricciones especiales de un
sistema de justicia, donde el interés por la justicia lo mismo que por la verdad se tienen en
cuenta como algo valioso.
Pero este proceso inductivo está cargado, en los tribunales, por las restricciones
sobre qué evidencia se debe tener en cuenta. La labor del juez, por lo tanto, es limitar la
consideración de evidencias para las partes en disputa, aplicando cuidadosamente un
cuerpo de principios destinado a asegurar que las hipótesis en conflicto puedan evaluarse
justamente. Estos son los principios del derecho de las evidencias.
Para que se pueda aplicar más consistentemente ese sentido amplio de justicia,
una regla que se adopta comúnmente es que el defensor es responsable de un daño a
otro solamente si el daño sufrido fue la consecuencia natural y probable de su acto. En
casos de negligencia alegada uno puede ser responsable de ella solamente si, bajo las
condiciones normalmente prevalecientes, podríamos haber previsto ese resultado.
La responsabilidad legal se debe trazar no solamente a los actos próximos en la
cadena causal sino también a las omisiones próximas, las fallas para actuar de acuerdo
con los deberes legales que uno tiene. Los actos de omisión lo mismo que de comisión,
no pueden fundamentar la responsabilidad por daños y perjuicios, sin embargo, cuando
la causa inmediata del daño no se puede anticipar razonablemente.
Es pertinente indicar, que, si los fundamentos sobre los que se construye nuestro
razonamiento son sólidos, y si son consistentes y adecuados habrá de conducirse de
manera exitosa hacia la ganancia de juicio, al haber recurrido a la lógica como arma
esencial del razonamiento correcto.
Tanto la inducción como la deducción forman parte del trabajo del abogado; pero
el proceso de resolver problemas es algo más que la simple aplicación de todos los
recursos disponibles y utilizables de la lógica al campo del derecho.
La lógica del derecho no ha de ser solamente una lógica formal, sino una lógica
viva hecha con todas las sustancias de la experiencia humana. De ahí, que la lógica sólo
resultará útil después que el que resuelve el problema jurídico haya encontrado algún
fundamento en datos significativos. Entonces la lógica puede utilizarse para señalar las
posibles líneas de desarrollo.
La lógica es una, como es una la verdad; pero son muchos los posibles argumentos
y muy diverso el uso que se puede hacer de ellos. Las armas son las mismas, pero son
distintos su manejo y la manera como pueden esgrimirse.
Los abogados, profesionales de una carrera crítica, cuya actuación está sujeta a
una constante contradicción, porque sin contradicción de argumentos no ha
controversia, no pueden dejar de reconocer que su forma de proceder está apegada a
principios estrictamente lógicos. El reconocimiento, por parte de un abogado, de la falta
de lógica de sus argumentos equivaldría a admitir la falsedad de los hechos alegados o la
impertinencia de los fundamentos legales invocados como justificación de la pretensión
de su cliente.
En tal sentido, todas las personas que pertenecen a los diversos grupos
relacionados con la creación, aplicación, estudio del Derecho, deben dejar que la Lógica
informe su pensamiento y regule su exposición, prestando claridad a sus ideas para
perfeccionar el criterio de verdad, sin la cual no puede alcanzarse la justicia.
Por otra parte, la lógica puede ser útil al jurista, en su labor técnica de análisis, dado
que éste parte siempre de tres datos:
Toda interpretación explícita o implícita de una norma jurídica, sea hecha por
autoridad o por gobernado, conlleva la relación lógica entre la interpretación, como
conclusión, y la norma interpretada y reglas de interpretación como premisas.
La lógica jurídica está formada tanto por una lógica formal como por una teoría de
la argumentación jurídica y es erróneo disociar y contraponer la lógica deductiva y la
argumentación jurídica.
En este sentido, tanto la lógica formal como la lógica dialéctica, deben integrarse
y complementarse frente a las necesidades del discurso jurídico, que pretende ser
razonable y alcanzar cierto grado de corrección.
La sentencia, puede ser vista como, la justificación de una decisión del órgano
jurisdiccional, que se nos presenta como una solución que se constituye como síntesis del
proceso dialéctico que enlaza ambos aspectos – norma-conducta – por medio de la
interpretación hermenéutico-jurídica. En el cual la argumentación juega un papel
destacado en esta instancia, porque actúa como la base del razonamiento que será
utilizado en la toma de decisión, por parte del magistrado.
BIBLIOGRAFÍA
Jesús Damián Flores. Importancia de La Lógica y su Relación con el Derecho. Sitio web
disponible en: https://gradoceroprensa.wordpress.com/2016/05/28/importancia-de-la-
logica-y-su-relacion-con-el-derecho/
http://www.monografias.com/trabajos-pdf5/derecho-y-logica/derecho-y-logica.shtml