Profesor/a: Srta.

Magdalena
Materia: Filosofía Antigua

Alumno: Cristóbal Aguilar Pedrera

Primero Bachiller Teología

VIRTUDES DIANOÉTICAS I
(Aristóteles)

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Profesor/a: Srta. Magdalena
Materia: Filosofía Antigua

Alumno: Cristóbal Aguilar Pedrera

Primero Bachiller Teología

RESUMEN

Comienza preguntándose por la utilidad de estas cualidades. La sabiduría no se encarga

de buscar las formas para que el hombre sea feliz, sin embargo la prudencia sí que
posee los medios para conseguir esta felicidad o dicha. Trata de decir que las virtudes
son meras aptitudes morales. Lo equipara con los remedios y los ejercicios que se usan
para recuperar al cuerpo su salud y vigor, que no son nada si no se ponen en práctica
realmente, ni poseemos mas salud o más vigor porque poseamos la ciencia de la
medicina o de la gimnástica.
De esta misma forma postula que no podemos llamar a un hombre prudente porque
sepa lo que constituye la prudencia o tenga conocimiento de lo que es, si no que para
serlo ha de ser prudente de verdad, es decir ha de practicarlo, vivirlo.

IDEAS PRINCIPALES

- Las principales virtudes dianoéticas son la inteligencia (sabiduría) y la prudencia.

- Las virtudes de la Sabiduría y prudencia, no son innatas sino que deben ser
aprendidas a través de la enseñanza.

TEMA: Análisis de las principales virtudes dianoéticas: la sabiduría y la prudencia.

OPINIÓN CRÍTICA DEL TEXTO

Aristóteles nos habla principalmente de las dos virtudes que a su juicio son las más
importantes, la sabiduría y la prudencia. Las pone una frente a la otra y las compara.
Ambas son adquiridas a través de la educación ó de la enseñanza. Define
especialmente que estas son la sabiduría y la prudencia. Hace una breve pero concisa
definición de cada una de ellas. Las virtudes intelectuales perfeccionan al hombre en
relación al conocimiento y la verdad, son propias del intelecto o del pensamiento. Este
texto trata de ponernos sobre aviso de estas virtudes y la manera de cuidarlas. Me ha
parecido muy pedagógico en este sentido y muy esclarecedor.

Cristóbal Aguilar