MISTERIOS DE LA ANTIGÜEDAD

Las escrituras antiguas

Roma

A lo largo de este curso, los grupos G13 Y G14 de la Sede Sur del PEAC hemos
trabajado con los Misterios del Mundo Antiguo, y, concretamente, con todo lo que
encierran los diferentes códigos de escritura; desde el cuneiforme hasta las lenguas
más recientes, pasando por jeroglíficos, el lineal B o el silabario cretense, los alfabetos
suponen en muchos aspectos enigmas para quienes los hemos recibido, enigmas que,
en muchos casos, aún no hemos conseguido resolver.

De manera pareja a ello discurre la cuestión del soporte de escritura: es igual

de relevante el “dónde” que el “cómo “ escribían, pues en muchas ocasiones condi-
ciona aspectos como el tipo de escritura, las abreviaturas utilizadas, el contenido (lo
más claro en este sentido son las deifixiones o maldiciones, escritas en plomo) y la
función de dicho mensaje (público, privado, con intención mágica….). La recepción de
los mensajes en sus soportes es uno de los misterios que más han llamado la atención
de arqueólogos, historiadores y filólogos, pues ayudan a comprender la idiosincrasia
de las antiguas civilizaciones.

Tras haber trabajado con los dos grupos distintos códigos de escritura y sopor-
tes, hemos llegado en este momento del programa al trabajo con la civilización ro-
mana, y, como soporte característico de este momento,
nos ha parecido oportuno que se conociera la
utilidad de las Tabellae ceratae, las tablillas
de cera; este material de escritura era el utilizado de
manera cotidiana para operaciones de anotaciones
sencillas, para llevar las cuentas de las casas, los
apuntes rápidos y, también, para trabajar en la
escuela: en Roma, los escolares que acudían a clase y
aprendían los rudimentos de la lectura, lo
hacían llevando unas tablillas sencillas elaboradas con madera y cera, en las que po-
dían anotar con su stylus, borrar y raspar lo que no servía. SE trataba de un soporte de
fácil elaboración, habitual en el mundo romano y en sus provincias, como observamos
en múltiples imágenes:
 Si hay lugares donde sabemos a ciencia cierta cómo y de qué manera se escri-
bía, estos son, sin duda, Pompeya y Herculano, la dos ciudades del sur de Italia arra-
sadas por la lava del Vesubio en el 79 d.C.

Más allá del misterio que envuelve las características de la brutal explosión que
pilló por sorpresa a casi veinte mil personas en las ciudades -misterio que no ha sido
del todo aclarado a la luz de la ciencia moderna - las ceni-
zas conservaron algo que, en líneas generales siempre es
una pérdida: el color de las paredes, lo que incluye una
gran cantidad de pintadas y graffitis reflejo de la vida co-
tidiana en la ciudad que nos permite, como algo excepcio-
nal, estudiar un momento sincrónico, un instante conge-
lado en la vida de una ciudad de la Antigüedad.

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 Los graffitis, pintadas e
inscripciones populares consti-
tuyen uno de los grandes miste-
rios y atractivos de esta civiliza-
ción, y esto es lo que, precisa-
mente, hemos querido transmi-
tir a nuestro grupo. Tras una
presentación en la que se ha co-
mentado cuáles fueron las situa-
ciones previas a la explosión y
qué sucedió a posteriori, hemos
pasado a mostrar qué ámbitos cubrían las diferentes ins-
cripciones: desde programas políticos, hasta inscripciones amorosas, pasando por
anuncios diversos de menús de bar hasta combates de gladiadores. Cada participante
ha elegido un motivo concreto y ha tenido que hacer una réplica de uno o varios graf-
fiti, utilizando para ello diferentes materiales, desde cálamo y tinta hasta pintura.

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Dado que entendemos que eran imágenes grandes, hemos empleado como soporte pa-

pel continuo marrón. Así nos han quedado algunos de los modelos.

Hemos tratado, con estas actividades de

desvelar un poco más las claves de la escritura
antigua, algo que nos permite acercarnos un
poco más a las civilizaciones clásicas y, sobre
todo, entender mejor de dónde venimos y el
porqué de nuestras tradiciones.