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TOPOGRAFIA

DOCENTE: FABIAN PINTO BRITO

Gilbert Ulloa Franco


SECCION 61

ORIGEN
Y EVOLUCION
DE LOS SUELOS
CONSTRUCCION CIVIL - LOS LEONES - 2018
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1: Origen y evolución de los suelos


El suelo es definido como “un cuerpo natural que comprende sólidos (minerales y materia orgánica),
líquidos y gases que ocurre en la superficie de la tierra, que ocupa un espacio y que se caracteriza
por uno o ambos de los siguientes:1) horizontes o capas que se distinguen del material inicial como
resultado de las adiciones, pérdidas, transferencias y transformaciones de energía y materia, o, 2)
habilidad de soportar plantas enraizadas en un ambiente natural”1. Se puede entender
también como la colección de cuerpos naturales en el paisaje, que se origina y evoluciona como
consecuencia de la acción de factores bioclimáticos (clima y sus organismos asociados) al actuar
sobre materiales geológicos (rocas o formaciones superficiales: sedimentos o productos de
alteración) presentes en las diferentes geoformas (formas de la tierra en la superficie de la corteza),
influenciados por el tiempo de actuación. Ello determina horizontes que permiten su clasificación y,
mediante ésta, su representación cartográfica2. Por lo tanto, los suelos resultan de la respuesta del
material parental a los factores ambientales activos, a través del tiempo y de la evolución espacial
de acuerdo con las variaciones que en ellos se hayan3.

A lo largo de muchos años el suelo ha sido considerado como una mezcla de material suelto
compuesto de sólidos fragmentados de rocas y materiales de origen orgánico, formado por la
interacción de los factores de formación como son el clima, la biota, el material parental y
la topografía, constituyéndose en una expresión geográfica donde el grado, la intensidad e
interacción se da a través del tiempo proporcionando el concepto fundamental del suelo como una
expresión geográfica. Este modelo básico de edafología es el que hace hincapié en las interacciones
de las actividades climáticas y biológicas trabajando sobre un material de origen y que son
modificados por la topografía local y la evolución en el tiempo de vida del paisaje, dando lugar a los
horizontes reconocibles del suelo.4

1
(Soil Survey Staff, 2003)
2
(Plaster, Edward J. 2005; Buol, S.W., et al, 2000; Malagón, D.1998; Wilding L.P, et al, 1983)
3
sucedido (Malagón, D.1998)
4
(Wilding, L.P; Smeck, N.E y Hall, 1983).
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2: El concepto Suelo
Durante la génesis y evolución
los materiales originales se van
transformando (alterando,
meteorizando, mineralizando,
humificando) de acuerdo con
las condiciones climáticas
imperantes y por su
susceptibilidad inherente,
ciertas partículas o sustancias
cambian de posición
(translocan) al interior del
suelo y algunas de ellas,
elementos y compuestos, se
pierden de acuerdo con su solubilidad o mediante procesos erosivos, o permanecen si son poco
solubles o si no hay agua para movilizarlas. Partículas minerales (sedimentos, cenizas volcánicas) o
compuestos orgánicos (residuos de plantas y organismos) pueden adicionarse e integrarse al suelo. 5

Todos estos eventos, que pueden ser sencillos o complejos, conducen a diferenciar los materiales
litológicos y conllevan a la formación de los horizontes (zonas de espesor variable donde es mayor
la manifestación de su actuación) y generan el suelo: son los llamados procesos generales de
formación de los suelos. 6

El suelo constituye una mezcla de minerales primarios y secundarios, materia orgánica, aire, agua y
organismos vivos. El suelo es un material complejo que es muy variable en su composición física y
química. Está formado a partir de la alteración de las rocas expuestas al intemperismo y de
minerales que componen la corteza terrestre. La formación o génesis del suelo es fuertemente
dependiente de las condiciones ambientales y de la litosfera. El perfil del suelo es un producto de
factores observados por primera vez por Vasily Vasilievich Dokuchaev (1883) y posteriormente
presentado por Jenny (1941); estos factores están incluidos en la ecuación de formación de los
suelos, las cuales consideran el clima, el tiempo, los organismos, la topografía y los materiales
parentales y la variabilidad resulta de la interacción de estos factores y su influencia en la formación
de los diferentes perfiles de suelos. 7En general, el perfil del suelo está compuesto por varios
horizontes, el horizonte A referido a la superficie, el B intermedio denominado horizonte iluvial y el
C es la capa más baja, que se ve poco afectada por procesos de pedogénesis. Es bien sabido que el
número de horizontes, la naturaleza y el desarrollo son los productos de lo anteriormente
mencionado con relación a los cinco factores de formación de suelos. 8

5
(Wilding L.P, et al, 1983, Malagón Castro, D. 1998, IGAC, 1995, Buol, S.W., et al, 2000, Plaster, Edwar J, 2005).
6
(Zapata Hernández, R. 2006, Buol, S.W., et al, 2000, Malagón Castro, D. 1998, Wilding L.P, et al, 1983).
7 (Zapata Hernández, R. 2006. Buol et al., 1973, 2000. Greenland, D.J., and Hayes, M.H.B. 1981. Wilding L.P; Smeck N.E and Hall, 1983).

8
(Ben-Dor, E. Chabrillat, S. Demattê, J.A.M. Taylor, G.R. Hill, J. Whiting, M.L and Sommer, S. 200
3|Página

3: Propiedades Químicas y Mineralógicas.


La caracterización e
interpretación de los factores
y procesos formadores del
suelo constituye una clave
importante para el
entendimiento de su génesis
(origen y evolución) y por lo
mismo, para conocer los
cambios y procesos que ha
experimentado a través de su
evolución hasta alcanzar el estado estable. Permite, además, evaluar su estabilidad relativa, su papel
en el medio que ocupa y establecer las pautas más convenientes y racionales para su uso y manejo
dentro de una rigurosa estrategia de protección del ecosistema en que el suelo se encuentra. 9

El conocimiento de la composición mineralógica de los suelos permite determinar la capacidad


potencial que tienen para suministrar nutrientes a las plantas, la acción de los factores y procesos
de formación dentro del proceso evolutivo y la intensidad de los procesos de meteorización de
alteración que han afectado los materiales originales. La fracción mineral del suelo está compuesta
por la fracción gruesa (arena y limo) y la fracción fina (arcilla). La fracción gruesa constituye una
reserva potencial de nutrientes y la fracción arcillosa determina el comportamiento físico-químico
del suelo, dado por su actividad.10

De la proporción, composición y estructura de los minerales de la arcilla depende en gran parte: 1)la
capacidad de los suelos para intercambiar, fijar, o retener los iones de la solución del suelo y de los
fertilizantes, y 2) un gran número de importantes propiedades físicas como la estabilidad
estructural, la capacidad de retención de humedad, la consistencia (plasticidad y pegajosidad), la
conductividad hidráulica, la susceptibilidad a la expansión y contracción y en general, las
condiciones de labranza. Estas características químicas y físicas son responsables de la fertilidad de
los suelos. 11

9
(Sánchez, J. 1996).
10
(Mejía, 1980).

11
(Mejía, 1980).
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4: Propiedades Físicas.

El intemperismo físico resulta de la acción de uno o varios procesos que ocasionan el rompimiento
mecánico de rocas o minerales que conducen a generar fracciones más finas, con un aumento
considerable en su superficie específica. Esta a su vez, favorece e incrementa los procesos de
alteración química y bioquímica; si bien la alteración física cambia la forma y el tamaño de rocas y
minerales, la química ejerce su influencia sobre la naturaleza y composición de los mismos. 12La
superficie específica aumenta con la disminución del tamaño de grano, produciendo mayor
reactividad de las partículas más pequeñas debido a los efectos de la energía libre de superficie y
este efecto hace visible cantidades trazas de minerales reactivos que no son detectados en la
fracción entre 2-53 micras, pero que están completamente ausentes en las fracciones más
gruesas.13 En la tabla 1 se muestra, como a mayor superficie específica mayor es la actividad de los
minerales resultantes, medida a partir de la CIC.

Por lo tanto, la alteración física es una desintegración mecánica de la masa de sólidos que provoca
cambios en la forma y tamaño de las rocas y minerales, sin cambiar su composición química. Sin
embargo, la superficie del material se incrementa lo que significa que el producto químico posterior
(reacciones de superficie) se intensifica.14

12
. (Zapata Hernández, R. 2006, Malagón, D.; Pulido, C. Et al. 1995, Reeuwijk, L.P. Van 1994).
13
(Hodson Mark E. 2002).
14
(Reeuwijk, L.P. Van. 1994).
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