0 évaluation0% ont trouvé ce document utile (0 vote)
73 vues3 pages
Este documento discute el rol estratégico de los servicios financieros y la banca en la economía, al intermediar recursos financieros y facilitar la cadena de pagos para apoyar el crecimiento económico. También analiza cómo una mayor profundización financiera puede mejorar la competitividad de un país al aumentar la eficiencia del mercado y la productividad. Finalmente, propone medidas como eliminar impuestos a las transacciones financieras, incentivar depósitos a largo plazo y canalizar más recursos al sector productivo para mejorar la ef
Este documento discute el rol estratégico de los servicios financieros y la banca en la economía, al intermediar recursos financieros y facilitar la cadena de pagos para apoyar el crecimiento económico. También analiza cómo una mayor profundización financiera puede mejorar la competitividad de un país al aumentar la eficiencia del mercado y la productividad. Finalmente, propone medidas como eliminar impuestos a las transacciones financieras, incentivar depósitos a largo plazo y canalizar más recursos al sector productivo para mejorar la ef
Droits d'auteur :
Attribution Non-Commercial (BY-NC)
Formats disponibles
Téléchargez comme DOC, PDF, TXT ou lisez en ligne sur Scribd
Este documento discute el rol estratégico de los servicios financieros y la banca en la economía, al intermediar recursos financieros y facilitar la cadena de pagos para apoyar el crecimiento económico. También analiza cómo una mayor profundización financiera puede mejorar la competitividad de un país al aumentar la eficiencia del mercado y la productividad. Finalmente, propone medidas como eliminar impuestos a las transacciones financieras, incentivar depósitos a largo plazo y canalizar más recursos al sector productivo para mejorar la ef
Droits d'auteur :
Attribution Non-Commercial (BY-NC)
Formats disponibles
Téléchargez comme DOC, PDF, TXT ou lisez en ligne sur Scribd
Juan Carlos Rau F. / Economista – Especialista en Finanzas y MBA
Vicepresidente Colegio de Economistas de Santa Cruz
La banca es una actividad empresarial de servicios financieros que
cumple un rol estratégico en la economía, intermediando recursos financieros del ahorro hacia la inversión y facilitando la cadena de pagos entre las unidades económicas. Esta intermediación es normalmente más eficiente que otros tipos de intermediación formal o informal. Asimismo por su especialización y experiencia, los bancos disminuyen los riesgos financieros, al ser especialistas en gestión de riesgos y estar sujetos a la regulación y supervisión. Por lo tanto, un factor clave para el avance de las sociedades modernas es contar con un sistema financiero sólido, solvente, transparente y seguro, que facilite de manera eficiente la optima asignación de recursos necesarios para sostener un mayor crecimiento económico.
Podemos definir un banco moderno como una institución que tiene
claramente definida una estrategia comercial, cuenta con una ventaja competitiva, se sustenta en una estructura y cultura organizacional que se adapta a los cambios del mercado, propicia la calidad, creatividad y flexibilidad, cuenta con un adecuado gobierno corporativo y con políticas y procedimientos para las diferentes unidades de negocios, riesgos, soporte, control y seguridad, ha desarrollado y potenciado la calidad de sus recursos humanos, y lo más importante y consecuencia de lo anterior, satisface las necesidades reales de sus clientes.
Dependiendo del grado de bancarización o profundización financiera,
un sistema bancario tiene una mayor o menor importancia en su rol estratégico de intermediación financiera. La Superintendencia de Bancos en una se sus cartas informativas afirma que, “una alta profundización financiera se traduce en una adecuada canalización del ahorro hacia la inversión productiva, en una ampliación de las actividades de diversos sectores de la economía, en un mejor funcionamiento del sistema de pagos que facilite transacciones entre agentes económicos, en mayores oportunidades de implementación de iniciativas o proyectos productivos, en mejores condiciones de desarrollo empresarial, y en otras repercusiones importantes”.
Por otro lado y siguiendo a las definiciones del Foro Económico
Mundial, la competitividad es entendida como el conjunto de factores de producción, políticas públicas e instituciones que determinan el nivel de productividad de un país determinado. Entre los factores claves de la productividad y competitividad de un país tenemos; fuerte presencia institucional y adecuado marco regulatorio con reglas claras, estables y concretas que garanticen la seguridad jurídica, adecuada infraestructura, estabilidad macroeconómica, la capacidad de promover y atraer inversiones de manera sostenible, salud y educación primaria y alta educación y entrenamiento para desarrollo del recurso humano, la eficiencia del mercado (incluyendo la eficiencia de los mercados financieros), prontitud tecnológica, sofisticación de los negocios y capacidad de innovación. A ello deberíamos agregarle en el caso de Bolivia, un mayor grado de formalidad económica, promover la producción de bienes y servicios con alto valor agregado y acciones efectivas contra el contrabando. A su vez, el factor determinante de la competitividad es la productividad, la misma que se convierte en la fuerza motora de la inversión y del crecimiento económico sostenido en el tiempo, en un marco de competencia internacional.
Reconociendo la correlación que existe entre los servicios financieros,
la eficiencia del mercado y el crecimiento económico, podemos afirmar que una mayor profundización financiera tiene un efecto positivo en el ambiente competitivo de la economía, traspasando, su eficiencia al nivel de productividad alcanzado en el uso de los factores de producción (tierra, capital, trabajo y tecnología) por parte de los sectores productivos. Cuanto mas alto este nivel de eficiencia, tiene un mayor aporte en la cadena productiva y por ende apalanca el crecimiento económico.
Uno de los factores claves que afecta el nivel de competitividad es la
eficiencia del mercado (en este caso el mercado financiero), eficiencia que esta en función a las practicas y niveles de competencia, el grado de intervenciones gubernamentales, el tamaño del mercado (economías de escala), la flexibilidad de los gastos fijos, la calidad de los activos, el costo promedio de las captaciones y el riesgo país. En Bolivia el nivel de profundización financiera medida por el porcentaje de financiamiento bancario sobre el Producto Interno Bruto, es similar al de América Latina (30%).
Es común escuchar o leer de que existen muchas instituciones de
intermediación financiera para el tamaño del mercado boliviano (muchos bancos – pocos clientes), lo cual afecta los niveles de eficiencia, pero a al vez, presiona hacia mayor agresividad en la competencia y por lo tanto obliga a los bancos a alcanzar mejores niveles de eficiencia vía volumen de negocios, menor costo financiero y menor gasto fijo administrativo. Asimismo hasta el momento se ha verificado un bajo nivel de intervención gubernamental en el sector bancario, ya que la regulación se ha enfocado a la implementación de normas prudenciales de gestión de riesgos y control interno y se ha apoyado en una efectiva supervisión de la SBEF. Sin embargo en lo que respecta al riesgo país, el avance ha sido casi nulo, ya que Bolivia representa un país de alto riesgo, que en vez de atraer capital internacional y financiamiento a menores costos, espanta la inversión extranjera, limitando así la capacidad de financiamiento al sector productivo y por lo tanto encareciendo el costo de los recursos (a mayor riesgo mayor tasa). En cuanto a la flexibilidad de los gastos fijos, esto por ahora aparenta no ser un problema, ya que el periodo de expansión que esta atravesando el sistema financiero en los últimos 3 años ha permitido aumentar los niveles de cobertura de los servicios mediante la inversión en la apertura de nuevos centros y canales de atención al público.
Bolivia ocupa los últimos lugares en el ranking internacional de
competitividad, revelando que es necesario abordar de manera integral y estratégica, aspectos relacionados a la competitividad y que tienen que ver con un entorno estable y relativamente predecible, que promueva las inversiones en actividades productivas, acompañado de políticas y programas para disminuir los altos costos de trámites, transportes y operación, luchar contra la dualidad empobrecedora informalidad-contrabando, promover la diversificación productiva de exportación por productos, mercados y empresas, y apoyar la investigación, el desarrollo de los recursos humanos y la innovación tecnológica.
En cuanto a medidas puntuales para mejorar la eficiencia del sistema
financiero, se debería considerar como factores de impacto; una mayor simetría y complementación efectiva entre el sector financiero bancario y los sectores productivos, elimar el impuesto a las transacciones financieras (ITF), incentivos para aumentar el plazo de los depósitos, reducir las aportaciones o impuestos indirectos, canalizar recursos nacionales e internacionales al sector productivo a través de la banca, en condiciones de plazo y costo que incentiven la demanda crediticia, reglas claras que promuevan una mayor bancarización de servicios y especial fomento al financiamiento de las micro y pequeñas unidades económicas.