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Administración Publica

La administración pública está conformada por un conjunto de instituciones y de


organizaciones de carácter público que disponen de la misión de administrar y
gestionar el estado y algunos entes públicos.
Administración Pública es un término de límites imprecisos que comprende el
conjunto de organizaciones públicas que realizan la función administrativa y de
gestión del Estado y de otros entes públicos con personalidad jurídica, ya sean de
ámbito regional o local. Por su función, la Administración Pública pone en contacto
directo a la ciudadanía con el poder político, satisfaciendo los intereses públicos de
forma inmediata, por contraste con los poderes legislativo y judicial, que lo hacen
de forma mediata.
También se puede entender como la disciplina encargada del manejo científico de
los recursos y de la dirección del trabajo humano enfocada a la satisfacción del
interés público, entendiendo este último como las expectativas de la colectividad.
Actualmente, el modelo de administración habitual es el modelo burocrático descrito
por Max Weber. Se basa en la racionalidad instrumental y en el ajuste entre
objetivos y medios. Es un conjunto de funcionarios que están ligados al
cumplimiento de las funciones estatales: en los niveles operativos, técnicos y
profesionales; comprendidos en las tareas administrativas, así como los niveles
especializados bajo sistemas independientes de carrera. Las características de las
burocracias exitosas dependen de una burocracia profesional y meritocrática, capaz
de gestionar las políticas públicas durante momentos de transiciones de gobierno y
períodos de crisis; así, las funciones estatales tienen asegurada la capacidad
técnica y la neutralidad de la implementación, pues facilita la efectividad y eficiencia
de las políticas limitando la discrecionalidad en las decisiones de Gobierno.
El término Administración Pública hace referencia a una multiplicidad de actividades
que el Estado realiza para la consecución de sus fines. Para ello, es necesaria la
existencia de diversos órganos que la conforman y realizan cierta actividad
administrativa bajo los límites de su competencia y modo de funcionamiento.
Otra acepción que se le puede dar a la Administración Pública es el de ciencia de
gobierno desarrollada principalmente por el Organismo Ejecutivo sin perjuicio de las
funciones relacionadas al legislativo y judicial.
La Administración Pública excede actualmente los presupuestos esenciales de
órgano estatal, al comprenderse que también el administrado es parte de la misma
al ejercer sobre las decisiones estatales un control directo mediante la utilización de
recursos administrativos, el ejercicio de su derecho a acceso a la información
pública y de recursos técnico jurídicos ante los órganos jurisdiccionales o
constitucionales para la defensas y restauración de sus derechos.
Vamos, pues, aprendiendo que la Administración Pública tiene sus características
históricas, doctrinarias, filosóficas, políticas y técnicas que la hacen, definitivamente,
distinta y más compleja que la administración o gerencia privada.
Administración Pública y la Gestión del Desarrollo Local

Desarrollo Local. Concepciones generales

Las comunidades locales conforme sus condiciones socioculturales, políticas,


institucionales y naturales ofrecen toda una gama de recursos turísticos que les
permiten ingresar en los contextos regionales, nacionales e internacionales. Las
estrategias de desarrollo local reconocen en la actividad turística un elemento
importante para la determinación de potencialidades locales del desarrollo [1].

El desarrollo local es uno de los términos por los que más se aboga,
fundamentalmente, en las zonas rurales. Consiste en dotar de potencialidades un
territorio para que, a partir de ellas, se pueda fomentar el empleo, dinamizar la
participación ciudadana y mejorar la calidad de vida de las personas que allí
habitan[2].

En Cuba el desarrollo local es factible ya que se plantea que “la economía territorial
deberá asumir un papel cada vez más activo en la búsqueda de soluciones
relacionadas con el desarrollo local, en particular a partir de los recursos, cultura y
tradición de cada territorio”[3].

Según Elier Méndez, Lloret Feijóo y María del Carmen el desarrollo local, entendido
como estrategia territorial, contiene una triple dimensión[4]:

1. Económica, en tanto que las empresas locales demuestran capacidad


suficiente para organizar los factores productivos con unos niveles de
productividad suficientes para poder competir en los mercados.
2. Socio-cultural, en tanto que los valores y las instituciones locales sirven de
base al proceso de desarrollo y a su vez se fortalecen durante el mismo.
3. Político-administrativa, en la que los poderes locales son capaces de crear
un clima local estimulante, capaz de favorecer e impulsar el desarrollo del
potencial socioeconómico local, enfrentado y resolviendo los bloqueos
administrativos, económicos y políticos que existen en las economías que
han seguido durante muchos años los modelos tradicionales de desarrollo.

A juicio de la autora existe también la dimensión natural, en donde el desarrollo local


juega un papel muy importante en la protección del entorno natural, ya que
contribuye al aprovechamiento de manera eficiente y sustentable de los recursos
endógenos existentes en determinado territorio, propiciando así el mejoramiento de
la calidad de vida de las comunidades.

El desarrollo local puede constituir una respuesta alternativa a la economía cubana


por ser un proceso activador de la economía y dinamizador de la sociedad local que
cuenta entre sus objetivos[5]:
ü Aprovechar recursos endógenos.

ü Lograr crecimiento económico.

ü Crear empleo y generar riquezas.

ü Mejorar la calidad de vida.

ü Conservar la tradición cultural.

Múltiples son las definiciones que abordan el tema de desarrollo local entre las que
encontramos:

El desarrollo local es un “proceso por el que se organiza el futuro de un territorio,


como resultado de la planificación llevada a cabo por los diferentes agentes locales
que intervienen en el proceso, con el fin de aprovechar los recursos humanos y
materiales de un determinado territorio, manteniendo una negociación o diálogo con
los agentes económicos, sociales y políticos del mismo. El desarrollo implica la
búsqueda de bienestar social y la mejora de la calidad de vida de la comunidad local
y concierne a múltiples factores, tanto públicos como privados que deben movilizar
los numerosos factores, para responder a la estrategia de desarrollo previamente
consensuada”[6].

Se entiende el Desarrollo Local como “un proceso complejo que se genera en un


ámbito territorial, donde interviene una sociedad local, se cuenta con un espacio
humano de un ser con intereses y vivencias particulares, con creencias y valores
que van a retroalimentar lo colectivo desde sus propios aprendizajes, es una alianza
entre actores con el fin de impulsar procesos de cambios para el mejoramiento de
su bienestar colectivo, en la medida en que logran configurar el patrón de
organización que se mantiene a lo largo del tiempo en virtud de haber adquirido
ciertas capacidades de mejorar las condiciones ambientales”[7].

El desarrollo local es “…el proceso reactivador de la economía y dinamizador de la


sociedad local, mediante el aprovechamiento eficiente de los recursos endógenos
existentes en una determinada zona es capaz de estimular su crecimiento
económico, crear empleo y mejorar la calidad de vida de la comunidad local”[8].

En el año 1975 el Banco Mundial expone una definición de desarrollo aplicada al


ámbito espacial, en el que el desarrollo local es entendido como: “una estrategia
diseñada para mejorar el nivel de vida, económico y social de grupos específicos de
población”[9].

Arocena, uno de los autores latinoamericanos más importantes en este campo


asume el desarrollo local en la dialéctica global/local:
“El desarrollo local no es pensable si no se inscribe en la racionalidad globalizante
de los mercados, pero tampoco es viable si no se plantean sus raíces en las
diferencias identitarias que lo harán un proceso habitado por el ser humano”[10].

En el concepto de desarrollo local brindado por Carlos Lazo se aporta una serie de
elementos importantes entre los que podemos destacar que[11]:

ü El desarrollo local constituye un proceso activador de la economía y dinamizador


de la sociedad local.

ü Estimula y fomenta el crecimiento económico de los territorios.

ü Mejora la calidad de vida y la satisfacción de las necesidades siempre crecientes


de las comunidades locales.

Ya para el 2011 se da un concepto más amplio y ejemplificador sobre este tema, el


cual contiene elementos esenciales que contribuyen a un mejor desempeño y
realización del desarrollo económico local, por lo que la autora coincide con este
criterio:

El desarrollo local puede ser definido como “el proceso de transformación de la


economía y de la sociedad local, que se orienta a superar las dificultades y retos
existentes, que además persigue el objetivo de mejorar las condiciones de vida de
su población mediante una acción decidida y concertada entre los agentes
socioeconómicos locales, públicos y privados, a partir del fomento de las
capacidades de gestión empresarial local y la creación de un entorno innovador
territorial, que aunque promueve básicamente la utilización de recursos endógenos
como base para dicho desarrollo, no niega la importancia de actores que realicen
actividades a partir del empleo de recursos exógenos”.[12]

Según la autora el desarrollo local puede ser entendido como aquel proceso a través
del cual se incorporan potencialidades a un territorio con la finalidad de mejorar la
calidad de vida de las personas y su bienestar social, haciendo uso de la protección
del entorno natural mediante el aprovechamiento de manera eficiente de los
recursos endógenos, que garantice la conservación de las tradiciones culturales de
la localidad, estimulando el desarrollo sostenible del territorio.
Papel de la Administración Pública en la Gestión del Desarrollo Local

La palabra administrar tiene su origen en el latín (ad – ministrare), y se compone


por el prefijo ad (ir, hacia), y ministrare (servir, cuidar). Ello en su sentido antiguo se
traduce como gobernar, como ejercer la autoridad o el mando sobre un territorio y
sobre las personas que lo habitan.

El concepto de administración hace referencia al funcionamiento, la estructura y el


rendimiento de las organizaciones. También se utiliza para denominar a la autoridad
pública (el gobierno) o privada (directivos de una empresa). La administración es
analizada por la teoría de las organizaciones dedicada al estudio sobre la forma en
que los seres humanos administran sus recursos (humanos, materiales e
inmateriales) e interactúan con el medio externo para alcanzar sus objetivos.[13]

La administración pública de un Estado es el conjunto de organismos a cargo de la


aplicación de las directivas necesarias para el cumplimiento de las leyes y las
normas, es el enlace entre los ciudadanos y el poder político.

Muchas son las opiniones que han dado diferentes autores en cuanto a este tema:

Bonnin señala que “…la administración pública es la que tiene la gestión de los
asuntos comunes respecto de la persona, de los bienes y de las acciones del
ciudadano como miembro del Estado, y de su persona, sus bienes y sus acciones
como incumbiendo al orden público”[14].

Para Muñoz Amato la Administración Pública es “… un conjunto de ideas, actitudes,


normas, procesos, instituciones y otras formas de conducta humana que determinan
cómo se distribuye y ejerce la autoridad política y cómo se atiende los intereses
públicos”[15].

Administración Pública “es una organización que el Estado utiliza para canalizar
adecuadamente demandas sociales y satisfacerlas, a través de la transformación
de recursos públicos en acciones modificadoras de la realidad, mediante la
producción de bienes, servicios y regulaciones“.[16]

“La administración pública comprende el conjunto de organizaciones públicas que


realizan la función administrativa y de gestión del Estado y de otros entes públicos,
también pone en contacto directo a la ciudadanía con el poder político, satisfaciendo
los intereses públicos de forma inmediata, además de que se encuentra integrada
principalmente por el poder ejecutivo y los organismos que están en contacto
permanente con él”[17].

La gestión de la administración pública es determinante en la búsqueda del


desarrollo de sus localidades; donde los gobiernos locales juegan un papel decisivo
en la búsqueda de su propio desarrollo, implementándose estrategias a partir de los
recursos endógenos, con una visión estratégica desde lo local. Las
administraciones públicas tienen un papel fundamental a la hora de asegurar el
pleno aprovechamiento de las oportunidades de los nuevos sistemas tecnológicos
y de gestión con el fin de mejorar su posición de servicio a los ciudadanos en busca
de la excelencia en la gobernabilidad, por lo que la gestión de la administración
pública local propicia el desarrollo de una cultura de innovación y participación social
que permitan transformar la información en conocimiento y transmitirla a las
personas de manera que se le dé respuesta a las necesidades de la localidad,
donde intervengan múltiples disciplinas y tecnologías[18].

La Administración Pública en Cuba está integrada por los Órganos de Gobierno y


de la Administración a los diferentes niveles, la cual puede ser concebida dentro del
sistema de dirección de la sociedad cubana.

Con la aprobación de la nueva Constitución de la República el 24 de febrero de


1976, se ejecuta el establecimiento de los órganos del Poder Popular, ya para julio
de 1992 se aprueba la Ley de Reforma Constitucional la cual recoge la experiencia
acumulada en los primeros quince años de funcionamiento del sistema del Poder
Popular y para el año 1993 se fundan los Consejos de la Administración provinciales
y municipales, incidiendo desde la Administración Pública en el desarrollo territorial
de cada municipio y provincia del país.

En la Resolución Económica del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba se les


asigna gran importancia a los gobiernos locales en el proceso de actualización del
modelo económico cubano. En el lineamiento 35 expresa que “Los Consejos de la
Administración Provinciales y Municipales cumplirán funciones estatales y no
intervendrán directamente en la gestión empresarial”[19]. Lo anterior resulta de vital
importancia ya que así las empresas pueden desarrollar con mayor autonomía su
gestión empresarial.

A su vez en el lineamiento 36 se plantea que “Se normarán las relaciones de las


funciones estatales que ejercen las direcciones sectoriales en provincias y
municipios con las que desarrollan los Organismos de la Administración Central del
Estado, dejando definido los límites de sus competencias, vínculos, reglamentos de
trabajo y las metodologías de actuación que se aplicarán”[20].

Se concede especial significación al desarrollo de los proyectos locales viéndose


reflejado en el lineamiento 37 el cual plantea la necesidad de ejecutar proyectos
locales conducidos por los Consejos de Administración Municipales, priorizando
aquellos destinados a la producción de alimentos, que favorezcan el desarrollo de
las mini-industrias y centros de servicios. El espíritu de este lineamiento radica en
el principio de la autosustentabilidad financiera de los gobiernos
locales, armónicamente compatibilizado con los objetivos del plan de la Economía
Nacional y de los municipios.

Se refleja claramente la necesidad de desarrollar una estrategia de


autoabastecimiento desde los municipios con el objetivo de incrementar la
producción de alimentos y disminuir potencialmente la importación de los mismos,
por lo cual las entidades municipales le deben prestar gran interés a los proyectos
locales en función de incrementar la dinámica de desarrollo económico de los
municipios.
E – grafía
http://xn--caribea-9za.eumed.net/administracion-publica-gestion/
https://www.definicionabc.com/politica/administracion-publica.php
https://www.plazapublica.com.gt/content/el-concepto-de-administracion-publica

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