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La semana anterior, la afamada diseñadora de modas Kate Spade y el popular chef Anthony
Bourdain decidieron apagar sus vidas. La repentina muerte de ambos dejó más preguntas que
respuestas, pues ambos “lo tenían todo”: fama, dinero y éxito a nivel profesional.
En el caso de Spade, sus familiares han dicho que estaba sumida en una profunda depresión luego
de la separación de su esposo. Bourdain, por su parte, había comentado a medios internacionales
hace algún tiempo que “era un alma infeliz, con problemas de adicción a la heroína y al crack”.
A pesar de su vida de opulencia, ambos hallaron en la muerte la única salida. Y es que de acuerdo
con médicos psiquiatras consultados, el suicidio no hace distinción. Elementos detonantes como
el estrés, la ansiedad, la depresión y la desesperanza pueden acorralar a cualquiera y llevarlo a
tomar esa salida fatal.
5 poblaciones de riesgo
De acuerdo con datos de la Red Mundial de Suicidología (basados en información del Organismo
de Investigación Judicial), solo en el 2016 se registraron en nuestro país 372 suicidios: 349 de
adultos, 297 eran hombres, 52 mujeres y 23 adolescentes. La Organización Mundial de la Salud
(OMS) indica que, en el mundo, cada 40 segundos alguien se quita la vida.
Desconocimiento
El doctor Campos explicó que es importante entender que no solo las personas deprimidas se
suicidan, o bien, que no todos los suicidas están deprimidos pero sí hay trastornos médicos que
pueden estar detrás de los suicidios.
“El fenómeno es multicausal (…) Hay un tabú importante a nivel mundial y Costa Rica no escapa,
en el sentido de que es un tema de suma importancia pero hay cierto temor en los medios de
comunicación, por ejemplo, y en otros ambientes como cuando uno va a dar una charla y la gente
pide que quite la palabra ‘suicidio’ porque los padres de familia se pueden asustar (…) Pasa
mucho, como cuando se hablaba hace 10 o 15 años el tema de abuso sexual“, explicó Campos.
Jackie Secades, fundadora de la Asociación Mi Nueva Aurora, que trabaja con sobrevivientes de
suicidio, comentó que a ellos acuden personas muy diversas a quienes el suicidio las ha golpeado,
ellas comparten -en su mayoría- desconocimiento sobre el tema.
“La mayoría llega con desconocimiento sobre el tema y eso es un reflejo de lo que es la sociedad,
donde no se habla del tema ni se aborda la salud mental. Entonces lo que hacemos es hablarles
sobre el suicidio y ahí se van cayendo muchas culpas con las que ellos cargan”, comentó Secades.
Arturo Lizano, psiquiatra de Momentum Escazú, comentó que el fenómeno del suicidio es muy
complejo y que en este momento en Costa Rica se ve más que nunca a adultos jóvenes entre los 25
y 35 años, aproximadamente, que tienen una fuente de estrés muy grande producto de la situación
económica del país.
“Los precios son altísimos y los ingresos no van al mismo ritmo que el precio, eso parece mentira,
pero estresa mucho a la gente joven (…) Hay un nivel de depresión bastante alto en nuestra
población y se le suma esto. Los servicios de la Caja tratan de cubrir al máximo a la población, pero
no dan abasto. Por ejemplo, en toda la provincia de Guanacaste hay solo 3 psiquiatras”, comentó
Lizano.
El doctor Campos, por su parte, advirtió que la depresión puede manifestarse con síntomas
evidentes o con otros que pueden no relacionarse, entre ellos:
tristeza constante,
llanto fácil,
disminución de la energía,
disminución para afrontar un trabajo y el día a día,
en niños y adolescentes puede haber irritabilidad, enojo y disminución del rendimiento
académico;
antes de tomar la decisión de acabar con su vida, la persona se va desvinculando de su familia,
sus amigos y de la espiritualidad.
Campos recalcó que entre los factores protectores para evitar estas muertes, se puede mencionar el
estar atentos a cambios de comportamientos tanto de adolescentes como adultos. Y buscar
ayuda cuando se den cuenta de que la persona no puede superar una situación, para superarla con
ayuda de un profesional.