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A partir del uso de materiales conocidos como “puntos cuánticos”, o nanocristales de

semiconductores muy pequeños (4 nm), con capacidad de alumbrar según el ambiente


en que se encuentren, se detecta la contaminación por mercurio de manera automática y
sin necesidad de llevar las muestras a un laboratorio especializado.

“Para que esto sea posible, el comportamiento de los materiales debe ser de una escala
molecular, puesto que el reducido número de átomos permite construir un sistema
organizado como los nanocristales”, explica la profesora Gilma Granados, del
Departamento de Química de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.).

Cuando los nanocristales entran en contacto con el mercurio se produce una reacción
que permite atraparlo, con lo cual se da un cambio de color que, al igual que una
luciérnaga, alumbra o se apaga como respuesta positiva al elemento.

Tal efecto es posible según la composición y proporción de los materiales requeridos


para formar los nanocristales; el tiempo de reacción y la temperatura del proceso.

Aunque el mercurio que se importa al país es legal, la forma poco ortodoxa de


emplearlo en las minas de oro de Chocó, Córdoba, Sucre, Antioquia y Santander ha
contaminado fuentes de agua y ha afectado la salud de las personas con daños
neuronales y hasta la muerte.
Mercurio (elemento). (Foto: DICYT)

“Después de triturar la veta, una de las formas más comunes de extraer el oro es formar
una amalgama con mercurio, la cual suele calentarse por métodos muy artesanales que
generan vapores letales para el cuerpo humano”, explica la profesora Granados.

Debido a que los métodos para determinar si hay contaminación por mercurio son muy
costosos (el equipo que se emplea puede valer hasta 200 millones de pesos y requiere
personal cualificado para operarlo), el Grupo de investigación en nuevos materiales
nano y supra moleculares de la U.N. se concentró en el diseño de un dispositivo portátil
que puede ser empleado por cualquier persona.

Aunque a partir de este método se ha podido identificar concentraciones de mercurio de


hasta 15 partes por billón, el Grupo de investigación trabaja en que pueda ser útil a una
escala de dos partes por billón que, según los parámetros internacionales, equivale al
máximo nivel de concentración de mercurio permitido en agua.

Pese a que desarrollar grandes cantidades de nanocristales representaría un alto costo,


por lo pronto se tiene previsto que bastaría con 40 miligramos para realizar
procedimientos como análisis de sangre en grupos de 50 personas a un precio estimado
entre los 50.000 y 100.000 pesos. (Fuente: UN/DICYT)

Parte 2

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Miércoles, 3 octubre 2012
Química

Dispositivo nanotecnológico para


detectar el mercurio en las aguas
Artículo, del blog Bitnavegantes, que recomendamos por su interés.

Cuando el mercurio se vierte en los ríos y lagos, este tóxico metal pesado puede acabar
en el pescado que comemos y el agua que bebemos.

Para ayudar a proteger a los consumidores de las enfermedades y trastornos asociados


con el mercurio, los investigadores de la Northwestern University, en colaboración con
sus colegas de la Ecole Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL), en Suiza, han
desarrollado un sistema de nanopartículas que es lo bastante sensible como para detectar
hasta los mínimos niveles de metales pesados metales en el agua y en los peces.

Nanomateriales luminosos detectan la


presencia de mercurio
.

A partir del uso de materiales conocidos como “puntos cuánticos”, o nanocristales


de semiconductores muy pequeños (4 nm), con capacidad de alumbrar según el
ambiente en que se encuentren, se detecta la contaminación por mercurio de
manera automática y sin necesidad de llevar las muestras a un laboratorio
especializado.

Cuando los nanocristales entran en contacto con el mercurio se produce una reacción que
permite atraparlo, con lo cual se da un cambio de color

UN/DICYT -“Para que esto sea posible, el comportamiento de los materiales debe ser
de una escala molecular, puesto que el reducido número de átomos permite construir un
sistema organizado como los nanocristales”, explica la profesora Gilma Granados, del
Departamento de Química de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.).

Cuando los nanocristales entran en contacto con el mercurio se produce una reacción
que permite atraparlo, con lo cual se da un cambio de color que, al igual que una
luciérnaga, alumbra o se apaga como respuesta positiva al elemento.

Tal efecto es posible según la composición y proporción de los materiales requeridos


para formar los nanocristales; el tiempo de reacción y la temperatura del proceso.

Alta contaminación

Aunque el mercurio que se importa al país es legal, la forma poco ortodoxa de


emplearlo en las minas de oro de Chocó, Córdoba, Sucre, Antioquia y Santander ha
contaminado fuentes de agua y ha afectado la salud de las personas con daños
neuronales y hasta la muerte.
“Después de triturar la veta, una de las formas más comunes de extraer el oro es formar
una amalgama con mercurio, la cual suele calentarse por métodos muy artesanales que
generan vapores letales para el cuerpo humano”, explica la profesora Granados.

Aunque el mercurio que se importa al país es legal, la forma poco ortodoxa de emplearlo en
las minas de oro ha afectado la salud de las personas con daños neuronales y hasta la muerte

Debido a que los métodos para determinar si hay contaminación por mercurio son muy
costosos (el equipo que se emplea puede valer hasta 200 millones de pesos y requiere
personal cualificado para operarlo), el Grupo de investigación en nuevos materiales
nano y supra moleculares de la U.N. se concentró en el diseño de un dispositivo portátil
que puede ser empleado por cualquier persona.

Aunque a partir de este método se ha podido identificar concentraciones de mercurio de


hasta 15 partes por billón, el Grupo de investigación trabaja en que pueda ser útil a una
escala de dos partes por billón que, según los parámetros internacionales, equivale al
máximo nivel de concentración de mercurio permitido en agua.

Pese a que desarrollar grandes cantidades de nanocristales representaría un alto costo,


por lo pronto se tiene previsto que bastaría con 40 miligramos para realizar
procedimientos como análisis de sangre en grupos de 50 personas a un precio estimado
entre los 50.000 y 100.000 pesos (14,558 – 29,116 €).

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