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1. TIPO PENAL
La primera conducta delictiva que se prevé como lesionante del bien jurídico honor
es la que se conoce en doctrina penal con el nomen iuris de injuria. Este supuesto
delictivo aparece regulado en el tipo penal del artículo 130 del código sustantivo que
lo regula en los términos siguientes:
El que ofende o ultraja a una persona con palabras, gestos o vías de hecho, será
reprimido con una prestación de servicio comunitario de diez a cuarenta Jornadas o
con sesenta a noventa días multa.
2. TIPICIDAD OBJETIVA
Antes que nada, nos parece importante dejar establecido con palabras del profesor
Urquizo Olaechea cm), que bajo este tipo penal subyace una prescripción punitiva
rigurosa, por la cual la ley no permite burlarse ni siquiera del más miserable de los
hombres. Es el derecho a ser respetado por los demás, a no ser escarnecido ni
humillado ante uno mismo o ante otros. Es un derecho sin el que no se concibe la
dignidad inherente a la condición humana.
a. Por medio de la palabra, la misma que puede ser verbalizada o escrita por el
agente. Por ejemplo, decirle directamente a una persona que es un holgazán
mantenido por su amante, o escribirle una nota imputando al destinatario que es un
'chivato loco' al no poder embarazar a su cónyuge.
b. Gestos, que se traducen en la realidad como los movimientos que se hace del
rostro para significar alguna circunstancia que se quiere expresar. Comúnmente se
le conoce como mueca. Ejemplo, cuando el agente, cada vez que encuentra a la bella
Gertrudis Buendía, le hace una mueca de querer hacerle el amor, denotando que
aquella es una prostituta.
c. Vías de hecho, estas se perfeccionan en la realidad por el movimiento que se
hace de otras partes del cuerpo diferentes al rostro. La conducta que se exterioriza
por movimientos corporales diferentes a la del rostro constituye vías de hecho, con
los cuales perfectamente se puede lesionar el honor de una persona. Ejemplos
característicos son poner los dedos al costado de la frente para significar que el
ofendido es un cornudo, o cuando el agente hace un círculo con los dedos de la mano
para significar que la víctima es homosexual.
La Ejecutoria Superior del 05 de noviembre de 1998, resume estos aspectos del modo
siguiente: "El medio empleado es la palabra dicha lo que significa que se requiere una
acción o sea la realización de un acto en sí ultrajante, la ofensa puede manifestarse
por lo que en doctrina se llama "injuria real", vale decir gestos o cualquier otro signo
representativo de un concepto o idea ultrajante, "las vías de hecho" son las conductas
que se exteriorizan por movimientos corporales".
En consecuencia, sabiendo lo que significan los medios por los cuales puede
lesionarse el bien jurídico honor vinculado directamente con la dignidad de las
personas, es evidente que es imposible concretarse la conducta típica por omisión.
Ni en teoría podemos imaginamos que alguna persona lesione el honor de otra por
actos omisivos. Necesariamente, el hecho punible en análisis requiere
comportamientos activos o positivos. Creemos que le falta fundamento a lo
expresado por Bramont-Arias Torres/García Cantizano cuando afirman que no
resulta difícil admitir en teoría la injuria por omisión, cuando el sujeto está obligado
a mantener un determinado comportamiento, incluso, estos autores ponen como
ejemplo el no saludar o no sacarse el sombrero como conductas injuriantes. Por
nuestra parte, estamos seguros que estos hechos puestos como ejemplos de injuria
por omisión a lo más pueden expresar irrespeto hasta irreverencia que puede traer
como consecuencia sanciones administrativas, pero de ningún modo pueden ser
medios para ofender el honor de una persona.
De la redacción del tipo penal del artículo 130, se concluye que cualquier persona
fisica puede ser sujeto activo, agente o autor de la materialización del delito de
injuria. El tipo penal no exige alguna cualidad, calidad o condición especial para
realizar el tipo objetivo.
También de la propia redacción del tipo penal se colige con claridad meridiana que
solamente la persona física puede ser sujeto pasivo de la conducta injurian te. No se
requiere reunir alguna condición personal para ser víctima del delito de injuria. El
destinatario de las expresiones ofensivas o ultrajantes puede ser un menor de edad,
un incapaz de valerse por sí mismo, un enfermo, un inmoral o amoral, una prostituta,
un reo, un analfabeto, un erudito, un gerente de una empresa, etc.
Se excluye a las personas jurídicas como víctimas del delito de injuria, debido que, al
ser una creación ficticia del derecho para efectos mayormente económicos, es
imposible que tenga amor propio, sentimiento de su dignidad o se auto valore así
misma.
3. TIPICIDAD SUBJETIVA
Sin duda, de la propia estructura del tipo penal que tipifica el hecho punible, se
deduce que la injuria es una conducta netamente dolosa. No cabe la comisión por
culpa. Aquí es necesario dejar establecido que todas las conductas de relevancia penal
que lesionan el bien jurídico honor, son de comisión dolosa.
4. ANTIJURIDICIDAD
Una vez verificada que la conducta se sub sume en el tipo penal de injuria,
corresponde al operador jurídico determinar si la conducta es contraria al
ordenamiento jurídico o en su caso, está permitida por concurrir alguna causa de
justificación de las previstas en el artículo 20 del Código Penal.
5. CULPABILIDAD
Respecto a la culpabilidad, corresponde al operador jurídico determinar si el agente
de la acción o expresiones injuriantes es imputable, es decir, es mayor de edad y no
sufre de alguna alteración mental; luego, deberá verificar si el agente al momento de
expresar las palabras o frases ofensiva al honor de su víctima, conocía la
antijuridicidad de su conducta, es decir, conocía que estaba actuando en contra del
derecho. Aquí muy bien puede configurarse un error de prohibición. Estaremos ante
esta categoría cuando el agente ofende la dignidad de la víctima en la creencia que
está legalmente permitido defender su honor de hombre a cualquier precio. Acto
seguido, deberá verificarse si el agente al momento de injuriar tenía otra alternativa
a la de injuriar a la víctima. Si llega a determinarse que, en el caso concreto, el agente
no tenía otra alternativa que ofender el honor de la víctima, la conducta no será
culpable, pues es posible que estemos ante un estado de necesidad exculpante.
6. CONSUMACIÓN
7. TENTATIVA
Creemos que el solo hecho de haber escrito una carta ofensiva al honor del
destinatario, sin que este entre en conocimiento del contenido de aquella, se
constituye en una conducta penalmente irrelevante siempre y cuando, claro está, no
se lo entregue a un tercero, pues en este caso, se configurará otro delito como la
difamación, por ejemplo.
8. PENALIDAD