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TRABAJO FINAL T2 –
EL AMOR EN LOS TIEMPOS DE
TRAGEDIA

 Nombre de la asignatura : Derecho

Romano
 Tema asignado : Esponsales
 Nombres de los miembros del equipo :
 Asis, Andrea
 Blas Zapata, Karla Paola
 Cotrina Olano, Estefany
 Parra de la Puente, Jaime
Emanuel
 Vásquez Rodríguez, Francesca
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 Docente a cargo : Tatiana Myrlenko

Chávez Filinich de Ríos

Lima, 12 de Junio del 2018

RESUMEN

o Resumen de 10 a 15 líneas del trabajo elaborado

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INTRODUCCIÓN

o Presentación del tema

o Importancia y utilidad del mismo en el Derecho Romano y en el Derecho Civil actual
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DESARROLLO

 El amor en los tiempos de tragedia

Este relato data desde épocas de la antigua Roma, donde se celebraban

esponsales que eran ‘’promesas recíprocas de futuro matrimonio: sponsalia sunt
mentio et repromissio nuptiarum futurarum. ’’ (Iglesias, 1972, pág. 561)
En este contexto comenzaremos por nombrar a dos grandes amigos de infancia:
Carlos de Alejandría y Augusto de Nazaret, los cuales tenían una estrecha
amistad al punto de realizar una promesa que consistía en que si en el futuro
tuvieran hijos con sus esposas, realizarían esponsales entre uno de sus
descendientes. En efecto, al cabo de unos años ambos hombres ya sui iuris y
paterfamilias tuvieron a sus hijos: Carlos tuvo a dos niñas, la menor fue llamada
María, y por su parte Augusto tuvo a dos robustos varones, el menor llamado
Tiberio.
Al pasar de unos años, ambos paterfamilias realizaron la actio sponsalitia entre
sus dos hijos, Tiberio de doce y María de catorce años. Dentro de este pacto se
incluyeron las arrhae sponsaliciae consideradas en el derecho postclásico como
‘’una cantidad de dinero para garantizar la celebración del matrimonio y en caso
de incumplimiento el cónyuge culpable pierde las arras entregadas’’ (Iglesias,
1972, pág. 562), donde Carlos le entrega dos terrenos extensos y la cantidad de
15 monedas de oro a Augusto para respaldar esta unión futura. Lo que no se
tomó en cuenta fue la voluntad de los hijos los cuales estaban inconformes, pero
aun así no se opusieron ante el acto por no avergonzar a sus paterfamilias.
Se sabía para ese entonces que Carlos de Alejandría mantenía una deuda
bastante generosa con uno de los magistrados más respetados del imperio,
debido a que pidió como préstamo la suma que fue impuesta para las arras
esponsalicias, por lo que al cabo de unos meses que se le puso como fecha
límite de pago, este magistrado lo tomo a él como indemnización de la deuda y
decidió mandarlo a la guerra, el cual cae como prisionero de guerra contra el
bando contrario perdiendo su status libertatis, familiae y civitatis con la capitis
diminutio máxima por lo que con respecto a su esposa ‘’si alguno de los esposos
sufre una capitis deminutio máxima o capitis deminutio media, es decir, pierde la
libertad o la calidad de ciudadano, en consecuencia, el matrimonio se disuelve’’
(Iglesias, 1972, pág. 558).
Esto no fue lo peor para la familia de María, la cual a su corta edad se había
enterado después de que su padre cayese esclavo, que su madre mantenía
encuentros en secreto con el mismo magistrado que había generado que su
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padre fuese considerado un muerto civil, a lo que se alude la fictio legis que daba
noción a ‘’un ciudadano romano que moría en esclavitud de otro Estado, por lo
que se consideraba que había muerto siendo libre en el momento’’(Alvarado
Enriquez, 2010, pág. 3).
María se enfrenta a Ana, su madre, ya que esta quería comprometerse con el
cónsul habiendo pasado unos meses de la tragedia de su padre, a lo que se
hace alusión a un impedimento especial, ya que un magistrado provincial no
podía contraer ningún tipo de vínculo nupcial con alguna mujer oriunda de la
provincia. María se sentía desprotegida emocionalmente, ella amaba mucho a
su padre y lo único que le consolaba era que su hermana mayor, Juliana, estaba
con ella apoyándola en todo lo que sucedía y también lo hacía Tiberio, que poco
a poco se fue ganando el amor de la misma a sus cortas edades.
Por parte de la familia de Tiberio las cosas no estaban en óptimas condiciones,
su hermano Marcio le realizó una confesión a Tiberio que lo dejó perplejo: estaba
afanando a la hermana de su prometida. Esto le pareció a Tiberio una noticia
muy penosa, él sabía perfectamente que el amor entre Marcio y Juliana no podía
llevarse a cabo porque tenían una quasi adfinitas ya que serían concuñados. Los
sucesos desagradables hasta ahora no bastaban, el paterfamilias Augusto se
reunió con su sus hijos para darles una terrible notica: Se había gastado gran
parte de los bienes que poseía su familia en cosas vanas en uno de sus
innumerables viajes de ‘’trabajo’’. Sus hijos lo tomaron de manera sorpresiva el
hecho que estaban indefensos económicamente; su padre había obtenido
actitudes propias de un pródigo por lo que Marcio en su preocupación, el
hermano mayor ya emancipado, fue propia de recurrir a la figura de curator de
su propio paterfamilias por su incapacidad de administrar los bienes familiares.
Por otro lado, lo único que reconfortó en cierta parte a María fue que su padre
logró acogerse al cabo de unos años al lex postliminium que consistía en que ‘’si
el ciudadano cautivo del enemigo regresaba voluntariamente a Roma,
recuperaba no solo su libertad y ciudadanía, sino también su capacidad jurídica’’
(Betancourt, 2007, pág. 59) ya que en una de sus hábiles acciones logró escapar
y regresar a la ciudad donde habitaba y por lo que pudo recuperar su status.
Finalmente, el amor que había nacido en estos jóvenes dentro de tantas
vicisitudes que habían presenciado, se volvió más fuerte por lo que la fidelidad y
el respeto al futuro honor matrimonii no fue uno de los problemas para su próxima
unión marital.

CONCLUSIONES
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o Elaborar cuatro (04) conclusiones

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Bibliografía
Alvarado Enriquez, J. (2010). EL STATUS LIBERTATIS, EL STATUS CIVITATIS Y EL STATUS FAMILIA.
Universidad de Carabobo.

Betancourt, F. (2007). Derecho Romano Clásico. España: Universidad de Sevilla.

Iglesias, J. (1972). Derecho Romano. Barcelona: Editorial Ariel.