Micro relatos de terror

1) Mi hermana y yo dormimos en la misma cama.

Ella empieza a tirar de las cobijas y yo le pido que no lo haga.
Ella me responde que está en el baño.

2) Mientras lo arropaba y le daba buenas noches, mi hijo me dijo suplicando, “Papi, mira bajo
la cama por si hay monstruos”.

Decidí complacerlo, pero bajo la cama solo encontré a mi hijo que temblando me
susurraba, “Papi, hay algo en mi cama”.
3) Una cara sonriente me observaba entre las sombras del exterior de la ventana de mi
dormitorio.

Vivo en un piso 14.

4) No concilié el sueño fácilmente, los retratos de aquella habitación de hotel parecían

mirarme muy fijamente.

Cuando desperté al día siguiente vi con horror, que la habitación no tenía cuadros, solo
ventanas.
5) Hoy, en la mañana, desperté, pero algo se sentía diferente.
Y al ver sobre mi cama lo noté, mi cuerpo aún seguía ahí.
6) Miré rápidamente mi reflejo en el espejo antes de salir.
Cuando regresé aún estaba ahí.
7) El último hombre vivo estaba en una habitación.

Alguien toca a la puerta.

8) Desde que vivo solo jamás elijo la ropa antes de ducharme.

al llegar a mi habitación la ropa ya había sido elegida.

9) Al terminar de prepararme para ir a dormir fui hacia mi cama para acostarme. Cuando me
senté en el borde, noté que ya había alguien durmiendo en ella.

Vivo sola.
10) Adoro jugar con mi muñeca.
Pero cuando jugamos a las escondidas ella siempre me encuentra demasiado rápido.

11) Me encantan los ojos azules, son preciosos. Por eso los colecciono y guardo en este
tarro de cristal.
 12) El funeral terminó a las seis y todos se fueron. Empiezo a sentirme solo aquí abajo.

13) Tener tres perros es genial. Pero me aterra cuando todos ladran al mismo rincón

14) Mi padre fue a comprobar que no había monstruos en el armario. De eso hace tres
horas.

15) En la tele hay un monstruo devorando a una persona. Me estremezco al darme cuenta
de que es una cámara de seguridad.

16) El funeral terminó a las seis y todos se fueron. Empiezo a sentirme solo aquí abajo.

17) No siento la lengua. La busco entre la sangre pero solo encuentro mis ojos.

18) Nunca imaginé que me pasaría los últimos diez años encerrado. Me aburro tanto en
este ataúd…

19) Me encanta sentarme con ella mientras lee en el parque. Si tan solo pudiera verme…

20) Odio quedarme en casa de la abuela. Esos sollozos que vienen del desván no me
dejan dormir.

21) Juraría haber dejado a mi muñeca en la estantería. No entiendo qué hace en el pasillo
a estas horas.

22) Por más que apunto con la linterna a esa esquina aquella sombra no desaparece

23) No me detuve ni un segundo ante aquella chica haciendo dedo en la ruta, de

madrugada. Lo habría hecho de no haber sido porque sus pies no tocaban el asfalto.

24) El primer sábado de cada mes me trae rosas a la cama. Pero nunca lo hizo cuando
estuvo viva.
 25) Antes de cenar, en casa de un amigo, me he peinado frente al espejo del pasillo.
Mientras cenamos, él me preguntó: ¿Que hacías parado frente a aquel retrato del
pasillo?

26) Lo último que vi fue mi reloj, marcando las 12:07 de la noche, mientras ella me apuñalaba
con sus largas uñas podridas, y utilizaba su otra mano para acallar mis gritos.

Me desperté de golpe, y me alivié al comprobar que era un sueño, pero mientras vi que mi
reloj marcaba las 12:06, la puerta de mi armario comenzó a abrirse.
27) Ella odia que la vea a los ojos, pero como no hacerlo si no deja de mirarme a través del
espejo.

28) En mi casa hay siete puertas en total. Ignoro adónde conducirá la octava.

29) No hay nada más bonito que escuchar la risa de un bebé. A menos que sean las 3 de
la mañana y no tengas ningún bebé.

30) La veo, me sigue, trato de gritar pero mi voz no dice nada; su cuerpo me atraviesa y siento
que su vida me recorre
31) Aún sigue ahí —ya es de noche—, columpiándose en mi árbol.

Siento que está mirándome fijamente a los ojos, aunque es cierto que los monstruos no tienen
pupilas.

32) Sentí un escalofrío al percibir sus frías manos aferrándose a las mías. Se transformó en un
temblor intenso al percatarme de que estaba solo…
33) “La sangre chorreó todo el espejo, cuando la intenté limpiar no pude… me di cuenta que
venía del otro lado”.
34) Siempre estaba parado ahí, bajos esas escaleras oscuras, esperando a que entre al
departamento para luego correr detrás de mi. Para él era un juego para mi aterrador.
35)