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Evangelismo, motivación para el

Sinopsis

El evangelismo surge de una respuesta natural a la gracia de Dios, un asunto para aquellos que
aún tienen que escuchar las buenas nuevas y un deseo de ser fieles a la gran comisión para
traer buenas nuevas a todos los rincones de la tierra. El evangelismo es guiado y dirigido por el
Espíritu Santo.

Motivos para el evangelismo

Reconocer el llamado de Dios

2 Ti 1.11

2 Timoteo 1.11 (RVR60) — 11 del cual yo fui constituido predicador,


apóstol y maestro de los gentiles.

Ver también Is 6.8–9; Jon 1.1–2; Hch 22.14–15; 2 Co 4.1; 1 Ti 2.7

Isaías 6.8–9 (RVR60) — 8 Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A


quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme
aquí, envíame a mí. 9 Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no
entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis.

Jonás 1.1–2 (RVR60) — 1 Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai,


diciendo:2 Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra
ella; porque ha subido su maldad delante de mí.

Hechos de los Apóstoles 22.14–15 (RVR60) — 14 Y él dijo: El Dios de


nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al
Justo, y oigas la voz de su boca. 15 Porque serás testigo suyo a todos los
hombres, de lo que has visto y oído.

2 Corintios 4.1 (RVR60) — 1 Por lo cual, teniendo nosotros este


ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos.

1 Timoteo 2.7 (RVR60) — 7 Para esto yo fui constituido predicador y


apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en
fe y verdad.

Un impulso divino

1 Co 9.16–17

1 Corintios 9.16–17 (RVR60) — 16 Pues si anuncio el evangelio, no tengo


por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no
anunciare el evangelio! 17 Por lo cual, si lo hago de buena voluntad,
recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido
encomendada.
Ver también Jr 20.9; Am 3.8; Hch 4.20

Jeremías 20.9 (RVR60) — 9 Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré


más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego
ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude.

Amós 3.8 (RVR60) — 8 Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová


el Señor, ¿quién no profetizará?

Hechos de los Apóstoles 4.20 (RVR60) — 20 porque no podemos dejar


de decir lo que hemos visto y oído.

Una responsabilidad dada por Dios

Ez 3.17–20

Ezequiel 3.17–20 (RVR60) — 17 Hijo de hombre, yo te he puesto por


atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los
amonestarás de mi parte. 18 Cuando yo dijere al impío: De cierto
morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea
apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su
maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. 19 Pero si tú
amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal
camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma. 20 Si el
justo se apartare de su justicia e hiciere maldad, y pusiere yo tropiezo
delante de él, él morirá, porque tú no le amonestaste; en su pecado
morirá, y sus justicias que había hecho no vendrán en memoria; pero su
sangre demandaré de tu mano.

Ver también Ez 33.7–9; 1 Co 3.10–15; 2 Co 5.10–11

Ezequiel 33.7–9 (RVR60) — 7 A ti, pues, hijo de hombre, te he puesto por


atalaya a la casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los
amonestarás de mi parte. 8 Cuando yo dijere al impío: Impío, de cierto
morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el
impío morirá por su pecado, pero su sangre yo la demandaré de tu mano.
9 Y si tú avisares al impío de su camino para que se aparte de él, y él no
se apartare de su camino, él morirá por su pecado, pero tú libraste tu
vida.

1 Corintios 3.10–15 (RVR60) — 10 Conforme a la gracia de Dios que me


ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro
edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. 11 Porque nadie
puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es
Jesucristo. 12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata,
piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13 la obra de cada uno se
hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será
revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14 Si
permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.
15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo
será salvo, aunque así como por fuego.

2 Corintios 5.10–11 (RVR60) — 10 Porque es necesario que todos


nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno
reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno
o sea malo. 11 Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los
hombres; pero a Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que
también lo sea a vuestras conciencias.

Un deseo de ganar al perdido

Ro 10.1; 1 Co 9.19–23

Romanos 10.1 (RVR60) — 1 Hermanos, ciertamente el anhelo de mi


corazón, y mi oración a Dios por Israel, es para salvación.

1 Corintios 9.19–23 (RVR60) — 19 Por lo cual, siendo libre de todos, me


he hecho siervo de todos para ganar a mayor número. 20 Me he hecho a
los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la
ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a
los que están sujetos a la ley; 21 a los que están sin ley, como si yo
estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo),
para ganar a los que están sin ley. 22 Me he hecho débil a los débiles,
para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos
modos salve a algunos. 23 Y esto hago por causa del evangelio, para
hacerme copartícipe de él.

Ver también Hch 20.19–20; Ro 1.14–15; Ro 9.1–3; Ro 11.14; Ro 15.17–20; 2 Co


5.20

Hechos de los Apóstoles 20.19–20 (RVR60) — 19 sirviendo al Señor con


toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por
las asechanzas de los judíos; 20 y cómo nada que fuese útil he rehuido de
anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas,

Romanos 1.14–15 (RVR60) — 14 A griegos y a no griegos, a sabios y a no


sabios soy deudor. 15 Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros
el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.

Romanos 9.1–3 (RVR60) — 1 Verdad digo en Cristo, no miento, y mi


conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo,2 que tengo gran
tristeza y continuo dolor en mi corazón.3 Porque deseara yo mismo ser
anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis
parientes según la carne;
Romanos 11.14 (RVR60) — 14 por si en alguna manera pueda provocar a
celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos.

Romanos 15.17–20 (RVR60) — 17 Tengo, pues, de qué gloriarme en


Cristo Jesús en lo que a Dios se refiere. 18 Porque no osaría hablar sino
de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los
gentiles, con la palabra y con las obras, 19 con potencia de señales y
prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde
Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del
evangelio de Cristo. 20 Y de esta manera me esforcé a predicar el
evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar
sobre fundamento ajeno,

2 Corintios 5.20 (RVR60) — 20 Así que, somos embajadores en nombre


de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en
nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

Un reconocimiento del juicio venidero

Jud 23

Judas 23 (RVR60) — 23 A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de


otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa
contaminada por su carne.

Ver también Stg 5.20; 2 P 3.9

Santiago 5.20 (RVR60) — 20 sepa que el que haga volver al pecador del
error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de
pecados.

2 Pedro 3.9 (RVR60) — 9 El Señor no retarda su promesa, según algunos


la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no
queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento.

Respondiendo a la gracia de Dios

2 Co 5.14–15

2 Corintios 5.14–15 (RVR60) — 14 Porque el amor de Cristo nos


constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos
murieron;15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para
sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

Ver también 2 Co 5.18–19; Ef 3.7; 1 Ti 1.12–16

2 Corintios 5.18–19 (RVR60) — 18 Y todo esto proviene de Dios, quien


nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la
reconciliación; 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al
mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos
encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.

Efesios 3.7 (RVR60) — 7 del cual yo fui hecho ministro por el don de la
gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder.

1 Timoteo 1.12–16 (RVR60) — 12 Doy gracias al que me fortaleció, a


Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el
ministerio,13 habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador;
mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en
incredulidad.14 Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con
la fe y el amor que es en Cristo Jesús.15 Palabra fiel y digna de ser
recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los
pecadores, de los cuales yo soy el primero.16 Pero por esto fui recibido a
misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su
clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida
eterna.

Confianza en el evangelio

Ro 1.16–17

Romanos 1.16–17 (RVR60) — 16 Porque no me avergüenzo del


evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree;
al judío primeramente, y también al griego.17 Porque en el evangelio la
justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo
por la fe vivirá.

Ver también Is 55.10–11; 1 Co 1.17–18; 2 Co 10.4–5; 2 Ti 1.8–9

Isaías 55.10–11 (RVR60) — 10 Porque como desciende de los cielos la


lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace
germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, 11
así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que
hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

1 Corintios 1.17–18 (RVR60) — 17 Pues no me envió Cristo a bautizar,


sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se
haga vana la cruz de Cristo. 18 Porque la palabra de la cruz es locura a los
que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de
Dios.

2 Corintios 10.4–5 (RVR60) — 4 porque las armas de nuestra milicia no


son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,5
derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el
conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la
obediencia a Cristo,
2 Timoteo 1.8–9 (RVR60) — 8 Por tanto, no te avergüences de dar
testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las
aflicciones por el evangelio según el poder de Dios, 9 quien nos salvó y
llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según
el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los
tiempos de los siglos,

Dios dirige y guía el evangelismo

Guía divina en el evangelismo

Hch 8.26–29; Hch 16.6–10

Hechos de los Apóstoles 8.26–29 (RVR60) — 26 Un ángel del Señor habló


a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que
desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto.27 Entonces él se
levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace
reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había
venido a Jerusalén para adorar,28 volvía sentado en su carro, y leyendo
al profeta Isaías.29 Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese
carro.

Hechos de los Apóstoles 16.6–10 (RVR60) — 6 Y atravesando Frigia y la


provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la
palabra en Asia;7 y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero
el Espíritu no se lo permitió.8 Y pasando junto a Misia, descendieron a
Troas.9 Y se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón macedonio
estaba en pie, rogándole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos.10
Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia,
dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el
evangelio.

Ver también Hch 5.19–20; Hch 9.10–11; Hch 10.19–20; Hch 11.12; Hch 13.2;
Hch 18.9–11

Hechos de los Apóstoles 5.19–20 (RVR60) — 19 Mas un ángel del Señor,


abriendo de noche las puertas de la cárcel y sacándolos, dijo:20 Id, y
puestos en pie en el templo, anunciad al pueblo todas las palabras de
esta vida.

Hechos de los Apóstoles 9.10–11 (RVR60) — 10 Había entonces en


Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión:
Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. 11 Y el Señor le dijo:
Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas
a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora,

Hechos de los Apóstoles 10.19–20 (RVR60) — 19 Y mientras Pedro


pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan.
20 Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los
he enviado.

Hechos de los Apóstoles 11.12 (RVR60) — 12 Y el Espíritu me dijo que


fuese con ellos sin dudar. Fueron también conmigo estos seis hermanos,
y entramos en casa de un varón,

Hechos de los Apóstoles 13.2 (RVR60) — 2 Ministrando éstos al Señor, y


ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la
obra a que los he llamado.

Hechos de los Apóstoles 18.9–11 (RVR60) — 9 Entonces el Señor dijo a


Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no calles; 10 porque yo
estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal,
porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad. 11 Y se detuvo allí un año
y seis meses, enseñándoles la palabra de Dios.

Dios abre la puerta para el evangelismo

2 Co 2.12

2 Corintios 2.12 (RVR60) — 12 Cuando llegué a Troas para predicar el


evangelio de Cristo, aunque se me abrió puerta en el Señor,

Ver también Hch 14.27; 1 Co 16.9; Col 4.3; Ap 3.8

Hechos de los Apóstoles 14.27 (RVR60) — 27 Y habiendo llegado, y


reunido a la iglesia, refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con
ellos, y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles.

1 Corintios 16.9 (RVR60) — 9 porque se me ha abierto puerta grande y


eficaz, y muchos son los adversarios.

Colosenses 4.3 (RVR60) — 3 orando también al mismo tiempo por


nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a
conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso,

Apocalipsis 3.8 (RVR60) — 8 Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto


delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque
aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi
nombre.

Áreas de ministerio asignadas por Dios

Gl 2.7–9

Gálatas 2.7–9 (RVR60) — 7 Antes por el contrario, como vieron que me


había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro
el de la circuncisión8 (pues el que actuó en Pedro para el apostolado de
la circuncisión, actuó también en mí para con los gentiles),9 y
reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que
eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra
en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y
ellos a la circuncisión.

Ver también Hch 9.15

Hechos de los Apóstoles 9.15 (RVR60) — 15 El Señor le dijo: Ve, porque


instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de
los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;

El Espíritu Santo confiere poder en el evangelismo

Hch 1.8

Hechos de los Apóstoles 1.8 (RVR60) — 8 pero recibiréis poder, cuando haya
venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en
toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Ver también Mt 10.19–20; Jn 15.26–27; 1 Tes 1.5

Mateo 10.19–20 (RVR60) — 19 Mas cuando os entreguen, no os preocupéis


por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis
de hablar.20 Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de
vuestro Padre que habla en vosotros.

Juan 15.26–27 (RVR60) — 26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os


enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará
testimonio acerca de mí.27 Y vosotros daréis testimonio también, porque
habéis estado conmigo desde el principio.

1 Tesalonicenses 1.5 (RVR60) — 5 pues nuestro evangelio no llegó a vosotros


en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena
certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de
vosotros.

El evangelismo como un resultado de persecución

Hch 8.4–5

Hechos de los Apóstoles 8.4–5 (RVR60) — 4 Pero los que fueron esparcidos
iban por todas partes anunciando el evangelio.5 Entonces Felipe,
descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.

Ver también Hch 11.19–21; Hch 13.50–51; Hch 14.6–7; Hch 18.2

Hechos de los Apóstoles 11.19–21 (RVR60) — 19 Ahora bien, los que habían
sido esparcidos a causa de la persecución que hubo con motivo de Esteban,
pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino
sólo a los judíos.20 Pero había entre ellos unos varones de Chipre y de Cirene,
los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos,
anunciando el evangelio del Señor Jesús.21 Y la mano del Señor estaba con
ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor.

Hechos de los Apóstoles 13.50–51 (RVR60) — 50 Pero los judíos instigaron a


mujeres piadosas y distinguidas, y a los principales de la ciudad, y levantaron
persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de sus límites. 51 Ellos
entonces, sacudiendo contra ellos el polvo de sus pies, llegaron a Iconio.

Hechos de los Apóstoles 14.6–7 (RVR60) — 6 habiéndolo sabido, huyeron a


Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a toda la región circunvecina,7 y allí
predicaban el evangelio.

Hechos de los Apóstoles 18.2 (RVR60) — 2 Y halló a un judío llamado Aquila,


natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer, por cuanto
Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos,

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