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UNIDAD No.

Psicología Social
AUTORA:
Ivelisse Ureña, M. A.

Santo Domingo, D.N.


Julio, 2016
Unidad VI; Psicología Social

http://medicoscr.net/imagenes/psicologia-social.jpg

INDICE DEL CONTENIDO


Unidad 6

6.1 Complejidad de la psicología social y el objeto de estudio de la disciplina

6.2 Percepción social: Impresiones sobre otras personas.

6.3 Las actitudes

6.4 Prejuicios, estereotipos y actitudes de discriminación

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Autor/a: Carmen Ivelisse Ureña
Unidad VI; Psicología Social

INTRODUCCION DE LA UNIDAD

La Psicología Social se define como la ciencia que estudia cómo los pensamientos,
sentimientos y comportamientos de las personas son influidos por la presencia real,
imaginada o implícita de otras personas.

Aunque el ‘radio de acción’ de la psicología social es ampliamente disputada por la


sociología, algunos autores proponen una forma fácil de diferenciar sus límites al
considerar que la psicología social tiene el objeto de estudiar al ser humano con relación a
otros y la sociología siempre dirige la atención a los grupos humanos (grandes y
pequeños), entonces los puntos de confusión se reducen. Dentro de la psicología social el
acento sigue puesto en el individuo, a pesar de que se analizan los aspectos de la
personalidad influidos por los grupos de los que forma parte.

Estudiaremos los siguientes temas: Complejidad de la psicología social y el objeto de


estudio de la disciplina, la percepción social: Impresiones sobre otras personas, las
actitudes, los prejuicios, estereotipos y la discriminación.

Esta unidad será desarrollada en dos (2) semanas y requiere, como las demás, de
motivación y esfuerzo para la lectura, comprensión y realización de las actividades
programadas.

Recuerden los participantes que disponen de diversos apoyos que pueden utilizar para
mejorar su proceso de aprendizaje

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Autor/a: Carmen Ivelisse Ureña
Unidad VI; Psicología Social

CONTENIDO

6.1 Complejidad de la psicología social y el objeto de estudio de la disciplina

Los seres humanos tienen la necesidad de relacionarse desde el momento mismo de su


nacimiento. Es imposible vivir aislados de los demás debido a que somos seres sociales por
naturaleza.

La Psicología Social es el área de la psicología que estudia la forma en que las personas se
influyen, se ven y relacionan entre sí.

Junto con la psicología clínica, la educativa y la organizacional, la psicología social es una de las
cuatro grandes ramas de la psicología, así como una de las ramas clásicas de la sociología. Sus
orígenes se remontan a 1879 con la aparición de la Völkerpsychologie o Psicología de los
pueblos, desarrollada por Wilhelm Wundt y que actualmente es una de las especialidades de
estudio, focalizando el individuo en la sociedad y la incidencia de esta en el individuo ya que lo
humano y lo social están estrechamente relacionados y se complementan mutuamente.

Para más información, seguir el siguiente link:

http://es.wikipedia.org/wiki/Psicolog%C3%ADa_social

6.2 Percepción social: Impresiones sobre otras personas.

De forma constante nos formamos impresiones de las personas y juzgamos las causas de su
comportamiento. La necesidad de entender a los demás tiene un objetivo adaptativo. Algunos
individuos pueden contribuir a lograr nuestros objetivos de adaptación, otros pueden estorbarnos.
Entonces entender su conducta es un arma que nos guía a elegir cómo interactuar de manera
apropiada con ellos.

De acuerdo con Fritz Heider, (1958) los humanos son psicólogos intuitivos por naturaleza que,
además de interesarse en las características y actitudes de los demás, suelen evaluar de forma
precisa su personalidad con relativa facilidad. Sin embargo, esta evaluación algunas veces sufre
de errores o sesgos. Estos sesgos son de interés para los psicólogos sociales.

Cuando hacemos juicios sobre otra persona en realidad estamos afirmando sobre la causa de su
conducta. A la afirmación sobre la causa de la conducta de alguien se llama atribución.

Por ejemplo, si una persona nueva conocida es muy callada contigo no interpretas su conducta
de manera aislada sino que infieres a partir de su conducta como es ella. Posiblemente piensas,

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es una persona tímida, o antipática o simplemente es una persona distante. A partir del contexto y
de la información previa te llevas una impresión general de ella.

En sus investigaciones sobre la atribución, Heider (Gray, 2008) notó que la gente tiende a dar más
peso a la personalidad y no lo suficiente a la situación ambiental cuando hacen atribuciones de los
demás. En el ejemplo anterior de la persona callada se tiende a atribuir su silencio a una
personalidad antipática y no se piensa que tal vez tenía problemas personales en ese momento o
algo le entristecía. A esta tendencia se le ha llamado sesgo de la persona en la atribución o error
fundamental de la atribución.

Para más información, visita el siguiente link:


http://es.wikipedia.org/wiki/Error_Fundamental_de_la_Atribuci%C3%B3n

Este seguro de la persona, sin embargo, se rompe y hasta se invierte cuando se hacen
atribuciones propias. Cuando la persona juzga su propia conducta toma como referencia al
contexto o situación para explicar su conducta. Esta hipótesis es conocida como la discrepancia
actor-observador. Por ejemplo, la persona que realiza la acción (el actor), generalmente atribuye
la acción a la situación "estuve callada porque no estaba en confianza" o "estoy cantando porque
hoy viene mi madre". Mientras que otra persona (el observador) atribuye estas conductas a la
personalidad "estuvo callada porque es tímida" o "está cantando porque es una persona alegre".

La apariencia física de una persona así como la información previa que escuchamos de ella
pueden influir nuestras interpretaciones de las acciones de esa persona de forma que, en
ocasiones, puede ser muy injusta. El sesgo de atracción ocurre cuando evaluamos a la persona
basándonos en su apariencia.

Se realizó un experimento en el cual se les dieron tarjetas de reporte y fotografías a profesores de


quinto grado. Las fotografías correspondían a niños desconocidos y se les pidió calificar la
inteligencia y el logro académico de cada niño. Los profesores calificaron como más brillantes y
exitosos a los niños físicamente atractivos que a los no atractivos aunque tenían reportes
idénticos. (Clifford y Walster, 1973) Otro experimento similar da cuenta de que adultos piensan
que una mala conducta del niño es debido a circunstancias ambientales cuando el niño era
físicamente atractivo (Dion, 1972). En otro estudio que analizó casos reales de la corte, los jueces
dieron sentencias de prisión más largas a personas no atractivas que a las personas convictas por
delitos comparables (Stewart, 1985).

Al parecer tendemos a juzgar automáticamente por la apariencia porque creemos que la belleza
se extiende al carácter (Gray, 2008).

El efecto halo es otro aspecto importante dentro de la teoría de la atribución. Ocurre cuando
atribuimos características positivas a alguien o algo debido a otras características que ya
poseían o nos parecían que poseían.

Para ver más sobre el tema, visita este link:


https://youtu.be/ZGe_BLK9HWY

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6.3 Actitudes

El estudio de actitudes es un tema central de la psicología


social. Las actitudes son predisposiciones aprendidas para
responder de manera favorable o adversa ante una persona,
comportamiento, creencia u objeto específico. Las personas
desarrollan actitudes frente a objetos distintos, así por
ejemplo alguien puede tener una actitud positiva o favorable
hacia la coca-cola mientras que otro puede tener una actitud
negativa frente a esa bebida y favorable hacia la pepsi cola.

Desarrollamos actitudes hacia muchos objetos (cosas,


personas o situaciones) y en grados diversos (“esto me gusta”, “esto no me gusta”), desde muy
intensos, graduales, o casi indiferentes; siendo ilustrativo de ello la mayor simpatía o rechazo que
tenemos hacia las distintas personas que conocemos.
http://blog.caminociordia.com/wp-content/uploads/2010/09/abuelos-alemanes-foto-sacada-de-hazteoirorg.jpg

Las actitudes tienen tres componentes: afectivos, conductuales y cognitivos.

El componente afectivo comprende nuestras emociones positivas o negativas acerca de algo – lo


que sentimos – mientras que el componente conductual consiste en una predisposición o
intención para actuar de modo consistente con nuestra actitud y por último el componente
cognitivo abarca las creencias y los pensamientos que tenemos acerca del objeto de nuestra
actitud: a modo de ejemplo, la actitud hacia la cantante Madonna consta de una emoción positiva
frente a su imagen (componente afectivo), de una intención de comprar sus últimos discos o imitar
su vestimenta (componente conductual) y de creer que ella es una buena cantante (componente
cognitivo).

6.4 Prejuicios, estereotipos y actitudes de discriminación

El prejuicio Es una pre-concepción negativa o positiva hacia un grupo y hacia sus miembros
individuales. El prejuicio nos sesga contra una persona basándose únicamente en que la
identificamos con un grupo particular.

El prejuicio es una actitud y las evaluaciones negativas o negativas que caracterizan el prejuicio
pueden originarse a partir de asociaciones emocionales, de la necesidad de justificar el
comportamiento, o de creencias negativas llamadas estereotipos.

Estereotipar es generalizar y tales generalizaciones pueden tener un germen de verdad. El


estereotipo se define como las creencias y expectativas generalizadas que se tienen respecto a
los atributos personales de un grupo de personas. Los estereotipos pueden ser excesivamente
generalizados, inadecuados y resistentes a nueva información.

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Tanto los prejuicios como los estereotipos producen actitudes de discriminación o comportamiento
negativo hacia miembros de un grupo particular.

¿Cuáles son las condiciones sociales que generan el prejuicio? ¿De qué manera la
sociedad mantiene el prejuicio?

El prejuicio proviene de varias fuentes puesto que presta varias funciones (Herek, 1986, 1987).
Existen fuentes sociales del prejuicio, fuentes emocionales en el origen del prejuicio y, finalmente,
fuentes cognitivas del prejuicio.

Dentro de las fuentes sociales del prejuicio se sabe que la desigualdad de posición
social genera prejuicio, la religión también está relacionada con el prejuicio, el comportarse de
manera discriminatoria o siguiendo estereotipos genera también un fenómeno de profecía
autocumplida, la pertenencia a grupos y la consecuente identidad social son fuente de prejuicios.

Muchas veces la sociedad sostiene los prejuicios e incluso mantiene prácticas de respaldo
institucional y formas de segregación.

Aunque el prejuicio se genera por medio de las situaciones sociales, los factores emocionales con
frecuencia lo fomentan. La frustración puede fomentar el prejuicio al igual que factores de
personalidad, tales como las necesidades de posición social y las tendencias autoritarias.

Una teoría, llamada La Teoría Realista del Conflicto de Grupo, afirma que el prejuicio surge de la
competencia entre grupos de escasos recursos, ya que la competencia y la obtención de la meta
por un grupo genera frustración en el otro.

No sólo hay fuentes emocionales en la génesis del prejuicio, también hay fuentes cognitivas del
mismo; para entender la estereotipia y el prejuicio, también es útil recordar de qué manera
funciona nuestra mente.

¿Cómo influye sobre nuestros estereotipos la manera como concebimos el mundo y lo


simplificamos? ¿y cómo influyen sobre nuestros juicios nuestros estereotipos?

El proceso de categorización social nos orienta bastante al respecto: una manera en la que
simplificamos nuestro ambiente es “categorizando” es decir organizando el mundo al reunir los
objetos en grupos; lo mismo pasa con los seres humanos, quienes clasifican a las personas para
simplificar nuestra comprensión ya que si las personas de un grupo son similares, conocer su
grupo nos puede ofrecer información útil con un mínimo esfuerzo.

Buscamos y tendemos a exagerar las semejanzas dentro de los grupos y las diferencias entre
ellos.

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Desde un punto de vista cognitivo, también podemos señalar que los estímulos particulares
generan estereotipos más fácilmente; por ejemplo, las personas particulares llaman la atención y
su notoriedad puede ocasionar percepciones exageradas de sus atributos buenos y malos;
también los casos vividos y los eventos particulares pueden impactar nuestra mente haciéndonos
encontrar correlaciones ilusorias.

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BIBLIOGRAFIA

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA:

1. Charles G. Morris, Albert Maisto (2005) Psicología (décima edición) Pearson Educación,
México, 2005

2. Dennis Coon, John O. Mitterer (2010) Introducción a la Psicología, el acceso a la mente y la


conducta (duodécima edición) México: Cengage Learning Editories, S. A.

3. Feldman, Robert S., (2002) Psicología y con aplicaciones en países de habla hispana (cuarta
edición) México: McGraw Hill

4. Ureña, Carmen (2010) Compendio de Psicología (Material Inédito)

WEBGRAFÍA:

Obligatoria

http://es.wikipedia.org/wiki/Psicolog%C3%ADa_social
Amplia información sobre el tema de la psicología social.
https://youtu.be/ZGe_BLK9HWY
Video sobre el efecto halo

Complementaria

http://www.dailymotion.com/video/x16yl6c_psicologia-social-la-falacia-del-experto-apariencia-y-
confianza_school
Video sobre la falacia del experto

http://enseniaje.wordpress.com/2009/12/27/historia-de-la-psicologia-socia/
Página sobre la historia de la psicología social

http://es.wikipedia.org/wiki/Error_Fundamental_de_la_Atribuci%C3%B3n
Error fundamental de la atribución

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