Vous êtes sur la page 1sur 3

La Santidad de Dios

Es importante entender que la santidad de Dios es intrínseca o inherente (i.e. de adentro,


esencial, parte de Su naturaleza). La santidad no es meramente algo que Dios decide ser o
hacer, sino es esencial a Su misma naturaleza – Él es Santo. Dios tendría que dejar de ser Dios
para no ser santo. Él tendría que negar Su propia naturaleza para hacer algo que no es santo.
Esta es una verdad maravillosa que infunde gran confianza en Dios.

1. En las Escrituras, un nombre tiene gran significado y comunica algo acerca de la persona que
lo lleva. ¿Cuáles son los nombres dados a Dios en las siguientes Escrituras? y ¿Qué nos
comunican acerca de Su santidad?

a. Yo SOY Él que SOY (Éxodo 3:14). Dios es santo, separado, y distinto de todos los otros seres y
cosas. No hay ninguna ilustración adecuada o ejemplo para comunicar realmente quien es.

Si pedimos a otro hombre que se describa a sí mismo, él puede señalar a otros seres humanos
y decir, “Soy como él” o “Soy como ella.” En contraste, Dios es incomparable. Ni aún el más
grande arcángel en los cielos es un ejemplo adecuado de Dios. Cuando Moisés le pregunta a
Dios, “¿Quién eres tú? Dios solamente podía señalarse a Sí mismo y declarar: “Yo Soy Él que
Soy.” Esta verdad nos ayuda a entender la gran importancia de la revelación de Dios en Cristo.

 Jesús es Dios en carne y la única verdadera imagen o ejemplo de quien es Dios

Juan 14:9 “Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido,
Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; cómo, pues, dices tú: ¿Muéstranos el Padre?”

Colosenses 1:15 “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.”

Dios ahora contesta cada pregunta acerca de Sí mismo por medio de señalar a Su Hijo y
declarar, “Yo Soy como Él.”

b. Salmo 111:9 “Redención (Rescatar, librar y comprar de nuevo) ha enviado a su pueblo; Para
siempre ha ordenado su pacto; SANTO y TEMIBLE (infundiendo asombro, reverencia, temor) es
Su Nombre. Un entendimiento correcto de la santidad de Dios siempre resultará en una
reverencia profunda ante Él.

c. Isaías 57:15 “Porque así dijo el ALTO y SUBLIME, el que habita la eternidad, y cuyo nombre
es el SANTO: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu,
para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.”

d. En los versículos anteriores, palabras tales como “santo”, “temible”, “alto”, y “sublime”
fueron usadas para describir la persona de Dios ¿Qué te comunican estas palabras acerca de la
santidad de Dios?

2. En las Escrituras, encontramos que la santidad de Dios es:

 Preeminente en que no hay otro atributo divino que con tanta frecuencia se mencione
y se explique en las Escrituras.
 Trascendente en que simplemente no hay ninguna comparación entre la santidad de
Dios y aquella de cualquier otro ser o cosa.
a. La Santidad de Dios es Preeminente [Latina: prae = ante + eminere = proyectar]: Es
imposible entender el carácter de Dios aparte de Su santidad. ¡Sobre todas las cosas, Dios es
Santo! ¿Cómo se demuestra esta verdad?

Isaías 6:3 “Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los
ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.”

Apocalipsis 4:8 “Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro
estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios
Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.”

Nota: En la literatura hebrea, la repetición se emplea para dar énfasis a lo que se declara. El
hecho de que la santidad de Dios se declara tres veces [llamado el trihagion en el griego, tri =
trés + hagios = santo] denota que Dios es absolutamente e infinitamente santo. Ningún otro
atributo divino se proclama con tan grande énfasis.

 La santidad de Dios es el fundamento de todo lo que Él es y hace. Si hay un atributo de


Dios que simplemente no podemos sobre enfatizar, es Su santidad.

b. La Santidad de Dios es Trascendente [latina: trans = a través de o más allá de + scandere =


escalar]. La santidad de Dios sobrepasa infinitamente la de todos los demás. No hay ninguno
santo como el Señor. ¿Qué nos enseñan las siguientes Escrituras acerca de esta verdad?

Éxodo 15:11 “¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en
santidad, Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?”

I Samuel 2:2 “No hay santo como Jehová; Porque no hay ninguno fuera de ti, Y no hay refugio
como el Dios nuestro.”

Isaías 40:25 “¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo.”

3. La santidad de Dios no solamente significa que Él es único entre toda Su creación, sino que Él
está separado de todo lo que es profano y pecador. Dios no puede pecar, no puede gozarse del
pecado, y no puede tener compañerismo con el pecado. No hay absolutamente ninguna
posibilidad de que Dios pudiera ser tentado o que Su naturaleza pudiera ser contaminado. Él
siempre permanece como es – Santo e Incorruptible. ¿Qué nos enseñan las siguientes
Escrituras acerca de esta verdad?

Salmo 5:4 “Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; El malo no habitará junto
a ti.”

Job 34:10 “Por tanto, varones de inteligencia, oídme: Lejos esté de Dios la impiedad, Y del
Omnipotente la iniquidad.”

Isaías 59:1-2 “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado
su oído para oír;2 pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y
vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.”

Santiago 1:13 “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque
Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;”

Santiago 1:17 “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las
luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.”
1 Juan 1:5 “Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay
ningunas tinieblas en él.”

4. La santidad de Dios no solamente significa que Él es único entre Su creación y que Él está
separado de todo lo que contradice Su naturaleza (i.e. el pecado), sino que también significa
que Él no puede gozarse del pecado. Dios no es neutral o apático acerca de la maldad, sino que
le es una abominación (i.e. una cosa asquerosa que le provoca odio y repugnancia). Él odia
todo lo malo con una pasión santa. ¿Qué enseñan las siguientes Escrituras acerca de esta
verdad?

Deuteronomio 25:16 “Porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que hace esto, y
cualquiera que hace injusticia.”

Proverbios 15:8-9 “El sacrificio de los impíos es abominación a Jehová; Mas la oración de los
rectos es su gozo.9 Abominación es a Jehová el camino del impío; Mas él ama al que sigue
justicia.”

Nota: La palabra que se traduce “abominación” en estos textos proviene de la palabra hebrea
toeba que se refiere a algo o alguien que es repugnante (i.e. ofensivo), asqueroso u obsceno.

Salmo 5:4-5 “Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; El malo no habitará
junto a ti.5 Los insensatos no estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen
iniquidad.”

Nota: Según Salmo 5:5, el dicho popular, “Dios ama al pecador, pero aborrece su pecado,” no
es completamente bíblica.

 Dios no solamente aborrece el pecado, sino también aborrece a los que lo practican.

¿Cómo se puede reconciliar esta verdad con otros textos bíblicos que hablan del amor de Dios
para con los pecadores?

Dios ha demostrado Su amor por medio de enviar a Su Hijo para morir por los mismos hombres
que son objetos merecedores de Su aborrecimiento.

Vous aimerez peut-être aussi