Los bebés, generalmente producen bilirrubina de forma excesiva, debido a
diferentes causas:
- Mayor número de glóbulos rojos circulantes en la sangre que en su gran mayoría
son provenientes de la madre (con poco tiempo de vida) y también propios que debido a la corta edad poseen igualmente poco tiempo de vida. Al morir un glóbulo rojo el factor hem (de la molécula hemoglobina, encargado de unirse al Oxígeno que inspiramos para transportarlo en el cuerpo) en su interior, es transformado por la enzima hemooxigenasa en biliverdina, luego esta molécula se transforma en bilirrubina debido a la acción de la enzima biliverdina reductasa (NADPH). La bilirrubina producida hasta el momento se denomina indirecta, puesto que se encuentra completamente libre y no está ligada a ninguna otra molécula, acto que la convertiría en bilirrubina directa. Entre las variadas propiedades que posee la bilirrubina indirecta se encuentra la facultad de pasar sin dificultades la barrera hematoencefálica y a su vez producir toxicidad en el cerebro; sin embargo, puesto que producimos pocas cantidades de bilirrubina en condiciones normales jamás se produce este daño durante la vida, hasta que circunstancias patológicas aumenten su producción por medio de la muerte de glóbulos rojos en grandes cantidades y recién nuestro cerebro puede estar en peligro. Los recién nacidos aún con la gran muerte de glóbulos rojos que presentan durante los primeros días de vida generalmente tampoco llegan a niveles tan elevados de bilirrubina como para producir daño cerebral.
- Sistema enzimático del hígado insuficiente. Puesto que el hígado aún no se ha
desarrollado por completo y debe acostumbrarse a que por sí sólo debe metabolizar los compuestos que llegan al mismo, sus enzimas son insuficientes para realizar una correcta captación y conjugación de la bilirrubina. Y para entender este punto es necesario continuar con la historia de la bilirrubina en la sangre. La bilirrubina indirecta o libre en la sangre se une a la proteína albúmina quien se encargará de transportarla hasta el hígado donde es captada (fijada) en las proteínas Y y Z (ligandinas) de los hepatocitos, luego la albúmina se desprende de su unión y vuelve a la circulación sanguínea para unirse a otras bilirrubinas o en su defecto a cumplir otras funciones. Una vez la bilirrubina esté unida a las ligandinas, éstas se encargan de introducirla al interior de la célula y la enzima uridil difosfoglucuronil transferasa (UDPGT) entre otras la conjugan produciendo una molécula final denominada bilirrubina directa o conjugada la cual pasará a formar parte de la bilis que es depositada en la vesícula biliar hasta que la alimentación estimule su expulsión al tránsito intestinal. Como indicamos anteriormente, en los recién nacidos el hígado es inmaduro y todo el sistema para conjugar a la bilirrubina indirecta se encuentra escaso y defectuoso, por lo que aunque la albúmina cumpla su trabajo la bilirrubina indirecta se mantendrá en grandes cantidades en la sangre.
- Disminución de la motilidad intestinal y poca flora bacteriana normal. Cuando la
bilis (llena de bilirrubina directa) llega al intestino, durante su paso por el mismo las bacterias de la flora bacteriana normal del tracto intestinal se encargarán de convertir a la bilirrubina directa en urobilinógeno para así poder ser expulsada mediante las heces fecales y la orina. Sin embargo, en los recién nacidos existe poca flora bacteriana normal y la motilidad igualmente está disminuida,
lo que provoca que no se realice en grandes cantidades esta transformación y por
la acción de una enzima denominada beta glucoronidasa se produce la desconjugación de la bilirrubina directa, pasando nuevamente a la circulación sanguínea bilirrubina indirecta y aumentando sus niveles (incremento de la circulación enterohepática).
Todas estas alteraciones en el metabolismo de la bilirrubina (desde el aumento de
su producción hasta el aumento de la circulación enterohepática) en el recién nacido muy rara vez llega a niveles alarmantes, puesto que con los días estos procesos se normalizarán como en un ser adulto. Sin embargo, enfermedades concomitantes (genéticas, infecciosas, etc.) y el uso de algunos medicamentos puede mantener alterado uno o varios de estos procesos y evitar su autolimitación. 5. MENCIONE LAS CAUSAS DE LA HIPERBILIRRUBINEMIA
HIPERBILIRRUBINEMIA FISIOLÓGICA: Es la Ictericia Neonatal más
frecuente y se refiere al aumento en niveles no peligrosos de la bilirrubina indirecta circulante en la sangre por los diferentes factores mencionados en la sección de Etiopatogenia y Fisiopatología. Generalmente aparece desde el segundo día de vida y no alcanza valores mayores a 17 mg/dL en el recién nacido a término alimentado con leche materna, 13 mg/dL en el recién nacido a término alimentado con leche de fórmula, o 15 mg/dL en el recién nacido pretérmino alimentado con leche de fórmula. La coloración amarillenta de la piel es el único signo y no presenta síntoma alguno; este signo desaparece a la semana de iniciarse el cuadro en el recién nacido a término y dos semanas en el pretérmino, sin presentar mayor complicación. HIPERBILIRRUBINEMIA SECUNDARIA A MALA TÉCNICA DE LACTANCIA: La segunda Ictericia Neonatal más frecuente, siendo muchas veces irreconocible con la Ictericia Fisiológica. Se debe a la falta de leche materna en la alimentación del recién nacido quien se ve privado de los nutrientes y calorías necesarias para su crecimiento y a su vez la disminución de la flora microbiana intestinal normal provocando estreñimiento y deshidratación que conducen a la Hiperbilirrubinemia por aumento de la circulación enterohepática. El tratamiento para este tipo de Hiperbilirrubinemia es lactancia materna siendo el Pediatra o la enfermera los encargados de enseñar a la madre las horas y la metodología de la lactancia. HIPERBILIRRUBINEMIA SECUNDARIA A LA LACTANCIA: Infrecuente, tardía y con una duración de entre 3 y 10 semanas con aclaración de la piel progresiva. Su causa se debe a la presencia de ácidos grasos y la enzima ß- glucoronidasa que inhiben el metabolismo de la bilirrubina. HIPERBILIRRUBINEMIA PATOLÓGICA: Se refiere a la Ictericia Neonatal que puede llegar a daño neurológico: Se considera patológica cuando cumple uno o más de los siguientes parámetros: Ictericia presente en las primeras 24 horas. Ictericia presente por más de 7 días en el neonato a término y más de 14 en el prematuro. Incremento de la bilirrubina sérica > 5 mg/dL/día. Bilirrubina directa > 2 mg/dL o más del 20% de la bilirrubina sérica total. Bilirrubina sérica total > 15 mg/dL en el neonato a término. Las causas de la Hiperbilirrubinemia Patológica son diferentes a las de la Hiperbilirrubinemia Fisiológica o secundarias a Lactancia. Ya que en la Hiperbilirrubinemia Fisiológica como su nombre lo indica, sus causas son fisiológicas, es decir, normales y son procesos que si bien en un principio están alterados es un paso orgánico normal que con los días de vida se normalizarán. Sin embargo, en la Hiperbilirrubinemia Patológica existen alteraciones más complejas que sin tratamiento oportuno específico a la causalidad además del tratamiento dirigido a la propia Hiperbilirrubinemia, el bebé podría morir. Entre las causas de Ictericia Neonatal Patológica se encuentran:
Incompatibilidad Sanguínea Materno – Fetal (AB0 o Rh): Esta causa
(causante del 97% de los casos de Hiperbilirrubinemia Neonatal Patológica) se ha controlado mucho desde la implementación de la globulina inmune anti-Rh para prevenir la sensibilización materna. Hematomas o hemorragias importantes en el bebé, producidos durante el parto o en algunos casos después del parto por maltrato o descuido del bebé que es golpeado contra/con una superficie consistente. Obstrucción Intestinal. Retraso de la alimentación gástrica en niños previamente enfermos. Defectos Enzimáticos Congénitos: Síndrome de Crigler-Najjar y Síndrome de Lucey-Driscoll. Uso de drogas durante el Embarazo. Infecciones. Patología Tiroidea.