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Expte: 53.

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Fojas: 226

En la Ciudad de Mendoza, a los veintisiete días del mes de junio de dos mil dieciocho,
reunidas en la Sala de Acuerdo las Juezas de Cámara Alejandra Orbelli, Silvina
Miquel y Marina Isuani, trajeron a deliberar para resolver en definitiva los autos Nº
254.778/53.723 caratulados “VEGAS, HUGO C/ AMX ARGENTINA S.A. (CLARO)
P/ D. y P.”, origina-rios del Séptimo Juzgado de Paz Letrado, venidos a esta instancia en
virtud del recurso de ape-lación interpuesto por la demandada a fs. 198, contra la
sentencia de fs. 191/197.
Practicado el sorteo de ley, queda establecido el siguiente orden de estudio: Juezas de
Cámara: Orbelli, Miquel, Isuani
En cumplimiento de lo dispuesto por los arts. 160 de la Constitución Provincial y 141
del C.P.C., se plantean las siguientes cuestiones a resolver.
Primera cuestión: ¿Es justa la sentencia apelada? En su caso, ¿qué solución corres-
ponde?
Segunda cuestión: costas.
Sobre la primera cuestión propuesta la Sra. Jueza de Cámara Alejandra Orbelli dijo:
I.- En primera instancia la juez de grado hizo lugar a la acción promovida por el se-
ñor HUGO HERNAN VEGAS contra AMX ARGENTINA S.A. (CLARO) y, en
conse-cuencia, condenó a la demandada para que abone al actor la suma de $ 31.316,
con más intereses. Se impusieron costas y se regularon honorarios profesionales.
En su sentencia, la Jueza de grado tuvo como hechos no controvertidos que: el
actor adquirió, a través el área de telemarketing de la demandada, un equipo telefónico
marca Sony Modelo XPeria Z1; el dispositivo dejó de funcionar dos meses después al
ser sumer-gido; hubo entre los contradictores diversos intentos conciliatorios en el
marco del sumario labrado por la Dirección de Fiscalización, Control y Defensa al
Consumido.
Precisó que, la controversia se centra en que la actora sostiene que adquirió un dis-
positivo publicitado como sumergible, ponderando particularmente tal carácter; que
todas las conductas de la demandada posteriores a la rotura del equipo han replicado el
original incumplimiento contractual incurrido a través de una publicidad engañosa,
violando los deberes de información y trato digno de raigambre constitucional; mientras
que la acciona-da afirma que el dispositivo fue publicitado como resistente al agua,
pudiendo ser sumergi-do en las condiciones que se describen en el manual de
instrucciones por lo que atribuye las fallas a un uso inidóneo; niega que su parte haya
reconocido tácitamente infracción alguna al formular propuestas conciliatorias en el
ámbito del sumario referido.
La juzgadora calificó al caso como una cuestión derivada de un contrato de
consu-mo; y lo encuadró normativamente bajo las reglas previstas por las normas de
protección del derecho de los consumidores.
Tuvo por cierta la operación de compraventa celebrada entre las partes actora y
demandada, por la cual la primera adquirió el teléfono individualizado en la factura de
fs. 17.
Ponderó que, las actuaciones notariales labradas por la Esc. Ana Linares (fs. 18)
plasman la publicidad en la página web oficial de la accionada del dispositivo
adquirido; reproducen los textos e imágenes de la misma; expresan en tipografía
destacada “No dejes de hacer fotos bajo el agua. Con el XP Z1 resistente al agua puedes
hacer fotos mientras te bañas en agua dulce durante un máximo de 30 minutos, incluso
puedes sumergirlo hasta un metro y medio de profundidad”.
Observó que, tanto la captura de pantalla del anuncio de la empresa obrante en la ac-
tuación notarial (fs. 30), como la que acompaña el accionado a fs. 152 describen en
forma textual “XPERIA Z1. SUMERGIBLE”, conjuntamente con una fotografía del
dispositivo bajo el agua.
Valoró que, del expediente administrativo A.E.V. que tramitó ante la Dirección de
Fiscalización, Control y Defensa del Consumidor, surge que la accionada formuló su
des-cargo en términos análogos a los de su contestación de demanda, negando su
responsabili-dad y atribuyendo los desperfectos a un uso inadecuado del celular,
realizando no obstante ello una serie de propuestas conciliatorias que fueron rechazadas
por el denunciante.
Apreció que, de las C.D. obrantes en copia a fs. 38/41 surge el emplazamiento cur-sado
por el actor tanto al fabricante como al proveedor, a fin de obtener la sustitución del
dispositivo por uno nuevo en las condiciones que allí se describen
Tuvo presente que, las constancias de fs. 146 dan cuenta de la prueba de experiencia
ofrecida por la accionada, en la cual se procedió a la inmersión en una jarra con 1.100
ml de agua de un equipo de telefonía similar al adquirido por el actor, constatándose
que poste-riormente el mismo funcionaba. Sin embargo, entendió que, ésta prueba no
puede seria-mente rebatir los categóricos términos de la publicidad referida, ni surge de
la misma que los desperfectos del equipo sean atribuibles a un uso inidóneo. Explicó
que, la introducción en un recipiente plástico, de escasos centímetros de profundidad,
no es precisamente el uso que el adquirente de un equipo promocionado como
sumergible pretende asignarle; que tampoco el tiempo de duración de la experiencia –
alrededor de 6 minutos- permite reprodu-cir la forma de utilización ofertada. Agregó
que -según enfatiza la actora-, el dispositivo es entregado originariamente con los
tapones ya colocados, mientras que la parte demandada retiró los tres tapones de
seguridad antes de realizar la experiencia, para luego colocarlos en su lugar de origen y
posteriormente sumergirlo a efectos de demostrar que la falla se debió a un uso
inadecuado.
Consideró que, la afirmación del actor en cuanto a que inclinó su elección como
consecuencia de la información aportada por el operador telefónico de la empresa
acciona-da, que destacó la factibilidad de sumergir el dispositivo y tomar fotografías
bajo el agua, encuentra sustento en la publicidad reseñada.
Entendió que, las diferencias que pretende introducir la accionada entre los concep-tos
involucrados –sumergible y resistente al agua- atentan contra la regla según la cual el
prestador del servicio debe brindar información objetiva, precisa y completa.
Añadió que, la deficiencia originaria en el vínculo, fue agravada por la actitud
pos-terior de la empresa proveedora, que lejos de solucionar el problema suscitado
adoptó una postura renuente, generando una dilación innecesaria en clara transgresión
al deber de trato digno debido a los consumidores (arts. 1.071 C.C. - 8 bis ley 24.240. -
10 C.C.C.N.).
Luego, entró en el análisis de los rubros reclamados:
En primer lugar, abordó el reclamo de la actora, de $ 11.316 en concepto de daño
material, comprensivo del costo del dispositivo y las erogaciones efectuadas que detalla
(gastos notariales, cartas documento y fotocopias).
Tuvo por probado, con la prueba documental de fs. 2/26m las erogaciones efectua-das
por el accionante, no sólo el costo del equipo, sino también los diversos gastos realiza-
dos para el reconocimiento de sus derechos. En consecuencia, admitió el rubro por la
suma peticionada.
En segundo lugar, examinó la procedencia del daño moral, por el cual la actora re-
clamó $ 20.000.
Juzgó que, las pruebas colectadas dieron cuenta de: Las iniciales consecuencias
dis-valiosas generadas por la información proporcionada acerca de las características
del pro-ducto pudieron ser solucionadas por la empresa a través de una respuesta pronta
y concreta a los reclamos posteriores; el actor debió tolerar que la compañía telefónica
no atendiera sus reiteradas peticiones de dar solución al problema, transitando un
tortuoso sendero para obtener el reconocimiento de sus derechos; las prácticas
desgastantes que debió enfrentar, distrayéndolo de otras actividades cotidianas,
particularmente, luego de concurrir perso-nalmente a la sucursal de la empresa ubicada
en el Mendoza Plaza Shopping, fue derivado al service oficial Sony, al que debió
concurrir en numerosas oportunidades sin obtener de parte de éste una solución; quedan
acreditados los infructuosos intercambios epistolares tanto con el fabricante como con
el proveedor, y las estériles instancias transcurridas ante la Dir. de Defensa del
Consumidor.
Tuvo presente lo dispuesto por el art. 1.741 C.C.C.N., a efectos de estimar una
suma que permita mitigar el daño. Determinó, teniendo en cuenta tales parámetros y las
circuns-tancias del caso, que el rubro debe estimarse en la suma de $ 10.000, la cual
posibilita ac-ceder a gozos sustitutivos de la lesión extrapatrimonial, que en cierta
medida reparen las afecciones espirituales sufridas.
Finalmente, dio tratamiento al reclamo por daño punitivo que la actora promueve, sin
cuantificarlo (art. 52 bis de la Ley de Defensa del Consumidor). Consideró que las con-
ductas de la prestadora del servicio de telefonía móvil reseñadas, tienen entidad para
justifi-car la aplicación de la sanción presentada, teniendo en cuenta especialmente que,
el obrar de la empresa trasluce un desinterés notorio por la suerte del reclamo
instaurado por el usuario, librado a su suerte a más de dos años de la adquisición del
dispositivo con que aún no cuenta. Citó jurisprudencia. (SCJM, Fallos 331:819).
Determinó los intereses de condena según el siguiente detalle: a) Montos acordados por
daño moral ($ 10.000) y daño punitivo ($10.000), fijados al momento del dictado de la
sentencia, tasa del 5% anual prevista en la ley N° 4.087 desde la fecha de la misiva de
fs. 39 (5/05/2.015) hasta la fecha de la sentencia, de allí en adelante, los intereses
fijados re-cientemente por el plenario “Citibank en J. Lencinas” de la S.C.J. hasta el
efectivo pago. b) Montos por daño material ($ 11.316), desde la fecha de cada una de
las erogaciones (fs. 36 y ccs.), devengan intereses moratorios de conformidad al art. 768
in c) C.C.C.N. -tasa acti-va cartera general nominal anual vencida a treinta días del
BNA (T.N.A.)- hasta el 30 de octubre de 2.017. A partir de esa fecha, tasa para la línea
de préstamos personales del BNA, denominados Libre Destino a 36 meses. (S.C.J. in
re “CITIBANK”)
II.- A fs. 207/214 expresa agravios la demandada apelante.
En primer lugar, niega que las propuestas conciliatorias en sede administrativa impli-
quen un reconocimiento de infracción a la LDC, como dice la sentencia. Dice que una
inter-pretación como la referida destruye el sistema construido por la LDC para resolver
en forma ágil cuestiones como las planteadas en este juicio.
Alega que, la conducta de su parte ante la denuncia del consumidor, de investigar si es
cierta, y enviar el equipo al servicio técnico oficial para que emita su dictamen, no es
renuente como dice el fallo, sino normal y eficiente. Agrega que, el envió a los técnicos,
como la trami-tación en defensa del consumidor haciendo propuestas conciliatorias, no
son un sendero tor-tuoso, como afirma la juzgadora, sino el ejercicio de derechos
constitucionales que le asisten a su parte, como el debido proceso, entre otros, además
de que –insiste- se trata del camino pre-visto por la legislación vigente.
Remarca que, según surge del expediente administrativo AEV, la accionante no logró
que la Dirección de Defensa del Consumidor, aplique una multa a AMEX por la
denuncia efectuada.
Por otra parte, se agravia de la valoración de la prueba realizada en la sentencia.
Afirma que, su parte probó con la experiencia de fs. 146, que con uso idóneo, y
cum-pliendo estrictamente las condiciones del manual (fs. 26), el equipo es resistente al
agua.
Denuncia que, la senteciadora descalificó la experiencia realizada en el proceso,
pero no aportó ningún control o variante, contradiciendo lo resuelto por esta Cámara a
fs. 140 vta., punto 2). Agrega que, la prueba referida cumplió con todas las condiciones
de uso del equipo, y que éste se utilizó en dicho momento como propone la propaganda.
Señala que, el accionante no presentó pruebas objetivas del uso adecuado o no
del ce-lular.
Plantea que, a su parte le resulta imposible probar un hecho negativo, es decir,
que el conductor no usó ele quipo en forma adecuada, pero sí que, usando uno similar
en condiciones correctas, no registra daño.
Como conclusión, manifiesta que la actora no pudo probar que el equipo no
cumple con lo que expone la propaganda, la cual –refiere- no fue engañosa ni implicó
un incumpli-miento del deber de información.
III.- A fs. 217/221 contesta traslado el actor, solicitando se rechace el recurso
inter-puesto, por las razones que expone y a las que remito en honor a la brevedad.
IV.- A fs. 224 toma intervención el Sr. Fiscal de Cámaras (Ley 24.240).
V.- La solución.
a.-En forma previa cabe recordar que tanto la Suprema Corte de Justicia de la Nación
como la doctrina tienen dichos que los jueces no están obligados a analizar todas y cada
una de las argumentaciones de las partes, sino tan sólo aquéllas que sean conducentes y
posean relevancia para decidir el caso (ver Corte Sup., Fallos: 258:304; 262:222;
265:301; 272:225; FASSI YAÑEZ, “Código Procesal Civil y Comercial de la Nación,
Comentado, Anotado y Concordado”, T° I, p. 825; FENOCCHIETO ARAZI, “Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación. Comentado y Anotado”, T 1, p. 620).
Asimismo, en sentido análogo, tampoco es obligación del juzgador ponderar todas las
pruebas agregadas, sino únicamente las que estime apropiadas para resolver el conflicto
(art. 386, in fine, del ritual; Corte Sup., Fallos: 274:113; 280:3201; 144:611).-
Considero pertinente aclarar también, que los jueces no se encuentran obligados a
ponderar una a una exhaustivamente las pruebas agregadas a la causa, sino sólo aquellas
que consideren conducentes para fundar sus conclusiones, ni tampoco a tratar todas las
cuestiones, ni analizar los argumentos utilizados, que a su juicio son decisivos. (Tercera
Cámara de Ape-laciones en lo Civil y Comercial de Mendoza, expte. N° 122.215,
“Ochoa – Jurado p/Daños y perjuicios”, 19/11/1.990, LS 066 – 020; Quinta Cámara de
Apelaciones en lo Civil y Comer-cial de Mendoza, 17/12/1.999, expte. N° 4.290,
“Rodríguez, Manuel y ot. c/Liliana Cilia y ot. p/Daños y Perjuicios”, LS 013 – 385);
agrego que, en este orden de ideas, aunque en el marco de la técnica propia de los
recursos extraordinarios, la Corte de la Provincia ha dicho que “el juez es soberano para
decidir y definir cuáles elementos de juicio apoyan la decisión, no está obligado a
considerar todos los medios rendidos, sino sólo los elementales para fundar apro-
piadamente la decisión, según el principio de la sana crítica racional y el juego de las
libres convicciones. Sólo le está vedado apoyarse en las íntimas convicciones. Existe
omisión de prueba decisiva, cuando se ha ignorado, olvidado o preterido un medio de
prueba y que ese olvido o no consideración tenga tal entidad, que de haberlo evaluado,
la decisión hubiese sido sustancialmente diferente en la solución del conflicto”.
(Suprema Corte de Justicia de Mendo-za, Sala I, 30/10/2.007, expte. N° 89.253,
“Civelli, Néstor Hugo en J° 109.529/38.442 Civelli, Néstor Hugo c/Bradagnolo, Adrián
P/Daños y Perjuicios S/Inc.”, LS 382 – 241).-
b.- El artículo 1 de la ley consumeril entiende por consumidor o usuario “a toda perso-
na física o jurídica que adquiere o utiliza bienes o servicios en forma gratuita u onerosa
como destinatario final, en beneficio propio o de su grupo familiar o social”. Santarelli,
Fulvio G. en “Ley de Defensa del Consumidor Comentada y Anotada”, Directores
Picasso y Vazquez Fe-rreyra, T. I, La Ley, Bs. As., 2009, pág. 33).-
En autos se presenta un vínculo entre las partes alcanzado por las normas tuitivas cita-
das (art. 3 de la ley 24.240 y sus modif.) que -como se dijo- determina la aplicación de
ese estatuto que, en rigor, regula lo que la propia Constitución Nacional denomina
“relación de consumo” (CN 42), y sus disposiciones afectan no sólo normas de derecho
civil, sino también comercial, procesal, administrativo, penal, etc,”…para
comprenderlas e integrarlas sistemáti-camente” (Kemelmajer de Carlucci, Aída y
Tavano de Aredes, María. “La protección del con-sumidor en el derecho privado”,
Derecho del Consumidor 1991, Nº 1 página 11)”.
El derecho a la información que posee el consumidor consagrado constitucionalmente
en el artículo 42 de la Constitución Nacional también se encuentra previsto
expresamente en el artículo 4 de la ley 24.240, en donde se dispone que ...El proveedor
está obligado a suminis-trar al consumidor en forma cierta, clara y detallada todo lo
relacionado con las características esenciales de los bienes y servicios que provee, y las
condiciones de su comercialización. La información debe ser siempre gratuita para el
consumidor y proporcionada con claridad nece-saria que permita su comprensión... .
El deber de informar en las relaciones de consumo tiene un fundamento constitucional
en el respeto de la libertad, la que se vería afectada ante la ausencia o insuficiencia de
infor-mación con una incidencia disvaliosa en el discernimiento, por ello, debe darse
una eficiente información de modo tal que el consumidor tenga capacidad de
discernimiento libremente intencionado direccionado hacia la finalidad perseguida en la
contratación.-
Como lo ha señalado el Dr. Galdós, el consumidor integra la categoría de los débiles
jurídicos en el marco de la sociedad contemporánea posmoderna y globalizada,
notablemente influenciada en sus relaciones jurídicas por la economía de mercado.Los
consumidores, aun-que cuantitativamente mayoritarios, ya que "todos somos
consumidores", constituye una mi-noría cualitativa por su vulnerabilidad e inferioridad
técnica fáctica y jurídica frente al poder de las empresas especialmente las mega
empresas, prestadoras productoras de bienes y servi-cios (Responsabilidad civil por
daños al consumidor en C. Civil Comercio de Bueres -Highton, tomo 3 "B", Pág 296).
En materia de carga probatoria, la Ley de Defensa del Consumidor trae innovaciones
como consecuencia del régimen protectorio allí establecido y en los casos en los que los
con-sumidores promueven acciones judiciales en defensa de sus derechos, son
admisibles todos los medios de prueba sin que corresponda la inversión de la carga de la
prueba en perjuicio de ellos. Asimismo, el juez debe evaluar el comportamiento de las
partes para poder determinar si actuaron de buena fe, no incurrieron en abuso de
derecho y si cumplieron con las obligaciones impuestas a su cargo por las disposiciones
vigentes. Y cuando no tenga elementos de convic-ción suficientes para tener por
verificados o no los hechos discutidos, deberá interpretar el contrato en la forma más
favorable al consumidor. (Barbado, Patricia "La tutela de los consu-midores y las
consecuencias procesales de las relaciones de consumo", Revista de Derecho Privado y
Comunitario, Consumidores, Ed.Rubinzal-Culzoni, 2009-1, pág.210).
El deber de conducta de aquel que omite u obstruye la producción de la prueba necesa-
ria, cuando se encuentra en mejor posición de aportar certeza sobre su veracidad, ha
tenido recepción legislativa en la reforma de la Ley de Defensa del Consumidor
introducida por la ley 26.361. Allí, el nuevo tercer párrafo del art. 53 dispone que: Los
proveedores deberán aportar al proceso todos los elementos de prueba que obren en su
poder, conforme las caracte-rísticas del bien o servicio, prestando la colaboración
necesaria para el esclarecimiento de la cuestión debatida en el juicio.
Claramente se aprecia que reviste vital importancia el deber de conducta de las partes,
que determina que si existe un hecho controvertido, respecto del cual una de las partes
se en-cuentra en mejor posición de aportar certeza sobre su veracidad, resulta entonces
que si aquél omite u obstruye la producción de prueba necesaria, podrá presumirse
judicialmente que tenía razón la contraria respecto del acaecimiento o no del hecho en
cuestión (argto. doct. Luis R. J. Sáenz, en obra colectiva "Ley de Defensa del
Consumidor. Comentada y Anotada", Picasso - Vázquez Ferreyra Directores, Ed. La
Ley, Tomo I, Bs. As., 2009, pág.453).
Este deber de conducta tuvo recepción legislativa en la reforma de la Ley de Defensa
del Consumidor introducida por la ley 26.361. Allí, el nuevo tercer párrafo del art. 53
dispone que: "Los proveedores deberán aportar al proceso todos los elementos de
prueba que obren en su poder, conforme las características del bien o servicio,
prestando la colaboración necesaria para el esclarecimiento de la cuestión debatida en el
juicio".
En este artículo se incorporan al proceso de consumo las reglas del solidarismo proba-
torio o sistema de la carga dinámica probatoria, poniéndose en cabeza del proveedor la
carga de aportar todos los elementos probatorios en su poder pues, en la gran mayoría
de los casos, es éste quien cuenta con un mayor caudal de información sobre los
extremos de la operatoria (argto. doct. Calderón, Maximiliano - Cornet, Manuel -Tinti,
Guillermo "Proceso Judicial de Consumo", LLC 2009, 459).
En consonancia se ha resuelto que ".el principio de las "cargas probatorias dinámicas"
son llevadas a su máxima expresión pues, el proveedor tiene una obligación
legal:colaborar con el esclarecimiento de la situación litigiosa; y en consecuencia, todo
silencio, reticencia o actitud omisiva, se constituirá en una pauta que afectará dicha
obligación legal con la conse-cuente presunción de certeza sobre la versión que sustenta
la pretensión del consumidor." (Es-ta Cámara y Sala, en la causa N°152.175 "Moreno,
Blanca Mabel c/ AMX Argentina S.A. s/ reclamo de autos de particulares", sent. del 21-
02-2013; Juzgado Civil y Comercial N°5 de San Nicolás, en la causa "Taborda, Pablo
Alcides c/ AMX Argentina S.A. s/ Daños y perjui-cios" sent. del 10-04-2012).
En las presentes actuaciones conforme lo señala la juez de primera instancia ha que-
dado debidamente acreditada la operación de compraventa celebrada entre las partes
actora y demandada, por la cual la primera adquirió el teléfono individualizado en la
factura que obra en copia a fs. 17. Las actuaciones notariales labradas por la Esc. Ana
Daniela Linares, obrantes en copia a fs. 18 y ss., plasman la publicidad en la página web
oficial de la accionada del dis-positivo adquirido. Las mismas reproducen los textos e
imágenes de la misma; puntualmente en lo que aquí interesa, expresan en tipografía
destacada “No dejes de hacer fotos bajo el agua. Con el XP Z1 resistente al agua puedes
hacer fotos mientras te bañas en agua dulce durante un máximo de 30 minutos, incluso
puedes sumergirlo hasta un metro y medio de profundidad”. En términos análogos,
tanto la captura de pantalla del anuncio de la empresa obrante en la actuación notarial –
fs. 30- como la que acompaña el accionado a fs. 152 describen en forma textual
“XPERIA Z1. SUMERGIBLE”, conjuntamente con una fotografía del dispositivo bajo
el agua.
La demandada invoca que el actor realizó un uso inidóneo del equipo, sin embargo en
las actuaciones administrativas el actor relata que utilizó el teléfono del modo ofrecido
y como consecuencia de ello dejó de funcionar.-
Para probar ello realiza en las dependencias del tribunal la prueba de sumergir el dis-
positivo en una jarra de agua. Mas allá de los reparos que expuso el actor antes de
comenzar la prueba debo decir que comparto la conclusión de la juez de grado en
cuanto considero que a través de ésta prueba no pueden seriamente rebatirse los
categóricos términos de la publicidad del producto y mucho menos que de la misma
surja que los desperfectos del equipo sean atri-buibles a un uso inidóneo. No sólo que el
equipo no funcionó conforme a lo publicitado sino que después de ocurrido el
desperfecto del mismo la empresa no dio una solución adecuada a los reclamos del
actor.-
La demandada abroquela su defensa en el uso inidóneo del equipo por parte actor, cir-
cunstancia que a mi entender no ha logrado probar en las presentes actuaciones, ya que
la prueba rendida en el Tribunal luce insuficiente.-
Por lo expuesto y teniendo en cuenta los principios del régimen consumeril entiendo
que la sentencia de grado es ajustada a derecho y merece ser confirmada.-
Por ello y si mi voto es compartido por mis colegas propiciaré el rechazo del recurso en
trato y la confirmación de la sentencia en crisis.-
Así voto.
Las Dras Miquel e Isuani adhieren, por sus fundamentos, al voto que antecede.
Sobre la segunda cuestión propuesta la Sra. Juez de Cámara Alejandra Orbelli dijo:
Las costas de alzada deben imponerse a la apelante vencida (arts. 35 y 36 del C.P.C.).-
Así voto.
Las Dras Miquel e Isuani adhieren, por sus fundamentos, al voto que antecede.
Con lo que se dio por concluido el presente acuerdo dictándose sentencia, la que en su
parte resolutiva dice así:
SENTENCIA
Mendoza 27 de junio de 2018
Y VISTOS: lo que resulta del acuerdo precedente, el Tribunal RESUELVE:
Y VISTOS: Lo que resulta del acuerdo precedente, el Tribunal RESUELVE:
1°.- Desestimar el recurso de apelación de fs. 198 y en consecuencia confirmar la sen-
tencia de fs. 191/197 en todas sus partes.-
2°.- Imponer las costas de alzada a la parte apelante vencida (Art. 36 del C.P.C.).-
3°.- Regular los honorarios de la segunda instancia a los Dres. Emilio Colombo Man-
lis, Cintia Gramari, Mauricio Moyano y Carlos Vallejo, en las respectivas sumas de
Pesos ochocientos setenta y siete ($ 877), Pesos un mil setecientos cincuenta y cuatro ($
1.754), Pe-sos un mil doscientos cincuenta y tres ($ 1.253) y Pesos dos mil quinientos
seis ($ 2.506) a cada uno (arts. 19, 15, 4 y 31 ley 3641) más I.V.A. respecto de los
profesionales que acrediten su condición de responsables inscriptos ante la A.F.I.P. a
cargo de la parte demandada.-
NOTIFÍQUESE. BAJEN.

Dra. Alejandra Marina Orbelli -Juez de Cámara-

Dra. Silvina MIQUEL -Juez de Cámara-

Dra. Marina Isuani -Juez de Cámara-

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