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PRICUAM

¿ POR QUÉ LOS DIOSES ?

Desde el principio de los tiempos, el humano sintió la necesidad de creer en unas


fuerzas desconocidas a las que achacar los sucesos extraordinarios que se desarro-
llaban en su entorno.

Las tormentas, los huracanes, los terremotos, las lluvias torrenciales, las sequías,
eran manifestaciones de algo, suficientemente poderoso, como para producir estos
fenómenos.

Algo mas poderoso que él y por tanto diferente.

Y trataron de interpretar las fuerzas naturales y los fenómenos inexplicables de


la manera que les pareció más lógica, fieles siempre a la finalidad de las cosas, que
partía del respeto que guardaban hacia los seres superiores que mandaban y domi-
naban el destino del universo.

Aun hoy, en muchas poblaciones indígenas del planeta que viven en forma casi
primitiva, (aborígenes australianos, pueblos nativos africanos, inuit...) los relatos
relacionados con la creación, se asocian a seres mitológicos, a dioses bondadosos, a
animales sagrados que residen en un mundo superior y que a partir de su obra o de
su propio sacrificio, dan lugar al origen del mundo tal y como lo conocemos. Gene-
ralmente, parten de un tiempo anterior o de un mundo pasado donde imperaba la
oscuridad o donde dominaban las aguas.

En muchas de estas cosmogonías, aparece ese ser supremo el cual ha existido


desde siempre, ya que nunca fue creado sino que siempre estuvo ahí. Ese ser supe-
rior creó la tierra y le dio la forma actual , además, es el creador de la vida (plan-
tas, animales e incluso seres humanos). En esta ingente tarea, ese dios o ser supre-
mo puede contar con la ayuda de otros seres sobrenaturales y divinos, aunque de
rango menor.

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Y a esos seres superiores le dieron nombre y le llamaron dioses

La divinidad que más venerada fué en los años de la prehistoria, era la Tierra.
Sobre la tierra pisó firmemente por vez primera el hombre y se nutrió de sus
frutas. Los pueblos del Mediterráneo identifican a la diosa Tierra con la diosa de la
fecundidad, que, según representan las estatuillas de la época halladas era una mu-
jer desnuda de pechos y caderas demasiado anchas, rasgo muy característico de la
diosa de la fertilidad. Así el cultivo de la tierra fue estrechamente asociado con los
ritos religiosos.

Hasta el comienzo del monoteísmo de Akenathon, origen de las religiones del li-
bro, todos los pueblos contaban con una larga lista de dioses, cada uno con un co-
metido especifico.

Para divulgar el origen, fundamentos y preceptos exigidos por cada dios, surgie-
ron las leyendas, explicando el lugar del ser humano en el Universo y además, impo-
niendo determinadas normas para su comportamiento y preservación de las tradi-
ciones.

Al ser divulgadas de forma oral, estas leyendas requerían ser contadas como
atractivos relatos, no carentes de cierta fantasía, que propiciaban la escucha agra-
dable y un fácil recuerdo que facilitaban su repetición, generación tras generación.

(En este capitulo habia dos dibujos muy bonitos, que han sido eliminados)

LOS DIOSES DE LA ANTIGUA GRECIA

De todas estas leyendas, las procedentes de la Grecia clásica son las mas conoci-
das, gracias, en gran parte, a existir escritos que permitieron su estudio y a su asi-
milación y difusión durante el Imperio Romano.

La religión griega se basó sencillamente en la mitología, que se caracterizó por su


talante sincrético, ya que incorporaba en sus relatos, elementos de diversas cultu-
ras, por lo que podemos encontrar en los mitos griegos un gran número de dioses
pertenecientes a épocas y lugares distintos y en algunas ocasiones, los dioses se
confunden y un mismo suceso presenta varias versiones.
Los griegos decían del mito:

“he aquí el relato de lo que no ha existido jamás y que sin embargo fue, es y será.”

En esta religión politeísta, se recoge el origen del mundo, el origen de los dioses, el
origen del hombre y la organización social.
Cualquier fenómeno y elemento de la naturaleza, así como las principales activida-
des económicas, quedaron representados por divinidades con apariencia humana.

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Entre estas divinidades, que moraban en el monte Olimpo, se formaron complejas
relaciones y vínculos que son la base de la mitología griega.
Elemento característico de los relatos sobre el origen del mundo, es que su ordena-
ción no se produce instantáneamente, sino que pasa por fases intermedias hasta que
el desorden desaparece.

Hesiodo (famoso entre los griegos de su tiempo por haber organizado la genealogía
de los dioses) distingue en su teogonía hasta cuatro fases:

• Una primera fase que parte de la existencia de Caos y después de la Tierra,


Eros, el Cielo y la primera generación divina.
• En la segunda fase describe la castración del Cielo por su hijo Cronos.
• En la tercera Zeus se libra de ser devorado por su padre Cronos y toma el
poder.
• En la cuarta fase y final, narra la batalla de Zeus y otros dioses contra los
Titanes.

(Esta teogonía en forma de poema, a la que haremos mención varias veces se pue-
de leer en el Apéndice I que está aparte porque es muy larga)

LA CREACIÓN DEL MUNDO SEGÚN LA MITOLOGÍA GRIEGA

Primera generación de dioses

Al principio fue el Caos


Pero.... ¿qué, o quien era Caos?
Los autores clásicos nos dieron sus particulares interpretaciones. Dicho de otra
forma; Que no lo tenían claro.

- Hesiodo nos dice que lo primerísimo que “nació” fue Caos, por tanto debió exis-
tir algo antes.
- Para el filósofo Aristóteles en su Physica, el Caos era un sitio, un lugar, cuya
existencia era necesaria : (Hesíodo) dice: «De todas las cosas lo primerísimo que nació
fue Caos», porque es necesario que exista primero un lugar para las cosas que existen.
- Zenón, por el contario, piensa que ese Caos debe ser agua.
- Pseudo Platón en su obra Axioco, lo situó en el infierno: En cuanto a aquellos que
han orientado su vida por el camino de los crímenes, son llevados por las Erinias al Érebo y al
Caos, a través del Tártaro.
- Para Apolonio de Rodas IV, aparece como una “sima negra” : Esta horrible noche
no la traspasaban las estrellas ni los rayos de la luna, sino que era una sima negra que se
abría desde el cielo o alguna otra tiniebla que emergía levantándose desde los más hondos
abismos.
-Para Ovidio el Caos era una forma desordenada, como reflejó en su obra Meta-
morfosis
Antes del mar y de la tierra, y del cielo que todo lo cubre

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en todo el orbe la naturaleza solo tenía un aspecto
al que se llamó Caos, una masa confusa y desordenada.

Incluso hay algunos autores, como Aristófanes o Eurípides, que ven al Caos como
un espacio, un hueco entre el Cielo y la Tierra.
- Aristófanes señaló en Aves : De este modo, cuando los hombres hagan sacrificio a
los dioses, como éstos no os paguen tributo, no dejaréis pasar el olor a muslos asados a tra-
vés del espacio y de una ciudad que no es suya.
- Eurípides, en Cadmo: a esta sede divina, en medio del cielo y de la tierra, algunos la
llaman Caos.

Dñª Maria tiene una teoría mas original: ¡¡ Mi despacho es el Caos !!

Fuese lo que fuese, (ser hueco. vacío infinito, previo a todo comienzo y que puede
contener todo. simple principio cósmico, pero sin carácter de divinidad) Caos es el
principio.

De Caos emergen los primeros entes al engendrar (el solito, sin ayuda de nadie) a :
• Gea o Gaia (la Tierra).
• Erebo (espacio situado debajo de la Tierra. la oscuridad)
• Nix o Nicte (la noche)
• Tártaro (el mundo subterráneo)

Por su parte Gea (la Tierra) (tambien sin ayuda) engendró otros entes :
• Uranos (Uranos Asteroeis. el Cielo Estrellado)
• las Montañas
• el Mar (el Ponto)
• la Luz
• las Ninfas

Después, también emergente de Caos, aparece Eros, que ya no es un elemento, ni


una materia, sino que es un dios, cuya aparición es precisa para que esas divinidades
anteriores puedan practicar el sexo para engendrar al resto de las divinidades:
...habiéndose unido en amorosa coyunda...
(Hesiodo – verso 125)

Y así, de la unión sexual de Erebo y Nix nacen otros entes:


• Hémera (la luz del día)
• Eter (el aire)
(no tienen un papel importante en la mitología)
• Y Caronte (el barquero de los infiernos) que ya es un “ser” y no “en-
te”.

Hémera (el día) y Nix (la noche) ocuparon el espacio sobre la tierra
Eter (el aire) se situo encima de estas en la parte mas luminosa

A Nix (la noche) debió gustarle la cosa, pues también engendro a:

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• Tánato (la muerte natural)
• Hipno (el sueño)
• Moros (la suerte)
• Las Keres (seres femeninos que representan la muerte violenta y la des-
trucción)
• Oniro (los sueños)
• Momo (el sarcasmo)
• Némesis (la venganza)
• Oizís (la angustia)
• Éride (la discordia)
• Geros (la vejez)
• Las tres Moiras (las Parcas, en latín) que en otros autores conside-
ran hijas de Zeus y de Temis, lugar donde veremos sus funciones.

......y muchos más, sin que se diga quien fue “el otro”

Gea (que había creado entes sin ayuda), decidió sacarle partido a Eros y se “lió”
(en plan pareja de hecho) con algo de su creación: Uranos.

De esta unión nace otra generación de dioses:


• Ciclopes (Gigantes de un solo ojos, de temperamento horrible.)
o Brontes,
o Estérope
o Arges
• Hecatónquiros (Centimanos). (Con cien brazos y cincuenta cabezas.)
o Cotto,
o Briareo
o Gíes
• Titanes y Titanides (Titanes y Titanas según traducción “moderna”)
o Océano Tetis
o Hiperión Tía
o Ceo Febe
o Crío Euribia
o Japeto Climene
o Cronos Rea

Estos Titanes y Titanides, generalmente representan fuerzas elementales de la


naturaleza. A través de estas fuerzas rudimentarias y brutales la mitología evolu-
ciona dando lugar a una generación de fuerzas más depuradas, representadas por
los dioses Olímpicos. ante las cuales, como veremos, los dioses primitivos se replie-
gan.
Y con estos tres grupos de descendencia, ya tenemos los elementos para el des-
enlace del proceso cosmológico.
Porque resulto que:
“Uranos, en la sencillez de su fuerza primitiva, no conoce más actividad que la
procreadora. Extendido sobre toda Gaia, la cubre por completo en una interminable
noche de incesante efusión. Este amor y constante desbordamiento, convierte a

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Uranos en aquel que "esconde a Gaia", "esconde a sus hijos en el lugar mismo don-
de los concibió", es decir, en el seno de Gaia, quien gime ahogada en sus profundi-
dades Uranos, el progenitor, bloquea el curso de las generaciones, impidiéndole a
sus pequeños acceder a la luz, perdido de amor, pegado a Gaia, lleno de odio por
sus hijos, quienes al crecer podrían interponerse entre ellos dos; expulsa a aquellos
a quienes concibió a las tinieblas del prenacimiento, al seno mismo de Gaia. El ex-
ceso de su desbordada fuerza sexual inmoviliza a las generaciones.
Ninguna nueva generación puede aparecer mientras se perpetúe este incesante
engendramiento que Uranos lleva a cabo sin tregua al estar unido a Gaia. No per-
mite que haya un espacio encima de ella ni un espacio de tiempo en el que puedan
nacer, una tras otra, las razas de nuevas Divinidades.”

Esta forma metafórica, que como es fácil adivinar, esta elegantemente escrita
por una persona fina y educada, contrasta con lo que diría un patán burdo y taber-
nario, que seria algo asi como: “No paraba el tío”.
Muy basto, pero se comprende al instante que la prole de Uranos no pudiera na-
cer y permaneciera siempre en el vientre de Gea.
Y se comprende también que Gea, angustiada por tener a sus hijos dando la lata
en su vientre e indignada por una existencia de esclava, prepare una treta para
cambiar las cosas.
Fabrica una hoz que ofrece a sus hijos para castigar al padre.
Pero los niños, mucho Ciclope, mucho terribles Cien-brazos, mucho Titanes, pero
a la hora de la verdad se echaron a temblar y a dudar y si no llega a ser por el ulti-
mo, Cronos, al que se describe como “...de corazón audaz y astucia maliciosa” allí
estarían todavía.

Menuda prenda debía ser el dichoso Cronos.


Sin la mas minina vacilación, de un solo tajo, corto los órganos genitales del pa-
dre.
Este acto de violencia tendrá consecuencias cósmicas decisivas.
Del bote que pegó para atrás Uranos, se alejara para siempre el Cielo de la Tierra
y quedara fijo en la cima del mundo. El techo del mundo, se decía hasta hace pocos
siglos.

Uranos ya nunca más se unirá a Gea. Ni para producir seres primordiales ni para
nada.
Al menos de forma directa, porque, de los goterones de la sangre de Urano que
manaban del corte y que cayeron sobre Gea, nacieron:
• Furias o Erinas demonios de la justicia y la venganza
• Gigantes con pies en forma de serpientes. Son muchos y sirvieron para que
Zeus se luciera en la guerra llamada Gigantomaquia

Y de los genitales de Uranos, que Cronos arrojo despectivamente por encima del
hombro cayendo al Ponto (el Mar) , tras mucho batirse el esperma de Uranos con la
espuma de mar nace Afrodita diosa del amor y la belleza

Una vez alejado Uranos, y para no aburrirse, Gea (la Tierra) decidió unirse a Ponto
(el mar) y de esta union tenemos a una serie de dioses marinos de poca relevancia a
los que se les conoce por ser padres de alguien o casarse con alguien :

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• Taumante que caso con Electra
• Forcis que al parecer caso con Ceto de donde nacieron las Gorgonas
• Euribia madre de Palante, Astreo y Perses
• Nereo dios de las olas. Padre, con Doris, de las nereidas
• Ceto personificación de los peligros del mar

SIGAMOS CREANDO EL MUNDO

Los dioses Olimpicos

Océano, como primogénito, tenia el derecho de tomar el mando de la cosa esta de la


creación y no tenia muchas ganas de soltarlo. Pero Gea que adoraba a su hijo Cro-
nos, agradecida, claro está, por el favor recibido, intercedió para que Océano re-
nunciara a este derecho a favor de Cronos.
¡ Ya sabemos como son las madres ¡. Insistió, insistió, insistió, .... hasta que Océano
harto de tanta insistencia acabo cediendo, pero con una condición: Debía matar a
todos sus descendientes para que algún día el poder recayera de nuevo en él o sus
descendientes si muriese Cronos.
Cronos accedió a toda prisa, porque .....si eran inmortales. ¿Cuando iba a ocurrir
eso?.
Y ya tenemos a Cronos gobernando el mundo.

Cronos casó con su hermana Rea (ya hemos dicho que estos Titanes y Titanides
iban siempre en parejas, así que esto debió ser en plan mas formal )
Y de esta unión nacieron :
• Hades (la morada de los muertos)
• Demeter (diosa de la agricultura)
• Poseidón (dios de los mares y océanos y tambien de los terremotos y caballos)
• Hestia (diosa del fuego que da calor y vida a los hogares)
• Hera (diosa del matrimonio)
• Zeus (el mandamas de los dioses)

Son llamados Los Olimpicos

Es sabido, a poco que se lea la historia antigua, que uno de los métodos favoritos
para acceder al trono, consistía en cargarse al Rey y sustituirlo.
Y Cronos, que ya tenia experiencia en el asunto, -y poniendo como excusa la pro-
mesa que le hizo a Océano-, decidió que la mejor forma para evitar eso, no era el
procedimiento de Uranos, (que como hemos visto, fue ineficaz y además le salió
caro). Lo mejor – pensó él - era comerse a sus hijos a medida que iban naciendo, ya
que, al ser sus vástagos inmortales no tenia otra forma de hacerlos desaparecer.

...y los iba devorando el gran Crono


y a fin de que ningún otro de los ilustres Uránidas
ostentara entre los inmortales la regia dignidad.

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Y es que se había enterado,
por boca de Tierra y de Cielo estrellado,
que su destino era verse sometido por un hijo suyo.
(Hesiodo - Versos 459 y siguientes)

Y así lo hizo con los cinco primeros.


Pero de nada le sirvió tanta precaución, porque Rea dio a luz en secreto a Zeus, y
decidida a engañar a Cronos, en vez de entregarle el bebe, le dio una piedra gorda
envuelta en pañales.
Cronos, de cuyo paladar hay mucho que discutir, se trago la piedra y el engaño, y así
Rea pudo salvar a Zeus enviándolo en compañía de las Ninfas para que lo criaran,
cosa que hicieron ayudadas por la cabra Amaltea que lo amamanto y de camino creo
una leyenda muy bonita..
(Por cierto, que hay que ser mal padre para no distinguir a tu hijo de una piedra.)
Cuando Zeus creció, y con la ayuda de las amistades de su madre, (ya entonces se
usaba este sistema para entrar de funcionario) fue nombrado copero de Cronos y
un buen día, le dió una bebidas mezclada con una pócima que su mujer, Metis, le
había proporcionado.
Algo así como un cubata de garrafón, pero a lo bruto.
Como seria la dichosa pócima, que Cronos, capaz de tragarse una piedra, (con paña-
les y todo) sin necesidad de bicarbonato, empezó a vomitar lo que no hay en los es-
critos, empezando por la piedra y siguiendo por sus hijos, hasta llegar a la primera
papilla.
Exhausto tuvo que quedar Cronos para no meterle mano a Zeus allí mismo, pero
cuando se repuso, observando indignado que Zeus tenia en sus manos los símbolos
del poder, que en agradecimiento le habían entregado sus hermanos liberados, de-
cidió pedir ayuda a sus hermanos los Titanes (y Titanas, que no se nos olvide, por-
que se enfadan)

Y comenzó la Titanomaquia, que asi se denomina la guerra desatada entre los Tita-
nes por un lado, capitaneados por Atlante - un hijo de Japeto - y los Olímpicos, Cí-
clopes y Hecatonquiros (tambien apodados Cienmanos) por el otro.
No obstante, de la generación de los titanes, no todos estuvieron de parte de Cro-
nos. Por ejemplo Océano (que se la tenia guardada a Cronos), Epimeteo y Prometeo,
(también hijos del Titán Jápeto), se pusieron del lado de Zeus entregándole, según
se cuenta, importante apoyo.
Otra que se puso de parte de Zeus fue la Oceánide Éstige y sus numerosos hijos.
En agradecimiento a su ayuda, Éstige recibió luego el privilegio de que los dioses
juraran en su nombre, lo que daba al juramento un valor absoluto.
Por su parte, los Cíclopes , que habían sido liberados de su prisión en el Tártaro,
dieron a Zeus sus armas: el trueno, el relámpago y el rayo, que quedaron para siem-
pre en su poder. A Poseidón el tridente y a Hades, el casco que absorbía la luz en
torno de él y lo hacía invisible.
Los tres Hecatónquiros, a falta de mejor armamento, lo hicieron a pedradas.

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Muchas piedras gordas, pues arrojaron con sus trescientas manos enormes rocas
contra los Titanes.
Esta guerra entre dos generaciones de dioses, que duró unos diez años, (dia mas,
dia menos) acabo con la victoria de los jóvenes Olímpicos encabezados por Zeus,
que arrojaron al Tártaro para siempre a sus rivales los Titanes, -Cronos el primero-
y le dio a los Hecatonquiros en encargo de vigilarlos.

Y Atlante, por haber empezado el jaleo, fue enviado:

“....a los confines de la tierra, hacia el Poniente, en las fronteras de la Noche


(Nicte) y del Caos, en donde las Hespérides guardaban las manzanas de oro.

En este lugar, fue condenado a llevar eternamente sobre sus hombros la bóveda
del cielo, mientras apoyaba sus pies en la tierra.”

Y Zeus se convirtió en el joven heredero de la primigenia generación de dioses.

Es el más sabio, posee cualidades superiores y representa a las fuerzas naturales.


Simbólicamente se quiere representar el triunfo de del espíritu y la justicia encar-
nados por los Olímpicos frente a la fuerza bruta de los Titanes, marcando así el
inicio de un nuevo ordenamiento del Universo.
Tras el triunfo, Zeus como dios justo y legitimo, es nombrado soberano por consen-
so de todos los dioses, repartiendo entre las divinidades el dominio de algunos es-
pacios: Hades dominaría el mundo subterráneo, Poseidón los océanos y el cielo sería
gobernado por él.
El Olimpo y la tierra quedaron como espacio para todos los dioses olímpicos. Así se
aseguró el gobierno sobre todo el cosmos

E instaron entonces, por supuesto, a que fuera rey y soberano


-por discretos consejos de Tierra- al Olímpico Zeus longitonante,
entre los inmortales. Y él distribuyó bien las dignidades.
(Hesiodo - 883 al 885)

Así relata Homero el sorteo, en palabras de Poseidón:


«Tres hijos varones nacieron de Cronos y Rea:
Zeus, yo y el tercero, Hades, que reina sobre los muertos.
El mundo se dividió en tres partes, una para cada uno de nosotros: a mí me tocó en
suerte habitar siempre en el mar que blanqueó la espuma; a Hades, en cambio, las
sombras y la niebla, y a Zeus el inmenso cielo, en el éter siempre entre las nubes, en
tanto que la Tierra y el Olimpo nos pertenecen en común a los tres».
Ilíada, XV, 187 ss.)

En una antigua ánfora griega se puede ver a los tres hermanos en el momento del
sorteo: Zeus tiene en sus manos el rayo, Poseidón el tridente y Hades el yelmo que
lo vuelve invisible.
El pintor del recipiente, al no poder representar la invisibilidad, nos lo muestra con
el rostro vuelto hacia la parte opuesta.

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La palabra hais, o haides o hades significa «invisible», y también «aquel que vuelve
invisibles a los demás». Allá abajo, en los Infiernos, estaba absolutamente prohibi-
do mirar a la cara a Hades o a su esposa Perséfone: quien transgredía esa prohibi-
ción se volvía, a su vez, invisible.

La Tifonomaquia
No pudo celebrar mucho la victoria porque surgió un pequeño problema familiar.
Gea que estaba triste por no haber podido disfrutar de la infancia de sus hijos, dio
a luz a otro retoño con la ayuda de Tártaro, al que pusieron por mal nombre Tifon.
Al parecer, tampoco pudo disfrutar con este, porque era feo con ganas
¡ Que cosa mas fea de niño, señoras y señores .... ¡.
¡ El mas espantoso y horrible de los dioses ..... ¡
En vez de una cabeza, tenia cien cabezas de dragón y de sus ojos, cuando miraba,
brotaban llamaradas. Y como tenia cien cabezas también tenia cien bocas de las que
salían los mas variados sonidos. Lo mismo silbaba con una y mugía como un toro con
la otra, que hacia ruidos enormes para entenderse con los dioses o maullaba como
gatito desamparado con otras. (En realidad se está queriendo representar a las
terribles fuerzas de la naturaleza.)
Estas fuerzas tenían muy asustadito al personal.
Tan asustados estaban todos, que Zeus harto también de las bravatas (1) de Tifón,
tuvo que tomar cartas en el asunto y comenzó la Tifonomaquia una guerra que fué
tan cortita que apenas se acuerda nadie de ella. (2)
La cosa se reduce a que un buen día Zeus se hartó y le lanzo uno de sus rayos mor-
tales (que era lo que tenia mas a mano) y acabó con el monstruo.

El relato que del encuentro hace el poeta tiene un aliento cósmico y es mas largo y
descriptivo:
Tronó reciamente y con fuerza y por todas partes terriblemente resonó la tierra, el
ancho cielo arriba, el ponto, las corrientes del Océano y los abismos de la tierra. Se
tambaleaba el alto Olimpo bajo sus inmortales pies cuando se levantó el soberano y
gemía lastimosamente la tierra. Un ardiente bochorno se apoderó del ponto de azula-
dos reflejos, producido por ambos y por el trueno, el relámpago, el fuego vomitado por
el monstruo, los huracanados vientos y el fulminante rayo. Hervía la tierra entera, el
cielo y el mar. Enormes olas se precipitaban sobre las costas por todo alrededor bajo

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Al parecer Tifón, según Apolodoro, le robo a Zeus las armas (ya sabe, el rayo el trueno..etc.) que
Zeus había escondido mientras se dedicaba a sus labores con Europa. Zeus se encuentra en desventaja
sin ellas. Para recuperarlas le pide ayuda a Cadmio que tocando la siringa, -una flauta regalo de Pan-
embelesa a Tifón mientras Zeus entra en la cueva donde están guardadas su armas y se hace de nuevo
con ellas.

2
Tal vez el hecho de que pase un poco como de puntillas, se debe a que, salvo Hesiodoto y Apolodoro,
ningún otro escritor considera el mito de Tifón como algo perteneciente al proceso cosmogónico. Tam-
poco se ponen muy de acuerdo sobre el nacimiento de Tifon. Unos dicen que fue engendrado por Gea y
otros que Hera fue su madre, la misma que lo entrego a la serpiente Piton para su custodia.

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el ímpetu de los Inmortales y se originó una conmoción infinita. Temblaba Hades, se-
ñor de los muertos que habitan bajo la tierra, y los Titanes, que sumergidos en el Tár-
taro rodean a Cronos, a causa del incesante estruendo y la horrible batalla. Zeus, des-
pués de concentrar toda su fuerza y coger sus armas, el trueno, el relámpago y el lla-
meante rayo, lo golpeó saltando desde el Olimpo y envolvió en llamas todas las prodi-
giosas cabezas del terrible monstruo. Luego que lo venció fustigándole con sus golpes,
cayó aquél de rodillas y gimió la monstruosa tierra. Fulminado el dios, una violenta lla-
marada surgió de él cuando cayó entre los oscuros e inaccesibles barrancos de la mon-
taña. Gran parte de la monstruosa tierra ardía con terrible humareda y se fundía igual
que el estaño cuando por arte de los hombres se calienta en el bien horadado crisol o
el hierro, que es mucho más resistente, cuando se le somete al calor del fuego en los
barrancos de las montañas, se funde en el suelo divino por obra de Hefesto; así en-
tonces se fundía la tierra con la llama del ardiente fuego. Y le hundió, irritado de co-
razón, en el ancho Tártaro.

Pero Zeus tuvo que afrontar una batalla más, para conservar el nuevo orden.

La Gigantomaquia
Gea vio con disgusto el castigo que había impuesto Zeus a sus hijos los Titanes y
además, pensando que los Olimpicos no la honraban como era debido honrar a una
abuela, decidió vengarse y engendró a los Gigantes.
Los Gigantes, como su propio nombre indica, eran seres enormes, tenían serpien-
te por cabellos, sus piernas eran serpientes y su cuerpo terminaba en cola de dra-
gón (o sea : serpiente también). Su apariencia provocaba estremecimiento, y eran
invencibles.
Apenas nacidos, iniciaron el ataque a los dioses del Olimpo, con antorchas encen-
didas, lluvias de rocas y árboles arrancados de raíz envueltos en llamas. Las monta-
ñas vibraron y las estrellas y el mar se convirtieron en un infierno.
Los dioses olímpicos se enfrentaron a la nueva batalla, con Zeus a la cabeza - ar-
mado del poderoso rayo y protegido por la égida, la mágica coraza que se hizo con la
piel de la cabra Amaltea -, apoyado además por Poseidón, Apolo, Hefesto (que tam-
poco eran mancos), las Moiras y Dioniso con su séquito y otros más.

Pero la gran protagonista en esta pelea fue Atenea, -de la que luego hablaremos-
que nació, durante los enfrentamientos, de la cabeza del dios Zeus.
No solo eso. Atenea además, emergió de su padre con ganas de pelea, completa-
mente armada, protegida por un yelmo y por un escudo redondo adornado con la
cabeza de Medusa. Nada más salir a la luz, dio muerte instantánea al gigante Palan-
te.
Cuentan los que lo vieron, que le dio tal patada donde mas duele, que lo tiro
p’atrás, y después lo remató
La Gigantomaquia duró mucho tiempo y habría durado más, si no hubiera sucedido
lo que predijeran las Moiras: que los Olímpicos conseguirían la victoria, a condición
de que un mortal fuera su aliado.
Y así fue.

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A su bando, se les unió Hércules, fuerte, bien plantado y muy trabajador, pero
mortal y con su ayuda, uno tras otro, los gigantes cayeron derrotados.
Nuevamente victorioso Zeus, queda como dominador del mundo y se acaba con el
desorden y destrucción de los tiempos de Cronos, simbolizando este triunfo un can-
to a la victoria del orden y de la razón, sobre los instintos y las pasiones
El mito de Cronos es probablemente anterior a la cultura griega y fue incorpora-
do luego a los indoeuropeos.

HIJOS, NIETOS, CUÑADOS Y DEMAS PARENTELA.

Para, no hacer pesada la relación de la creación del mundo, nos hemos limitado a
nombrar a los actores principales, que aunque les parezcan muchos, son una insigni-
ficancia comparados con sus descendientes y la amplia corte de dioses menores y
semidioses nacidos de la unión entre sus los dioses principales y los humanos, a lo
que contribuyo con gran dedicación el gran Zeus, al que dedicaremos un capitulillo
aparte.
Vayamos trazando el árbol genealógico, empezando con:

Los Titanes y Titanides:


Los Titanes eran seres que generalmente representaban fuerzas elementales de la
naturaleza. A través de estas fuerzas rudimentarias y brutales la mitología evolu-
ciona dando lugar a una generación de fuerzas más depuradas, representadas por
los dioses Olímpicos ante las cuales, los dioses primitivos se repliegan.

Los primeros fueron Océano y Tetis.


Océano representa el agua, como fuerza primordial, que rodea el mundo. No al mar,
sino al agua en si.
En unión con su hermana Tetis, engendraron Oceanidas, varones que representan a
los rios: el Nilo, el Erídano, el Aqueloo, el Haliacmón, el Gránico, el Simunte, el San-
gario, el Escamandro y asi hasta 3000 que dicen que fueron.
De entre ellos destacó Aqueloo, “el que ahuyenta el pesar” En algunas monedas se le
representaba como un toro con cabeza de hombre. También aparece como un anciano
con dos cuernos, pelo gris y barba hirsuta de la que constantemente mana agua.
Disputo la mano de Deyanira con Heracles, primero convirtiéndose en serpiente y
después en toro, momento en que Heracles, -como dice el dicho- agarro al toro por
los cuernos y le arranco uno.
Solo pudo recuperarlo a cambio del cuerno de Amaltea, que por lo visto lo tenia él.
Otro dice, (Ovidio) que fué este cuerno de Aqueloo, el que las nayades (ninfas de
agua dulce) recogieron y transformaron en el cuerno de la abundancia.
Tambien tuvieron otras 3000 hembras. Son las Oceanides personificadas en las
ninfas (3) Éstige, Asia, Pleíone, Electra, Dóride, Dione, Perse, Pluto, Clímene, Clitie,
Mentis, Eurínome, Fílira...entre ellas. Pero las que mas destacaron fueron:

3 Las ninfas son un gran grupo de espíritus femeninos de la naturaleza, a veces unidos a un lugar u
orografía particular. Las ninfas solían acompañar a varios dioses y diosas, y eran con frecuencia el

13
La laguna Estigue que separa el mundo de los vivos del de los muertos.
Las esposas de Zeus : Metis, Eurinome, y Dione.
Dóride, fue madre de otras cincuenta ninfas de agua, las Nereidas, llamadas así en
honor a su padre Nereo, de la raza de los Viejos del Mar, creada también por Océano
y Tetis
Todas las mortales amantes de Zeus son también hijas o descendientes de Oceani-
des, ya que desde que el padre Océano le ayudo en su lucha con los titanes se lleva-
ba muy bien con la familia.

Ceo y Febe
Ceo, representa la inteligencia
Febe. la de la corona de oro, está tradicionalmente asociada a la luna.
Tuvieron dos hijas:

Lete (o Leto)
Apenas es considerada por otra cosa que por su accidentado embarazo y por la
búsqueda de un lugar adecuado donde dar a luz a sus hijos. Éste es su único papel
activo en la mitología. Una vez que Apolo y Artemisa crecen, Lete se retira, que-
dando como una tenue figura matronal benevolente sobre el Olimpo, oscura y apa-
cible, cumplida ya su misión.

Asteria
Debió ser muy atrayente, ya que Zeus se empeño en tomarla para él.
Para evitarlo, unos cuentan que se arrojo al mar convirtiéndose en la isla errante
Ortigia (Delos) mas que nada para ayudar a su hermana cuando fue perseguida por
Hera.
Otros dicen que se transformó en codorniz.
Algunos autores la consideran madre de Hécate con el titán Perses, (el mismo que
robo parte del tesoro sagrado de Delfos).

Hiperión y Tea
Hiperión, representa el fuego astral. ("el que va por encima de la Tierra")
Tea, es la diosa de la vista.
Su descendencia crea un enlace entre las generaciones divinas.

De la union de estos dos titanes nacieron :


Helios (el sol),
Selene (la luna)
Eos (la aurora).
(No hace falta explicar que simboliza cada uno. ¿ O si ? )

Crio y Euribia
Crío, dios de los rebaños y las manadas,
Euribia pontide (hija de Ponto)

objetivo de lujuriosos sátiros que son criaturas de la mitología que encarnan la fuerza vital de la natu-
raleza..

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Juntos tuvieron a:

Astreo (veces se le asocia con Eolo, el Guardián de los Vientos) que con Eos la
diosa de la aurora tuvo cuatro Anemoi o vientos
• Bóreas, el viento del norte que traía el frío aire invernal
• Noto el viento del sur que traía las tormentas de finales del verano y del otoño
• Euro el viento del Este
• Céfiro, del Oeste el más suave de todos y se le conocía como el viento fructifica-
dor, mensajero de la primavera.
.... y las cinco Astra Planeta (‘estrellas errantes’, es decir, planetas),
• Fenonte (Júpiter),
• Faetonte (Saturno),
• Piroente (Marte),
• Fósforo (Venus)
• Estilbo (Mercurio).
Unas pocas fuentes mencionan una hija, Astrea, pero la mayoría de los escritores la
consideran hija de Zeus y Temis.
.
Palante el que fue derrotado en combate con Atenea. Unido a Estige tuvo a:
• Bía, personificación femenina de la fuerza y la violencia
• Cratos personificación masculina de la fuerza y el poder
• Nike personificación del triunfo y el éxito
• Zelo. personificación de la rivalidad y la discordia

Perses
Que como ya hemos dicho, se llevo el tesoro de Delfos y casó con Asteria,
Su hija fue la diosa Hecate.

Jápeto, y Climene

Japeto el que ayudo a Zeus en la Titanomaquia.


Climene oceanide. En algunos textos aparece como Asia también oceánide.
Tuvieron como hijos a:
Prometeo que robo el fuego de los dioses para dárselo al hombre..

Epimeteo el que se enteraba de las cosas cuando ya habian sucedido.


(Unido a Pandora tuvo una hija, Pirra, que se caso con Deucalion, hijo de Prometeo
que se salvaron cuando lo del Diluvio.)

Atlas, al que Zeus condenó a cargar sobre sus hombros con los pilares que man-
tenían la tierra separada de los cielos.
Fue el padre de:
Las Hespérides (con Hesperis), guardadoras de “su jardín”
Las Híades, ninfas hacedoras de lluvia, al menos esto es lo que parece que significa
su nombre.
Las Pléyades, (las siete hermanas celestiales) ninfas del cortejo de Artemisa que
debieron ser muy atractivas, pues varios dioses olímpicos, incluidos Poseidón, Ares

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y Zeus (como no) mantuvieron relaciones con ellas que inevitablemente acababa en el
nacimiento de hijos.
Mencio que murio asesinado por los olimpicos cuando la Titanomaquia.
Y Calipso la que hace olvidar. (Si lo duda, pregúntele a Odiseo).

Crono y Rea
Crono y Rea formaron la pareja mas importante pues fueron los reyes de los dioses.
Tuvieron seis hijos:

Hestia, diosa del hogar.


Tuvo como pretendientes a Poseidón y al guapo Apolo, pero ella juro que no
se casaba con nadie y se quedo soltera “pa’siempre” vigilando el fuego de los
dioses.

Hera, diosa reina del Olimpo.


Esta al contrario se caso muy bien. Nada menos que con Zeus

Hades, lugar del inframundo donde moran los muertos. (4)

Deméter, diosa de la agricultura y protectora del matrimonio.


Por culpa de Zeus, es la madre de Persefone,la tierna e inocente doncella
raptada por Hades, quien llevándosela al inframundo la convirtió en la terri-
ble reina de los muertos.

Poseidón, dios de los océanos y los mares.


Aunque no tengan nada que ver con el agua, también es el dios de los terre-
motos y de los caballos

Zeus, que acabó mandando sobre todos. Es el rey de los dioses.


También dios del cielo y trueno.
Como dijimos al principio su descendencia exige capitulo aparte.

Que, casualmente, es el que viene a continuación.....

ZEUS Y SUS AMORES

4 El Hades tenia cinco rios. El Aqueronte (rio de la pena), el Cocito (los lamentos), el Flegetonte (el

fuego) el Lete (el olvido) y El Estigia (la laguna del odio).


Para entrar habia que cruzar el Aqueronte en la patera de Caronte, al modico precio de un obolo, que
los familiares piadoso ponian bajo la lengua del difunto. Los que no tenian amigos ni dinero y de familia
tacaña se quedaban en la orilla sin pasar. No valia saber nadar, porque a la otra orilla del rio estaba
Cerbero, un perrazo enorme con tres cabezas que en cuanto pisabas el agua se ponia a ladrar avisan-
dote. Cumplido el requisito de la barca y el perro, los difuntos entraban en el Tártaro, que es la tierra
de los muertos.

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En realidad se trata de crear unos dioses menores, (como los Santos Patronos de la
civilización cristiana) para que el personal se dirija a ellos en plan mas confianzudo,
- de tú a tú, seria correcto decir-, con lo cual el Dios omnipotente descansa de tan-
tas peticiones y si la cosa sale mal, pues la culpa es del mando intermedio y no del
Jefe. Está demostrado, que no en todos los casos intervino en el nacimiento de to-
dos los que se atribuyen ser descendiente de tan gran dios.

Como en toda la mitología griega, hay que olvidarse de esa cosa llamada cronología y
de otra llamada racionalidad.

Dado que los personajes son intemporales, puede parecer, en algunos casos, que
toman parte en la acción aun antes de haber nacido, pero como son dioses o familia-
res de ellos, pueden hacer lo que quieran y los humanos no debemos tenérselo en
cuenta.

Recordemos a aquel viejo vizcaíno que sostenía que Jesús era bilbaíno. Cuando algu-
no le rebatía esta cuestión explicándole que Jesús nació en Belén, él, calándose mas
aun la chapela contestaba con un rotundo:

-“Cuando se es de Bilbao se puede nacer donde a uno le de la gana”

Y si un bilbaíno puede hacer eso.... ¡que no podrán los omnipotentes dioses del Olim-
po!.

Al hablar de los amores de Zeus, se ha tratado de resumir en lo posible, la intermi-


nable relación de nombres entrecruzados y la gran cantidad de leyendas que van
unidas a estos nombres. Solo se han recogido, y de una forma sucinta, lo necesario
para darle un poco de vidilla y una mejor compresión a la, llamémosle, historia.

Tal vez, y si estas líneas obtienen algún aprecio, el autor se dedicará a la recopila-
ción de leyendas, en una obra de treinta tomos intitulada:

“ Pero....¿Se vivía bien en el Olimpo? ”

Empecemos:

Zeus se une con Temis la encarnación del orden divino, las leyes y las costumbres.

y de esta union nacen :


Astrea
Era la única diosa virgen entre todas las Titánides.
Durante la Titanomaquia fue aliada de Zeus, ya que que le llevo los rayos en sus
brazos
Junto a su madre personificaba la justicia.

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La recompensa por su lealtad puede haber sido un lugar entre las estrellas como la
constelación Virgo, pues aunque había nacido como una diosa de las estrellas, pre-
sumiblemente al principio no era más que una simple estrella, como sus hermanos.
Con frecuencia es confundida con Dike, también hija de Zeus y Temis, quien la re-
emplazó como diosa de la justicia.

Las horas :
En un principio personificaban algo fisico como las estaciones climatologicas y se
veneraban especialmente a Talos (la primavera) y a Carpo (el otoño) pero gra-
dualmente fue cambiando su cometido hasta quedar en reguladoras de la ley, la
justicia y la paz.
• Eunomia diosa de la ley y la legislación.
• Dike diosa de la justicia.
• Eirene personificaba la paz y la riqueza .
Las Moiras :
Viene a ser algo así como el destino.
Desde el momento del nacimiento decidían cual iba a ser la vida del recién nacido,
programando sus actos y el momento de su muerte.
Eran tres y se repartían el trabajo, como puede verse en esta mala copia de un
cuadro del medioevo:
Cloto, la mas joven, preside el momento del nacimiento y lleva ovillos de lana, blanca o dora-
da para los momentos de felicidad y negra para los momentos de dolor, con el que va hilan-
do el destino de los humanos.
Láquesis, de mediana edad, enrolla el hilo en un carrete y dirige el curso de la vi-
da.
Atropos la mas anciana toma el carrete y corta el hilo de la vida, sin respetar la
edad, la riqueza, las recomendaciones y si me apuran ni siquiera los antibióticos. Al
que le toca le ha tocado.
La representación más común usada era la de tres viejas hilanderas o unas melan-
cólicas doncellas.

.Zeus se une con Metis (la de la pocima, ¿se acuerdan?) Y de esta union nace:

Atenea (5)
De cómo nació hay varias versiones, pero la mas aceptada, es la que cuenta que
Zeus yació con Metis y nada mas terminar el asunto se acordó de la profecía en la
que se decía que Metis alumbraría hijos mas poderosos que el.

...por discretos consejos de Tierra y Cielo estrellado, y es que así lo previnieron, a


fin de que la regia dignidad no la ostentara en vez de Zeus otro de los dioses impe-
recederos.
Pues era su destino que engendraría hijos muy prudentes, la primera, una hija, Tri-
togenia, de ojos muy brillantes (...) pero después también un hijo, rey de dioses y de
hombres, iba a engendrar, dotado de soberbio corazón.
(Hesiodo – 891 y siguientes)

Los que saben de esto opinan que Atenea ya era diosa en aquella zona antes de la llegada de los grie-
5

gos, Se representaba por un pájaro en general o un águila o un búho en particular.


Gozaba de tanta predilección que no tuvieron mas remedio que meterla en el listado de los dioses
como fuera.

18
¡ Eso si que no !.. se dijo Zeus a si mismo. Y recordando lo ocurrido a sus antepasa-
dos, ensayo una nueva táctica: Transformo a Metis en una mosca (para arreglar la
cosa de un bocado) y se la trago de inmediato. De esta forma difícilmente podría
darle un segundo hijo varón.
Tarde llego el remedio. Que de todos es conocido, que hay cosas que una vez rea-
lizadas no tienen arreglo, y esta fue una de ellas.
Porque comida y todo, seguía viva y adelante con su embarazo dentro de Zeus, -no
olvidemos que era inmortal- y como además era muy trabajadora, se puso de inme-
diato a confeccionar un casco y una túnica para su hija nonata.
Lo de la túnica pase... Pero lo del casco....
Artesanía pura, hecho a base de martillazos. Tal dolor de cabeza le dio a Zeus,
que a gritos andaba por los rincones del Olimpo pidiendo ayuda a cualquiera que se
parase para hablar con el.
Y alguien, que bien pudiera se Prometeo, o Hefesto o Hermes -en esto no se han
puesto de acuerdo los sabios eruditos- agarro una labrys -hacha de dos hojas,
también llamada minoica por ser “made in Minos”- y partió en dos la cabeza de
Zeus. Que cirujano le volvió a pegar la cabeza a Zeus es un misterio.
Atenea como dijimos al hablar de la Gigantomaquia , saltó de la cabeza de Zeus, no
solo adulta y armada, sino con ganas de guerra y se alisto en esta desde el primer
momento con nefastas consecuencias para el gigante Palante.
Fue la hija favorita de Zeus siguiéndole en jerarquía. Después de Zeus... ! ELLA ¡
Así de mandona era la niña.
¿He dicho niña? Ha sido un error. Siempre fue una diosa guerrera adulta y nunca
una niña.
Propició el progreso de los humanos para que dejaran de ser infantiles.
Y virgen,...... que con ese carácter difícil es tener pareja. Cuentan que una vez
Hefesto lo intento, pero la cosa no duró ni media cerveza.
Atenea es atendida por un búho, lleva una coraza de piel de cabra llamada égida
que le dio su padre Zeus, un escudo con la cabeza de Medusa con serpientes por
cabello y es acompañada por la diosa de la victoria, Niké.
Se le suele llamar Palas Atenea. Palas era una amiga de la infancia (6) de Atenea.
Mientras jugaban, Atenea mató accidentalmente a Palas, y decidió entonces poner
su nombre antes del suyo para que Palas siempre fuese recordada.
Un bonito detalle por parte de Atenea.
Hay mas versiones, pero esta es la mas bonita.

Zeus se une a Maya: la mayor, la más bella y tímida de las Pléyades, las siete
hijas de Atlas y Pléyone
Y de esta union nacen:

Hermes.
Muy astuto y perspicaz.
Es un dios con pluriempleo, pues se le atribuye ser el protector de las fronteras y
los viajeros que las cruzan, de los pastores y las vacadas, de los oradores, litera-
tos y poetas, del atletismo, de los pesos y medidas y los inventos y el comercio en

Aquí algo irracional, ¿Si siempre fue adulta, como pudo tener una amiga de la infancia?
6

19
general, de los mentirosos y de la astucia de los ladrones porque era y fue él mis-
mo un ladrón desde la noche en que nació. (7).
Como traductor, es el mensajero entre los dioses y los humanos. De Hermes pro-
cede la palabra «hermenéutica» que designa el arte de interpretar los significa-
dos ocultos.
Podía reconocérsele por su monedero o bolsa, sus sandalias aladas, su pétaso
(sombrero de ala ancha) y su caduceo (bastón de heraldo).

Pan
Era el dios de las brisas del amanecer y del atardecer, de los pastores, de los re-
baños, de la fertilidad y de la sexualidad masculina desenfrenada, pues, al pare-
cer, estaba dotado de una gran potencia sexual y no se cansaba de perseguir a las
ninfas por el bosque. Le agradan las fuentes y la sombra de los bosque.

Era cazador, curandero y músico y se le representa con un cayado y la siringa que


también se llamaba Flauta de Pan.
De su nacimiento hay mucho que hablar pues hay diecinueve versiones diferentes
que van desde que era hijo de su hermano Hermes hasta la que nos dice que era
hijo de Penélope concebido mientras Odiseo, también conocido como Ulises, anda-
ba por esos mundos de Dios conquistando ninfas y matando ciclopes. Al parecer
Pan significa “Hijo de Todos”

No era muy guapo que digamos, pues de cintura para abajo tenia un cuerpo de ma-
cho cabrio y el resto de su cuerpo era el de un hombre cornudo (vamos que en la
cabeza tenía dos cuernos). Su cara era arrugada, la barbilla prominente y estaba
cubierto de una capa de pelo.(8)

De su eterna persecución a las ninfas han salido multitud de leyendas siendo las
mas conocidas la de la ninfa Siringa (9) y la creación de la flauta del mismo nombre

7 Cuentan que tras dar a luz al niño, Maya lo envolvió en mantas y se fue a dormir. El infante Hermes,
que crecía rapidísimamente, se escapó gateando a Tesalia, que estaba muy lejos, y en el anochecer de
su primer día de vida robó parte del ganado de Apolo e inventó la lira.
Hermes condujo el ganado de vuelta a Grecia y lo escondió, borrando sus huellas. Cuando Apolo le
acusó, Maya dijo que no podía ser porque estuvo con ella toda la noche, pero sin embargo Zeus intervi-
no en la discusión y dijo que Hermes había robado el ganado y tenía que devolverlo. (Sigue...)
Mientras discutían, Hermes comenzó a tocar su lira. El instrumento encantó a Apolo, quien permitió a
Hermes –por mediación de Zeus- que se quedase con el ganado a cambio de la lira.
Cuando Zeus se enamoro de Io y ocurrió lo de la vaca y esas cosas, Hermes devolvió el favor a su pa-
dre durmiendo, con historias y canciones -como veremos mas adelante- al gigante de cien ojos Argos,
decapitándolo cuando se cerraron todos sus ojos.
8
Eso explica por que, en todos los cuadros sobre este tema, se ve a las ninfas corriendo como locas
para huir de el.
9 El dios Pan la encontró un día, se enamoró de ella y empezó a perseguirla hasta que la ninfa se lanzó
al río Ladon. Allí, acorralada, pidió ayuda a sus hermanas las ninfas, quienes, conmovidas, la convirtie-
ron en un cañaveral.
Cuando Pan llegó sólo pudo abrazar las cañas mecidas por el viento, y el rumor que producían le agradó
tanto que decidió construir un instrumento musical con ellas. Así se creó la siringa (llamada así en
recuerdo de la ninfa).
Es español se le llama zampoña. Y los quechuas que nos amenizan las calles le llaman “kena”.

20
Como deidad que representaba a toda la naturaleza salvaje se atribuía a Pan el ge-
nerar un miedo enloquecedor, de ahi la palabra pánico que en principio significaba
el temor masivo que sufrían manadas y rebaños ante el tronar y la caída de rayos.
Zeus se une a Mnemosine (su tia), titánide hija de Gea y Urano y personificación
de la memoria
De esta union nacen:

Las musas
Las Musas eran, según los escritores más antiguos, las diosas inspiradoras de la
musica y según las nociones posteriores, divinidades que presidían los diferentes
tipos de poesia, así como las artes y las ciencias.
Aunque inicialmente solo se adoraban a tres musas Meletea (meditación), Mne-
mea(memoria) y Aedea (voz o canto), que eran las precondiciones para el arte
poético en las practicas religiosas, la cosa fue transformándose con el paso del
tiempo y quedo en las nueve musas, tal y como las conocemos hoy:

• Caliope ‘la de bello rostro’ (poesía épica) aparece con una tablilla y un esti-
lete, y a veces con un pergamino.
• Clio ‘la que celebra’ (historia) aparece sentada, con un pergamino abierto o
un cofre de libros.
• Erato ‘amorosa’ (lírica y poesía amorosa) lleva una lira.
• Euterpe ‘deleite’ (música y poesía lírica) con una flauta.
• Melpómene ‘cantar’ (tragedia) con una máscara trágica, la cabeza rodeada
de hojas de parra y llevando coturnos (zapato raro).
• Polimia ‘muchos himnos’ (poesía sacra y geometría) aparece con gesto se-
rio.
• Talia ‘florecer’ (comedia) aparece con una máscara cómica. Le salió una
competidora en las Carites con el mismo nombre y competencias.
• Terpsícore ‘deleite de la danza’ (danza) aparece con un instrumento musi-
cal de cuerda (la lira o la viola) y a veces bailando.
• Urania ‘celestial’ (astronomía y astrología) con un compás y un globo celes-
te.

Zeus se une a Eurinome, oceánide hija de Océano y Tetis. Su nombre significa


‘amplio gobierno”
De esta union nacen las:

Carites o Gracias..
Eran las diosas del encanto, la belleza, la naturaleza, la creatividad humana y la
fertilidad. Habitualmente se consideran tres:
• Aglaya (‘Belleza’), era la más joven y bella de las tres. Simbolizaba la inte-
ligencia, el poder creativo y la intuición del intelecto.
• Eufrósine (‘Júbilo’) y como indica su etimología, simboliza la alegría.
• Talía (‘Festividades’). Era una divinidad de carácter rural, y se la repre-
sentaba generalmente como una joven risueña, de aspecto vivaracho y mi-
rada burlona, llevando en sus manos una máscara cómica y un cayado de
pastor, una corona de hiedra en la cabeza como símbolo de la inmortalidad
y calzada de borceguies o sandalias.

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En este mosaico romano conservado en el Museo de Shahba, en Siria se aprecia a las Gra-
cias con ajorcas de algún baile ritual. La disposición, desnudas, abrazadas, una de espaldas
y dos de frente, no varió a lo largo de los siglos.
desconchado
Zeus se une con Hera su celosa hermana (10)

De esta union nacen :

Ares
Dios de la guerra Los helenos siempre desconfiaron de Ares y salvo en Esparta,
donde había una estatua del dios encadenado, para mostrar que el espíritu de la
guerra y la victoria nunca abandonaría la ciudad, raramente fue objeto de adora-
ción.
Amigos...poquitos. Como mucho sus compañeros en la batalla eran su hermana Eris
(la discordia), una antigua diosa llamada Enio mas conocida como “Destructora de
Ciudades” y los hijos nacidos de su union con Afrodita, Fobo (personificación del
temor y el horror) y Deimos (personificación del terror)
Tambien le solian acompañar sus sobrinos hijos de Eris, Ponos (la pena), Lete (el
olvido), Limos (el hambre) y Algos (el dolor)
Y es que con esos compañeros, quien es el guapo que se hace amigo de Ares.
Su lugar de nacimiento y auténtico hogar eran situados lejos, entre los bárbaros y
belicosos

Hebe
Diosa que personifica la juventud y con poderes para rejuvenecer a los ancianos.
Se la considera ayudante de los dioses, pues lo mismo les servia copas de néctar,
que enganchaba los caballos del carro de su madre o bañaba y vestía a su hermano
Ares.
Una muchachita “mu apaña”, que, según cuenta la Odisea, acabo casándose con
Hércules cuando regresó de sus trabajos.
En el dibujo Hebe con Hercules, su esposo, armado con su inseparable clava

Eris
Diosa de la discordia o de las discordias como distingue Hesiodo en “Los trabajos
y los dias”

Así que, después de todo, no había un único tipo de Discordia, sino que en toda la
tierra había dos. Respecto a una, el hombre podría elogiarla cuando llegase a cono-
cerla, pero la otra es censurable, y son de naturaleza completamente diferente.

10 Esta diosa debió pertenecer a las divinidades de pueblos muy anteriores a la época de los helenos y
como Atenea, tuvo que ser incluida tambien en el listado al tener muchos devotos.
Lo de celosa se lo gano a pulso, pues dedicaba la mayor parte de su tiempo a tramar venganzas contra
las ninfas (y no tan ninfas) amantes de su marido, ya que Hera presidía los correctos preparativos del
matrimonio y es el arquetipo de la unión en el lecho nupcial. Ademas era defensora de todas las anti-
guas reglas correctas de la sociedad y hermandad femenina helenas.

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Pues una fomenta la guerra y batalla malvadas, siendo cruel: ningún hombre la ama;
pero por fuerza, debido a la voluntad de los inmortales dioses, los hombres pagan a
la severa Discordia su deuda de honor
Pero la otra (......) es mucho más amable con los hombres. Incluso logra que los pe-
rezosos trabajen duro; pues un hombre se vuelve ansioso por trabajar cuando tie-
ne en cuenta a su vecino, un rico que se apresura por arar y plantar y poner su casa
en orden, y el vecino compite con su vecino en apresurarse tras la riqueza. Esta
Discordia es sana para los hombres. Y el alfarero se enfada con el alfarero, y el
artesano con el artesano, y el mendigo envidia al mendigo, y trovador al trovador.
(11)

A Homero no le caía muy bien, pues dice de ella en La Iliada:


Discordia, insaciable en sus furores, hermana y compañera del homicida Ares,
la cual al principio aparece pequeña y luego crece hasta tocar con la cabeza el
cielo mientras anda sobre la tierra.

Sin que se sepa quien fue el padre (tal vez avergonzado de semejante prole) Eris
pario a una serie de compañeros inseparables:
• Ponos ( la pena)
• Lete (el olvido)
• Limos (el hambre)
• Algos (el dolor)
• Hysminai (el combate)
• Malchai (las batallas)
• Phonoi (las matanzas)
• Androctasiai (las masacres)
• Neikea (los odios)
• Pseudea (las mentiras)
• Ampillogiai (las ambigüedades)
• Disnomia (el desorden)
• Ate (la ruina)
Y por ultimo y no menos importante, pues también da sus problemas, a:
Horcos ( el juramento)
Ilitia
Diosa de los nacimientos y las comadronas
Se le considera también anterior a Cronos con toda seguridad en época minoica-
micénica y con seguridad fue adorada antes de que la devoción por Zeus llegase al
Egeo.
Cuentas las crónicas – entre otras muchas anécdotas- que Hera retuvo a Ilitía,
que venía desde la Hiperbórea (12) en el lejano norte, para evitar que Leto pudiese
parir a Artemisa y Apolo, pues el padre de ambos era Zeus. Los demás dioses pre-

11 Hesiodo, el día que escribió eso, no estaba muy fino, pues confundió la discordia con la envidia .

Y eso de la sana envidia es un camelo. La envidia es y será siempre....”puñetera envidia”

12 Hiperbórea es un lugar mítico, similar a la Atlántida de Platón, en el que nunca se ponía el sol (una

clara referencia al movimiento aparente del sol en regiones árticas).

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sentes en el nacimiento en Delos enviaron a Iris para que la trajese. En cuanto Ili-
tía puso pie en la isla nacieron los dioses.
Tenia muchos altares dedicados a ella en algunos de los cuales se la representa
con una antorcha para sacar a los niños de la oscuridad a la luz.
Por aun hoy se le llama “dar a luz”.

Depende de a quien le hagamos caso la siguiente criatura puede ser hijo de los dos
o solo de Hera, pues los detractores de la diosa dicen que estaba celosa de que
Zeus alumbrase a Atenea sin recurrir a ella (ya sabemos que fue con Metis), así que
sin pararse a pensarlo engendro a Hefesto sin recurrir a Zeus. “ Ojo por ojo...“ es
la frase adecuada.

Hefesto
Dios del fuego y la metalurgia. Enseño la artesanía a los humanos
A diferencia de las demás criaturas del Olimpo, este era feo, cojo y desgarbado,
razón por la cual o bien Zeus o bien Hera o los dos a la vez lo echaron del Olimpo.
Era el artesano de los dioses y les fabricaba armaduras, armas y joyas. Todo un
profesional de la forja.
Acordémosno de que hizo a Pandora con solo un martillo, un yunque y mucha habili-
dad.
Y con la misma habilidad construyó un trono para vengarse de Hera por haberlo
arrojado del Olimpo. Un trono que no sabemos si era cómodo, pero si que era má-
gico, pues en cuanto que la diosa puso en el sus posaderas ya no pudo levantarse.
Los demás dioses rogaron a Hefesto que volviese para liberarla pero éste se negó
repetidamente.
Dioniso dios del vino le emborrachó y le llevó de vuelta al Olimpo a lomos de una
mula, pero ni aun así accedió a liberar a Hera, cosa que solo se logró cuando le re-
galaron a Afrodita por esposa.
¿Que cualidades ocultas poseía Hefesto, para que, la mejor conocedora de los lan-
ces amorosos, la que daba lecciones de amor, se dejase casar con tanta facilidad.?

Zeus se une con Demeter diosa de la agricultura.

Y nació :
Persefone
Simboliza el grano o la cosecha.
De no ser por lo del rapto casi ni se se enteran en el Olimpo de que existe.
Al parecer Hades -que reinaba en el inframundo- le había pedido a Zeus la blanca
mano de Persefone, pero Zeus ni que si ni que no, tan temeroso de Demeter, como
de Hades, le daba largas a la peticion.
Perséfone, que crecía feliz y sin preocupaciones, se encontraba un día cogiendo
flores inocentemente junto a sus hermanas, Atenea y Artemisa y algunas ninfas,
cuando de repente al cortar un narciso se abrio una grieta en el suelo y emergió,
harto de tantas evasivas, su tio Hades, que sin preguntarle su parecer, la arrastro
con el hacia su reino mientras Zeus hacia la vista gorda mirando para otro lado.

24
Perséfone grita pidiendo auxilio a su madre... Deméter la oye y corre en su ayuda
pero ya era tarde.
Nueve dias estuvo buscándola como loca recorriendo el mundo.
Errante, con una antorcha en cada mano, sin comer ni beber y por fin, al décimo
día (13) y gracias a Hecate que le sugirió que preguntara a Helio, el dios sol que
todo lo ve, se entero del asunto.
Naturalmente monto en cólera, divina, claro está y le dijo a Zeus de todo menos
bonito, marchándose del Olimpo, y declarándose en huelga de brazos caídos hasta
que apareciera su hija. El hambre y la muerte asolo la tierra que se había vuelto
estéril.
Ni un grano de trigo germinaba.
Zeus trato de que volviera mandándole a todos los dioses para convencerla, pero
ella, -que no y que no, hasta que no aparezca mi niña, no- se mostró inflexible
Zeus envió entonces a Hermes, buen negociador como sabemos, para arreglar la
cosa con Hades y que devolviera a Persefone.
Al principio la cosa fue bien y Hades accedió. Pero dándole a probar unos granos
de granada (14) –la comida de los muertos- imposibilitó que esta regresara.
A todo esto y como en cualquier huelga salvaje, hambre y mas hambre y la gente
venga a poner reclamaciones, venga a acordarse de los dioses y todas sus casta y
armando tanto jaleo, que las parte implicadas tuvieron que llegar a una solución de
compromiso: Tres meses con Hades como reina del inframundo (temporada en que
la tierra es estéril ) y el resto con su madre (temporada de florecimiento y cose-
chas).
También hubo reparto de tiempos cuando se encapricho con Adonis, esposo de
Afrodita. Tuvo Zeus que decidir que Adonis pasase cuatro meses con Persefone,
cuatro meses con Afrodita y cuatro meses con la que el prefiriese de las dos.
Al parecer Adonis siempre pasaba estos cuatro meses de libre elección con Afro-
dita porque Persefone como reina de los muertos, era fría e insensible. (15)

Zeus se une a Leto, “la oculta” , hija de los titanes Ceo y Febes.

De esta unión nacieron:


Artemisa o Artemis
Era la diosa de la caza y de los animales salvajes, especialmente los osos.
Tambien se la tiene como la diosa del parto, la naturaleza y las cosechas.
Se le solía representar con una túnica corta hasta las rodillas, con un ciervo a
sus pies y con la aljaba y las flechas, arma con que a menudo castigaba a los
mortales que la ofendían pues era extraordinariamente vengativa y cruel en la
defensa de su virginidad y la de sus compañeras, en la exigencia a los mortales
de cumplir sus votos y en la defensa de su madre.
Apolo

13
Aquí hay varias versiones, nos quedaremos con la mas divulgada
14
El número de semillas comido por Perséfone cambia de unas versiones a otras, a menudo en relación
con la duración del invierno en la zona de procedencia de la historia.
15
Persefone como reina del inframundo sólo mostró clemencia una vez. Debido a que la música de
Orfeo era tan arrebatadoramente triste, permitió que éste se llevase a su esposa, Euridice, de vuelta
al mundo de los vivos con la condición de que ella caminase tras él y él nunca intentase mirarla a la cara
hasta que estuviesen en la superficie. Orfeo accedió pero para asegurarse de que su esposa le seguía,
miro atrás casi al final, y perdió a Eurídice para siempre.

25
Es un privilegiado.
No solo era un guaperas, era también –según Homero- el dios de la profecía, don
este que entregaba a sus elegidos, un buen músico sobre todo tocando la lira y
como atleta veloz, no tenia rival (medalla de oro en los Juegos Olímpicos, para
que decir mas)
El arco lo manejaba de forma diestra, y con el –al igual que su hermana hacia
con las muchachas- defendía a los muchachos.
Y con dinero oiga, que poseía rebaños de vacas., que Hermes, hijo de Júpiter y
Maya -dios de los ladrones entre otras- cosas le roba.
De oro es el manto, su túnica, su lira, el arco y el carcaj. También sus sandalias.
Y arrogante. No hay mas que ver sus estatuas
Apolo se identifica con Helio, dios del sol, quien es una generación antes de él.

Apolo y Artemisa fueron grandes protectores de su madre -que habia tenido un parto muy
accidentado- (16) y mataron al gigante Tizio, Hijo de Zeus y Elara por intentar violarla.
También la defendieron de las burlas de Niobe hija de Tantalo y esposa de Anfion tambien
hijo de Zeus y rey de Tebas con el que tuvo gran número de hijos, que varían según los auto-
res, y de los que estaban orgullosos sobremanera.
Al parecer Niobe estaba todo el día metiéndose con Leto, refregándole por la cara el carnet
de familia numerosa y burlándose de ella por su escasa descendencia. Estas burlas llegaron
hasta tal punto que se opuso a que se le tributaran honores a Leto, diciendo que ella era más
digna de que se le levantasen altares.
Para que vamos a recordar como las gastaban en el Olimpo con estas cosas.
A flechazo limpio, Apolo por un lado mató, a todos sus hijos varones y Artemisa hizo lo pro-
pio con las mujeres, a excepción de Melibea, que al presenciar la muerte de sus hermanos
adquirió tal palidez que fue llamada Cloris a partir de entonces..

Artemis y su hermano en plena faena de matar a alguien

Zeus se une con Alcmena una mortal (17)

16 Naturalmente Hera, en su papel de esposa principal no iba a quedarse de brazos cruzados. Logro

que nadie la acogiera para el parto, salvo en la desierta isla de Delos –antes Ortigia- y ademas retuvo
a Ilitía, que venía desde la Hiperbórea en el lejano norte, para evitar que Leto pudiese parir.
Y después......
---Una versión: Los demás dioses presentes en el nacimiento en Delos enviaron a Iris para que
la trajese. En cuanto Ilitía puso pie en la isla nacieron los dioses.
---Otra versión: Cuando Leto ya tiene un retraso de 9 días, los dioses se conmueven de sus
dolores y hacen que nazca primero Artemisa y que ésta ayude a su madre en el alumbramiento
de Apolo.
Fuera como fuese, Hera continuó erre que erre, y consiguió que Gea creara a la serpiente Piton para
que devorara a los niños, pero Apolo se convirtió, en cuatro dias en joven fornido y mato a la serpien-
te.
No paro en eso la cosa, pues una vez que Leto y sus hijos llegaron a un estanque sudorosos y sedientos,
Hera incordio a los campesinos para que removieran las aguas hasta convertirlas en barro. Zeus que lo
vio, convirtió a los campesinos en ranas.

26
Y ya tenemos al gran .....

¡ ..Heracles.. !
El héroe por antonomasia, el sueño de cualquier madre.
Pero de existencia azarosa, pues la madre temerosa de Hera, lo abandono al nacer
y fue la misma Hera quien por ruegos de Atenea lo amamanto en un principio igno-
rante de quien era.
Mas tarde cuando supo su nombre, dado lo vengativa que era Hera, (facil juego de
palabras, je je..) intento asesinarlo poniéndole dos serpientes en la cama, pero el
cogió una en cada mano y las estrangulo.
Al padre se le caía la baba con Heracles y cuando se entero de esto dicen que gri-
tó: ¡...Ole mi niño... ¡ presintiendo que un día figuraría en el escudo de Cadiz.
Educación de primera, que fueron sus maestros Anfitrion, Castor, Autolico, Euri-
to, Eumolpo, Lino..... al que mato de un “lirazo” por haberle dado una colleja, pues
aunque dicen que era de natural cortes y que luego se arrepentía de sus accesos
de cólera, mientras se arrepentía o no, acababa con media humanidad..
Se pueden contar a cientos sus proezas y hazañas las mas conocidas los trabajos
que le impuso Euristeo y de los que hablaremos después, pero en el terreno amo-
roso fue digno emulo de su padre.
En una ocasión, mientras perseguía a un león, fue a parar al reino de Tespio, quien
le dio hospedaje y le dio a su hija Procis para que le acompañara en el lecho, que en
aquella época –por aquello del índice de natalidad- era cosa corriente y no estaba
mal visto.

17
Esta union tuvo algo de accidentada pues Electrion, padre de Alcmena, la habia prometido a Anfi-
trion para cuando hiciese justicia con los asesinos de sus ocho hijos varones. Pero Anfitrion, tambien
llamado “el torpe”, mato accidentalmente a Electrion y tuvo que escapar a toda prisa hacia Tebas.
Alcmena lo siguió, pero nada de yacer con el hasta que sus hermanos fuesen vengados. Y Anfitrion
marcho al combate dejando sola a Alcmena.
Y Zeus, que estaba al acecho, no dejo pasar la ocasión, y se lanzo sobre Alcmena que tenia fama de
hermosa y prudente.
Pero no lo hizo a lo bruto como solía. Se disfrazó de Anfitrion, la cortejo una noche entera contándole
lo vengador y victorioso que era y copulo con ella hasta que la pobre quedo agotada.
Tres noches duro esa noche, pues..... “había pedido a Helios que apagase los fuegos del sol, a las Horas
que descansasen por un día, a la Luna que retardase el paso y al Sueño que amodorrase a los hombres
para que no supiesen lo que sucedía, porque la generación que pretendía no podía hacerse a la ligera,
sino que requería un amor inmenso y toda la atención de las obras bien hechas”
Pero, para los hombres, la gracia no está en llevarse a la cama a la artista de fama. La gracia esta en
contarlo.
Y Zeus, que era un bocazas, se jacto de lo lindo en el Olimpo del hijo que iba a tener, diciendo que ese
niño seria el jefe de los perseidas y que si tal y que si cual....sin tener en cuenta a la celosa Hera, que
le hizo prometer que si antes del anochecer nacía un niño ese seria el rey de los perseidas.
Zeus seguro de que su hijo estaba a punto de nacer dijo que si y Hera corrió de inmediato para provo-
car el parto de la mujer de Estenelo, -un tio de Alcmena por cierto- que dio a luz antes que Alcmena, a
un sietemesino llamado Euristeo y que por juramento de Zeus fue rey de los perseidas.
Logrado sus propósitos consintió en que Alcmena diera a luz a dos mellizos. Uno Heracles, semidiós,
hijo de Zeus y otro Ificles, mortal, hijo de Anfitrion.
Cuando Zeus lo supo, el zafarrancho que monto hizo temblar el Olimpo.
Mientras Hera desde su trono lo miraba sarcástica y por lo bajini le decia.... ¡ Te jodes...¡

27
Al día siguiente, las hermanas que se fijaron en las ojeras de Procis, empezaron a
sonsacarle para que contara como había ido el asunto.
Y esta, contaba y contaba con los ojos en blanco, mientras sus hermanas escucha-
ban embelesadas, brillantes los ojos, entreabiertos los labios y palpitante el pecho
.....
“Es torpe y bruto, no vamos a negarlo, decía Procis, pero tiene una fuerza desco-
munal. Hasta diez veces entro en mi y al despertar por la mañana todavía quería
repetir.....” . “¿Habéis visto la clava que lleva...? Pues tal que así”
A sabiendas de que Procis no podría seguir con ese ritmo, se las ingeniaron para
hacerse pasar todas ellas por su hermana mayor.
Cincuenta noches estuvieron turnándose y todas quedaron contentas. Bueno, todas
menos una que se empeño en seguir virgen y que acabo dándose cabezadas contra
la pared cuando ya no había remedio.
Nadie sabe por que razón se incluye esta historia en el currículum de Heracles,
pero una cosa queda clara, que tenia un vigor insuperable y que despertaba gran
entusiasmo en las muchachas nubiles.

Y vamos con los trabajos de Heracles.

Hera que se la tenia jurada a Heracles (18) le envió desde los cielos un ataque de
locura que desemboco en la muerte de seis de sus hijos y dos sobrinos, hijos de
Ificles que habían ido a merendar a su casa aquella tarde.
Cuando recobro la razón solicitó en Delfos una penitencia expiatoria. La Pitonisa le
indicó que se pusiera a las ordenes de Euristeo para cumplir los trabajos que él
eligiese concluidos los cuales alcanzaría la inmortalidad, al menos a manos de los
hombres.
Euristeo, aconsejado por Hera, que siempre andaba por medio, le encomendó diez
trabajos imposibles, que después con la propina se convirtieron en doce..
Todos los dioses se apresuraron a ofrecerle armas y bagajes para acometer tal
tarea, pero Heracles, en plan machote, los rechazo y solo se llevo su clava de ace-
buche (19), un arco y su dotación de flechas.

El primero de los trabajos fue matar al León de Nemea


Un león formidable, invulnerable a cualquier arma. Le disparo Heracles flechas y le
arreó con la clava. Pero como si nada, el león continuo afilándose las uñas impasible.
Comprendiendo que no había manera de herirlo, le echó las manos al cuello y lo es-
tranguló.
Luego y utilizando una de sus garras, lo desolló y con la piel, que era impenetrable a
las armas, como había comprobado antes, se confecciono una capa en plan coraza y
uso su cabeza como yelmo.
Y ataviado de esa guisa, poso para los fotógrafos que le inmortalizaron en escudos y
grabados.

El segundo trabajo consistió en matar a la Hidra de Lerma, -de la estirpe de la


prolífica Medusa- monstruo de siete cabezas, cada una de las cuales renacía dupli-
cada si se la cortaba y la séptima era inmortal.

Por cierto y antes de que se olvide. El nombre de Hera-cles es un claro peloteo hacia Hera para que
18

se congraciara con el niño ya que llevaba su nombre.


Como todos sabemos, se trata simplemente del As de bastos.
19

28
Heracles cercenó las seis primeras cabezas con una espada candente de modo que
la herida quedaba cauterizada e impedía su renacimiento.
Así lo contó él, pero Hera se chivo a Euristeo diciendo que en realidad era su auri-
ga Iolalo quien cauterizaba los cortes con una antorcha. La prueba se dio por “no
valida” y de ahí el trabajo añadido numero once.

El tercer trabajo consistió en capturar viva a la Cierva de Cerinia animal sagrado de


Artemisa de pezuñas de bronce y cuernos de oro, y llevarla a Micenas.
Heracles decidió acosarla y seguirla pacientemente hasta agotarla, empresa que le
ocupó un año entero; finalmente la detuvo de un flechazo entre el tendón y el hueso
sin que derramara una sola gota de sangre, se la cargó a los hombros y la llevó a su
destino.

El cuarto trabajo consistía en atrapar con vida al feroz y enorme Jabalí del Monte
Erimanto.
Lo acosó Heracles con gritos horrísonos, lo condujo a un desfiladero estrecho y allí
saltó sobre él; lo ató con una cadena y se lo llevó a Micenas, también sobre sus hom-
bros.

En el quinto trabajo, debía limpiar en un solo día los establos del rey Augías, que
poseía mil bueyes, y donde el estiércol formaba una capa de varios pies de espesor
y cuya pestilencia alcanzaba a todo el Peloponeso. Heracles lo consiguió desviando
el curso de los ríos vecinos, Alfeo y Peneo, y haciendo correr sus aguas a través
de los establos.
Pero habiéndole cobrado a Auriga por este trabajo, Euristeo no lo dio por valido.
Y este fue el motivo del segundo trabajo de propina.
(No existen documentos gráficos de tal trabajo )

En el sexto trabajo debía eliminar los pájaros del pantano Estínfalo, aves con pico,
plumas y garras de bronce, comedoras de hombres y animales, cuyos excrementos
envenenaban las aguas y los suelos y aterraban toda la comarca.
Cuando andaba dubitativo sobre la táctica a seguir, Atenea vino en su ayuda y le dio
un par de címbalos de bronce fundidos por Hefestos con los que produjo tal estrépi-
to que los pájaros levantaron el vuelo aterrados.
Entonces mató a muchos con sus flechas; el resto huyó hacia el Mar Negro donde
luego los encontraron los argonautas.
A pesar de que aquí también fue ayudado, debió pasar desapercibida la ayuda.

En el séptimo trabajo Hércules debía capturar un toro bravo que aterraba a los
cretenses.

29
Desconocemos si utilizo el método llamado “de la pega” por los lusitanos, o el mé-
todo de la garrocha de los tartesos, pero lo cierto es que logro inmovilizarlo y lle-
varlo, como no, a Micenas.

El octavo consistía en apoderarse de las yeguas antropófagas que el rey tracio


Diómedes, hijo de Ares y Cirene, mantenía en un establo atadas con cadenas y ali-
mentadas con la carne de sus incautos invitados. Aunque perdió a su escudero Ab-
dero devorado por las yeguas, concluyó satisfactoriamente la empresa e incluso
alimentó a las fieras con el cuerpo del propio Diómedes.

En el noveno robó el cinturón de Hipólita, reina de las Amazonas.


Cuando Heracles llegó donde las amazonas se encontraban, la propia Hipólita, co-
nocedora de su fama, (se carteaba con Procis) fue a visitarlo y enamorada de él, le
regaló el ceñidor caliente aún de su cuerpo.
Pero Hera, que andaba por allí enredando, difundió rumores falsos e hizo creer
que el extranjero pretendía raptar a Hipólita.
El resultado fue una batalla terrible y una gran matanza en la que cayeron todas
las capitanas de las amazonas y la propia Hipólita.
Sin embargo la confusión debió ser tan grande, que no hay dos autores que refie-
ran la historia de idéntica manera.

El décimo consistía en robar los bueyes de Gerión, hijo de Crisaor, nieto del titán
Océano y rey de Tartesos, un monstruo de tres cuerpos unidos por la cintura (20)
Heracles mató con la clava al pastor y al perro que guardaban el ganado y se lo lle-
vó.
Aprovechando que estaba por allí, y para que no quedara muy soso el escudo de
Cádiz, separo Europa de Africa rompiendo el istmo que las unía, también con la
clava,(21) formando las que se llaman columnas de Hercules: Calpe (Gibraltar) y
Abyla (Ceuta).

Ocho años tardó Heracles en llevar a término estos trabajos, pero como ya hemos
dicho, Euristeo no convalidó el segundo ni el quinto y lo obligó a realizar otros dos,
que fueron el undécimo y el duodécimo.

En el undécimo trabajo debía apoderarse de las Manzanas de Oro, que crecían en


el Jardín de las Hespérides, allá en el confín del mundo, al pie del monte Atlas, y
custodiaba Ladón, un terrible dragón, porque no las robasen las alegres hijas de
Atlante.
Llegó Heracles y mató al dragón de un flechazo, luego, según le había mal aconse-
jado Nereo, pidió a Atlante que le cogiera las manzanas mientras él le sostenía la
bóveda celeste.
Así lo hizo el titán, pero después, contento de verse aliviado de su peso, se ofre-
ció a llevar las manzanas a Euristo. Sospechó Heracles el engaño y respondió que
estaba de acuerdo, pero que le permitiera ponerse antes una almohada sobre los
hombros para mejor soportar la carga. Cayó en la trampa el titán y tomó de nuevo

Según otros Gerión era el título de Crisaor y la tripleta la formaban sus hijos que comandaban sus
20

ejércitos.
21
... y es que donde esté una buena clava ......

30
el cielo, momento que aprovechó Heracles para recoger las manzanas y salir co-
rriendo.

Y por fin, en el duodécimo, el más difícil de sus trabajos,


Heracles debía llevar a Cerbero, el despiadado y feroz can de broncíneo ladrido,
guardián de las puertas del Averno, a Micenas claro esta. Emprendió el camino del
Tártaro guiado por Atenea y Hermes, que siempre acudían en su ayuda. Llegado a
la laguna Estigia, miró a Caronte con tan mala cara, que el pobre barquero lo cruzó
sin cobrarle.
Al pisar la otra orilla todos los espíritus huyeron espantados, (suponemos que al
ver la dichosa clava), menos los de Medusa y Meleagro.
Ya que estaba allí, liberó a Teseo del tormento que sufría (22) y mató una vaca del
rebaño de Hades para ofrecer un festín a las almas que por allí vagaban.
Quiso castigarlo el pastor y casi lo mata si no es por la intercesión de Perséfone
que acudió atraída por el estruendo de la pelea. Entonces vio a Hades, que lo mira-
ba siniestro junto a su esposa y le pidió a Cerbero.
“Si lo dominas sin la clava ni las flechas, es tuyo, dijo el dios”.
Heracles tomó resueltamente al perro por el cuello, del que salían tres cabezas y
una melena de culebras, y no aflojó la tenaza de sus manos hasta que notó que el
perro cedía medio ahogado. (23)
Volvió al fin a la superficie guiado por Atenea y cuando llegó a Micenas mató a
tres de los hijos de Euristeo, no se sabe si harto ya de tanto trabajo o porque el
rey le ofreció la peor parte del sacrificio que en aquel momento ofrecía o acaso
porque, lo que parece más lógico, Euristeo le obligó a bajar de nuevo al Hades a
devolver el perro, dado que su mujer ya no lo quería. (suele ocurrir)

Terminados estos trabajos se metió en muchos mas jaleos porque era de natura-
leza inquieta. Uno de los mas sonados fue liberar a Prometeo del las cadenas que lo
mantenían atado al Caucaso para que el buitre tuviera su comidita diaria.

Su existencia acabo mal. Deyanira, su esposa, le enveneno cuando lo vio regresar


de uno de sus viajes con una nueva amante. Muchos retortijones y dolores tuvo
que sufrir pues el mismo, preparo una pira, puso encima la piel del león para no cla-
varse las esquinas de los leños y se dispuso a la muerte. En el instante en que los
troncos empezaron a arder, cayeron rayos del cielo que acabaron con la pira y con
el.
Una carroza funeraria, de las antiguas, de lujo, de cuatro caballos, conducida por
Zeus, le llevo al Olimpo, donde se casó con Hebe diosa de la juventud y acabaría
reconciliándose con Hera.
Supongo.

22
Teseo habia acompañado a su amigo Piritoo al infierno ya que este último quería raptar a Persefo-
ne, la esposa de Hades, para casarse con ella. Pero el dios del Hades les tendió una trampa: les invitó a
un banquete y una vez que los tuvo sentados a la mesa, los dejó adheridos a los asientos. Teseo fue
rescatado por Heracles, que con su fuerza logró despegarlo del asiento; en cambio, Piritoo permaneció
condenado a quedarse allí para toda la eternidad.
23
Nos metemos mucho con la clava.... pero el estrangulador de Boston tenia poco que enseñarle a Her-
cules.

31
Zeus se unio a Semele (24) hija de Cadmio y Armonia

De esta union nace:


Dionisos
Pero Dionisos no nace en la maternidad precisamente.
Pues resulta que Semele era la mas bella de las doncellas consagradas a Zeus.
Y Zeus no desaprovecho la ocasión y comenzaron a verse en secreto.
Hera cuya unica ocupación debia ser espiar a su marido, tomó forma de la vieja
Béroe, nodriza de Sémele (25) y acudió junto a esta intentando convencerla para
que abandonara tal relación, pero al no conseguirlo, llena de celos y de “mal café” -
como siempre- decidió castigar a la atrevida amante de su esposo.
Para ello empezó a decirle que si su amante no era Zeus, que si era un hombre co-
rriente que se aprovechaba de su ingenuidad, que le pidiera alguna prueba de su
divinidad y cosas asi.
Convencida por fin Sémele pidió a Zeus que le demostrara su poder y éste, encan-
tado porque Sémele iba a darle un hijo, le prometió concederle cuanto le pidiera,
un piso, un coche, joyas.... en fin lo que quisiera. Ella, aleccionada por Hera, le pidió
que se le apareciera con todo su esplendor. Aunque Zeus intentó convencerla de
que pidiera otra cosa, ella no quiso y Zeus tuvo que cumplir. Al aparecer en todo su
esplendor de dios, los rayos que despedía abrasaron a Sémele. (26)
Hermes, el rápido ladrón, que no sabemos que pintaba por alli cerca, arrancó del
vientre de Sémele al hijo nonato y lo cosió al muslo de Zeus(27).

Varios meses después nació el niño, llamado Dionisos (dos veces nacido) y también
Diméter (el de dos madres).
Se dice que más tarde, Dionisos descendió al Tártaro, sobornó a Perséfone con el
regalo de un mirto para que dejase en libertad a su madre difunta y logró resca-
tarla del Hades.
La hizo inmortal dándole el nombre de Tione, “la ardiente”, acordado con Zeus pa-
ra evitar el enojo de Hera y los celos de otras almas.

La leyenda cuenta que Zeus tomó al infante Dioniso y lo puso bajo la tutela de las
ninfas de la lluvia, que le criaron en su infancia y niñez, y que por sus cuidados fue-
ron recompensadas por Zeus con el ascenso entre las estrellas como las Hiades.

Cuando Dioniso creció, descubrió la cultura del vino y la forma de extraer su precio-
so jugo. A este respecto, la leyenda narra lo siguiente:

Se la supone rubia y por ello se la asocia con el vino blanco.


24

25 “Dicho esto, se levanta de su trono y oculta por una dorada nube llega al umbral de Sémele; y no
alejó la nube hasta que tomó la apariencia de una vieja. Se puso canas en las sienes, surcó de arrugas
su piel, arrastró su encorvado cuerpo con tambaleantes pasos, puso también voz cascada, y era Béroe
en persona, la nodriza epidaura de Sémele. —Ovidio, Metamorfosis

Sémele, en uno de los mitos es la fundadora o diosa de la raza negra, pues subió al cielo ennegrecida
26

por el fuego de Zeus que le causó la muerte

No olvidemos que era el dios de los inventores. Acababa de inventar la cirugía plastica y el nacimien-
27

to extrauterino de una tacada

32
Dioniso se encontró con un frágil tallo de parra, sin pámpanos, racimos o fruto algu-
no. Le gustó, y decidió hacer algo para preservarlo.
En primer lugar, lo introdujo en un huesecillo de pájaro. Tan a gusto se encontró el
tallo, que siguió creciendo. Fue entonces cuando tuvo que trasplantarlo al interior de
un hueso de león. Posteriormente, hubo de pasarlo a un hueso de asno, de mayor ta-
maño. (28)
Con el paso del tiempo, el tallo se convirtió en una parra y dio su fruto. Entonces
descubrió Dioniso las propiedades de su zumo fermentado.

Zeus se unio a Electra otra hija de Atlante y Pleyone

Para que nacieran:


Dardano
Con un currículum pobre pues lo único que se sabe de el es que asesino a su herma-
no Iasion para arrebatarle el trono y que tuvo que salir por piernas para que el
pueblo no lo matara a él.
Anduvo de acá para allá, y al final caso con la hija del rey Teucro de quien heredo
el reino.
Hay quien asegura que fundó la ciudad de Dardania más tarde llamada Troya
Es un claro ejemplo de las uniones de pacotilla para justificar el origen divino de
un fundador de dinastías. En este caso los dardanos.

Iasión
De este mejor ni hablamos pues de cuatro o cinco autores consultados, nos salen
veinte versiones diferentes, todas llenas de nombres de lugares o ciudades, y
mezclándolo con cuantas diosas y no tan diosas se movían por el ancho mundo.
Al parecer lo tenían en plan “Testigos de Demeter” difundiendo la celebración de
los misterios sagrados de Demeter e iniciando a los extranjeros en estos ritos.
Nadie menciona que trono tenia, para que lo matara su hermano.
(Para lectores con interes por el tema y tiempo, sugerimos estudien las similitudes alegori-
cas entre el culto a Demeter y el cristianismo)

Zeus caso con Ío (29)descendiente de Inaco y Melia y doncella de Argos

28
Por la génesis del tallo se interpretan los estados que infunde el vino al bebedor. Si bebe con mode-
ración, éste se encontrará alegre como un pájaro. Un poquito mas y se creerá fuerte como un león.
Pero si se pasa se volverá tonto como un asno.
Posteriormente se añadieron otros dos estado el del mono (ya se comienza a hacer “monerías”) y el del
cerdo que no necesita mas explicaciones.

29 Parece ser que el dios Zeus se le presentaba en sueños incitándola a que le entregara su virginidad.

Y como Zeus no aceptaba un no por respuesta, acabo entregándose a él.


Hera que los sorprende, -pues Zeus no debía esconderse mucho para estos asuntos- y para disimular,
Zeus la convierte en blanca ternerilla.
Hera le pide –y no por favor precisamente- que le entregue la ternera y una vez en su poder le ordena
al gigante de cien ojos Argos Panote (con apellidos para distinguirlo del otro Argos) que la mantenga
estrechamente vigilada día y noche.
Pero Zeus le pidio a su hijo Hermes -que como sabemos le debía un favor de cuando lo del ganado de
Apolo- que rescatase a su amada. Lo guió transformado en pájaro hasta el árbol donde Argos la tenía

33
De esta union nace:
Epafo
Nació a orillas del Nilo tras el largo peregrinar de su madre transformada en vaca.
Pero la ira de Hera no había quedado satisfecha, y ésta ordenó a sus sacerdotes
guerreros, los curetes, que secuestraran al recién nacido. Éstos obedecieron, y
aunque fueron descubiertos y castigados por Zeus, que los aniquiló con su rayo, no
rebelaron el paradero del bebé. Así la desventurada Ío inició una nueva travesía
esta vez en busca de Épafo, al que por fin encontró en Siria, donde lo amamantaba
Astarte, la esposa del rey Malcandro de la ciudad de Biblos.

Cuando Ío regresó a Egipto con su hijo se casó con Telegono rey del lugar, y por
eso Epafo heredó este reino cuando éste murió.
Épafo se casó con Menfis, una hija del dios-rio Nilo (descendiente de Océano). En
su honor fundó una ciudad a la que puso su nombre y que se convertiría con el
tiempo en la nueva capital del reino.
Amigo de Faetón, hijo de Helios, incito a este para que le pidiera al padre el carro
solar por un día. El padre no muy convencido accedió y se produjo la catástrofe.
Faetón no solo carecía de carnet por puntos, sino que además, tampoco sabia con-
ducir.
El resultado era previsible: Los caballos blancos que empiezan a caminar... Faetón
que no puede controlarlos y le entra el pánico..... Giro brusco hacia arriba que lo
aleja de la Tierra...... La Tierra que se enfría....... Corrección equivocada con giro
brusco hacia abajo acercándose demasiado...... La vegetación que se seca y arde....
Como hemos dicho lo previsto. Los resultados de esta historia aun están presentes
pues convirtió en desierto la mayor parte de África.
Tuvo un reinado glorioso pero una muerte horrible devorado por los titanes por
mandato de Hera que no perdonaba una.
Este es otro claro ejemplo de justificación de una estirpe “por la gracia de Dios”.

Zeus se unio a Danae (30) “la sedienta”, hija de Argos y Euridice y tataranieta del
mismo Zeus.

De esta union nace:

atada y Hermes durmió al guardián con su flauta, matándolo con una piedra afilada cuando se cerraron
todos sus ojos.
En “recompensa” por sus servicios Hera puso los ojos del gigante Argos en la cola del pavo real, su
pájaro favorito y después ideo una sofisticada venganza muy de su estilo.
Ató a los cuernos de la ternera un tábano que la picaba sin cesar y que obligó a Ío a huir corriendo por
el mundo sin rumbo fijo hasta llegar a Egipto donde encontró descanso y fue devuelta a la condición de
mujer por las caricias de Zeus.
Lo pudo haber hecho antes, pero Zeus era asi

30
Al parecer su padre consultó con el oráculo para ver cuando tendría un heredero varón y este -que
podía haberse callado- le dijo que un hijo de su hija le mataria.
Acrisio encerró a Danae en una torre de bronce (o en una cueva que para el caso es lo mismo) para que
no pudiese tener hijos.
Pero Zeus, transformado en ducha o lluvia de oro, la alcanzó y la dejó embarazada. Un procedimiento
raro, pero así fue como lo contó ella.
Poco después nació su hijo Perseo.

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Perseo

Fue el encargado de matar a Medusa, (31) una una de las tres hermanas Gorgonas
monstruos de manos metálicas, colmillos afilados y cabellera de serpientes vene-
nosas vivas cuya mirada convertía a la gente en piedra.

También salvo a Andrómeda, que estaba encadenada a una roca desnuda y cubierta
de joyas en espera de que, Ceto -un monstruo marino que estaba matando hom-
bres y ganado- se aplacara casándose con ella.
Perseo cabalgando por el aire tras matar a la Medusa sobre el caballo alado Pega-
so, vio a Andrómeda y se enamoró de ella.
Bajó a la playa, luchó con el monstruo marino, lo mató y usó la cabeza de la Medu-
sa que la llevaba como trofeo, para petrificar al animal y convertirlo en coral.
Después desató a Andrómeda y fueron felices y comieron perdices al contraer
matrimonio.
Como ya no le servia de mucho, regalo la cabeza de Medusa a Atenea que la coloco
en su escudo.
Al poco de esto, mientras participaba en unos juegos de atletismo, mato al padre
de Danae con un disparo de jabalina.
Fue puro accidente, pero se cumplió el oráculo.

Y para terminar con esta interminable serie de casamientos diremos que:

Zeus se unio a Europa hija de un rey fenicio llamado Agenor según la versión mas
comun.

Según se cuenta, se enamoro de Europa cuando esta guapa joven estaba jugando en la playa
con sus compañeras.
No podemos decir que fuese un pasajero amor de verano pues la cosa acabo dándole el nom-
bre a todo un continente.
Zeus, o bien para esconderse de Hera, que siempre estaba al acecho, o para acercarse en
plan disimulo, se metamorfoseo en un toro de blancura reluciente y cuernos semejante a la
luna creciente y se tumbo en la arena cerca de las jóvenes.
Al principio, mucho “Ay que miedo “ Ay que susto”, pero Europa fue cogiendo confianza y
empezó a acariciarlo, a pasarle la mano por el lomo y acabo sentándose encima de el.
El toro que se levanta, ella que se agarra a los cuernos para no caerse y el toro que empieza
a correr como un bólido hasta llegar a un idílico paisaje con su fuente de aguas cristalinas.....
sus plátanos que daban fresca sombra, ..... los pajaritos “pío, pío, pío” ....... y allí consumo su
unión.

31 En la versión más conocida del mito, Medusa era originalmente una hermosa mujer humana. Poseidon

se enamoró de ella, y la sedujo (o violó) en un templo dedicado a Atenea y esta al descubrir la profa-
nación de su templo la castigo con la misma forma que sus hermanas .
En otras versiones fue Afrodita la que, celosa de su cabellera, la cambio por serpientes.
De la forma que sea, tenían que aparecer serpientes para indicar que eran criaturas del mundo casi
subterráneo, o mejor dicho de debajo de la tierra pero no mucho.
De la sangre que cayó al suelo cuando Perseo la decapitó nacieron el caballo Pegaso y el gigante Cri-
saor, el guerrero de la espada de oro

35
Los plátanos fueron recompensados por la fresca sombra, con el privilegio de no perder
nunca su hojas.
A ella la recompenso con los niños que estamos mencionando.
Y además también fue recompensada con un autómata de bronce, Laelaps, que guardaba las
costas de Creta contra todo desembarco anfibio extranjero, un perro que nunca soltaba a
su presa y una jabalina que nunca erraba.
Ni puede, ni debe ser separada del la mitología del toro sagrado, muy adorado en la zona
mediterránea.

Para descansar tanta copia de vajillas antiguas.


esta vez pondremos algo moderno.

Y se esta union tenemos a:


Minos
Fundador del la civilización minoica
Casado con Pasifaes fue padre de:
Ariadna, la que le dio la espada y el ovillo de hilo a Teseo para que pudiera
salir con bien en su lucha con el Minotauro.
Androgeo, un gran atleta que murió al querer vencer al toro del Maratón.
Deucalion, el que se salvo cuando el diluvio.
Fedra, de tormentosos amores que acabo suicidándose.
Glauco, que no debió ser gran cosa pues hasta se le confunde con un ser ma-
rino cubierto de algas hijo de Poseidón y Nais.
Catreo, que tampoco se distingue mucho por sus hechos
.......y muchos mas.

Radamanto

Que, al parecer, gobernó Creta antes que Minos y dotó a la isla de un excelente
código de leyes.
Expulsado de Creta por su hermano Minos, que estaba celoso de su popularidad,
huyó a Beocia, donde se casó con Alcmena, una vez que esta se hubo separado de
Zeus.

Sarpedon

Del cual lo unico que se puede decir es que tuvo que salir corriendo cuando su
hermano Minos se hizo cargo del reino.

***************

Aunque hubo muchas mas uniones no dejaron huellas visibles en las crónicas del
corazón de la época.

36
EL GÉNERO HUMANO

Como hemos leído, en la Gigantomantia, aparece un ser decisivo para finalizar la


batalla.
Es el humano.
Pero... ¿De donde había salido el humano?
Hay versiones para todos los gustos pero tienen el mismo argumento y difieren
en poca cosa

“ Zeus, por pura casualidad vio a Prometea fabricar un monigote de barro, para re-
galar a una de las numerosas hijas de Nereo.
Le gusto el muñeco y encargo a Prometeo que le hiciese uno igual pero que hablase y
caminase.
Asi lo hizo Prometeo.
Buscó la mejor arcilla de la llanura de Maratón, la mezcló con agua del Ponemo y mo-
deló una imagen en todo semejante a los dioses, aunque de sólo cuatro codos de al-
tura, al que llamó hombre. Eros le insufló el espíritu de la vida y Atenea le dotó de
alma, después de lo cual el hombre abrió los ojos al mundo.”

Pero la criatura debía se algo sinsorga (32), porque nada mas verlo....

“..... encargó Zeus a Epimeteo y Prometeo (hijos del titán Jápeto), que dotaran de
gracias y fuerzas a las criaturas terrenales.
Epimeteo rogó a su hermano que le permitiera hacer el reparto.
Así fue: A un animal le donó la belleza, a otro la potencia, a otro, lo hizo pequeño pe-
ro veloz, a otro grande y a otro sagaz. Epimeteo adornó, otorgó y repartió a cada
cual lo que creyó conveniente. Pero no siendo tan sabio como su hermano Prometeo,
ofreció todos los dones a los animales, dejando al hombre para el final. En conse-
cuencia quedó el hombre desnudo, indefenso y sin arma alguna.
Fue entonces cuando Prometeo, el amigo del hombre, viendo la injusticia que se
había cometido, trató de enmendar el error y hurtando de la diosa Atenea la sabi-
duría, entregó al hombre la lógica. Enseguida, robó el fuego del taller de Hefesto y
se lo regaló al hombre, que empezó a calentarse, a vivir y a crear con el fuego. Pro-
meteo tomó al género humano bajo su protección y le enseñó todo lo que sabía. No
obstante, Zeus al enterarse de que había dado al hombre tales dones, que ya alcan-
zaba a asemejarse a los dioses, montó en cólera dirigiendo su ira contra él, Preso de
rabia, le arrojó rayos y relámpagos, y no contento con eso le hizo encadenar en el
monte Cáucaso, en los límites de Universo. Allí llegaba todas las mañanas un águila
que le roía el hígado. Durante la noche, volvía a crecerle el hígado y el águila volvía
de nuevo, al día siguiente a cumplir su cruel operación.
Treinta años más tarde, Hércules liberó a Prometeo de tan cruel suplicio.

del vasco zenzurgue = persona insustancial


32

37
Pero también decidió castigar a los hombres que habían aceptado el regalo, y orde-
no a Hefestos el herrero que modelara una mujer, ....

Hefesto, el herrero, dios del fuego, modeló en su taller a la primera mujer. Al


principio fue una estatua de metal. La hermosura de su figura era tal que Zeus re-
solvió insuflarle vida. Y le llamo Pandora.
Acto seguido cada uno de los dioses le agradeció con un don; belleza, gracia, inte-
ligencia, habilidad y poder de persuasión. Pero Hermes, plantó en ella la astucia y
la mentira y Hera, la curiosidad, que no le dejaría en paz un solo instante.
Zeus envió a Pandora, como un regalo para Epimeteo quien hechizado por su belle-
za, decidió enseguida, casarse con ella. Como regalo de bodas les ofrecieron una
hermosa caja adornada de piedras preciosas y oro. La caja estaba cerrada, pero
Zeus al darle a Pandora la llave le advirtió que si quería que vivieran felices, no la
abriera jamás.

Por un tiempo Epimeteo y Pandora disfrutaron de una vida plácida y feliz; sin em-
bargo la curiosidad que había clavado Hera en el alma de la mujer fue más fuerte
que el consejo recibido y un día la abrió.
No bien los hizo, empezaron a salir todas las desdichas y los males de los hombres.
Las enfermedades, las amarguras, los dolores y otras desgracias. La esperanza salió
última, en forma de pequeño pájaro y como símbolo de consuelo para la humanidad.

Y con esto ya tenemos al primer hombre y la primera mujer, que tuvieron que pasar
por algunos malos ratos según los clasicos

LAS EDADES DEL HOMBRE

.....durante el reinado de Cronos,(33) vivía el Género Humano de Oro. La vida en


aquel entonces era idílica ya que los hombres vivían ajenos a todo tipo de proble-
mas, felices como los dioses. No había pena que les preocupara ni vejez que les
amenazara.
Permanecían siempre jóvenes, se divertían continuamente comiendo tan sólo fru-
tas de la tierra puesto que no mataban a ninguna criatura viviente. No había puer-
tas ni cerraduras porque no había nada que esconder pues el robo era un acto to-
talmente desconocido. Cuando los hombres se sentían cansados de tanto vivir,
simplemente se acostaban bajo la sombra de algún árbol y allí dormían dulcemente.
Entonces sus cuerpos se hacían transparentes y ligeros y un vientecillo suave al
soplar los llevaba a un país tranquilo y mágico.

Luego del Género de Oro, sobrevino el de Plata, que no era tan feliz como el
primero ya que surgieron los primeros actos ilegales. Hasta el reino de los dioses
había cambiado mucho. Fue en esta edad cuando aparecieron las estaciones del
año, y donde el hombre conoció el frío.

Las cosas empeoraron notablemente durante el Género de Cobre cuando sobre-


vinieron las calamidades, las enfermedades, la violencia, la guerra. De ahí que apa-

En la cosmogonia griega las cosas no siguen un orden lógico y sucede, como en este caso, que se
33

menciona a la raza humana en tiempos de Cronos, cuando después se dice que fue Zeus, un hijo de
Cronos, quien creo al humano.

38
recieran los primeros héroes, que fueron engendrado por los dioses en mujeres
mortales para luchar contra el mal.

El Género de Hierro que vino a continuación hizo la vida de los seres humanos im-
posible; los hombres ya luchaban a diario para sobrevivir con único aliado la espe-
ranza en el corazón.

Y ocurrió lo que tenia que ocurrir........

Desde el monte Olimpo, Zeus observaba a los hombres de la edad del cobre.
Y no le gustaba lo que veía.
Lleno de cólera y decidió borrar a la humanidad de la faz de la tierra.
Pidió así ayuda a los cuatro vientos.
Que amontonasen las nubes les pidió.
Y lanzó sus rayos sobre ellas provocando una gran tormenta.
Poseidón, a su vez, movió con tal fuerza el tridente,
que provocó olas gigantescas que inundaron la tierra.
Los pobres mortales, aterrorizados por el diluvio,
olvidaron sus luchas en un vano esfuerzo por huir del desastre.
Escalaron montañas, subieron a lo alto de las cimas;
Pero todo fue inútil, porque las aguas cayeron de las nubes como cataratas,
arrastrándolos despiadadas, a las negras profundidades del mar
Sordas a sus gritos de desesperación,
Insensibles a sus angustiosos lamentos.
Sólo una barca gigante, una especie de baúl, botaba sobre las olas.

Nueve días con sus nueve noches estuvo lloviendo.


Toda la tierra se inundo, excepto el Parnaso, el monte mas alto de Grecia.
Y allí por lo visto fue a parar el gran baúl. (Arca o arcón se suele llamar tambien)
Y sus pasajeros, - que el baúl no estaba vacío- porque Prometeo que sabia lo que se
les venia encima a los humanos, había avisado a su hijo Deucalión , rey de Ptia, y a su
esposa Pirra – hija de Epimeteo y Pandora - que construyesen el arcón y que lleno
de provisiones intentaran salvarse.
(Debían ser muy buena gente, porque Zeus que conocía el asunto hizo la vista gorda,
y consintió el engaño sin enfadarse.)
Cuando ceso de llover, Deucalion y Pirra salieron del artefacto flotante y mirando a
su alrededor se sintieron desolados y sin saber que hacer.
Y se dirigieron al santuario de Delfos, que había resistido el cataclismo, (Buena
construcción. Materiales de primera. Maderas nobles...etc. etc.) y preguntaron a los
dioses :
--Ya nos hemos salvado...Y ahora ¿qué?...
Fue Temis quien se le apareció en persona y les dijo:
-- ¡ Cubrios la cabeza y arrojad hacia atrás los huesos de vuestra madre...!
(Los oráculos griegos siempre contestaban de una forma muy rara)

Se miraron la pareja un poco extrañadas de semejante mandato, pero enseguida


comprendieron que se trataba de la tierra y que los huesos debían ser las piedras
del río, que era lo que tenían mas a mano.

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Y poniéndose manos a la obra, descendieron del monte arrojando piedras a sus es-
paldas.
Las que tiró Deucalión, se convirtieron en hombres. Las que tiró Pirra, en mujeres.
Y una raza de hombres sin culpa volvió a poblar la tierra.
Poco después Ducalion y Pirra tuvieron un hijo – Heleno – que dio nombre a la raza
helénica o griega.

¿A que les suena..?


No se asombre.
El sincretismo de todas las religiones, hace que se roben unas a otras las leyendas
que mas le gustan y aderezándola con un poco de salsa local, la presentan como pro-
pia.
Estas, concretamente, parece estar tomada de los babilonios, de quienes también la
tomaron los israelitas y la difundieron las religiones del libro.

++++++++++++++++++++

Y hasta aquí la creación del mundo, los seres que lo habitan


y los dioses que lo gobiernan.

Todo lo anterior es solamente una entretenida aproximación a la mitología griega,


con muchas lagunas que habrá de rellenar el lector al que le haya gustado el tema e
inexactitudes, que dependen, en la mayoría de los casos de las muy diferentes ver-
siones que existen para un mismo mito.

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