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AÑO DEL DIALOGO Y LA RECONCILIACIÓN NACIONAL
Técnica en Farmacia
Curso:
Atención de Medicamentos Esenciales
Tema:
Ciclosporina
Docente : Laura Santos
Ciclo : I
Turno : Tarde
Ica – Perú
2018
DEDICATORIA
Índice
I. CICLOSPORINA ........................................................................................................ 6
3.1. Farmacología................................................................................................. 17
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investigada para el uso en muchas otras enfermedades
autoinmunes. La ciclosporina también ha sido usada como
coadyuvante en el tratamiento de la colitis ulcerosa que no
responden al tratamiento esteroidal. Este fármaco también
se usa para el tratamiento de la uveítis posterior o intermedia
de etiología no infecciosa. La ciclosporina A ha sido
investigada como posible agente neuroprotector en
condiciones como accidente cerebrovascular, y ha sido
visto en experimentos animales para reducir el daño cerebral
asociado con traumatismos. La ciclosporina A bloquea la
formación del poro de transición de la permeabilidad
mitocondrial, el cual se ha relacionado como responsable de
gran parte del daño asociado con traumatismos craneales y
enfermedades neurodegenerativas.
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La ciclosporina es un potente inmunosupresor que
inhibe la calcineurina y prolonga la supervivencia de los
alotrasplantes de piel, corazón, riñón, páncreas, médula
ósea, intestino delgado y pulmón. Actúa sobre los linfocitos
de modo específico y reversible. Al contrario de los agentes
citostáticos, no deprime la hematopoyesis y no ejerce efecto
alguno sobre la función de los fagocitos. (Madrid, 2016)
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Según un estudio que publica la revista Nature, el
equipo de Minoru Hojo, de la Universidad de CorneIl (Nueva
York, EE. UU) ha comprobado que la ciclosporina, el
inmunosupresor más utilizado en los pacientes que han sido
sometidos a un trasplante para evitar el rechazo, puede
desencadenar en algunos casos un proceso cancerígeno.
(Elpais.com, 1999)
2.1.1. El tratamiento con ciclosporina se desarrolla de mayor
riesgo de cáncer de novo en pacientes con trasplante
hepático.
Los investigadores de Erasmus MC University
Medical Centre en los Países Bajos encontró que el
tratamiento con ciclosporina es un factor de riesgo
significativo para el desarrollo de cáncer de novo en
pacientes con trasplante hepático. Todos los detalles
aparecen en la edición de julio de trasplante de hígado,
una revista publicada por Wiley-Blackwell en nombre de
la Asociación Americana para el Estudio de
Enfermedades Hepáticas (AASLD).
La tasa de supervivencia a 1 año tras el
trasplante hepático se ha incrementado dramáticamente
en las últimas tres décadas a más del 80%. Por el contrario,
ha habido pocas mejoras en resultados a largo plazo.
Cáncer es una de las principales causas de muerte tardía
después de trasplante de hígado y se dice que se
relaciona directamente con la intensidad y la dosis
acumulada de la inmunosupresión.
Inhibidores de la calcineurina (CNI), como la
ciclosporina (CsA) o tacrolimus (TAC) son la piedra
angular del tratamiento inmunosupresor después de
trasplante. Varios estudios han arrojado resultados
contradictorios acerca de la incidencia de cáncer de
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novo entre CsA y basado en los regímenes de TAC
basados en. Dilucidar el papel de los diferentes regímenes
de CNI en la aparición de cáncer de novo tras el
trasplante hepático es el objetivo de este estudio.
El equipo holandés realizó un análisis
retrospectivo en 385 pacientes con trasplante hepático
que se sometieron a cirugía entre 1986 y 2007. Los datos
analizados incluyeron la edad del receptor en el
momento del trasplante, el género del destinatario,
principal indicación de trasplante hepático, el tipo de
tratamiento inmunosupresor primario, tumores malignos
de novo después del trasplante, el intervalo desde el
trasplante hepático en el diagnóstico de malignidad, el
intervalo desde el trasplante del hígado o del diagnóstico
de cáncer de la muerte y el intervalo de trasplante
hepático en el diagnóstico del rechazo agudo en primer
lugar. Todos los pacientes fueron seguidos hasta
diciembre de 2008. El objetivo primario fue de neoplasia
de novo, que se definió como el desarrollo de otro tipo de
cáncer que el cáncer primario del hígado recurrente. De
los 385 participantes en el estudio, 50 (13,0%) pacientes
presentaron al menos uno de cáncer de novo.
Los investigadores observaron que la CsA en
comparación con el TAC de tratamiento es el factor de
riesgo más importante para la malignidad de novo tras el
trasplante hepático. Este mayor riesgo de cáncer no fue,
sin embargo, que se encuentra en todos los pacientes
tratados con CsA, pero el desarrollo de CsA mejorado
específicamente de cáncer de novo en pacientes
trasplantados en los últimos años (2005-2007), y en
pacientes más jóvenes (menos de 50 años de edad) .
Además, el tratamiento con CsA sobre todo dado lugar a
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más tipos de cáncer agresivo en comparación con el
TAC, con una tasa de supervivencia a 1 año menos del
30%.
La razón para el aumento de las tasas de cáncer
entre los que recibieron CsA se cree que el hecho de que
a partir de enero de 2005, la dosis de CsA sobre la base de
la vigilancia del nivel convencional C 0 fue sustituido por
la administración sobre la base de control de nivel C 2 en
todos los pacientes con trasplante hepático. Como éste
fue el único cambio importante en el tratamiento con CsA
en el período reciente estudio, el equipo concluye que la
estrategia de control C 2 fue la razón para el aumento del
riesgo de cáncer a principios de novo.
"Sorprendentemente, los pacientes tratados con
CsA trasplantados a partir de 2005 mostró un 9,9 veces
mayor riesgo de cáncer de novo en la fase inicial después
del trasplante hepático en comparación con los
pacientes tratados con TAC. Estos datos indican que sólo
el tratamiento con CsA específicos utilizados en los últimos
años se asoció con un mayor riesgo para el desarrollo
precoz del cáncer de novo ", dijo el jefe del equipo de
investigación Herold Metselaar, MD, Ph.D. "También
observamos que, en comparación con los pacientes
tratados con TAC, los pacientes tratados con CsA tenían
un riesgo 2,5 veces mayor de desarrollar otros tipos de
cáncer más agresivo que no pertenecen a la cáncer no
melanoma de piel y después del trasplante trastorno
linfoproliferativo (PTLD) categorías, lo que indica que la
CsA no sólo está asociada con un riesgo mayor de cáncer
de principios de novo, sino también con otros tipos de
cáncer tienen un peor pronóstico. "
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La editorial de este mes, Julie Thompson, MD,
sugiere que se necesitan más estudios, indicando,
"Metselaar y sus colegas elaborar una muy necesaria
atención a las preocupaciones sobre la exposición global
inmunosupresora y su relación con los resultados a largo
plazo tras el trasplante hepático. Estos datos sirven como
una llamada a evaluar la agresividad de los actuales
regímenes inmunosupresores como medio de reducir el
riesgo de malignidad de novo. (Newmedical, 2010)
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2.1.2. ONCOLOGIA : LA CICLOSPORINA PUEDE PROVOCAR
TUMORES AL ESTIMULAR LA PROLIFERACIÓN CELULAR
Un estudio reitera la teoría de que hay riesgo de cáncer
entre los que toman ciclosporina para tolerar trasplantes de
órganos. Sin embargo, también podría ayudar a los científicos a
eliminar este efecto secundario.
La ciclosporina es una droga que se utiliza con mucha
frecuencia para ayudar a las personas a tolerar los trasplantes de
órganos. Desde hace tiempo, se sospecha que en algunos casos
este fármaco podría provocar una mayor vulnerabilidad al
cáncer. Un nuevo estudio que se ha publicado esta semana en
Nature ha vuelto a confirmar este peligro, al identificar el
mecanismo específico mediante el cual la ciclosporina puede
desencadenar el crecimiento de tumores. Hasta ahora, se creía
que este fenómeno se debía principalmente a los efectos de la
ciclosporina sobre el sistema inmune. La función del fármaco es
bloquear la actividad de los anticuerpos para que no rechacen un
órgano trasplantado. Por este motivo, los científicos creían que
el problema del cáncer se debía al debilitamiento en las defensas
del organismo que provoca la ciclosporina. Sin embargo, el
investigador Minoru Hojo y sus colegas de la Universidad de
Cornell, en Nueva York, han descubierto que en realidad la
relación entre este medicamento y los tumores es mucho más
directa. Según sus observaciones, la ciclosporina puede alterar de
forma peligrosa el comportamiento de las células, al incrementar
la producción del llamado factor de crecimiento beta (TGF-
beta). Nuestros resultados sugieren que la ciclosporina puede
estimular la progresión del cáncer mediante un efecto celular
directo, con independencia de sus efectos sobre el sistema
inmune», advierten los científicos.
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EVIDENCIA SOLIDA.- La evidencia que aportan los
investigadores sobre este fenómeno es muy sólida. En una fase
inicial de experimentación in vitro, Hojo y sus colegas analizaron
los efectos de la ciclosporina sobre varios tipos de células
cancerosas. Fue entonces cuando comprobaron por primera vez
que el fármaco inducía a estas células a dividirse, cambiar de
forma y propagarse con más frecuencia de lo normal. Más
adelante, en una segunda fase de pruebas in vivo, los científicos
inyectaron células cancerosas en ratones y observaron que la
ciclosporina estimulaba el crecimiento de tumores en estos
animales. Por lo tanto, parece un hecho incuestionable que este
medicamento puede estimular de una forma directa el desarrollo
del cáncer.
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para actuar contra este factor en los ratones que habían recibido
ciclosporina.
Poco después, los investigadores comprobaron que el
tamaño de sus tumores había disminuido. De esta forma,
lograron demostrar que el factor TGFbeta había sido el causante
del crecimiento cancerígeno.
Por lo tanto, como ha destacado Gary Nabel en un editorial
sobre el trabajo publicado en Nature, nos encontramos ante una
explicación radicalmente diferente» para entender la peligrosa
relación entre la ciclosporina y el cáncer. ¿Quiere esto decir que
la ciclosporina debería dejar de utilizarse?
¿Son los vínculos entre este fármaco y el cáncer demasiado
peligrosos como para seguir usándolo? El doctor Nabel, un
experto reconocido en este campo, cree que no. En una
entrevista concedida a SALUD, este científico señaló que el riesgo
de cáncer era algo que ya se conocía y el nuevo trabajo no
significa de ninguna manera que este peligro sea mayor: Las
nuevas observaciones no alteran para nada la gravedad de este
problema, ni significan que desde ahora el fármaco deba dejar
de tomarse», afirma. En muchos casos, su eficacia para lograr la
tolerancia de trasplantes de los que pueda depender la vida de
un paciente seguirá siendo más importante que sus posibles
riesgos». (http://www.elmundo.es, 1999)
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2.1.3. Las personas con psoriasis que reciben tratamientos con
ciclosporina sufren más riesgo de cáncer de piel.
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el interferon gamma. Esto da como resultado la inhibición de
la activación de las células T y de las respuestas mediadas
por estas células.
3.1. Farmacología
La ciclosporina es insoluble en agua. En las cápsulas
gelatinosas orales, la absorción es muy variable. Aumenta
con las grasas. La biodisponibilidad de la ciclosporina oral es
de un 30%, con una gran variación entre pacientes. Si se
toma unido a comidas la absorción disminuye un 25%. Los
niveles sánguineos se obtienen tras 2-4 horas de la toma, con
una vida media de 18 horas. Las concentraciones son más
altas a nivel del tejido adiposo y se une en un 80% a las
lipoproteínas. Existe una pobre penetración del SNC. La
ciclosporina se metaboliza a nivel del citocromo P450 3 A,
con excreción biliar y recirculación enterohepática. La
presentación neoral, en forma de microemulsión se absorbe
más rápido con picos séricos a la hora, con una
biodisponibilidad mejor y con menor variación entre
pacientes.
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3.2. Efectos secundarios
Nefrotoxicidad y hipertensión: la ciclosporina causa cambios
funcinales y estructurales renales. Los cambios funcionales
son debidos a la vasoconstrición en la microcirculación renal
y son dosis-relacionados. Los cambios estructurales incluyen
uma microangiopatia obliterante con atrofia tubular y fibrosis
intersticial. Los factores de riesgo incluyen dosis diaria
superiores a 5 mg/kg., elevaciones de creatinina superiores
al 30% de los niveles basales y personas mayores. Los cambios
estructurales también pueden relacionales con la hipertesión
inducida por la medicación y pueden producirse incluso en
dosis bajas de ciclosporina. La hipertension se observa en un
10-15% de los pacientes y es reversible al suspender la
medicación y puede ser controlada con antagonistas del
calcio.
Potencial oncogénico: La ciclosporina no es mutagénica
pero la inmunosupresión que produce puede dar lugar a un
aumento en el riesgo de cancer cutáneo y de linfomas. El
riesgo de cancer cutáneo está aumentado en 2,6 veces en
los pacientes con artritis reumatoide y en 7,5 veces en los
pacientes con psoriasis. Los tratamientos previso con PUVA
pueden predisponer a este riesgo.
Otros efectos secundarios incluyen en desarrollo de
hiperlipidemia, hiperkaliemia, hipomagnesemia y
hiperuricemia, pero generalmente son moderados. También
pueden producirse efectos secundarios neurológicos como
temblores, parestesias, disestesias y cefales. Efectos
mucocutáneos como hiperplasia gingival, hipertricosis, acne
y foliculitis. También disgestivos como náusea, vomitos,
diarrea y malestar digestivo.
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3.3. Usos clínicos en dermatología
La ciclosporina se ha utilizado en varias dermatosis especialmente en
la psoriasis y la dermatitis atópica. En general se recomienda que los
pacientes que sean tratados con ciclosporina hayan recibido otras
terapéuticas antes de iniciar este tratamiento. La utilización en
psoriasis tiene amplia experiencia incluso en tratamientos
prolongados, debe utilizarse con precaución para limitar los efectos
secundarios realizando tratamientos intermitentes de corta duración,
realizando tratamientos rotacionales con otras terapéuticas
disponibles. También se tiene amplia experiencia en su uso en
dermatitis atópica severa. Otras dermatosis que pueden ser tratadas
con ciclosporina incluyen el liquen plano cutáneo extenso, la
epidermoslisis ampollosa adquirida, la dermatomiositis aguda y
juvenil, la enfermedad de Bechet y el pioderma gangrenoso.
(www.uv.es, 2016)
3.4. Guías terapéuticas en la psoriasis
Los pacientes a tratar deben ser seleccionados de forma cuidadosa,
realizandose unos controles iniciales (Tabla 1)En el tratamiento de la
psoriasis se recomienda dosis iniciales de 2,5 mg/kg. Si no se aprecia
mejoría en 2-4 semanas, la ciclosporina puede ser aumentada en
incrmentos de 0,5-1 mg/kg hasta un máximo de 5 mg /kg./día. Los
controles para la monitorización están resumidos en la tabla2.
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Tabla 2
Monitorización de los pacientes tratados con ciclosporina
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3.5. Interacciones medicamentosas
La ciclosporina interactúa con múltiples medicaciones, la mayor
parte de las mismas se deben a la inhibición competitiva o a la
inducción del citocromo P-450 3 A. Las medicaciones importantes
están resumidas en la tabla 3.
Tabla 3
Interacciones medicamentosas de la ciclosporina
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Psoriasis
Indicaciones dosificación tipo de tratamiento
Selección de Objetivo del Tipo de tratamiento
alternativas
terapéuticas
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IV. LABORATORIO QUE LO PRODUCE
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BIBLIOGRAFÍA
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