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INTERFERENCIA SOLAR

Introducción
La interferencia solar es una interrupción en la señal del satélite, causada por la radiación
solar. La interferencia solar puede afectar la transmisión de los satélites dos veces al año
durante febrero/marzo y septiembre/octubre. Este tipo de interferencia puede causar la
distorsión o pérdida de señal por períodos de 1 hasta 15 minutos por día, dependiendo del
tamaño de la antena.

Obejtivos:

- Conocer porque se produce la interferencia solar en las comunicaciones.


- Conoce que se puede hacer ante este fenómeno.

Si bien es cierto que los rayos del sol son muy útiles para el satélite, a fin de alimentar con
energía los paneles solares que generan electricidad, hay ciertas situaciones, producidas en
ciertas épocas del año, en la que la alineación estación terrena-satélite-Sol no resulta
favorable, como se muestra en la Figura 1. Cuando esto ocurre, la radiación solar entra
directamente a la antena parabólica de la antena terrestre interfiriendo con el enlace de
bajada del satélite. Esta radiación solar alineada produce ruido. El grado de interferencia
depende de la orientación del lóbulo principal de la antena de recepción con relación a la
dirección hacia el satélite y el Sol. Esta interferencia es máxima cuando el eje principal de la
antena está alineado con la línea satélite-Sol. La interferencia es un poco menor para
pequeñas desviaciones de esta alineación. En esta situación, la temperatura de ruido
introducida por el Sol es de unos 25.000 ºK.

Figura 1. Interferencia solar cuando el satélite, el Sol y la estación terrena están sobre una
misma línea.
La duración de esta interferencia puede ser desde medio minuto hasta un cuarto de hora. La
duración exacta se puede calcular y depende del ancho del haz de la antena receptora, de la
latitud geográfica y de la fecha. Este deterioro es gradual, a medida que el lóbulo principal de
la antena va se va acercando a la línea satélite-Sol. Este fenómeno ocurre dos veces al año,
durante aproximadamente 7 días seguidos. Ocurre alrededor del 21 de marzo y del 21 de
septiembre.

INTERFERENCIA SOLAR EN COMUNICACIONES SATELITALES

La interferencia solar es una interrupción en la señal del satélite, causada por la radiación
solar. La interferencia solar puede afectar la transmisión de los satélites dos veces al año
durante .
Este tipo de interferencia puede causar la distorsión o pérdida de señal por períodos de 1 hasta
15 minutos por día, dependiendo del tamaño de la antena.

Fig. 2 Distintos niveles de afectación solar a las comunicaciones.

La órbita geosíncrona ahora es utilizada por muchos satélites con fines rutinarios de
telecomunicaciones y radiodifusión. Tales satélites parecen ser estacionarios según se ve desde
la tierra, y son capaces de proporcionar cobertura a grandes áreas. Aunque dicha comunicación
no está sujeta a los caprichos de la ionosfera, sí está sujeta a la interferencia del Sol.
Alrededor de la época de los equinoccios cada año, el Sol tiende a pasar por detrás de la línea de
visión de los satélites geoestacionarios en algún momento durante el día. Dado que el Sol emite
señales de radio fuertes en una amplia gama de frecuencias, a menudo es difícil distinguir la
señal del satélite deseado del ruido de radio del Sol.
El nivel de potencia interferente recibida del sol depende de:

- La frecuencia:
La radiación solar varía en intensidad con la frecuencia; mientras que para la banda de VHF
constituye una interferencia de importancia relativa, para una frecuencia de 4 GHz, la radiación
solar supera en 20 dB la potencia típica recibida en la Tierra procedente de un satélite de
difusión de televisión.
- El ancho de banda del receptor: como es lógico, a mayor AB, mayor potencia de ruido.
- El ancho de haz de la antena receptora: pues si ésta es muy directiva, mientras esté
apuntando al Sol, prácticamente no recibirá nada más que ruido. Y por supuesto, del nivel de
actividad solar.
Esta interferencia siempre se produce en horas diurnas cuando la actividad humana es mayor.
En la estación receptora no se puede hacer nada, salvo esperar a que el Sol salga del arco que
queda dentro del lóbulo principal del diagrama de radiación de la antena receptora.
Por otra parte, los enlaces que incorporan la técnica de Espectro Ensanchado (Spread Spectrum),
en muchos casos tienen capacidad de ensanchar el ruido procedente del Sol. Además, este ruido
es predecible, estacional, y solo afecta a una ciudad al mismo tiempo.
En este sentido hay que tener en cuenta que el Sol se mueve a una velocidad aparente de 15º/h
ó 0,25º/min de tiempo, y ocupa tan sólo la 5,4 millonésima parte del ángulo sólido subtendido
desde la superficie terrestre.
Existen programas que en función de la posición del satélite en cuestión y la de la estación
terrena receptora, con el ancho de haz de su antena, calculan la duración de la interferencia y el
momento en que se producirá.

La latitud de la estación determinará la época de año. Si el satélite se encuentra al este de la


estación terrena, la interferencia solar se producirá por la mañana, y por la tarde si está al oeste.
Las Predicciones de interferencias del satélite Telstar 12 que dan medida .

Fig. 3. Etapas del recorrido solar que determina los niveles de interferencia en las
comunicaciones de los satélites.

La comunicación basada en satélite se ve afectado por interferencias que es causado por el sol,
pasando directamente detrás de un satélite geoestacionario, visto desde una estación terrena
receptora, como se nota en la figura 1. Dependiendo del tamaño de la antena, su eficiencia y la
banda de frecuencia utilizada, esta interferencia puede causar degradación de la calidad del
servicio o de un corte de servicio completo.

Figura 4. Vista como afecta el satélite cuando se alinea con el sol.

El calor emitido por el sol es una intensa fuente de ruido térmico irradiaba a los mismos satélites
de comunicaciones gama de frecuencia de uso: las frecuencias de radio (RF), y la antena reciben
temperatura de ruido aumenta significativamente. Un corte de sol se produce porque la estación
terrena no puede distinguir entre la energía del sol y su señal de comunicación prevista.
Esta señal expresarse como una portadora a interferencia (C / I) Relación de reducción, un
degradada-Carrier-ruido (C / N) relación o como un aumento de la temperatura de ruido de la
antena (y por tanto reducida reciben antena G / T) como la interferencia (ruido) aumenta
durante el tránsito sol.
Para la estación terrena de recepción, este fenómeno natural de una vez al día de la energía
solar térmica adicional ruido se nota como una fuente de interferencia, lo que provoca
degradación de la señal (interferencia causando una menor disponibilidad de enlace) o incluso
cortes diarios (pérdida total de la señal) para pequeños períodos de tiempo.
El momento y la duración de la interferencia, así como el nivel de degradación del servicio, varía
en base a la ubicación de la estación recibir tierra, su tamaño y la frecuencia operativa.

¿Puede la actividad del Sol afectar las comunicaciones


satelitales?
Tal vez has oído o leído sobre las tormentas solares y sus efectos en la tierra y los satélites.
Quizás has visto cine de ficción o prensa en busca de audiencia que habla de posibilidades
cataclísmicas; corresponde entonces aclarar un poco el panorama.

Hay varios efectos del sol sobre las comunicaciones satelitales, algunos normales y predecibles y
otros aleatorios y que requieren cierta atención, pero en general estamos preparados para las
contigencias. Entre las principales se cuentan:
El efecto solar más común es aquel conocido como tránsito solar, y ocurre cuando la posición del
Sol y un satélite se intersectan desde una posición en Tierra. Debido a que el sol emite radiación
de amplio espectro que incluye las frecuencias utilizadas por satélites, si una antena receptora
en tierra recibe simultáneamente señales desde el Sol y el satélite, la primera puede sobrepasar
en magnitud la segunda, lo cual dificulta la recepción de la señal satelital.

El viento solar puede ocasionar problemas cuando se incrementa en lo que se suele llamar
una tormenta solar, sobrepasando momentáneamente los niveles de tolerancia del diseño de un
satélite. Las eyecciones de masa solar (o CME por Solar Mass Ejection) emiten fuerte energía
magnética y partículas, causando cargas eléctricas en las superficies de un satélite,
especialmente los de órbitas altas como los geosincrónicos.

La scintilación de la ionósfera debido a actividad solar incrementada puede generar fallas de


comunicación en zonas ecuatoriales. Similarmente, la rotación de Faraday es un fenómeno que
afecta en especial las comunicaciones en frecuencias bajo los 2 GHz. Cuando hay mucha
actividad solar, la rotación de fase afecta frecuencias más altas y puede interrumpir la
comunicación entre satélite y tierra. Estos dos fenómenos físicos sólo producen problemas
momentáneos.

El peligro mayor son las llamaradas solares, la más extrema manifestación de una tormenta
solar, que emiten grandes cantidades de radiación, particularmente protones. En casos extremos
los efectos de una llamarada solar podrían dañar un satélite, afectando control o comunicación,
pero eso ha pasado muy pocas veces. Dos ejemplos: el satélite canadiense Anik E2 que falló el 20
de octubre de 1994 y el Intelsat 511 que falló el 7 de octubre de 1995.

PREVENCIÓN EN DISEÑO Y OPERACIÓN

El efecto típico de llamaradas solares no suele pasar de reducir la eficiencia de los paneles
solares, algo que ya está contemplado y para lo cual los paneles se sobredimensionan.

Gracias a que la actividad solar severa suele comenzar con fuertes emisiones de rayos X, el
monitoreo del Sol en dicho espectro permite a los operadores de infraestructura satelital tomar
medidas de prevención (desactivación momentánea de funciones, por ejemplo), para prevenir
daños a los circuitos electrónicos más delicados.

Adicionalmente a radiación y partículas, las tormentas solares generan un incremento en el


roce al cual están sujetos los satélites, especialmente de órbita baja, por lo cual es posible que
los operadores deban hacer correcciones a sus órbitas. Esta es una situación prevista; los
satélites cuentan con combustible para hacer dichas correcciones, de hecho la cantidad de
combustible determina en gran medida la vida útil de un satélite.

1989 y 1859, ¿estamos preparados?


Aunque los satélites no se dañen permanentemente, la interrupción en su funcionamiento
puede causar contratiempos significativos. En marzo de 1989 una de las tormentas solares más
fuertes de las que se tiene registro afectó múltiples sistemas satelitales (y terrestres), satélites
geoestacionarios tuvieron que ser re-orientados y algunos de órbita polar estuvieron horas fuera
de control.

La ocasión sirvió para probar que la infraestructura satelital puede resistir una tormenta, pero no
se tiene certeza de lo que pasaría en caso de un evento solar de mayor magnitud. Dr. Sten
Odenwald del NASA's Goddard Space Flight Center estima que un evento solar como el que se
cree ocurrió en 1859 podría generar aproximadamente US$70 mil millones en pérdidas,
afectando los aproximadamente 900 satélites actualmente en uso.

Por lo tanto, los sistemas satelitales más críticos (por ejemplo los de navegación), se diseñan con
redundancia de componentes, materiales extra resistentes e incluso corrección en tiempo real
de señales.

CONCLUSIONES:
- La interferencia solar es un efecto natural que no puede ser anulado, pero si disminuido
lo mas posible y sabe la hora exacta cuando sucederá.
- En los cálculos de enlaces satelitales no solo encontraremos ruido solar causado a la
interferencia solar, sino habrá varios tipos.
- A esto le sumamos el cambio climático producido por las tormentar solares que cada
vez es mas frecuente, seria un problema a futuro a tomar en cuenta

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