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Edith Vega
Compiladora
ISBN: 978-950-892-489-6
© 2015 Lugar Editorial S. A.
Patricia Cristina Diaz. Licenciada en Psicología, UAI. Profesor Diana Kirszman. Doctora en Psicología. Miembro fundador de
Universitario de nivel Medio y Superior, UAI. Especialización en psico- Fundación Aiglé. Coordinadora docente en la carrera de Especializa-
logía forense, UCES. Especialización en psicoterapia cognitiva, indivi- ción en psicoterapia de Fundación Aiglé - Universidad Maimónides -
dual, grupal, vincular y familiar, cursado en la Fundación Aiglé. ítulo Universidad Nacional de Mar del Plata. Docente de la UB, de la Univer-
otorgado por la Universidad Nacional de Mar del Plata. Psicooncologa sidad del Valle de Guatemala y de Fundació Universitat-Empresa ADEI
en niños y adolescentes, Universidad Favaloro. en Valencia. Coordinadora del Programa PAUA para el diagnostico y
tratamiento de los trastornos alimentarios en Fundación Aiglé.
María Lorena Echeverría. Licenciada en Psicología, UBA. Miembro
del equipo de psicología perinatal, UBA-CIIPME-CONICE. utora de Javier Labourt. Licenciado en Psicología, Universidad de Belgrano.
prácticas profesionales en la Facultad de Psicología de la UBA, Psico- Fundacion ECI Equipo de erapia Cognitiva Infantojuvenil.
logía Perinatal en el Hospital Erill de Escobar. Docente ad honorem del
Programa de Atención en Psicología Perinatal dentro de la Secretaría de Ana Maglio. Doctora en Psicología . Departamento de investiga-
Extensión Universitaria de la UBA. Exdocente adjunta de la cátedra de ción de Fundacion ECI, Equipo de erapia Cognitiva Infantojuvenil,
“Psicoterapia Individual y Grupal II” de la UFLO. Diplomada en Psico- CONICE.
terapia Cognitiva por la UAI. Psicoterapeuta zen. Postítulo Docente
ISFD Nº 51. Colaboradora del Programa PANDA de la Fundación Aiglé. Mariana Maristany. Doctora en Psicología. Miembro de la Funda-
Psicoterapeuta integrativa. ción Aiglé. Coordinadora del equipo de evaluación psicológica. Espe-
cialista en familia y adolescentes. Docente de grado y posgrado en
Elizabeth K. Foschi. Licenciada en Psicología, Universidad de la Universidad de Belgrano, Universidad del Salvador, Universidad
Buenos Aires. Psicoterapeuta. Posgrado en Especialización en gestión Católica Argentina, Universidad del Valle del Guatemala, Fundació
de servicios para la discapacidad, Universidad Isalud. Es directora y Universitat-Empresa ADEI en Valencia.
coordinadora general de Andalican, Centro de Atención emprana y
del Desarrollo Humano. Coordinó actividades docentes y asistenciales Alicia Oiberman. Doctora en Psicología por la Universidad Nacional
en diversas organizaciones ligadas al desarrollo temprano y a la disca- de San Luis. Licenciada en Psicología, UBA. Investigadora indepen-
pacidad, fue disertante en diferentes jornadas y congresos nacionales diente del CONICE. Estudios Especializados Superiores en Psico-
e internacionales del área de la discapacidad. logía Clínica, Universidad René Descartes, París, Francia. Directora de
las investigaciones Programa Materno de Estimulación Cognoscitiva
Fernando García. Doctor en Psicologia, USAL. Coordinador de Docente, UBA.
Investigacion de Fundación Aiglé. Psicoterapeuta y supervisor. Editor
de la Revista Argentina de Clinica Psicologica. Director académico de Cinthia Ortiz. Licenciada en Psicología, Universidad Atlántida
la carrera de Especializacion en Psicoterapia Cognitiva en la UNMP. Argentina (UAA). Formación y entrenamiento en psicoterapia cogni-
Profesor de diferentes universidades nacionales e internacionales. tiva, Fundación Aiglé, y posteriores cursos de posgrado en el área clínica
de adolescentes y adultos con la misma orientación (Fundación Foro,
Stella Giardina. Licenciada en Psicologia, egresada de la Univer- CC, CEECIC, UNMdP, AAA). Experiencia profesional en consul-
sidad del Salvador. Especialista en Psicoterapia Familiar. ítulo otor- torio particular de 6 años; miembro de equipo médico-terapéutico de
gado por la Universidad Maimónides y la Fundación Aiglé. Psicote- ALUBA, Mar del Plata. Docente (JP) de la cátedra “Clínica de adultos”
rapeuta del servicio de Neumotisiología del Hospital de Pediatría P. de licenciatura en Psicología UAA. Exdocente tutor de la Facultad de
de Elizalde. Exdocente de la carrera de Psicología de la Universidad Psicología de la UAA. Docente auxiliar de la cátedra “Clínica de niños y
del Salvador. Profesora adjunta de Clínica de Niños y Adolescentes. adolescentes” en la Universidad Abierta Interamericana.
Universidad Abierta Interamericana.
10 Edith Vega (Compilado ra)
La cátedra de Clínica de Niños y Adolescentes de la carrera de intervenciones que tienen lugar en un cerebro y una mente en pleno
Psicología de la Universidad Abierta Interamericana rescata lo mejor desarrollo que afronta diversos cambios y transformaciones naturales
de la tradición de las cátedras como unidades disciplinares, al interior propias del proceso evolutivo en las diferentes etapas del ciclo vital.
de un plan de estudios concebido a partir de un currículum integra- Las posibilidades de modificación y cambio están por tanto magnifi-
tivo. En este sentido, mantienen las ventajas que derivan de la especia- cadas, lo cual es una oportunidad para apuntalar lo salugénico, pero, al
lización y la posibilidad de profundizar sobre las temáticas a su cargo, mismo tiempo, los errores diagnósticos y las intervenciones erróneas
pero lo hacen teniendo en cuenta el objetivo de desarrollar competen- pueden comportar la pérdida de ventanas temporales críticas. Afortu-
cias que requieren la articulación con los otros espacios curriculares y nadamente, en la clínica actual, se cuenta con técnicas de evaluación
propuestas desarrolladas por la carrera. psicológica más específicas, adecuadamente validadas y confiables,
A lo largo de diez años se ha consolidado un equipo de trabajo, que permiten establecer mejores diagnósticos y elaborar un perfil de
liderado por la doctora Edith Vega, que ha desplegado un conjunto rasgos de funcionamiento cognitivo y emocional y características de
de acciones y estrategias pedagógicas y ha generado a su vez un cons- la personalidad del paciente que orientan los tratamientos. Además,
tante crecimiento y capacitación de los integrantes a partir del trabajo no solo se han establecido protocolos para estimar la eficacia psico-
colaborativo y una forma de funcionamiento con responsabilidades terapéutica y (aunque aún sin un consenso generalizado) se conoce
definidas que se van alternando a lo largo de los años. En favor de la qué tipo de tratamientos son más adecuados para qué trastornos,
integración curricular, el equipo ha organizado, como una puesta en teniendo en cuenta, además, los rasgos de personalidad del paciente
común de los diversos desafíos clínicos, ferias de trabajos realizados y su contexto vital. Incluso podría decirse que los terapeutas disponen
por los alumnos de todas las localizaciones en que se dicta la carrera de un conjunto de herramientas y estrategias de intervención por las
(Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Rosario, Lomas de Zamora, Bera- que pueden optar en función de las variables antes citadas incluyendo
zategui e Ituzaingó), sobre los distintos abordajes y tipos de interven- entre ellas a su propio estilo personal.
ción para los diferentes trastornos y alteraciones que la c línica de niños Se han producido, en los últimos treinta años, en el conjunto de te-
y adolescentes requiere, las q ue se han reeditado anualmente, desde rapias basadas en la evidencia y, entre ellas, en las terapias cognitivo-
2008, con un incremento constante en la calidad de los trabajos y la conductuales en particular, una creciente integración entre los conoci-
cantidad de temáticas tratadas. A efectos de favorecer la transferencia mientos acerca del funcionamiento de la mente humana y los patrones
y la aplicación del conocimiento, vinculando la teoría con la práctica, de alteración en los distintos trastornos, que mejoran la comprensión de
la cátedra utiliza un conjunto de recursos entre los cuales se destaca la las dificultades que afrontan los pacientes y contribuye a diseñar inter-
posibilidad de que los estudiantes visiten diferentes clínicas, hospitales venciones más adecuadas y eficaces. Así, el contar con modelos acerca
y centros de tratamientos especializados y conozcan las modalidades de capacidades tales como la memoria, la atención, la función lingüísti-
de trabajo de los profesionales y el ejercicio del rol del psicólogo en ca (tanto en la comunicación como en la autorregulación), los procesos
forma directa. A lo largo de estos años el equipo ha generado diversas de inferencia y de toma de decisiones, la modulación emocional sobre
presentaciones a congresos y otros eventos científicos exponiendo sus la conducta y la cognición, entre otros, contribuye a entender las dis-
resultados a la consideración de los pares. Ahora, como resultado de torsiones o déficit que los trastornos inducen y a generar intervencio-
los trabajos de investigación del equipo, del relevamiento y el análisis nes tendientes a contrarrestarlas. Al mismo tiempo, los conocimientos
de las innovaciones terapéuticas y de la ponderación de la eficacia de aportados por la neurociencia, tanto en la comprensión de los procesos
distintos dispositivos clínicos para los trastornos más prevalentes en neuropsicológicos como en la acción de los psicofármacos y sus posibi-
niños y adolescentes, han editado el presente libro, para el que han lidades de contribuir a la limitación de las alteraciones, están cada vez
convocado a participar a un conjunto de destacados especialistas e más integrados a los tratamientos psicológicos y se cuenta con cada vez
investigadores de las más prestigiosas instituciones. mejores criterios para llevar adelante tratamientos combinados.
Los desafíos en la clínica de niños y adolescentes son muchos y La clínica de niños y adolescentes se beneficia especialmente ade-
de diversa índole. Quizás el más relevante de todos ellos es que son más del conjunto de conocimientos en constante crecimiento sobre
14 Juan Fernando Adrover
en los modelos transdiagnósticos (Harvey et al , 2004). Sin embargo, problemas alimentarios; junto con Bunge y colaboradores, en relación
como señala Fernández-Álvarez (2011), la investigación comienza a a la utilización de IC; junto con García recorreremos las alternativas
mostrar que no somos tan eficientes como pensábamos, más aún, a clínicas con las que contamos cuando los niños y los adolescentes
veces podemos provocar daño: los estudios de Lilienfield (2007) por padecen OC.
ejemplo, muestran el listado de tratamientos iatrogénicos. Barlow Por último, en los capítulos de La formación y el entrenamiento
(2010) también realiza aportes críticos en esta dirección. La perspec- identificaremos algunos aspectos a considerar con respecto al entrena-
tiva integrativa nos permite disponer de un abanico de posibilidades miento clínico, tanto en el aporte de Díaz como en el que hemos reali-
en los procedimientos terapéuticos compatible con la complejidad zado con Cros y Ortiz.
(Morin, 1995) que al día de hoy presenta la clínica. oda obra es colectiva, incluye a quienes nos preceden y a quienes
La clínica de niños y adolescentes no es ajena a esta situación, el generosamente realizan sus aportes compartiendo sus ideas, inquie-
libro se propone recorrer algunos aspectos de ella. No pretende ser tudes y búsquedas.
exhaustivo, sino una invitación a sumar manos para esta tarea. Quiero mencionar especialmente a Lucia, quien con un detalle
minucioso y lleno de comprensión y cariño realizó la corrección lite-
raria del manuscrito.
¿Cómo elegimos los temas de este libro? La clínica es soberana, decía Foucault (1986). Por ello, los capítulos
están nutridos de lo que nos han aportado muchos pacientes, quienes
Quisimos dar un panorama de algunos de los temas que al día de nos enseñan cotidianamente a pensar y nos enfrentan a los límites de
hoy pueblan el campo de la clínica de niños, adolescentes y sus familias. nuestras intervenciones. A ellos, nuestra mayor gratitud.
Hemos convocado a referentes locales de la especialidad que nos
permitirán nutrirnos con sus aportes. Algunos, con quienes compar-
timos la labor diaria de la cátedra, otros con quienes compartimos el
afán por mejorar. Algunos con prestigio internacional, otros comen- Bibliografía
zando el camino profesional. Esto también muestra la diversidad y la
posibilidad de integrar: experticia y deseo de conocer.
B�����, D. H.; A����, L.B. � C�����, M. L. (2004) “oward a unified
Hemos elegido la metáfora de los cuentos para los nombres de
treatment for emotional disorders”. Behavior Terapy 35, pp.
algunos capítulos, ya que la consideramos una herramienta valiosa
205–230.
para la labor clínica.
En los capítulos de Apertura vamos a compartir la evolución de B�����, D. H. (2010) “Negativ e effects from psychological treatments”.
una intervención psicológica en un ámbito hospitalario. Por otro lado, American Psychologist. 65 (1), pp. 13–20.
vamos a disponernos a entender de la mano de Oiberman el lenguaje F��������-Á������, H. (2011) (comp) Paisajes de la psicoterapia.
en etapas iniciales de la vida. Modelos, aplicaciones y procedimientos. Buenos Aires. Polemos, pp.
En los capítulos de Primeros pasos para la clínica, de la mano de 169-195.
Maristany, Echeverría y Preve, vamos a explorar los criterios para los F�������, M. (1986) El nacimiento de la clínica. Madrid. Siglo XXI.
diagnósticos y los diseños terapéuticos. F����, J. (1961) Persuasion and healing. A comparative study of
En los capítulos de La clínica en acción consideraremos algunas de psychotherapy. Baltimor, John Hopkins Univesity Press. (rad.
las herramientas con las que contamos para poder intervenir psico- español, Buenos Aires. roquel, 1977).
lógicamente; junto con Chardón, en situaciones de infertilidad; junto H�����, A.G.; W�������, E.; M������, W. � S������, R. (2004)
con Preve, en situaciones de discapacidad; junto con Giardina y cola- Cognitive behavioural processes across psychological disorders: A
boradores, en situaciones de internación médica; junto con Kirszman transdiagnostic approach to.
sobre las intervenciones con niños y adolescentes que padecen
K�����, A. E. � B����, S. L. (2011) “Rebooting Psychotherapy Research
18 Edith Vega
• Para arribar al diseño terapéutico se pueden realizar entrevistas Lo que vivimos queda guardado en forma de relato que puede
clínicas y pruebas complementarias. Esto permite ponderar rehacerse constantemente, es en este marco donde se juegan las posi-
tanto las dificultades como los recursos del niño, la familia o bilidades de la psicoterapia.
el entorno significativo. ambién permite optar por la perti-
nencia de la intervención o la derivación a otro centro. Por
último, el acuerdo de metas y de medios para lograrlas permite Un modelo psicopatológico
el consenso entre quienes consultan y el equipo terapéutico,
En la clínica con niños, adolescentes y sus familias, nos encon-
previo a la intervención.
tramos frente a un malestar referido por el niño y por quien lo trae a
• El dispositivo psicoterapéutico puede variar: según el grado de la consulta (padres, maestros, médicos). Este malestar suele ser una
focalización de los objetivos, extensión en el tiempo, tipo de disfuncionalidad perjudicial (Wakefield, 1992) socialmente que, a
técnicas, cantidad de personas convocadas, las tareas interse- veces, puede tomar la forma de una conducta que no coincida con
sión requeridas. el desarrollo esperado para la edad, según el entorno social al que se
• El registro detallado del proceso terapéutico favorece la evalua- pertenece. En la consulta se supone que el experto emitirá su juicio
ción tanto del cumplimiento de los objetivos como la supervi- tanto sobre la pertinencia o no de la consulta psicológica, como
sión del proceso y de los resultados de la intervención. también sobre la conducta terapéutica a seguir. Esto sucede en un
Para comprender las primeras construcciones del self y poder marco social específico en el cual necesitamos considerar tanto las
aplicarlo a la clínica debemos recordar, siguiendo al mismo autor, expectativas de quien/quienes consultan, como así las expectativas
que todo sistema terapéutico está constituido por tres componentes de quien/quienes reciben el pedido de ayuda. Qué les pasa, cómo lo
primordiales: una teoría de la mente, un modelo psicopatológico, un explican y qué buscan, serán los organizadores que, para el clínico, se
programa de cambios. constituirán en una brújula orientadora de la consulta. Buscaremos
entonces la consistencia-discrepancia, tanto en el modo de explicar
lo que está produciendo malestar, como en aquello que busca cada
Una teoría de la mente uno. En el caso de niños, la consulta suele estar organizada en torno
a síntomas: tiene dificultades para dormir, o en la escuela se hace pis,
Desde el inicio de la vida hasta la muerte la mente crea signifi- tiene miedo, entre otras. O en torno a problemas en la relación: no se
cados; en su íntima e indisoluble relación con la actividad del sistema porta bien con nosotros, no lo entiendo, no hace caso, son ejemplos de
nervioso superior, permite organizar el despliegue vital y las conductas modos de enunciar el malestar en términos interpersonales. En este
como experiencias. Desde el inicio de la vida la mente busca la sentido, considerando no solamente los sistemas clasificatorios de
mejor manera de situarse en la realidad desarrollando un incipiente psicopatología en los niños, podemos atender a:
proyecto personal, que hará su eclosión en etapas tempranas de la • El modo de presentación del malestar, de quienes piden la
adolescencia. Así como el cerebro es un órgano material regido por consulta.
la legalidad físico-química, la realidad social es un movimiento de
conjuntos regidos por leyes y normas, la mente está constituida por • La manera de explicar el malestar de los agentes implicados.
una actividad procesal que cada individuo o sistema realiza para orga- • La disponibilidad para cambiar y los recursos del niño, su familia
nizar la información. Esta circula dentro del universo donde habita, y su entorno significativo.
para organizarse a sí misma participa de este modo en la construc-
ción de la realidad. La mente crea significados incesantemente para
encontrar un sentido dentro de las condiciones biosociales en las que
trascurre.
Clínica de niños y adolescentes, ¿qué hay de nuevo? 391
Guías para transitar el libro: guijarros de Hansel y Gretel . . . . . . . . . 19 Para comerte mejor. ¿Cómo ayudar a quienes no quieren comer o
Edith Vega comen demasiado? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 277
Diana Kirszman
Jack y las habichuelas mágicas: la evaluación en la clínica de niños Guías para la travesía de la clínica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 369
y adolescentes, ¿qué evaluamos y cómo? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91 Edith Vega - Belén Cros - Cinthia Ortiz
Mariana Maristany