Vous êtes sur la page 1sur 7

Gramática histórica del español.

Capítulo 1 – Introducción (Historia


externa del español). Ralph Penny

1.0 Historia del español


Historia interna: los cambios lingüísticos que tienen lugar en una lengua a través del tiempo
Historia externa: contextos históricos y sociales de la historia de una lengua

1.1 El latín
Latín: padre/madre del español, último eslabón de una cadena ininterrumpida de hablantes de 2000
años
El español es latín, exactamente lo mismo que el gallego, portugués, catalán, francés, italiano, rumano,
etc. (es por eso que no lo llamamos latín; al inglés lo llamamos inglés, al igual que lo que se hablaba hace
casi 2000 años, aunque ha cambiado tanto como el español o más)
El latín nunca fue uniforme: todos los idiomas presentan variedades:
1) Diatópicamente (en el espacio)
2) Diacrónicamente (en el tiempo)
3) Sociológicamente (en diferentes grupos sociales)
Hay poca evidencia de la variedad del latín porque los que lo escribían utilizaban la variedad culta
literaria denominada latín clásico.
Latín vulgar (=popular): término para el latín no literario; es decir, todo lo demás; es la lengua (muy
variable) hablada durante cientos de años en diferentes lugares por diferentes grupos de personas; no
es un fenómeno tardío (aunque la mayoría de la evidencia es tardía), ni es una lengua diferente del latín
clásico; es el latín hablado por las clases sociales menos influenciadas por los modelos literarios
Dejamos de usar el término latín vulgar y a usar el término romance cuando comienza a escribirse en las
formas locales de la lengua (siglo IX d.C. en el norte de Francia) (algunos usan el término protorromance
para los antecedentes de los idiomas románicos)
Fuentes de información sobre el latín vulgar:
1) Escritos literarios redactados con intención de reflejar el habla popular
2) Escritos cristianos de intención proselitista
3) Escritos técnicos en lengua coloquial
4) Documentos diversos el último período del Imperio (siglos III-V d.C.) y durante los siglos
siguientes (menor nivel educativo y cultural de los letrados)
5) Inscripciones no oficiales, sobre todo graffiti
6) Escritos de gramáticos que prescribían cómo no se debía escribir
7) Glosas desde el siglo I d.C. en libros difíciles de comprender
8) Préstamos latinos a otras lenguas y viceversa (Kaiser < Caesar)
9) Comparación de lenguas románicas: el latín vulgar tenía que haber usado CABALLUS (y no
EQUUS) para significar caballo

Penny 1 – Resumen, pág. 1 de 7


1.2 El latín de Hispania
En el siglo III a.C. la Península Ibérica (PI) estaba poblada por tribus celtas, iberas (origen desconocido),
vascas (origen desconocido), y algunas colonias griegas, fenicias y cartaginesas.
La incorporación de la Península Ibérica al Imperio Romano comenzó en el 218 a.C. durante la Segunda
Guerra Púnica (con Cartago). En 106 a.C. Roma conquistó Cádiz, la capital peninsular de Cartago. En el
19 a.C. Roma conquistó la costa cantábrica.
[Los romanos llamaron a la Península Ibérica Hispania. Los griegos la habían llamado Iberia.]
Latinización de Hispania: el latín no fue impuesto; las poblaciones locales lo aprendieron por
conveniencia y por el prestigio del idioma. Proceso rápido en algunas zonas: este y sur. No llegó a
completarse en el País Vasco.
Cualquier cambio de lengua implica un período de bilingüismo que se prolonga durante varias
generaciones. Las lenguas originales (lenguas sustrato: vasco, lenguas celtas, lenguas iberas) pueden
llegar a influir la segunda lengua.
Factores que estimularon la rápida romanización y el uso de las formas de la lengua más prestigiadas:
estrecho contacto con la Italia central, aparición de las grandes urbes, buenas comunicaciones. Por tanto
las zonas latinizadas más tarde, más remotas y menos desarrolladas (el norte) tenían un latín más
alejado de la norma
El latín de Hispania no era uniforme, pero tenía algunas características en común:

1.2.1 Arcaísmo
Pervivencia de formas antiguas del latín perdidas en otras zonas
El latín llegó a la península antes que a muchas otras partes (norte de Italia, Galia)
Es conocido que las zonas colonizadas tienden a ser lingüísticamente más conservadoras que los
propios lugares de los que procede una lengua
Por tanto, el hispanorromance debió de conservar algunos rasgos del latín de los siglos III y II a.C. que se
perdieron en el habla de Roma y otras provincias latinizadas con posterioridad
Esto se ve más claramente en algunos ejemplos del vocabulario:
• Esp. cueva, port. cova < COVA (cf. fr. cave < CAVA)
• Esp. hablar, port. falar < lat. preclásico FABULĀRĪ “conversar” (cf. fr. parler)
• Esp., port. querer con su sentido preclásico (cambió de significado a buscar) (cf. fr. vouloir)

1.2.2 Conservadurismo
Pervivencia de formas antiguas del latín clásico perdidas en el epicentro cultural del Imperio
Ejemplos más claros en el vocabulario:
• Esp. arena, gall., port. area, rum. arină < lat. cl. ARĒNA (cf. fr. sable, it. sabbia)
• Esp. hervir, gall., port. ferver < lat. cl. FERVERE (cf. fr. bouillir, it. bollire, cat. bullir)
• Esp., gall., port. mesa, rum. masă < lat. cl. MĒNSA (cf. fr. table, it. tàvola, cat. taula)
• Esp. queso, gall. queixo, port. queijo, etc. < lat. Cl. CĀSEU (cf. fr. fromage, it. formaggio, cat.
formatge)
• Esp. yegua, gall. egua, port. égoa, cat. egua < lat. cl. EQUA (cf. fr. jument, it. cavalla)
Se aprecia que las formas más antiguas son las de las zonas periféricas de la Romanía.

Penny 1 – Resumen, pág. 2 de 7


No todo es más antiguo en la periferia: hay innovaciones latinovulgares ahí también, v.g. las formas
sintéticas de los adjetivos comparativos usando MAGIS (más) + adjetivo; hay un tipo posterior basado en
PLŪS en vez de MAGIS, cf. fr. plus, it. più.
En vocabulario también:
• Esp. hermoso, gall. fermoso, port. formoso < FŌRMŌSU (cf. fr. beau, it. bello < BELLU)
• Esp. pájaro, gall. paxaro, port. pássaro < lat. vg. PASSAR (lat. cl. passer) «gorrión» (cf. fr. oiseau,
it. ucello, cat. aucell < AVICELLU)

1.2.3 Dialectalismo
Al comienzo de la latinización de Hispania, pervivían aún el osco y umbro, competidores itálicos del latín
que se hablaban en el centro y sur de Italia. Muchos de los soldados y colonos romanos procedían de
zonas donde existía bilingüismo. Estas lenguas dejaron alguna influencia en el latín ibérico.

1.2.4 Innovación
Existieron algunos cambios innovadores el el latín ibérico que se limitan a la península.
• La fusión total de la segunda y tercera conjugación latina: por ej. DĒBĒRE y VENDĔRE (deber y
vender)
• Formación de algunas palabras nuevas derivadas:
o CIBU «comida» > CIBĀTA > cebada esp. med. «alimento» > «cebada» (“barley”)
o COLUMNA «columna» > dimin. COLUMELLU «(diente) canino» > colmillo
o PĀ CĀRE «pacificar» > AD PĀ CĀRE «extinguir, apaguar» > apagar
• Cambios de significado de palabras, por ej.:
o CAPTĀRE «asir, coger» > CATAR «mirar» (cf. catalejos)
o FRĀTER GERMĀNU «hermano verdadero» (comparte ambos padres) > GERMĀNU
«hermano» > hermano (“brother”)
• Introducción de préstamos de las lenguas prerromanas de la Península

1.3 Conquista y Reconquista


1.3.1 Los visigodos
Los siglos V-VI, la mayor parte de la Península estaba sometida a la monarquía visigótica.
Los visigodos eran una tribu germánica (godo=germánico, visigodo=germano occidental) que saqueó
Roma en el 410 y luego estableció un reino semiautónomo en el sudoeste de la Galia (capital Toulouse).
Se expandieron por la Península Ibérica y luego fueron expulsados de la Galia por los francos, otra tribu
germánica, creadora del estado francés.
Los visigodos estaban ya semi-romanizados (eran bilingües) cuando llegaron y fueron una pequeña
minoría gobernante. Su lengua germánica tuvo poca influencia en el romance hispánico.
Patronímicos: posiblemente la introducción del sufijo –ez, -oz, en voces que fueron patronímicos y se
convirtieron en apellidos (por ej. Fernández «hijo de Fernando», Pérez «hijo de Pe(d)ro»)
Vocabulario: palabras relacionadas con la guerra: talar (cut down, devastate), rapar (snatch, shave),
robar (rob), estampar (smash), guardar (guard), guarda/guardian (guard), botin (booty), ganar (win,
earn), galardón (payment), honta (afront), bando, bandido, banda, bandera, guiar (guide), espía (spy),
yelmo (helmet), dardo (dart), tregua (truce)
Establecieron la capital en Toledo en la meseta central. Por eso Toledo se convirtió en un símbolo de la
Reconquista. Fue reconquistada por Castilla en 1085.

Penny 1 – Resumen, pág. 3 de 7


1.3.2 Musulmanes y cristianos
La invasión islámica de 711 ocupó ¾ partes de la península y tuvo enormes consecuencias lingüísticas.
• Contacto con el idioma de otra cultura más prestigiosa que la cristiana
o Importante número de préstamos léxicos y semánticos del árabe
o Modificación del romance hispánico en su sintaxis y fraseología
• Transformó completamente el mapa dialectal de España e hizo cobrar importancia a una
variedad romance marginal de la periferia
El extremo norte y noroeste, alejado de las influencias estandarizantes durante el período romano se
convirtieron en centrales a la Hispania cristiana. Una, Galicia, (noroeste) es la fuente del portugués y la
otra, Cantabria (centro), es la fuente del castellano (español)
El romance de la zona de Cantabria era sin duda la más diferente de todas, quizá por la influencia de
vascos asentados en parte del territorio
Castilla, zona marginal del reino de León, se convirtió en reino (1035) y se convirtió en el motor de la
Reconquista, conquistando Toledo en 1085, con el consiguiente prestigio. En el siglo XIII Castilla
conquistó Córdoba (1236), Jaén (1246), Sevilla (1248), Cádiz (1250), y el reino de Murcia (1244).
Vocabulario árabe en español: Aceite, aceituna, añil, escarlata, azul, alfarero, alfiler, álgebra, algoritmo,
cero, cifra, ajedrez (jaque, mate), cenit, elicsir, alcohol, alhelí, azahar, jazmín, azucena, amapola, sandía,
limon, naranja, toronja; acequia, noria, zanja, alberca; alfalfa, algodón, arroz, azúcar, azafrán, alubia,
zanahoria, alcachofa; almacén, aduana; albañil, adobe, azulejo, alcantarilla; etc., etc.
Con la conquista vino la expansión del romance castellano y el retroceso del árabe y el mozárabe (las
variedades del hispano-romance que continuaban hablándose en la Hispania islámica durante la
invasión musulmana)
El contacto con el mozárabe produjo cambios en el castellano, principalmente préstamos del
vocabulario y quizá el desarrollo de las consonantes sibilantes en las variedades andaluzas.
El romance castellano por su prestigio también se expandió hacia los reinos cristianos vecinos: León,
Navarra y Aragón, primero al habla de la gente culta y luego a todo el pueblo (excepto en zonas rurales
de Asturias, occidente de León, norte de Huesca y las zonas del catalán, vasco y gallego, hasta bien
entrado el siglo XX)

1.4 El castellano (español) estándar


El prestigio del castellano se debía no solo a su poderío militar sino también a su modalidad estándar
literaria.
El rey Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y León (1252-1284), jugó un papel decisivo en la creación de la
modalidad estándar del español, basada en un sistema de escritura fijado en 1080 en el Concilio de
Burgos. Alfonso X
• abogó por la creación de una norma suprarregional libre de peculiaridades regionales
(dialectalismos). El nuevo estándar literario suprarregional debió de basarse en la manera de
hablar de las clases altas de Toledo.
• propulsó la creación de muchísimos escritos científicos, legales, administrativos y literarios, en
gran parte traducciones de escritos árabes.
• Propulsó el uso del castellano estándar como lengua de la administración

Penny 1 – Resumen, pág. 4 de 7


Los gramáticos alfonsinos desarrollaron los recursos expresivos del castellano: sintaxis más compleja y
sutil, enorme incremento del vocabulario, en parte mediante préstamos del latín (cultismos) y del árabe,
y en parte mediante la derivación de nuevas palabras a partir de otras.
Además de la norma (estándar) de Toledo, había otra ciudad muy importante cuya norma lingüística era
prestigiosa: Sevilla (la ciudad más grande y de economía más floreciente)
Algunas características lingüísticas del habla de Sevilla antes del siglo XVI:
• Seseo: pronunciar cocer y coser, casa y casa, de la misma manera
• Yeísmo: pronunciar la “ll” igual que la “y”
• Conservación del fonema /h/ descendiente de la F- latina (eliminado del español central durante
el siglo XVI por influencia norteña): es decir, pronunciar la h en palabras como harina y horno
• Debilitamiento de la /s/ implosiva: aspiración de la “s” en palabras como mismo (mihmo), casas
(casah)
• Debilitamiento y confusión de /r/ y /l/ en final de sílaba: decir alma por arma (o viceversa)
• Distinción etimológica de los pronombres lo y le, en contraste con el español central, que era
leísta (le vi en vez de lo vi)
Madrid, continuadora de Toledo, sirvió de norma a la literatura española del Siglo de Oro. Pero Sevilla
tuvo gran influencia en las hablas de las Américas tras la conquista
Durante el Siglo de Oro el castellano se extendió a las clases cultas de Galicia y Cataluña, que no se
recuperarían hasta el siglo XIX

1.5 El español extrapeninsular


Durante los siglos XV y XVI el español se extendió a diferentes lugares fuera de la Península

1.5.1 Las Canarias


Incorporadas a la Corona de Castilla en el siglo XV.
Repoblada por andaluces (norma de prestigio de Sevilla): seseante, /h-/ aspirada, /-s/ aspirada, etc.
Las Canarias se convirtieron en escala obligada y trampolín para llegar a América y siempre tuvieron un
contacto más estrecho con las colonias americanas que el resto de España. Por eso comparten más
características lingüísticas: léxicas (ej. guagua «autobús») y gramaticales (ustedes en vez de vosotros
cantáis).

1.5.2 América
Después de conquistar las Indias Occidentales (Antillas), se usaron estas como trampolín para conquistar
los dos grandes centros de población indígena: el Imperio Azteca y el Imperio Inca.
Ciudad de México y Lima pasaron a ser los principales centros administrativos y culturales de la América
hispana. Todo el contacto con la Península se mantuvo durante siglos sólo a través de México y Lima.
Otras zonas (Río de la Plata, América Central, Nuevo México) permanecieron mucho más alejadas de la
metrópoli.
Esto explica las principales diferencias dialectales del español americano:
La modalidad lingüística de las tierras altas de México y de Perú/Bolivia se ha mantenido más próxima
al estándar peninsular central
En las áreas más apartadas de los principales centros culturales de la América colonial, las tierras bajas,
las características de la norma sureña sevillana han tenido una mayor aceptación social

Penny 1 – Resumen, pág. 5 de 7


Características sureñas (sevillanas) comunes a los dialectos americanos:
• Seseo (todos)
• Yeísmo (casi todos)
Algunas dicotomías dialectales en dialectos de tierras altas y dialectos de tierras bajas:
• Aspiración o no de la /s/ al final de sílaba (casas, desde)
• Ausencia o no del pronombre informal vos (desapareció en Castilla)
• Uso del sonido /h/ o /x/ para la pronunciación de la “j” (o ge/gi)
Posibles razones de la importancia de la norma de Sevilla en el español americano:
• La mayoría de los primeros colonos eran andaluces (78% en las dos primeras décadas)
• Como todo el comercio con las Indias se hacía por el puerto de Sevilla, posteriores colonos
peninsulares debían pasar tiempo en Sevilla
• Las tripulaciones eran mayormente andaluces

1.5.3 El Mediterráneo y los Balcanes


En la Península Ibérica había muchos judíos, llegados del otro extremo del Imperio Romano cuando los
romanos los expulsaron de su tierra en el siglo I d.C.
En 1492 los Reyes Católicos les dieron la opción de convertirse al cristianismo o marcharse.
Muchos se fueron a: Portugal (hasta que los expulsaron en 1496), norte de África, Italia, o (la mayoría)
ciudades del Imperio Otomano, lo que ahora es Siria, Turquía, Grecia, Albania, Bulgaria, etc.
Los judíos españoles o sefarditas establecieron comunidades florecientes en Constantinopla, Salónica,
Sofía, Bucarest, Monastir, etc.
La lengua de los judíos sefarditas en esas ciudades era una mezcla de dialectos de Aragón, Castilla,
Portugal, Barcelona, Lisboa, Córdoba, etc.
El habla judeo-española resultante (denominada también «ladino», «judezmo» o «espaniol») es
predominantemente castellana, pero muestra una mezcla considerable de características de otras zonas
de la Península, sobre todo portuguesas y algunas andaluzas, y algunos rasgos conservadores con
resecto al castellano general del siglo XV.
Algunas características del ladino no castellanas:
• Ausencia del diptongo correspondiente al latín Ĕ y Ŏ (quero [= esp. quiero], preto [= esp.
prieto])
• Vocales finales /i – a –u /, como el portugués, en vez de /e-a-o/
• Pronunciación de la F- inicial latina como /f/, ej. fazer, formiga, fambri [= esp. hacer, hormiga,
hambre]
• Conservación del latin -MB-, ej. palombika [= esp. paloma], como en portugués
• Oposición de los sonidos de las letras «b» y «v», a veces como /b/:/β/ commo en el norte y
centro de Portugal, y otras como /b/:/v/ como en el portugués estándar (en español «b» y «v»
se pronuncian igual en la actualidad y se oponían /b/:/β/ en el sur hasta el siglo XVI, como en el
catalán del sur en la actualidad)
• Misma evolución de las consonantes sibilantes que en portugués:

Penny 1 – Resumen, pág. 6 de 7


Medieval (all) Portugués/Ladino Castellano Sevillano
Prepalatal dixo [ʃ] dixo [ʃ] dijo [x] dijo [h]
(sorda y sonora) ojo [ʒ] ojo [ʒ] ojo [x] (velar) ojo [h]
Ápicoalveolar passo [s] paso [ş] paso [s] paso [ş]
(sorda y sonora) casa [z] ] casa [s] casa [ş]
cinco [ş] cinco [θ] cinco [ş]
Lamino-alveolar cinco [ʦ] ] decir [ş]
decir [θ]
(sorda y sonora) dezir [ʣ] (lamino-alveolar) (laminoalveolar)
(dental)

El ladino es yeísta (pronunciación igual de la «y» y la «ll») como el español andaluz; la «y» no se
pronuncia junto a una «e» o una «i»i: amari(ll)o, ga(ll)ina, e(ll)a
El ladino tiene vocabulario arcaico, que ya no se usa en castellano, y palabras nuevas tomadas del
italiano, francés, turco, griego, etc.
No tiene usted, porque es una innovación del castellano del Siglo de Oro
El futuro del judeo-español no es prometedor: las comunidades están al punto de la extinción

1.5.4 Las Filipinas


Descubiertas en 1521, fueron posesión española hasta 1898, cuando se las arrebató Estados Unidos.
La hispanización de las Filipinas fue sólo superficial: en 1898 lo hablaba un 10% de la población

1.6 «Castellano» y «español»


Hasta el siglo XVI la lengua de la que hemos estado hablando se llamaba castellano, o romance
castellano. En el siglo XVI se empezó a usar la palabra español como equivalente a castellano.
Los términos castellano y español soy hoy en día sinónimos cuando designan la lengua nacional de los 21
países hispanohablantes. En algunos países prefieren llamarlo castellano (España, Argentina, etc.) y en
otros prefieren llamarlo español (México, Cuba, etc.)
En otros contextos castellano y español no son sinónimos: a veces se usar el término castellano para
referirse al habla (o dialecto[s]) de Castilla.

Penny 1 – Resumen, pág. 7 de 7

Vous aimerez peut-être aussi