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OBJETIVOS ESPECÍFICOS
En la actualidad las suspensiones que se emplean en los automóviles de turismo son muy
variadas, si bien todas están basadas en unos pocos sistemas diferenciados. .
En primer lugar se diferencian las suspensiones en las que ambas ruedas de un eje están
unidas por medios elásticos, de tal manera que el movimiento de una se transmite a la otra, de
las suspensiones en las que, por el contrario, ambas ruedas cuentan con elementos de
suspensión que no están unidos dinámicamente. Estas últimas se denominan
"independientes".
-Eje delantero
En casi todos los turismos el eje delantero es independiente, desde hace ya bastantes años ya
que permite un contacto mejor de las ruedas con el suelo al girar. La suspensión más utilizada
en el eje delantero es la de tipo MacPherson y sus variantes más modernas basadas en ella.
Asimismo en los vehículos de categorías superiores se emplea la suspensión de doble trapecio,
más costosa de construcción y con más ventajas de cara a la estabilidad; antiguamente era la
única que se conocía.
Sin embargo, en el eje trasero las soluciones son mucho más variadas debido a que las ruedas
suelen tener una dirección fija, por lo que no hay necesidad de que puedan rotar, además de
que hoy día son mayoría los vehículos de turismo en los que tampoco soportan la transmisión.
En esos casos se utilizan habitualmente soluciones más sencillas y baratas, sobre todo en los
coches de gama más baja, en las que la suspensión en las ruedas traseras no es independiente.
Estos tipos de suspensión, en principio, no tienen tan buen comportamiento como las
independientes, pero su buen compromiso entre coste y comportamiento hace que sean
ampliamente utilizadas.
Las soluciones empleadas en los ejes delantero y trasero suelen ser diferentes debido,
principalmente, a que sólo las ruedas delanteras tienen direccionalidad. También depende de
si la transmisión se realiza a las ruedas delanteras, traseras o a las cuatro ruedas.
-Eje trasero
La ausencia de direccionalidad en las ruedas traseras, además de que normalmente tampoco
intervienen en la transmisión, hace que las soluciones empleadas en el eje trasero puedan ser
más sencillas que las del delantero.
Los primeros automóviles tenían transmisión a las ruedas traseras, y el eje consistía en una
unión rígida entre ambas ruedas. Habitualmente se empleaban ballestas para amortiguar el
movimiento del eje, un sistema sencillo y robusto que actualmente se usa en los vehículos
industriales y todo terreno por su robustez, capacidad de soportar peso y gran recorrido entre
topes.
Con la llegada de la tracción delantera las soluciones para el eje trasero se simplificaron. La
solución más sencilla y evidente es mantener un eje rígido pero sin soportar la suspensión. A
partir de ahí se desarrollaron las suspensiones semi-independientes. Este tipo de suspensión
se denomina "de ruedas tiradas", porque las ruedas cuelgan del soporte del eje, presentando
una suspensión por muelle y el amortiguador. En algunos casos el muelle no es el típico
helicoidal o espiral, sino por barras de torsión, sistema aún más sencillo y económico, que
además deja mucho espacio de carga libre por ejemplo Renault 4 y sus derivados posteriores
(Renault 5, Renault 6). Este tipo de amortiguación, con diferentes variaciones, todavía se utiliza
en gran medida en los vehículos que se venden actualmente debido a su difícil tarea.
El sistema de suspensión esta compuesto por un elemento flexible (muelle o resorte, barra de
torsión, muelle de goma, gas o aire) y un elemento de amortiguación (amortiguador), el cual
debe neutralizar las oscilaciones de la masa suspendida ocasionadas por el elemento flexible al
adaptarse a las irregularidades del terreno.