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ESTRATEGIAS PARA FACILITAR LA INTERACCIÓN SOCIAL

LAURA GLOFER KLINGER Y GERALDINE DAWSON

(TRADUCCION DE TERESA SANZ VICARIO)

NIVEL 1: FACILITAR LA ATENCIÓN A LAS PERSONAS, LA CONTINGENCIA


SOCIAL Y LA TOMA DE TURNOS.

Fase 1: Percepción de las relaciones de contingencia entre las acciones propias


y de otros.

Método:

El propósito de esta fase es ayudar al niño a darse cuenta de la similitud y de la relación


de contingencia entre sus propias acciones y las del adulto. El adulto imita de forma
exacta las acciones del niño con juguetes, sus movimientos corporales y sus
vocalizaciones, y lo hace simultáneamente o inmediatamente después de las acciones
del niño. Las imitaciones han de ser tan similares como sea posible a la conducta del
niño, pero exageradas. Se debe tener cuidado en captar la atención del niño colocando
los juguetes dentro de su campo visual.
Objetivos:
1.-El niño comienza a atender a las acciones del adulto.
2.-El niño comienza a darse cuenta de que las acciones del adulto siguen a sus propias
acciones.

Fase 2: Facilitación del contacto ocular.

Método:
Una minoría de los niños centra su atención en las acciones que realiza el adulto con los
juguetes en vez de en su cara. El propósito de esta fase es desplazar la atención del niño
de los juguetes hacia el adulto. La estrategia es esencialmente la misma que la de la
fase anterior, excepto en que el adulto facilita el contacto ocular colocando
estratégicamente su cara dentro del campo visual del niño. Mientras imita las acciones
del niño, su cara debe estar justo detrás de los juguetes. De esta forma, si el niño mira a
los juguetes también verá la cara del adulto. El adulto puede sonreír y mostrar alegría y
exagerar sus expresiones faciales cuando el niño mire en su dirección.

Objetivos:
1.-El niño comienza a mirar a la cara del adulto.
2.-El niño se da cuenta de que el adulto está siguiendo sus acciones.

Fase 3: Facilitar la toma de turnos.

Método:
El propósito de esta fase es ayudar al niño a aprender la naturaleza recíproca de las
interacciones. Ocasionalmente, el adulto espera unos pocos segundos antes de imitar al
niño para ver si éste espera a que le imite. Este tipo de imitación alternante crea una
sensación de toma de turnos en la que el niño toma un turno, y después el adulto toma
otro turno. A menudo el niño disfrutará con esta actividad y la realizará como un juego,
acelerando o ralentizando sus acciones para ver si el adulto las sigue.
Objetivos:
1.-El niño espera la imitación del adulto.
2.- El niño comienza a cambiar su conducta y mira a ver si el adulto cambia su conducta.
3.- El niño muestra signos de estar participando en un juego.

Fase 4: Discriminación entre contingencia y contraimitación.

Método:
El propósito de esta fase es que el niño aprenda que la interacción recíproca puede tener
lugar incluso cuando el adulto no imita exactamente su conducta. En vez de realizar una
imitación exacta de las acciones del niño, el adulto hace leves modificaciones. Por
ejemplo, puede imitar las acciones del niño pero con un juguete diferente, o puede usar
el mismo juguete pero modificando ligeramente sus imitaciones. Por ejemplo, puede
alterar la rapidez de su imitación (más rápida, más lenta). También puede dirigirle
vocalizaciones ligeramente más complejas. Por ejemplo, si el niño está usando sonidos
de consonante-vocal (Ej. “ma-ma-ma”), el adulto añade un sonido para convertirlos en
palabra (ej. “mom”, “mom”, “mom” = “mamá”, “mamá”, “mamá”).

Objetivos:
1.-El niño anticipa las imitaciones del adulto incluso cuando no son exactas.
2.- El niño sigue disfrutando en las interacciones de toma de turnos.

NIVEL 2: IMITACIÓN Y HABILIDADES DE ATENCIÓN CONJUNTA.

Habilidades de Imitación.

Fase 1: Imitación de Esquemas Familiares.

Método:
El propósito de esta fase es facilitar que el niño imite al adulto. Algunos niños pueden
imitar si se les da las señales o la orden adecuada. Lo esencial es la espontaneidad. La
estrategia consiste en introducir un esquema y/o un sonido familiar que ya pertenezca al
repertorio conductual del niño. Cuando el niño está atendiendo y colaborando
óptimamente con el adulto, éste introduce un esquema familiar simple de acción con un
juguete. Para comenzar, esta acción es una de las que el niño haya realizado
recientemente. Puede que el adulto necesite presentarla varias veces y que la imitación
del niño esté demorada. El adulto vuelve a imitar al niño después de varios intentos de
facilitar su imitación espontánea.
Objetivos:
1.-El niño imita espontáneamente esquemas familiares simples con juguetes.
2.- El niño imita espontáneamente vocalizaciones familiares.
3.- El niño imita espontáneamente esquemas complejos con juguetes y/o vocalizaciones.

Fase 2: Imitación de Esquemas Nuevos.

Método:
El propósito de esta fase es facilitar que el niño imite espontáneamente acciones nuevas.
La estrategia es la misma que la de la fase anterior, excepto en que se introducen
esquemas no familiares. El adulto comienza con esquemas que son ligeras
modificaciones de los esquemas familiares del niño y progresa lentamente hacia acciones
y sonidos más novedosos.
Objetivos:
1.-El niño imita espontáneamente sutiles modificaciones de esquemas familiares con
juguetes y/o vocalizaciones.
2.- El niño imita espontáneamente esquemas más novedosos con juguetes y/o
vocalizaciones.

Comunicación Temprana y Atención Conjunta.


Fase 1: Comunicación para Conseguir un Deseo.
Método:
El propósito de esta fase es motivar al niño para que se comunique espontáneamente
con el adulto con el fin de conseguir un deseo. Esto se consigue colocando objetos
interesantes dentro de un recipiente difícil de abrir o fuera del alcance. El adulto espera
a que el niño use un gesto, la mirada o lenguaje para indicar que quiere el objeto y
después, inmediatamente, cumple la petición del niño.
Objetivo:
1.-El niño se comunica espontáneamente (gestos, mirada o lenguaje) para pedir un
objeto deseado.

Fase 2: Compartir actividades.

Método:
El propósito de esta fase es facilitar la participación del niño y su comunicación en
actividades compartidas. Los objetos usados en la sesión están diseñados para requerir
la ayuda de otra persona (globos, pompas de jabón, un juguete de cuerda difícil de
accionar, un tren sobre raíles). El niño está entonces motivado para compartir el objeto
deseado con otra persona. Son útiles los objetos que de forma natural dirigen la
atención hacia la cara del adulto (Ej. pompas, globos). Además, la atención compartida
puede ocurrir en torno a una rutina social. A menudo, los niños iniciarán interacciones
ritualizadas con objetos o movimientos del cuerpo. El adulto puede facilitar el desarrollo
de estas rutinas interpretando las acciones del niño como si fueran demandas para
compartir actividades. Por ejemplo, el adulto puede colgar en la habitación una sarta de
abalorios y jugar con el niño dándole vueltas cada vez que toque los abalorios.
Objetivos:
1.-El niño se comunica espontáneamente para pedir ayuda.
2.-El niño pide al adulto que participe en una actividad compartida.
3.-El niño pide al adulto que participe en rutinas sociales compartidas.
Fase 3: Uso del contacto ocular en el contexto comunicativo.
Método:
El propósito de esta fase es enseñar al niño que sus propias señales no verbales
(principalmente el contacto ocular) son importantes en la comunicación con otras
personas. Esto se facilita si el adulto hace una pausa antes de cumplir los deseos del
niño. Con frecuencia, entonces el niño mirará espontáneamente a la cara del adulto para
incitar el comienzo de la actividad. Con los niños de más alto funcionamiento otra
estrategia consiste en fingir confusión o falta de comprensión de la petición realizada.
Por ejemplo, el adulto puede simular confusión sobre si se le pide que dibuje una “B” o
una “G” hasta que el niño se vuelva y le mire mientras hace la petición.
Objetivo:
1. El niño comienza a pedir actividades mientras mira a la cara del adulto, combinando el
contacto ocular con las peticiones.

Fase 4: Atender a las señales no verbales de los demás y dirigir la atención del otro.
Método:
El propósito de esta fase es conseguir que el niño comience a tener en cuenta las
señales no verbales más complejas del adulto durante la comunicación. Una vez que el
niño empieza a realizar consistentemente su petición mirando a la cara del adulto, éste
produce una señal no verbal exagerada (Ej. una sonrisa o un gesto de asentimiento con
la cabeza exagerados) para indicarle si va o no a realizar la actividad. De este modo, el
niño aprende que las señales no verbales de los demás son importantes para determinar
su consentimiento respecto de una petición. Ocasionalmente el adulto puede simular no
prestar atención al niño y, de esta forma, motivarle para que le dirija la atención hacia el
objeto o actividad deseada.
Objetivos:
1.-El niño comienza a atender a las señales no verbales del adulto.
2.-El niño dirige la atención del adulto hacia un objeto o actividad.

SELECCIÓN DEL TERAPEUTA Y DEL ENTORNO DE TERAPIA.

En nuestro uso clínico de estas estrategias hemos experimentado con diferentes


terapeutas. Creemos que la terapia puede ser realizada con éxito por el profesor del
niño, el especialista en trastornos de la comunicación y los padres. Si los profesionales y
los padres del niño trabajan conjuntamente, la intervención puede tener lugar en la
escuela y en casa. Generalmente la terapia consiste en al menos 3 sesiones por semana
de aproximadamente 15-20' por sesión. Esta cifra está basada en nuestros datos previos
de que 15-20' de imitación cinco veces a la semana incrementan el contacto ocular y el
juego creativo. Sin embargo, no poseemos datos sobre la óptima frecuencia o duración
de la sesión. Destacamos que estas sesiones deben ser divertidas tanto para el adulto
como para el niño.
El espacio debe ser relativamente pequeño y libre de distracciones, conteniendo
únicamente los objetos que van a usarse en la terapia. Puede ser de utilidad un espejo
para aquellos niños que prefieren contemplarse siendo imitados en vez de mirar
directamente al adulto. En la escuela estas sesiones pueden tener lugar en un
compartimiento del aula o en una habitación separada. Si están presentes otros niños
durante las sesiones, pueden querer jugar con los juguetes del niño o pueden querer la
atención del adulto. Si la habitación contiene objetos que están fuera del alcance del
niño, el adulto verse obligado a asumir el papel de iniciador, teniendo que restringir
constantemente las actividades del niño.
Si el niño pierde interés o quiere finalizar la sesión, normalmente se le puede reconducir
introduciendo un nuevo juguete. Si continúa protestando lo mejor es terminar la sesión y
en el futuro acortarla y cambiar los métodos utilizados. Algunos niños requieren
respuestas más o menos intensas o espectaculares, otros responden mejor a las
actividades motoras gruesas que a las motoras finas, y así sucesivamente. La
agresividad y otros problemas de conducta deben ser tratados como lo sean
normalmente fuera de las sesiones de terapia. Éstos y otros problemas de conducta,
como la masturbación, obviamente no deben de imitarse.

JUGUETES QUE FAVORECEN LA INTERACCIÓN.

Es importante seleccionar juguetes que faciliten la interacción social. Deben utilizarse


juguetes por los que el niño se sienta fácilmente atraído. A menudo, el niño se aburrirá
con los juguetes. Cuando esto suceda se introduce un nuevo juguete y se retira uno de
los anteriores. Algunos niños con autismo no participan en el juego con objetos pero sí
participan en el tacto de superficies, en pasar páginas de un libro, etc. Estos tipos de
actividades pueden utilizarse en las fases de la terapia del nivel 1. Utilizando “juguetes
especiales” sólo durante las sesiones de terapia, el niño empieza a usar los juguetes
como una señal de que la sesión está a punto de comenzar.

A continuación se ofrece una lista de juguetes que consideramos adecuados para


favorecer la interacción social.

Juguetes que atraen la atención del niño hacia las acciones del adulto:
- Mover juguetes que hacen ruido y representan objetos animados (Ej. perros, abeja).
- Instrumentos musicales (Ej. tambores, panderetas, xilófono, maracas).
- Pompones.
- Juguetes mecánicos.
- Carracas.
- Juguetes que emiten pitidos.

Juguetes que atraen la atención a la cara del adulto:


- Pompas de jabón.
- Molinillos.
- Globos.
- Pizarra de plástico transparente que permiten al niño y al adulto dibujar en cualquiera
de sus lados y así facilitar el contacto ocular mientras se dibuja.

Juguetes que facilitan la interacción recíproca:


- Pelotas.
- Bloques encajables.
- Un tren sobre un rail entre el niño y el adulto.
- Marionetas.

Juguetes que facilitan la petición de ayuda:


- Un recipiente de caramelos con una tapa difícil de abrir.
- Un objeto favorito colocado fuera del alcance.
- Juguetes de cuerda difíciles de accionar.
- Molinillos de aire difíciles de soplar.

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