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La energía limpia es, entonces, una energía en pleno desarrollo en vista de nuestra
preocupación actual por la preservación del medio ambiente y por la crisis de energías
agotables como el gas o el petróleo.
Hay que diferenciar la energía limpia de las fuentes de energía renovables: la recuperación de
esta energía no implica, forzosamente, la eliminación de los residuos. La energía limpia utiliza
fuentes naturales tales como el viento y el agua.
La fuente de energía limpia más comúnmente utilizadas son la energía geotérmica, que utiliza
el calor interno de nuestro planeta, la energía eólica, la energía hidroeléctrica y la energía
solar, frecuentemente utilizada para calentadores solares de agua.
Además, si bien existen energías limpias puede ser que éstas no sean energías renovables.
El gas natural, si bien no produce una enorme contaminación, puede ser un ejemplo válido ya
que aunque, mínimamente, algo contamina.
Muchas de las energías limpias pueden también ser renovables, pero para que sean
limpias necesitan no generar residuos al producirse o utilizarse. En ambos casos se pueden
utilizar para definir a las fuentes de energías que son respetuosas con el medio ambiente, pero
no todas tienen que cumplir con los dos aspectos.
Estas son algunas de las principales energías limpias de nuestro planeta. Nótese que todas
ellas están relacionadas en cierto modo con los principales 4 elementos: el aire (viento,
energía eólica), el agua (energía hidráulica/hidroeléctrica), el fuego (sol, energía solar) y la
tierra (energía geotérmica).
Energía eólica
La energía eólica produce energía, principalmente eléctrica, a partir del viento a través de
aerogeneradores. Estos generadores provocan un movimiento en unas turbinas que son las
que producen energía eléctrica. .Actualmente alrededor del 5% del consumo eléctrico mundial
se produce en centrales eólicas (en España el porcentaje sube hasta el 20%). También se
extiende cada vez más el uso de la energía eólica marina
Energía hidráulica/hidroeléctrica
Produce energía gracias al agua, aprovechando la energía cinética de mareas o corrientes. Este
tipo de energía lleva siglos produciéndose, primero a pequeñas escalas con molinos de agua,
ahora en grandes proporciones gracias a las centrales hidroeléctricas.
Energía hidráulica/hidroeléctrica
Produce energía gracias al agua, aprovechando la energía cinética de mareas o corrientes. Este
tipo de energía lleva siglos produciéndose, primero a pequeñas escalas con molinos de agua,
ahora en grandes proporciones gracias a las centrales hidroeléctricas.
Es un tipo de energía limpia con numerosas ventajas como por ejemplo que es una fuente
de energía absolutamente limpia y de cero emisiones, incluso el entorno que rodea a una
planta hidroeléctrica es generalmente limpio, sin contaminación del aire.
Energía solar
Es la que proviene de la radiación del sol. La energía solar puede aprovecharse de diferentes
maneras: para producir calor, para calentar agua, para producir electricidad… La energía solar
es una energía renovable y totalmente limpia.
Energía geotérmica
Se produce a través de la extracción de calor del interior de la tierra. Se puede extraer el calor
de los fluidos o de yacimientos en seco (magma). La temperatura aumenta a medida que nos
acercamos al interior de la Tierra, por lo que dependiendo de la profundidad de extracción se
obtendrá más o menos energía. Así, se puede conseguir energía desde para poner un suelo
radiante hasta para poner una planta eléctrica, pasando por una balneario.
No producen residuos: o, al menos, producen muchos menos residuos que otro tipo de
energías. Además, muchos de estos residuos son contaminantes y de difícil almacenamiento,
como en el caso de la energía nuclear. Sin embargo, si ponemos como ejemplo la energía solar
o la energía eólica, está claro que no producen ningún tipo de residuos. En este sentido,
muchas industrias gastan enormes cantidades de dinero solo para tratar y almacenar dichos
residuos, por ejemplo las compañías extractoras de oro, un dinero que podría ahorrarse con el
uso de energías limpias.
No provocan reacción química: Las energías limpias se denominan así porque para su
producción no interviene ningún tipo de reacción química o combustión. Casualmente, los
recursos capaces de producir tal energía por sí mismos provienen de la propia naturaleza.
Son renovables: Por tanto, no es casualidad que la mayor parte de energías limpias sean
además energías renovables, es decir, recursos inagotables que siempre van a estar presentes.
No hay que preocuparse de que el sol vaya a apagarse o que un día deje de soplar el viento.
Reducen la contaminación: Por otro lado, el uso de energías limpias en nuestra vida cotidiana
ayudará a paliar problemas como la contaminación de las ciudades o el smog.
Son un recurso que debe ser tenido mucho más en cuenta porque otorgan la
posibilidad de contribuir a un desarrollo sostenido y sostenible.
Son limpias, son autónomas y ofrecen las mismas posibilidades energéticas que otros
tipos de energía basados en el uso de recursos fósiles
Dependencia de los combustibles fósiles: El apostar por energías limpias pueden desacelerar
el crecimiento económico en relación con la dependencia de los combustibles fósiles y pueden
enfrentar la resistencia de los consumidores.
Inseguridad: En este punto nos tenemos que centrar en la energía nuclear que provoca ciertas
incertidumbres de seguridad, después del desastre de Chernobyl, riesgos de proliferación
nuclear, el problema de la eliminación de residuos sigue sin resolverse.
Pueden ser de difícil implantación sin olvidar el coste económico inicial que suponen
Además, las energías limpias dependen mucho de los combustibles fósiles, y provocan
en algunos casos, energía nuclear, inseguridad