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Garibaldi López Castro Andrea Jeannette INF 1-1

Una vida con valores, ¿Cuál es el cambio?

Mucho se habla de los valores que el ser humano debe aplicar en su vida para
desarrollarse de acuerdo a un estándar propio o correcto, pero, ¿En realidad
aplicamos los valores por su exacta definición o sólo de la manera en la que
podemos tomar ventaja de ellos?

Según la CNDH, “La familia es el medio natural y necesario para conservar y


transmitir valores culturales, educativos y formativos entre sus integrantes.” puesto
que, dentro de estas, el ser humano heredará y comenzará a familiarizarse con el
concepto de valores, sociedad, humanidad e individualidad brindado por las
personas encargadas de su crianza, tomando en cuenta que no siempre son los
padres los encargados de la transmisión de estos.

La práctica de los valores no es igual a hace años que en la actualidad, debido al


cambio de hábitos en la vida cotidiana, así como a la nueva tendencia de promover
el egoísmo o la idea del “Yo, sólo yo y nada más yo antes que tú” se empiezan a
ver distorsionados los conceptos de valores tanto éticos como el valor de la vida o
hacia las cosas que nos rodean.

Volviendo a la pregunta anterior, ¿En realidad aplicamos los valores de acuerdo a


su definición? Se podría decir que somos conscientes de la existencia de los valores
y nos hemos visto en la necesidad de memorizar las cosas antes de detenernos a
comprenderlas un poco, por lo tanto, no los aplicamos o distinguimos de la manera
en la que debería de ser. Normalmente el ser humano empieza a mostrar sus
valores a quien ya los mostró con anterioridad, condicionando el uso de nuestros
valores a quien suponemos que “lo merece”.

¿Qué pasaría si todo lo mencionado anteriormente fuese cambiado y empezásemos


a aplicar los valores de manera correcta en nuestra vida cotidiana? Para empezar,
tendríamos que involucrarnos de verdad en la enseñanza y entendimiento de los
valores, comprometiéndonos a realizar y mantener un cambio positivo en nuestro
entorno.
Garibaldi López Castro Andrea Jeannette INF 1-1

Entender que, independientemente de las acciones de terceros, debemos ser fieles


a nuestros valores y nuestras creencias, saber diferenciar el bien del mal y así, sólo
así sabríamos en qué momento actuar y cómo. Debemos ser desinteresados en
nuestras acciones empezando con cosas pequeñas como los buenos días sin
exigirlos de vuelta o parar porque después de un tiempo no recibimos nada a
cambio.

El respeto es la base de los valores, por lo tanto, es el que más hay que reforzar
como personas para poder hacer un cambio importante como sociedad.
Entendiendo la importancia de este, los demás valores llegarán por sí solos, aunque
esto no nos exenta del tener que estudiarlos y comprenderlos.

En base a todo esto, se puede decir que la práctica correcta de los valores causaría
un impacto positivo tanto individual como masivamente, las costumbres, creencias
populares y conductas cotidianas se verían afectadas de manera que la sociedad
fluiría con una facilidad increíble, sería una especie de utopía pues, así como el bien
no puede existir sin el mal, los valores no podrían existir sin antivalores pues se
complementan. Asimismo, habría que recalcar que la única manera de comprobar
cómo sería una vida con valores es experimentando, tal vez un experimento a nivel
sociedad sería casi imposible, pero empezando en pequeños grupos, se podría
lograr un cambio.

Bibliografía:

“La importancia de los valores en la vida cotidiana” -


http://200.33.14.34:1033/archivos/pdfs/Var_60.pdf

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