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La importancia revolucionariade
socialista*
Rolando Mtarita
Introducción
hasta slogans del tipo “que la crisis
la paguen los de arriba”, están co-
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tencia de leyes objetivas de la valo- post fordista. Tanto la escuela de
rimdón, de la explotación y de la la regulación, como la de la refor-
acumulación capitalista, que de- mulación, ponen énfasis en la
terminan la recurrencia periódica adaptabilidad del capitalismo para
de crisis económicas y sociales que poner en juego mecanismos esta-
ponenen cuestiónamiento al con- bilizadores de tipo “feed back”.l
junto. del sistema. Esta lógica tam- En esta visión, la lucha de clases
bién subyace a las evoluciones en no está incorporada- orgánicamen-
las relaciones entre cl capital y el 'te al desarrollo de esta “lógica del
trabajo (ver Braverman, por ejem- capital”, salvo -—tal vez y parcial-
plo), a las relaciones.intercapitalis- mente-5, en los primeros trabajos
tas (las tendencia-s a la centraliza- de Lipietz (ver Lipietz, 1979). La
ción y conccntración 'de, los lucha de clases genera institucio-
capitales, por ejemplo) y a las rela- nes. y procedimientos sociales que
ciones en el mercado mundial. (la- terminan convirtiéndose en “crea-
tendencia a la inter-nacionalizaa 'ciones" funcionales para el esta-
ción creciente de la economía, por
blecimiento de nuevos regímenes
ejemplo). ' de acumulación. Aglietta, es muy
Este planteo de.-El Capital y de claro enesto: la lucha de clases‘es
la literatura marxiana, ha sido un proceso de creación en elmás
adoptado —y modificado- por la estricto sentido; de creación de
escuela de la regulación, primero,
instituciónes2 que actúan de regu-
y luego por'su “derivada”, la escue- ladoras entre las instancias de la
producción y del Consumo, que
la de la reformulación, para ali-
mentar las interpretaciones y- las están en el centro —según la visión
posiciones políticas del “neo” re- del regulacioni smo- de las contra-
formismo frente a la reestructura- dicciones del capitalismo. ,Una in-
ción del capi tal. y sus perspectivas. terpretación de las crisis económi-
A partir de la idea (de la escuela, cas “subconsumista” constituye un
de la regulación) de la existencia apoyo sustancial para esta inter-
de variadas “estrategias de acumu- pretación (especialmente relevan-
lación”, cada una de las cuales al- te para explicar la salida de la crisis
canza la estabilización mediante del treinta- y lo que. llaman la “épo-
un particular “modo de regula- ca doradavdel fordismo”).
mea todo el análisis de la escuela y social del sistema, serán las lu-
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na admitiendo que nada indica —a rrollando lo que llaman la dialéc-
mediados de los ochentaq que tica entre estructura y estrategia.
exista algún impedimento funda-- En esta visión, las acciones de los
cibe sólo en los términos del ago- rectamente los resultados, sino
tamiento absoluto del desarrollo que simplemente definen el rango
de las fuerzas productivas;3 lo que, de opciones disponibles, en las
como bien dice Boyer, es de hecho cuales se da un complejo juego de
riesgos, luchas, etc. Es io que Jes- lativos del capitalismo y las formas
A pesar .de los esfuerzos por constricción que imponen las es- -
eludir el funcionalismoe incorpo- tructuras capitalistas y su funcio-
rar la dimensión lucha de clases, namiento. El sujeto revoluciona-
enfoque como meros efectos de; etc.; volveremos sobre este punto
sin sujeto” (Hirsch, 1994). Por. este (...) La crisis funciona como un
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vehículo para la “reconstrucción de propuestas - que tratarán de
el punto que incluso durante las nuestro país: dado que el capitalis-
crisis, la posibilidad -de “creación” mo inevitablemente impone sus
que asignaba Aglietta ala lucha de tendencias, determinadas por la
clases parece haber desaparecido, lógica del capital y las estructuras
de hecho, por lo menos en algu- en juego, es necesario adaptarse,
nos escritos de laÏreformulación. negociar, restablecer un pacto so-
Por ejemplo, Hirsch ( 1994) plan- cial, o fijar “reglas de coordina-
tea' que enuna soCiedad dividida ción entre los agentes económi-
y “desformalizada” (como produc- cos” (orientadas preferentemente
to de la crisis; recordemos que se
según los “modelos” sueco o ale-
trata de un “proceso sin sujeto”), mán) para que la necesaria transi-
los intereses materiales podrían ser ció‘n hacia. el nuevo modo deacu-
tórica, por fuera de los condicio- se- mediante una lógica imperso-
nar..ientos sociales) que se nal, por una red social de conexio-
impondría con la fuerza de la evi- nes casi natural. En el enfoque
dentia de lo racional; el pacto so- regulaCionista (o en la “reformula-
cial por venir garantizaría un smo- ción”) se habla de la lucha de cla-
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en componente funcional de su en el trabajo. Lejos de ser un ob-
desarrollo.
jeto pasivo de las manipulaciones
Frente ala dicotomía sujeto-ob- del capitalismo, sostiene esta co-
jeto en que se enraiza profunda- rriente, el obrero es el sujeto acti-
tructuras no son más que las for- del desarrollo capitalista, a través
manifiesta esa sustancia del capi- forma niega'el poder de los traba-
tal. Por lo tanto el poder del tra- jadores para rebelarse contra el
bajo está en el centro mismo dela
capital, para torcer el curso que
comprensión del estado, de las cri- aparentemente dictaría la “lógica
sis, etc. El capital debe responder d'el capital”, para transformar al
siempre a ese poder del trabajo. lugar del trabajo y al intercambio
Esta línea teórica tiene gran afi- entre el capital y el trabajo en un
nidad con el “marxismo autono- verdadero “terreno de intercam-
cho de que el futuro esté comple- con respecto a las tendencias del
tamente abierto c indeterminado, capital y deja de ser su “comple-
porque depende del resultado de mento y coadyuvante” para “trans-
una lucha siempre renovada, nun- formarse en su pilar” (según la
ción delpost fordismo está lejos mos, por ejemplo, a los postkeyne-
tos autores admiten que en esta lación deque basta ser consecuen-
perspectiva no hay. respuesta fren- te en la lucha reivindicativa ecónó-
te a la crisis del capitalismo. De esta mo” que hoy hace “furor” en mu-
forma se enfrentó la ofensiva del chos círculos de intelectuales de
te- por el tiempo de trabajo inver- Balibar; este último llega a soste-
fel'd, quienes al cn'ticar las posicio- parte de los obreros. Ese Valor que
nes regulacionistas .y estructuralis- se .au tonomiza y valoriza, adquiere
tas, terminaron arrojando al niño la fuerza de las cosas e impone una
con el' agua sucia, esto es, dese- dinámica propia. Por eso Man: re-
chando todo determinismo y toda curre a expresiones tales como las
“lógica del capital" (y por ende de “leyes que se imponen con la fuer»
la mercancía). De esta manera des- za de lo natural”, nopara signifi-
pojan al marxismo de su carácter car que estamos ante un fenóme-
materialista, e incurren-en última no de la naturaleza, sino para
instancia, en el mismo voluntaris- subrayar que se trata de un fenó-
mo e idealismo en que cae la po- meno social, pero que se inde-
sición que critican. pendiza de la acción consciente de
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los seres humanos Por esto tam- parte del capital productivo “tanto
bién Marx, recurriendo a las for- como lo son los medios de pro-
mas dialécticas de la lógica de la ducción”. ¿Confunde Marx el fac-
esencia de -Hegel, nos recuerda
tor subjetivo y el objetivo? ¿niega
que el capital es el verdadero “suje- la “otredad” del trabajo, su poder
sop (1994) respondiendo a Bone- los que ven sólo un aspecto del
feld, sostener _que el capital es lu- problema, reproducción simétrica
cha de clases es caer en la del error en que, incurren quienes
tautología, s'ólo venia imposición de la lógica,
La afirmación de Bonefeld, que y al sujeto absorbido por las es-
el trabajo, al enfi'entarse con el tructuras. En cierto sentido, el su-
capital, _se enfrenta contra el traba- ' jeto se hace objeto, aunque no por
jo reificado, corre el riesgo de mi- . ello desaparece como sujeto (se
nusvalorar la importancia de esa “cosifica”, de allí que experimente
“reificación” del trabajo en las la explotación como alienación;
condiciones “normales” de la acu- no es casual que el estructuralismo
mulación capitalista. La “cosifica- no haya visto este problema). Pero
ción" del trabajo debe ser valora- entonces se establece una dialécti-
da en toda su implicancia social y ca entre estos dos polos objetiva-
política. Significa que los medios ción y subjetivación que nos mues-
plica a su vez que el “otro” del minado por la lógica del capital,
capital, el trabajo, su antítesis,14 en que el sistema convierte a la
sea durante el proceso de trabajo fuerza de trabajo, sino en mostrar
parte del capital, y hasta cierto el carácter nunca acabado, incom-
pleto y contradictorio, de ese pro-
punto entonces su “objeto”. Co-
mo dice Marx (184, cap. _1, vol. 2), ceso. El punto es superar la abso-
tan pronto como la fuerza de tra- lutización de la cosificación (que
ción que sufre la fuerza de trabajo que exigen una definición revolu-
en manos del capital. cionaria o contrarrevolucionaria
contrario, ese poder es sólo “en con los trazos de lo que se desarro-
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lleva al derrotismo, como’sostie- cas y en la extensión del ejército
nen Holloway y Bonefeld). El industrial de reserva, principal ca-
planteo de Marx es revoluciona- dena que ata a la clase obrera.
rio: la reproducción reproduce las Desde este punto de vista, no exis-
contradicciones en escala crecien- ten impedimentos absolutos, “es-
te, que estallan en las crisis de tructurales”, a esa toma de con-
res humanos, sino de un sistema manera tal que se abren las condi-
que hay que destruir. Que es ne- ciones óptimas para la ofensiva
cesario romper con la cosifica- general del trabajo sobre el capi;
ción, con el dominio de l'o que se tal, a condición de que ese conflic-
impone con la fuerza de lo natural to se haga consciente. Pero en esto
e independiente de los seres hu-
entran a jugar los factores políti-_
manos (pero que es profundamen- cos, el papel de la crítica marxista,
te social). La esencia del trabajo de las experiencias de las luchas pasa-
Marx fue poner de relieve la nece- das y de las revoluciones, triunfan-
sidad de superar la cosificación tes o derrotadas. No es casual que.
a las mejoras progresivas dentro por alto los efectos —de escala gi-
del capitalismo; mostrar la posibi- gantesca- que tuvieron la derrota
lidad —creciente en tendencia- de de la revolución rusa de 1917, la
esa toma de conciencia en la uni- entronización del stalinismo, las
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for-mas sociales mercantiles y capi- la teoria ‘de Marx del valor y la
talistas. Por eso mismo esta pers-
plusvalía'p'a‘ra s'u práctica politica
pectiv'a fundamenta una pólitiCa cotidiana). Citando una vez más a
—Como dice Sinith- sólo desde na del capital está destinadaa dee
una teoría que trabaje con catego- mostrar la verdad de la 'sig'uiente
leer “El Capital", Siglo XXI, México. Duss'el, E. (1985). La producción teórica de
venge of Homo Economicus: Contes- Gore, A. (1994). “El que no trabaje co-
mer-á”, en Revista Política Internado-
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nal.
Political Economy", en journal of Eco-
nomic Perspectivas, núm. l. Harvey, D. (1990). Las límites del
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das, Akal, Madrid. tancias” del capitalismo está presente des-
Marx, K. (1984). El Capital, Siglo XXI, 'de las primeras formulaciones de la
México, regulación; en algunos casos, como en
Dockés y Rosier (1983) o Aglietta (1979,
Marx, K. (1989). Elementos fundamentales
Introducción) esta vinculación está explí-
para la critica de la economía politica
citamente señalada.
(Gmndrisse) 1857-1858, Siglo XXI,
2 Dice Aglietta (1979): “Denominare-
México. mos formas estructurales a las relaciones
Moseley, F. (ed.) (1993). Manc's Method sociales complejas, organizadas en institu-
cesaria para cambiar el balance de fuer-¿as , 9'Ver en este sentido. la escuela nortea-
y permitir una transición socialista (Pou- mericana del “contested exchange", por
lantzas, 1979). Un ejemplo de cómo las ejemplo, Bowles y Gintis (1993).
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canse —en lo que hace al determinismo pecto a la economía, la tesis de que existe
mandano- con la idea de que el proceso “una capacidad creciente. para dirigir la
histórico avanza hacia una metal final, que ' evolución económica". En consonancia
guian'a el curso de la historia. cOn sus postulados neokantianos, también
¡3 Una CI'ÍLÍGI extensa y abarcativa la afirma entonces que existe cada vez más
encontramos en Brenner y Gliclt (1991); espacio, bajo el capitalismo, para la activi-
ver también Clarke (1992). La fuerte in- dad independiente en el terreno de la
fluencia de las tesis de la crisis basadas en ética; todo esto en el marco de limitar la
el subconsurnismo encaja en el caracter “férrea necesidad de la historia” en aras de
funcional de las luchas reivindicativas —en _abrir terreno “ala práctica de la democra-
última instancia- para salir de las crisis; cia social”. Vemos difícil de exagerar la
esto es tnuy claro en la interpretación de importancia de la “lógica del capital" cla-
la crisis del treinta. _ ‘ borada por Marx para combatir-a este
“ Dusscl (1985) cn su lectura de los refonnísmo, con tantas resonancias en la
Gmndrisse ha destacado este _aspectodel actualidad.
análisis de Marx, la “otredad” irreductible '3 Todavía más explícita es esta posi-
del trabajo frente al capital. ción en la crítica de'R. Luxemburgo a
'5 Y esto fundamenta la posibilidad'de Sombart (en La “dencia alemana" a rela-
formas “transitorias” de organización soda] guardia de las obreros). Este sostenía que la
revolucionarias, como'la instalación del participación de los salarios obreros en la
poder obrero. De lo contrario se cae en renta nacional sólo dependía de las rela-
formulaciones reformistas; ver al respecto ciones de fuerza entre las clases. Rosa
Trotsky (1980). Sobre la transitoriedad del Luxemburgo rechaza esta posición; expli-
doble poder en Rusia, ver Lenin (1973). ca que es precisamente la economía vulgar
¡5 También en Marx (1989, vol.- l) se la que “rechaza con la mayor complacen-
puede leer que "...no bien ha llegado _aser cia las ‘leyes naturales" establecidas por la
capital en cuamotal, produce sus propios economía clásica”, pero “con ello elimina,
supuestos... estos supuestos que origina- en general, toda eXplicaciÓn sometida a
riamente aparecían corno condiciones de leyes de la economía capitalista y proclama
su devenir se presentan ahora- como _elreirio de la ‘libre voluntadÏ, de la ‘ínter-
resultados de su propia realización, como vención consciente en los procesos socia-
realidad puesta por él: no como-condicio- les’, de la ‘fuerza‘ de los grupos sociales"
nes dc su génesis, sino como resultados de (R. Luxemburgo, 1974, '141).
su exrstencra". 19 Ver, por ejemplo, además de,Smith
¡7 Ver Benrstein (1966), primer capítu- (1990), a Shamsavar (1991) y Moseley, ed.
lo, donde el padre del revisionis‘mo defien- - (1993),"pata una revalorización de, la im-
de. con base en eSa independización portancia de la lógica hegeliana en El Ca-
creciente de los factores políticos con res- pital.