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HACIA LA FORMACIÓN DE
LECTORES AUTÓNOMOS
Segunda parte
Introducción
10. CONCLUSIONES.
4. MÉTODOS DE ENSEÑANZA
DE LA LECTURA.
Conclusiones finales
A partir de este acercamiento a vuelo de pájaro a la historia de la lectura en México, podemos reconocer
algunas primeras relaciones que nos permiten identificar que:
• Una vez superada la tarea de evangelización, la mirada se torna hacia los niños como
sujetos del aprendizaje. No deja de ser interesante si se reconoce que la presencia de
los niños y de sus necesidades es relativamente reciente en la visión educativa española.
• Existe una relación inversamente proporcional entre la presencia de la Iglesia católica
–confesión dominante– en la enseñanza de la lectura y la apertura de esta enseñanza a
nuevas técnicas, títulos y estrategias pedagógicas. A menor intervención eclesiástica,
mayor desarrollo e innovación pedagógica.
• Existe una relación inversamente proporcional entre la generación de autores y lectores
y las políticas de distribución y aplicación de recursos dirigidas a promover la ortodoxia
y/o la “calidad” según el criterio de aquellos que deciden qué debe leerse y qué debe
publicarse. La interiorización del “Índice” canónico parece estar aún presente en muchos
de los responsables de las decisiones educativas, culturales y editoriales. A mayor
filtración y censura, menor producción de autores y lectores. La laicidad como forma de
vida promueve la generación y difusión de las ideas.
• Existe una relación directamente proporcional entre la formación de maestros y el
aumento en el uso de técnicas pedagógicas y mejoras escolares. A más maestros y
mejor formados, mayor innovación y calidad en la enseñanza.
• Tanto la Iglesia como el Estado han sido censores y electores de lo que la población
debe leer, lo que es correcto y lo que no lo es. Las iniciativas de la propia población
parecen estar más cercanas al interés, al menos inmediato, de los lectores. Sería
interesante seguir esta línea de investigación. El autor y el lector deben desempeñar un
papel determinante y cada vez mayor en la selección de qué leer y qué escribir y publicar.
Deben formarse organizaciones sociales promotoras de la libertad de expresión a través
de la lectoescritura.
• Es interesante observar el hecho de que la importancia de la palabra escrita parece
incuestionable en nuestra cultura. El peso específico de lo escrito, así como del
desarrollo que la escritura y la lectura potencian, parece estar fuera de duda; sin
embargo, quedan sin trabajar relaciones paralelas al desarrollo e impacto de estas
competencias que, seguramente, aportarían más elementos de comprensión acerca de
aquellas comunidades que basan sus intercambios en la oralidad. Por último:
• Es interesante la presencia del humor en las llamadas publicaciones informales y en
las provenientes de la producción popular; la producción oficial (sea de la Iglesia o del
Estado) no explora el humor como vehículo o estrategia útil para la transmisión de
conocimiento. Parecería que, al menos así lo demuestran los primeros escritos políticos,
el humor en lo escrito (texto o imagen) es una prerrogativa de los ciudadanos de a pie o
de la prensa independiente. La formación de la opinión pública como actor social lo
demuestra: a mayor capacidad para leer y escribir, mayor capacidad para desarrollar la
crítica con sentido del humor.