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ENTREVISTA A SERGIO SALAZAR

Pones tus datos personales y profesionales que quieres y cómo quieres


que aparezcan. También el sentido de los talleres o lo que quieres que
figure en el encabezamiento de la entrevista. Puedes modificar las
preguntas y/o añadir información al final si mejora el resultado. Necesito
una foto que te guste.

Nací en una ciudad a 1,122km de CDMX y a tan sólo 12 km de EEUU, así que
mi experiencia de la mexicanidad es muy distinta a la de alguien que creció en
el centro y/o sur de México. Estudie arquitectura y como 10 años después de
haber egresado la licenciatura hice una maestría en teoría arquitectónica lo que
me impulso finalmente a dejar todo eso atrás y dedicarme a la filosofía. Soy
completamente autodidacta, les autores que estudio me sirven de guía para
crear mi propio material filosófico y no solo regurgitar sus conceptos. He escrito
dos artículos para la revista Bitácora de la UNAM en las que abordo la
biopolítica desde la perspectiva urbana. Talleres Nómada nació hace dos años,
de mi gusto por estudiar filosofía y de conectar con otrxs enseñándoles
filosofía. Me interesa la teoría queer particularmente por su actualidad y su
utilidad para que, quienes vivimos en países colonizados, podamos
comprender los mecanismos de captura occidentales. Sobretodo ahora que en
México vivimos una narcoguerra de 10 años con evidentes características
necropolíticas exportadas de occidente.

-Hola Sergio. ¿Cómo y cuando surge la idea y la posibilidad de hacer


estos talleres on-line sobre “teoría queer” y a quién van dirigidos? ¿Hasta
dónde y a quienes te gustaría llegar con ellos y cuáles son las
posibilidades y principales dificultades?

La idea de los talleres me surgió a partir de ver los talleres de la filósofa


argentina Leo Silvestri, nunca había visto a alguien hablar de filosofía como ella
y utilizar las redes sociales para hacer llegar su material, así que al verlos me
inspiré y decidí hacer los propios. Los talleres online van dirigidos a quien sea
que se identifique como trans, lesbiana, gay, bisexual, puto, maricón, machorra.
Internet me ha sido sumamente útil ya que las personas interesadas en la
teoría queer están muy dispersas por el país, tal vez en CDMX haya una
concentración importante de personas interesadas en el tema, pero por el
momento no tengo planes de irme a vivir a la capital. Talleres Nómada es un
proyecto viajero con el que he podido viajar y vivir en ciudades como
Monterrey, Xalapa, Puebla, Guanajuato y Morelia. El plan es viajar a la mayor
cantidad de ciudades posibles y formar redes de intercambio y de trabajo.
Hasta ahora las mayores dificultades giran alrededor del hospedaje, vivo entre
departamentos y casas de amigues. Me apoyo principalmente en las amistades
que surgen durante el viaje. Quisiera poder viajar fuera del país, pero eso por
ahora es sólo un deseo.

-México, Argentina, son de los países que más suenan en América Latina
a la hora de hablar de teoría queer o queer (¿cuir?) a secas. No obstante
tu señalas el legado de Foucault y también la respuesta a la pandemia del
SIDA en EEUU ¿No podemos hablar de un origen único ni un único
devenir de lo queer en el planeta?

La teoría queer como tal comienza en la academia de los EEUU, la palabra


misma siendo anglosajona lo deja en claro, eso si tu pregunta se refiere
únicamente al aspecto geográfico, en cambio sus orígenes intelectuales son
múltiples: Foucault, Butler y de Lauretis, pero también chicanas como Anzaldúa
y Moraga. Es imposible hablar de la teoría queer sin hablar de la pandemia del
SIDA y de como esta hizo más evidentes las desigualdades al interior de la
comunidad LGBT. Sin embargo no me parece que exista un devenir queer a
nivel planetario, el alcance de sus conceptos tiene limites y eso hay que dejarlo
muy en claro. Ni Foucault, ni Butler me sirven para entender formas de
existencia que no operen según preceptos occidentales, por ejemplo lxs Muxes
o Mushes, más bien estxs autores sirven para dibujar los limites del
pensamiento occidental que hoy por hoy, es el único autorizado para fundar
verdades científicas y universales; es ahí donde la teoría queer es útil. La
teoría queer me sirve para desbaratar los conceptos occidentales que
sexualizan la corporalidad. Tanto México como Argentina son países con un
pasado colonial muy importante, por lo que entender como opera la biopolítica
es una cuestión de supervivencia.
-Hoy por hoy hay quién ve la teoría queer casi como un discurso
académico. ¿Hay que devolverla a las calles o realmente nunca ha dejado
de estar en muchas manifestaciones populares y fronterizas?

Más que devolver la teoría queer a las calles habría que traducirla al lenguaje
callejero; el problema de muchos de los textos sobre teoría queer es el
lenguaje erudito en el que están escritos. Yo soy filósofo autodidacta y me
parece que la mejor manera de hacer filosofía en México es por fuera del
encierro institucional de la Universidad, especialmente si lo que se quiere hacer
es teoría queer. La filosofía es estrategia social, es una manera de resistir a la
inercia de las masas. Es por eso que hago los talleres, para enseñarle a la
gente a leer los textos y sacarles provecho. No existe un cuerpo queer en
estado salvaje, todo pasa por la performatividad. Somos lo que hacemos y el
estilo en el que lo hacemos. No es la teoría la que es queer, es la persona la
que interpreta la identidad de género que le fue biopolíticamente asignada, en
un estilo particularmente controversial, como las maricas. Hacer teoría queer es
hacerla desde la propia experiencia de fracasar en la empresa heterosexual.

-Aunque hay grandes nombres como Monique Wittig, Gloria Anzaldúa,


Cherrie Moraga en el surgimiento de la teoría queer parece que hoy el
feminismo se muestra algo reacio a aceptar la teoría queer, visto casi
como un discurso elitista y masculino. ¿Es posible vencer estas
resistencias si es que realmente existen?

Toda resistencia es inevitable y a mi gusto bienvenida, me parece necesario


resistirse a todo aquello que se nos vende como inherentemente bueno,
revolucionario, libertador y la teoría queer viene empaquetada así. La teoría
queer efectivamente es elitista y masculina en muchos sentidos, pero ¿qué
pensamiento de manufactura académica no lo es? El mismo feminismo blanco
hegemónico fue confrontado por Gloria Anzaldúa y Cherrie Moraga; entonces
no hay saberes académicos con las “manos limpias”. Tampoco vengo a
defender la teoría queer ni mucho menos, pero el hecho de que Judith Butler
sea una crítica literaria blanca y que Foucault haya nacido en cuna de oro, más
que entristecerme me ubica respecto a mi objeto de estudio. Tanto Butler como
Foucault ponen de manifiesto el carácter estructural del poder hegemónico. El
lenguaje colonizador en el que la teoría queer esta escrita tiene como objetivo
al conocimiento occidental mismo. Por darte un ejemplo: Butler dice que la
heterosexualidad es una matriz de inteligibilidad o dicho de otro modo, es una
forma de ser reconocido públicamente; para ella la heterosexualidad es una
estructura cultural sancionada socialmente en los gestos y modos corporales
realizados por cada persona. Lo que Butler esta colonizando es al concepto de
heterosexualidad, mostrándolo por la estructura fantasma que realmente es. La
sexualidad es un lazo invisible que intenta ser total pero irremediablemente
fracasa porque depende de la alianza política de sus partes: genitales,
cromosomas, genes y objetos de deseo por mencionar algunas. Entonces lo
que tenemos es un mapa cognitivo de un concepto que antes nos hubiera
parecido monolítico; un mapa que localiza los puntos débiles de un discurso
colonizador. Más que para deconstruirme, utilizo la teoría queer para
deconstruir el mismo pensamiento que la engendro como saber académico, si
bien es cierto que esta escrita en el lenguaje del opresor, es puro nihilismo. No
hay que olvidar que tanto Foucault como Butler destruyen al sujeto; la teoría
queer es autodestructiva, pero sólo puede destruir aquello que la creo.

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