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Rayuela posee una relación muy estrecha con su contexto de producción, esto se debe a

múltiples factores. Primero, el cambio de mentalidad adquirido por los que vivieron durante el
siglo XX es uno muy importante, pasaron de ver un futuro con esperanzas gracias al progreso
tecnológico, al tener una visión deprimente de lo que le deparaba al hombre (principalmente
gracias a las guerras mundiales), esto sumado a un cambio en la forma que se había visto la ciencia
desde los tiempos de Newton, llevaron a cuestionarse de manera muy profunda lo que es el
hombre y como debía de ser. Todo este sentimiento de inconformidad con el mundo, llevó a la
creación de diversas vanguardias, movimientos que superaron las artes y se instalaron como
corrientes nuevas de pensamiento. Es en este contexto que Rayuela, la obra de Julio Cortázar
busca plantear una serie de interrogantes que se hace el protagonista de su historia, para que el
lector se cuestione también, además, la forma de organización del texto nos asegura que lo que
menos quería crear era una obra “cualquiera”, sino que buscaba también, al igual que lo que se
buscaba en estos tiempos, romper con los esquemas.

Rayuela es un libro muy profundo, tanto que hay una cantidad muy grande de formas de
abordarlo, ya desde el inicio nos queda claro, que tenemos 3 formas diferentes de leerlo con
profundidades diferentes que hacen que, aunque el libro no sea mucho de tu agrado, te queden
ganas de saber qué hubieses entendido si hubieras tomado otro “camino de lectura”. Esta es una
de las razones que hacen que se complique bastante la lectura, sin embargo, hay otro punto fuerte
en el libro, y que a mi parecer, es más importante, y este es la variada cantidad de reflexiones y
temas que se abordan en la historia, que no solo se desarrollan al avanzar las páginas, sino que
además, son tratados con tal sutileza que si no estás atento, pueden pasar desapercibidos. Y es un
tema particular del libro que quiero tocar en este ensayo y es el sentido que tiene Oliveira acerca
de lo que es realmente absurdo.

Desde un inicio se nos muestra al personaje principal, Horacio Oliveira, que pese a ser una
persona sumamente inteligente y culta, no posee una sensibilidad acorde, lo que hace que
siempre busque desde el lado lógico esa parte que le falta de su ser, en su continuo intento por
encontrarla trata diversos temas, y uno de los muchos que piensa es “el sentido del absurdo”. El
personaje en el capítulo 28 se pone a discutir con Ronald, en la discusión Horacio dice: “El absurdo
es que no parezca un absurdo -dijo sibilinamente Oliveira-. El absurdo es que salgas por la mañana
a la puerta y encuentres la botella de leche en el umbral y te quedes tan tranquilo porque ayer te
pasó lo mismo y mañana te volverá a pasar. Es ese estancamiento, ese así sea, esa sospechosa
carencia de excepciones. Yo no sé, che, habría que intentar otro camino.” El autor nos trata de
decir que lo absurdo, se encuentra en nuestra vida diaria, que probablemente lo que pensamos
que sí lo es, no lo sea tanto. Se nos habla acerca de lo absurdo que es el acostumbrarse a la rutina
y de no sorprendernos que ésta se cumpla. Además de eso, cuestiona el tratar de darle un sentido
de orden lógico a todo lo que nos pasa en la vida, que no nos detenemos a pensar que apenas algo
no calce en nuestro rompecabezas, perderemos el norte: “—Horacio no me ha convencido —dijo
Ronald—. Estoy de acuerdo en que mucho de lo que me rodea es absurdo, pero probablemente
damos ese nombre a lo que no comprendemos todavía. Ya se sabrá alguna vez. —Optimismo
encantador —dijo Oliveira—. También podríamos poner el optimismo en la cuenta de la vida pura.
Lo que hace tu fuerza es que para vos no hay futuro, como es lógico en la mayoría de los
agnósticos. Siempre estás vivo, siempre estás en presente, todo se te ordena satisfactoriamente
como en una tabla de Van Eyck. Pero si te pasara esa cosa horrible que es no tener fe y al mismo
tiempo proyectarse hacia la muerte, hacia el escándalo de los escándalos, se te empañaría
bastante el espejo.”

Sin lugar a dudas, el tema es bastante más profundo de lo que se alcanza a trabajar en
esta prueba, sin embargo hay algo que podemos sacar como conclusión de las apreciaciones del
autor durante la obra y de lo que uno como lector puede interpretar y es que vivimos creyendo
que podemos ordenar todo en nuestras vidas, que todo tiene un sentido puramente lógico, al leer
este trozo de obra, nos damos cuenta que Cortázar continuamente nos reitera que muchas cosas
son absurdas y están bien así, que el verdadero absurdo es tratar de darle un sentido a todo, hay
que aprender a comprender que las cosas se pueden ordenar de diferentes maneras, una es la
mera lógica que estamos condicionados y otra podría ser el orden del absurdo, un orden que
rompe con lo tradicional y que pareciese un desastre, pero aunque no seamos capaces de verlo,
no tiene porqué ser un sinsentido.

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