Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
CONSTRUCCIÓN
DE LAS MASCULINIDADES
MASCULINIDAD EN CRISIS
Brenda Abigail Cruz Tome *
Mario Ortega Olivares**
INTRODUCCIÓN
En este artículo nos acercamos a la discusión de la masculinidad,
para comprender como los hombres han construido su cultura,
situación y condición de género. La masculinidad se encuentra
en transición, como lo indican algunos cambios contemporá-
neos, que dan cuenta de la crisis en su identidad y función. Por
ello, le damos seguimiento a la construcción imaginaria de la
noción de masculinidad en el pensamiento europeo; erigida a
partir de una supuesta situación de amenaza y riesgo permanen-
te. También incluimos referencias antropológicas, para mostrar
la diversidad del imaginario de la masculinidad en otras culturas
étnicas.
Tradicionalmente, al hombre se le ha considerado el sexo
fuerte, su dominio y control rebasan el ámbito familiar para
expresarse de manera social. Existe en la vida de los hombres
una extraña combinación de poder y privilegios, dolor y caren-
cia de poder. Por ser hombres gozan de poder social; pero esta
121
BRENDA CRUZ Y MARIO ORTEGA
122
MASCULINIDAD EN CRISIS
123
BRENDA CRUZ Y MARIO ORTEGA
Diacronía de la masculinidad
La imagen de la masculinidad es frágil y defensiva, pues los hom-
bres siempre consideran que se encuentra amenazada y en riesgo.
Gutman (1998) al estudiar el machismo en un barrio popular
de la Ciudad de México, descubrió que, según los jóvenes, en el
pasado sí había machos en su vecindario, pero ahora son escasos,
ya no abunda la virilidad.
Inestable en sí misma, la masculinidad siempre se está pro-
cesando, se encuentra bajo negociación, necesita ser amenazada
para reafirmarse y sostenerse frente a su enemigos (Allen 2002)
reales o imaginarios. Psicólogos como Kart Mednarik (1970) au-
tor de The Male in Crisis dieron la voz de alarma de tal hecho en
sus textos de los años setentas del siglo pasado.
Revisando los estudios publicados sobre la historia de la mas-
culinidad, Judith A. Allen (2002) encontró tres autores centrales
que atendieron tal línea de investigación. Mosse, quien siguió el
desarrollo del esquema de masculinidad, a partir del siglo diecio-
cho, Mc Laren investigó el periodo de 1870 a 1930, mientras Ho-
oganson cubrió desde 1890 a inicios de 1900. Cada uno de ellos
reportó una crisis de fin de siglo de la masculinidad en el contexto
124
MASCULINIDAD EN CRISIS
125
BRENDA CRUZ Y MARIO ORTEGA
La masculinidad a juicio
Una premisa central que activa el estudio de Mc Laren es que las nor-
mas de género son definidas en su infracción (Allen, 2002: 195).
126
MASCULINIDAD EN CRISIS
127
BRENDA CRUZ Y MARIO ORTEGA
128
MASCULINIDAD EN CRISIS
129
BRENDA CRUZ Y MARIO ORTEGA
EJES DE LA DISCUSIÓN
A partir de una revisión bibliográfica de lo publicado en español
sobre el tema de la identidad masculina, encontramos que inde-
pendientemente de la diversidad de la disciplina social de que se
trate, los principales ejes considerados son:
a) El concepto de masculinidad, b) los estereotipos y mitos
de la masculinidad, c) la sexualidad, d) el machismo, e) la familia
como fuente y espacio privilegiado del ejercicio de la masculini-
dad, f ) los factores del cambio y conclusiones. Comentaremos
también de manera breve diferentes corrientes teóricas sobre el
tema.
130
MASCULINIDAD EN CRISIS
El concepto de masculinidad
2
El papel de la testosterona es secundario en relación al aprendizaje social
del ser masculino y las influencias sociales y familiares sobre los patrones de
conducta masculinos.
131
BRENDA CRUZ Y MARIO ORTEGA
132
MASCULINIDAD EN CRISIS
133
BRENDA CRUZ Y MARIO ORTEGA
134
MASCULINIDAD EN CRISIS
Sexualidad- virilidad
En todos los estudios se remite en mayor o menor medida a la
sexualidad masculina como símbolo de virilidad, y por tanto
de poder masculino. Su sexualidad es motivada y exigida como
prueba de masculinidad.
La sexualidad es central en la definición de la condición mas-
culina. Su condición de género le permite tener una sexualidad
erótica. Por lo tanto, quisiéramos mencionar que la paternidad
para algunos hombres es signo de masculinidad. Mientras que en
las mujeres se destaca una sexualidad materna, procreadora para
llegar a ser genéricamente femeninas (Lagarde, 1992:16).
La sexualidad, sea procreadora o erótica, es para los hom-
bres un espacio de virilidad y en ese sentido los hombres gustan
demostrar sus habilidades sexuales con las mujeres (entre más
mujeres sean mejor), pues la cantidad de hijos les permite dar
una connotación a su virilidad.
Además, la sexualidad es un espacio que le permite al hom-
bre ejercer su dominio sobre la mujer. Ya que a éste la sexualidad
no se le censura, al contrario se le permite que la disfrute.
Es así que el hombre siempre debe tener deseo sexual hacia
la mujer y nunca hacia el hombre, ya que significaría su pérdida
de masculinidad. Pero el que un hombre desee a otro hombre
no quiere decir que automáticamente va actuar como mujer,
sino que puede mantener los roles y estereotipos asignados a
la masculinidad y modificar únicamente su objeto de deseo.
Pero además existen hombres que se identifican con los roles y
estereotipos del género femenino; por ello Badinter considera
que existen dos extremos en las formas de representación de la
135
BRENDA CRUZ Y MARIO ORTEGA
El Machismo
El machismo es una categoría que presenta, a los hombres, en
gran medida como seres agresivos, opresores, narcisistas, insegu-
ros, fanfarrones, mujeriegos, grandes bebedores, poseedores de
una sexualidad incontrolable (Ramírez op. cit.: 17).
En todo caso, en uno de los primeros estudios sobre el ma-
chismo se establece una distinción entre dos clases de machismo.
El primero y auténtico se caracteriza por el valor, la generosi-
dad y el estoicismo (integridad ante la diversidad), mientras que
el segundo, básicamente falso, se fundamenta en las apariencias:
la cobardía se esconde detrás de alardes vacíos.
El macho representó la cúspide de un pacto presentado
como el arrojo de la especie. Si el concepto hombre contenía y
exhibía la opulencia y la entrega bravía. Su vocablo antagónico
y complementario afirmó una actitud y la convirtió en herencia
social: que nadie dude del valor supremo del ser macho, la viri-
lidad es el mayor sentido de cualquier conducta y a la virilidad
la expresan la indiferencia ante el peligro, el menosprecio de las
virtudes femeninas y la afirmación de la autoridad en cualquier
nivel (Monsiváis 1990: 11).
Para Monsiváis, el machismo no identifica a los hombres en
general, sino a los de las clases sociales subalternas en particular,
siendo indispensable, además de la actitud, su correlato corporal,
por esto los machos son hombres que trabajan con el uso de su
fuerza física, lo que desarrolla su cuerpo. En las canciones mexi-
136
MASCULINIDAD EN CRISIS
137
BRENDA CRUZ Y MARIO ORTEGA
138
MASCULINIDAD EN CRISIS
139
BRENDA CRUZ Y MARIO ORTEGA
140
MASCULINIDAD EN CRISIS
141
BRENDA CRUZ Y MARIO ORTEGA
142
MASCULINIDAD EN CRISIS
143
BRENDA CRUZ Y MARIO ORTEGA
144
MASCULINIDAD EN CRISIS
145
BRENDA CRUZ Y MARIO ORTEGA
146
MASCULINIDAD EN CRISIS
147
BRENDA CRUZ Y MARIO ORTEGA
costo de dolor por el que atraviesan los hombres que luchan por
obtener y conservar su masculinidad en la sociedad.
Aunque siempre han existido hombres de talante liberal,
dispuestos a defender la causa de las mujeres, en la actualidad ha
surgido un movimiento de hombres pro-feministas; principal-
mente en Canadá, extendiéndose a México y Estados Unidos.
Existe un problema en el movimiento masculino de apoyo
a la mujer, a partir de la brecha existente entre las ideas acepta-
das por los hombres y su comportamiento. Con el impacto del
feminismo el llamado movimiento de hombres ha tomado dos
formas diferentes:
148
MASCULINIDAD EN CRISIS
OBRAS CONSULTADAS
149
BRENDA CRUZ Y MARIO ORTEGA
150
MASCULINIDAD EN CRISIS
151
BRENDA CRUZ Y MARIO ORTEGA
152