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Georg Wilhelm Friedrich Hegel

Georg Wilhelm Friedrich Hegel (Stuttgart, 27 de agosto de 1770–Berlín, 14 de


noviembre de 1831) fue un filósofo alemán. Recibió su formación en el Tübinger Stift
(seminario de la Iglesia Protestante en Wurtemberg), donde trabó amistad con el
futuro filósofo Friedrich Schelling y el poeta Friedrich Hölderlin. Le fascinaron las
obras de Platón, Aristóteles, Descartes, Spinoza, Kant, Rousseau, así como la
Revolución Francesa, la cual acabó rechazando cuando esta cayó en manos del
terror jacobino. Murió víctima de una epidemia de cólera, que hizo estragos durante
el verano y el otoño de 1831. Fue el padre del historiador Karl von Hegel (1813-
1901).

CARACTERISTICAS
Hegel, considera la dialéctica como medio lógico de la razón, considera los
conceptos como una unidad lógica valida y necesaria del conocimiento , esta de
acuerdo en que hay conocimiento que se da a priori y a posteriori aunque luego
difiere de su importancia y necesidad, considera que el conocimiento debe ser
transcendente, o sea que debe acabar con la ilusión puesta para abstraer el
máximo.
Solo podemos conocer el fenómeno.
Dialéctica trascendental no admite contradicción.
Razón trascendental.
Razón limitada a la abstracción de la experiencia, y a la interpretación y
organización que le damos a esta.
Conceptos obtenidos por conclusión.

DESCRIPCION DE SU FILOSOFIA

Positividad en general

La medida, sin embargo y criterio del concepto necesario, no es la representación


sino que, más bien, le sirve de autorregulación al concepto necesario. Éste debe
tomar su verdad de esta representación y reconocerse así. El derecho es positivo
en general; y Hegel lo explica así:
a. Es positivo, primero, por la forma de tener vigencia en un Estado; ésta es como
una autoridad legal que es el comienzo para el conocimiento del Derecho, que es la
ciencia positiva del Derecho. Este Derecho positivo, en cuanto a su contenido,
recibe este elemento positivo de dos fuentes primarias, a saber: a) del particular
carácter nacional de un pueblo, del grado de su desarrollo histórico y de la conexión
de todas las relaciones que pertenecen a la necesidad natural de este pueblo como
nación.

b. Por la necesidad con que un sistema de Derecho legal debe encerrar la aplicación
del concepto universal a la naturaleza particular de los objetos y de los casos que
la realidad exterior muestra. Es decir, en Hegel, el Derecho tiene fuentes originarias
endógenas y exógenas; la primera porque el Derecho parte de una necesidad
interior de cada uno de los habitantes que componen el Estado civil; y la segunda
por el hecho de que las necesidades de la nación son demostradas en la vida
practica.

Cuando el derecho positivo y las leyes, se ven contrariados por el sentimiento del
corazón, el impulso y lo arbitrario, no es la filosofía la que reconoce su autoridad.

La opresión y la tiranía pueden ser elementos del Derecho positivo contingente a él


y no afecta a su naturaleza esencial. Una prescripción jurídica puede manifestarse
por las circunstancias y desde las instituciones motoras de la parte jurídica, como
plenamente fundada y consecuente, y, no obstante, ser en sí y para sí, injusta e
irracional. Las leyes (aclara Hegel) son sólo positivas, en cuanto que tienen, en
general, su significación y oportunidad en circunstancias dadas y definidas; por lo
tanto, sólo poseen un valor histórico, por lo cual son de naturaleza transitoria. Hegel
alude mucho al Derecho romano y ratifica particularmente la importancia que éste
tuvo en el desarrollo de los sistemas jurídicos posteriores.

A cada momento histórico corresponde necesariamente una serie de leyes


necesarias para ese momento y delimitadas por las circunstancias del Estado. La
sabiduría de los legisladores y de los gobiernos, en cuanto que han hecho para las
condiciones dadas y establecido acerca de la situación temporal, constituye algo en
sí y pertenece a la valoración de la historia, pero esta legislación tendrá mucho más
valor y gozará de profundidad mayor cuanto que fue asistida por un punto de vista
filosófico.

El campo del Derecho es, en general, el campo de la espiritualidad y su próximo


lugar y punto de partida es la voluntad, que es libre. Puesto que, para Hegel, el
sistema del Derecho es el reino de la libertad realizada en el mundo del espíritu,
voluntad y libertad, serán los dos conceptos fundamentales del desarrollo de la
ciencia del Derecho, como ciencia del desarrollo de los ideales del Estado y de cada
uno de sus habitantes en particular.

En el mundo del espíritu, uno se auto dirige a actuar, como por una manifestación
de libertad absoluta. La libertad, reconoce Hegel, es como un hecho de la conciencia
y se debe creer en ella y esta deducción de que la voluntad es libre sólo puede tener
lugar en la conexión con el todo.

Por eso Hegel empleará claramente un concepto de voluntad, como concepto


universal. Cada uno posee la capacidad de abstraer todo lo que es y, por lo tanto,
determinar el contenido de su voluntad y tener en la propia conciencia de sí mismo
un ejemplo para todas las determinaciones.

Voluntad y libertad

La voluntad encierra el elemento de la pura indeterminación o de la pura reflexión


del yo sobre sí; posee y contiene la ilimitada infinitud de la absoluta abstracción o
universalidad, el puro pensamiento de sí mismo.

La voluntad se determina a sí misma y, cuando reflexiona su contenido, reflexiona


sobre sí misma. La libertad negativa es, en cierto sentido, parecida a la ilusión
trascendental de Kant, en la que la razón busca respuestas sobre lo incondicionado,
topa y se limita cuando se da cuenta que es imposible, la libertad no tiene límites en
Hegel, o pretende no tenerlos.

En el espíritu, tal como éste es en sí y por sí, en el que la determinación es


simplemente la suya y verdadera la relación de la conciencia constituye sólo el lado
fenoménico de la voluntad, la cual aquí no es ya una cosa por sí. Las
determinaciones volitivas (querer, desear, amar) son propias de la voluntad
reflejada su individuación y son contenidos que se determinan por la conciencia.

La voluntad libre sólo en sí es la voluntad inmediata o natural, las determinaciones


son los contenidos de la voluntad que aparece en la voluntad, como existentes son
los estímulos, los deseos, las inclinaciones con las que la voluntad se determina por
la naturaleza. Este contenido es para mí y me pertenece en lo absoluto. Con la
decisión, la voluntad se pone como voluntad de un individuo determinado distinto
frente a otro.

La voluntad es por esto individualmente volitiva, está en pertenencia con el yo


personal de cada uno. Es el pensamiento una actividad universal y en él, el objeto
y el contenido, permanecen como algo universal. Como ya se dijo, la libertad de la
voluntad, según la determinación de infinitud, es arbitrio en el cual están contenidas
la reflexión, que es toda libertad que abstrae de todo, y la dependencia del contenido
y de la materia, considerados interna o externamente.

Luego, Hegel promulga la determinación de la voluntad, como una cosa-en-sí, pues


es en sí y por sí, y verdaderamente infinita, porque es ella misma su objeto que
autodetermina. El objeto no es para ella, otra cosa, ni un límite, sino que es la
voluntad vuelta a sí.

El derecho es algo sagrado, es la existencia del concepto absoluto, el área de la


libertad incondicional, el área de la libertad autoconsiente. Existe también una esfera
del derecho más formal (en su sentido abstracto “pediculosis arbitrios”) en la cual
éste ha llevado en sí a determinación y realidad a los otros momentos contenidos
en su idea, tiene por ello la determinación de un derecho más elevado.

La sustancia ética, teoría del Estado

Hegel, insiste en el concepto de individualidad de la voluntad y como instrumento


social posee los siguientes aspectos:

-La voluntad es inmediata, su concepto es abstracto (la personalidad) y su


existencia es una cosa inmediata y externa; la esfera del derecho abstracto o formal.

-La voluntad es capaz de reflejar en sí, desde la existencia exterior o interior, el


mundo existente; el Derecho de la voluntad subjetiva en relación con el Derecho del
mundo y el Derecho de la idea, que es la esfera de la moralidad. Para Hegel, la
voluntad introduce en su esencia todos los aspectos de la realidad y es
autoconsciente; la idea pensada del bien se realiza en la voluntad y se refleja
también en ella. La idea en su existencia universal en sí y para sí, constituye la ética.

Para Hegel, la sustancia ética es: a) espíritu natural, la familia; b) en su desunión y


apariencia, la sociedad civil; c) el Estado, precisamente, en cuanto libertad universal
y objetiva, en la libre autonomía de la voluntad individual.

El Estado como espíritu real y orgánico de un pueblo, a través de las relaciones de


los específicos espíritus racionales, se realiza y manifiesta en la historia universal
como espíritu universal del mundo. El Derecho que corresponde al Estado es el ser
supremo. Y este ser supremo sólo es realizable en la libertad individual.

APORTES AL DERECHO
La ciencia filosófica del Derecho tiene por objeto la idea del Derecho, o sea, el
concepto del Derecho y su realización. La realización, es la configuración que toma
el concepto para sí en un hecho efectuado, constituye el momento esencial del, y
pasa, de mera constitución teorética a la realización por la cual se concibe.

La ciencia del Derecho es parte de la filosofía, se concibe como una ciencia y tiene
el punto de partida, que es el resultado y la verdad de lo que antecede y lo que
constituye la llamada demostración. Es, por lo tanto, una ciencia teorética, que
necesita ser demostrada en la práctica. Pero Hegel diferencia entre concepto de
Derecho y ciencia del Derecho, este último es la constitución teórica del primero y,
conforme a su devenir, cae fuera de ella, puesto que debe ser admitido como dado.

Sin embargo, a la ciencia positiva del Derecho no le importaría esto, puesto que ella
principalmente tiende a señalar lo que es jurídico, es decir, son las particulares
prescripciones legales; pues la ciencia del Derecho, constituye esencialmente la
zona de las cosas legales y jurídicas en sí, bajo la universalidad y en razón del
estado particular. Estas prescripciones jurídicas, que corresponden a la ciencia del
Derecho, resultan evidentes y son determinaciones universales, es decir, la
contraparte de lo que es prescrito por ella como no jurídico. De esta manera se
discierne lo que científicamente es esencial.

En cuanto al contenido de la prescripción jurídica, la necesidad de la cosa, pero en


sí y por sí misma, es decir el Derecho como tal y en la naturaleza del concepto.
Hegel es claro, no puede haber correcta aplicación del Derecho, si no existe un
principio de razón suficiente (dictado por la filosofía, claro) que determine las
acciones de los individuos de un Estado y determine a obrar a los que elaboran y
aplican las leyes.

Los conceptos acerca de lo verdadero y las leyes de lo ético no son más que
opiniones y convicciones subjetivas, y éstas son puestas al lado de aquellas que
constituyen la universalidad y el interés de todos los hombres y todos los vínculos
del mundo ético. Como la filosofía es el sondeo de lo racional, justamente es la
aprehensión de lo presente y de lo real (lo que es racional es real; y lo que es real
es racional) ahora bien, el Derecho es real, por lo tanto, es algo racional que se
constituye como una parte de la filosofía.

El objetivo de Hegel, en su Tratado sobre Filosofía del Derecho, es presentar una


auténtica ciencia del Estado y presentar a éste como algo racional en sí, sin
embargo, no es un modelo o forma “de gobierno ideal” la que pretende dejar
explicada, sino más bien de qué manera debe concebirse el Estado como el
universo ético, concebirse a cada individuo como hijo de su tiempo, y la filosofía y
la filosofía en su transparencia quedaría también como el propio tiempo aprehendido
con el pensamiento.

La forma en su más concreta significación es la razón como conocimiento que


concibe y el contenido es la razón como esencia sustancial de la realidad ética y
también de la natural y la identidad consiente de forma y contenido constituye la
idea filosófica. Así como una verdadera filosofía conduce a Dios, también un
verdadero Estado lo hace.

Al hablar aun de la teoría de cómo debe ser el mundo, la filosofía, por lo demás,
llega siempre demasiado tarde. Pues cuando ella surge, el mundo ya fue concebido
y realizado. A continuación, Hegel pasará a desarrollar su teoría del Derecho, en la
cual el individuo es el centro y el centro de la realización moral sólo se da en el plano
de la libertad, hasta llegar, al plano de la voluntad, en el que la conciencia, alcanza
una verdadera autoconciencia.

OBJETIVOS PERSEGUIDOS
Hegel pensaba que "la verdad es subjetiva"; que la verdad es obtenida por la razón
humana. Hegel sabía la función que habían tenido anteriores filósofos. Todos ellos
-Descartes, Spinoza, Hume, Kant, etc- habían buscado y creído encontrar o
pronunciarse sobre las "condiciones eternas del conocimiento", que el hombre
mutua las bases de su conocimiento de acuerdo a la época, etc. "Hegel opinó que
eso era imposible. Pensaba que la base del conocimiento humano varía de
generación en generación. No existe ninguna "verdad eterna". No existe ninguna
"razón eterna". El único punto fijo al que puede agarrarse el filósofo es la propia
historia", expresaba.

¿Qué le hacía pensar así? Hegel pensaba en un punto fijo de la historia, el pasado,
que es a su parecer lo único que tenemos, "Lo único que tenemos es lo que hemos
perdido" dice Borges.

Hegel cree en el movimiento, en que nada es eterno; todo el tiempo, la eternidad se


da en ese momento, son solo horas, minutos, segundos, cada segundo es su
eternidad, todo está en movimiento, todos los pensamientos son ciertos en diversos
tiempos, nunca eternamente.
"Todos los pensamientos que vienen "manando" de las tradiciones de personas que
han vivido antes que tú, y las condiciones materiales que rigen en tu propia época,
contribuyen a determinar tu manera de pensar. Por lo tanto, no puedes afirmar que
una determinada idea sea correcta para siempre. Pero puede ser correcta en la
época y el lugar en que te encuentras."

Era la historia la que podría determinar los conceptos morales, "sólo se puede ser
bueno o malo en relación con un contexto histórico". Y es sólo a través de la historia
que se puede trabajar con estos elementos.

Hegel entendió a la razón como un proceso, un elemento en constante dinamismo,


evolución. Y la verdad es también un proceso histórico, "Hegel señaló que la razón
es algo dinámico, por no decir un proceso. Y la "verdad" es ese proceso en sí. Por
que no existe ningún criterio fuera del propio proceso histórico que pueda decidir lo
que es lo más "verdadero" o más "razonable", es decir que no hay nada eterno,
cierto o verdadero eternamente; las verdades se ubican en el tiempo y se quedan
embrocados en partes del tiempo; la realidad es así dialéctica, "Si la realidad es
dialéctica, también lo es el método de Hegel. La dialéctica enseña en efecto, que
nada es; todo está siendo, y ser es contradecir un ser anterior y ser el túnel que
conduce a un nuevo ser posterior", Por lo cual la razón resulta siendo progresiva, el
conocimiento del hombre está en un dinamismo continuo, progresivo.Hegel ha
observado la evolución dialéctica de las contradicciones de las ideas y las sugiere
afirmativas y negativas.

Hegel cree en el avance que se produce por efecto de la historia. La historia permite
percibir, percatarse de la evolución humana. De esa larga cadena de reflexiones.

Los efectos que hunden al hombre en el estado deplorable, se debe a las pasiones,
parece explicar, entonces lo mejor sería despojarse de las pasiones, del sí mismo.

Por otro lado la dialéctica tiene un efecto afirmativo, creador, "La contradicción
desarrolla el ser, no lo anula; lo hace crecer." dice Barylko "Crecer es negar lo
anterior a favor del futuro" "la filosofía cumple la función de reflejar su tiempo, en ser
conciencia de los valores vigentes y de las modalidades que el espíritu toma de
cada época".

La Dialéctica es el método que Hegel plantea. Así describe que el asunto de la


negación y la negación de la negación, se convierte en una especie de triada que
tendría su fundamento en la historia. A estos tres puntos de despegue los llama
"Tesis", "Antítesis" y "Síntesis". La Tesis es la afirmación de algo; la Antítesis la
negación de la Tesis, y la Síntesis la negación y afirmación de la Tesis y Antítesis.
Era un ciclo que se repetía incesantemente. Este sería el método como la historia
evolucionaría. Así la realidad se presenta contradictoria, pero esto no lo niega, sino
que la empuja a avanzar, "La razón de Hegel es una razón dinámica. La realidad
está llena de contradicciones y por lo tanto también una descripción de la realidad
tendrá que estar llena de contradicciones".

Por otro lado la importancia del Estado no se limita en individualidades, sino en


generalizaciones, "Según Hegel el Estado es algo "más" que cada ciudadano. Es
incluso más que la suma de todos los ciudadanos. Según Hegel no es posible, por
lo tanto, "darse de baja en la sociedad"

Hegel considera al Derecho dentro del marco de la moral, y su filosofía del Derecho
es contraria a la de Kant.
"El derecho es, pues, para Hegel, el medio por el cual la libertad resulta posible, ya
que proporciona a la ley el orden dentro del cual puede actuar, y es esto lo que le
da significado".

El eje sería el Estado y ya no la libertad.


“Tomando una posición contraria a Kant, Hegel coloca el eje del derecho no ya en
la libertad humana sino en el Estado. Negándose a diferenciar lo racional y lo real”

Por esta concepción el Estado tendría una función y fuerza civilizadora. Esta sería
su misión principal. El estado se apoya en la voluntad de poder.

TRASCENDENCIA E IMPORTANCIA
Hegel considera al Estado como la rica estructura de lo ético, la arquitectura de su
racionalidad que con la determinada distinción de las esferas de la vida pública y de
sus derechos le construye bases solidas que son, a la vez, las bases verdaderas de
todo Estado, con bases armónicas y establecidas según un criterio de verdad.

Y cuando toda esta estructura es de buena ley, parte de lo íntimo hacia la revelada
luz del desenvolvimiento de la idea, llevando consigo su interna necesidad de la
veneración, de la verdad y una ley que es elevada por sí y en sí, por encima de toda
forma subjetiva de sentimiento. La ley no puede estar consentida por el sentimiento,
puesto que es en sí o debería ser en sí, una forma universal del desarrollo de los
individuos.

El Derecho, la ética, el mundo real del Derecho, son formas que se aprehenden con
el pensar; los conceptos determinan la forma de la racionalidad (es decir la ley). La
ley es en cierta medida el Scibboleth (signo de reconocimiento entre los hebreos)
en el cual se identifican las habitantes de la nación y los amigos de esta.

Hegel también toma la idea determinante, de que la filosofía debería ser como el
principio motor de la aplicación del derecho y las leyes, pues la falta de este
principio, conduciría a los estados a una superficialidad respecto a lo ético, al
Derecho, y sobre todo al deber. Esto es la fatuidad. El Estado caería por esto como
en un estado de disolución de toda ética interior, de la conciencia justa, del amor y
del Derecho entre los particulares, así como la destrucción del orden público y las
leyes del estado (pues estas últimas estarían basadas en propósitos y opiniones
subjetivas, en el sentimiento subjetivo y en una convicción individual).

El contenido de la filosofía, el saber conceptual de Dios y de la naturaleza física y


espiritual se verían seriamente afectados.

La primera fase del espíritu objetivo es la esfera del Derecho (das recha) de la
persona, el sujeto individual consciente de su libertad ha de dar expresión exterior
de su naturaleza como espíritu libre. Ha de darse a sí mismo una esfera externa de
la libertad. Así pues, la libertad es el principio primero y unitario de cada individuo
como parte del Estado y la ciencia del Derecho parte de la libertad en su despliegue
dialéctico.

Hegel introduce también el concepto de propiedad, vinculado directamente con un


acto de la voluntad, por naturaleza una persona se convierte en el dueño de una
cosa, no por un mero acto interno de la voluntad, sino por la apropiación efectiva
que el sujeto hace sobre ella, ejerce naturalmente toda su voluntad en esta cosa.

CONCLUSION
Hegel no intenta justificar ninguna forma política concreta. Lo único que intenta
justificar es la racionalidad del Estado. El que algunos grupos políticos hayan
querido justificar su propia doctrina (totalitarismo) apoyándose en Hegel es otra
cuestión.
La interpretación que hace Hegel del Estado hay que situarla dentro de una época
determinada y tal vez no valga para otra época.

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