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1. El Monoteísmo:
El pueblo hebreo tuvo la convicción de creer en un solo Dios Universal, llamado Jehová,
creador de todas las cosas.
Esto fue producto de una larga evolución religiosa, cristalizada por Moisés, quien
impulsó vigorosamente el monoteísmo durante 40 años de vida errante a través del
desierto, luego del éxodo.
2. La Biblia:
La palabra Biblia viene de la voz griega byblos, que significa libro. En efecto, la biblia es
el conjunto de Libros Sagrados o Sagradas Escrituras del pueblo judío y de las religiones
cristianas. Por su profundo contenido religioso, filosófico y literario, está considerado
como la obra más hermosa de la humanidad. Se encuentra formando diversos libros,
todos reunidos en un solo cuerpo. Se divide en dos partes: el Antiguo y el Nuevo
Testamento.
3. El Decálogo:
El Decálogo contiene las diez normas o mandamientos, que según la tradición bíblica,
fueron entregados a Moisés en el monte Sinaí. Estas normas son las siguientes:
4. Te acordarás del día Sábado para santificarlo; trabajarás durante seis días, pero
el sétimo no harás ninguna labor.
5. Honrarás a tu padre y a tu madre, para que tus días se prolonguen sobre la tierra.
6. No matarás.
7. No cometerás adulterio.
8. No robarás.
9. No levantarás falsos testimonios a tu prójimo.
Los abismos:
No tenían conocimiento sobre los océanos como los tenemos nosotros. Aunque algunas
Biblias vierten “océano” en algunos lugares de las escrituras hebreas, esta palabra no
proviene de la griega okeanós sino de la palabra a-bys-sou, traducido al latín como a-
bys-si, que significa abismo. La palabra hebrea original de la cual se tradujo ‘abismo’es
thehóhm o tehóhm. Su significado básico es ‘insondable’, dando a entender algo muy
profundo, vasto, enorme. En otra palabra, desconocido. Esta palabra hebrea es vertida
por la septuaginta como abismo y se interpreta como ‘profundidad acuosa’ o ‘aguas
agitadas’. Cuando los griegos llamaron okeanós a los mares que rodeaban lo que ellos
creían era los confines de toda la tierra hasta el vacío, los traductores del TH al griego
usaron algunas veces esta expresión cuando parecía clara su referencia física. Para los
hebreos la expresión tehóhm también podía significar ‘abismo celestial’ cuando se
refieren a las ‘muchas aguas’ que forman grandes nubes tormentosas (Sl.29:10).
Conocían el fenómeno de la evaporación y sabían que las nubes provenían de las vastas
aguas o mares a las que consideraban como las fuentes abismales (Job.36:27; Is.44:27).
Estas fuentes eran de donde provenían los ríos y manantiales de la tierra. También
sabían sobre el ciclo de agua, al ver que la nieve se transformaba en agua (Job24:19).
La palabra océano proviene de la mitología griega, es decir, de las creencias de los
antiguos griegos, la cual no difería mucho de las ideas que tenían los hebreos, con la
diferencia que para estos últimos todo lo gobernaba un solo Dios, yhvh o elhoim.
Océano (mitología):
En la mitología griega, uno de los titanes, hijo de Urano y Gea. Con su mujer, la titánida
Tetis, dominaba el Océano, un gran río que circundaba la tierra, a la que se consideraba
un círculo plano. Las ninfas de este gran río, las oceánides, eran sus hijas, y los dioses de
todos los ríos de la tierra eran sus hijos. En leyendas posteriores, cuando Zeus, jefe de
los dioses olímpicos, y sus hermanos, Poseidón y Hades, derrocaron a los titanes y
asumieron su poder, Poseidón y su mujer, Anfitrite, sucedieron a Océano y a Tetis como
soberanos de las aguas.[1]
De modo que las ideas sobre una vasto mar que circundaba la tierra habitada-no tenían
ideas de continentes-era muy común a todos los pueblos antiguos (Prov.8:27), y lo que
nosotros llamamos actualmente océanos eran para los hebreos fuentes abismales
(Prov.8:29). La tierra que ellos creían intuitivamente que existía era como un solo
continente, rodeado de abismos (Sal.33:7; 135:6), lugar de mares agitados que ningún
humano podía internarse en ellos.
Debido a que no conocían tampoco todas las extensiones del terreno firme, se
expresaban de él como extendido hacia los cuatro cabos o extremidades (Sal.72:7). La
intuición no les permitía visualizar una tierra esférica. A su vez, tener conocimiento de
la geografía de la tierra era un misterio en tiempos bíblicos (Job 38:18)
La naturaleza
Tenían una idea muy rudimentaria del ciclo del agua. En realidad, aunque conocían los
distintos fenómenos de evaporación y precipitación, normalmente no asociaban a las
lluvias y la nieve como la única fuente de agua dulce de los ríos y manantiales (Job 28:10).
Suponían que hasta pudieran tener orígenes totalmente independientes.
Un caso llamativo es Génesis 2:4-6, un relato aparentemente más detallado de ciertos
sucesos ocurridos durante los días creativos ya mencionados en el primer capítulo. Este
segundo relato es muy confuso en algunas partes porque se puede interpretar de
diferentes maneras. Apenas comienza se torna complicado. Según las distintas versiones
de la Biblia hay un acuerdo interpretativo de que antes de la creación del hombre no
llovía (Gen 2:5). Debido a ello no crecían vegetales. En eso están todas de acuerdo como
lo expresan en el versículo 5. Para tratar de armonizarlo con el primer relato de la
creación nos situamos antes de la creación de los vegetales pero después de la aparición
de los continentes. Sin embargo, a continuación en el siguiente versículo aparece un
problema. Algunas traducciones, como la Val. y la NM introducen que había una neblina
o vapor que regaba toda la tierra. Otras Biblias, como la BJ, traduce manantial, como
una gran fuente de agua subterránea, de donde a lo mejor se quiere dar a entender que
provendría la evaporación. Pero otras Biblias, como la NC, menciona que no existía el
vapor que permitiese siquiera formar rocío, razón por la cual no acaecía tampoco la
lluvia. El problema es que si no existía humedad alguna no podían crecer vegetales, pero
el capítulo anterior muestra que éstos principiaron desde el tercer día en adelante.
Desde ese día hasta el sexto en que fue creado Adán las plantas debían ser regadas con
agua de alguna manera si buscamos armonizar ambos relatos. El problema es que la
palabra hebrea que aparece en el versículo 6 es édh, que significa vapor o niebla.
Algunos traductores, imbuidos de los conocimientos actuales sobre geofísica, aducen
que se refería al vapor que provendría de mares, río y lagos. Sin embargo, como ellos
mismos reconocen, en tiempos antiguos no se tenía una idea similar. Es por eso que
versiones como la LXX, Sy y Vg traducen manantial o fuentes-griego pegué, latín fons-
en vez de niebla o vapor. De allí que la idea que tenían los traductores antiguos y que
transmitieron a muchas Biblias era la de aguas subterráneas que regaban toda la tierra.
Ahora bien, si se introduce el concepto de niebla, existía evidentemente la evaporación,
pero daría a entender que el suelo se regaba únicamente por condensación a ras del
mismo, mediante el rocío nocturno. No se producía la lluvia. De cualquiera de las dos
maneras tenemos que introducir alguna fuente de humedad para los vegetales creados
desde el tercer día. Sin embargo surge un problema. Desde Génesis 2:10-14 nos habla
de un huerto o jardín regado por un río que se ramificaba en cuatro. ¿Cuál es el
problema? Sencillamente que, si bien la presencia de ríos permiten el crecimiento de
vegetales, los ríos no se pueden formar con solamente rocío. En cuanto a dos de sus ríos,
el Eufrates y Tígris, son los únicos conocidos. El Pisón y Guihón pueden ubicarse según
las referencias geográficas disponibles en otros pasajes. Del primero se dice que rodeaba
toda la tierra de Havilá o Javilá, tierra ubicada al norte de la que está ‘enfrente’-al este-
de Egipto (Gen 25:18; 1 Sam 15:7). Esta zona era la que ocuparon los ismaelitas y más
tarde los amalequitas. Al decir ‘según se va a Asiria’ o Asur, daría a entender que estaría
entre la península de Sinaí y una zona cercana donde se ubicaría Havilá, no más arriba
del Mar Muerto. Se menciona al bedelio y la piedra de ónice como recursos de esta tierra
además del oro. El bedelio proviene de una planta del desierto. En cuanto al Guihón se
dice que rodea toda la tierra de Cus, que según la versión de los LXX griega y la Vg
era...¡Etiopía! De modo que si tenemos que considerar a las regiones mencionadas por
Moisés como los lugares a donde llegaban los ríos desde Edén, obviamente eran
enormes cursos de agua, como lo son el Tigris y el Eufrates. ¿De dónde venía esa agua?
No es nada raro de porque los traductores antiguos creyeran que se refería a
manantiales. Si no llovía, aspecto que sería además contraproducente en el Paraíso, de
alguna manera se regaba la tierra. Y ahora un río que brotaba del centro de la tierra y
regaba cuatro importantes áreas de la misma encajaba bien. En Génesis 2:10 dice que
el río salía o procedía de Edén, es decir, del mismo Paraíso. ¡Una enorme fuente o
manantial! ¿Dónde está hoy? Algunos aducen que Moisés se refería a una geografía que
había sido alterada por el diluvio universal. Sin embargo, aunque del manantial del Edén
no se sabe nada y del río Pisón algunas traducciones traducen que era, no se dice lo
mismo del río Guihón. Para el tiempo de Moisés existía. ¿Cuál era? Nadie sabe. Sin
embargo, sí se conocen bien los otros dos. ¿Cuáles son las fuentes de los ríos Tigris y
Eufrates? Las lluvias y la nieve.
Pero para la mentalidad de un Paraíso esto no podía ser. La lluvia es un fenómeno
meteorológico que obliga buscar reparo, y la nieve induce clima frío. ¡Esto no podía
existir en un Paraíso! De allí las confusiones y los conceptos antiguos sobre los
manantiales, los cuales se creía podían provenir de fuentes que no fueran las lluvias ni
la nieve. Por supuesto, no podían saberlo ni asegurarlo. Pero de alguna manera su ilusión
de una tierra paradisíaca anterior a las lluvias-que aparecen en las enseñanzas de los
sacerdotes antiguos al señalar al diluvio en adelante-les permitía formar un cuadro
aparentemente real con la ayuda de conceptos intuitivos y experiencias comunes de
aquellas épocas. Tenían que encontrar las razones del sufrimiento e ingratitudes de la
naturaleza, y para ello había que partir de un lugar idóneo, ideal. Lo que no imaginaron
es que con el tiempo se sabría que los manantiales de agua dulce se producen
únicamente por escurrimiento de aguas de lluvia y/o nieve, y no de alguna otra manera.
De esta manera en Edén, o cerca de allí, llovía copiosamente o bien el agua provenía de
deshielos de montañas, fenómenos ajenos a sus ideales de Paraíso.
Es interesante que una publicación para el estudio de la Biblia diga que la tierra de Cus
interpretada como Etiopía no sería correcta, ya que Moisés se estaría refiriendo a una
zona geográfica donde habitaron los cusitas antes de mudarse a la actual Etiopía. Lindo
recurso deshonesto para cubrir una mentira o un error. ¿Porqué? Pues bien, ¿era Moisés
un copista o recopilador o escribía bajo inspiración? Si escribió bajo inspiración divina
como se alega, ¿cómo podía referirse a lugares geográficos con el nombre de sus
habitantes cuando en sus días vivían en otro lugar geográfico diferente y otros
habitantes ocupaban esos territorios? ¿Cuáles eran los habitantes de la región señalada
por donde recorría unos de los ríos del Edén en sus días? ¿Por qué tanto
enmarañamiento? ¿Qué clase de inspiración era esa? Por otro lado, el relato transmite
más bien la idea de que Moisés estaba usando nombres de zonas geográficas conocidas
en sus días, pues, ¿alguien sabe o la misma Biblia aclara dónde vivieron los Cusitas antes
si es que se mudaron como se afirma? Por eso, claramente es un recurso sofista para
tapar un dilema.
En Oseas 13:15 describe un suceso que ocurre hasta nuestros tiempos. Las tormentas
de arena con fuertes vientos suelen secar temporalmente los manantiales del desierto.
Básicamente para ellos las lluvias eran las dádivas de Dios para hacer que la tierra
rindiera su producto para brindar alimento a las bestias del campo y al hombre que
cultivaba el suelo. Era algo que Egipto no conocía, porque allí las lluvias siempre fueron
escasas. En cambio, desde Galilea hacia el oeste y al norte, las tormentas de lluvias
otoñales y primaverales eran suficientes (Sal.65:9-13; Ez.34:26,27; Isa.55:10). El Jordán
comenzaba a desbordarse durante la primavera. En la antigüedad, Herodoto, por
ejemplo, en siglo V a.E.C., no pudo averiguar de ningún egipcio de dónde provenía y
porqué desbordaba el agua del Nilo cada año únicamente durante el solsticio de verano
durando 100 días, manteniéndose en su cauce durante el resto del año. Es evidente que
intuían que las lluvias o nieves en territorios lejanos podrían intervenir en este suceso,
pero no estaban del todo seguros.
Muchas alusiones a Dios se conectan con su gran poder al destruir al monstruo marino,
Leviatán, la serpiente retorcida, Rahab, el deslizante monstruo marino, el dragón según
la Septuaginta, el mítico animal malévolo (Job 26:13; Sal.74:13,14; 89:9,10; Isa.51:9) . La
Biblia habla de Leviatán como un animal que Dios creó para que juegue en el mar
(Sal.104:26). La Biblia suele usar a este animal para referirse a cualquier poderoso
gobernante o militar que pelea contra los hebreos (Eze.29:3; 32:2). Por extensión aplica
a Satanás (Rev. 20:9).
Dios era el que agitaba las olas del mar (Jer.31:35). Por la palabra de Dios un viento agita
el mar y los marineros en sus barcos suben y bajan asustados por las enormes olas del
mar (Sal.107:24,25,26). Estos marineros en sus cuentos de mar hablaban de los temidos
monstruos marinos que agitaban las profundidades o abismos (Gen.1:21; ).
Intuían que debajo de la tierra había algo como fuego, pero no entendían lo que ocurría
(Job28:5). Todos los fenómenos geológicos, así como los atmosféricos y celestiales, eran
considerados actos directos de Dios, no sucesos físicos propios como resultado de las
propiedades de la naturaleza (Job 9:5,6).
El orden creativo representa un intento lógico por comprender el comienzo, y cualquier
pensador algo culto y sagaz podía establecer una secuencia similar. Señalar como una
gran evidencia divina la mención de que apareciera la luz, el agua y la tierra antes de las
formas de vida no es sensacional. Decir que los vegetales aparecieron antes que los
animales no es nada extraordinario. Como en ningún recuerdo humano transmitido por
tradición se mencionara la aparición de la vida animal, no resulta nada maravilloso que
creyeran que el hombre apareció después.
La redondez de la tierra
Aunque suele citarse un pasaje de Job y de Isaías para señalar que la Biblia ya hablaba
de la redondez-esférica para algunos fervorosos-de la tierra siglos antes de que la
humanidad siquiera intuyera sobre ello, en realidad esos pasajes no dan a entender tal
cosa. (Job 26:7; Isa.40:22) La mejor prueba de ello es lo que se acaba de decir, ni los
hebreos ni judíos siquiera intuyeron de ello aun leyéndolo por generaciones de la Biblia.
El norte es el llamado septentrión, un conjunto de siete estrellas asemejando un carro
con siete bueyes, y que señalaba una dirección hacía los lejanos y fríos lugares de la
tierra.
Osa Mayor
También conocida como Carro mayor, es una importante constelación del hemisferio
norte celeste, cerca del polo norte. Los griegos la conocían en la antigüedad como la Osa
y el Carro, los romanos como la Osa Mayor o los Septem triones (los siete bueyes). Las
siete estrellas más brillantes de la constelación forman un contorno claramente
identificable, parecido a un carro con timón.[2]
Los lectores antiguos bien podían entender que después de la bóveda con sus estrellas
existía el vacío, la nada, porque Dios todavía no había creado nada allí. Este grupo de
estrellas señalaban hacia un lugar remoto de la tierra al cual no podían acercarse. En
armonía a esto interpretaban que la tierra y los mares junto con los cielos estaban
suspendidos en la nada, como una obra única de la creación de Dios. El circulo de la
tierra de Isaías se refería al orbe terrestre, la zona de suelo firme donde se extendía la
humanidad, el cual se creía tenía una forma circular. La palabra esfera en griego es
sphaíra y en latín sphaera, y jamás aparece esta palabra en ninguna traducción al griego
de las escrituras hebreas en la antigüedad ni ahora.
De allí que nunca por influencia de la Biblia llegaron a entender sobre la realidad de la
forma física de nuestro planeta, por lo cual las alusiones que se mencionan no son otra
cosa que interpretaciones modernas a la luz del nuevo conocimiento humano y no de la
propia Biblia, desarrolladas con la finalidad de ennoblecer y otorgarle un halo de
divinidad a la misma. Nunca los israelitas imaginaron a la tierra como una esfera sino
como un complicado e indefinido desarrollo mecánico místico. Inclusive hasta tan tarde
como el siglo XV de nuestra era, cuando Galileo se atrevió a poner en tela de juicio las
expresiones aristotélicas, que eran tomadas como palabra secular sagrada, y a las
conclusiones de la Iglesia Católica que basándose en muchos de los pasajes de la Biblia
concluyeron de la firmeza e inmovilidad de la tierra (Sal.24:1,2; 18:15, 104:5; Jer.10:12;
Pro.3:19), los conceptos habían cambiado muy poco durante más de dos milenios. En la
antigüedad creían que los fundamentos de la tierra eran los fondos de los abismos. Los
cielos estaban firmes, la tierra también. Aunque hoy día se interpreta como una obra
bien establecida por las leyes de gravitación, magnetismo, temperatura, radiactividad, y
así por el estilo, en la antigüedad no podían interpretar en sus mentes otra cosa que no
fuera una firmeza puramente mecánica.
Bibliografía:
http://elvelo.ar.tripod.com/cnchebrantg.htm
http://mundoantiguo.net/civilizacion-hebrea/
ECONOMÍA ISRAELITA
abordar el estudio de la filosofía budista, establece Spengler una clara distinción entre moral soci
al y moral individual, qué es aplicable también en la Cultura Hebrea. La moral social en concepto
del maestro alemán se confunde con la costumbre. Ella es un imperativo impuesto por el grupo
y sancionado por la creencia o por la fe. La moral individual es muchísimo más amplia puesto qu
e abarca las normas establecidas por las costumbres y, además las normas exigidas por la human
idad toda.
El pueblo de Israel tuvo, en la época pre-cristiana una moral consuetudinaria. Sus preceptos de c
arácter ético surgieron de las concepciones religiosas y tuvieron siempre un sentido colectivo, m
ultitudinario, nacional. Como entré Jehová y el pueblo elegido, se decía hay una alianza, ambos c
onstituyen una sola voluntad. El individuo desaparece frente a la sociedad. Israel es intérprete de
la divinidad. "Como Israel vive en la cándida confianza de que venera divinamente a su dios y le t
ributan ofrendas agradables, supone también, por lo mismo qué Jehová hace prosperar su biene
star, que procura el logro de sus propósitos y le mira con complacencia.
Por consiguiente, la moralidad hebrea siguió el ritmo de la evolución religiosa. Pueden distinguirs
e por eso tres tipos de moral:
a) la moral primitiva
c) la moralidad profética
Moralidad Primitiva.— Durante todo el largo periodo de la vida errante (anterior al monote
ísmo), los israelitas se rigieron por principios morales sumamente drásticas. La muerte era el casti
go más frecuente para el pecado de blasfemia, de traición, y de homicidio. Las normas del derec
ho hebreo primitivo, fuertemente influenciada por el derecho mesopotamico reflejaron una mora
lidad rígida y una severidad inflexible para la punición. El nomadismo y sus alternativas configura
ron la vida ética y crearon, necesariamente, un duro sistema de control de la virtud y del vicio.
"1.—No adoraras a ningún otro Dios que no sea Jehová. —2.—No harás imagen de fundición pa
ra ti. —3.—Guardaras la fiesta de los ázimos. —4.—Todo primerizo mío es. —5.— Guardarás el s
ábado. —6.—Guaedarás la fiesta de Pentecostés y la de la recolección. —7.—No ofrecerás con le
udo la sangre de mi sacrificio. —8.—Del sacrificio de Pascua no quedará nada para mañana. —9.
—Las primicias de los frutos de tu tierra pondrás en el tiempo de Jehová. —10.—No coceras el c
abrito en la leche de su madre.
Las reglas del comportamiento pertenecientes a la época mosaica son tan variadas como la legisl
ación misma. Abarcan propiamente toda la Torá. Ellas se refieren a la idolatría, a las ceremonia,
del culto, a las fiestas, a los sacrificios, a los votos e impurezas, a los actos civiles de las personas,
al matrimonio y al divorcio, a la herencia, a los crímenes, delitos, cuasi delitos y faltas.
En esta época hubo gran interpretación del pecado. Una transgresión de la costumbre o de la ley
podía ser hecha por un individuo o una colectiva. Si el pecador era un individuo, además del cast
igo personal, se concebía un castigo al grupo del castigo social. "Por el pecado del individuo resu
ltaba culpada la comunidad a la que pertenecía". Por el pecado de Saúl por matar a los gabaonit
as Jehová envió tres años de sequía y hambre a todo el país; por el hecho de haber enviado Davi
d la verificación de un recuento de habitantes, Jehová hizo que una peste diezmara al pueblo. El
envió de numerosas plagas sobre el Egipto sería otro demostración de este castigo popular.
Sin embargo, las normas mosaicas de comportamiento individual y colectivos significaron un pos
itivo avance sobre las reglas del derecho primitivo. Ellas modelaron la conciencia de los israelitas
y la prepararon para la observación de los austeros principios proféticos y cristianos.
La moralidad profética.—Los principales profetas (Amos, Elías, Isaías, Ezequiel), fueron ilus
tres varones de gran moralidad, de profundo civismo y brillante elocuencia. Ellos preconizaron u
na transformación en las costumbres, como resultado de una transformación religiosa. Los mism
os reyes no estuvieron libres de ser blancos de sus airados ataques. Jerusalén, como ciudad auspi
ciadora de todas las supersticiones e idolatrias imperantes en la época, fue también anatematiza
da y advertida.
La obra ideológica de los Profetas no solamente cambio la faz del judaísmo, dándole sentido filo
sófico, sino que dulcifico la drástica legislación religiosa y civil. "Transformó al Dios de los ejército
s en un Dios del amor", según la opinión de Durant. Esta acción proféticaética fue eficaz en la def
inición de nuevos deberes morales, a tono con las nuevas concepciones sociales y hasta políticas.
Sobre todo en el campo económico, las abmoniciones de los reformadores tuvieron un claro sen
tido de protección al desvalido, de condenación para la riqueza improductiva y suntuaria y de pr
eparación, en fin, de un ambiente propicio para los futuros derroteros espirituales exaltados por
el cristianismo.
Bibliografía Historia de la Cultura (Alfredo Rebaza Acosta)
FORMAS DE RELIGION
La desigualdad entre la religión hebrea con las demás del Cercano Oriente
es que cree en un solo Dios (monoteísmo), el cual es justo y bondadoso;
demanda de su pueblo el cumplimiento de la moralidad. No posee forma
humana, por tanto no puede ser representado.
Elementos importantes
El Decálogo: Constituye los diez Mandamientos que pronunció Jehová a
Moisés en el monte de Sinaí. Es uno de los aportes de la
cultura hebrea más significativo para la humanidad.
Festividades religiosas
Fiesta de Pascua: Evocación de la huida de Egipto
Fiesta de Pentecostés: Recepción de los mandamientos de la Ley de
Dios
Fiestas de los tabernáculos: Reminiscencia de la vida de Nómade en el
desierto
Los Profetas
Eran considerados unos Hombres independientes de la casta sacerdotal;
criticaron abiertamente los actos que juzgaban contrarios a las creencias
hebreas. Actuaron entre la época del Cisma y el cautiverio en Babilonia.
Los profetas más destacados fueron: Amós, Jeremías, Isaías, Ezequiel, etc.
Fases pre-mosaica
Abarca este periodo desde los tiempos más remotos hasta el año 1.100ª
de c. En esta época los hebreos fueron en su mayor parte animistas.
Atribuyeron una alma a los arboles, a los manantiales y a las piedras
(belitos). Creyeron así mismo, en las distintas formas de la magia. Los
dioses anímicos fueron evolucionando hacia el antropomorfismo y desde
entonces se denomino “El” a toda divinidad. Por lo tanto, el pueblo
hebreo, fue, un principio, francamente politeísta como todos los pueblos
de Oriente.
Fase de la Monolatría Nacional
Comprende un periodo que va desde es siglo XII hasta el siglo IX antes de
Cristo. En su transcurso, las creencias religiosas sufrieron una completa
transformación. Hacia el año 1150 a. de C. los hebreos llamado Osarsif, a
quien los israelitas llamaron Moisés, en atención a que en su niñez había
sido salvado de las aguas. Moisés era monoteísta, partidario del culto
único al dios Athon, implantando por Aknaton sobre la base del dogma
Heliopolitano.
Fases de la Revolución Profética
Dicha transformación se cumplió debido a la acción vigorosa de los
llamados profetas. Eran los tales virtuosos varones que deambulaban
predicando la urgencia de restaurar el primitivo culto nacional. Los
principales de ellos fueron: Amos, Oseas, Ezequiel, Isaías y Miqueas. Su
acción se desarrollo desde el siglo VII hasta el siglo V a. de Cristo.
Los profetas no clamaron por la sola restauración del primitivo culto a
Jehová. Propugnaron también la necesidad de superar dicho culto.
Dotándolo de una filosofía y de un sistema moral.
Fases de la influencia caldea
Se refiere a todo el tiempo en que los hebreos estuvieron esclavizados en
Caldea, o sea desde el año 586 hasta el 539 a. de C. Durante esta época, la
religión judaica recibió innegable influencia caldea. En babilonia
aprendieron los israelitas principios de pesimismo, de fatalismo y de
ostentación litúrgica. Jehová volvió a ser el Omnipotente dueño de los
destinos de los hombres y contra cuyos designios nada podía hacerse. El
rito o exteriorización del culto adquirió gran importancia. Comenzó a
usarse el candelabro de brazos, el cáliz de las liberaciones sagradas. Se dio
especial importancia a la celebración del sábado, a la práctica de la
concisión y a las ceremonias públicas en las sinagogas o templos. “El
aumento progresivo de las normas concernientes al ritual, acrecentó de
manera considerable el poder de los sacerdotes” dice Mc Nall Burns
Fases de la influencia persa
Cuando el gran rey persa Ciro conquisto Mesopotamia puso en libertad a
todos los pueblos que los caldeo-asirios tenían esclavizados. Entre ellos
fueron liberados los hebreos. Sin embargo, dicha liberación no significo un
repentino viaje de los judíos hacia su territorio patrio. Durante los años
comprendidos entre 539 y 300 a. de C. los judíos retuvieron en estrecho
contacto con la cultura persa y recibieron de ella una fuerte influencia
religiosa
Del zoroastrismo o religión persa recibió la religión judía los siguientes
elementos
a) El dualismo.- En el mazdeísmo persa aparecían dos dioses rivales:
Ormuzd, dios del bien y Ahriman dios del mal. Tal dualidad la
imitaron los hebreos y por lo tanto apareció Satán o el demonio,
deidad, maléfica capaz de rivalizar con Jehová.
b) El mesianismo.- o sea la esperanza en la venida periódica de un
salvador encargado de redimir los pecados de los hombres.
Zoroastro era para los persas, un mesías redentor.
c) El principio de la religión revelada.- Asi como el reformador
Zoroastro decía entre los persas que el dios Ahura Mazda le había
dictado los preceptos del Zend-Avesta o libro sagrado, los judíos
también dijeron en adelante que muchos de los libros bíblicos había
sido escritos mediante la directa inspiración divina de Jehová.