144 AMÉRICA LATINA: ¿INTEGRACIÓN O FRAGMENTACIÓN;

biernos como una intervención inaceptable en los asuntos internos de los Estados, se abstenf
de emitir opiniones sobre acontecimientos polícicos en.otros países, y se limitaba a establece·
o suspender relaciones cuando lo juzgara conveniente. ,
Alicia Puyana y José Romero, "La estrategia comercial mexicana: ¿Superando la fue~
20

centrípeta estadounidense?, Foro lnternaciona4 vol. 44, n. 0 3, julio-septiembre, 2004, p. 411.

Véase Guadalupe González González, "Las estrategias de política exterior de Méxi~o
21

en la era de la globalización", en Humberto Garza y Susana Chacón (coords.), Entre la globa.

lización y la dependencia: la política exterior de Mixico 1994-2000, México, El Colegio d·,
América Latina y el bolivarianismo del siglo XXI.
México-ITEM, 2002. Alcances y desafíos de la política venezolana
22 '
Véase Jorge G. Casraiieda, "Los ejes de la política exterior de México", en Nexos, ri.~
88, diciembre de 2001, p. 66. hacia la región
23 Ibíd., p. 67.
\'
24
A diferencia del período de activismo diplomático en América Latina en los afios vein-
te y treinta que analiza Yankelevich, entre 1945 y 2005 no existió un eje articulador de las ini.; Ana María Sanjuán
ciativas hacia la región similar al que jugó la necesidad de legitimar y acreditar a la Revolucióp
Mexicana en el exterior. Los motivos de atención fueron variables a lo largo del período y sól~
entre 1979 y 1985 la actividad diplomática de México en la región volvería a adquirir un alcO
perfil y un lugar prioritario y central en la agenda de política exterior, motivada principalmen-r lntroducci6n
re por razones de seguridad nacional ante el conflicto centroamericano. P. Yankelevich, op. cir,,
25
Varios presidentes mexicanos, incluido Echeverría, uno de los más proclives al activis~ Las páginas que siguen tienen el propósito de examinar los principales temas
\
mo en América Latina, han insistido en este punto. En su discurso de toma de posesión en-
1964, Gustavo Díaz Ordaz afirmó: "Se es injusto con México cuando se le seiiala como dese~i
de la agenda latinoamericana de Venezuela. Se trata de un análisis preliminar
so de constituirse en líder de América Latina. Ni lo pretendemos ni lo deseamos. Dentro del y descinado a conocer, describir y analizar las transformaciones de la política
concierto latinoamericano, México podrá ir, circunstancialmente, a la cabeza o a la zaga, o en' exterior de Caracas hacia América Latina, en una coyuntura regional de pro-
posición intermedia, en algunos de los aspectos de nuestra vida; pero aspira únicamente a se~:' fundos desacuerdos en materia de modelos políticos y de desarrollo y de in-
un miembro más en el conjunto que suma su esfuerzo para el mejoramiento común". En su se~
serción en la economía global.
gundo informe de gobierno en 1972, Echeverrfa adoptó la misma posición que su anteceso~.
"Nunca hemos pretendido constituirnos en líderes de nadie, excepto de nuestro propio desti:1. A continuación, se planteán de manera general los elementos de orden
no. Nos agrupamos activamente con el Tercer Mundo, y en especial articulamos esfuerzos-co~ doméstico que dieron lugar a cambios en la estrategia regional de Venezuela
América Latina". Véase SRE, México a tra11és de los infannes presidenciales, México, Secretada'.. en la última década, para luego pasar al análisis del plano internacional. El
de la Presidencia, pp. 489 y 524. . propósito es identificar los aspectos sustantivos -políticos e ideológicos- de la
26
Véase Arturo Sotomayor, op. cit.
27 Véase Mario Ojeda, Akances y límites de la política exterior de México, México, El.
política exterior venezolana, y observar en qué medida logró ella adecuarse a
Colegio de México, 1976. los lineamientos generales del proyecto bolivariano.
28
Un ejemplo del "acuerdo para el desacuerdo", es la respuesta diferente de México fren-
te al triunfo comunista en Cuba y China. Frente Cuba, asunto altamente visible a nivel interno, ·
México mantuvo relaciones y se opuso a las iniciativas estadounidenses para expulsar a ese país Condicionantes de la agenda latinoamericana de Venezuela
de la OFA. A pesar de las divergencias con Estados Unidos, las agencias de seguridad mexicanas
cooperaron en todo momento con ese país en el combare al comunismo internacional y nunca
se puso en duda la alineación de México con el bloque Occidental. En el caso de China, México La actual agenda de Venezuela, promotora de cambios estructurales en la re-
se abstuvo de establecer relacion~ con el régimen comunista. Véase ibíd., pp. 92~93. gión, 'debe analizarse considerando dos elementos que constituyen sus ci-
mientos básicos: los cambios implementados en la política energética y las
características de la política doméstica. Así pues, la l6gica ,\ls•.Y_eg,,_1,1._d_a_yene-
zolana se derivad~ la<~_r:,~_si§_¡¡_¡¿q)fai;o.-insti.t\l.GioruiLy_delauransformacio­
nes·éstrucl:U-raiéS...,.é-~l sector petrolero. Este.último aspecto le ha permitido a
------~ ----···-----· ~ -
 146---- AMÉRICA LATINA: ¿INTEGRACIÓN O FRAGMENTACIÓN1
Caracas contar con mayores márgenes de maniobra para el establecimiento d:
acuerdos y convenios econ6micos regionales. De este modo, el bolivarianismo
del siglo XXI busca impactar en las relaciones mundiales de poder, a la vez qu
plantea la necesidad de un cambio histórico en la región, cuyos protagonist
deberían ser las nuevas élites y los sectores sociales excluidos. . En más de un sentido, la realidad actual de Venezuela es completamente
L~ ~~e::~«~_:~~~~~~~~c~~-~--~~!_f9yecro b~livariano -atravesad?
por mulnples vertientes, expresiones, causalidades y contradiccione~- ha con-
v~rsi>h.l\Yenezuela•.eIL un.actor, dave...d.elteq¡;sfmaJ!lien ro político ~naL
Ello s~e, en gran medida, a la coyuntura de altos precios internacionales
del petróleo, que ha llevado a Venezuela a constituirse en una referencia ine"".
ludible del debate latinoamericano sobre los diversos modelos de integració9
energética. Esta situación ~_C:_!~f~~..~~.!~!._E echo de que Venezuela cuentá
con las mayores rese,EY,~-p_~tr9Jífe;;ªLd~ll:leinisfei;iQ_Q_c.si\.lenral, y por la uti'
lizació;--p;,Tftica que hace el gobierno de Hugo Chávez d~ esos ingentes recur;
sos, tanto local como internacionalmente.
LaJe)'?l"1;=ión bojj;:;i.,Ü~!.!i!~.!"!~s's..J~,f.Sgi~n.p_ar_~_Jll-"ºª"ºlidación
~--- d_:_sar;:..o,_li?!_,_lp__,q_~~ _g?J].~Í_e_rt~~\-~,.La_.p_g_líri_c;;_a_;,~.xtexiot-_e~:J,In_dfQ_Rei:_ativo ideológicof
~/'
Oe éste modo, la transformación radical de las inscitucion~s no puede ser so-
lamente de naturaleza interna, sino que debe extenderse a los planos regional.
e internacional.
A continuación, se exponen sucintamente los principales- hechos políti~
cos ocurridos en Venezuela en los últimos años y_ las transformaciones que ex--..
perimentó la política regional de Caracas a partir de los cambios operados en
el negocio energético.
El proyecto bolivariano. Las bases de su política regional
Venezuela fue un país estable desde el punto de vista institucional hasta fines
de los años ochenta. La elevada renta petrolera y el sistema bipartidista --que
desde 1958 hasta 1978 administró con eficiencia las mediaciones políticas y
los excedentes económicos en un contexto democrático- son las claves que ex-
plican por qué el país fue calificado como un caso excepcional 1 El arreglo ins-
titucional de ese entonces implicó el alejamiento de los militares de la políti-
ca, a través de un pacto que incluía prebendas y concesiones. Aquel marco de
prolongada estabilidad significó para Venezuela una trayectoria social y polí• .
rica diferente a la de otros países de la región. La combinación de democracia
estable y disposición de amplios recursos económicos fue lo que garantizó la ,
147
excepcionalidad del caso venezolano. La política exterior de Caracas reflejó, si-
multáneamente, el precio alcanzado por el petróleo en el mercado internacio-
nal y las diferentes fases de la _democracia representativa -con alternancia de
ideas socialdemócratas y democristianas-.
distinta a la de una década atrás . .fillr.tuAfo,de,Hugg_,Cháyez.enJ¡¡s~tlec;;:JRnes
d>Jl98.,~º!l;~iJW$-.!!!1...\'i!\l1Q.\9-~adi_cal,.enJa,vida.política.venezolana. Entre las
causas de su arribo al eoder, que se fueron.gestando durante los veinte años
previos, deben mencionarse la_ ~~~~-S~!§..k;. . .4s!,91ado -co~ altos índices
de ineficiencia, clientelismo y corrupción-, la deslegitimació1!..._de la,,P..olítica
~icional, el colae.s9 d,;l sistern~ de_p,¡i.rJidos_y_la.desartieulaoión.de.tQda.for-
ma de _mediaci~~.Es>J(tica. 2 Así pues, si se toma en consideración el carácter
generalizado del desplome político-estatal, lo que hizo Chávez fue plantear,"·¡
J
con carácter fundacional, la ri;CQtlfü!.Lq;,ló.JLd.c:JJ!~!Jit¿~Ó.ii~-de'";.d;;.:.~[.pr;;pio
Estado, a partir de):i,_is)::~j~"!!EJLc!c:rni;gQ,,p..l'.f-'.Q.IJ'1füta. 3
El proyecto de poder que se viene desarrollando en Venezuela se sus-
tenta en la transformación radical de la actividad política tanto nacional co-
mo regional, en la recuperación del papel estratégico del Estado en la eco-
nomía, en una agenda soberana -con marcados visos de nacionalismo y
antiimperialismo- y en la reivindicación social de los sectores excluidos -a
través de transferencias políticas y económicas directas·-. El proyecto chavis-
ta cuenta así, desde sus inicios, con una mayoría social, política y cultural,
proveniente de los sectores históricamente postergados de la sociedad, que
mantierien una vinculación emotiva e instrumental con el líder bolivariano.
La refundación nacional se llevó a cabo mediante un proceso de reconfigu-
ración del poder en favor del Ejecutivo, al que se lo dotó de amplios pode-
res en muchos campos estratégicos, cuya actuación goza de escasos contro-
les institucionales.
La revolución bolivariana supuso, entonces, un profundo recambio de las
élites políticas y administrativas, y modificó, al mismo tiempo, la agenda po-
lítica nacional co_n un n1arcado contenido social. La dirigencia venezolana ac-
tual entiende que la democracia debe ser, además de un entramado institucio-
nal, un modelo más equitativo de relaciones sociales de producción. En este
sentido, la permanente movilización política y la promoción de la democra-
cia participativa, como argumentos centrales del proyecto bolivariano, ali-
mentan un caudillismo que pone en riesgo, en gran medida, la pertinencia y
eficacia de las organizaciones de intermediación política -tanto las nuevas co-
mo las tradicionales-. 4
 148 - - - - - AMÉRICA LATINA: ¿INTEGRACJÓN O FRAGMENTACIÓN.
Desde la óptica bolivariana, la idea de la democracia participativa deb'
impulsarse desde la propia esfera estatal. En este sentido, la política exrerie
venezolana aludió recurrentemente a esta concepción, lo que la convirtió e~
uno de los mayores puntos de colisión dentro del ámbito regional, ya que ͺa
mayoría de los país~s latinoamericanos abraza la tradicional idea de la demq:
cracia liberal Esca confrontación llegó a su punto máximo en septiembre d~
2001, cuando con motivo de la aprobación de la Carta Democrá~ica lnter<i~
mericana, Venezuela manifestó su desacuerdo con el hecho de qtie la ÚnÍO:<l.
forma de democracia reconocida en la región fuese la representativa, asociad~­
-según el criterio del gobierno venezolano- con las reformas neoliberales d~
mercado.
Si en el plano político la principal crítica chavista fue dirigida contra 1:(
democracia liberal, en lo económico, su antagonismo más radical fue con l~
economía de mercado. En este campo, la búsqueda de transformaciones ha si~·
do sustancial, especialmente a parcir del dominio casi absoluto que el Estado~
ha demostrado en el manejo de la industria petrolera.
Desde su llegada al poder, Chávez promovió una reformulación del mode,
lo de libre mercado, para impulsar un esquema de extendida presencia del
Estado en la economía. El proyecto bolivariano busca la reconstrucción del apa"
rato estatal, para que sea éste el que ejerza un papel rector en el proceso de des.:.;
arrollo e inserción en la economía global. Además, entre las atribuciones exdu-1,
sivas del Estado, se cuentan la defensa de los intereses estratégicos de la nación,.;;
la eliminación de las vulnerabilidades externas y la búsqueda de un modelo de·
desarrollo no subordinado al proceso de globalización económico-financiero. 5 · ,
Al ritmo de la radicalización política y de la proyectada implantación del
socialismo, volvieron en 2007 a manos del Estado las telecomunicaciones y la
energía eléctrica, consideradas campos estratégicos para la seguridad estatal
venezolana. El objetivo fundamenta! de la polírica económica es la transfor-
mación de las relaciones de producción, con la intención de alcanzar un mo- '
delo de desarrollo que encienda a la integración regional como un aspecto cla.:.
ve -dadas las escasas ventajas competitivas que presenta Venezuela al margen
de la energía-. Se considera prioritario vincular la estrategia de desarrollo na-
cional con el modelo de inserción internacional, puesto que se entiende que
un verdadero fortalecimiento d_e la integración pasa por la cristalización de
cambios estructurales en el modelo de desarrollo, como paso necesario para la
superación de la etapa neoliberal.
Venezuela inició en 2007 una fase de radicalización de la revolución bo-
livariana con vistas a la construcción del socialismo del siglo XXI. Si bien este
ANA MARÍA S A N J U Á N - - - - - - - - - - - - - - - - - 149
proceso político podría desacelerarse -sobre todo, luego del fracaso de la ini-
ciativa gubernamental de reformar 1a Constitución en diciembre de 2007-, lo
cierto es que la estrategia venezolana de vinculación con la regi_ón es factible
que se mantenga inalterada hasta 2013, cuando culmine el actual período pre-
sidencial. La explicación, naturalmente, radica en el carácter viral que esta es-
trategia supone para el fortalecimiento del orden interno en Venezuela.
· ~~ue~~~..L~~~2_~,Ci~g-~l.-_E~l_~~~f_~f:.b_~!I1~.l!t~-ljgac;l_<!: ..;]...J?-.cJ1gµ_ra del
pJ~~kri.!hl~Y.~. Jicle_r1'1:'.?g9~~c,aF!sJD!t.i~9_,_,pJ~tSQ,[l_a,li.~~~1---mili_~s~.-~Ii§ti<1:~~ _y con-
tra~hegei:nQlliQl,,.@prÜJ:\<;,. .~P~ ~"e.r~!gi_119_~~ .dJnª-m,iSª---ª _tas age_n9.as_g;:¡s;io nal y
r~gi_oual. Su estilo se caracteriza por ~Í hip~·rac~i~Ís~o p~·liti~o=dfJ,io~ácico y
la confrontación contra el establishment, tanto local como internacional. En
este sentido, la c.~1!??!isl,ef_~Qr:1,~4s..l~.J_lt¿~)'.'.~_~eg~Ol.O:fl.Í~.p_o_l_í~~~ª'-en._,Y.e.Q~.?-µela se
llev~_li!'!>~;~iEJ.5Úil2-:.~ii11-_~-9.E!:~._~~-~-~-c.?~..,ºfl!e!~'7~,, i~RJ.i.~ª9.~~ª5 para la políti-
ca -~Xt~f_i9.!,::;.Por ende, l~~ám~~~:C_te,Pl'.l"'"'~J°"P.!S~YZ19-_.Qqli:i.;:<I:tl~u9.~.d~be ser
analizada a la luz de las complejidades y el efecro centrífugo del conflicto in-
' terno venezolano. 6
Desde el año 2006, el sistema político se autodefine como socialismo bo-
livariano o socialismo del siglo XXI. Se erara, en realidad, de un régimen híbri-
do, calificado por la literatura como populismo de izquierda, nacionalismo de
izquierda, nacional-populismo militar o populismo refundacional. 7 En térmi-
nos políticos, el nuevo régimen se caracteriza por una crónica debilidad insti-
tucional, la relación directa entre el líder y los sectores populares, el desplie-
gue de mecanismos verticales de ejercicio del 'poder, la persistencia de una
retórica anti-política y la presencia de una fuerte impronta personalisra, mili-
tarista y anti-oligárquica en el discurso. 8 En el plano económico-social, se des-
taca la alianza con los sectores pobres y excluidos orientada a alcanzar una re-
distribución más equitativa de los recursos, lo que permite al gobierno gozar
de altos niveles de respaldo popular. En el plano inrernacional, los elementos
distintivos del discurso son el anriimperialismo y la defensa de la soberanía e
independencia nacionales.
Del mismo modo que ocurre con la política y la economía, existe en el
país un amplio debate sobre la orientación de la agenda externa, que incluye
discusiones sobre el futuro de la región. La clara vinculación entre la _ p.olítica
exterior y los compromiso~ ,e3~f!i~dº--~~p..,g~~z.u.d.a:eñ.7eradó~;I~~~~~,,..pro­
yecto aeélesarrollo interno g~r_;~r.<!.1.1~-1?,ºJ,~c,!9.~~~,,.~n,mgón!fas ~}!.~_p_Iar:o do-
mésr1CO.'°Si131en""I'añüeva;-g·~~da internacional conserva algunos d-~·-¡;s obje-
~ de los gobiernos anteriores, el contexto interno -caracterizado por la
fuerte polarización- muestra una ruptura del consenso básico sobre política
 150 - - - - - NvlÉIUCA LATINA: ¿INTEGRACIÓN O FRAGMENTACIÓN~,
exterior que había ordenado las relaciones entre los partidos políricos tradicio-::'
nales durante las dos décadas previas.
11
En suma, el proyecto bolivariano representa un cambio político radical
y el retorno a un desarrollismo económico de Estado. Sin embargo, este pro-:-
ceso tiene lugar en un marco jurídico liberal, desde el cual se busca, no só~­
lo la transformación de las relaciones tradicionales de poder, sino, funda~:
mentalmente, la reorganización de los ejes políticos y económic}>S de l~
región.9 ' propensos a librar guerras civiles, en donde los conflictos religiosos, políticos
Entre el nacionalismo petrolero y el internacionalismo energético
En lo que va del siglo XXI ha habido un aumento sostenido -que incluye in,
crementos históricos- en los precios mundiales de la energía. Las explicacio-.
nes que ofrecen los analistas para dar cuenta de esta evolución son variadas. -,
Sin embargo, a los fines de este ensayo, lo que nos interesa saber es que la re-~·
valorización estratégica de la energía-con el consecuente repunte prolongado . . -
de los precios del petróleo- ha transformado la agenda geopolítica regional e
internacional, confiriéndoles una importancia específica a los países produc-
tores del petróleo. Así, un elemento estratégico en el rediseño de la agenda la-'
tino~eri~~!!-ª de V:~!1~~~Aes.~1~~~:~mge@a-energí;,-~~te sen-·
ridO. hay dos factores que, por su importancia, merece~ destacados en el -.
análisis: la especificidad institucional de los petroestados10 y las características_>
del nacionalismo petrolero.
En primer lugar, es preciso señalar que Venezuela depende en _un 80o/o de. i
las exportaciones petroleras, lo que la convierte en un Estado rentista. Ahora
bien, la disposición de hidrocarburos en gran escala, combinada c~n un con-.:~
texto de instituciones en formación, se traduce en una debilidad crónica, pro- . ,
dueto -paradójicamente- del efecto corrosivo que generan los altos ingresos
petroleros sobre las instituciones del país, y del modo en que se posicionan al-
rededor de ellas los actores políticos, económicos y sociales.
A nivel político se configura un aparato estatal profundamente centrali- ~:
zado, hiperpolitizado, elefantiásico y de baja calidad en la gestión. Al ser el
Estado dueño de la renta petrolera, el acceso al gobierno se convierte en una
encarnizada disputa de poder entre los distintos actores socioeconómicos de
la vida nacional. En este marco, el grupo que detenta el control de los recur-
sos, retiene el control del aparato estatal y maneja los hilos de la política y de
la econon1ía. Se generan así altos niveles de corrupción e ineficiencia, se dilu-
ANA MARIA S A N J U Á N - - - - - - - - - - - - - - - - - 151
ye la frontera entre lo público y lo privado, y emerge, como consecuencia, una
clase de nuevos ricos asociados al poder político.
La historia enseña que la renta que otorgan determinados recursos estra-
régicos permite la consolidación de ciertos regímenes, que se mantienen en el
poder por largos periodos, y cuya legitimidad depende, esencialmente, del
mantenimiento de esos altos ingresos. Por lo general, se trata de regímenes
o sociales parecerían ser la cuesción principal. Sin embargo, si se hurga dete-
nidamente, esta clase de confliccos se producen por el destino que se le da a
los recursos y por la distribución que se hace de ellos en la sociedad. Asi-
mismo, en una coyuncura como la actual -caracterizada por los altos precios
internacionales del petróleo-, estos Estados hacen geopolítica y desarrollan es-
trategias nacionalistas para maximizar la renta petrolera. Es aquí, entonces,
donde la altisonante política excerior de estos países juega un rol prepon-
derante.
La petroeconomía también proporciona grandes márgenes de 1naniobra a
los Estados rentistas -tanto a nivel nacional como internacional-, especial-
mente en lo que se r~~:fiere a la capacidad de gasto e influencia. Esta falta de
restricciones -con la que no cuentan otros Estados- incide decisivamente en
la política exterior venezolana. La discrecionalidad con que se maneja el ac-
ruill___ggk\S!JlQ... y_ ja _eisreri~ig~ .~fog~~íi]~íl~i~=x:~_ipaciClaCítiñ;nclerá-éJ.el
E~ta5J.<;>1__~".f1.el~in.enrc¡~_SSíl~Lale~•. qti.~füsHit~.íl.!': rr".l!)º~@Ji..'('.l~fproy§s~!?-Eioli-
variano a nivel continental. ~ - - --- ~- · ..
.
--·.El ~;;~;~~[~- ~Í~ve de la relación petróleo-política exterior es el naciona-
lismo petrolero. Luego de que Venezuela fuera pionera en la década de 1990
-entre los países productores de petróleo- en la apercura de sus sectores ups-
tream a las compañías excranjeras, a partir del año 2000 se convirti6 en una
abanderada de la lucha por la independencia económica a través del aumen-
to de sus ingresos petroleros. Así pues, se sentaron las bases de un proyecto
que entiende al petr6leo como recurso estratégico, palanca del desarrollo na-
cional y aspecto indispensable para garantizar el respeto regional e internacio-
nal hacia el país como potencia energética.
Venezuela es uno de los países en los que ha resurgido con más fuerza el
nacionalismo petrolero, factor de notable incidencia en su política regional.
La apertura petrolera de los años noventa -esto es, la aplicación de las reglas
de mercado a la industria del crudo-, fuerte1nente criticada por Chávez y sus
aliados antes de llegar a la presidencia, se buscó justificar por la falta de pre-
paración cecnológica del país para asumir la exploración y explotación en la
 152 AMÉRICA LATINA: ¿INTEGRACIÓN O FRAGMENTACIÓN?
Faja del Orinoco. En este sentido, la política de apertura buscaba la c~ntribu­
ción de empresas extranjeras para la resolución de los problemas de transfor-
mación del crudo nacional en productos ligeros. Asimismo, se buscaba apoyo
al interés de Petróleos de Venezuela (PDVSA) para actuar a nivel internacio-
nal con autonomía del gobierno venezolano, fundamentalmente en materia
de inversión. Por otra parte, existía cierta reticencia a seguir los lineamientos
de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), al punto de
que, entre 1997 y 1998, se incumplieron abiertamente las cuotas fijadas por
el organismo. El proceso, que fue asumido directamente por PDVSA, despla-
zó al Estado de la formulación estratégica de políticas, dando lugar a un cam-
bio en el perfil institucional de la empresa, cuyas erogaciones impositivas pa-
saron de casi el 65% de sus ingresos brutos a la mirad. A fines de los años
noventa, los ingresos fiscales promediaron solamente el 45o/o de l~s ingresos
brutos de PDVSA. La empresa pública se manejaba con criterios indepen-
dientes del Estado en lo referente a las inversiones, las relaciones internacio-
nales y la firma de convenios operativos. 11
Una de las banderas electorales de Chávez en 1998 fue la reversión del
proceso de privatización de la industria petrolera, en un contexto de dramáti-
ca caída del precio internacional del crudo. En 1999 el importe promedio del
barril venezolano era de siete dólares; en 2007 promedió los noventa dólares.
P~ra _el __bo!iva!f..(l_rz_~~!fl0 1 la_p?lít_ica _de )~~--gº-~-~r~~ anteriores constituyó una
trmSfeiCn_ci_a _ d_e la re~_ta pe_t~o~e_ra -~- e~.t~_riqr y, p_o~ ~nde, up. financiámiento
directo ál desar~üU(; de-ESr~-~ios Unidos.. . · · · - -e~"=-----
~-~ o·~sd~- ~us i~i~i·o~: ~í-~obiern-~ d~Chávez promovió activamente una
política alternativa a la internacionalización de PDVSA de los años noven-
ta, considerando la cuestión petrolera como un tema internacional. Esca de-
cisión requería del restablecimiento del control estatal sobre los recursos, y
del derecho a definir y garantizar una contribución patrimonial por el acce-
so a ellos. En la misma línea, se trazó la meta de recuperar el papel del
Estado en la exploración, extracción, refinación, transporte y distribución
de los hidrocarburos y productos afines, a los efectos de fortalecer la parti-
cipación de Venezuela en el mercado mundial y fomentar la integración
energética en la región.
Su primera decisión para revertir la tendencia decreciente de los precios
-y frenar así los enfrentamientos entre productores de petróleo- fue la revita-
lización de la OPEP y la realización en Venezuela de la Il Reunión de Presi-
dentes de ese organismo, lo que le permitió al gobierno detener la caída de sus
ingresos fiscales, respetar. los compromisos contraídos y aumentar la partici-
/WA MARIA S A N J U A N - - - - - - - - - - - - - - - 153
pación venezolana en la organización -concebida como un eje fundamental
para la inserción internacional del país y su relación con la globalización-. 12
Asimismo, Venezuela promulgó en 2001 una nueva ley de Hidrocarburos
que le permitió al Estado casi duplicar las regalías sobre la producción petrolí-
fera, que pasó del 16,6% al 30%. La legislación se orientó en dos sentidos: ma-
ximizar la renta y controlar todas las operaciones efectuadas con capital ex-
tranjero. Para ello, el país debería conservar en adelante más del 50% de las
acciones en las actividades consideradas más lucrativas. Este dato ofrece una
pauta del tipo de relaciones que el régimen chavista mantuvo con las empresas
foráneas. Además, a partir de enton~_es__ ~e_prodlljo !a _<lP.~r~ura_-~ l~ par~~~p<!ción
de..empcesas ~tt.,3:~~J~.SJ~Eí~O_a;i.1e-;t_Ca~~S eñ- d-i~ho;-negocfos,' ~·n,_·ro_~~~ieif; uno
d~ los pi~..~-9~~-~tJ,_pg_lf~l.:_iA~---~!g-~iii§lé~~-~.&~_tg~J.~~~.:_f~n~_1;--r_~g16r;:- --
~IJ~for.i"!.1.'!-Ci.Q~~s- P-R~~ª4~5--.~~,"~.-E-?UtJ~~ _pe~ro~~ra _l?~!f!lJ~i_e.~9,n. a Ve-
_yg_ueC<!>...llQJ.ÓlC!.,YXLªJJille.~~9 ,~up~.rJ~~h~!=!.. 9~ .s-~_s" i1,1g_res~~' _si~_Q_.~~fl} pj~E}JJl in-
~remen to en _su caEac_ida~ de g~to,_ >'.'.':l 1:1~~- ~..-~i,s~n-~_c_ión del excedente rentís-
[¡~Odel Pet~6I~~J~;p;;.~-;ef~~i-~~~.~u..!i~1(~-~-~,~-i~.e~ -l~_s prOé:e_S~S_ r;;-g~~~es.
O~d;~ caracterí;tk;~~de..,..¡;-polT~l~.i · p~;r~l~-~·á-,---~í-E~tad·o· p~e-d·~· -Cr~~sferir
renta a otros países sin que medie ningún tipo de contrapartida económica di-
recta.
En el año 2006 se llevó adelante otra reforma a la ley de Hidrocarburos,
con el objetivo de cambiar el régimen fiscal -que aumentó del 1o/o al 33% los
impuestos-y se expandió la participación de PDVSA en los joint venturescon
empresas petroleras, lo que fue interpretado como una política de renaciona-
lización o nacionalización parcial. Estas medidas permitieron incrementar en
600.000 barriles diarios la producción en la Faja del Orinoco -casi un tercio
de la producción diaria- y garantizar la participación en diversas etapas del
negocio a petroleras estatales de fuera de la región (Rusia, China, Irán,
Vietnam y Bielorrusia) y de países latinoamericanos (Brasil, Argentina, Uru-
guay, Nicaragua, Ecuador y Cuba).
En definitiva, la política ener~rica venezolan~, de pro_fundo corte nacio-
nalis~~~---I:~f.~!_g~~~~~~EJY.f!if,Q.SS~I4_~ .-4~~-12:;~:~;;~~:¿~;i~~,~~~~~-I~E-@i~lPT~EW de la
OPJ':P -con la consecuente defensa de los precios del petróleo-, la integración
;~~~gétic.~ rc:_gional_y el E1~nte!1imie!1to_ de los mercados tradici-óifales. -·Para el
lídéfb011V;;_i;;~~·n.~-dé--í~S -~-bj~~¡;;~;rratégTcOs -· ¿e·-¡a"'iíitegraCi6ñ. energéti-
ca es la promoción de una más eficiente administración del sector, a través del
perfeccionamiento de los procesos de producción, la mejora de las condicio-
nes comerciales y la construcción, mantenimiento y modernización de la in-
fraestructura regional. En este sentido, resultan estratégicas para la integra-
154 AMÉRJCA LATINA: ¿INTEGRACIÓN O FRAGMENTACIÓN? .
ción tanto la coordinación energética como el financiamiento, para el desa-
rrollo equilibrado de los países, con el objetivo de reducir las asimetrías que
impiden una competitiva y efectiva inserción en el comercio internacional.
Estas políticas han tenido un gran impacto en la región, debi1o a que
con los excedentes fiscales obtenidos del nuevo régimen de impuestos y rega-
lías, y con el mayor control sobre la empresa estatal, se ha desarroll~do un co- .
mercio energético ad hoc. En suma, la energía se constituyó en un recursq
esencial para las negociaciones económicas, pero también en una palanca que
contribuye a impulsar las clásicas estrategias geopolíricas. 13
América Latina como ámbito del bolivarianismo del siglo XXI
La búsqueda de liderazgo en la regi6n
a) Antecedentes
Un análisis de los principales asuntos de la agenda internacional venezolana
en el periodo 1958-1998 revela que, luego de superada la inestabilidad Ínter- ·
na de la década de 1960, Venezuela fue -de la mano del petróleo- una activa
protagonista de la política regional entre 1973 y 1989, tanto con gobiernos
socialdemócratas como democristianos. Venezuela formó parte activa del re-
diseño de la agenda económica regional, involucrándose en la ··creación del
ALCA, el Pacto Andino y el Sistema Económico Latinoamericano y del Cari-
be (SELA). (Véase Cuadro 1)
Cuadro l. Evenros n1ás relevantes de la agenda latinoamericana dé Venezuela
1959-1999
Periodo presidencial Eventos
Rómulo Betancourt • Septiembre de 1960: Venezuela promueve y es cofundado- ·
(I 95911964) ra de la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP) con el objetivo de estabilizar los precios del crudo
a nivel internacional y fijar la oferta del producto.
• Promoción de la Doctrina Betancourt, en la que se propo-
ne una democracia efectiva y representativa en todos los
países miembros de la OEA y el no reconocimiento de los
regímenes de facto.
• Ruptura de relaciones con Cuba.
ANA MARÍA S A N J U Á N - - - - - - - ' - - - - - - - - - - - - 155
Raúl Leoni • Denuncia de Cuba en la OEA.
• Octubre de 1966: adhesión a la Asociación L'ltinoamcri-
(196411969)
cana de Libre Comercio (ALALC).
• 1965: se produce la intervención de Estados Unidos en
República Dominicana, que fue inmediatamente rechaza-
da por Venezuela.
• Ruptura de relaciones con Brasil, Bolivia, Argentina, Co-
lombia y Perú.
• 1968: Venezuela fijó ante Colombia la soberanía venezo-
lana en el Golfo de Venezuela, en el área sur del paralelo
de castillete-Punta Salinas.
Rafael Caldera • Cambio en los principios doctrinarios que venían rigien-
(196911974) do la política exterior venezolana. Pluralismo ideológico,
solidaridad pluralista y justicia social internacional.
• 1973: se firma el ingreso de Venezuela al Pacto Andino.
• Acercamiento con Cuba.
• Creación de la OLADE.
Carlos Andrés Pérez • En la OEA se promueve la tesis de un frente latinoameri-
(197411979) cano norte/sur, la so_lidaridad internacional, un nuevo or-
den económico y la defensa y gestión de la reincorpora-
ción de Cuba al organismo.
• 1974: reestablecimiento de relaciones con Cuba.
• Junto a México, Venezuela impulsa el Sistema Económico
Latinoamericano (SELA) el 17 de octubre de 1975, cuya
sede es Caracas.
• 1978: Venezuela suscribe el Tratado de Cooperación Ama-
zónica en Brasilia.
• Apoyo a Panamá en la búsqueda de independencia del ca-
nal, apoyo al FSLN en Nicaragua.
Luis Herrera Cam píns • 1979, nacimiento Grupo Andino.
(I 97911984) • 1980, Acuerdo de San José entre Venezuela y México con
el objetivo de facilitar petróleo a un menor costo a los paí-
ses de América Central y el Caribe.
• Cambio de rumbo en América Central, activa promoción
de la doctrina social cristiana, apoyo a la Democracia Cris-
tiana en El Salvador y Guatemala.
• 1982: expira el Protocolo de Puerto España sobre la recla-
mación Territorio Esequibo.
• 1982: apoyo a Argentina en la Guerra de las Malvinas.
• 1983: Crisis nacional por intento de aprobación de la "Hi-
pótesis de Caraballeda", virtual solución al tema de delimi-
tación con Colombia. Amplia y explfcita oposición militar.
 156----- AMÉRICA LATINA: ¿INTEGRACIÓN O FRAGMENTACIÓN?'
Jaime Lusinchi e Grave crisis con Colombia por el Caldas. :;
( 1984/1989) • Alineamiento con Estados Unidos a favor de la guerra con':"
tra las drogas en la región.
• Grupo de Río.
• 1983: creación del Grupo de Concadora.
Carlos Andrés Pércz • Marzo de 1989: se crea el Grupo ele los Tres conformado
y Ramón]. Velásqucz
por Colombia, México y Venezuela.
(! 989/1994) • Desde 1990 Venezuela impulsa un replanteamiento del
papel de la OEA, de manera que asumiera un rol activo
en ten1as como la guerrilla, el narcotráfico, las relaciones .
Cuba-Estados Unidos e irrupción de gobiernos anti o se-
mi democrácicos.
• 1990 Venezuela se incorpora en calidad de observadora a
la Comunidad del Caribe (Caricom),
• 1991: Venezuela es uno de los principales promotores de
la Resolución 1080 sobre democracia represenrativa, que
permite al Secretario General de la OEA convocar de ma- :·
nera inmediata al Consejo Permanente ante irregularida-:-
des en el sistema democrático de alguno de los estados '
miembros. · riencia venezolana de dos intentos de golpe de Estado en 1992-.
• Cambio estratégico en las relaciones con Colomb'ia. Aper-
tura comercial por sobre el diferencio.
Rafael Caldera • Nuevo cambio estratégico en las relaciones bilaterales de
(1994/1999) Venezuela. Primacía de Brasil sobre Colombia.·
Fuente: Elaboración propia.
La política exterior venezolana cobró especial dinamismo a partir de-1973 -y
mucho más todavía después de 1975- cuando se nacionalizó la indu~tria pe-
trolera, proceso coincidente con la escalada de los precios mundiales del cru-
do. Durante este periodo se reiniciaron las relaciones con Cuba, se decidió la
integración al Movimiento de Países No Alineados (NOAL) y se participó ac- .
tivamente en la ayuda al Frente Sandinista de Liberación Nacional(FSLN), con
el objetivo de derrocar al dictador Anastasia Somoza.
La promoción de la democracia en América Central continuó profundi-
zándose a partir de 1983, ahora de la mano de los democristianos. En El Sal-
vador y Guatemala se desplegó la actividad de la Organización Demócrata
Cristiana de América (ODCA) y del Grupo de Contadora. Otro aspecto pa-
ra destacar es la relación especial que forjaron Fidel Castro y Carlos Andrés
Pérez -durante el segundo mandato del venezolano (1989-1993)-, quienes
junto al español Felipe González, facilitaron la solución del conflicto en Nica-
157
• ragua que culminó con el triunfo de Violeta Chamorro en 1990. En pocas pa-
labras, Venezuela tuvo una creciente y destacada participación en el resurgi-
miento de la democracia en América Central. 14 Por otro lado, un país que
desde 1959 hasta la fecha ha concitado permanentemente el interés venezola-
no ha sido Cuba.
Durante la etapa 1958-1998 se estrechó el vínculo con Estados Unidos,
aunque ello no s1gn1fiCOla5uperación de é1ertos pr~b'Ie-'~f~;{d;~7;(almen­
re los vinculados a la cuestión petrolera. De esta alianza estratégica se derivó,
ya durante los años ochenta, la agenda d~~s~g_l!.iJ.~-~-i_~¡g~!?P~l"Y~~~~~~T;na. Cuba
fue considerada la principal amenaza al país entre mediados de los años sesen-
ta y ochenta, para ser sustituida por Colombia después del episodio del Caldas
en 1987 15 y de la declaraci6n de guerra contra las drogas en la subregión andina,
A partir de 1989, y durante una década aproximadamente, la política exterior
venezolana fue menos activa debido a las sucesivas crisis internas. Sin embar-
go, Caracas no dejó de tener un rol importante en la defensa de la democracia
en el sistema inreramericano, en un contexto de recurrentes crisis presidencia-
les y problemas institucionales -lo que incluye, desde luego, la propia expe-
En términos de integración energética, Venezuela propuso en 1981 cons-
tituir la empresa Petrolarina -vinculando a Brasil, Venezuela y México en un
emprendimiento transnacional-, pensada con el objetivo de desempeñar un
rol de liderazgo mundial en el negocio. De la misma época data el Acuerdo
de San José, una iniciativa conjunta de México y Venezuela para la provisión
de petróleo a precios accesibles a ciertos países de América Central y el Caribe.
Finalmente, es importante destacar la tutela que siempre ejercieron las
Fuerzas Armadas en materia de política exterior. Además de conservar pues-
tos estratégicos en la administración pública en cuestiones de seguridad -por
lo general, dentro de la órbita del Ministerio de Relaciones Exteriores-, tuvie-
ron una actuación relevante en determinados asuntos políticos de gran tras-
cendencia, tanto a nivel nacional como internacional. El caso más emblemá-
tico fue la negativa a aceptar la hip6tesis tle Caraballeda, que era una propuesta
de resolución del diferendo limírrofe con Colombia concertada entre 1982 y
1983. La propuesta fue desechada por el gobierno nacional a raíz de que las
Fuerzas Armadas hicieron público su desacuerdo y promovieron una campa-
ña con ribetes nacionalistas -incluso xenófobos- contra el alto número de in-
migrantes colombianos residentes en el país.
En resumidas cuentas, se destaca en este periodo la activa diplomacia pre-
sidencial, cuyos picos de actividad -coincidentes con los elevados precios in-
 158---- fu'v!ÉRICA LATINA: ¿INTEGRACIÓN O FRAGMENTACIÓN;
rernacionales del petróleo- tuvieron como objetivos fundamentales: el apoy.9
al sistema democrático liberal; la resolución por la vía pacífica y mulrilater
de las controversias limítrofes (el diferencio sobre aguas marinas y submarin
en el Golfo de Venezuela con Colombia, y el reclamo sobre el Territorib
Esequibo con Guyana); la defensa del manejo independienre de los recurso
naturales; y la construcción de un verdadero orden latinoamericano a trav
de la creación de organismos ad hoc.
b) Rasgos principales del bolivarianismo del siglo XXI
Como se ha señalado anteriormente, la política exterior es un elemento cons
titutivo del proyecto bolivariano. Hugo Chávez ha emprendido una incesan
te agenda internacional en sus dos períodos presidenciales (1999-2000; 2000
2006); y ésa sigue siendo la tónica de su tercer mandato (2007-2013). En est
sentido, el presidente venezolano ha realizado más de doscientos viajes al e ·-
terior, la mitad de ellos a América Latina -principalmente a Brasil, Argentina
Cuba y Bolivia-.
Según se aprecia, Chávez lleva adelante su política exterior desde un mar
co nacional específico, en el que la energía juega un papel crucial. Más nació-
nalismo en lo interno, un papel más extendido del Esrado, mayor indepe
dencia de Estados Unidos y una expansión de la demanda energética son los
factores que sustentan su actual agenda regional.
Por otra parte, resulta evidente que Chávez realiza -a través de su agen
da regional- una crítica radical contra el neoliberalismo, al tiempo que conf.
sidera que la integración del Sur es un factor clave para derrotar a la globaliza-
ción capitalista. Por lo tanto, América Latina es el espacio privilegiado..11or'e.
bo!iva~ianis1r1:0, que ~::tie~.~~~aj-~-~~~~i~~~~~~g!g.!,l_'}L<!_º1~s_ 9ue global. As[
pues, la confrontación ideológica de Chávez con el c~italismo tiene a Amé~
rica Launa y asüffiOcleIO<ledesarr;;IÍ;;:~·;;m';P,incipal~rreno de lucha.
-E;11-l5reve:·\7éñeZUéli-büSCa atéa:VéS--deSU-áge·ñd~Ínternacional Un nuevo
estatus -el de potencia energética, con independencia económica de Estado'S
Unidos y capacidad real de influir a nivel regional-, moviendo el eje de su'
intereses polírico-sociales, económicos y comerciales hacia América del Sur,
aunque manteniendo su peso histórico en la región del Caribe.
La nueva élite política del país, fuertemente crírica de la apertura de lo_~
años noventa, enfrenta al capitalismo como modelo económico, puesto que
entiende que un sistema de esta naturaleza llevó al empobrecimiento de la:_
159
mayoría de la población. Según afirman, el regionalismo abierto de la década
. de 1990 relegó, o directamente excluyó, a campesinos, trabajadores desem-
, pleados, propietarios de pequeñas empresas y pequeños minoristas. Para
Chávez, los acuerdos de libre comercio cambiaron el modelo de desarrollo y
. desplazaron al Estado de la integración, por lo que entendió que debía iniciar-
- se el camino para la reversión de ese proceso. En este sentido, propuso una
agenda post-neo/ibera! para la región, basada en una diplomacia ofensiva ten-
diente a expandir el papel internacional de Venezuela e impulsar un liderazgo
regional independiente.
En este contexto, los temas que atraviesan actualmente la política exte-
rior de Venezuela son la promoción político-ideológica del proyecto conti-
nental bolivariano, la búsqueda de un esquema de integración alternativo y el
cambio en la matriz energética de la región. 16 Los principios que dan funda-
mento a esta agenda son la cooperación internacional con vistas a forjar un
mundo multipolar, el desarrollo del Sur, la reivindicación de los sectores ex-
cluidos, el impulso a la democracia participativa, la promoción del altermun-
dismo y el uso solidario de la energía para América del Sur y el Caribe, y ra-
cional para el resto del mundo. 17
Son varias las premisas que sustentan esta nueva agenda venezolana en
América Latina. En este sentido, la diversificación estratégica de las relacio-
nes busca reducir progresivamente la dependencia de Estados Unidos y re-
formular la presencia internacional de Venezuela a través de un discurso de
tono fuertemente latinoamericanista. El nuevq..._F.!2X~_S!º-·--~e _i_nserción inter-
n!~_Í~~l-~~P.?X~~~~:Se~s. e!~~~::;?:!?_ág _ ~~;Y? ~~~~i--~~~:~~~·~~~d~
__ la
e_::e_rg1a;_~_<2~gsJ.'!!'_~J!'lcasAc:L~~~"<;.,n;,~_~e Washmgton; y el replan-
teo de ~s relaciones r:~g)2nale~,.'Ll?-=!ftir ck.l•~)l~gi(!i~Jr!l.\faIJ:l~HYevos go-
biernos ,fa~~s_i_st.a.s. En este marco, se considera a la región como un posi-
ble centro de gravedad para un amplio reordenamiento de los asuntos
mundiales. Desde la óptica chavista, la única vía para superar la globaliza-
ción depredadora e inso!idaria es la construcción de una América del Sur en-
tendida como unidad político-estratégica, que permita garantizar el desarro-
llo nacional como condición de inserción global. La integración de la región
debe darse como un todo antes que la inserción internacional escalonada, y
debe tener al Estado como motor fundamental del proceso. De este modo,
la recuperación de las economías sudamericanas a través de una integración
cooperativa y complementaria -no competitiva- es vista como la condición
indispensable para una estrategia de desarrollo alternativa, superadora del
neoliberalismo.
 160 -----AMÉRICA LATINA: ¿INTEGRACIÓN O FRAGMENTAC!ó A MARíA S A N J U Á N - - - - - - - - - - - - - - - 161
En suma, el proyecto bolivariano para América Latina tiene premis; . loba! incidió de manera negativa en la región, provocando la fragmentación
políticas (anti-imperialismo, anti-neoliberalismo, nacionalismo), _económ·· g la dispersión de los objetivos.
cas (desarrollismo) y sociales (superación de la pobreza y la deS1gualdad!
; El ALBA, creado en 2005 como respuesta de Venezuela y Cuba frente al
al tiempo que concibe una integración sin relaciones jerárquicas, en la qii : CA, se basa en la suscripción de acuerdos para la integración de los pueblos.
las desigualdades entre los países se compensen por medio de acuerdos P-9
Su objetivo es propiciar un modelo de integración y desarrollo en~ógeno, b~-
líricos. , 'sado en una estrategia común de lucha contra la pobreza y el despliegue de vi-
Desde el punto de _yisr'!c_cleoL0;!Eo, _la_~i:g!~ue dividida -en los do de cooperación para la reducción de.las asimetrías entre los países del he-
cumeñtOS~·;tégicos redactados por la administración Chávez en 2004 1;~
:isferio. Hasta el momento pertenecen al ALBA como miembros plenos,
en dos ejes: el monroista, conformado entonces por Chile, Bolivia, Per4,
·además de Cuba y Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Haití; a ellos se han suma-
Ecuador y Co!Orñoía~ y dominado por el Pentágono; y el bolivariano, con
do en calidad de observadores Ecuador e Irán. Por medio del ALBA, Venezue-
formado en ese momento sólo por Argentina, Uruguay:-Bf-.i.Sily Venezuel~.
, la impulsa iniciativas para la integración territorial (red ferroviaria latinoame-
En este contexto, se prop~C!_J~.Jn~g!~ció~--:12..i_!l_~I.je América del Sur y~( ricana, red de carreteras para la integración y el desarrollo, líneas aéreas, flotas
creación de un sisCeffi;:de cle~psa ~ud_<l~_ericano que exch1y~ra a Estad~
: fluviales y mercantes); financiera (Banco Latinoamericano para el Modelo
Unidos. AsÍp~~;;-í;~;¡e-;,t~ció~id~~lÓgic~ d~l ~¡;;;:~¡;;:;:;;-;~plasmó en u
· Endógeno y la Integración, Fondo Social Humanitario del Sur, Banco dd
prOy'e;o concreto de integración, que incluía nuevos objetivos, mecanism9·s
Sur); ambiental (Comisión de Defensa de los Recursos Naturales y el Medio
de financiamiento alternativos y el cambio de la matriz energética region:\}
Ambiente, Observatorio Ecológico, Destacamento del Sur para emergencias
En cua_!lE2...ªJ~e§sH1erna ~.e .r~glgnc~J~_~;¡ci?.:i-.~~~ k~¡~·~arianismo, el acento y catástrofes naturales, Comisión Agua potable para todos), educacional (cam-
recayó e;-1~ prop~.:~~~---4e_.~.n?- ii:i~eg_E~~~~-~;;"~~~.:1,~-~ -~-~~.~~~[~[~ I?~~~r:~pios: coó: pañas latinoamericanas de alfabetización, Instituto Latinoamericano y C:ari-
pétáCiOñ,-sOliaiii~ad.> c:~m_p_!.~TP:e.n~~-s~Qp_ ~~9..i:t52IJ!-~S:~L~.~~~~~--~-ªutod~­ beño de Educación); científico-tecnológica (Instituto Científico Tecnológico
rerniin:a~i~9:!ii:lé.JQS..p.·~ébl0s. Para llevar adelante este proyecto se ponderaro
del Sur, Instituto de Propiedad Intelectual Latinoamericana Caribeña); comu-
los·~;~~;nidos andino, amazónico, caribeño y atlántico de la identidad ven1
nicacional (Telesur, Cadena Radial Latinoamericana Caribeña, Fundación
zolana, y la promoción de los valores no capitalistas, a través del impulso. ¡
Latinoamericana y Caribeña de Contenidos); sanitaria (Instituto Latinoame-
la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y ~l
ricano y Caribeño de la Salud, Campaí).ót Latinoamericana de Vacunación,
Tratado de Cooperación de los Pueblos (2006). ·
Desarrollo y Fabricación de Medicamentos); y en materia de políticas socia-
Esta integración se propone la ejecución de megaproyectos de·desarroll9,
les (implementación del presupuesto participativo, constitución de la Red de
el incremento de las exportaciones intrarregionales, y el impulso a una econo_-
Alcaldes e Intendentes Latinoamericanos Caribeños, fortalecimiento del Par-
mía productiva que permita rransformar el perfil del desarrollo sudamerico,-
lamento Latinoamericano, constitución de la Red de Parlamentarios Latinoa-
no. Todo ello, a través de una mayor cooperación económica interestatal. 13:
mericanos y Caribeños). Ahora bien, de todo este conjunto de iniciativas, só-
protección de la producción doméstica, la asignación de un papel central a 13.$'·
lo están funcionando en la actualidad Telesur y el Banco del Sur, aunque éste
empresas estatales, y el apoyo a un tipo de comercio de nuevo cuño, opuesto~
último todavía de modo embrionario.
al regionalismo abierto de los años noventa. 19 -l.
Asimismo, dentro del marco del ALBA, se han emprendido una serie
Asimismo, la propuesta bolivariana es asumida en Caracas como respueS-._
de programas sociales y de cooperación: la Misión Milagro (operaciones de
ta a las crisis de los diferentes mecanismos de integración previos. Venezuel~t
recuperación de la vista realizadas por médicos cubanos a más de seis millo-
considera, por ejemplo, que un organismo como la Comunidad Andina de;
nes de latinoamericanos); la formación de médicos comunitarios en la Es-
Naciones (CAN) careció de los mecanismos efectivos de coordinación, falló en\
cuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), que funciona en Cuba con fi-
la aplicación de las normas comerciales, fue incapaz de resolver las controver~.
nanciamiento mixto venezolano-cubano, y cuyo objetivo es formar
sías entre las partes y nunca pudo emprender proyectos compartidos, entre·
doscientos mil médicos antes de 2015; la concesión de préstamos a bajas ra-
otras cosas, porque la competencia interestatal por la inserción en el mercadff·
sas de interés para pequeños empresarios y agricultores, por medio de las

J
 162 -----AMÉRICA LATINA: ¿INTEGRACIÓN O FRAGMENTACI(l
embajadas de Venezuela en cada uno de los países miembros del ALBA;~
promoción del programa de alfabetización cubano Yo sí puedo, gracias
cual Venezuela fue declarada en 2005 territorio libre de analfabetismo ~
la UNESCO.
Venezuela se ha propuesto, además de impulsar el ALBA, desarrollar.;•
proyecto alternativo de integración que conduzca al incremento del comete
y la complementariedad económica entre los países de la región, y a la coqB
ración con países de escasos recursos o capacidades limitadas para el desar'.
llo. En este sentido, es notable la transformación que ha sufrido a partir él
año 2000 la balanza comercial con Brasil, Argentina, México, Bolivia, Eco
dor, Chile y Perú. En el plano de la cooperación, Bolivia es uno de los ma,,
res receptores de programas de ayuda en telecomunicaciones, finanzas, ery~
gía y asuntos militares. En . el caso argentino el comercio bilateral se _JU
incrementad~ alrededor de 800% en tres años, y en el brasileño 650% d"§
que Lula llegó a la presidencia. . 'entes o asociaciones estratégicas como Petroamén"ca, Petrocaribe, Petroandina y
Esta integración alternativa cuenta, desde luego, con el ventajoso ma~
financiero de Ja renta petrolera venezolana. Sólo en 2007, Venezuela compr.
metió en la región casi 8.800 millones de dólares en donaciones, financj
mientas de diversa índole, compra de títulos públicos, emprendimientos socí_
les y ayuda energética. Además, el gobierno venezolano se ha comprometiil
decididamente con la creación del Banco del Sur -cuya sede estará en Cara
a partir de 2008- y con las actividades de financiamiento productivo a trav'-
del Bánco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (BANDES), or
nismo que otorga créditos a agricultores y pequeñas empresas a b.ajas tasas.O
interés. Por otro lado, Caracas ha desplegado una suerte de diplomacia e;
trainstitucional que otorga ayuda financiera a grupos sociales y P.opulares i
termundistas, fundamentalmente en Argentina, Brasil, Perú, México y C9
lombia.
Otro elemento importante de la agenda internacional bolivariana es l
búsqueda de transformación de la nlatriz energética regional a través de d.0
caminos. Por un lado, la ampliación del negocio petrolero por medio de in
versiones de empresas latinoamericanas en la Faja del Orinoco, la ampliaciq
de la infraestructura energética de la región, y la.construcción de refinerías e·,
otros países. Por el otro, la articulación de un nuevo modelo productivo qu~
mediante la transferencia directa de recursos, préstamos e inversiones, preteq·
de aliviar la crisis social de la región. Este modelo de integración energética
con eje en el crudo y en el gas, es coherente con la nueva política comerci~
venezolana de diversificación de mercados para sus exportaciones perroler~.
, 'A MARIA SANJUAN - - - - - - - - - - - - - - - - 163
· este marco de interdependencia energética, los mercados regionales ocu-
0
l!Jl un lugar prioritario en la agenda.
', La tan mentada integración energética se proyecta a través de diversos
~dio~. por ejemplo, la comercialización de productos con descuento u op-
iones preferenciales; el acceso compartido a las reservas de la Faja del Ori-
Oco; el desarrollo de iniciativas conjuntas de carácter estratégico que desem-
Bóquen en acuerdos productivos; el aumento de la capacidad de refinación
·-e cada socio; el montaje de grandes empresas mixtas nacionales con el oh·
l:rivo de emprender a nivel regional negocios vinculados con petróleo, gas,
p·erroquímica, desarrollo de infraestructura energética, almacenamiento,
transporte, energía eléctrica y energías alternativas. En breve, Venezuela bus-
c·a con estos acuerdos reducir su dependencia de Estados Un idos en el nego·
i:io energético.
r Así las cosas, la diplomacia petrolera se ha propuesto la creación de algunos
Petrosur. La nueva visión geoestratégica de la política regional de Caracas se ha
trazado como objetivos: abrir nuevas fuentes de inversión y tecnología, y fo-
mentar la participación de nuevos actores económicos. En el caso del Plan
Siembra Petrolera de PDVSA 2005-2012, que contempla una inversión total de
95.000 millones de dólares, participan compañías estatales de Argentina, Brasil,
Uruguay, Nicaragua y Cuba, además de las privadas Chevron, Conoco, Total y
Staroil. 20
- Por otra parte, en el plano de la cooperación energética propiamente di-
cha, se han suscrito desde el año 2000 acuerdos para la creación de Petro-
caribe -un proyecto que integran catorce países y que incluye dos emprendi·
mientas de refinación en Cuba y Jamaica-, el Acuerdo Energético de Caracas
(2000) y los nuevos Tratados de Seguridad Energética (2007), firmados re-
cientemente con Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador y Petrocaribe·. 21 Según
estima la OPEP, como resultado de esta política Venezuela exporta actual-
mente el 36o/o de su producción petrolera a América Latina, lo que represen-
ra un aumento del 112% desde 2004."
Sin embargo, el proyecto más ambicioso para Venezuela en materia de
integración energética y proyección política (el Gasoducto del Sur), anuncia-
do en 2005 y del que forman parte también Argentina y Brasil, no ha logra-
do todavía concretarse y crecen las dudas entre los expertos acerca de su via-
bilidad en el largo plazo.
164 -----AMÉRICA LATINA: ¿INTEGRACIÓN O FRAGMENTACI()
Agendas bilaterales y multilaterales
En la actual coyuntura de grandes cambios, las agendas bilaterales que rev'
ten mayor importancia para Venezuela son las de Cuba, Colombia, Brasij
Argentina.
Venezuela se plantea para su relación con Cuba -tanto en el plano bila.t
ral como a través del ALBA- la construcción de una sólida asociación polí~i.
y la búsqueda de una alianza estratégica para constituir un liderazgo alternati
vo en la región, que tenga como fundamento las ideas socialistas. El víncµl.
con La Habana es más ideológico por parte de Caracas y más pragmático d'
lado cubano, especialmente en el actual contexto de transición en la isla.
Como se indicó previamente, la relación con Cuba fue por muchos añ0
-por diversas razones- central en la política exterior venezolana. Desde 199~
Venezuela ha establecido con Cuba importantes mecanismos de cooperacic:S,
y complementación, que van desde el suministro petrolero por parte d
Venezuela (95.000 barriles diarios) hasta el apoyo estratégico cubano en:;
campo de la acción social. En definitiva, gran parte del vínculo venezolan9
cubano puede entenderse por el intercambio de petróleo por asistencia méd,:i
ca, deportiva, educativa y de inteligencia. . denado por Uribe en territorio ecuatoriano, a pocos kilómetros de la frontera
Además, en 2007 el comercio entre ambos países ascendió a una surrt
aproximada de 3.000 millones de dólares. 23 Como se ha afirmado líneas ari
ha, las relaciones entre Cuba y Venezuela, si bien g..Iardan una importante a· -
nidad ideológica, son marcadamente pragmáticas y se caracterizan por conse· -
var una prudente distancia. Aunque existe una importante cooperación e·
diferentes áreas, no ha habido hasta ahora una clara complemeritación en r
terreno militar. Ambos países tratan de obtenér los mayores réditos de la rel~­
ción bilateral, pero a ninguno de los dos le interesa aparecer coffio excesiv~~
mente dependiente del otro. .¡1'
En cuanto a Colombia, Venezuela mantiene históricamente una compl,.~
ja y tensa relación bilateral, que se crispó fuertemente con el acceso de Hugo
Chávez a la presidencia. En la agenda colombo-venezolana aparecen tero~
muy complejos, tanto estructurales (Golfo de Venezuela, crisis en la frontera:,
etc.) como coyuncurales. 24 El vínculo Bogotá-Caracas está plagado de descon-
fianzas mutuas, y es de tal nivel de conflictividad que las crisis se suceden fr ,_::
cuentemente. Colombia forma parte junto con los países caribeños, del pr~~
1
mer círculo de intereses geopolíticos de Venezuela.
La llegada al poder de Chávez en 1999 coincidió con el inicio del Plan
Colombia, lo que sumó a las relaciones bilaterales un plus de confrontación
A MARfA S A N J U Á N - - - - - - - - - - - - - - - - 165
Ideológica, que no existía en la agenda de los gobiernos anteriores. El Plan
11:olombia es parte esencial de la estrategia de Estados Unidos en el área y, se-
gún el chavismo, Washington pretende a partir de él expandir su influencia y
~á.umentar su seguridad, lo que le permitiría controlar recursos valiosos desde
el Caribe hasta los Andes.
Las relaciones con Colombia sufrieron recurrentes altibajos durante los
·gobiernos de Hugo Chávez, pudiendo identificarse dos etapas: la primera,
con el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002); y la segunda, con los go-
biernos de Álvaro Uribe (2002-2006, 2006-2010). Los principales puntos de
la agenda con Pastrana fueron la negativa inicial de Caracas a aceptar el Plan
Colombia y la posición de Bogotá a favor del intento de golpe de Estado en
Venezuela en abril de 2002. Con Uribe, la relación ha oscilado entre los extre-
mos, del acercamiento a la siempre latente posibilidad de ruptura. En el perio-
do 2005-2008, el vínculo sufrió momentos críticos, tres de los cuales pusieron
a los países en el umbral del quiebre: el proceso de intercambio humanitario
entre el gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Co-
lombia (FARC), el secuestro en Venezuela en diciembre de 2004 de Rodrigo
Granda, considerado el canciller del grupo guerrillero; 25 y ataque militar or-
sur de Colombia con el propósito de destruir un campamento de las FARC. A
raíz de este operativo que derivó en la muerte de Raúl Reyes, una de las siete
cabezas del secretariado general de esa organización, Chávez movilizó tropas a
-¡a frontera y suspendió rodas las relaciones con Bogotá. Como consecuencia de
estos conflictos, la relaCión bilateral es siempre vulnerable a cualquier contin-
gencia, lo que incentiva la incertidumbre en la subregión andina.
Cabe señalar que la agenda negativa en ere las partes es estructural, ya que
en buena medida está asociada al diferendo sobre aguas marinas y submarinas
en el Golfo de Venezuela, a las externalidades negativas del conflicto interno
colombiano y al avance del Plan Colombia. Inciden fuertemente aquí los dé-
ficit de seguridad en la parte venezolana de la frontera binacional -que es ma-
nejada a través de cinco teatros de operaciones militares-, la animadversión
del establishment colombiano hacia el presidente Chávez, las reiteradas denun-
cias de participación del Departamento Administrativo de Seguridad de
Colombia (DAS) en asuntos ligados a la seguridad de Venezuela, y el manejo
en la erradicación de cultivos de coca y amapola en la frontera. 26
Recientemente se ha sumado a esta lista de conflictos subyacentes la cues-
tión del rearme venezolano, al que Colombia entiende como una amenaza pa-
ra la estabilidad regional. En este sentido, Venezuela se encaminó a partir de
 166 - - - - - AMÉRICA LATINA: ¿INTEGRACIÓN O FRAGMENTACió
2005 hacia el fortalecimiento de su equipamiento militar, a través de la co:
pra de fusiles rusos AK-103-104 y helicópteros y aviones de combate para su
tituir progresivamente los F16 adquiridos en la década de 1980-que Estad
Unidos se niega a reparar-. Para algunos sectores en Colo1nbia, el rearrn
--esencialmente en lo que se refiere al tipo de fusiles adquiridos por el Ejérci
venezolano- constituye una verdadera amenaza, especialmenre'Porque ser
ta del mismo armamento que utilizan las FARC. En este sentido, dada la Po
rosidad de la frontera, el grupo ilegal tendría enormemente facilitada la 015
tención de repuestos y suministros militares.
No obstante, en el ámbito económico la relación ha sido más constru,-
riva, aunque en ocasiones se ha visto afectada por los problemas internos d'
la economía venezolana, especialmente en lo que se refiere al control d
cambios que rige allí desde febrero de 2003. Sin embargo, cabe señalar qu
el incremento exponencial del comercio bilareral-fundamenralmente a pai;
cir de 2004, gracias al incremento de los precios del petróleo-, podría vers·
seriamente afectado de 2008 en adelante, como consecuenci·a del impass
surgido en torno al intercambio humanitario. En esta dirección, al anunci~
' de Caracas acerca de que podría sustituir los bienes provenientes d
Colombia para el sector público, y reemplazarlos por productos argentinds
y brasileños, es toda una señal del momento crispado por el que atraviesa l:.i
relación.
En este contexto, un nuevo elemento positivo ppdría añadirse a la agen..:
da bilateral y funcionar en el futuro como base para la canaliza.ción de con;
flictos. Se trata de los acuerdos de complementación energétic~ firmados e
2005. En este sentido, el Gasoducto Colombo-Venezolano Antonio Ricaurt
o Gasoducto Transguajiro, emprendimiento de una extensión inicial de 225
kilómetros, busca la unión de la costa oriental del Lago de Mar;caibo en Ve,
nezuela con Punta Ballena en La Guajira, Colombia. Esta empresa facilitad ·
en una primera fase (2007-2011) el suministro de gas colombiano a Venezue"
la, y en una fase posterior (a partir de 2011), la reversión del flujo. Este pro;
ceso binacional de integración y complementación energética adiciona un.
componente estratégico a las relaciones, que podría tener cierto efecto catali~
zador en los niveles de conflictividad existentes, dada la fuerte interdependen
cia que mantendrán las partes en el futuro.
La agenda con Brasil, a diferencia de la colombiana, es mucho más recien-
te para Venezuela, si bien durante la presidencia de Hugo Chávez ha experi-
mentado un fortísimo impulso. Las relaciones COJ!Jirasilia_.son-.tanto-po1íticas
~-
como económicas, y reconocen durante la década bolivari~n.a dos etapas dife-·
-~--~------- . ~-·---·-----
167
renciadas: el último mandato de Fernando Henrique Cardoso (1998-2002) y
la;á;s ·p~.;Tdéñéias éle Luidnacio Lula Da Silva (2002-2006';' 2006-2010).
···Esra'Cl~ro'é¡'U~- p~ra Ch~vez uriá.relación fluida con Brasil ;¡p_qtJa_e_stabi-
lidad al_2_r2}'$_<;tt!_ b.glivari;¡._!1\U'.E-l~~gión. Desde el inicio de su gobierno,
Venezuela ha privilegiado sistemáticamente un acercamiento a Brasil, como
punto de partida para su doble proyecto de ingreso al Mercosur y de confor-
mación de una amplia integración sudamericana. Asimismo, ha habido fuer-
ces coincidencias en materia de política internacional con Brasilia. Funda-
mentalmente, el rechazo al Plan Colombia y al ALCA, la idea compartida
acerca de los beneficios de un mundo multipolar y la promoción de América
del Sur como unidad política a través de la Comunidad Sudamericana de
Naciones -hoy Unión Suramericana de Naciones o UNASUR-.
El apoyo de Brasil, sobre todo a ¡>artir de la elección de),1.\la como presi-
dent~, rZi:au"ña;t"IT)~iíi_~'.pirª e]g¡,_¡;[~(ñó d~\réíléi.uel~._Tam:o frente a la coyun-
¡gr;i ~r(tic1'.r!<;JQ~0 p_af&s, petrole_ro_s de 20Ó2_y 2003, __cowo en. la co~-f~~~~ión
del (;_rgp_a.áfüÍJ.fJ,!l!I!igQs,de.·.Venezuelaen 2003,-BrasiJia ha jugado un rol cla-
v;=.en momentos crícicos- P?-ra la cons<?l!d~~i.§r:i.,4<:.Gh!1-Y~.. ~-n__ ~tp~~-~F·
A partir de la llegada ·Je·C~J; al'"pi~~,;¡;o en enero de 2003, Venezuela ha
intentado que las relaciones bilaterales fueran más ideológicas que políticas,
aunque los resultados han sido dispares. Para Chávez, un liderazgo de Lula
más consustanciado con ideas radicales podría haber funcionado como un
contrapeso a la hegemonía de Estados Unidos en la región. Sin embargo, la
.pro pi_~ __<!g~!143:..-~Z:.W~~~~i!~ü~'...~--~!n,~mif.ª-- pqJJJ.ifajp.._t5!r.n.~.,-.i5,U.~,qbjetivos
económico~. y JLg<¡!).IT;iJizac\a. reticencia .;:egiopal,..a ...un ,.liderazgo--benigno de
ªr..;iQ~s~~J;;!:Q(l_<),e.,pl_agp.cu_alquier posibilidad.t!e,una cqnfedera,CÍQ(lsuda-
mericana de coree.bolivariano.
-~--- ·-0>'·''
·- •-C~-__;e-""~--- ~'--~.,_:-•. _.•+,.
A pesar de las limitaciones de todo tipo al proyecto de integración radi-
cal propuesto por Chávez, las relaciones en ere Caracas y Brasilia no se han de-
reriorado. Lejos de eso, han transcurrido sin mayores conflictos y han mejo-
rado sustancialmente en el área económico-comercial. Sin embargo, es posible
advertir cierta disparidad de criterios- e, incluso, una incipiente rivalidad- en
algunos puntos de la agenda energética y en el manejo del negocio petrolero.
Desde el punto de visea brasileño, la in.Fegración energética -si bien no
se halla desligada por completo de criterios políticos-, debe guardar viabili-
dad económico-comercial, toda vez que conscituye su base de desarrollo in-
terno. Por este motivo, el proceso descansa fundamentalmence en la visión es-
tracégica de Petrobrás, que si bien es una empresa pública, se rige por criterios
comerciales y de competencia económica. Para Venezuela, en cambio, la inte-
 168 AMÉRICA LATINA: ¿INTEGRACIÓN O FRAGMENTACIQ
A MARIA S A N J U Á N - - - - - - - ' - - - - - - - - - - - - 169
graci6n energética es un proyecto especialmente político -más que econQ :
el mandato de Cristina Fernández de Kirchner, iniciado en diciembre de
co-, del .cu~ depende la seguridad misma de la nación y la vigencia del p
007. Por supuesro, todo dependerá de la evolución de las dinámicas interna
ceso bol'.vanano ..P~r ello PDVSA, brazo ejecuror de la integración energó
~externa de ambos países.
ca: ~nctona dec1d1damente como una empresa nacional que se apoya;
En cuanto a los esquemas de integración regional, es pertinente indicar
cr1ter1os geopolíticos. Esto contribuye a explicar las diferencias que amli
~ál ha sido la evolución de Venezuela. En este sentido, Caracas formó parte
países manrien~n c~n respecto al ca~o boliviano, las dificultades para imP.
sar proyectos b1nac1onales en materia energética, y la competencia de amB
!fo! Pacto Andino o Grupo Andino, posteriormente rebautizado como CAN,
a.sra su desvinculación en 2006. Por otra parte, desde el año 2001 el gobier-
empresas por el control de proyectos y mercados en la región. .
0 venezolano manifestó reiteradamente su interés en participar activamente
Otro país privilegiado en las relaciones estratégicas bolivarianas ,
~n el Mercosur, paso que recién se concretó en 2006. Sin embargo, el proce-
~rgentina. Si bien Chávez trató de impulsar un acercamiento en el último P.
b que desembocó en la renuncia de Venezuela a la CAN y su ingreso oficial
nodo de Carlos Menem, fue recién con el gobierno de Nésror Kirchner (200
kl Mercosur, responde a causas de diferente naturaleza.
2007) que las relaciones alcanzaron su más alto nivel. En el plano político, .
, Venezuela planteó en el año 2003, en el seno de la CAN, su interés por
nezuela busca en Argentina, además de apoyo y legitimación a su proceso ,d_
darle una nueva orientación política al bloque, que se ajustara más al proyec-
transformaciones internas, el posible surgimiento de un contrape~o al lide
·ro de nuevo orden regional que imaginaba Chávez. La búsqueda de esta im-
go moderado o tradicional de Brasil. El proyecto del presidente Chávez co .
pronra más ideológica fue renovada en diciembre de 2005 con el triunfo de
parte con Buenos Aires las expectativas sobre el tipo de desarrollo económi
'Evo Morales en Bolivia. Sin embargo, las diferentes visiones ideológicas exis-
~ue de~ería al~anzar la región: uno orientado al desarrollismo y al impulso cl
tentes al interior del bloque, el complejo andamiaje institucional de la CAN,
industrias nacionales de carácter estatal.
y los intereses nacionales de cada uno de los países limitaron roda posibilidad
Además, Argentina y Venezuela son aliados estratégicos en.el plano e<,::0
de implementar un cambio como el propuesto por Chávez.
nómico, lo que explica el apoyo financiero a largo plazo brindado por c .
Caracas ha reconocido más de una vez la importancia de la CAN como
cas, a través de la compra de bonos de la deuda pública argentina. A través .
ámbito de intercambio comercial. Sin embargo, también ha señalado con
estas operaciones, Argentina ha· buscado reducir su vulnerabilidad frente
frecuencia que el bloque fue incapaz de avanzar hacia un esquema de corte
sistema financiero internacional. Asimismo, entre ain.bos países ,se han fir~­
más político, superador de la idea de una mera unión aduanera. En este sen-
~o convenios de intercambio y apoyo económico con orientación producri. ·
- rido, pese al marco legal e institucional profusamente desarrollado con que
(impulso al desarrollo de la industria energética en Argentina y de la agroi.
cuenta, la CAN jamás pudo intervenir con éxito para resolver las numerosas
dusrria en Venezuela). En este punto, los acuerdos son fundamentalmente d
crisis nacionales, binacionales o de orden regional que atravesaron los países
complementación y se diferencian de los convenios de intercambio comer~i
miembros.
alcanzados con Brasil. .
Desde la óptica de Venezuela, las limitaciones estructurales de la CAN
Las estrechas relaciones políticas entre Argentina y Venezuela son man~
son de vieja data, por ejemplo, cuando no se pudo impedir el retiro de Chile
jadas por varios actores a través de canales diferenciados, lo que les confiere.-
(1976) o la auto-suspensión temporaria de Perú (1992). Además, pese a los
cada uno de ellos un carácter estratégico. El intento de Venezuela de constrúi
numerosos acuerdos firmados, la CAN nunca fue capaz de contener, y mu-
una suerte de alianza estratégica binacional, con objetivos conc_retos para e~
c~o menos aún resolver, los graves conflictos por los que atravesó la región an-
da país, se apoya en dos elementos: la idea de que se parte de un escenario ce;>
dina en los años noventa: las externalidades negativas del fajimorismo, la gue-
mún .(crisis t_erminal .del sisrema político precedente) y de que se comparte
rra entre Ecuador y Perú,. las recurrentes crisis de gobernabilidad en Ecuador,
ob¡envos reg10nales (impulso al desarrollismo, crítica al neoliberalismo y bú.'
los sucesivos conflictos entre Colombia y Venezuela, la cuestión de la guerri-
queda de independencia financiera de los Estados Unidos). Si bien el panora'
lla en territorio colombiano, el avance del Plan Colombia, las reiteradas crisis
ma no está del todo claro aún, el estrecho vínculo político construido pq
de Bolivia y Venezuela, el episodio Granda, etc. Por otro lado, la suscripción
Hugo Chávez y Nésror Kirchner podría sufrir algunas modificaciones duran
por parte de Colombia y Perú de trarados de libre comercio (TLC) con Esta-
 170 AMÉRICA LATINA: ¿INTEGRACIÓN O FRAGMENTACió
dos Unidos podría lesionar estructuralmente al vínculo de mayor densidad a :·de las anteriores y, si es así, en qué temas y políticas. El segundo punto es si
la zona, es decir, aquel que componen Venezuela y Colombia.
En el caso del Mercosur, Venezuela aspiraba a una transformación en:·
perfil ideológico del bloque, que se materializaría con su ingreso pleno al mi
mo, y con el cambio en la orientación de los gobiernos de Brasil, Argentin:i
Uruguay. Estas aspiraciones de Caracas no eran una novedad en absoluto, si:~
que se remontaban al año 2004, cuando el gobierno venezolano transformó ,
dicalmente su discurso y entendió que no era viable el crecimiento económiGo
de la región, ni una inserción internacional más justa en la globalización, si I~
países sudamericanos no operaban como un conjunto político cohesionado
La decisión final acerca del ingreso de Venezuela al Mercosur deberá adopta
se en el primer semestre de 2008. Mientras tanto, Caracas continúa profun
dizando, por canales bilaterales, sus vínculos económicos y comerciales cÓ
cada uno de los países del bloque.
Alcances, tensiones y contradicciones
del papel de Venezuela en la región
El intento del gobierno de Hugo Chávez de alcanzar l:sreorganización g~p~
lírica de América Latina puede dividirse analíticamente errrres etapas, que1
~~on diferentes momentos de la dinámica política ih
terna de Venezuela. La primera, podría ser denominada como_ convitwncitt crl
___,____...--- .
tica y corresponde al period~OOI. Chávez buscó en estaetapa cons
truir u~la de sus antecesores ~r~laciófl 'ºª EstaddS
Unidos y con la.Egión. Así pues, partió de una óptica nacionalista, y pens~
en radicales transformaciones institucionales para su país. La segunda~ qu'
abarca el periodo 2002-2004, podría definirse como la de aplicación acti;
!1Jmo alternativo d:f:nsivo. En ella, mientras resistía las más graves_JJD-enai :
a su estabilidad en la presidencia, propiciaba Ja construcción..-de nuevas aliari
Z"$ en la región. Finalmente, la tercera -<íue vaj_u005 a 2007- podría cata
logarse como la del lidggzg11..1Jf1~al cuyos objetivos salientes Ful
ron los de maximizar~us_¡wsicio.nes.-p<>litieas-errehímbito internacional ¡¡
construir un bloque alternativo de poder de naturaleza antiimperialista. .1
A parcir de lo señalado, es pertinente tratar de responder das· interrogan:..
tes básicos sobre la agenda actual de Venezuela. Una primera pregunta podríá
versar sobre la~1deZt1_deJos-eamhios-quejgipulsa Chávez. o;
para decirlo en otros términos, en qué medida esta agenda difiere realmente'.
171
la actual política exterior venezolana está alcanzando los resultados esperados.
Un análisis sobre las semejanzas y diferencias con respecto a periodos an-
ceriores arroja importantes continuidades, aunque también sustanciales mo-
dificaciones. Igual que antes, Cuba y Colombia son interlocutores centrales
de Venezuela, aunque la intensidad y los motivos del vínculo son diferentes
en cada caso. Por otra parte, tanto el presidencialismo fuerte como la política
energ~t~J?_:~:~.S'!.~-~l~~~33j[í_~~~§:.-~~-:~~~~t·f~C~(~~·:9~::_~~ POlo de
po~_e_r aJtern~!lY.o. La principal diferencia estriba. é~- ·q~, -~·n· fos períodos an-
ceriores, e.l .'!s_9_4_~J ~e~~~~<?. .~.~~S-~,~i,c.?,_-"~!-ª pr·~-~~-~-~1c? y .~9.JcJ~~qlRgi~g_,,_y,ª- que
no,b1:1JS.@.R~.,-~g9;o~~-ª-IT_;~_~ef. .~.!. p~~-~~:.ío ~sta~-~-ttr:i~~r_i,se,, ~~r:~ .Pr~m~'(er~~J. P.?-is_co-
!!1-9 !:!J!~,_l?r:<?I~R_;l~~-~~~-~~-~~:_ ~~ --~~ ~;i-ib_i~o-. r_egio.n~l.
Sobre la segunda cuestiOn,-13. résplleStá es necesariamente crítica. Al res-
1
pecto, conviene formularse algu nas preguntas: ¿Es la pÓlícica exterior un pi-
vote para el desarrollo de Venezuela?; ¿resulta Caracas una referencia obligada
de poder regional y el eje de la integración energética? Es cierto que los altos
precios de la energía han convertido al país en un actor más independiente
desde el punto de visea económico. Sin embargo, también se ha incentivado
como nunca antes la llamada enfermedad holandesa," que conduce al país por
el camino de la vulnerabilidad, al hacerlo altamente dependiente de la expor-
cación de ciercos productos. Por otro lado, Venezuela tampoco ha podido li-
derar una integración energética regional. En esce sentido, existe una suma de
acuerdos de cooperación, pero no podría definirse el proceso como el de una
integración sustentable.
En lo que l,ace..al.ohj«tiv.o ..de.p.i:qyectarse como centro de poder, los re-
sulcados han sido dispares. Por un lado, Venezuel_a_ es Ufl act_o_r m_ás__ visible _en
el~E..ü,~.B2JJE~~~~eg~.1J~~~y·j~~iia'.Ufi-pap~T~cl~~--;r;·r~-sr~-~~~~; ~~~·;géti~o's,
.pero Ja_g_i¿_e~~<! _ ~n ~~ce!:i.ª__ 9~!"'sh-ª=Yi.~JI1_'? _ c;l_e_§pj_eJJ(!._en,oJmes~resquemore&, inclu-
so en países aliados y amigos. &ro resulr.~'d~e~~. ~!:~~-c;l..?.J_Q._9.1:1.~}~_Sf~.en..jue­
g~--~~..-~-~~~~~--~~~~~~Estados Unidos. En este puni:o, algunos países temen
que Washington vinctae-su-aceí-Cámiento con el gobierno de Chávez -en al-
gunos casos, forjado por motivos financieros o energéticos- con una comu-
nidad de ideas respecto de las posturas radicales de Caracas frente a la Casa
Blanca.
Asimismo, una prueba de los resultados dispares en lo que hace a Vene-
zuela como centro de poder regional es que, aun con coda su batería de políti-
cas de cooperación y alianzas, c:aracas no alcanzó el consenso suficiente para
lograr la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la con-
 172----- AMÉRICA LATINA: ¿INTEGRACIÓN O FRAGMENTACió_
formación_regional de un bloque opositor al ALCA, ni pudo conseguir el ap·.
yo necesario para integrar el Consejo de Derechos Humanos y el Consejo,:
Seguridad de las Naciones Unidas. Para este último objetivo -que consistr
básicamente en obtener una banca rotativa en el máximo órgano de la ON l
el régimen chavista desplegó una de las mayores campañas diplomáticas deil
historia de Venezuela, que resultó, al fin de cuentas, completamente infru
tuosa.
Por último, se hará una breve referencia tanto a las fortalezas como a 1
debilidades de la actual política extérior venezolana. Entre los activos deb~
enumerarse: el renovado comproihiso con la integración regional; el impul~,
a modelos alternativos de relaciones sur-sur, la incorporación de nuevos rem
y actores a la agenda -lo que incluye, desde luego, la importancia atribuida
la problemática de la exclusión social-; la apertura del debate sobre temas qu
se consideraban cerrados -por ejemplo, la discusión sobre los costos y benefi
cios de la globalización y la necesidad de democratizar las relaciones intern
cionales-; el replanteo geopolítico de la cuestión energética; el uso solidaria
de la energía con los países más pobres de la región; la ampliación de los mát
genes de maniobra frente a Washington; y la apertura y consolidación del
relaciones con Brasil y Argentina.
Sin embargo, la creciente visibilidad de Venezuela en la región empieza.
ser percibida negativamente, incluso por parte de algunos socios y amigos.
estridencia, la radicalización de ciertos argumentos, el simplismo 'en el man~:­
jo de asuntos complejos y el carácter reactivo de muchas de sus posturas ha
contribuido a polarizar aun más la imagen de Chávez. En este sentido, se sue-
len señalar los cruces verbales del líder bolivariano -en la mayoría de los ca~
sos innecesarios y contraproducentes- como una muestra. de los 'perjuicio
que puede generar una política exterior que descansa invariablemente en f'
voluntad de un liderazgo personalista. , Finalmente, el saldo para Venezuela, considerando sus objetivos de pro-
Por otra parte, los avances mencionados anteriormente no han sido acom~
pañados por una modernización en las estructuras burocráticas ni por un·¡
profesionalización de los cuadros técnicos. De tal modo, el resultado es el de-
terioro de las capacidades de ejecución de políticas y el debilitamiento de las
instituciones del país, lo que perjudica notablemente la concreción de acuer-
dos viables en materia de política exterior. Además de estar tallada por el vo·-:.
luntarismo y la improvisación permanente, la actual política exterior venezo-'
lana carece de seguimiento técnico a cargo de burocracias especializadas. La:
ideologización domina el planeamiento de la política exterior, a la vez que la
expansión desordenada y caótica de acuerdos -se calcula que Chávez ha fir-,
' A MJ\RfA S A N J U Á N - - - - - - - - - - - - - - - - 173
. d so' lo en la región más de un millar entre 2004 y 2007-, la mayoría de
~o, ' .
·los cuales, o bien no han sido ejecutados, o sus resultados están muy lejos de
fo esperado. . ,
Si se considera que los intereses de Venezuela -dado su peculiar caracter
. d otencia energética- no son similares a los de otros países en desarrollo,
:Iría concluirse que la revolución bolivariana no es un modelo ideológico ex-
portable a otros países de la región. Además, se trata de un esquema que des-
~ansa en el carisma, la personalidad y la dirección permanente de su máximo
. impulsor, el presidente Chávez. Producto de esta _p~rticul.ar combinación de
factores -disponibilidad de recursos y un líder decrdrdo a ¡ugar un rol geopo-
lítico y refundacional-, Venezuela no encuentra mayores barreras para ~~an­
ciar proyectos en la región, sin efectos aparentes, por ahora, en la estab1l1dad
macroeconóm1ca.
El cambio en la agenda regional de Venezuela, por otra parte, va a con-
tramano de lo que ocurre en los demás países del área, que en su mayoría bus-
can una adaptación pragmática -no ideológica- a la globalización. La radica-
lizada política exterior venezolana ha causado muchas veces crispación entre
los líderes de la región, lo que contribuye notablemente a la polarización de
las posturas, sobre todo en lo referente a las opciones de desarrollo y a las re-
laciones con Estados Unidos. La tensión también se debe a la conformación,
por parte de Chávez, de una red de alianzas de geom~tría variable: el Mer-
cosur, por un lado, y el ALBA, por el otro. El líder bolrvanano consrdera a la
región como un terreno de confrontación con los designios h_egemónicos de
Washington, dentro de su más amplia concepción de la necesidad de reorde-
nar el poder a escala global. Ahora bien, a juicio de Chávez, la estrategia no
puede admitir dubitaciones o matices, y es esta postura, justamente, la que re-
fuerza las tensiones con los otros líderes de la región.
mover el proyecto bolivariano y fomentar un nuevo modelo de desarrollo, no
es para nada alentador. Por un lado, crece a su alrededor la crisp~ción regiona~,
a la vez que la cooperación económica -que no es sustentable nt se ha traduci-
do en un liderazgo político efectivo- no ha transformado a Venezuela en un po-
der ordenador a nivel regional. La excesiva retórica nacionalista no condujo a
la convergencia regional en torno de una matriz común de pensamiento sud-
americana, puesto que ni siquiera hay consenso acerca de los problemas bási-
cos de la región. Así las cosas, Caracas se enfrenta a una coyuntura crucial en
materia de su agenda latinoamericana, ya que corre el riesgo de que, aun con
su enorme potencial energético, termine aislada en su proyecto integracionista.
 174---- AMÉIUCA LATINA: ¿INTEGRACIÓN O ,FRAGMENTACió.. '
No ras
1
Véase Steve Hcllne( y Daniel Hcltinger (eds.), La política venezolana en fa época.
C11ávez. Clases, polarización y conflicto, Caracas, Nueva Sociedad, 2003. Se sugiere consufu:
también, Margarita Lópcz Maya, Del viernes negro al referéndun1 revocatorio, Caracas, A]fuj¡J
2005; y Margarita López Maya, "Hugo Chávez Frías: su movimiento y presidencia", en Sr
HeVner y Daniel Hcllinger (e<ls.).
' 2 • •
.,
.
· ~ng~l Alvarez, El si.Jtema po!ftico venezolano: crisis y transfar11.1llciones, Caracas, Oficin
de Publicac1ones de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políricas, Universidad Central'
Venezuela, 1996, p. 418. 1
JVéase Margarica Lópcz lvfaya {ed.), idea; para debatir el socialismo del siglo XXl Carac:
Alfa, ;!007. . Mutua (COMECON), que funcionó entre los países socialistas desde 1949 hasta 1991, y que
"1 Véase Antonio González Plessman, "Venezuela: democratización y políticas públic
ensayo presentado en el Seminario "Venezuela después de la reelección de Hugo Cháv
Dinámica Polític.1 y Desafíos", Washington OC, 2007.
5
Véase J~lia Buxton, "Política económica y ascenso de Hugo Ch.áve-t ~j poder", en Se~
Hellner y Dante! Hellinger (eds.), op. cir.; Domingo F. Maza Zavala, "fortalezas y debilidad
de la economía venezolana", en Gregorio Castro (ed.), Debate por Venezuela, Caracas, Alfil
2007, pp. 283-30 !.
6
Véase Kcnneth Roberts, "Polarización social y resurgimiento del populismo e.
Venezuela", en Steve Hellner y Daniel Hellinger (eds.), op. cir; Ernesto La.clau, La razón pop~
lista, Buenos Aires, FCE, 2005, p. 312.
7
Véase Susana Gratius, La "tercera ola populista" de América Latina,
Trabajo n. 0 45, Fride, octubre de 2007.
8
Javier Biardeau, "La política y lo político en tiempos de la democracia pose-liberal", e
Gregario Castro (ed.), op. cit., pp. 223-240; y Steve Ellner, "El dilen1a de la profundización~
la rev~lución bolivariana en la etapa actual", en Margarita Lópcz 1\rfaya (ed.), op. cit., pp. 31-3.9.
) Véase Manuel A. Garretón, "Modelos y liderazgos en América Lttina", en Revista Nuéu.
Sociedad, n. 0 205, septiembre-octubre, 2006.
io Véase Tcrry Lynn Karl, The Paradox of Plenty. Oil Booms and Petro-States, BerkelCy;
Universiry of California Prcss, 1997.
11
Véa~c Be~nard Monimer, "Petróleo subversivo", en Steve Hcllncr y Daniel Helling~
(cds.}, op. c1r.; Carlos Mendoza Portella, "Vigencia del nacionalismo petrolero", en Revisttl
Venezolana de Economía y Ciencias Sociaks, vol. 12, n.º I, 2006; y Kirsten Westphal, Flujo
energéticos, ca1nbios en la correlación de poder y relaciones internacio111des: Una visión comparad.
de la 1nncro-región europea y las A111éricas, Caracas, ILDIS, 2006.
12
Véase Asdníbal Baptista, Eisa Cardoso y Luis E. L.1nJer, Retos y Perspectivas de In inte
grnción energética en América Latina, Caracas, ILDIS, 2007.
13
Véase lviilko L. González, Integración energética andino-brasileiia. Revisión de n1arcos ji;~
rídicos nacionales y regionales, Caracas, ILDIS, 2006; y Carlos Mendoza Pottellá y Rafue'
Quiroz, La energía c01no factor de integnrcirín para An1érica Lnti11t1, Caracas, ILDIS, 2006. ., _
14
Véase María ·rercsa Romero, Política exterior venezolana. }.[proyecto de111ocrdtico J958~
1998, Caracas, Colección Minerva, Libros de El Nacional, 2002.
15
En agosto de 1987, el buque Caldas de la Arn1ada c:olombiana inurcsó sin autoriza•-
ción a aguas territoriales venezolanas en la costa del L1go Maracaibo, zona d~ litigio entre am~~·
175
• i'ses Esto generó una escalada de amenazas militares, consideradas de las más graves que
l:fos pa ·
ha arravesado Venezuela en el siglo XX.
-, 16 Véase Ministerio de Planificación y Desarrollo, Líneas Generales del Plan de Desarrollo
fEconómico y Social de la Nación, 2007-2013, República Bolivariana de Venezuela, 2007.
_, 17 Entre 1999 y 2007 seis ministros ocuparon la cartera de Relaciones Exteriores, se ha
- . biado en varias oportunidades la estructura general de la Cancillería, y se ha reformado tres
:es se
la Ley de Política Exterior. Asimismo, el país dotó de un marco constitucional que con-
sagra Ja supranacionalidad de la integración y de lo~ derechos humanos.' •
JH Hugo Chávez Frías, El nuevo mapa estratégrco, Taller de Aho Nivel, Fuerte Tiuna, Ca-
racas, 2004.
i'J Esta propuesta tiene algunas similitudes con el C'..onsejo de Asistencia Económica
consistía en un inrercambio económico compensado. Los acuerdos ideológicos remediaban la
· divergencia de inrereses, las asimetrías y los distintos niveles de desarrollo de los países.
w Véase Lander, op. cic.
21 Las áreas comprendidas en estos tratados son la provisión, garantía de suminisrro e in-
rercambio de petróleo, gas, electricidad y energías renovables.
22 Véase ''América Latina recibió 36o/o de los envíos venezolanos", El Universa/, 10 de
agosto de 2007.
23 Véanse las declaraciones del embajador venezolano en Cuba, Alí Rodríguez Ara.que, en
"El intercambio con Cuba tendrá en 2007 niveles nunca antes alc.1nzados", El Universa/, l 1 de
agosto de 2007.
24 Véase Socorro Ramírez, Carlos Romero y Ana María Sanjuán, "Estados Unidos-
Colombia-Venezuela: ¿una relación triangular?", en Socorro Ramfrez y José María Cadenas
(comp.), Venezuela y Colombia. Debates de la historitl y retos del presente, Caracas, Grupo Aca-
démico Colombia-Venezuela, UCV e Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Inter-
nacionales (IEPRI) de la Universidad Nacional de Colombia, 2005; Socorro Ramfre-L y José
María Cadenas, Venezuela y Colombia. Retos de la convivencia, Bogotá, Grupo Académico
· Colon1bia-Venezuela, Centro de estudios de América de la UCV e Instituto de Escudios
Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRJ) de la Universidad Nacional de Colombia,
2006.
z5 Rodrigo Granda fue detenido en Caracas por los servicios de inteligencia colombianos
en diciembre de 2004, sin conocimiento oficial del gobierno venezolano. Como consecuencia,
Venezuela cerró puntos de frontera para el paso de bienes y productos. L1 crisis duró dos me-
ses y fue resuella con una visira de Álvaro Uribe a Caracas, tras la mediación de Brasil y Cuba.
En agosto de 2007, Uribe invitó a Chávez a participar como facilitador en el intercambio hu-
manitario con las FARC en Colombia, carca de la que fue relevado posteriormente, de mane-
; ra .inilaceral, en noviembre de 2007. Para Cháve-L, este hecho constituyó una "ofensa personal",
p:,r lo que amenazó con la suspensión de las relaciones, retiró al embajador de Venezuela en
Bogará y suspendió una serie de acuerdos comerciales. El nivel de agresiones verbales entre los
presidentes de Venezuela y Colombia por este caso no rienc ningún antecedente en la historia
de las relaciones bilaterales.
26 Ana María Sanjuán, "La agenda de seguridad de Venezuela ¿Ruptura o continuidad del pa-
radigrna? Un análisis preliminar", en Marco Cepik y Socorro Ramírez (ed.), Agenda de seguri-
dtrd 1111dino-brasíleña. Primeras aproximaciones, Bogotá, 2004, pp~ 317-362.
176----- AMÉRICA LATINA: ¿INTEGRACIÓN O FRAGMENTAC
27
En la teoría económica., la enfermedad holandesa se refiere a las entradas de divisaS
venientes del aumento de los precios de un recurso natural específico que caracteriza a ..u
ís determinado. El riesgo para muchos países subyace en ligar su crecimiento económico'
mente al desarrollo de ese recurso natural, en perjuicio de otros sectores y/o indusrrf
término surge en la década de 1960 cuando las riquezas de los Países Bajos aumentaron ~o
derablemente como consecuencia del descubrimiento de grandes yacimientos de gas en _e
~~ .
Tercera parte

América Latina y Estados Unidos